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⇝ twenty six: strange aroma

[past]

Jungkook se encoge en su lugar, riendo, mientras intenta sin éxito escapar de las cosquillas, provocando las carcajadas de su madre.

"¡Mami! ¡Mami!" el cachorro de apenas siete añitos exclama, eufórico. "¡Mami, piedad!" pide, sonrojándose en el inicio de sus pómulos.

La mujer se ríe, cogiendo al cachorro en brazos para atraerlo a su regazo, y posa dos grandes besos en las mejillas ajenas, dejándole rastro de labial. El cachorrito se ríe, arrugando la nariz, y esconde el rostro en el cuello de su madre.

"¡Tregua!" Jungkook suplica, sintiéndose agitado, cansado, luego de pasarse horas jugando con su madre. "¡Tregua, mami!"

La omega menea la cabeza, besando la frente del cachorro.

"Vale" la mujer dice. "Tregua."

Jungkook sonríe, contento, y toma las mejillas de la omega, besándole en la nariz.

"Mami" le llama, acariciándole el pelo.

"¿Sí, cielo?"

"¿Cómo se conocieron papi y tú?" duda, mirándola con ojitos brillosos, curiosos, mas su atención se aleja de la omega al sentir el aroma de su padre. "¡Papi!" el cachorro chilla.

Jongin se ríe, encantado, observando a su omega y a su hijo desde el marco de la puerta.

"Hola, cachorro" le saluda, sonriéndole, y le coge en brazos cuando el cachorrito se abalanza sobre sus piernas. "¿De qué estaban hablando mami y tú? ¿Uh?" le pregunta, picando los cachetes del niño, mientras se sienta junto a la omega.

Jungkook se encoge, riendo.

"Mami estaba por contarme cómo se han conocido" le explica, subiéndose sobre el regazo de su madre. "¿Cierto, mami?"

La omega menea la cabeza, permitiendo que el alfa la rodee por la cintura para atraerla más cerca, y se sonroja hasta el cuello cuando Jongin le besa la frente.

"Cierto, cielo" la mujer afirma.

Jungkook chilla, encantado, y Jongin le acomoda el rebelde cabello que le cae en los ojos antes de picarle la pancita, provocando las risitas del cachorro.

"Mami y yo nos conocemos desde que somos cachorros" Jongin le explica, no dejando de observar a la omega. "Mami es mi omega dorada" cuenta, acunando las mejillas de la mujer. "Es el amor de mi vida. Mi omega destinada."

-

[present]

Seokjin se limpia la comisura de la boca con una servilleta y luego la deja sobre la mesa, mirándose la camisa en busca de alguna posible miga, esto sólo siendo un pobre intento por aliviar los nervios y la incertidumbre que le consumen.

No lo consigue, desde luego.

"Jungkook" el alfa le llama, rendido, en un murmullo apenas perceptible, pero obtiene inmediatamente la atención del nombrado. "Necesito preguntarte algo."

El omega eleva la mirada, curioso.

"¿Sí, hyung? Dime" le responde, con un ligero rastro de leche chocolatada en los labios.

Aw.

El alfa se ríe, incorporándose apenas para limpiarle la boca con su servilleta, dando pequeños toque en la superficie manchada, provocando que Jungkook abra mucho sus ojitos, sorprendido ante la acción, ante la cercanía que su rostro y el del alfa tienen.

No se aleja, sin embargo.

"Ya" Seokjin dice luego de un segundo, sintiéndose satisfecho con su accionar.

El omega traga el exceso de saliva en su boca, apretando las manos en dos puños para evitar tocar sus labios, sintiéndolos picar, como cuando Namjoon y Jimin le besaron en la comisura de la boca, pero el omega sabe que Seokjin ha estado muy lejos de siquiera insinuar que iba a besarlo.

Es extraño, Jungkook nota.

"¿Qué querías preguntarme, Jin hyung?" le pregunta, sacudiendo suavemente la cabeza para alejar los pensamientos que le invaden, confundiéndolo un poco.

Seokjin se sobresalta.

"¡Oh, cierto!" le dice, como si se hubiese olvidado por un instante qué tenía que hacer. "Yo quería preguntar... ¿sabes lo que son las «parejas doradas», cariño?"

Oh.

Jungkook arruga las cejas ante la duda tan extraña de Seokjin, pero menea la cabeza, asintiendo levemente.

"Sí, lo sé" susurra, sin comprender a qué quiere llegar el alfa. "Son las parejas- las parejas destinadas por la Luna" añade, y eleva un hombro "¿Por qué lo pregunta, hyung?"

'Bien', el alfa piensa mientras suspira, porque, con lo nervioso que se halla, no se creía capaz de explicar con claridad. Aún así, se relame los labios, sintiéndose ligeramente incómodo con lo que tiene que contar, con lo que debe preguntar. Porque de esta respuesta depende toda la estabilidad de ciertos alfas y Jin, por primera vez en toda su vida, no quiere asumir este papel, esta responsabilidad.

Debe hacerlo, sin embargo. Porque su deber es más fuerte que su querer.

"Porque... Porque hace unas semanas, en la manada tenemos a un prisionero que vino de Busan" explica, y Jungkook asiente otra vez, recordando vagamente haber escuchado algo al respecto "y este prisionero, este alfa-" se corrige, "él ha demostrado que es- es tu pareja dorada" le dice, intentando no arrugar las cejas.

¡¿Qué?!

Jungkook jadea, confundido.

"Y, antes de tomar una decisión respecto a este prisionero, debo saber si quieres- si quieres conocerlo, si quieres ir con él." Jin se muerde el interior de las mejillas. "Yo mismo puedo ayudarlos a conseguir un hogar, si éso es lo que deseas" añade, aunque su lobo se retuerce, negando, no queriendo hacer algo como éso.

Porque, de nuevo, Jin detesta a Soobin.

Oh.

Jungkook se sobresalta, dejando caer la galleta en sus manos, mas se recupera a sí mismo con rapidez, tensando todo el cuerpo, y las cejas se le arrugan casi de manera instintiva mientras niega con la cabeza.

"No" le dice, cruzándose de brazos. "No quiero" sigue, queriendo verse firme en lo que dice, mas las manos le tiemblan mientras se cruza de brazos. "Mi padre- Mi padre fue un alfa dorado y se portó mal con mami, y yo no quiero éso para mí" le cuenta, sintiendo los ojos llorosos.

Porque a su mente inevitablemente llega el recuerdo de su padre echando a su madre de la casa mientras le gruñía y exclamaba insultos, mientras reclamaba la poca eficacia de su útero para brindar una descendencia de alfas fuertes, alfas que valieran la pena; mientras le gritaba que la odiaba; mientras maldecía una y otra vez a la Diosa Luna por enlazarlo a una «omega de mierda»; y a Jungkook se le contrae el corazón cuando se ve a sí mismo en su recuerdo, tan pequeño, tan aterrado, no entendiendo cómo la Diosa pudo castigar de esa manera a su mami.

El recuerdo le hace encogerse.

"Yo cómo funciona éso y no lo quiero" sigue, bajando los hombros en un pobre intento por generar lástima en Jin. "Por favor, hyung, no me hagas irme con él."

¡Oh!

Seokjin menea la cabeza, negando, y se incorpora para llegar al menor, dejando que éste le abrace, que se refugie en sus brazos fuertes, en su adictiva esencia de alfa, y Jin mentiría si dijese que no atrae al omega más cerca, que no le rodea la cintura o que no le besa la frente con toda la suavidad que sale de sí.

Mentiría mucho.

Porque Jin hace mucho más que éso, en realidad, sólo que no es completamente consciente de ello sino hasta que tiene a Jungkook sentado en su regazo, y éste le abraza por el cuello, haciéndose mucho más pequeño entre sus brazos.

"Por favor, hyung. No quiero" le suplica.

Hace al alfa inflar el pecho.

"Vale" le dice, sintiendo la boca pastosa ante el fuerte aroma de Jungkook. "Vale. Vale. Vale" le sigue diciendo, bajando la voz a una octava. "No te irás, mi bonita gardenia. Te quedarás junto a mí" jura. "Discúlpame por traer un feo recuerdo a ti, pero necesitaba conocer tu opinión."

Jungkook le hace pucheros.

"No me quiero ir con ese alfa, hyung" le ruega. "Me quiero quedar con mis alfas, con Yoongi hyung, y contigo. Por favor."

«Contigo.»

«Contigo

Seokjin asiente, arrugando las cejas ante el intenso gruñido que quiere escaparse de su boca.

"Vale" el alfa murmura. "Nunca dejaré que te vayas de mi lado. Nunca, omega."

Jungkook gimotea, restregando su nariz en la piel visible de Jin, impregnándose con el aroma a tierra húmeda que hace a su lobito interno bajar las defensas, no sintiendo absolutamente nada más que paz si es Seokjin quien le sostiene así, de esta manera tan- tan-

Porque este alfa moriría por protegerlo, Jungkook recuerda.

¿Cómo podría tener miedo luego de éso?

"Por favor" el omega murmura.

Seokjin menea la cabeza.

"Vale" repite, y parece que es lo único que sabe decir. "Te quedas conmigo, gardenia mía."

-

Seokjin inclina la cabeza hacia Minseok, pasando las manos tras su espalda, y el guardia le imita de inmediato, dándole una profunda reverencia.

"Jidoja."

"Minseok."

El guardia se sonroja.

"¿Qué le trae por aquí, jidoja?" el beta le dice, ladeando suavemente la cabeza.

"Quiero llevarme a Choi Soobin" el alfa le explica. "Ya han pasado días desde su celo. Debe irse de la manada."

Minseok asiente, guiando al líder por el camino hasta la celda.

"Aunque no creo que quiera volver a Busan" Minseok le dice, arrugando las cejas. "Se pasó estos días llorando para que «le perdonaran»" le cuenta.

Seokjin eleva un hombro, impasible.

"No me importa" admite. "Debe irse. No pertenece aquí. Jamás lo hará."

Ow.

El beta asiente, riendo ante la frialdad poco común en su líder, y abre la puerta de la gran celda una vez que llegan allí, permitiendo que el alfa ingrese primero, y Seokjin no puede evitar la mueca llena de repugnancia que le invade cuando el aroma tan pesado se cuela por su nariz.

Aunque han pasado días, la habitación todavía apesta a alfa en celo.

Qué asco.

"Tú" Minseok le llama y ni siquiera debe darle una orden, pues Soobin se levanta del suelo de inmediato.

"Alfa" Soobin murmura, haciéndole una profunda reverencia, observando al alfa con temor, y se encoge apenas cuando el líder eleva una ceja, analizándolo.

Soobin tiene los ojos rojos e hinchados, y en sus mejillas aún conserva un débil rastro de lágrimas; sus labios se hallan hinchados, con cicatrices, y Jin supone que es porque Soobin se los muerde a menudo. Luego, Seokjin baja la vista al cuello del menor, arrugando las cejas al ver los rasguños profundos en su piel, las marcas que bajan hasta su pecho, perdiéndose bajo el inicio de la camisa que Soobin usa y, ugh.

Seokjin lo encuentra desagradable, aún si Soobin es sólo un cachorro.

"Alfa, sé a-a lo que vino" Soobin le dice, mucho antes de que Jin pueda hablar, y se pasa el puño por los ojitos para evitar que algunas lágrimas se le escapen. "Por favor, no me envíe de nuevo a Busan. Se lo suplico" murmura, haciendo un débil puchero.

Seokjin le ignora.

"Sígueme" ordena.

Soobin gimotea, meneando la cabeza.

"Por favor" le ruega. "No quiero volver."

"Sígueme" Seokjin vuelve a ordenar con un ápice de voz de mando, detestando el llanto del menor, su aroma, el rastro del celo que ha tenido, su sola existencia.

Seokjin detesta a Soobin.

"¡Por favor!" el menor solloza, haciendo uso de todas sus fuerzas por mantenerse firme, pero las piernas le tiemblan al no cumplir con la orden del alfa de mayor rango. "No quiero volver, alfa. Por fav-"

Seokjin le gruñe, enseñando sus fuertes colmillos, tensando ambos hombros en un exitoso intento por verse más fuerte, y Soobin llora, aterrado, cuando el alfa se le acerca, viéndose más grande a cada paso que da.

"¡Tú no perteneces aquí!" Seokjin dice, sintiéndose asqueado. "Eres un alfa de Busan y tu lugar es allí, en la mugre, no en mi manada" sigue, respirando fuerte, pesado, y los iris le brillan en rojo vivo.

"Alfa-" Soobin solloza.

Seokjin quiere humillar a Soobin.

"Te irás en este mismo instante, y una vez que estés con tu jodido líder, le vas a decir que Jeon Jungkook está aquí, en mi manada, y que aquí se va a quedar" dice con voz ronca, sus ojos oscureciéndose a medida que se acerca a Soobin "Le dirás que es mi omega, mi luna, y que si viene hasta aquí con intenciones de llevárselo, tendrá que pasar sobre mi cadáver."

Soobin solloza aterrado, bajando la vista al suelo, y se pellizca el muslo con todas sus fuerzas, obligándose a mantenerse de pie, a no ceder ante el temblor de sus piernas, pues es consciente de que, si se arrodilla, si cede ante el alfa de Seokjin, ante el aura salvaje, amenazante, que le rodea, entonces su lobo interno se verá completamente humillado.

Y no hay vuelta atrás cuando el lobo en ti es así de humillado, Soobin sabe.

"Por favor" le ruega, mas no está seguro de si lo hace para que Jin se detenga o si lo hace para que le deje quedarse. Quizá es un poco de ambas opciones. "Mi líder me matará si- si vuelvo a Busan luego de tardar ta-tanto en mi misión."

A Soobin le habían dado dos semanas para cumplir con la importante misión, pero lleva cuatro como prisionero, y él sabe, joder sí sabe, que Jung Daehyun le asesinará delante de todo Busan ni bien ponga un pie en la manada.

A Seokjin realmente no le importa.

"Vete de mi manada" le ordena, bajando la voz, haciéndola salir ronca, rasposa, y Soobin tiene que juntar las piernas para no orinarse debido al miedo. "Ésta es la última vez que te lo digo."

Soobin llora.

"Me seguirás y te irás sin mirar atrás, ¿entendido?" Seokjin le dice, pasándose la lengua por los colmillos, disfrutando el miedo ajeno, disfrutando el poder de su propio lobo, la agresividad que tiene, y observa al otro con una ceja elevada.

"Entendido" el menor susurra.

Seokjin se ríe, satisfecho.

"Bien" dice, inflando el pecho "Por aquí" le indica, señalando la pequeña puerta de la celda. "Si intentas algo, incluso lo más mínimo, yo mismo te asesino, ¿me haz entendido?" le pregunta, sin dejar la sonrisa burlona que adorna sus labios, y Soobin se encoge, aterrado. "Bien. Éso es lo que pensaba" el alfa se ríe, guiando a Soobin fuera del lugar, en dirección a la frontera, y los ojos se le oscurecen aún más, casi llegando al negro, mientras escucha a Soobin llorar a sus espaldas.

Seokjin lo odia, se da cuenta. No a Soobin, ciertamente, sino a lo que éste representa en la vida de cierto omega.

Le hace rabiar.

Le hace gruñir y maldecir.

Le hace sacar lo peor de su alfa.

Le hace querer ser mucho más agresivo, aún si siempre ha sido un alfa y un líder muy tranquilo.

Pero es que lo odia profundamente, se da cuenta: Seokjin odia que Soobin sea el alfa dorado de Jungkook.

-

"¡Seokjin hyung!" Jimin dice al escuchar el ruido que el alfa provoca al cerrar la puerta principal. "¡Llegas justo a tiempo, hyung!" sigue. "¡Ven! ¡Ven! Hyejin noona hizo el almuerzo" le insta, acercándose a la entrada.

Seokjin le sonríe, sintiéndose contento ante el recibimiento, mas niega cuando Jimin le hace señas para que se acerque.

"Hola, Jiminnie" le saluda. "Primero, voy a tomar una ducha. Mi ropa apesta a ese prisio-" mas Seokjin no puede terminar la idea, pues Jungkook se acerca a él con una linda sonrisa.

"¡Hyung!" el omega le saluda, contento. Aunque, pronto, sus cejas se arrugan en confusión ante el ligero aroma extraño que siente en el lugar. En Seokjin.

Oh, no.

El alfa se humedece los labios antes de sonreír sin enseñar sus dientes, con la esperanza de que aquello distraiga al omega del aroma apestoso que él sabe tiene impregnado en la ropa.

Y lo logra, de hecho...

"Hola, Jungkookie" le saluda. "¿Leíste los libros que te dejé separados?" pregunta, intentando verse normal, tranquilo.

"Sí, hyung. ¡Me gustaron! La historia de Gyeonggi es tan-" Jungkook se detiene a sí mismo cuando ve al alfa removerse la camisa, como si algo le incomodara.

... pero no por mucho.

Jungkook ladea la cabeza, confundido, observando en silencio a su hyung, los movimientos que hace, y las cejas se le arrugan de nuevo cuando nota el olor extraño en Seokjin.

"¿«Tan»?" el alfa insiste, nervioso.

Y si fuese otra la situación, Jungkook sabe que no preguntaría. Si fuese otro el alfa frente a él, se callaría. Pero es a Jin a quien tiene en frente actuando de esta manera que le confunde, y Jungkook no puede pasar el tema por alto cuando el alfa vuelve a mover su camisa, como si quisiese quitársela.

"Hyung, ¿qué es lo que pa-?"

Pero Jungkook no puede terminar con su duda, porque un movimiento muy sutil del alfa hace a Kook exasperarse, y se acerca aún más a Seokjin en busca de una respuesta. Le toma por la camisa y la inspecciona detenidamente, creyendo que puede llegar a tener algo que irrite la piel del alfa, mas no tiene éxito en su búsqueda, y está a punto de apartarse, de olvidar el tema, sin embargo, algo le detiene.

Un aroma.

Ese aroma.

Y Seokjin sabe que no hay nada más que hacer, que ocultar, cuando Kook arruga la nariz, cuando cierra los ojos y junta sus labios en una fina línea, intentando agudizar sus sentidos, mientras olisquea su camisa, sintiéndose confundido ante el aroma que porta.

Melón.

¡Oh!

Jungkook gruñe instintivamente hacia Seokjin, acercándose un poco más a él, chocando con el pecho del alfa, y sólo ahí Jungkook abre ambos ojos, sus iris brillando en un profundo dorado que inevitablemente hace a Seokjin temblar.

Porque ahí mismo, delante de él, es al lobo dentro de Jungkook a quien tiene en frente, y Jin no hace más que jadear, con el lobo en su interior removiéndose dentro de su pecho.

Por la Luna.

"¡Vaya!" Seokjin jadea, riendo ante los nervios que le atacan, mientras toma a Jungkook por las caderas, alejándolo un poco. "¿No crees que olisquearme así es algo... irrespetuoso?" pregunta, alzando un hombro de forma sutil, coqueta, y el omega por un instante tiene pánico de lo que pueda decir. "Ni siquiera me haz dado un regalo de cortejo" Jin bromea, intentando quitarle hierro al asunto.

Oh.

Jungkook jadea, estupefacto, tomándole unos segundos comprender que Seokjin no está enojado, y las mejillas se le tiñen de un fuerte color carmín cuando el alfa acaricia sus caderas, sonriéndole.

"Lo siento" Jungkook murmura, con una bonita sonrisa apoderándose de su boca, y se encoge de hombros. "Es sólo que no dejabas de tocar tu camisa y creí-" Kook niega, interrumpiéndose, y se ríe bajito. "Lo siento. Sé que no fue apropiado" le dice. "Pero hueles extraño."

El alfa se ríe.

"No pasa nada" le asegura. "¿Quieres saber por qué huelo así?" duda.

Jungkook arruga la nariz, negando de manera repetitiva, aún cuando siente a su lobo interior todavía algo alterado.

"Ugh, no" dice, asqueado. "El melón no es de mis aromas favoritos" le confiesa.

"Ah, ¿no?"

"No" el omega saca la lengua. "Me gusta más tu aroma" añade, encogiéndose en su lugar, mientras observa al alto alfa a través de sus pestañas, mas su rostro se contrae en una mueca cuando una débil punzada le atraviesa el vientre. "Ow" el omega se queja, llevándose las manos a la pancita.

Seokjin arruga las cejas, no permitiendo que la satisfacción por el comentario del omega le gane a la preocupación que le invade cuando le escucha quejarse.

"¿Estás bien, Jungkookie?"

El nombrado duda, reprimiendo el gran impluso por hacerle un débil puchero, y asiente, dejando ir un suspiro cuando la punzada se detiene.

"Bien" dice, jadeando, aunque no se oye muy seguro de éso "Sólo tengo hambre."

Cierto.

Seokjin le suelta, permitiendo que Kook se haga un paso para atrás, y Jin nota las palmas frías ante la lejanía con el menor.

"Ve a comer antes de que se enfríe" le indica, dándole palmadas suaves en la cabeza, como si éso pudiese compensar la necesidad tan extraña que tiene por tomar nuevamente a Jungkook por las caderas.

No lo hace, por cierto.

"Mientras tanto, iré a quitarme este olor a melón del cuerpo" sigue diciéndole, no queriendo prestarle atención a la forma extraña en que reacciona su cuerpo cada que se aleja de Jungkook.

El omega sonríe.

"¡Por favor!" le pide, casi que le ruega. "Apestas, hyung" bromea suavemente.

Porque el aroma natural de Seokjin es muchísimo mejor que ese apestoso olor a melón que tiene impregnado en toda la camisa, el omega sabe.

"Vale" Seokjin se ríe. "Lo que mi falso omega prefiera" bromea, inclinando la cabeza.

Jungkook niega, sonriendo, mientras empuja suavemente el hombro de Jin, escuchándolo reír bajito, y se aleja de éste antes de que su bocota meta la pata.

Porque sólo él sabe lo mal que se oiría si le dice a Seokjin que efectivamente debe de escucharlo pues él «es su omega».

-

Yoongi se estira, relajando los músculos, y luego sacude el cuerpo, sintiéndose a gusto bajo la atenta mirada del menor.

"¡Woah, hyung!" Jungkook le halaga, aplaudiendo. "¡Tu lobo es realmente grande!" exclama, encantado.

El alfa infla el pecho, provocando que Jungkook vuelva a aplaudir, sintiéndose emocionado al ver a un lobo tan grande.

"En serio me gustaría que mi lobo sea tan grande como el suyo" el omega dice mientras palmea el espacio libre junto a él. "Ven, hyung. Siéntate."

Yoongi obedece, observando al omega, sintiéndolo aún más pequeño ahora que está en su forma animal, y se deja caer a su lado, apoyando su gran cabeza en las piernas de Kook, notando que su pelaje largo provoca cosquillas en el menor.

Jungkook se ríe, fascinado como si fuese la primera vez que ve al lobo de Yoongi.

"Woah" susurra, comparando su manito con la oreja del alfa, y niega lentamente, no pareciendo salir de su sorpresa. "Qué lobo tan grande."

Yoongi le mira, moviendo con sutileza la cabeza, acercándola hasta la palma del omega, buscando algo, y Jungkook se ríe al comprender.

"Lobito mimoso" se burla, pero aún así le hace caricias, deleitándose cuando el pelaje suave del alfa se le cuela entre los dedos, cuando ve al lobo negar ante su comentario, pero a la vez buscando más mimos que Jungkook no duda en darle.

Y Jungkook no lo sabe, obviamente, mas la parte humana en Yoongi se halla con las mejillas rojas ante el mote cariñoso que le ha dado.

"Claro que sí, hyung" Jungkook replica, ajeno a lo que el líder siente. "Eres un lobito muy mimoso" se burla sin rastro de malicia, inclinándose lo suficiente en su lugar como para poder besar al lobo en la cabeza. "Lobito adorable."

Yoongi resopla, negando nuevamente, y mira a Kook con los ojos entrecerrados, dudando un segundo antes de alejarse para recostarse a su lado, temiendo que el peso de su cuerpo pueda incomodarle. No lo hace, Yoongi pronto se da cuenta, porque el menor toma éso como una invitación para recostarse en el suelo también, apoyando su cabeza sobre la palma de su mano izquierda mientras que le hace caricias a Yoongi en el lomo con la derecha.

Oh.

El alfa le lame las mejillas.

Puagh, hyung!" Jungkook se queja entre risas, limpiándose el rostro, y el alfa jadea ante ello. "¿Ya ves? Eres todo un lobito mimoso" se burla.

Yoongi niega por enésima vez, porque él sabe que aquello es imposible, mas un suspiro satisfecho le traiciona cuando el omega le acaricia la pancita.

"¡Ja!" Jungkook se jacta, abalanzándose sobre el alfa para hacerle cosquillas, y éste le gruñe en advertencia, intentando alejarse, pero Jungkook no le deja, pues le rodea el cuerpo con ambos brazos y le estrecha de manera debil, suave, riendo, mientras descansa su cabeza sobre la pancita del alfa.

Yoongi gimotea, pero se deja, teniendo un sentimiento gratamente cálido en el pecho cuando nota que el cabello de su menor lentamente se entremezcla con su propio pelaje.

Y es sorprendente para el alfa la manera en que Jungkook pasó de temerle a ésto: a abrazarlo sólo porque sí, a burlarse de él, a estar tan cerca como le es posible y, oh, Luna. El omega siquiera se inmutó cuando el alfa le gruñó en advertencia, a modo de broma, para que se aleje, y Yoongi siente que el pecho se le infla de orgullo ante éso.

Porque Jungkook ahora sí confía en él.

Es fascinante.

"Ésto me recuerda a cuando entré a tu habitación, a tu cama" Jungkook le dice, ajeno a lo que Yoongi piensa, mientras se acurruca cerca del calor del alfa.

Yoongi resopla, internamente riendo.

"Fue tan vergonzoso" Jungkook admite, negando con la cabeza. "Pero tú hiciste tantas bromas que me fue imposible el siquiera pensar que había hecho algo malo" confiesa en un susurro. "Gracias por éso, hyung."

El lobo suspira, removiéndose hasta estar nuevamente sentado, y Jungkook le observa, confundido, mas el alfa sólo le lame las mejillas, como si le estuviese asegurando que no debe temer cuando esté a su lado, y Jungkook esta vez no se pasa las manos por el rostro, atesorando aquella acción, esa simple acción que le hace sentir cálido el corazón.

Es casi como si el alfa estuviese curando una herida que Jungkook ya sabía que tenía abierta, y Kook no puede evitar el repentino impulso de abrazar a Yoongi, escondiendo su rostro en el cuello del lobo el suficiente tiempo como para que la picazón en sus ojitos aminore.

"Gracias por ser tan bueno conmigo, hyung" Jungkook susurra, apartándose una vez que se recupera a sí mismo.

El lobo inclina la cabeza, enternecido.

"Jamás creí- creí decir ésto, pero mi- mi padre se equivocó cuando me dijo que nadie me querría por mi condición, por ser un omega" murmura, mordiéndose el labio inferior para evitar la sonrisa tan grande que quiere escaparse, y las mejillas le enrojecen cuando dice: "Y no sé si tú me quieres, pero yo a ti sí, Yoon hyung, porque haz sido bueno conmigo desde que te conocí."

Oh.

Yoongi jadea, sorprendido.

"Te quiero, casi tanto como quiero a mis hyungs" Jungkook agrega, asintiendo, y realmente no se da cuenta de la mala elección de palabras que ha hecho sino hasta que el gran lobo se le abalanza y le lame las mejillas, dejando un exceso aberrante de saliva en ellas.

Porque Jungkook no lo sabe pero Yoongi es realmente competitivo y no está nada dispuesto a que Jungkook le quiera «casi tanto como a». Kim Yoongi tiene que ser a quien más Jungkook quiera.

Es su amigo, después de todo, y no va a parar hasta escuchar al omega admitir que a él lo quiere más.

"¡Puagh!" Jungkook se queja. "¡Hyung! ¡Era un momento lindo!" le recrimina, aunque Jungkook sabe que éste también es un momento lindo. Sólo que le gusta pelear a Yoongi, se da cuenta.

El alfa le gruñe, reclamándole algo que Jungkook no entiende, mas no duda en devolverle el gruñido, no sintiéndose ni un poco intimidado aún si este alfa es tres veces más grande que él.

Es un lobo mimoso, Jungkook recuerda.

"¡Hyung, no me gruñ-!"

Mas Jungkook no puede terminar de decir, pues un extraño aroma llega a su nariz y Jungkook no tiene que hacer un gran esfuerzo para reconocerlo, pues es el mismo aroma que sintió en Jin antes del almuerzo.

Melón.

Jungkook está seguro de que es el mismo, sólo que ésta vez es mucho más fuerte, y sólo ahora puede notar que este aroma tiene otro que le acompaña: madera. Pino, si tiene que ser específico.

También, puede reconocer a la casta del lobo que porta dicho olor, Jungkook se da cuelta, y se siente palidecer ante éso.

Es-

Es un alfa.

Oh, no, no.

"Omega" le llaman. "Mi omega."

No.

Jungkook se congela, no sabiendo qué hacer, cómo reaccionar, y al parecer Yoongi nota algo que él no, pues casi de inmediato se coloca delante de él, como haciendo una barrera entre Jungkook y aquel alfa, y el omega se encoge apenas en su lugar cuando Yoongi le gruñe a la nada, fuerte y claro, en advertencia, y el menor se tiene que cubrir las orejitas al oírlo, sintiéndose muy sorprendido por cómo ha cambiado la postura del alfa.

Porque ahora ya no parece ese lobito mimoso del que tanto se burla. Claro que no. Ahora Yoongi se ve como un alfa, uno muy fuerte, y Jungkook abre mucho sus ojitos mientras nota éso.

No se aleja de Yoongi, sin embargo.

"Omega" vuelven a llamar, elevando un poco más la voz, y Jungkook siente a su omega aullar.

¿Qué?

Jungkook se encoge, asustado ante el accionar de su lobo, ante la forma en que le araña las entrañas, pidiéndole, exigiéndole-

"Alfa" Jungkook gimotea de manera completamente inconsciente.

¡¿Qué?!

Yoongi se da la vuelta, observándolo, y Jungkook se cubre la boca con ambas manos al notar que al alfa le brillan los ojos en un rojo vivo, furioso.

Oh, no.

No. No. No.

El omega se encoge, aterrado ante todo lo que está pasando de manera tan, tan rápida, y siente los ojitos aguados ante la nueva punzada en su bajo vientre, la cual incrementa su fuerza a medida que aquel aroma a melón y pino se hace más y más fuerte, más pesado, como si el alfa se estuviese acercando; y Jungkook jura que la vista se le nubla por un segundo mientras su lobo le araña las entrañas, mientras le exige acercarse a aquél alfa, mientras Yoongi se acerca y le olisquea para intentar comprender qué sucede, y Jungkook hace pucheros a la nada.

Porque ni siquiera él lo entiende.

"¡Hyung!" lloriquea, asustado. "Hyung, quiero ir a casa" le ruega. "M-Me duele."

Yoongi ladea la cabeza, no entendiendo, y se acerca más a Jungkook, sintiéndose aún más confundido cuando éste vuelve a lloriquear, cuando le ve abrazarse a sí mismo mientras se retuerce de dolor, y Yoongi tiene a su cerebro trabajando al máximo para comprender la situación, mas no es hasta que olisquea otra vez al omega que finalmente se da cuenta y, oh-

Oh, no.

No. No. No.

"Hyung, ¡me duele!" Jungkook insiste. "Por favor, alfa. Llévame a-a mi casa."

Oh, Luna.

Yoongi se sobresalta, inmediatamente saliendo de su trance, de su sorpresa, y asiente rápidamente hacia el omega, inclinándose delante de él para que se suba a su lomo, y una vez que siente a Jungkook sostenerle con fuerza, Yoongi corre lejos del lago, lejos del alfa.

Lejos de ese alfa dorado.

"Mierda" Yoongi jadea, furioso. "Mierda. Mierda. ¡Mierda! ¿Por qué?" exclama.

Jungkook llora, sintiendo una nueva y más dolorosa punzada, y se aferra con más fuerza al pelaje de Yoongi cuando éste se adentra rápidamente a la casa, llevándolo escaleras arriba, al cuarto que Jungkook comparte con los alfas, y pronto Jungkook se encuentra acostado en su cama, con la temperatura en todo su cuerpo aumentando a medida que siente los aromas de los tres alfas tan impregnados en el colchón.

"Alfas" Jungkook llama, aún cuando es vagamente consciente de que ninguno de sus alfas está allí. "Alfa" pide.

Yoongi se hace para atrás, volviendo a su forma humana, y toma la primera prenda que encuentra para cubrirse la desnudez, observando al omega con los ojitos muy abiertos, sorprendido con lo rápido que el celo está escalando dentro de él, y Yoongi se cubre los ojos cuando ve a Jungkook tirar de su camiseta para sacársela, la ropa molestándole gracias al calor que le recorre el cuerpo entero.

Hace gemir al alfa dentro de Yoongi.

"¡No!" Yoongi se regaña, sorprendido.

Jungkook solloza.

"Alfa" le llama, y es claro para Yoongi que, a esta altura, la razón del omega está perdida, por lo que se aleja de la gran cama tanto como le es posible, cubriéndose la nariz para evitar que- "Alfa, me duele. ¡Por favor, haz algo!"

Yoongi niega, tenso, y observa al omega por una fracción de segundo, chillando de pánico cuando le ve sólo con su ropa interior puesta.

"¡Jungkook!" le regaña.

Pero ¿qué espera lograr con éso? Si es más que evidente que no es Jungkook quien está actuando de esa forma, sino su lobo interior.

"Alfa" Jungkook insiste.

Ow.

Yoongi tiembla mientras se hace aún más para atrás, chocando contra una pared, y de verdad odia su instinto de alfa cuando nota que éste no le permite cerrar los ojos nuevamente, cuando éste le exige quedarse y ayudar al omega. Le hace sentirse entre asqueado y enojado consigo mismo, la razón debatiendo con el instinto animal que le consume poco a poco todo el cuerpo, y Yoongi se ve a sí mismo siendo acorralado.

"Basta" murmura, agitado. "Jungkookie, no voy a hacerte algo, cielo" le explica mientras se clava las largas uñas en sus muslos para mantenerse cuerdo. "Yo no- Yo no-"

Jungkook solloza.

"Pero, alfa" se queja.

El alfa se siente temblar.

"Iré- Iré a buscar a tus alfas, ¿okay? Les diré que vengan y-y-"

Yoongi no termina la frase, sin embargo. Porque la puerta del cuarto se abre y el alfa no entiende cómo, pero Hoseok está allí, buscándolo con la mirada, y Yoongi puede notar la preocupación, el ápice de ira, en el rostro de Hoseok cuando por fin le encuentra en la habitación.

"Oh, Luna. ¡Yoongi!" Hoseok murmura, teniendo que obligarse a sí mismo a no ingresar a la habitación, pues sabe que no ha recibido el permiso de Jungkook. "Ven aquí, alfa" exige. "No puedes estar aquí ahora. ¡Vamos! ¡Vamos!"

Hoseok aplaude, haciéndole señas para que salga de allí ahora mismo, y Yoongi le obedece de inmediato, no dudando en abrazarlo con fuerza, su nariz yendo a parar al cuello ajeno, y Hoseok le rodea con fuerza, atrayéndolo a su pecho casi de manera inconsciente, queriendo que se aleje lo más posible del omega.

"Alfa" Jungkook le llama. "Alfas" pide, haciendo pucheritos.

Hoseok tensa la mandíbula.

"Jungkookie, cariño, voy a pasar para darte algo, ¿de acuerdo?" le pregunta, intentando no mirarle por mucho rato, ignorando la sumisión tan sugerente de Jungkook. "Es un supresor líquido, Koo; debes beberlo. Te ayudará a calmar un poco a tu lobo, ¿okay?"

Mas Jungkook no le responde, estando demasiado absorto en sus sollozos por la ausencia de ciertos alfas, y Hoseok junta todas sus fuerzas para ingresar a la habitación con la medida de supresor que había preparado ni buen escuchó a Yoongi ingresar a la casa. Dudando, abre la boca para respirar por allí, y se hace camino hasta la cama en silencio.

"Toma" le dice, extendiéndole el vaso. "Bebelo todo, cariño. Te ayudará con- con tu celo" le explica.

El omega hace pucheros, pero obedece, dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de que el alfa le ayude a calmar el gran dolor en su vientre, el calor que le está consumiendo.

Por favor, que este alfa le ayude.

"Muy bien, cariño. Éso es" le felicita el alfa, asintiendo, intentando sonreírle. "Ahora, te quedarás aquí, tranquilo y quieto, mientras yo voy a buscar a tus alfas, ¿de acuerdo?" duda, bajando los hombros.

Jungkook asiente.

"Lo que sea, alfa. Lo que sea porque me ayudes" le dice, arrodillándose sobre la cama, desnudo casi por completo, sólo la ropa interior cubriéndolo, y Hoseok traga seco cuando Jungkook inclina la cabeza, presentándole su cuello limpio de marcas, listo para ser enlazado, para que le muerda y, por la Luna, Hoseok da un paso para atrás ante éso.

Porque jamás ha sido la clase de alfa que puede controlarse durante el celo propio o ajeno, y sabe que si no sale de allí, él podría- Hoseok podría-

"¡Alfa!" Yoongi le llama, le reclama.

Jungkook lloriquea.

"Alfa" el omega suplica.

Y Hoseok está acorralado, él sabe.

Sin embargo, teniendo un último rastro de cordura, Hoseok sale de la habitación y cierra la puerta tras de sí, permitiendo que Yoongi le abrace mientras le gruñe, mientras tira hacia abajo de su camiseta para olisquearle el cuello, y a Hoseok no le sorprende para nada cuando Yoongi le roza la piel con los colmillos.

Porque, Hoseok nota, Yoongi no está contento con la pequeña interacción que tuvo con el omega.

El lobo de Yoongi está furioso.

"¡Alfa!" Yoongi se queja, gruñéndole. "Hueles a- Hueles a- ¡No hueles a mí!"

Hoseok suspira, acariciando la espalda ancha del mayor, inclinando la cabeza para que tenga mayor acceso a su piel, y Yoongi gruñe en su cuello, sintiéndose profundamente satisfecho.

"Mi alfa" clama. "Mío."

"Tuyo" Hoseok le concede, sonriéndole suavemente. "Todo tuyo, alfa" le dice, y le acuna las mejillas. "No lo dudes."

Yoongi asiente, gruñéndole de gusto, y sostiene de la cintura para besarle en la boca, presionando sus labios juntos, y Hoseok le acuna las mejillas, riéndose.

"¿Por qué no vas a la habitación? ¿Uh?" Hoseok le sugiere, apartándole el pelo que le cae por la frente. "Espérame ahí. Iré a buscar a los chicos para que estén con Jungkook."

Oh.

El mayor arruga las cejas, provocando que Hoseok se ría y le bese en la boca, acariciándole las mejillas.

"No entraré a la habitación del omega. Te lo prometo. Sólo buscaré a los chicos y luego vendré directamente hacia ti" le asegura.

Yoongi gruñe, pero cede, metiéndose en la habitación de mala manera, y Hoseok agradece realmente el que Yoongi cierre la puerta con llave.

"Ufff" Hoseok suspira, pasándose una mano por el rostro, teniendo un ligero dolor de cabeza ante lo que su lobo y él mismo sienten.

Porque la misma naturaleza de su casta es la que le exige ayudar al omega, pero a la vez le repudia por siquiera pensar en traicionar a Yoongi, y Hoseok- él-

Hoseok menea la cabeza, alejando los pensamientos contradictorios, y vuelve a pasarse las manos por el rostro.

"Buscar a los chicos, ése es el objetivo" se recuerda, y realmente siente un peso abandonarle los hombros al salir de la casa que tanto debate interno le generó.

-

Jungkook se hace un ovillo sobre todas las mantas de la cama, no encontrando posición cómoda que pueda calmar al lobo dentro de sí, y se echa a llorar con tristeza cuando nota que tanto la ropa como las mantas debajo de él empiezan a oler más a gardenias que a lluvia, coco o limón.

Le hace querer gritar.

¿Dónde están sus alfas? ¿Por qué están tardando tanto? ¿Por qué Hoseok no ha vuelto? ¿Por qué Yoongi se fue?¿Dónde hay un alfa que pueda ayudarlo?

Jungkook se va a volver loco si pasa un minuto más solo consigo mismo, con su aroma haciéndose cada vez más pesado, con esa humedad manchándole la parte interna de los muslos, pues hace rato se deshizo de la ropa interior y, oh, Luna, Jungkook en serio necesita un alfa.

Por favor. Por favor. Por favor.

El omega se queja, juntando las piernas, provocando un roce ligero entre todas las mantas y su miembro y, oh, Kook se siente enrojecer de pies a cabeza cuando un gemido lamentable se le escapa por la boca.

Necesita atención ahí, él sabe.

Y no contento con el roce, con lo mucho que los alfas están tardando en venir a ayudarlo, Jungkook se lleva una mano a la polla, temblando ante lo que está por hacer. Porque sabe que éso puede parar por un tiempo el dolor que siente, mas aún así no le quita lo vergonzoso a todo el asunto.

Sin embargo, no le da muchas vueltas.

Jungkook coge entre sus manos su polla erecta, dura, y ejerce algo de presión en toda la extensión mientras se muerde el labio inferior.

"Uhm" gime bajo, respirando de manera entrecortada, escondiendo el rostro en las sábanas. "Uhm. Alfas" llama.

El omega jadea, abrumado, sintiendo la boca pastosa, y siente que el cuarto le da vueltas cuando bombea suavemente su polla, follando su mano con timidez, y las caderas le tiemblan mientras ejerce un poco de velocidad, arrancándose un gemido abochornado, ahogado, de entre los labios.

"¡Uhm!" se queja, no contento con lo pequeña que es su mano, y le hace un puchero a la nada misma cuando ve la prenda de Namjoon a su lado.

Realmente desea que Namjoon esté ahí, sosteniéndolo, acariciándolo, besándolo.

Por favor.

'Alfa, por favor', Jungkook piensa.

Y parece que los alfas finalmente oyen sus plegarias, pues cuando Jungkook se queja y lloriquea mientras se masturba, mientras intenta apaciguar el dolor, la puerta principal de la casa se abre, y el omega conoce tan bien los pasos de los alfas, que no puede evitar sollozar un poco más fuerte, liberando su aroma, intentando facilitarles el camino hasta él, rogando en frases incoherentes que, por favor, le ayuden.

Por favor. Por favor. Por favor.

"¡Alfas!" les llama, gimiendo. "¡Alfas, estoy-! ¡Alfas, yo- yo-! ¡Alfas!" solloza.

Porque Jungkook no puede hacer más que gimotear, lloriquear y suplicar se da cuenta, pues el bombeo sobre su polla se incrementa a medida que escucha a los alfas subir las escaleras, y todo en lo que puede pensar mientras les escucha hablar es en las caricias y los besos que ellos le suelen dar, en lo cariñosos que son con él, en las incontables veces que les ha tenido cerca de su cuello y, por la Luna, Jungkook se deshace en gemidos cuando el lubricante natural chorrea en su culo, en sus muslos, hasta llegar a las sábanas, su aroma haciéndose cada vez más y más dulce, ahogándolo. Y todo el dolor que ha sufrido de repente vale la pena cuando los alfas ingresan al cuarto sin ningún tipo de cuidado, abriendo la puerta con fuerza, como si temiesen que el omega pase un segundo más sólo, y el menor jadea, agitado, mientras les mira con ojitos aguados, apretando apenas la punta de su polla.

Oh.

Namjoon se ahoga, Jimin se tambalea, y Taehyung se cubre los ojos, horrorizado.

"Hyung" chilla, asombrado. "Hyungie, Jungkook se está masturbando" susurra, haciéndose para atrás.

Namjoon traga el exceso de saliva, meneando la cabeza, y baja la mirada al suelo cuando Jungkook se lleva la mano libre al el pecho, rozando sus pezones color café, haciendo círculos en la zona, y Namjoon se siente endurecer.

"Lo vi, Tae" murmura, igual de aterrado.

"¿Debemos ayudarlo?" Jimin duda.

"¡No!" Namjoon chilla, horrorizado con la idea de que sus hermanos toquean al omega.

Taehyung arruga las cejas.

"No podemos no hacer nada, tampoco. Es un omega joven, hyung. Su lobo va a sufrir el triple si pasa el celo solo" dice, juntando las piernas para que ni Jimin ni Namjoon noten la dureza entre sus piernas.

Namjoon lo sabe, claro, pero-

Jungkook solloza, trayéndolos de nuevo a la realidad, a lo que le está pasando, y se corre bochornosamente en su mano cuando tiene las miradas de los alfas en él, el lobo en su pecho sintiéndose débil al tener la atención de los alfas sólo en él, como sabe que debe de ser.

Porque Jungkook es su omega, y estos alfas son suyos, sólo suyos, y Jungkook podría morir de tristeza si sus hyungs dejan de mirarle, si le abandonan ahora que tan vulnerable y expuesto se siente.

Por éso, no duda en llamarles.

"Alfas" lloriquea, haciendo pucheros, siendo un completo desastre de semen, lubricante natural y transpiración, y los alfas le gruñen instintivamente, con sus iris brillando en un rojo vivo, alertas a lo que Jungkook pueda pedirles, y Kook se muerde el labio inferior.

Porque tiene a sus tres alfas frente a él, los tiene a su completa disposición, les puede pedir que le ayuden con su calor y, oh, Jungkook se siente valioso bajo las miradas oscuras, excitadas, de los alfas.

Su padre estaba tan, tan equivocado.

"Alfas" les llama, sollozando, mientras se sienta sobre sus rodillas, mirando a los alfas a través de sus pestañas, con las mejillas húmedas por las lágrimas y los labios abultado en un puchero. "Alfas, los necesito" murmura. "Por favor, los quiero" les ruega.

Y los alfas ven sus corduras desaparecer en el fondo de sus mentes cuando Kook relaja los hombros, viéndose aún mucho más sumiso, mientras les enseña la piel tersa, limpia y llamativa de su cuello, de ese lugar especial donde un alfa debe de dejar su marca; y los hermanos sienten a sus lobos enloquecer, arañándoles las entrañas, exigiéndoles marcar al omega.

Jungkook jadea cuando ve a los alfas ceder ante sus instintos.

"Joder" Namjoon murmura, abrumado.

Jimin se relame los labios, mirando a sus hermanos.

"Joder" Taehyung repite, pasándose las manos por el rostro, obligándose a hilar una oración coherente. "¡Joder, chicos!" suspira, sintiendo su polla palpitar ante la anticipación. "Vamos a turnarnos."

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