Chapitre Cinq
Se sentía asombrada por el híbrido frente a sus ojos, no tenía palabras para describir completamente como lo percibía.
Quizá sólo simplemente era hermoso.
— ¿Qué eres exactamente? —preguntó levantándose de dónde sea que estaba—
— Un híbrido demonio-diosa —respondió quedándose quieta cuando observó al hada acercarse, sus hipnótica alas provocándole unas increíbles ganas de tocarla—
Sin poder evitarlo Jennie se acercó hasta posarse frente a ella, su tamaño de esa manera no la dejaba siquiera estar a su altura, cambiando a su tamaño más alto quedaron cara a cara, sus ojos conectándose de una manera desconocida para ambas.
Extendiendo las manos tembló un poco al hacer contacto con al piel desconocida, el miasma quemando un poco sus dedos pero la piel bajó esa misma capa era tan suave.
Sus largas pestañas, el cabello negro que permanecía largo o sus alas blancas de un gran tamaño que eran un conjunto extraño a comparación con sus rasgos demoníacos.
No escuchaba nada fuera de ahí, sólo un silencio constante mientras dejaba que la otra le tocase y viceversa.
Las suaves y grandes manos de la híbrido recorrieron su cabello con admiración, y rodearon sus ojos con asombro.
— Parecen dos esmeraldas —dijo con asombro—
Sus manos la giraron con lentitud, parecía temerosa de tocarla, el suave temblor de las yemas de sus dedos provocándole un escalofrío agradable cuando tocaron sus alas, pasando por cada línea y relieve, admirando los colores y texturas, una marea de sentimientos invadiendo con sorpresa con cada toque.
— ¿Como te llamas? —preguntó Jennie con curiosidad dejando que la otra explorara sus alas con devoción, eran algo de lo que se enorgullecia—
— Me temo que no tengo nombre —Negó con suavidad, no recordaba alguna vez haber tenido uno, todo era confuso en su cabeza respecto al tema—
— Debo de llamarte de alguna manera —Murmuró Jennie por lo bajo sintiendo un escalofrío cuando las manos de la híbrido pasaron por donde nacían sus alas—
— Puedes decirme aberración —acotó sin demasiado interés— creo que ese es mi nombre —
— Eso no es un nombre —Negó con suavidad pensando un poco— Lalisa suena bien —dijo girandose para encararla—
— ¿Lalisa? —preguntó confundida— ¿qué significa? —
— Creo que "la bendecida" —respondió, la mirada de Lalisa procesando el nombre un momento—
— Suena lindo, me gusta —respondió asintiendo— Lalisa, Lala, Lili, Lisa —comenzó a decir sin mucho sentido— Jennie también es un nombre lindo, me gusta —
Levantando el delgado cuerpo de la hada del piso la volvió a dejar sobre los cojines donde dormía, no podía dejar que algo así de bonito y frágil tocará el sucio suelo donde ella vivía.
Era la primera vez que hablaba con la que supuestamente sería su comida.
Pensándolo bien ella no quería comer.
(...)
— Para destruir el distrito debemos eliminar lo que esta en la fosa —dijo el arcángel— El hoyo negro en el centro del distrito es la fuente de energía, de ahí se alimenta todo alrededor, la neblina, la energía que comen los demonios, o la nebulosa que convierte a errantes en corrompidos sin problema —
— ¿Cómo se supone que acabemos con un hoyo? —preguntó Rosé con una mueca— ¿Lo llenamos de tierra? —dijo de manera sarcástica—
— No es el hoyo General —Negó el arcángel con una sonrisa traviesa— es lo que vive dentro del hoyo, un ser mágico que nunca han presenciado, aterrador y grotesco que se dejó llevar por el mal y ahora alimenta el distrito rojo, una total aberración —
— ¿Y como saben de el? —preguntó de nuevo alzando una ceja, algo no cuadraba ahí—
Si se supone que ni siquiera los demonios del distrito rojo sabían que estaba ahí dentro ¿como el arcángel Miguel si lo sabía? Los Angeles no le generaban confianza en general.
El gran árbol alguna ves le dijo que entre más perfecto de afuera más podrido por dentro...
(...)
— ¿Cuantos años tienes? —preguntó acariciando las oscuras hebras de Lisa, como había decidido apodarla—
— Más de 100'000, creo... —Murmuró bostezando, derrepente tenía sueño— ya perdí la cuenta, el tiempo pasa lento o a veces muy rápido —
— Eres muy vieja entonces —dijo Jennie trenzando su cabello para quitarlo de su cara ya que era muy largo— Más vieja que el distrito —
— Si... El distrito vive desde que yo llegue aquí —bostezo acurrucadose en sus brazos, la hada tenía una forma pequeña y suave, la acomodo de tal manera que no lastimar sus alas— Me enoje hace mucho tiempo e hice esta fosa, el distrito se formó después de que mi magia se esparciera por el lugar —
— Tu eres la fuente de magia del distrito —asintió Jennie sin mucha sorpresa—
La aterradora magia venía de ella y esta misma rodeaba el distrito por lo que venía de una sola fuente.
Los que ahí vivían siempre ofrendaban a la fosa con especies de todo tipo y rezaban una cosa extraña que aumentaba la energía maligna del lugar.
Eso también explicaba porque Lisa poseía mucho miasma si se supone que era un híbrido y no un demonio, o su aroma casi netamente a ser infernal, los pequeños cuernos que veía en su cabeza se estaban reflejando gracias a que estaba recogiendo su cabello y tenía una pequeña marca en el cuello.
Lisa era un híbrido hermoso e increíblemente poderoso, porque el hecho de mantener algo como el distrito rojo y verse tan fresca no era normal.
Las cantidades de magia que poseía no era normales, menos si esta se emitía en un flujo constante.
Delineo mejor sus rasgos, tenía una cara pequeña, los brazos largos y una apariencia física joven, como un adulto humano.
Se sentía algo enferma porque no le tenía miedo, solo, sentía la curiosidad salir a flote cuando la escucho suspirar entre sueños, un suave goteo de fondo en la zona oscura que no podía ver.
La zona iluminada también parecía haber sido hecha con luz emanada de Lisa.
¿De donde venía?
¿Cómo era posible que un híbrido de su clase existiera?
Empezaba a entender por qué el arcángel Miguel quería atacar el distrito.
No era por los demonios o errantes que ahí habitaban.
No.
La curiosa marca de Lisa era igual a la que había visto en el dorso de la mano del arcángel Miguel...
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