Había un incesante tintineo desde su lugar en la fosa.

No sabía con exactitud cuánto tiempo llevaba ahí.

¿Dos semanas?

Había descubierto varias cosas sobre Lisa.

Qué era muy ingenua era una de ella, ni siquiera sabía que era una manzana.

También descubrió que se arrancaba las alas cada semana sin falta y un rastro de sangre recorría su cuerpo, era de un tono rojizo como la de los demonios.

- Si las dejo como si fuera un ángel se incrustan y me provocaran dolor, más del que me provoca arrancarlas -dijo mientras tomaba el par y las lanzaba a un lugar oscuro-

- ¿Ya te ha pasado? -preguntó Jennie algo consternada por el hecho, las alas si estaban incrustadas en su piel pero no debían de doler-

- No... -Negó mientras el miasma que cubría su cuerpo se concentraba en la zona dañada y la sangre se detenía- Pero mamá me lo dijo, alguna vez... Hace mucho tiempo -Murmuró con la mirada perdida-

- ¿Mamá? -preguntó confundida, debió de suponerlo, si era un híbrido hubo contacto directo para crearla-

- Mi mamá era un demonio, no se que clase, pero era muy... Bonita -murmuró sentándose a su lado en lo que ahora sabía eran cojines, tenía los ojos cerrados y el ceño fruncido tratando de recordar- Era muy humana... Recuerdo nacer en el bajo mundo demoníaco, escondida, y siempre cubierta de miasma de mamá, ella... Decía que tenía que esconderme bien de todos... -

Observo el ceño fruncido de Lisa, veía la inmensa oscuridad, pero ella estaba segura de que al menos ella podía ver que había ahí, no la dejaba pararse, mi tocar el suelo o algo por el estilo.

- El día que huí del infierno, una horda de demonios furiosos me perseguían, mamá se había quedado a tratar de distraerlos... Supongo que la mataron -suspiro recargandose en sus hombros mientras aspiraba el aroma de su cabello- estaba enojada y luego un ángel bajo del cielo, lo odio, lo odio tanto porque se quien es, supongo que eso me llevó aquí -

- ¿supones? -preguntó confundida-

- No recuerdo con claridad, creo que peleamos y cuando el miasma se libero el suelo colapso y caí aquí -dijo señalando alrededor- debieron darme por muerta pero tiempo después un demonio comenzó a alimentarme con cosas extrañas y sucesivamente más comenzaron a llegar, se ubicaron aquí, así que nombraron el lugar -

- ¿Por qué no sales? -dijo acariciando la zona donde el nacimiento de sus alas se comenzaba a cerrar, quizá con un poco de su magia ya no dolería-

- Tengo miedo -Murmuró por lo bajo- ahí arriba hay una guerra, no se que pasara cuando suba -

- Puedes huir conmigo -dijo Jennie tomándola de las manos y mirándola con ojos brillantes- podemos ir al bosque de las hadas, yo seré la próxima reina de mi raza, ahí estarás a salvo -

- ¿que pasa si no? -Murmuró desviando la mirada, unas extrañas cosquillas se habían instalado en su cuerpo, quizá por que su ultima comida había sido hace dos semanas- ¿que pasa si te echan a ti? -

- Entonces nos iremos juntas -

(...)
- ¿Por qué derrepente hay clanes en nuestra contra? -se quejo Jaebeom, un demonio- Siempre nos mantenemos al margen de sus putos asuntos -

En la superficie todo se volvía un caos, muertos por aquí y por allá.

Angeles "purificando" seres netamente malignos que solo desaparecían hechos polvo cuando las grandes Esferas de luz aparecían y los atrapaban.

Los malditos "ángeles" sonreían con sorna y su pulcra apariencia brillaba y resplandecía entre el caos que provocaban.

Se sentían los seres superiores los muy malditos.

- Están detrás de la fosa -Habló Jungkook el demonio de 500 años que había lanzado a Jennie- si sacan de ahí al híbrido esto se acaba -terminó destrozando el cráneo de un ángel con su pie, la sangre quemandolo un poco ante el tacto-

- ¿Cuál híbrido niño? -preguntó uno de los ángeles a su espalda mientras lo encerraba en una esfera de luz-

- Arcángel Taehyung, su magestad, es un honor volver a verlo -se burló rompiendo la esfera- ¿Viene por una de nuestras sexoservidoras o por mi? -sonrió con total libertad- sabe que mis servicios son especiales -

- Dejate de jueguitos estúpidos -gruñó destrozando con su luz a 5 demonios a sus espaldas, los ojos del demonio oscureciendose ante el acto- ¿Qué mierda hablas? -

- Su arcángel Miguel sabe bien de que habló -carcajeo tomándolo del cuello mientras le arrancaba un ala y escuchaba el grito de dolor salir de él- ¿Por qué no le pregunta? -tirándole en el piso presionó su pie en la zona herida, el lugar se incendiaba en fuego oscuro- ¿o que? ¿Le tiene miedo? -susurro pateando su cuerpo mientras se elevaba matando a unos gigantes enemigos-

Levantando la cabeza lo último que recibió el ángel fue una sonrisa socarrona antes de ver como el demonio se volvía un completo monstruo perdiendo incluso su forma humana.

Había tomado una forma totalmente oscura con los ojos rojos predominando, sus colmillos saliendo de su boca y la mandíbula partiendose para tragar a cualquiera que se pusiera en su camino.

El ángel se levantó sacudiendo su cuerpo con el dolor de haber perdido su ala y giro mirando al batallón de las hadas que aún seguían sin bajas avanzar decididos a la fosa.

Esos pequeños niños como los apodaban daban miedo a pesar de ser tan hermosos.

(...)
- ¿Te puedo abrazar? -preguntó Jennie viendo a la híbrido observar hacia arriba-

- ¿Abrazar? -cuestiono confundida- ¿que es eso? -

- Una muestra de cariño -respondió tomando un tamaño más humano y la miró a los ojos- Creo que lo necesitas -

Suspirando ante la mirada confundida que recibió se acercó rodeando su delgado cuerpo con sus brazos, le miasma la quemaba un poco, hasta un momento donde no sintió ni una molestia.

Confundida examinó a la demonio, sus alas habían crecido de nuevo y sus ojos que normalmente eran diferentes se veían iguales.

Su cabello negro la hacia lucir más blanca y los ojos ámbar que ahora tenía brillaban.

- Te ves como un ángel -murmuro asombrada tocando su rostro con admiración-

Sintiendo su cuerpo estremecer ante la mirada profunda de Lisa, se relamio los labios nerviosa, acercándose un poco a ella lo pego haciendo un suave contacto.

Se separó con las mejillas rojas si poder despegar su mirada de ella, sus labios cosquilleando ante él contacto.

- Definitivamente no puedo dejar que te maten -susurro volviendo a abrazarla, la luz entrando de repente a la fosa, ya no estaban solas-