Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10


No le gustaba su casa. Era grande, oscura y silenciosa, cuando Jin trabajaba todo el tiempo y Taehyung tenía que permanecer solo ahí. Tenía escaleras largas y chirriantes. Madera vieja y humedecida. Su habitación no era un poco mejor. Del mismo azul triste que un día SeokJin eligió, con ropa de cama a juego con sus cortinas.

Por mucho tiempo se convenció de que eso no importaba, que tenía que ser agradecido con lo que tenía y que debía conformarse porque SeokJin fue obligado a adoptarlo. Si las circunstancias hubieran sido diferentes, Taehyung hubiera terminado abandonado en un refugio y luego liberado a su suerte. Entonces la vida con Jin era un paraíso. Uno silencioso, adulto y frío.

- Ya no quiero sentir esto. - Se quejó encerrándose en su habitación. Jimin le había arruinado el día. Toda la felicidad que sintió la noche anterior era opacada por sus cuestionamientos. Este no era nadie para inmiscuirse en sus asuntos, Taehyung ya era casi un adulto. - No es gratitud. - Se reafirmó.

Nunca le habían importado sus cumpleaños y nunca tuvo que pensar un poco al respecto. Pero SeokJin se había comportado particularmente interesado en ese último y solo se dejo festejar. De hecho ni siquiera le había hablado esa mañana y le pareció extraño -Debe estár bastante ocupado- pensó.

Se lanzo sobre su cama, paso sus manos a reposar quietas en su pecho y miró al techo.

"No puede gustarte Hoseok".

¿Por qué?

Taehyung nunca vio lo negativo de eso hasta que comenzaron a decírselo. ¿Porqué sus sentimientos no eran válidos? ¿Porqué lo estaban molestando todo el tiempo en decir lo que sentía y cuando finalmente lo hacía estaba mal?

Hoseok lo adoraba. Se lo dijo. Y la atracción era mutua. Se lo dijo también. Se le revolvía el estómago solo de pensar en la noche anterior, pero era agradable, una emoción genuina y difícil de describir. Hoseok lo había besado, por iniciativa propia y Taehyung no tuvo que rogar. No habían pasado a más a pesar de que estaba seguro de que en algún momento lo escuchó gemir, muy discreto.

Estaba conforme y contento. Entendió que por mucho que lo deseara no podía presionar a Hoseok. Él sabía de primera mano lo que era hacer algo en contra de voluntad, y amaba a Hoseok, nunca lo heriría. Si debían ser lo serían, aunque sino fuera así ya no habría nada más para Taehyung.


...


Volvió al departamento por el atardecer, la nieve había empezado a subir, y no quería hacer un escándolo con todo y bomberos solo porque no salió a tiempo. Hoseok ya estaba ahí, abrigado mientras trabajaba en su prdenador.

- ¿Dónde estuviste? -

- En casa. Tenía cosas que preparar para mañana, no quiero que Jin regrese y lo primero que haga sea decirme que soy desordenado. -

- Pudiste llamarme para ir por ti. -

- Pensé que seguirías trabajando. -

- Todos a casa por la tormenta de nieve. Estoy trabajando desde aquí. - Taehyung asintió y se acercó a Hoseok, inclinado con sus codos sobre la mesa mientras lo veía.

- Mañana voy a irme. -

- Lo sé. Está es tu última noche aquí. De hecho... Le pedí a Jimin que no viniera, le dije que estaríamos ocupados. - Dijo el mayor y Taehyung se sorprendió. - Hoy ya es tu cumpleaños. -

- No necesito una felicitación. - Restó el menor y se alzo de hombros. - Fue una buena semana aquí, me he divertido mucho, a pesar de todo. -

- Es un brazalete muy bonito. - Tratando de evadir el tema, Hoseok miró la muñeca del otro.

- Obsequio de regalo y presente de disculpas. En realidad no me gusta tanto, muy hostentoso. -

- Bueno, Jimin lo escogió. Él es así. -

- ¿Crees que ahora entonces deje de ver a Jimin? - Preguntó Taehyung un poco deprimido. - Peleamos está mañana. -

- Creo que la situación es ya muy difícil entre ustedes. Ir a un nuevo terapeuta podría ser bénefico. -

- No estoy enfermo, ni loco. - Se defendió el menor. - Quisiera poder hacer las cosas como un chico normal. -

- Así será Tae. Todo a su tiempo. - Hoseok tomo una de sus manos sobre la mesa y le dio un suave apretón para reconfortarlo.

- Sí, todo a su tiempo... - Hizo que sutilmente lo soltara, y se rasco la nuca con incomodidad. - Creo que tomaré un baño caliente. Me estoy congelando. - Hoseok lucía diferente a comparación de otros días, parecía relajado, menos tenso y sonriente con Taehyung.


...


"Puedes estár seguro de lo mucho que te odio"

Jimin eestaba un poco ebrío a decir verdad, pero nunca inconciente. Algo herido luego de que Hoseok le dijera que ya tenían planes y él no estaba invitado -¿celoso? nunca.- Había destinado esa noche a celebrarle a Taehyung, pero ahora estaba a un lado, y este estaba con Hoseok.

Hoseok, el mismo hombre que se jactaba de ser profesional y pulcro. Pero Jimin sabía que estaba fallando, que le estaba fallando a Taehyung, y él también. Taehyung, ¿desde cuándo todo era sobre Taehyung? Siempre. Su reto personal, su debilidad, su divinidad, su dolor de cabeza.

¿Estaría ya Taehyung con Hoseok?

Con un poco de suerte y quizás no. Fue casi involuntario conducir a su casa, la luz del recibidor encendida y Jimin tentó al destino, buscando las llaves que SeokJin dejaba de repuesto en las plantas. Pero la casa estaba vacía, y congelada. Cómo él. Era tarde para buscarlo, era imprudente llamarlo. La nieve ya estaba en su punto, probablemente hasta ellos se quedaron en casa. Jimin se debatió en pasar la noche ahí e irse muy temprano en la mañana.

Subió escaleras arriba, no yendo a la habitación de huespedes, fue a la habitación de Taehyung. Amplia y ordenada, tenía un agradable olor a aromatizante y una repisa llena de libros, Jimin no vio ninguno que él le hubiera regalado. Se sentó en la cama, mirando al rededor, no había mucho que pensar sobre Taehyung entonces, sin posters en la pared, sin figuras de acción ni un adorno sobre el taburete. Limpió.

Era demasiado normal, inocente y poco sospechoso. Pero Jimin no podía dejar de pensar que todo eso estaba montado. Ya no le importaba si Taehyung se entereba, de cualquier manera ya lo odiaba. Buscó entre cada libro, dentro del relleno de las almohadas y debajo de la alfombra, detrás de los muebles y bajo el colchón, nada. Pasó al armario, cientos de ropas sin usar y finalmente la cajonera, donde aparentemente sólo quedaba la ropa interior y algunos bolígrafos.

Aparentemente.

No era como el enigmático cajón con doble fondo, no, Taehyung nunca era poco cuidadoso. A la vista de cualquiera para ser poco sospechoso, el único cuadernillo rojo junto a la ventana. Jimin lo sostuvo en sus manos y procuró dejar todo en orden. Tomándose unos segundos para mirar la pasta, sencilla y descuidada, el pequeño pero robusto libro decía "Taehyung" al pie de la portada.

Dudó, por sobrepasar la intimidad de Taehyung, ¿pero qué no era eso lo que estaba haciendo Hoseok? ¿Sobrepasar su modestia?

La primera hoja estaba en blanco y la segunda era una agenda telefónica con el número de Jin, de Hoseok y el propio, más los de emergencia. Jimin pensó que quizá Jin se lo dio sólo como un pequeño cuaderno de anotaciones y finalmente Taehyung lo ocupó como algo más. Siguió, había garabatos, particulares símbolos que Jimin -a su pesar- conocía, espirales en azul y pizza, heráldicos y masonería, con lo que Taehyung se crio.

Un horrible sentimiento se formó en su estómago y pecho cuando vio dibujos, malos y sugestivos, de él pequeño Taehyung que apenas comprendía lo que pasaba, conforme avanzaba era peor y Taehyung siempre se ilustró triste, Yoongi estaba ahí, rodeado de dulces y carmín, Jin estaba ahí, con su característico mandil, el también estaba ahí, con unos cachetes enormes y labios sobresalientes, fue inevitable no sonreír. Y finalmente estaba Hoseok, pero no era malo, era Hoseok de traje sentado con Taehyung al frente, el único dibujo donde Taehyung estaba con alguien.

Luego seguían inicios de palabras, caracteres primerizos y oraciones simples y compuestas. Ese era el cuaderno con el que Hoseok le enseñó a leer y escribir, ese era el cuaderno donde Taehyung relato sus avances, donde hablaba sobre la gentileza y preocupación de SeokJin, donde se quejaba de Jimin y al mismo tiempo tenía un sentimiento de gratitud. Donde confesaba su amor por Hoseok y la inminente necesidad de ser correspondido.

Taehyung nunca habló realmente con Jimin, entonces supo.

Nunca supo que su comida favorita era en general la de SeokJin pero que no comía por el desagradable sentimiento de estar satisfecho, que quería estudiar música pero probablemente se decidiría por trabajo social para ayudar a otras personas, que quería tener una mascota pero no se atrevería a pedirla porque sabía que a Jin no le gustaban los animales. Qué su color favorito era el verde porque era el mismo de Hoseok.

Hoseok. Que Hoseok lo había hecho sentir algo de nuevo después de tantos años y que estaba enamorado. Qué no podía lidiar con él sentimiento unilateral que le tenía. Porque Jimin tenía razón cuando decía que no lo amaba.


...


Esperó que la bañera se llenara, sentado al marco con el cuerpo congelado. Estaba desnudo y era incapaz de mirarse en el espejo. Su delgado y enfermizo cuerpo, lleno de marcas y cicatríces que eran aún más horribles y dolorosas por dentro. El frío que sentía no se debía a diciembre, era algo más, algo que había existido siempre. El frío le calaba los huesos todo el tiempo, luchaba con el tiriteo de sus manos y el hipar de su pecho.

De todas maneras nunca podría gustarle a Hoseok. -Pensaba.- ¿Cómo iba a desearlo si ni siquiera le gustaba su reflejo?

- Tan asqueroso... - Murmuró dejandose hundir en la tina con burbujas. Apenas le sobresalía la nariz y el cerquillo fuera, con los ojos cerrados, relajado de no escuchar nada más que el agua a su rededor. Pero nada estaba claro porque su cabeza nunca lo dejaba descansar, siempre trabajando, siempre analizando. Cuando SeokJin llegara y se lo llevara a la mañana siguiente, Taehyung no iba a poner resistencia. Ni iba a rogar por dejarlo pasar más noches en el departamento de Hoseok.

Voy a soltarlo.

Se prometió, entendiendo que presionar a Hoseok iba a terminar por alejarlo y eso no era lo que quería, le aterraba la idea de nunca volver a verlo, aunque no lo aceptara como amante, pero que siempre lo quisiera como amigo.

Te amo, Hoseok.

Juró con tristeza. No iba a amar nada más en el mundo, no iba a anhelar otra cosa en la vida, no había un sueño más grande que él. Nunca se iba a querer a si mismo como quería al mayor. No habría nada más doloroso que verlo y no tenerlo. Comprendió que amar era dejar ser, nunca forzar.


...


- ¿Tae, sigues bañandote? - Tocó pacientemente la puerta, pero el menor no respondió. - Vas a resfriartesino te pones ropa y secas tu cabello. - Volvió a tocar, más fuerte y con insistencia. - ¿Taehyung? -

No hubo respuesta, y después de angustiantes segundos Hoseok comenzó a forsar la puerta. Se odio cómo nunca por no recordar dónde había dejado las llaves, se empujo al costado de su cuerpo contra la puerta y entonces pateo con todas sus fuerzas para abrir. Estruendoso y pero nada adolorido se alarmó al ver la bañera llena y la habitación vacia.

El agua poco clara dejo ver a un Taehyung hundido, con los ojos cerrados e inonciente. Hoseok lo tomó de inmediato fuera del agua, lo sacudió de los hombros y comenzó con maniobras de rcp, comprimiendo su caja torácica, respiración boca a boca y checando sus palpitaciones cardíacas. Fueron los momentos más angustiantes de su vida hasta que vió a Taehyung exhalar.

Empapado se hirguió hacía adelante, tociendo y respirando con difícultad y Hoseok le dio palmadas en la espalda, sintiéndo lo frío que estaba.

- Taehyung que diablos estabas pensando. - Le atacó Hoseok aún asustado y el menor aún parecía aún ajeno a la situación mientras regulaba su respiración.

- Fue un accidente. - Se defendió apenas pudo y se agarró la cabeza, incrédulo. - No tengo idea, no estaba pensando en nada. Supongo que me quedé dormido. - Hoseok se mostró entonces solo un poco aliviado y lo tomo por los brazos para hacerlo levantar. - Espera. -

- Tae, debemos vestirte y hacerte entrar en calor. -

- Lo sé, solo sal de aquí, estoy desnudo. - Pidió viéndose avergonzado y Hoseok rió luego de besarle el hombro.

- Nunca he visto algo más hermoso que tú. - Dijo y antes de que Taehyung dijera algo Hoseok le robo un beso en los labios, besándolo fuerte y volvió a dejarlo sin aliento.

- Hoseok... -

- Mi vida no tendría ningún sentido sin ti. Nada ha sido más aterrador que pensar que podrías haber muerto. No debes morir Taehyung, no debes hacerte daño nunca más. -

Apenas reaccionó sus palabras cuando Hoseok lo tomó de sus piernas y abrazos con una fácilidad que lo sorprendió. Se aferró a sus hombros y se dejo llevar de vuelta a la habitación. Sin saber que hacer cuando lo deposito en medio de la cama y se tendió casi encima de él sin aplastarlo.

- Hoseok... -

- Hacerte entrar en calor. - Repitió el mayor como embriagado, con los ojos oscurecidos y recorrió la pierna de Taehyung con una de sus manos. De la delgada pantorrilla a la curva de su muslo. El menor abrió la boca en un suspiró y Hoseok se detuvo en su cadera. - ¿Recuerdas lo que me pediste cómo regalo de cumpleaños? -

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro