Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3

Seis años después...

Era una noche a la semana previa del cumpleaños diecisiete de Taehyung, habían cenado lo que él pidió, esa misma noche SeokJin se iría por trabajo a Venecia. Taehyung estaba contento por ese viaje, porque significaba que pasaría una semanas de vacaciones navideñas a completo encargo en el departamento de Hoseok. Además, SeokJin le permitió por primera vez servirse vino y también le horneó un delicioso pastel de frutilla.

- Vamos Taehyung, pide un deseo. - Le ánimo Jimin a su lado, Hoseok le sonreía contento de frente al otro lado de la mesa, para Taehyung estaba perfecto cuando vestía casual y no con el aburrido traje de oficina. Todos lo miraron alegres, SeokJin encendió las velas sobre el pastel y Taehyung se levantó un poco de su asiento para soplar.

...Deseo que lo superes Hoseok, te deseo, deseo que me mires...

Todos le aplaudieron y sirvieron más vino en las copas. A Taehyung le aturdía la presencia de Jimin, puesto que este seguía pareciéndole un entrometido y además, se veía un poco/bastante interesado en él; sonriéndole a cada segundo y hablándole cada vez que pudiera, si no fuese por el tintineo de las copas que hizo sonar SeokJin, nunca habría salido de aquel ensimismamiento.

- Por Taehyung, porque siga teniendo esa inocencia. - Brindó el rubio y todos dieron un trago.

- Por Taehyung, que ha superado sus miedos y ahora es un chico excelente. - Exclamó Jimin con orgullo y Taehyung le sonrió, con dulce falsedad. Por último todos miraron a Hoseok, el pelinegro parecía pensar y luego de unos segundos habló:

- Lo sabe. - Dijo simplemente, brindando únicamente con Taehyung.

- ¿Lo hace? - Preguntó Jimin, sonriendo con calma. Hoseok siempre había sido muy aliado a Taehyung, Jin veía con naturalidad cada acción secreta que ellos tenían, pero Jimin no.

- Por supuesto. - Confirmó Hoseok, Jin se alzó de hombros, restándole importancia y siguiendo con su cena, en cambio Jimin estuvo atento al lenguaje corporal del más pequeño ahí. Para Jimin, Taehyung veía a Hoseok con algo más que simpatía, perdido. No era correcto. Más sin embargo, Hoseok no parecía nada interesado en las miradas inquietas de Taehyung, así que eso lograba tranquilizarlo un poco.


...


SeokJin estrujó con fuerza a Taehyung entre sus brazos, el menor se dejaba hacer, ya cansado de la "conmovedora" actitud por despedirse de él, le había dado una generosa cantidad de dinero como obsequio de cumpleaños. Jimin le regaló libros, el mismo obsequio año con año. Taehyung era un fiel amante de la lectura una vez que Hoseok tuvo la atenta acción de enseñarle a leer, pero siendo un regalo de Jimin, lo más cómodo arrojar los libros dentro de un baúl y no leerlos jamás.

- Dejaré la tarjeta sin restricciones, pero Hoseok estará al pendiente de todo lo que necesites y te llamaré cada tarde para saber como estás, no tendré señal, pero puedes llamar a la recepción del hotel y te devolveré la llamada enseguida, también puedes-

- Sí, sí, puedo buscar a Jimin. - Terminó la oración y Jin suspiró con tristeza, sus ojos comenzando a brillar por las lágrimas.

- Oh, Tae, ¿Cuándo te has vuelto tan grande, eh? - Dijo y de a poco lo fue soltando. - Cuídate mucho, no faltes a tus clases y obedece a Hoseok, recuerda que te quiero mucho. -

- Yo también. - SeokJin dejó un beso en su frente, y limpió sus lágrimas de conmoción, dio una última despedida y subió al taxi.

- ¡Qué tengas un buen viaje! - Gritó Jimin y SeokJin siguió lanzándole besos conforme el taxi iba más lejos. Hoseok esperaba dentro de la casa, levantando la mesa. Cuando el menor entró con una ligera sonrisa en sus labios.

Una semana con Hoseok. Los dos solos...

- ¿Todo bien? - La voz de Jimin lo hizo saltar en su lugar.

- Por supuesto. -

- De acuerdo. Yo iré a buscarte mañana para llevarte a tus clases. -

- No es necesario. - Se apresuró a decir. - Hoseok puede llevarme, ó en cualquier caso, se viajar en tren. -

- Lo sé, pero no me sentiré tranquilo sabiendo que estás solo en la calle. -

- Ya no soy un niño. - Siseó con fastidio. - Estoy cansado de que me traten como uno. -

- Bueno, aún tienes dieciséis, no cumplirás diecisiete hasta la semana próxima, tampoco es como si fueses muy grande. - Taehyung lo miró mal.

- De acuerdo. Nos vemos mañana. -

Hoseok apareció entonces, notando el ambiente incómodo entre los dos más bajitos.

- Hasta mañana. - Dijo Jimin, ladeando el rostro mientras se despedía de Hoseok, miró de soslayo a Taehyung, viéndolo apartar la mirada y apretar los puños. Luego despeinó la cabeza de Taehyung.

- Conduce con cuidado. - Le aconsejó Hoseok antes de que Jimin saliera de la casa. Cuando la puerta se cerró y escucharon el auto arrancar, ambos se miraron.

- Hola. - Saludó el menor.

- Hola. - Dijo sonriente, mostrando los hoyuelos. - ¿Tienes tus maletas listas? - El castaño asintió. - De acuerdo, iré a meterlas al auto, ¿porqué no vas a cerciorarte de tener todo lo necesario? -

Taehyung corrió hasta su habitación, buscando el diario bajo su colchón para esconderlo dentro de su sacó, sabía que sin SeokJin en casa no corría tantos riesgos de ser descubierto, pero Jimin le ayudó a empacar, y lo menos conveniente era hacer conocedor a Jimin de cada uno de los secretos de Taehyung. Buscó un abrigo y en su closet, corriendo escaleras abajo para ir donde Hoseok.

- Estoy listo. - Le informó contento quedando frente a él.

- Vámonos entonces. -

Hoseok se ocupó de cerrar la casa y apagar todas las luces a excepción de la del pórtico, el castaño mientras tanto se acomodaba en el auto, en el asiento del acompañante y pasó el cinturón de seguridad por su cintura y pecho. Cuando el pelinegro entró al auto imitó su acción, Taehyung creyó haberse salido con la suya, pero antes de que Hoseok arrancará, lo miró serio.

- Por ley está prohibido que un menor de edad viaje al frente. -

- Pero, Hose-

- Atrás dije. - Taehyung lo miró incrédulo, formando un inconsciente puchero y sacándose el cinturón mientras saltaba hacia atrás, haciendo a propósito qué su cuerpo quedará muy cerca del rostro del mayor, pero como siempre, este nunca entendió sus insinuaciones. - Buen chico. - Le dijo Hoseok cuando lo miró sentadito y con el cinturón puesto.

Entonces se fueron, la carretera solo iluminada por algunos faros y los establecimientos aún abiertos. Taehyung se la pasó con la mirada en el retrovisor, mirando directamente el reflejo de los pequeños ojos de Hoseok. Quería llamar su atención, que lo viera con un poco de interés y le guiñara un ojo, entonces por primera vez en muchos años se sentiría completo. Hoseok desencadenaba en Taehyung una serie de sensaciones y sentimientos tan profundos que estaba consternado con la realidad de quererlo y no tenerlo.


...


- Las sábanas son limpias. - Dijo el mayor abriéndole las mantas para acomodar su lugar, Taehyung lo miraba de pie a un lado de la cama.

- No hubiese tenido problemas con las anteriores. - Aseguró, un tanto decepcionado de pensar que las sábanas no tendrían el mismo olor particular de Hoseok.

- Lo sé, pero hubiese sido demasiado descortés de mi parte no haber arreglado la cama para ti. -

Taehyung asintió buscando en su maleta su ligero pijama, comenzó a desabrochar sus pantalones, pero antes de que estos bajarán siquiera a sus muslos Hoseok lo miró con pánico.

- No, no, déjame salir de la habitación o entra al sanitario. - El más joven rodó los ojos, fastidiado pero obediente, pasando de lado al sanitario donde se quito toda la ropa para vestirse en pantalones cortos azul marino y una camiseta blanca, sencillo, pero muy cómodo. No había cerrado la puerta, simplemente la había emparejado y aquello le sirvió para espiar a Hoseok por el rabillo libre. Sus fuertes piernas desnudas mientras se sacaba los pantalones del uniforme, haciendo así que su abdomen se contrajera, fue inevitable no mirar cuando la zona de su ingle se marcó a la perfección debajo de sus apretados bóxer, Hoseok vistió con unos pantalones de chándal y una camiseta sin mangas, entonces Taehyung salió dejando su ropa encima de la maleta, saltando sobre la cama.

- Estaré durmiendo en el sofá, si me necesitas por mínimo que sea puedes llamarme. -

- Pero creí que... - Comenzó a decir y Hoseok sonrió, despeinando su cabello.

- No pongas esa cara, ya no eres un pequeño bebé, hace mucho que dejaste de temerle a los monstruos del armario. -

- Pero es mi cumpleaños. - Le recordó, mirándolo con ojos de cachorro mientras se acercaba a Hoseok, mirándolo en ruego para convencerlo de que se quedara, más sin embargo, este se alejó, buscando debajo de la cama mientras Taehyung lo veía con duda.

- Feliz cumpleaños. - Dijo tendiendo a su frente una enorme caja. Taehyung saltó casi encima y comenzó a buscar como arrancar el papel de regalo

- Oh, Hoseok... - Dijo conmovido, abriendo de inmediato la caja que resguardaba el estuche de saxofón.

- Pensé que no es demasiado higiénico compartir tu instrumento en el taller del instituto. Incluso si cambias de boquilla. -

Taehyung paseo sus crestas sobre el material dorado, sonriendo contento antes de lanzarse a los brazos de Hoseok para rodearlo.

- Gracias, gracias, gracias. - Soltó besando la frente y mejillas del mayor, quien sonreía divertido al mismo tiempo que intentaba, quitarlo sutilmente.

- Perece que he atinado a mi regalo. -

- Por supuesto. - Concordó Taehyung, meciéndose con falsa inocencia. - Este sería por mucho, el mejor regalo que me han dado. -

- "¿Sería?" -

- Ajá. - Aceptó el castaño, sus dedos paseando detrás de la nuca de su mayor. - Hay una cosa que quiero mil veces más que un saxofón. -

- Bueno, al menos lo intenté. -

- Te rindes muy rápido. - Jugó Taehyung, peligrosamente cerca del rostro de su mayor. - Solo quiero una cosa. - Dijo, lento y sugerente mientras no se perdía de como Hoseok se relamió los labios. - Entonces sería el mejor regalo que me han dado. -

- ¿Qué quieres? -

- Igual no podrías dármelo. -

- ¿Ah, no? -

- Bueno, no creo que lo hicieras. - El corazón de Taehyung latía frenético, casi temiendo de qué de lo cerca que estaban, Hoseok pudiese escuchar sus latidos, en un segundo de valor, en el que Hoseok parpadeo, Taehyung se acercó un poco, fingiendo inocencia mientras rozaba sus narices. Entonces ambos brincaron lejos, porque el teléfono de Hoseok había sonado.

- Un segundo. - Le dijo el mayor, poniéndose de pie para contestar. - Hola.. sí, aquí Jung... - Y salió de la habitación, dejando a un Taehyung alborotado con un fuerte sonrojo.

Casi besaba a Hoseok...

No pudo evitar sonreír, emocionado, acurrucándose sobre la cama para aspirar muy fuerte y así poder disfrutar del olor fresco de Hoseok.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro