⇝ twenty nine: forget your duty
El otoño llega de imprevisto, y las flores del sendero que dirige al lago empiezan a perder su brillo bonito al igual que las hojas de los árboles que rodean el lugar, meneándose con las brisas frescas de la estación, dando la sensación de que una nueva etapa llega a la manada y, junto a ello, la inevitable visita de Busan.
Trae consigo, a su vez, los preparativos minuciosos y disimulados de los líderes para la presentación del nuevo luna de Gyeonggi, trae la frescura y pureza del omega, y Seokjin, quien siempre pensó en su deber de alfa como algo para nada interesante, ahora parece ser quien más emocionado se encuentra por ello.
Porque la presentación de un luna es emocionante, aún cuando Jin sabe que es todo una farsa.
El otoño llega para renovar los aires, para recordarles la inminente venida del invierno, y como un pequeño aviso de las temperaturas heladas por las que transitarán. Es una buena estación, en verdad, pero-
Pero Yoongi detesta el otoño.
O, más bien, detesta el frío, las brisas que le calan los huesos y le obligan a usar jerséis y pantalones muy pesados, detesta ser consciente de que el lago se va a congelar demasiado pronto y no será sino hasta la mitad de primavera que podrá disfrutar nuevamente en él.
Detesta todo lo que tenga que ver con el frío que le hiela los músculos durante la noche, que le hace tiritar y encogerse en su lugar.
Pero no todo es malo, Yoongi sabe, pues incluso el otoño tiene algo hermoso, algo cautivador, algo en lo que se siente muy cómodo, algo que le calienta el alma y el corazón cuando siente frío. Más bien, el otoño tiene a alguien: Hoseok.
Hoseok es calentito, es arrasador, es el verano, el sol hecho persona, y Yoongi debe admitir que admira y disfruta en demasía la cualidad que tiene el lobo de Hoseok para calentar todo a su paso. Es casi como si Hoseok y su lobo hubiesen sido creados para que sus cercanos no pasen frío jamás.
Y ahora este sol es todo suyo.
"Seokie. Seokie" le llama, tiritando, con los pies descalzos, mientras se adentra a la cocina, encontrando al alfa vistiendo únicamente un pantalón delgado, con el torso descubierto y el cabello revuelto.
Hoseok deja la taza humeante de té a un lado y le recibe con los brazos abiertos y una sonrisa en los labios, viéndose aún algo adormilado.
"Buen día, Yoon" le saluda, acariciando la espalda del alfa, sintiéndole helado aún si está abrigado. "Qué exagerado" bromea. "Es el primer día de otoño, no hace tanto frío."
Yoongi gruñe, restregando la nariz en el pecho descubierto del alfa, sintiendo el calor que emana el cuerpo ajeno.
"Es fácil para ti decirlo. No sé aún cómo, pero tu lobo es por demás de caliente" le dice, arrugando las cejas.
Hoseok se ríe, elevando un hombro, y le apretuja más cerca de su cuerpo pues le genera una ligera molestia ver a su alfa congelándose.
"Buen día, alfa" Hoseok le saluda.
Yoongi se derrite.
"Buen día, alfa" murmura mientras le sostiene por la cintura, incorporándose para mirarle a los ojos.
Hoseok le sonríe, le acuna las mejillas y le besa la boca, siendo correspondido de inmediato; y Yoongi no duda siquiera un instante en acorralarle entre su cuerpo y la mesada de la cocina, tensando todos sus músculos para cubrir a Hoseok por completo, aún si se encuentran solos en el lugar.
Mas cuando Hoseok intenta profundizar el beso, cuando intenta atraer a Yoongi más cerca, un carraspeo les interrumpe, provocando que se aparten con rapidez, sorprendidos, aterrados.
Aunque, ciertamente, no hay que temer, ambos descubren cuando miran al alfa.
"¡Hyung!" murmuran, pálidos.
Jin se muestra impasible bajo el marco de la puerta, observándolos un instante antes de acercarse a la tetera para servir un poco de té en una taza.
"Buen día" murmura, sintiendo la voz ronca, pesada. "Calenturiento" saluda, inclinando la cabeza, mas ninguno de los menores puede comprender a cuál se refiere sino hasta que... "Hobi" sigue, sonriendo de lado, de forma burlona.
Oh.
Hoseok se ríe, atrayendo rápidamente la taza a sus labios para intentar cubrir su vergüenza mientras que Yoongi le gruñe a su hermano, consciente del sonrojo en sus mejillas.
"¡Hyung!" Yoongi se queja, bufando.
Seokjin se ríe, meneando la cabeza, y le saca la lengua, orgulloso de sí mismo al notar la gran vergüenza de ambos.
"¡Oh! ¡Justo cuando Hyejin y yo creímos que ustedes jamás se animarían a dar el siguiente paso!" bromea suavemente, y los ojitos le brillan en alegría.
Yoongi arruga las cejas.
"¡Hyung!"
Hoseok se muerde el labio inferior.
"Yo sí iba a dar el siguiente paso, hyung" se defiende, cruzándose de brazos.
Yoongi le mira.
"Ya, pero tuve que darlo yo" le recuerda. "De lo contrario, jamás ibas a besarme" se queja, arrugando las cejas.
Hoseok le gruñe, incrédulo, queriendo defender su honor, su enamoramiento, mas no haciéndolo, pues le gusta ver al alfa, a su alfa, inflando el pecho, lleno de orgullo.
'Bonito', el lobo de Hoseok ruge.
Seokjin les mira, elevando ambas cejas, disfrutando las sonrisas que se dedican, tan embobados el uno con el otro que parecen haberse olvidado de él, y luego les abraza, apretujándolos en su pecho, sintiéndose muy feliz, orgulloso. Hoseok le sonríe, acurrucándose contra él casi como si fuese un cachorro, mientras le observa, esperando algo que Seokjin comprende de inmediato.
"¡Estoy tan feliz por ustedes!" murmura, besando las mejillas gorditas de Yoongi y luego las de Hoseok.
Hoseok infla el pecho, encantado.
Aprobación, éso era lo que esperaba.
"Te dije que todo saldría bien" Seokjin le dice a su hermano, despeinándole.
Yoongi rueda los ojos, fingiendo que ha sabido todo ese tiempo que éso iría bien, mas se encoge en su lugar cuando Jin le gruñe, incrédulo.
"Vale. Vale" Yoongi murmura entre risas. "Gracias, hyungie" le dice, aceptando las caricias que el alfa le hace en la espalda.
"De nada" Seokjin le dice, posando un beso en la frente de su hermanito. "Me encanta verte feliz."
Yoongi se encoge, sonriendo, y se aparta lentamente de su hermano, no sabiendo cómo lo hace, pero termina en brazos de Hoseok, siendo rodeado de forma sutil, pero firme.
Porque es ahí donde Yoongi pertenece.
"Enhorabuena" Seokjin murmura con una sonrisa suave, cálida.
Hoseok infla el pecho.
-
Jungkook se encuentra solo en la cama cuando despierta, mas no le preocupa. Aún las mantas sobre su cuerpo huelen a alfas y a él mismo, huelen a rastros de su celo, y el omega se siente satisfecho.
Han pasado ya días de su celo, de todos los sucesos, y Jungkook aún se siente un poco sorprendido por ver su cuerpo sin hematomas, por no tener recuerdos algo borrosos de golpizas, por no haber oído siquiera en una ocasión un insulto o un gruñido malo.
Su celo es distinto ahora en Gyeonggi, el omega nota.
"Uh" se queja mientras se despereza aún sobre las mantas, relajando cada uno de sus músculos, oyendo sus huesos crujir.
Es la primera vez en una semana que saldrá de su nido para otra cosa que no sea ir al baño y Jungkook ciertamente se siente muy emocionado, pues extraña lo que hay más allá de su nido, del cuarto, cruzando el largo pasillo; en la enorme sala de reuniones. Extraña a cierto alfa que siempre está allí.
Aunque no va a decirlo en voz alta.
No puede.
No debe pensar en su emoción.
No mientras se encuentre en el nido que aún huele a tres alfas, sus tres alfas.
Hacerlo sería deshonrar lo que entre ellos ha pasado, lo sabe.
"Uh" vuelve a quejarse, respirando por última vez los aromas en las mantas, y luego se levanta, sintiendo los pies fríos.
Corre la pesada cortina y abre la gran ventana, dejando entrar la luz y las frías brisas del otoño, permitiendo que el aire en el cuarto se renueve, y observa hacia la manada con los ojitos brillándole en curiosidad. Le extraña ver a algunos de los cachorros usando abrigos de lana o de pieles que a la distancia no reconoce, pues hace tan sólo una semana estaban muriendo de calor, pero ahora-
Ahora es otoño.
Es otoño, pero hace frío como si fuese invierno, y Jungkook se estremece ante las brisas que le despeinan el cabello y le calan los huesos.
Incluso las estaciones son diferentes en Gyeonggi.
Jungkook tiembla, dejando ir un bufido débil, y se vuelve hasta el armario de la habitación, buscando ropa limpia para luego salir de allí en dirección al baño. En la ducha, se limpia el cabello y en los muslos, sintiéndose aún pegajoso allí, y luego vuelve al cuarto, oliendo a jabón, a shampoo y a gardenias.
Vuelve oliendo rico, como sabe que los omegas deben oler.
A la cama le quita las mantas que están manchadas, húmedas, y aparta la ropa que se encuentra de igual manera, sus mejillas inevitablemente rojitas ante el recuerdo de lo que ha hecho con cada uno de los alfas. Por otro lado, la ropa que se encuentra en buen estado va a parar al fondo del cajón del armario, amontonada y apestado a sus alfas, el omega quiere conservar dichas prendas sólo para él, para cuando los alfas no se encuentren junto a él en la cama y no pueda dormir.
No planea devolver la ropa, es menester aclarar.
"¡Bien!" se felicita a sí mismo una vez que la habitación queda nuevamente algo decente. "Qué buen omega" sigue, inflando el pecho.
Con las mantas y prendas estropeadas entre sus brazos, baja al primer piso, teniendo cuidado de no tropezarse con las mantas, y la nariz se le arruga sola al reconocer una presencia extraña dentro de su casa.
"¡Oh! Naui dal" la mujer murmura con voz torpe, no sabiendo si hacerle una reverencia o ayudarle con lo que lleva en manos.
Decide hacerle una reverencia cuando ve los ojitos de Jungkook asomarse por entre las mantas.
"Naui dal" repite. "Mi luna" aclara con voz dulce, sonriéndole sin enseñar los dientes. "Permítame ayudarle, naui dal."
Jungkook le muestra los dientes.
"No" murmura, atrayendo mucho más cerca las mantas a su cuerpo. "S-Son de mi nido. Mías" clama, arrugándole las cejas.
Hyejin palidece y le hace otra reverencia.
"Lo siento por el atrevimiento, naui dal" murmura, manteniendo la reverencia.
Jungkook se muerde el interior de las mejillas, algo incómodo, arrepentido, por cómo ha actuado ante la mujer, e inclina suavemente la cabeza.
"Lo siento, señorita beta" le dice, pero no la deja hablar. "¿Dónde puedo lavar ésto?" pregunta, aunque no sabe cómo debería hacerlo.
Hyejin parece comprender sus dudas.
"Puedo enseñarle a lavar todo, si quiere, naui dal" ofrece, y Jungkook asiente casi de inmediato, estirando sus finos labios en una sonrisa. "Pero debe esperarme a que termine con la merienda y la cena" le explica con cautela, aún no sabiendo cómo actuar con Jungkook.
El omega menea la cabeza.
"Bien" la mujer murmura. "Por allí, naui dal" le señala el cuarto pequeño bajo las escaleras. "Hay un canasto dentro. Deje todo ahí" le pide.
Obedece.
Jungkook vuelve hasta donde la beta se encuentra, sintiéndose emocionado por aprender incluso hasta lo más mínimo, y le hace una pequeña reverencia que de inmediato provoca un sonrojo débil en Hyejin.
Este luna es tan tierno.
"Gracias, señorita beta" murmura con una sonrisa. "Y hola" saluda, ladeando la cabeza.
Hyejin le sonríe.
"Hola, omega. ¿Quiere ayudarme con la merienda?"
"¡Sí!"
Jungkook sigue a Hyejin hasta la cocina, aún con la nariz ligeramente arrugada, incluso si la mujer no huele a nada, y la mira con ojitos perdidos hasta que ella le extiende un cuchillo y un tazón lleno de frutas.
"Normalmente, las corto en cubos para que sean más fáciles de comer, pero las puede cortar como usted quiera, luna."
El omega está contento con su tarea, debe admitir.
Corta las frutas en cubos, pues le hace recordar a los tazones con frutas que Namjoon y Jimin le llevaron durante el celo, y Hyejin le sorprende más de una vez comiendo pedacitos de manzana.
La mujer no le regaña, sin embargo.
"Veo que ha descansado bien, naui dal."
Jungkook enrojece.
"Muy bien" admite, encogiendo uno de sus hombros. "¿Usted ha descansado?"
"Sí, omega. Gracias por preguntar" dice, inclinando apenitas la cabeza mientras limpia algunas fresas. Luego, extiende el tazón hacia Jungkook. "Sé que le gustan, así que traje algunas para usted."
Oh.
Jungkook chilla, emocionado, y coge el tazón para abrazarlo contra su pecho, dándole las gracias entre murmullos.
"Es mi deber y mi placer complacerle" Hyejin le dice, haciéndole enrojecer, mientras se pone a buscar algo que Jungkook no es capaz de ver pues ha vuelto a cortar frutas. "Ha salido de su cuarto mucho antes de lo que esperaba, naui dal."
El omega eleva un hombro.
"Estaba aburrido" admite. "Y extrañaba- extrañaba a mis hyungs. ¿Dónde están?"
Hyejin malentiende sus palabras, para su suerte.
"¡Ah, éso!" parece recordar. "Ellos han despertado temprano hoy. Namjoon se ha ido con jidoja Hoseok para entrenar, Jimin y Taehyung se fueron con Lalisa" le cuenta, no estando realmente atenta en las reacciones de Jungkook. "Y jidoja Yoongi está en su habitación. El frío no le sienta bien."
Jungkook asiente, arrugando las cejas, sus deseos de preguntarle por Seokjin siendo opacados ante la mención de una mujer que no conoce.
"¿«Lalisa»?" pregunta, intentando que su voz no le delate.
"Mh" la mujer menea la cabeza. "Es una omega muy bonita, si me lo pregunta" le cuenta, elevando un hombro. "Es amiga de Jimin y Taehyung desde que son unos cachorros."
«Es una omega muy bonita»
Jungkook quiere gruñir, aunque no está muy seguro del por qué.
"Ah."
Hyejin le mira, confundida.
"Mi luna-"
Pero Jungkook no la deja continuar.
"Terminé de cortar las frutas" informa. "Voy a estar por ahí" Jungkook señala a la nada misma, sintiéndose demasiado ofendido como para preocuparse por su incoherencia. "¿Puede llamarme cuando sea hora de merendar, por favor?"
Hyejin asiente en silencio, aún algo confundida ante el cambio de actitud en el omega, mas no le pregunta al respecto pues no quiere verse entrometida, como una irrespetuosa. Jungkook es el primer luna que tendrán luego de una década y ella hará todo lo posible para agradarle, para complacerle. Jungkook es el omega de Seokjin, será su familia, además. Por supuesto que no quiere ser mal vista por el omega.
Le hace una reverencia, entonces.
"Sí, mi luna" murmura. "Llévese las fresas, por favor" le pide, señalando el tazón.
Jungkook obedece.
"Gracias, señorita beta."
-
Jungkook se halla frente a la puerta del cuarto de Yoongi mientras come una de las fresas. Golpea y aguarda un segundo, escuchando el movimiento al otro lado de la madera.
"Hola, hyung" saluda, alegre, cuando el alfa aparece en su campo de visión, y le sonríe, enseñándole el tazón. "He traído fresas para compartir."
Yoongi tiene el cabello revuelto, los ojos algo hinchados y lucha por mantenerlos abiertos (si es que lo están). Parece que ha despertado de la siesta, pero aún así le devuelve la sonrisa.
"Hola, Jungkookie" el alfa le saluda con la voz saliéndole algo ronca, pastosa, y se hace a un lado para dejarle espacio. "¿Quieres pasar?" inquiere.
El omega no responde, sólo ingresa a la habitación, y Yoongi en otro momento se reiría, se sentiría enternecido, mas la nariz se le arruga suavemente al sentir el olor del shampoo y del jabón en el omega, opacando su olor dulce y débil.
Su lobo interior gruñe.
"Vuelvo en un segundo" le dice mientras se adentra en el baño de la habitación, y se ve al espejo.
Ugh.
Se ve horrible, debe admitir. ¡Incluso tiene rastros de saliva en el mentón!
'Este omega no puede vernos así, alfa', su lobo interior regaña, y está de acuerdo.
Se asea rápidamente, pasándose la mano por entre las hebras de su cabello para acomodarlo un poco y vuelve con Jungkook una vez que se considera lo suficiente decente para él.
En la habitación, Jungkook está de pie a un lado de la puerta, donde Yoongi le ha dejado.
"¿Todo bien?" le pregunta, y luego bebe del vaso con agua junto a la cama, pues la boca aún la siente pastosa.
Jungkook menea la cabeza.
"¿Puedo sentarme, hyung?" pregunta, y le señala los cojines frente al ventanal.
"No tienes que preguntar. Siéntate" le pide, guiándolo, y se sienta junto a él.
El omega se encoge de hombros.
"Ésta no es mi habitación. Y tienes un nido allí" señala la cama. "No debo de ingresar sin tu permiso" le recuerda.
Yoongi eleva una ceja.
"Éso no es un nido" se burla. "Lo parece, pero sólo porque me gusta abrazar algo mientras duermo."
"Oh" Jungkook murmura, avergonzado.
El alfa no le permite disculparse.
"¿Qué te trae por aquí, Jungkookie?"
Jungkook se sonroja.
"Quise venir a pasar un rato contigo luego de tener un celo tan de repente en el lago" le confiesa. "Siento que tuvieras que verme así. Y lo que dije, lo que hice."
Es Yoongi quien se sonroja ahora.
"No tienes que disculparte, Jungkookie" le consuela, "todos pasamos por éso" se encoge de hombros. "Excepto los beta, ellos no tienen celos."
Jungkook come una fresa, sorprendido.
"¿En serio?
Yoongi le revuelve el cabello con una bonita sonrisa en los labios, encantado de pasar tiempo nuevamente con este omega, sintiendo muy en el fondo de su pecho una ligera necesidad por tener el mínimo contacto con Jungkook.
"Mh" el alfa asiente, masticando una de las fresas.
"¿Tú también tienes celos?"
"Mh. Una vez cada seis meses."
Yoongi prefiere descartar el recuerdo de su último celo, aún si el cuello le arde de vez en cuando por aquella mordida
"Los míos son cada tres meses, hyung" Jungkook arruga las cejas. "¿Por qué?"
"Los celos son diferentes en los alfas y los omegas. El celo del alfa dura un día, mientras que el del omega dura tres o cuatro" el alfa explica, llevándose otra fresa a la boca, no dándole importancia real al tema.
Pero Jungkook en verdad está curioso.
"Oh" murmura. "¿Tú también estás- te humedeces en los muslos- allí abajo?"
¡Oh!
Yoongi se ahoga en una carcajada tan corta como histérica y se cubre la boca de inmediato, demasiado sorprendido ante la nula discreción de Jungkook.
"¡Jungkook!" se queja entre risas.
El omega ladea la cabeza.
"¿Dije algo malo, hyung?"
"No. No" le tranquiliza, enrojeciendo en el inicio de sus pómulos.
A Yoongi le cuesta responder la duda del omega, sin embargo.
'Veintidós años, líder de una manada y aún así me siento nervioso. Vaya alfa', piensa, burlándose de sí mismo.
"No, Jungkookie. Éso sólo les sucede a los omegas" le explica, mordiéndose el labio inferior para no reír.
Jungkook arruga las cejas.
"¿Por qué?"
"Bueno. Éso es porque- porque-" el alfa se ríe una vez más, demasiado cohibido. "¿Acaso no te ha enseñado éso tu madre durante tu primer celo?" se queja.
Jungkook le gruñe, ofendido.
"Mi padre echó a mi madre de la casa el día de mi presentación como omega. Te lo conté" le dice, cruzándose de brazos, y ve al alfa bajar los hombros de forma culpable por haberlo olvidado. "Todo es tan nuevo para mí como la primera vez" le explica, haciendo pucheros. "Eres mi hyung, así que ¿podrías explicarme?"
Sumado a su tierno puchero, Jungkook entrelaza las manos delante de su pecho y mira al alfa con ojitos suplicantes, casi como si fuese un cachorro, y Yoongi- él-
"Bien" cede, dándole palmaditas suaves en la cabeza, "tienes razón" admite, con una sonrisa.
Jungkook infla el pecho, orgulloso, y se acerca un poco más al alfa, sintiéndose muy curioso, observándolo con ojitos bien abiertos.
Yoongi se encoge.
"Ustedes, los omegas, se humedecen allí siempre que están excitados" comienza, arrugando las cejas. "Durante el celo, se humedecen aún más, sin embargo. A éso se le llama «lubricante», y sirve para que ni la penetración ni el nudo les dañe."
¿Uh?
Jungkook parpadea, muy confundido, no comprendiendo absolutamente nada de lo que le han explicado. Y en parte es porque le llega el recuerdo de su primer celo, de los posteriores a ése, esos en los que Jungkook pensaba que su lubricante era orina y tenía que cambiar la sábana para que su padre no se diese cuenta.
"Hyung, no te entendí nada" admite.
El alfa se ríe, nervioso, y esconde el rostro detrás de sus manos.
"Oh, por favor no me hagas tener esa charla contigo" le pide.
"Por favor, hyung" le pide, tomando las manos del imponente alfa, enrojeciendo hasta las orejas cuando éste le acaricia los nudillos con sus pulgares. "Eres mi fuente de información" le recuerda con voz dulce, arullándolo. "¿Por favor?"
Yoongi arruga las cejas.
"Eres muy adorable" le recrimina. "Te odio" masculla, y Jungkook se ríe bajo, satisfecho. "Lo que quise decir... Bueno- uh- a veces, cuando dos lobos se quieren mucho, mucho, demuestran su amor de otras maneras."
"¿Besitos y abrazos?" duda, ilusionado, recordando los besos de sus alfas.
"Más que eso, en realidad" admite. "A veces, los lobos follan" le explica, y el omega arruga la nariz, confundido. "Es cuando el alfa mete su polla dentro del omega."
¿Uh?
Jungkook ladea la cabeza.
"¿Un alfa puede introducir su cosito dentro de un omega? ¿Cómo hace éso?" pregunta en un susurro, más para sí que para el alfa, y se mira la entrepierna.
Yoongi se ríe, escandalizado.
"Se llama «polla», omega" le corrige.
"«Polla»" murmura, abrumado con la información, con los pensamientos e imágenes que llegan a su mente para intentar comprender lo que el alfa le dice. "¿Y cómo-? ¿Dónde-? ¿Uh?" duda.
"Por donde te humedeces" le insinúa, mirándolo atentamente.
¡Oh!
Jungkook hace una mueca, sacando la lengua en una falsa arcada, y se aparta rápidamente del alfa, asqueado.
"¡Qué asco!" chilla, escandalizado. "¡¿Por qué alguien querría hacer éso?! ¡¡Iugh!!"
De nuevo, el alfa se ríe.
"Por amor o por puro placer" explica.
El omega saca la lengua.
"¡Qué asco!" repite. "Prefiero los besos y abrazos."
"Oh, no vas a decir lo mismo dentro de un año. Meses, quizás" el alfa se burla. "Es algo normal. Todas las parejas hacen éso."
"Yo jamás lo permitiré" le asegura.
Oh, no. Jungkook por nada del mundo tendrá una pareja. Jamás. Jamás. Jamás.
¡Qué asco!
Yoongi se ríe, enternecido, y se acerca al omega, alejando todo rastro de cordura, para besarle en las mejillas, sintiendo la piel del menor enrojecer bajo sus labios.
¡Qué bonito!
"Omega tonto" bromea suavemente.
Jungkook le gruñe.
"Alfa tonto" responde.
Mas el disgusto y toda la vergüenza que siente por la charla quedan en el olvido cuando Yoongi le devuelve el gruñido y le abraza, atrayéndolo hasta su pecho, con una risita tonta escapándosele.
Y Jungkook se derrite.
-
"¿Listo?" Seokjin observa al omega con una sonrisa dulce.
Jungkook se encoge en su lugar con un puchero entre los labios, viéndose aún más adorable que nunca.
"Éso creo" murmura.
Seokjin arruga las cejas, acercándose al omega, y le acuna las mejillas, dejando caricias en su piel.
"¿Qué ocurre?" le pregunta.
"Tengo miedo de- de no agradarles, de no lograr convencerlos" admite. "No te quiero decepcionar, hyungie."
Jungkook se inclina para recibir más mimos, y el alfa hincha el pecho, lleno de orgullo, mientras le rodea la cintura. Posa un beso en su frente y le arrulla.
"Tú nunca vas a decepcionarme, bonito" le asegura, pasando la nariz por el pelo del omega, impregnándose de su aroma. "Eres el omega más valiente que conocí en toda mi vida, gardenia, ¿cómo crees que podrías decepcionarme?"
El omega esconde el rostro en el cuello del alfa, respirando en su glándula de olor, disfrutando de su esencia, y mira al alfa con los ojitos brillándole en un suave dorado.
"¿En serio?"
"Mh" Seokjin menea la cabeza. "Todo irá bien, gardenia mía. Tranquilo. Todos te van a amar" le asegura. "Eres el futuro omega de la manada, mi omega, y todos te amarán."
Jungkook se ríe, restregando la mejilla contra su propio hombro, y Seokjin le besa la frente.
"¿Confías es mí, gardenia?"
El omega arruga las cejas.
"Me ofendes" se queja, enseñándole los colmillos. Seokjin se sorprende, mas no se aleja. "Te dejo estar cerca mío, hyung" le señala, notando las caricias que Jin le hace en la cintura, apretando apenas la zona.
Seokjin le gruñe bajito.
"Aún así" murmura, atrayéndolo mucho más cerca, escuchando a Jungkook reír mientras le sostiene por los hombros sin mucha fuerza, "no respondes mi duda."
Jungkook ruge, tensando los hombros, intentando verse intimidante al arrugar la nariz, y Seokjin se ríe, encantado, con el alfa en su pecho aullando de alegría.
"¿Intentas desafiarme, omega?"
"Mh" balbucea, meneando la cabeza.
"¡Oh!" Seokjin exclama. "¡Qué ego que tienes, gardenia!" se burla. "Soy un alfa muy fuerte e intimidante" le ruge.
Pero Jungkook no le teme, no se encoge ni intenta alejarlo.
Jungkook le gruñe.
Y Seokjin siquiera entiende cómo es que las cosas han escalado hasta ésto, mas se abalanza sobre el omega para picarle las costillas, para hacerle tantas cosquillas que a Jungkook se le escapan carcajadas melodiosas de la boca, derritiéndose en los brazos del alfa, sintiendo a su omega inclinar la cabeza para este alfa, mostar su cuello limpio, queriendo algo que él alfa- el alfa-
Seokjin ruge contra su cuello.
"¡Qué poco respeto le tienes al alfa de la manada, futuro omega de la manada!"
¡Vaya que ha extrañado a este alfa!
-
"¿A dónde iremos, hyung?"
Seokjin eleva un hombro, sosteniendo la mano del omega.
"A todos lados" responde. "Dejaremos que nos vean, que sientan curiosidad, y luego podremos sentarnos a comer los sandwiches que Hye nos preparó. ¿Qué tal suena éso? ¿Mh?"
"Bien" admite. "Tengo hambre."
Seokjin lo sabe.
Caminan por todos lados, tal como Jin le ha dicho: desde la zona de tejidos hasta la de caza, cerca de la frontera, y luego se dirigen hasta la plaza en el centro de Gyeonggi, donde muchos lobos se hallan disfrutando el día mientras juegan con los cachorros de la manada.
A Jungkook se le encoge el corazón.
¿Cuándo podrá tener... éso?
"Me miran mucho, hyung" murmura.
Seokjin le atrae más cerca.
"Lo sé. Todo irá bien, omega" le asegura, bajando la voz a una octava. "¿Confías en mí?" se burla, y Jungkook le gruñe. "¡Qué irrespetuoso eres, gardenia!"
Al omega no le importa ser irrespetuoso, honestamente. No con este alfa.
"Alfa tonto" masculla.
Seokjin se ríe, encantado, y le guía hasta el árbol más cercano, ambos sentándose en las raíces que sobresalen. Le extiende uno de los sandwiches y le observa con una sonrisa, provocando que Jungkook le gruña nuevamente mientras devora la comida.
"¿Qué?" el omega pregunta, elevando la barbilla, queriendo verse intimidante, aún cuando tiene la comisura de la boca manchada con atún y las mejillas rojitas.
Bonito.
El alfa eleva una ceja.
"Estás muy provocador hoy, gardenia mía" se burla. "¿Quieres luchar, acaso?" bromea.
Jungkook se ríe, encogiéndose dentro del oscuro y holgado jersey de cuello alto que lleva puesto.
"Sólo estoy nervioso" admite, mas no deja que el alfa le responda. "Confío en ti, hyung. En serio. Pero es raro verme a mí mismo como el futuro luna."
"Lo harás bien" Seokjin le tranquiliza.
Jungkook menea la cabeza, dejando el sandwich a un lado para limpiarse las comisuras de los labios.
"Lo intentaré."
Seokjin no lo duda.
"Ser luna de la manada implica muchas responsabilidades, pero siempre estaré a tu lado para guiarte y apoyarte."
"Gracias" murmura. "¿Cuáles son esas responsabilidades?" le pregunta, aún si tiene más o menos una idea sobre ello. Ha leído los libros que Seokjin le dio, ha intentado memorizar a cada una de las lunas que estuvieron antes que él, pero ser luna en Gyeonggi en diferente a ser luna en Busan, se ha dado cuenta.
Los lunas de Gyeonggi no son sólo los «omegas del jidoja». Son- Son-
Son importantes, son respetados.
Gyeonggi es tan, pero tan raro.
"Los luna guían junto a los líderes. Son la pieza clave para que la manada esté estable. Son importantes" explica. "Nos guía a ser la mejor versión de nosotros mismos; ayuda a los omegas, a los alfas y cuida de los cachorros de la manada; vela por la seguridad, la estabilidad y el bienestar de todos, pues son su familia."
Jungkook se encoge, abrumado.
"¿Qué más?" le pregunta, aunque no se encuentra seguro de poder cumplir con todo éso. ¡Todavía se lleva el pulgar a la boca cuando tiene mucho miedo!
"Los lunas deben saber cómo resolver problemas en ausencia del líder" Jin le sigue diciendo, ajeno a los nervios que al omega le hacen encoger el corazón, "pues éso los hace capaces de asumir el liderazgo total si algo llega a pasarle al líder" le explica, obviando las posibles razones por las que Jungkook debería de asumir. "Los lunas deben guiarnos hacia la preservación de nuestro hogar, deben ser la voz de la razón y la bondad, de la amabilidad y empatía. Pero, sobretodo, los lunas deben ser puros y bonitos, así que ésa parte ya la tienes cubierta, mi gardenia" le dice, guiñándole un ojo.
¡Oh!
Jungkook enrojece, riéndose de forma nerviosa, mientras sube el cuello de su jersey hasta su rostro, dejando sólo sus ojitos a la vista.
"¡Hyung!" se queja.
Seokjin le alborota el cabello de forma cariñosa y luego le acuna las mejillas.
"¡Pero si es la verdad!" se defiende entre risas. "Eres mi gardenia, ¿recuerdas?"
Jungkook le enseña los colmillos.
"No soy tuyo" recrimina.
"Por lo que dure la farsa, lo serás" el alfa se burla en voz baja, gruñéndole.
Jungkook le devuelve el gruñido, con los ojitos brillándole en un suave dorado, el lobo en su interior moviendo la colita y las orejitas de forma ansiosa.
"No seré el omega de un alfa apestoso como tú, hyung" le provoca.
Y, oh, Seokjin tendría concentrarse en su deber, tendría que seguir explicándole a Jungkook algunos protocolos a seguir de ahora en más, pero por la Diosa Luna, el omega- este omega- su omega se ve tan jodidamente bonito mientras le reta, le insulta e intenta verse intimidante.
Seokjin no es de piedra, joder.
Por éso, el alfa le gruñe, le ruge, e infla el pecho para verse intimidante ante un omega que no hace más que reír bajito mientras se encoge, mas por alegría que por miedo.
"Te equivocas" murmura muy cerca del omega, sonriéndole de manera coqueta. "Eres mi omega desde que ingresaste a mi manada."
Jungkook le gruñe, meneando la cabeza, y la cordura del alfa se va por la borda.
"¡Jungkookie!" ruge.
"¡Oh, no! ¡Hyung!" Jungkook chilla.
Pero el alfa igual se abalanza sobre él.
-
"Algunas de las cosas que tendrás que cumplir como omega de la manada, va a ser el uso apropiado de la vestimenta" el alfa le dice mientras caminan de vuelta a la casa. "Deberás vestir con tu ropa, no con la de Jimin, Tae, Namu o, incluso, la de Yoongi."
Jungkook le hace un puchero.
"¡Pero-!"
"No puedes hacerlo en público" Seokjin le interrumpe, riéndose, "se supone que eres mi omega" murmura. "Sólo podrás usar mis abrigos fuera de casa, si así lo deseas."
Oh.
Jungkook arruga las cejas, fingiendo una mueca de disgusto ante lo que ha oído.
"Bien" murmura, cruzando los brazos.
Seokjin rueda los ojos, riéndose.
"No más salidas con Yoongi" sigue, y por un momento la mueca de disgusto de su menor ya no es fingida. Jungkook está furioso esta vez. "Déjame terminar" se defiende. "No pueden estar solos, deben llevar a Hoseok o a Namjoon" le explica.
El omega le hace berrinche.
"Pero a mí me gusta salir con hyung al lago, me deja abrazar al lobito" se queja.
Seokjin le arrulla cerca de su cuerpo, pasándole un brazo por la cintura, y besa su frente.
"Yo sé, gardenia. Y lamento pedirte ésto, pero debes recordar que si fallamos en una sola cos-" Jungkook le gruñe en una advertencia, no queriendo que Seokjin se lo recuerde. "Quiero que te quedes a mi lado, Jungkookie" reformula, "quiero poder cuidarte en mi manada y que no debas preocuparte por nada más en lo que reste de tu vida. ¿Entiendes?"
Jungkook asiente.
"Bien" el alfa le felicita, permitiéndole alejarse. "También... deberíamos tener estas muestras de cariño en público, y deberíamos cenar con los alfas de mejor linaje al menos una vez cada dos meses" le explica, mordiéndose el labio.
Ahora recuerda por qué jamás quiso tener un omega, un luna: el proceso, además de emocionante, es tedioso.
"¿Yoongi hyung estará ahí?"
"Mh" el alfa asiente. "Y los cachorros" le tranquiliza, sonriéndole. "Ellos montan guardia mientras nosotros cenamos."
"¿Algo más?"
Seokjin se lo piensa por unos minutos.
"No puedes usar más jerséis con cuello alto" señala, encogiéndose de hombros. "Y tenemos que pedirle a tus alfas que te muerdan lo suficientemente fuerte como para que toda la manada crea que éso es una marca."
Jungkook arruga las cejas.
"¿Para qué la marca, hyung?" duda.
"Significa que eres mi keopeul."
«Keopeul»
Jungkook ladea la cabeza, la palabra sonándole algo familiar, y se obliga a sí mismo a buscar en su memoria algo que le dé una explicación sobre éso. Le toma unos minutos, pero lo recuerda. ¡Estaba en el diccionario que Seokjin le dio!
«Keopeul: pareja.»
Pareja.
Pareja...
¡¡¡Pareja!!!
¡Iugh! ¡Iugh! ¡Iugh!
Jungkook se aparta, escandalizado, y le señala con el dedo índice, sintiéndose temblar de nervios, de asco, de horror.
"Omega, ¿qué-?"
"¡No acercarás tu asqueroso cosito a mi trasero!" le advierte. "¡Alfa asqueroso!"
¡¿Qué?!
Seokjin se ríe a carcajadas.
"¿De qué estás hablando?" se burla.
"Yoongi hyung- él dijo que las parejas- dijo que el alfa introduce su cosito en el trasero del omega y yo- ¡Te voy a morder muy fuerte si lo haces, alfa asqueroso!" le gruñe, enseñándole los colmillos.
El alfa se abraza a sí mismo, riendo.
"¡Omega!" se queja.
Jungkook ruge.
"¡Júrame que no vamos a follar!" exige. "¡Júralo, hyung! ¡O te voy a morder!"
Seokjin lo intenta, claro, pero las risas que le invaden no se lo permiten, y el omega se abalanza, gruñéndole hasta que el pecho le duele. Seokjin le rodea en un abrazo, sosteniéndolo cerca de su pecho, y le pasa un mechón tras la oreja aún sin poder dejar de reír.
"No vamos a follar, Koo" le asegura. "Lo único que haremos será abrazarnos" le promete.
Y Jungkook, ciertamente, no se queja cuando Seokjin le besa con dulzura en la frente, acariciándole la espalda.
"¡Bien!" gruñe. "¡Alfa asqueroso!"
Seokjin se ríe, apoyando su frente en la del omega.
"Qué omega tonto eres."
Jungkook se alza de hombros.
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