Capítulo 22.

—dime que ya estamos cerca. Hanpasado casi cinco días y estoy muerto de cansancio –dijo Zéphiruz aRaisa mientras miraba hacia el orizonte.

—si, ya casi llegamos. Solo hay que crusar esascolinas de haí –respondió la niña suspirando del canzancio.

—menos mal. No creo poder aguantar otro día sin veber –exclamó Caelan un poco tenso

—si, y no te olvides de los pájaros enormes que nos atacaron haller –comentó Gladius sintiendo que le daban escalofríos

—ni me lo recuerdes ¡eso fue orrible! –respondió Zéphiruz.

—solo era un cormorán, no es para tanto –exclamó uriu restándole importancia

–lo dices porque eres más alto -exclamó Gladius

—tienes razón. Pero aún así, no crean que son tan peligrosos –le respondió el japonés arrugando la frente.

—pero dan miedo –añadió Caelan

Todos sonrieron.

—¡no puede ser! ¡miren! –exclamó de pronto Raisa, que señalaba hacia un bulto en el suelo.

—tae ludrhamar? –pidió Circe a las guadralas.

¿pueden aterrizar?

Ellas obedecieron y los que venían montados bajaron apresuradamente.

Raisa miró al bulto y una expresión de tristesa cruzó su rostro. Una criatura muy similar a un venado, de hermosos cuernos relucientes y piel rojisa yacía agonizando en el suelo. Su cola, larga y delgada, se movía rápidamente como si intentara defenderse de alguna magia poderosa.

—¡Circe! ¿puedes ayudarlo? –preguntó la niña.

—si, veré que puedo hacer –respondió la chica sacando su flauta rápidamente.

Ella repitió tres veces una nota suave y melodiosa, muy similar a un mi, para que me entiendan mejor, y la criatura comenzó a moverse.

—¡no es posible! ¡es un ilicornio! –dijo Araline muy asombrada.

—¿un qué? –preguntó muy curioso el mayor de los hobbits.

—un ilicornio. Una criatura muy sabia que custodia lugares muy importantes en Faeri. Puedes hablar con el, pero solo si el rosa su cuerno en tu mano. Creo que este custodia el BOSQUE de los cecretos –explicó Araline.

—es muy bonito –se admiró Circe.

—parece que ya está mejor –observó Venjamín acercándose a el.

—¡no! Debes esperar a queEL DECIDA SI ERES DIGNO. créeme, no quieres que te ataque –dijo Araline

—muy bien, entonces hay queesperar que nos elija ¿verdad? –preguntóRaisa

—si –respondió Araline sentándose sobre una piedra.

Todos ovedecieron y también se sentaron.

—no hagas movimientos bruscos, y quédate muy quieta –dijo lentamente Jasper al oído de Circe.

El animal, se levantó despacio y examinó a los viajeros con sus ojos grandes y penetrantes. Se detubo en Circe, y Araline le susurró.

—muéstrale tu respeto, y míralo a los ojos

Ella lo hiso y el hermoso animal se le acercó. A continuación, inclinó la cabeza y el cuerno rosó la mano de la joven.

Una voz femenina y pareció hablarle y la joven se dio cuenta de que era la criatura.

—hola Circe. Mi nombre es Iris, y soy la guardiana del bosque de los secretos. TE doy las gracias por salvarme

—no fue nada, Iris. ¿me puedes decir quien te hiso esto? –preguntó Circe

——un hechicero muy malumorado

—tranquila. Mis amigos y yo bamos a acabar con ese tipo –le respondió la joven muy ceria.

—estoy segura de que sireplicó Iris

Circe le acarició la cabeza, y ella gruñó. Iris caminó lentamente y rosó con su cuerno a todos y cada uno de los viajeros.

—ustedes han sido elegidos por el destino para acabar con ese par. Les deceo suerte, y por cierto. Raisa, cuida muy bien ese báculo –dijo la ilicornio caminando sobre sus patas traceras para alejarse.

—es muy misteriosa –dijo Uriu levantándose

—si, algo –respondió Benjamín

Todos caminaron hacia Iris, que les indicaba con la pata que la siguieran. Y sin que se lo esperaran, un enorme bosque, que parecía fundirse con el azúl del cielo, lleno de plantas coloridas y enrredaderas que se entrelazaban apareció frente a sus ojos. Algo parecía susurrar, y para Raisa eso era un poco más aterrador.

El aire, perfumado con el holor de las flores, parecía calmar por un momento las preocupaciones de los viajeros. Unos pequeños arrolluelos, dispersos por todo el lugar, hacían que les llegara un fresco rocío de agua.

Todos agradecieron a Iris por suamabilidad, y ella se retiró alsando las orejas.

—¡no puede ser! Es un árbol de Leriz! –dijo Jasper observando un enorme y frondoso árbol de ojas plateadas en el centro delbosque.

—¿el qué? –preguntó Gladius

—¡el árbol de Leriz! Este árbol es muy importante para los Faerianos, porque los primeros colonos fundaron el país alrededor de este árbol. El les dio refugio en la enorme tormenta y sus frutos los ayudaron a sobrevivir.

De hecho, el báculo de Griamor fue hecho con una de sus ramas. Y lo más extraño de todo, es que nadie había vuelto a ver uno desde la batalla de los dos reinos –explicó Araline.

—es muy bonito –exclamó Raisa contemplando absorta sus ramas cargadas de una especie de fruta alargada, muy similar a la forma de una copa.

—miren! ¡el portal! –se asombró Gladius observando a lo lejos algo que parecía ser una esfera que se mantenía suspendida sobre el suelo.

—van a volver a casa, como se los prometí –dijo Raisa muy contenta y a la vez triste, porque pronto se cepararía de sus nuevos amigos.

Los hobbits la miraron al mismo tiempo. NO había palabras de agradecimiento suficientes para decir, y Raisa lo notó.

—las plantas nos dan la viembenida al jardín, y dicen que nos ayudarán con la misión –dijo Araline tocando con la punta de sus dedos el collar que las princesas le habían regalado.

—guao, hablar con las plantas debe ser genial –opinó Caelan.

—si, lo es. Son muy amigables cuando combersas mucho rato –le respondió Araline con los ojos serrados.

—¿cómo se llaman esas frutas? –preguntó Benjamín

—puesnosotros les llamamos Kime, pero creo que en su idioma significa algo comocopa –respondió Araline.

—bueno, tiene sentido. La fruta si tiene forma de copa –comentó Uriu

—tienes razónque está¡no puede ser!

Araline se interrumpió. Algo enorme hiso temblar el suelo y todos se tambalearon ante la preción.

—muchas gracias, chicos. Nos guiaron justo a donde queríamos –dijo la inconfundible voz de Morlok a sus espaldas.

Todos giraron en redondo y se quedaron de piedra al ver un enorme ejército de skignatts yendo hacia ellos.

—chicos, ya saben que hacer –gritó Araline.

Las criaturas se enfilaron frente a su amo, y los viajeros se dispersaron para combatirlas. Pero cuando se ordenaron cual soldados en grupos de tres, Nixgritó a voz en cuello..

—no ¡no lo creo! Ahora verán de lo que soy capás

Tomó una pequeña oja del suelo, y la lanzó con gran lentitud a la cara de Araline. Pero en el aire, su velocidad aumentó.

la hoja dio de lleno en su naríz, y a la elfina le pareció que una enormepiedra había impactado contra ella.

Almirar la hoja en el suelo, se quedó perpleja.

—que acaba de

La elfina se interrumpió, cuando vió que una enorme rama iva hacia ella.

—¡está manipulando la energía cinética y la masa de sus partículas! –gritó Benjamín apartando la

rama con la mano.

¿ —Que clase de idioma raro es ese? –esclamó Araline

——yo creía que los elfos sabían sobre el lenguaje sientífico, pero no importa. Quiero decir que Nix puede controlar el peso y la velocidad de los objetos –explicó Benjamín.

—si, exacto ¡Y eso me hace simplemente imbencible! –rió Nix

—no ¡claro que no! –gritó Gladius blandiendo la espada de solarion.

Nix apuntó un dedo hacia la brillante espada y el hobbit se vio obligado a soltarla de tan pesada que se había vuelto.

—¿lo ves? ¡soy invencible! –repitió Nix socarronamente.

—¡que bamos a hacer! –gritó Caelan comenzando a desesperarse.

—tranquilos. Ustedes tienen que seguir, nosotros bamos a distraerla. Caelan, se que es mucha responsabilidad pero yo se que puedes hacerlo. Tienes que llevar a Raisa y Zéphiruz hasta Morlok –indicó Araline.

—muy bien, lo haremos. Pero tengan mucho cuidado –respondió Caelan.

Zéphiruz se les unió y ambos se colocaron uno a cada lado de Raisa.

—¡a donde creen que ban! –dijo Nix apareciendo detrás de ellos.

Sin previo aviso, una enorme planta se enroscó a los tobillos de la mujer sin poder dejarla abansar.

—muchas gracias, Lidia –dijo Araline muy contenta —¡es ahora o nunca!

Zéphiruz, Caelan y Raisa corrieron lo más rápido que pudieron y vieron a los demás peliando contra dos skignaths enormes.

—Dunkel ¡suéltalo! –gritó Raisa al ver que el monstruo tenía a Jasper entre sus garras.

—ha ¡que alegría siento al verte denuevo! –dijo el dentro de la mente de Raisa.

—¡te dije que lo sueltes! –repitió la niña todavía más enfurecida.

—Dunkel tener que matar a amigo de Raisa –dijo la criatura abriendo las fauces

La niña alsó el báculo para lansar un hechiso

—¡no! ¡alto! –gritó Caelan al ver que su medallón brillaba en su cuello —está ¡mintiendo!

Raisa se detubo.

—¿qué estás diciendo? –preguntó Zéphiruz

—creo que quiere distraerte para que Morlok llegue al portal –explicó Caelan

—tienes razón. No perdería su tiempo en algo tan pequeño –respondió Zéphiruz

La niña refleccionó. Era cierto, pero aún así no quería dejar a Jasper en esa posición.

—¡eripius! –gritóRaisa apuntando a el monstruo

Jasper, atraído por una fuerza imbisible, salió disparado de las garras del skiggnatt, para luego aletear con fuerza.

—¡eres una humana mala! –dijo Dunkel furioso

—tu eres aún peór que yo –le respondió la niña

Gladius llegó rápidamente y le clavó la espada en el costado. Ambos se batiían en duelo y los chicos aprovecharon para llevarse a Raisa.

—hay que distraerlos para pasar –dijo Caelan mirando a dos skignatts enormes que les bloqueaban el camino.

—yo creo que no se llevan tan bien. ¿ya vieron como se miran? Tal vez podamos usar eso –replicó Zéphiruz viendo como ambos skignatts se gruñían entre si.

—si, buena idea –dijo Raisa acercándose a ella.

—¡oigan ustedes!¿que no pueden irse a pelear a otro lado? ¡hay una batalla mas importante aquí! –gritó Zéphiruz

Ambas criaturas se interrumpieron y miraron de ito en ito a los tres.

—buen punto. Creo que mejor nos bamos, Nagru –dijo el skiggnatt más grande

—si, tienes razón, Macluk –respondió Nagru.Raisa les tradujo su conversación y Caelan rió por lo bajo

—esperen un segundo ¡ustedes ser enemigos de Morlok! –gritó Nagru furioso

—be a detenerlos ¡inútil! –se escandalizó Macluk

—tu no me das órdenes –le respondió Nagru

—¡claro que si ¡soy tu líder! –contestó Macluk enfurecido

Y los dos se enzarzaron en otra discusión

—hay que pasar ahora que no nos ven –susurró Raisa

—baya, ser gruñón tiene sus ventajas –rió Caelan

—ja, muy gracioso, hermanito –le respondió Zéphiruz sarcásticamente.

Por otro lado, Araline, Benjamín y Circe continuaban buscando la forma de combatir a Nix.

—¿Qué nunca se cansa? –exclamó Circe viendo como una enorme roca pasaba por encima de su cabeza.

—tenemos que hacer algo ¡ya! –gritó desesperada Araline

—si, pero no se me ocurre nada, salvo que ¡Circe! ¿estás pensando lo mismo que yo? –añadió Benjamín al tiempo queesquibaba un tronco

—tal vez, pero no estoy segura

—se que suena tonto, pero tenemos que intentarlo –respondió Benjamín

Estaba totalmente aterrado. Ahora que lo pensaba, era una enorme locura lo que le estaba pasando. ¿cómo era posible que había pasado de ser un estudiante modelo en la preparatoria a ser atacado por una hechicera malvada?

Definitivamente era algo escalofriante y magnífico a la vez, porque siempre había sido muy tímido y le tenía miedo hasta a al más minúsculo de los insectos. Su vida había cambiado y si su conocimiento sobre física no le fallaba, derrotarían a Nix en seguida..

—¿de qué están hablando? –preguntó Araline molesta

—tenemos que cantar -explicó Circe —el sonido es algo que no tiene masa, y su velocidad no puede hacernos daño

Ella sacó su harpa y comenzó a tocar una melodía rápida. Araline pareció tener una idea de pronto, e hiso una especie de medialuna con sus manos, y el aire se comprimió a su alrededor.

—¡que fue lo que hicieron! –exclamó Nix muy alterada.

No había nada en su campo visual que pudiera usar para combatir, así que no tenía armas para defenderse. Intentó salir de ese extraño campo de fuerza, pero cada vez que lo intentaba, volvía al mismo lugar

Benjamín y Araline se pusieron a cantar, y Nix se tambaleó. Esa no era una canción cualquiera.

—que es estoque está

La mujer se interrumpió cuando un frío imbernal la imbadió, y en pocos segundos, quedó convertida en hielo.

Araline deshiso la burbuja y los tres respiraron profundo.

—¿cómo sabías ese hechiso? –preguntó la elfina muy interesada a Benjamín

—lo estudié en el libro que me dieron en Amberwin. Sabía que sería útil –respondió el chico sonriente.

—¡no puedo creer que funcionó! –dijo Circe muy emocionada

—sí, ¡lo logramos!. Y ahora, bayamos a ayudar a nuestros amigos –dijo Araline.

La batalla estaba en un punto crítico. El ejército de morlok disminuía, aunque muy lentamente. Uriu, Gladius y Jasper ya empesaban a cansarse, y las armas les pesaban cada vez más.

Araline, Circe y Venjamín los relevaron, y losskignatts redoblaron la defensa aún mas.

Todos comenzaban a sentirla tención y el miedo ante lo que parecía ser un gran obstáculo.

la tarde caía en el bosque, y el cielo se teñía de hermosos tonos rojos y naranjas. Era tan irónico lo hermoso del paisaje, porque Parecía no importarle al cielo en lo absoluto la enorme batalla que se libraba debajo.

De pronto, un tambór resonó en todo el jardín y a lo lejos, los viajeros vieron muy sorprendidos un grupo de gente que se dirigía rápidamente hacia ellos.

Al mirar más de cerca, Araline hiso un jesto con la mano hacia sus amigos y gritó

—¡llegaron los refuersos!

Raisa, aunque estaba lejos, se puso muy contenta, celebró con sus amigos y se preguntó quienes habían venido a ayudarles.

Lejos de ella, el resto de sus amigos les daba la bienvenida a la princesa Elina que vestía los colores de la bandera de la antigua Abaloria. La acompañaba su corte real, junto con sir Eòga, Brielis, Osiris y algunos hombres vestidos como soldados, ataviados con armaduras, lansas y espadas.

Junto a ella, dos mujeres vestidas con una falda larga, adornada con patrones geométricos muy distintivos. Llebaban una especie de prenda de tela sin mangas que les cubrían los hombros, y Benjamín vio con asombro que ambas estaban cubiertas de algo que parecía ser arcilla roja. Llebaban trenzas adornadas con cuentas y diversos materiales naturales.

Uriu, Circe y Venjamín reconocieron a la que parecía ser de mayor edad, y ahogaron un gritito.

La princesa Elina se adelantó, y atravezó el pecho de un skiggnattcon un movimiento muy certero.

La caballería se dispersó y la batalla comenzó a igualarse para ambos bandos. Uriu, Circe y los demás, peleaban mano a mano con lascriaturas para darles tiempo a Raisa y los dos hobbits de llegar hasta Morlok.

Plantas y numerosos árboles movían sus enormes ramas de un lado a otro, y aunque Uriu suponía que se debía al viento, algo le decía que Araline les pedía ayuda para combatir a los monstruos que amenazaban sus vidas. Las guadralas se les unieron y sus garras ayudaron a nuestros amigos a combatir.

Hasta ahora, la princesa Elina les había comunicado a los viajeros que el líder de los skignatts, de nombre Macluk, era el más grande de todos y la mano derecha de Morlok. Nagru era el rebelde, pero un guerrero muy ávilen el momento.

Gaot era el espía, y uno de los más pequeños. Y por último, Dunkel que se encargaba de llevar mensajes o amenazas a los enemigos de Morloc

—por lo menos son organizados –dijo Benjamín derribando a unskignatt conuna espada.

—si, y nosotros también –le respondió Uriu.

¡holaaa!

se que publico cada mil años, pero he estado muy ocupada y si les soy sincera, solo tengo que subir los capítulos porque el libro ya está terminado.

estoy triste y a la vez feliz, porque no es fácil dejar ir a ciertos personajes, pero es algo necesario y concidero que es un logro muy grande el terminar una historia.

gracias por leer el cap. Publicar{e mañana o el jueves, se los prometo jajaj.

los quieroooo