15
Taehyung estaba fuera de una caseta telefónica con el número anotado en un pedazo de papel, sabía que sí llamaba desde su casa probablemente Hoseok sabría que era él y rechazaría su llamada. No sabía con exactitud sus nuevos horarios, pero pensaba que si el mayor mantenía un puesto parecido entonces no estaría en su casa hasta el anochecer. Sin embargo, quería corroborar que el número fuera real y además la llamada entrara, con insulsos nervios llevó la bocina a sus oidos y marcó con lentitud el número, bajo el miedo dudoso de que pudiese equivocarse.
Lo primero que escuchó fue un mensaje del operador avisándole del costo extra de la llamada por ser un número fuera de su provincia y no uno local, pero el dinero nunca era un problema para Taehyung. Prosiguió con lo suyo, escuchando el entrar de la llamada y dejo todo el timbre sonar, esperó al buzón. Hoseok no tenía contestadora, Taehyung colgó.
Salió de la cabina cuidándose las espaldas, como si sintiera que hacía algo prohibido y lo estuvieran siguiendo. Cuando volvió a casa y se percató de estar solo, se dejo caer en medio de su sala. Suspirando porqué debía pensar qué le diría y cómo se lo diría, porqué él estaba tan ansioso como furioso. Había tantas cosas que hablar y discutir con Hoseok, pero sabía que debía controlarse, si era agresivo el mayor no estaría dispuesto a hablar con él. Lo de Hoseok era todo un tema.
Jungkook lo había invitado a salir en bicicleta con todos esos chicos que conocieron en la convivencia donde Jimin los llevó, pero se negó diciéndole que no se sentía muy bien y dormiría desde temprano. Porque no quería ser interrumpido cuando hiciera su llamada. Comió lo que Jimin le había dejado el día anterior y tomó todos sus medicamentos, luego se fue a dormir. No quería tener sueño después y escucharse como un niño somnoliento.
...
Sus alarmas sonaron a las diez de la noche, Taehyung sabía que SeokJin estaría en una cita y que volvería hasta tarde. Corrió hacía el baño, lavando su cara y cepillando sus dientes porque creía que eso lo haría sonar más presentable. Su estómago dolía por los nervios que sentía, habiéndose preparado previamente para el dolor de su rechazo, porqué había perdido la esperanza y sabía que todo podía pasar.
Minutos antes de las once estaba jugueteando con las puntas de sus dedos sobre las teclas del teléfono, mirando al mismo tiempo la hora en el reloj de su habitación.
"Contesta o voy a morirme"
Pensó con muchísimo pesar al marcar el número, el corazón se le detuvo conforme el timbre sonaba y sintió ganas de vomitar cuando fue interrumpido. Del otro lado de la línea le habían contestado, pero no podía escuchar absolutamente nada, ni siquiera una respiración.
- ¿Hola? - Apenas y pudo formular con mucha torpeza, sentía las orejas rojas y las manos le sudaban. Pero no le respondieron. Taehyung miró la pantalla del teléfono, la cual mostraba ya el minuto de la llamada, pero antes de poder decir más, le colgaron. Los dedos de Taehyung estaban tiritando y él ni siquiera se había dado cuenta, tenía dolor en la garganta y casi volvía a llorar, pero ahora el teléfono sonó y rápidamente contestó.
- ¿Cómo conseguiste el numero? - La voz enfadada de Hoseok. Dura y fría, tanto que hizo doler al menor.
- Por favor no me cuelgues. - Rogó, intentando no quebrar su voz. - Jin me lo dio. Pero él no sabe nada. -
- Taehyung, no puedes llamarme. -
- Taehyungie, por favor dime Taehyungie. - Una lagrima corrió por su mejilla, pero escuchó un pequeño quejido de Hoseok. - ¿Porqué no me has llamado? -
- Estoy bastante ocupado. No puedo perder el tiempo en llamadas. -
- Pero soy yo. Tú dijiste que siempre estarías para mí. ¿Porqué ni siquiera te despediste? -
- Tae, no hagamos esto de nuevo. -
- No. - Le interrumpió. - Yo no te hice nada, Hoseok, y tú me abandonaste. -
- ¿Estás solo? - El mayor preguntó de pronto y Taehyung murmuró una afirmación. - Bien, cuelga. -
- ¿Qué? -
- No me hables desde el número de tu casa. ¿Tienes tú móvil a la mano? Voy a llamarte por ahí. - Pero Taehyung no pudo decir nada cuando ya le había colgado de nuevo. Hoseok no mintió, su móvil ahora estaba sonando.
- Hoseok. - Contestó enseguida.
- Ya, ya te escuche. ¿Cómo estás? -
- Todo es una mierda. Pero ¿Dónde estás? -
- Lejos, trabajando. Jin me dijo que está mejorando con la anemia, eso es bueno, estás comiendo y-
- Hablemos de verdad, por favor. -
- Estamos hablando. -
- Sabes de lo que estoy hablando. No puedo vivir sin ti. - Contó dejandose caer el suelo de espaldas a la pared, hubo un largo silencio desde el otro lado hasta que Hoseok volvió a hablar.
- Jimin lo sabe. -
- ¿Qué? ¿Cómo que lo sabe? ¿Él te lo dijo? - Preguntó enseguida, con el rencor hasta su garganta de solo pensar en Jimin.
- No se cómo, pero lo sabe. ¿Él no ha hablado contigo? -
- Es obvio que no, solo dice las estúpideces de siempre. -
- ¿Y Jin tampoco sabe? -
- No, no tiene idea. Él está viendo todo porque quiere casarse, pero no me está viendo a mí... Por favor llévame contigo. -
- Yo no puedo hacer eso. Tae, tienes 17 y yo 37. Lamento mucho lo qué pasó, lamento mucho como fueron las cosas. Pero eres un adolescente y yo un maldito detective. -
- Ya se lo que piensas, y no es así. -
- ¿Y entonces cómo crees que son las cosas?
- Dime que me amas. - Soltó enseguida, su voz segura y retando a Hoseok. - Hazlo. -
- Yo no te amo. -
- ¿Porqué me mientes? Me amas porqué solo tú puedes protegerme y porque solo yo te conozco, me amas porque ambos estamos jodidos. - Dijo con toda seguridad, dejó a Hoseok en silenció por unos segundos. - Te amo, Hoseok. -
- Dios, Taehyung. -
...
Las mejillas de Taehyung estaban sonrojadas y había sonreído ante cada cosa que Sohyun le estaba diciendo, de unos días hasta ese Jimin había observado bastante al menor, y cómo estaba recibiendo textos prácticamente cada cinco minutos. Estaban sentados uno frente al otro en la mesa y a pesar de que Jimin lo estaba mirando fijamente, Taehyung lo estaba ignorando. Jin estaba tan contento en la nueva felicidad de su "familia" que no notaba ninguno de los cambios en Taehyung. Quizá Jimin se había vuelto paranoico, pero no podía sentirse tranquilo cada vez que el castaño usaba el teléfono .
- Los celulares están prohibidos en la mesa. - Dijo de repente, llamando la atención de todos.
- Pero estoy comiendo. - Se defendió Taehyung, con una mirada llena de rebeldía que también enfureció a Jimin.
- Tiene razón, Tae, por favor guarda eso. - Interrumpió SeokJin y entonces no tuvo de otra que obedecer, entonces dejando de sonreír.
...
Las victimas de abuso sexual son variables, Jimin lo sabía, había trabajado con tantos casos en su vida laboral y en especial con niños. Solían tener problemas emocionales y sociales, con una afectación integral tan agresiva y perversa que todas las áreas de su personalidad quedaban afectadas, en especial la sexualidad .
Determinar el grado del daño depende de diversas variables. Puede darse desde una sexualidad muy inhibida y reprimida, a conductas sexuales compulsivas que desencadenen en la promiscuidad o practicas sexuales impulsivas.
Entonces las persona suelen padecer un trastorno por estrés postraumático que se manifiesta de distintas maneras; las víctimas tienen recuerdos involuntarios. Son asociales, evasivos, explosivos, inseguros, depresivos, con tendencia a adicciones o desordenes alimenticios debido al constante deseo de autodestruirse. Taehyung tenía todas y cada una de esas cosas.
Jimin estaba tan preocupado y decepcionado de si mismo porque habían sido años desde que empezó a trabajar con el castaño y este NO confiaba en él. Taehyung no hablaba de sus sentimientos con nadie, y el silencio evasor es destructivo pues los problemas no desaparecen, solo se acumulan en forma de resentimiento por quienes conviven en su entorno. Estaba molestó consigo mismo de todas las banderas rojas que vio entre Hoseok y Taehyung, y como no pudo detenerlos.
Reanudar la actividad sexual después de una experiencia traumática puede ser un gran problema pues nunca se está realmente listo para el dolor físico aunque emocionalmente se quiera creer que sí. Jimin podía verlo, las insinuaciones que el menor tenía, su sutil coqueteo y el constante de estar a la defensiva si de Hoseok se trataba.
El interior de Taehyung estaba tan oscuro, desconocido y maltratado, que Jimin ya no sabía que hacer para protegerlo. Se le había salido de las manos.
...
La mañana siguiente estaban en el edificio de la comandancia, Taehyung estaba garabateando en su diario espirales mientras esperaba a que la recepcionista lo llamará para pasar a consulta con Jimin. Él no tenía ningún deseo de tomar terapia, pero legalmente estaba bajo protección de la tutela de Jin y el tratamiento psicológico con Jimin, hasta que Taehyung cumpliese los 18 nadie podría obligarlo a pisar un consultorio en contra de su voluntad.
- Tae, puedes pasar. - Habló la recepcionista. El menor ni siquiera la miró, solo caminó hacía la sala y sin tocar la puerta entró, Jimin estaba sirviendo jugo de manzana para los dos. Ambos tomaron asiento.
- La cita era a las 10:00, son 10:40. - Dijo el castaño.
- Lo sé, lo lamento. Estamos tratando con algo difícil y necesitaba más tiempo con mi paciente. - Contó dejando ambas palmas en el escritorio. - Procuraré no ser impuntual de nuevo. - Taehyung asintió. - ¿Qué tal estuvo tu semana? -
- Nada nuevo, he salido a pasear en bicicleta con Jungkook. -
- Y te ha gustado, te he visto más contento. - Dijo aunque sabía que aquella actividad no era la que hacía feliz a Taehyung. - ¿Cómo está Hoseok? - Preguntó completamente relajado sobre su silla, prestando atención al repentino nerviosismo del menor frente a él.
- Dijiste que él no quería hablar conmigo, así que no se nada de él. -
- Bueno sino han hablado se han escrito. -
- Por supuesto que no-
- No Taehyung, no te atrevas. ¿Cómo haz conseguido contactarlo? ¿Él te llamó, te ha estado acosando? -
- No, no sabes nada de lo que estás diciendo. - Respondió en seguida.
- ¿Qué tienes en ese cuaderno? -
- Mi estúpido itinerario, con mis estúpidas notas de tu estúpida terapia. -
- Claro. Pero me estás mintiendo. Siendo muy honesto ¿qué tienes ahí? - Jimin se había levantado en dirección a Taehyung, pero esté lo había hecho también, en dirección a la puerta como un auto reflejo, Taehyung intentó salir pero no pudo. - No puedes abrir porqué he pedido que cierren por fuera. -
- ¡Eres un desgraciado! Déjame salir. - Pero en un descuido Jimin le había quitado el diario, yendo del otro lado de la habitación. - ¡Dame eso! - Corrió detrás de él, en sus movimientos rasguñando a Jimin en el rostro. -
- Esto es suficiente ¡Quédate en la jodida silla o haré que te amarren! - El grito había asustado al menor, que impresionado y de mala gana siguió la orden. La realidad era que Jimin no pediría nunca que amarraran a Taehyung, no iba a permitir que nadie lo tocara, pero debpia recuperar su autoridad - No es la primera vez que miró esto. -
- ¿Qué? - Dudo y Jimin le lanzó el diario de vuelta.
- La última vez que lo vi, escribiste que te había besado con Hoseok. La noche de tu cumpleaños, cuando tuviste la hemorragia yo llegué muy tarde para detenerlos. Se lo que pasó. Lo he sabido siempre y se que estás teniendo comunicación con él de nuevo. - Taehyung estaba sonrojado, con los ojos manchados de delineador debido a sus lagrimas, se veía totalmente asustado. A Jimin le destrozó el corazón.
- ¿Y qué vas a hacer? - Preguntó derrotado.
- Podría hacer muchas cosas, podría destituir a Hoseok de su puesto, podría meterlo a la cárcel, podría decirle a Jin y podría hacer una orden que haga que te internen en un lugar muy lejano... Pero no voy a hacer nada. - Concluyó mirando a los ojos al menor. - Yo ya no puedo hacer nada, con un descuido más podríamos caer todos, pero se que Jin ama su trabajo, que Hoseok ha invertido toda su vida en esto, que a mi me apasiona lo que hago, y que todos te amamos a ti.
>> Nuestro amor es diferente, Jin te ama porque lo hicimos tu padre, yo te amo porqué me dueles todos los días de mi vida, pero Hoseok... Hoseok te ama porqué tu lo elegiste y tú lo amas porqué es inevitable. No estoy de acuerdo, se que Jin va a infartarse si se entera. Pero ya entendí que no van a detenerse. -
- Yo no quería que-
- No he terminado. - Le interrumpió. - Hay algo mal en nosotros a tu rededor, no hemos sabido guiarte y me temo que te dañamos más de lo que arreglamos. Solo te voy a pedir una cosa; espera, a que bajo la ley no esté mal todo esto y entonces nadie esté más afectado. Yo te amo Taehyung, pero ya no puedo con esto, me estoy volviendo loco. -
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