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⇝ twenty one: the purpose of the moon

Maratón 2/2

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Jungkook gira en la cama, no pudiendo conciliar el sueño, y se cubre la cabeza con la almohada cuando siente que sus ojos vuelven a aguarse, cuando el pecho se le cierra y su corazón se le oprime, el dolor inundando cada músculo presente en su cuerpo, recordándole una y otra y otra vez que ha escapado de Busan, mas éso no le sirvió de nada, pues de nuevo se encuentra en una prisión. Se halla en una jaula, encadenado de pies y manos, a punto de ser el omega de un alfa que no quiere; a punto de ser el luna de una manada que ni siquiera conoce.

¿Por qué la Diosa le castiga tanto? ¿Por qué no le deja ser feliz, aunque sea por un tiempo? ¿Por qué le deja sentirse un omega libre, por qué le da esa ilusión, y luego lo aprisiona nuevamente?

¿Por qué ha sido tan estúpido como para creer que él en algún momento tendría lo que los omegas de Gyeonggi tienen? ¿Por qué llegó a ilusionarse con tener una pareja y cachorros, cuando él bien sabe que los omegas, las fallas, de Busan no tienen esas cosas? ¿Por qué pensó que en Gyeonggi sería diferente?

Por la Luna, ha sido tan idiota, tan iluso.

Absolutamente nadie le puede defender de su naturaleza, del castigo que supone haber nacido omega. Porque los omegas están hechos para sufrir, no para tener una vida feliz.

¿En qué momento se olvidó de todo éso?

Debería haber aprendido la lección, debería haber sabido que su padre tenía la razón. Debería haberse resignado.

Pero no.

Se ilusionó como un tonto, permitió que la naturaleza de su casta le nublara la razón, y ahora se halla envuelto en una farsa que ni siquiera comenzó, pero que ya le ahoga.

Ser el luna de Seokjin... ¿En qué estaba diablos pensando? Es una falla, debería morir de una buena vez.

Joder.

Rendido y a punto de llorar, Jungkook se levanta de la cama intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a los alfas de la habitación, y sale de allí con un nudo escalando lentamente a su garganta, sintiéndose vacío cuando llega a las escaleras y su nariz ya no puede ni siquiera detectar una pizca de los olores de los alfas.

Y ahora ¿qué?

Jungkook no suele andar por la casa sin la presencia de los alfas, pues se siente como un invasor allí, mucho menos sale de la habitación cuando se supone que debe estar durmiendo, siempre espera hasta el día siguiente, incluso si debe ir al baño. Pero ahora... Ahora, Jungkook se siente ahogado cerca de Taehyung, Jimin y Namjoon, y gran parte de éso se debe a que siente que los ha traicionado, aún si los alfas jamás le han insinuado estar interesados en él.

Se siente como un omega infiel, y no sabe qué hacer con ésto que le ahoga, que no le deja conciliar el sueño, con ésto que le hace querer llorar hasta que no quede ni una pizca de dolor en él.

Pero ¿qué se supone que debe hacer, sino?

Jungkook debe ser el luna de Seokjin, si no quiere morir en manos de su padre, si quiere mantenerse cerca de los alfas que provocan tanto en él.

Debe hacerlo, lo sabe.

Pero, oh, cómo duele.

"¿Tú tampoco puedes dormir?" Seokjin le pregunta a lo lejos, en la puerta de la habitación, sin atreverse a acercarse.

Jungkook se sobresalta, llevando una mano a su pecho mientras que con la otra se sostiene al barandal.

"¡Hyung!" le regaña, jadeando, y ve al alfa encogerse en su lugar, haciéndole un suave puchero.

"Lo siento, omega" murmura mientras le hace una reverencia "Perdóname. No ha sido mi intención asustarte, en serio."

El omega suspira, arrugando las cejas.

"Bobo" masculla, cruzándose de brazos.

Hace a Seokjin elevar una ceja, pero, lejos de sentirse enojado u ofendido, el alfa se ríe, divertido, relajando ambos hombros, y se acerca al omega.

"Sí... me lo han dicho muchas veces" murmura, sonriendo sin mostrar los dientes, y al omega se le escapa una sonrisita. "¿Qué haces aquí?" Seokjin pregunta con cautela.

Jungkook no lo sabe.

"Sólo... no podía dormir" le explica. "Me siento ahogado ahí dentro, con ellos" le dice, señalando la habitación de la que ha salido.

El alfa asiente, comprendiendo.

"Y ¿usted? ¿Qué hace aquí?"

"Yo tampoco puedo dormir" Seokjin le cuenta, elevando un hombro. "Ésto es tan nuevo para mí como lo es para ti, y mi mente no me da respiro" se burla de sí mismo, dejando ir una risa sin gracia.

Jungkook hace pucheros.

"Lo siento."

"No es tu culpa" Seokjin le tranquiliza. "No es culpa de nadie, en realidad. Es nuestra yeosin quien ha escrito ésto, y nadie más que ella sabe por qué lo ha hecho. Debemos confiar en que es por una buena razón."

Pero a Jungkook no le convence aquello, Seokjin nota.

"Todo estará bien" le asegura, aunque ni él mismo se lo cree. "Sólo debes creer en que ella hace lo que es mejor para todos nosotros."

Jungkook asiente, mas no emite sonido, y Seokjin busca rápidamente algo para intentar tranquilizarlo, distraerlo, pues el lobo en su interior no tolera verle tan angustiado con la situación.

"¿Sabes?" dice, llamando la atención del omega. "Mi madre solía darme bebidas tibias cuando no podía dormir. Me decía que beber algo tibio podía tranquilizar a mi lobito y ponerlo a dormir en cuestión de minutos" le cuenta con timidez, y las mejillas se le tornan rojas cuando Kook le observa, atento. "¿Quisieras...? Digo, puedo preparar algo para ambos, para que nuestros lobitos se tranquilicen. Si quieres..."

Oh.

El omega se sonroja ante la timidez del alfa, ese líder que de repente no parece tan serio e imponente, sino que parece... Jin se ve como un cachorro pequeño, y Jungkook no sabe por qué el corazón se le calienta al notar éso.

"Okay" murmura, elevando uno de sus hombros, sintiéndose aún más pequeño a un lado de este alfa.

"Okay" Seokjin repite, satisfecho. "Por favor, después de ti" indica, estirando una mano, permitiendo que el omega baje las escaleras, y le sigue de cerca, mas sin invadir la pequeña distancia que Jungkook ha impuesto entre ambos.

Una vez en la cocina, Jungkook ve al alfa moverse de aquí para allá con total naturalidad por el lugar, no dudando ni siquiera un segundo en qué taza coger o donde buscar lo necesario para calentar algo de leche; y, mientras le ve, el omega se pregunta cuándo fue la última vez en que él se sintió así de seguro para hacer algo tan simple como éso. Cuándo fue que perdió toda confianza en sí mismo, en sus pasos.

Porque Jungkook es consciente de que, incluso en Gyeonggi, incluso en esa casa, sigue sintiéndose inseguro de sí mismo si no tiene a tres bonitos alfas siguiendo sus pasos como si fuesen su sombra. Y es que Jungkook se ha vuelto dependiente de los alfas, de sus presencias, y es por éso que ahora, con este alfa que es más grande, más imponente, Kook no sabe ni siquiera de qué hablar.

No sabe cómo actuar.

Porque es un completo inútil, una falla, si no está cerca de esos tres alfas que le tratan como una persona normal.

Jungkook es nada sin esos tres alfas.

"He calentado un poco de leche para ambos, pero, si no te gusta, puedo- yo puedo hacer té para ti" Seokjin le dice, ajeno a su lucha interna, mientras vierte un poco del líquido en una taza.

El omega parpadea, atónito, y se encoge en su lugar, subiendo las piernas sobre la silla, queriendo imponer mucha más distancia entre el alfa y él.

"Así está bien" murmura.

Seokjin asiente, extendiéndole una taza, sus manos apenas rozándose, y luego se hace para atrás, apoyándose en la bajo mesada, respetando el comportamiento del omega.

Jungkook bebe del líquido con extrema lentitud, con cautela, y luego apoya la taza sobre la mesa, mordiéndose el labio inferior con nervios, no sabiendo bien qué decir.

Para su suerte, Jin es bueno hablando. Tiene años de práctica en ello.

"Kook" el alfa le llama con voz suave, ladeando apenitas la cabeza, "¿alguna vez oíste hablar sobre el nacimiento de la gardenia?"

Jungkook arruga las cejas.

"No" admite, sonrojándose nuevamente en el inicio de sus pómulos.

"Es una historia muy interesante" Jin le asegura, sintiendo su pecho inflarse de orgullo al captar la atención del omega, quien abre mucho sus ojitos, a la espera de la historia.

Hace a Seokjin querer gruñir, contento, pero se contiene, suprimiendo cualquier posible reacción de su lobo que pueda asustar al omega.

"Cuénteme, hyung. Por favor" le ruega.

El alfa sonríe, dejando la taza a un lado.

"Se dice que, hace muchos años, el Dios Sol se enamoró de la Diosa Luna, mas no tuvo el valor para decírselo en voz alta" empieza, suavizando el tono de su voz. "La veía desde la lejanía, la sentía hermosa y llena de vida, pero era muy tímido como para dirigirle la palabra. Se conformaba con tenerla cerca por unos minutos durante el cambio entre el día y la noche, y viceversa" sigue, tomando una pequeña pausa para acomodarse en su lugar, y ve a Jungkook removerse en la silla, nervioso, ansioso, por saber más.

La vista tan tierna, tan inocente y linda, hace que Jin sienta a su lobo removerse, igual de ansioso.

"Sin embargo, con el correr del tiempo, sólo admirarla de lejos no fue suficiente, y el Dios Sol quiso hacerle un regalo tan hermoso como la Luna misma; debía de ser un regalo que demostrase el amor que le tenía. Lo pensó mucho, hasta que por fin se le ocurrió una idea: dejó caer un rayito de sol a la tierra y le dio vida a un arbusto enorme y precioso, lleno de brillantes hojas verdes y ramas fuertes, y luego se fue a dormir, esperando a que la Luna lo viese al llegar la noche."

Jungkook se cubre la boquita, abriendo aún más sus ojitos, y todos los colores se le suben al rostro al imaginar aquello.

"Y ¿qué pasó luego, hyung?" pregunta de forma desesperada, insistente.

Y Jungkook no se da cuenta, pero poco a poco sus piernitas bajan, hasta que sus pies tocan el suelo, y su omega interior eleva ambas orejitas, curioso con lo que el alfa les está contando.

Seokjin se ríe, encantado, no moviendo siquiera un músculo para expresar su gran alegría ante la tranquilidad que el menor desprende, pues no quiere que Jungkook se asuste y vuelva a elevar sus barreras.

El alfa quiere que Jungkook se sienta así de relajado, de confiado, todo el tiempo.

"La Luna lo vio, por supuesto" afirma, y Jungkook chilla, contento, aplaudiendo de la emoción.

Nuevamente, el alfa se ríe, haciéndole señas para que baje la voz.

"Lo siento" Jungkook murmura, riendo. "¿Qué hizo la Diosa Luna, hyung?"

Seokjin suspira ante el honorífico por el que ahora es llamado.

"Habló con las estrellas, les pidió un consejo, porque ella también estaba enamorada del Sol, pero tampoco sabía cómo decírselo" le explica. "Así que las estrellas le sugirieron que le hiciera un regalo tan hermoso como el que el Sol le había dado, y la Luna decidió enviar a la tierra a su estrella más brillante para que se uniera al arbusto y le diera vida a la flor más bonita, una que fuese pura y dulce como el amor que ella le tenía al Dios Sol. De ahí nació una flor blanca, hermosa, y con hojas brillantes" sigue, elevando un hombro. "Se dice que la gardenia representa el amor secreto entre dos personas, ese amor que es puro y dulce, y sólo las personas que representen éso pueden poseer dicho aroma."

¡Oh!

Jungkook abre mucho sus ojitos ante ésto, no sabiendo cómo reaccionar, y siente las orejas calientes ante la gran vergüenza que le invade cuando Seokjin le sonríe de manera bonita, provocando que en su pancita exploten maripositas que le hacen muchas cosquillas.

Este alfa-

¿Seokjin en serio está sugiriendo-?

"Es por éso que debemos confiar en que todo lo que pone en nuestro camino, sea bueno o malo, tiene una explicación. Es por éso que no tengo dudas de que todo saldrá bien, de que un futuro a tu lado, incluso si es sólo por corto tiempo, será próspero."

Jungkook parpadea, atónito.

¿Seokjin dijo qué?

"Es por éso que la Luna te ha enviado a mí: para que me enseñes lo que es ser puro, hermoso y dulce como tú."

-

Hoseok rueda sobre la cama, riéndose, casi sin aire en sus pobres pulmones, y se retuerce cuando el alfa se sube sobre él para hacerle cosquillas, los dedos del contrario picándole insistentemente las costillas, debilitándole el cuerpo entero, arrancándole grandes carcajadas.

"¡Piedad!" Hoseok suplica, agitado.

"¡No!" el alfa gruñe, arrugando la nariz mientras le aprieta la carne tierna de la cintura. "Retira lo que haz dicho" exige, incapaz de contener la sonrisa que se le escapa por los labios al ver que Hoseok le saca la lengua.

"¡Nunca!" le provoca. "¡Soy más fuerte que tú!" alardea, con fingida altanería.

Yoongi ríe, inclinándose para enseñarle sus afilados, fuertes y grandes colmillos, dejando ir un gruñido que a otros alfas podría aterrar y dejar temblando, pero no a éste. Porque Hoseok no le tiene ni una pizca de miedo.

"No" le regaña. "Soy tu jidoja, cachorro. Claro que-"

Mas Yoongi no puede terminar con su defensa, pues Hoseok le toma por las caderas y de un sólo movimiento, le gira para dejarlo debajo de él, a su merced, y rápidamente se coloca entre sus piernas, haciéndole cosquillas donde sabe que el líder es completamente débil, sus largos dedos conociendo de memoria la piel de Yoongi.

"¡¿Lo ves?!" Hoseok se burla. "Tu sangre de alto linaje no puede contra la mía, la de un simple lobo" le recuerda, aún si es completamente consciente de que el alfa contrario podría destrozarlo si en serio se lo propusiese. "Eres un jidoja débil" le provoca, picándole la pancita, cerca de las costillas, y se inclina para morderle el pecho con suavidad, arrancándole al mayor varias carcajadas.

Yoongi se retuerce, intentando alejar al otro alfa, y chilla eufórico cuando Seok le acorrala aún más contra la cama, casi amenazando con morderlo nuevamente en el cuello, exhalando aire caliente en su piel, poniéndole los vellos de punta; y es menester decir que el tonto lobo alfa de Yoongi le ruega inclinar la cabeza de modo que su parte más sensible quede a la vista, exponiéndose ante Hoseok.

'Por favor...', ruega el lobo, gimoteando bajito, arañándole las entrañas, como si necesitase de éso para seguir viviendo.

Sólo que Yoongi no lo hace, cohibido ante el sentimiento que le enrojece las mejillas, ante la necesidad que le nubla la vista, ante lo latidos desesperados de su corazón, los cuales retumban en sus oídos insistentemente.

¡Oh, Luna!

Yoongi no está seguro de si quiere o no seguir teniendo así de cerca al hermoso alfa que provoca tanto en él.

"No lo soy" se defiende. "Soy un jidoja, el segundo lobo más fuerte de la manada, y un simple lobo como tú no me asusta" le provoca, riendo, con la lengua entre los dientes.

Hoseok le gruñe.

"Deberías temerme, jidoja" le advierte, pasándose la lengua por los colmillos, divertido con la situación, con la forma en que ambos parecen querer ver hasta qué punto sus orgullosos lobos van a aguantar. "No sabes de lo que mi fuerza es capaz."

Yoongi le devuelve el gruñido.

"Jamás."

Hoseok eleva una ceja, sonriéndole de una forma en que el mayor siente a su lobo interior derretirse, mas ni siquiera puede reconocer el sentimiento, pues ni bien Hoseok le nota algo distraído, se le abalanza nuevamente, picándole en los costados de la pancita, gruñendo cerca de su cuello mientras intenta morderlo, y Yoongi se deshace entre carcajadas, tratando sin éxito huir del alfa menor; y ambos ruedan por la cama unas veces más antes de que Yoongi quede otra vez sobre Hoseok, acorralándolo, pasándole las manos por la cintura, respirando de manera casi errática contra el rostro de Hoseok, extasiado ante el aroma y las feromonas que el menor libera sin darse cuenta.

Es hipnotizante, en verdad.

Y Yoongi no se reconoce a sí mismo cuando se inclina hacia Hoseok, dejando que sus narices se rocen apenas, y cierra los ojos al sentir las manos del menor en su cintura, apretando suavemente como si no quisiese más que atraerlo tan cerca de su pecho como fuese posible y pronto Hoseok acuna la mejilla izquierda de su hyung, acariciándola con dulzura, con el inmenso amor que siente y le vuelve loco el corazón.

Pero Hoseok no hace más que observar al hermoso líder por lo que parecen ser horas, embelesado, casi babeando, y se relame los labios al sentir a su lobo alfa exigiendo que haga algo, lo que sea.

Por favor.

"Deberías temerme, Yoongi" el menor murmura, cogiendo la nuca de Yoongi con suavidad, atrayéndolo más cerca, y siente al mayor temblar bajo su toque.

"Jamás."

Yoongi niega, sonriéndole, y baja la vista a la llamativa boca del alfa cuando éste se relame nuevamente los labios, como si pidiese atención ahí, y Yoongi se toma todo el tiempo del mundo para analizar detenidamente el hermoso lunar que le adorna el belfo superior, teniendo que cerrar la boca para que su dongsaeng no note lo mucho que saliva sólo con verlo, con admirar cada mínimo detalle de él; se siente como si Hoseok fuese el dulce más delicioso de todo el mundo, y Kim Yoongi lo tiene ahí, frente a él, listo para ser devorado una y otra y otra vez y, por la Luna-

"Alfa" Hoseok le llama, le ruega, con un trasfondo tan intenso que hace a Yoongi jadear. "Por favor, alfa..."

El líder no hace nada ante éso, sin embargo.

Porque, cuando el lobo en su interior le gruñe y le exige que se mueva, alguien llama a la puerta, rompiendo de forma inmediata el ambiente que ambos alfas habían creado sólo para ellos.

¡Oh!

'¡No!', gruñen ambos lobos, sintiéndose completamente furiosos con quien sea que haya llamado a la puerta.

"¡Oh!" Yoongi murmura ante el enfado de su lobo, mientras sacude la cabeza suavemente, intentando recuperar la compostura. "La puerta" dice, bajito.

"¡Oh!" le imita.

Hoseok suspira, decepcionado, con los ojitos brillándole en tristeza mientras su pobre corazón se le contrae apenas; sin embargo, fuerza una linda sonrisa hacia el mayor, obligándose a suprimir el gran impulso que tiene por huir cuanto antes de ahí para esconderse bajo sus mantas, sintiéndose demasiado abochornado por la forma en que su tonto lobo llamó a Yoongi, por lo que estuvo por hacer, y por lo que éso significa en consecuencia.

Significa que Yoongi dejó de parecerle simplemente un alfa atractivo con el que le gusta tontear, pasar el rato y ya.

Significa que desarrolló sentimientos que van más allá de la superficialidad que inicialmente a su lobo le atraía.

Significa que tanto su razón como su lado animal se enamoraron del alfa de la manada.

Significa dejar expuesto su corazón, a merced de su mayor, y Hoseok- Hoseok-

Hoseok no sabe qué hacer con todo éso.

"La puerta" afirma, dejando ir el suave agarre que mantenía sobre las caderas del líder, y las palmas le arden, duelen, por la necesidad que tiene de tocar una pequeña parte de Yoongi.

Oh.

Yoongi se aparta, desviando la mirada hasta el suelo, intentando esconder el sonrojo que le tiñe los cachetitos de un dulce carmín, y siente frío en el cuerpo entero ante la lejanía con el otro alfa, su débil corazón estrujándose al notar que Hoseok ya no le dirige la mirada.

'Mírame', ruega el lobo dentro del líder. 'Mírame, alfa. Por favor', le suplica, mas Yoongi no exterioriza el anhelo de su lobo interior.

Y nuevamente alguien llama a la puerta, sacando a Yoongi de sus pensamientos.

"¡Voy!" en cambio, Yoongi dice, con los nervios atrapándole, y se aproxima a la puerta con el cuerpo temblándole, con el lobo en su interior quejándose, furioso, y se le escapa un gruñido cuando siente el aroma de Seokjin del otro lado de la puerta.

¿Por qué su hermano tenía que-?

"¿Qué necesitas?" le pregunta con la voz saliéndole tosca, furiosa, mientras abre apenas la puerta, no queriendo que Jin siquiera vea la sombra de Hoseok. Y es que, ¿Yoongi ya mencionó que quiere al bonito alfa sólo para él?

"El sol está por ocultarse" le informa, ignorando la voz de su hermano. "Ahora que tendremos un luna, debemos rezar con mucha más devoción" le recuerda.

Hace a Yoongi gruñir.

"Yo conozco el procedimiento, hyung" masculla, arrugando el entrecejo, y Jin le observa, impasible, queriendo decir algo, quizás regañarlo por su tono, mas Yoongi no se lo permite. "Bajo en quince minutos" agrega. Y, acto seguido, cierra la puerta en la cara de su hermano.

Ugh.

Yoongi podría-

Yoongi se da media vuelta, dispuesto a enfrentar a Hoseok, a tranquilizar a su lobo alfa con la belleza inigualable de su menor, mas Seok toma la palabra antes de que Yoongi siquiera pueda pensar en decir algo.

"Debo prepararme" Hoseok informa mientras recoge las sábanas del suelo, no sabiendo exactamente cómo actuar luego de la interrupción, luego de lo que por un segundo ha considerado hacer.

"Oh..."

Yoongi se relame los labios, sabiendo que debe hacer algo, frenar a Hoseok y, quizás pedirle que, por favor, se quede con él unos minutos más, que le abrace y le permita olisquearlo, impregnarlo de su aroma, y- y-

No hace nada, sin embargo.

Hoseok abulta los labios.

"Te veo abajo, Yoongi" dice, sonriéndole, y sale del cuarto sin mirar atrás, con las manos temblándole y un sentimiento en el pecho que le confunde.

Porque Hoseok sabe que debería haber despedido a Yoongi con algo, una caricia en las mejillas, un abrazo, o incluso un- un-

Hoseok no hace nada, tampoco.

Y ambos alfas se sienten incompletos al estar finalmente solos, cada uno en su habitación, esperando a que el otro dé rienda suelta a los sentimientos que les llenan los corazones, pero que ninguno se siente seguro aún por demostrar.

-

Seokjin hace una mueca, arrugando la nariz y los labios ante el ambiente tan denso en el que se encuentra envuelto, sintiéndose asfixiado, incluso si se halla en el inmenso comedor de su hogar; y la cabeza está a punto de explotarle por el silencio que reina el lugar. Es la clase de silencio que le deja pase libre a sus más profundos pensamientos, es ese silencio que te marea, es ese silencio que se ve interrumpido por el ruido de las tazas al ser posadas sobre la mesa de caoba que Yoongi talló durante el invierno, por las respiraciones pesadas de los presentes o por los carraspeos de Jimin, el cual no sabe exactamente cómo reaccionar ante este cambio.

Porque esta mesa en la que antes había risas, bromas y un ambiente tan alegre como lo es aquél que rodea a una gran familia, ahora se ve gris, oscuro, pesado.

Desde luego, el ambiente es incómodo, es peligroso, y Seokjin puede jurar que hasta el mínimo ruido que emita podría desatar la furia que los cachorros alfas intentan – sin éxito – contener contra él.

Por éso, Jin siquiera se queja cuando se lleva la taza a los labios y el té en ésta le quema toda la lengua, parte del paladar y la garganta, dejándole alguna que otra ampolla de la que luego se arrepentirá.

¡Joder!

Toda la situación es... estresante. Hace a Seokjin sentirse furioso, pues le molesta y duele no poder cuidar de Jungkook sin tener que obligarlo a estar con él, como su omega, como el luna de la manada; a fingir un amor que ninguno se tiene ni se tendrá; a jurarle una lealtad que, es más que claro, Kook no le dará. Porque el alfa es consciente de los sentimientos que el omega tiene por los tres alfas, incluso si no lo dice en voz alta. Porque las miradas, las sonrisas y las palabras tan dulces que el omega le dedica a esos tres le delatan, le dejan expuesto; y es completamente injusto el que Seokjin le arrebate todo éso.

Es injusto que no pueda cuidarlo de otra manera que no sea hacerlo su pareja.

Joder.

Kim Seokjin se siente un inútil, un alfa y líder inútil. Y es que ¿qué clase de jidoja es, si no puede cuidar de un miembro de su manada? ¿Qué clase de alfa es, si no puede cuidar de un bonito omega como se debe, como se lo merece, como se lo prometió?

Le hace querer gritar de frustración, de decepción.

No es ésta la clase de alfa que su madre crió.

"Así que" Hoseok dice, importándole un bledo los intentos de todos por estar en silencio, no estando dispuesto a tomar su desayuno en un ambiente tan denso, "¿cuáles son sus planes? ¿Mh? ¿Quieren reincorporarse hoy, mañana o prefieren esperar unos días más?" les pregunta, intentando generar charla.

¡Oh, al fin!

"¡Por favor!" Jimin ruega, como si la voz ronca de Hoseok le hubiese devuelto el aire que no sabía que le faltaba. "Seokie hyung, quiero reincorporarme hoy. Me es imposible incumplir con mi deber en la manada" suplica, gimoteando como si fuese un cachorro pequeño.

El alfa se ríe, comprendiendo.

"Buen cachorro" le halaga, orgulloso, y luego observa a los otros dos alfas. "¿Y ustedes? ¿Mhm?"

"Mañana, por favor" Namjoon susurra, incapaz de ignorar la voz de Hoseok, la cual detrás lleva una fuerte reprimenda por su accionar "Hoy veré a mis padres."

Taehyung asiente en silencio ante lo dicho por su hermano, llevándose una manzana a la boca para darle un gran mordisco, sabiendo que, si intenta decir algo, su lobo le obligará a gruñirle a Jin.

"¡Oh! ¡Oh!" Jimin chilla, recordándolo, y entrelaza las manos delante de su pecho mientras hace un suave puchero. "¡Hobi hyung! ¡Hobi hyung! ¡Yo también quiero ver a mis padres hoy!"

Hoseok vuelve a reír.

"Está bien, cachorro" cede. "Dejaré que veas a tus padres antes de asignarte una sección de la manada para cubrir."

Jimin eleva una ceja.

"¿Uh?" barbotea, confundido. "Yo formo parte de la guardia de los jidojas, hyung. Ya no cubro los sectores de la manada" le recuerda.

Hoseok menea suavemente la cabeza.

"Lo sé, cachorro, pero la situación de la manada ha cambiado y necesito de más guardias experimentados para ayudar con la protección y resguardo de ésta" le explica. "Taehyung irá contigo también."

Oh.

El nombrado arruga el entrecejo.

"Pero ¿qué hay de los jidojas, hyung?" le pregunta "Son las cabezas de la manada, deben tener extrema seguridad."

"Ya no" Yoongi les informa. "Hyung y yo tendremos sólo un guardia para que la manada esté más segura" le cuenta "Y no es algo que pueda ser negociado" agrega con rapidez, conociendo de sobra a sus menores.

Hace a Taehyung sentirse incómodo.

"Pero yo juré lealtad a la corona, hyung" replica. "Yo juré lealtad a ustedes y a los líderes venideros" sigue.

"Y es por éso mismo que te pedimos que protejas a la manada como protegerías a tus líderes" Yoongi le explica, bajando la voz para hacerla sonar más dulce. "Toda la manada está en riesgo, cachorro, y es nuestro deber hacerla segura de nuevo." le recuerda, sonriéndole. "Será sólo por un tiempo, Tae" le promete, cogiéndole la mano con suavidad.

Taehyung arruga las cejas, pero cede ante la mirada dulce, casi suplicante, de su Yoongi hyung, y Hoseok aprovecha la oportunidad para seguir explicando el nuevo procedimiento.

"Como estaba diciendo: los líderes sólo tendrán sólo un guardia, que seré yo; y Namjoon será el guardia de Jungkook, ya que él será el luna" les informa. "Les daré todos los detalles a seguir mañana a primera hora."

Oh.

Los menores asienten, comprendiendo, pero no por éso estando contentos con la decisión, y se miran entre ellos, aún no sabiendo bien cómo reaccionar ante tantos cambios.

"¿Okay?" Jimin murmura, confundido.

"Okay" Yoongi afirma, sonriéndoles, y les toma de las manos, murmurando palabras de agradecimiento por su gran trabajo para con ellos, con su seguridad.

Mientras tanto, y gracias a la distracción de los alfas menores, Seokjin llama la atención de Hoseok al posar una mano sobre su brazo.

"Hobi" le llama, "gracias" dice, relajando el ceño, permitiendo que los nervios y la tensión finalmente le abandonen todo el cuerpo "No habría podido hacerlo solo."

Y es que Seokjin sabe que, aún si Jimin, Taehyung y Namjoon le juraron lealtad, aún si ellos le quieren y admiran, siguen siendo alfas, siguen percibiéndolo como una amenaza, como un ladrón que va a robarles a su omega; y es menester decir que a Jin jamás se le ha preparado para afrontar una situación así, para aceptar que tus guardias te guarden rencor.

Todo ésto es nuevo, es aterrador, para él.

Hoseok eleva un hombro, sonriéndole, y le coge la mano, apretando suavemente para transmitirle confianza.

"No hay de qué, hyung."

Hace a Seokjin sentirse más tranquilo, pero no por mucho tiempo. Porque no pasan siquiera cinco minutos antes de cierto omega ingrese al comedor con el cabello alborotado, las mejillas rojitas y los ojitos algo hinchados aún, estando más dormido que despierto. Y ninguno de los alfas presentes entiende por qué es a Seokjin a quien Jungkook primero saluda, pero lo hace, y el ambiente tan denso que por un momento se había esfumado, vuelve como una bofetada para un líder que no puede hacer más que sonrojarse cuando los bonitos ojitos de Jungkook se encuentran con los de él.

"Buen día, hyung" Jungkook murmura mientras se pasa el puño por los ojos, dedicándole una efímera sonrisa. "He dormido muy bien luego de la charla."

Seokjin se remueve en su lugar.

"Buen día, cachorro" le saluda con voz dulce, aunque atropellada, las palabras difícilmente siendo claras, y Jungkook se cubre la boquita para que no vea que se le escapa una pequeña carcajada. "M-Me alegra mucho é-éso."

'Hyung bobo', el omega piensa mientras les hace una corta reverencia a Hoseok y a Yoongi, y se apresura a acercarse a los tres alfas menores, abrazando a cada uno por lo que parece una eternidad, su naricita buscando deseseperadamente las fuentes de aromas de los lindos alfas, y éstos deben admitir que sus pechos se inflan de orgullo al notar la necesidad que Jungkook siente por oler a ellos, a la seguridad y la calma que sólo ellos tres pueden ofrecerle.

Porque, incluso si Jungkook durante la madrugada hizo las paces con la idea de ser el luna de Seokjin, su lobo interior sigue necesitando de Namjoon, Jimin y Taehyung. Sigue necesitado de los alfas que le salvaron, que le endulzan la vida y el corazón.

Y, de nuevo, mientras Namjoon le coge por la cintura para abrazarlo, posando un suave beso en la piel sensible de su cuello, mientras permite que su lobo alfa se muestre territorial con el omega, Jungkook está seguro de que, luego de que toda la farsa termine y Busan por fin les deje en paz, él puede ser de ellos.

Él será de ellos, ya no hay duda.

Y, quizá con un poco de suerte, ellos... Namjoon, Jimin y Taehyung serán de él.

Sólo debe confiar en el propósito de la Diosa Luna.

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