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Capítulo 27: "mereces ser feliz".

Cuando Louis se despierta el cuarto está oscuro, y está completamente solo. Tiene este familiar sabor a algodón y mierda en su boca, y las palpitaciones en su cabeza clarifican que tiene resaca. Mira al techo por un tiempo, esperando escuchar sonidos en el departamento, pero no hay ninguno. Trata de recordar la última vez que se despertó solo en la mitad de la noche, y no puede. En cambio recuerda volver a casa del bar. Recuerda palabras difuminadas, confesiones dolorosas, y la mirada de horror y pena en el hermoso rostro de Harry. De repente no es tan confuso que se esté levantando solo.

El pánico lentamente empieza a arañar el fondo de su garganta, pero lo deja de lado, porque no quiere alarmarse si Harry solo ha ido al baño. La cama a su lado es helada, no hay ningún rastro de calor corporal restante. Respira profundo, y cuando se levanta apoyándose en su codo, su cabeza da vueltas. Toma su celular primero, viendo que son las dos y media de la mañana.

Sin embargo se da cuenta que lo han dejado dormir de corrido, a pesar de que apenas era la tarde cuando Harry fue a buscarlo a Niall y a él al pub. Louis se pregunta qué le dijo Harry a Liam y Zayn, para explicar que no iba a cenar. El cuarto solo es iluminado por la luna, llegando a través de las delgadas cortinas, y sombras vacías. Incluso así, puede notar la ausencia de los jeans del rizado, los cuales estaban tirados hechos un bollo en el piso al lado de la cama cuando se quedó dormido.

Louis trata de decirse que tal vez Harry solo se levantó en la tarde para la cena, y se los puso para ir a comer con los chicos. También debió haber tomado una nueva camisa del armario del ojiazul, porque este todavía está usando la suya. Excepto cuando se sienta, y estira el cuello para mirar hacia el cesto en el closet, los jeans no están colgando en el borde, como estarían cualquier otra vez que Harry se los sacara para ir a la cama.

Se sienta completamente y su cabeza duele más, pero no tanto como su pecho duele cuando se da cuenta de que el iPhone del rizado no está cargándose sobre el escritorio, como estaría cualquier otra noche que haya dormido aquí. Harry nunca lleva su celular al baño, porque de alguna manera se le cayó al inodoro una vez. Eso, junto con el hecho de que Louis ya ha estado despierto más tiempo de lo que usualmente el rizado se quedaría en el baño, obvia finalmente que haya estado en este.

Louis chequea su celular de nuevo, pero no hay ningún mensaje explicando que Harry tuvo que ir de vuelta a su dormitorio, cualquiera sea la razón. Se deja caer contra el colchón, y escucha con toda su fuerza. Puede escuchar a Liam roncando suavemente en su cuarto al final del pasillo, incluso puede escuchar la música que Zayn siempre deja sonando en el volumen más bajo mientras duerme. No escucha a Harry en la cocina haciéndose una taza de té, o en la ducha, o viendo televisión en el comedor, aunque no tendría sentido que estuviera haciendo alguna de esas cosas a las dos y media de la mañana, de todos modos. Las paredes del departamento son de un papel fino, pero Louis no escucha al rizado, y eso significa que este se ha ido.

El frío lo despierta, y de repente está conteniendo las lágrimas. Harry se ha ido. Harry lo ha dejado. Sabía que esto iba a pasar, pero nunca se dejó pensar sobre qué realmente haría cuando realmente pasara. Había pensado que se sentiría estúpido al principio, habría supuesto que le tomaría un tiempo a que lo golpease por dentro verdaderamente. Al menos asumió que tendría tiempo de que su mente se acostumbrara a ello primero. Sin embargo no sucede, lo golpea instantáneamente; un peso aplastante aferrándolo al colchón y haciéndole difícil respirar.

Harry se ha ido. Louis la ha cagado. No hay ninguna otra razón por la cual el ojiverde no estaría en la cama con él en este momento. Este nunca se iría sin dejar a Louis saber a dónde estaba yendo. Louis sabe que Harry no es el tipo de persona como para solo irse y dejar de hablarle, pero eso no cambia el hecho de que ya no está. Sabe que Harry más que definitivamente será amable con la ruptura, porque así es solo como es. Lo hará gentilmente y tal vez lentamente, y tratará lo mejor para no dañar a Louis.

Louis sabe que si llama a Harry en la mañana, y le pregunta a dónde se fue, este inventará alguna excusa, y luego preguntará para que se encuentren. Cuando se encuentren, Harry le dará la charla. La charla del 'no eres tú, soy yo,' el 'Quiero que sigamos siendo amigos,' el 'estarás bien, sólo no estaba funcionando'. Excepto que no es Harry, es Louis el que está jodido, y no serán amigos, y el ojiazul no estará bien.

Louis se había dicho que debía recordarse el 'Te lo dije', cuando Harry se fuera porque era mucho para manejar, iba a ser mejor que el 'que hubiera pasado si,' cuando el rizado se fuera porque no estaba tratando de ser lo suficientemente fuerte. Estaba tan, tan equivocado. El tiempo extra que hubiera tenido con Harry antes de que este se hubiera hartado y se fuera, hubiera sido infinitamente mejor que esto. Esto de despertarse en la mitad de la noche con el rizado habiéndose ido sin decir una palabra, es el infierno en la tierra.

La peor parte es que, Louis no se había percatado de cuánto le había dado su corazón a Harry hasta que haya sido desgarrado fuera de su pecho, ido, junto con el chico más hermoso que ha conocido. Había pensado que estaba manteniéndose a salvo, solo dándole a Harry tanto como podía permitirse perder. Mantuvo tanto de él escondido, se aferró a los pedazos que quedaban fuerte, así podría tener algo cuando el rizado se haya ido. Sin embargo no fue suficiente, dio demasiado.

Incluso los pedazos de su madre. Se da cuenta ahora que las partes más insignificantes de él se las ha llevado Harry en el camino. La forma en la que le gusta su té cada mañana, eso es de Harry ahora; manchado por la manera en la que despertaría a Louis con una taza y un beso cada día; el té de la mañana nunca será lo mismo. La manera en la que Louis siempre huía a su cuarto, poniéndose cómodo en su cama, y mataba el tiempo estudiando, o simplemente escuchando música y haciendo bocetos. Eso también es de Harry ahora, porque nunca será lo mismo, sin sus tobillos enredados debajo de las sábanas, sin el rizado tarareando suavemente las canciones que sonaban.

Harry ha proclamado la forma en la que Louis habla, la forma en que ríe; solo sacando a la luz que ha memorizado cada uno de los tonos de este, afirmando cuánto ama su risa; esas cosas son del rizado ahora. Incluso se ha llevado la forma en la que Louis se viste; porque en el minuto en el que llegan al departamento, el ojiazul está fuera de su ropa, y en algo cómodo de Harry. Incluso cuando Louis se viste para ir a la escuela en las mañanas son cada uno de los atuendos favoritos de Harry. Sabe que el ojiverde ama cuando usa chaquetas, y mantiene su flequillo hacia abajo, sabe que ama cuando usa el negro en las prendas, o su cabello en un copete.

Nada suyo le pertenece de ahora en adelante. Harry lo tiene todo. Harry lo tiene todo, y acaba de irse con eso. Louis había pensado que estaba siendo tan cuidadoso, no dejándose encariñar, no dejando al rizado completamente adentro. Sin embargo está adentro, está adentro tan hirientemente profundo que ni siquiera puede pensar en respirar si saber que el rizado se ha ido. No puede pensar en salir de la cama sin escuchar esa profunda y grave voz diciendo su nombre tan suavemente. No puede pensar en ir a la universidad sin esa ridículamente larga mano para sostener.

Necesita los estúpidos divertidos mensajes que recibe a lo largo del día. Necesita los ojos pacientes sonriéndole en el almuerzo. Necesita los grandes brazos abiertos, acurrucándolo después de un largo día de clase. Necesita el cuerpo tibio a su lado, dibujando patrones sin sentido en su espalda hasta que se duerme. Necesita a ese chico con la sonrisa fácil, tan brillante que fuerza una idéntica en él. El chico con las manos gentiles, e incluso labios más suaves. El chico que es tan bueno, y tan puro, y tan amable, y tan encantador, con todos los que hace contacto. El chico que siempre tratará de ver lo bueno en todos, lo bueno de cada situación.

Louis necesita los besos, necesita las palabras amables, necesita el amor. Necesita al chico que siempre trató de ver lo bueno en él, lo bueno que no está ahí. Harry tenía tanta esperanza en Louis. Ese optimismo en esos hermosos ojos verdes fue lo que trajo al ojiazul de vuelta, hizo que quisiera ser mejor para Harry. Harry genuinamente creía que Louis era una buena persona, una persona merecedora de su amor y atención. Trató lo mejor que pudo para amarlo, y había llegado tan cerca, había hecho sentir al mayor tan cuidado.

Sin embargo todo se ha destruido, porque Harry finalmente se dio cuenta de que Louis es imposible de amar. Finalmente vio la desagradable, parte rota dentro de él. Justo como Louis supo que sería; era demasiado. O tal vez él no es lo suficiente. No importa cuán duro trate, Harry nunca será capaz de amar esa dañina y retorcida parte de él. Nadie nunca lo hará.

Louis está tirado en su cama tratando de decirse que es mejor que Harry se diera cuenta ahora, y se fuera antes de que tuviera todo lo que tenía para dar. Excepto que eso ya pasó. Harry ya tiene cada parte de Louis, y va a irse lejos con todo eso cuando le diga a este que se ha terminado. Louis sabía que esto iba a pasar, trata de recordarse que se ha estado preparando para este día desde la primera vez que Harry lo besó. En este momento debería estar listo para dejarlo ir, ya ha sido lo suficientemente afortunado por haber tenido al rizado más de lo que se merece.

No merecía a Harry como un amigo, cuando ellos solo solían pasar el rato en el studio al principio. No merecía tenerlo cuando su relación era fácil, y el rizado solo era paciente y dulce y lindo con él. Está seguro como el infierno que no ha merecido a Harry todo este tiempo, mientras este ha estado tratando tan duro de ayudarlo con el problema que tiene con la comida, mientras se ha mantenido a su lado aunque sea un completo desastre.

Tienes sentido que todo esté llegando a su fin ahora.

El pasado de Louis, es muy grande, y demasiado horrible, también. No solo en el exterior, si no también en el interior. Él no está completo, le faltan piezas; y las que ha dejado son repulsivas, y dañadas, y defectuosas. Harry finalmente vio eso. Louis se arrepiente tanto de haber sido el que abrió la boca y haber puesto toda su mierda a la vista, porque fue el colmo para el rizado. Sabe que aunque no lo hubiese hecho, Harry lo hubiera visto por sí solo eventualmente. Hubiera visto que estaba jodido más allá del reparo.

De todas maneras, Harry ha llegado a su límite, y ya está harto. Trató lo mejor que pudo para ayudar a Louis, para cuidar de él, para hacerlo feliz, justo como prometió en esa pista de hielo todos estos meses atrás. Trató; pero cómo Louis ha dicho, no es reparable, y Harry ve eso ahora. Así que mañana ellos tendrán la incómoda conversación, con el rizado rompiendo con él, y luego se irá de su vida para siempre. Sin embargo Louis sabe, que en alguna parte del camino Harry se convirtió en la única cosa sosteniendo todas sus partes juntas, y no sabe lo que va a hacer cuando ya no esté.

Sin embargo lo dejará ir, por supuesto que lo dejará ir. Nunca podría pedirle a Harry que se quede, nunca podría hacer que este se sienta mal por irse. Sabe que el rizado es por naturaleza amable, y puede que incluso le duela un poco terminar las cosas, tan solo porque siente culpa ya que el ojiazul es patético. Louis va a dejar que Harry se vaya, y va a desear genuinamente que todas las cosas maravillosas en el mundo le pasen, porque el rizado es un ángel por estar con él tanto tiempo, y se merece el mundo. Louis desea tanto ser suficiente para Harry, pero no puede, por lo que dejara que se vaya.

Louis piensa que tal vez debería estar llorando, pero no lo está. Siente como si estuviera siendo aplastado, y desgarrado en sus costuras, al mismo tiempo. Está tirado en la cama, mirando el techo, tratando de recordar cómo respirar. Recuerda tener dificultad para respirar antes de que Harry apareciera. Estaría sentado en el estudio, y los dolores por el hambre no serían suficiente para mantener sus pensamientos a raya. Su pecho se apretaría y tendría que sostenerse de la mesa para cortar por su querida vida, y tratar de respirar. A veces siente como si tuviera un pulmón pinchado, como las palabras de "ella" apuñalaron un agujero entre sus costillas, y ahora, no importa cuan profundo respire nunca hay suficiente aire, nunca puede mantenerlo adentro el tiempo necesario.

Harry le ayudó a respirar. Harry se llevó el dolor suficiente para que se sintiera feliz. Ahora que este se ha ido, Louis piensa que tal vez perderlo se va a sentir como una sustracción de morfina. Puede sentir como su estómago se retuerce, la bilis subiendo por la parte trasera de su garganta. No sabe si es por todas las calorías que ingirió en el pub, o todo el alcohol en su intestino, o porque está perdiendo la mejor cosa que le pudo haber pasado, pero siente como si fuese a vomitar.

Se arrastra fuera de la cama, y trata de desenredarse de las mantas. El cuarto entero comienza a dar vueltas y se tiene que sentar por un momento, para estabilizarse. Las palpitaciones en su cabeza solo son aliviadas cuando presiona los nudillos de sus manos fuertemente contra sus ojos. Se sienta por un momento, con sus codos en sus rodillas y su cabeza en sus manos, tratando de deshacer la sensación de náuseas subiendo por el fondo de su garganta.

Cuando finalmente siente que puede pararse, asimila la situación, sus rodillas tambaleándose un poco. Toma una última mirada alrededor del cuarto, buscando por alguna señal a Harry, pero no hay ninguna. Cuando deja su cuarto va directo por el pasillo hacia el comedor, a pesar de que sabe que es mejor esperar que el rizado solo haya dormido en el sillón o algo. El comedor está oscuro, y el sillón está completamente vacío. Al mismo tiempo en que su corazón se hunde, el vómito decide empezar a trepar su garganta.

Harry se fue.

Tropieza regresando hacia el baño, completamente preparado para expulsar los contenidos de su estómago, cuando nota que la puerta está cerrada. Vacila, porque nadie en el departamento nunca cierra la puerta después de que salen. Está a punto de abrir la puerta cuando escucha un lloriqueo. Su corazón comienza a acelerarse porque... Harry.

Hay otro lloriqueo, y algo como un murmuro tembloroso, y sabe que es el rizado. Está helado en su lugar.

— Lo sé, Gems —dice, su voz tan baja que no hay duda por qué Louis no la escuchó antes—. Su propia maldita madre. Ni siquiera sé... es que ni siquiera sé que haría si mamá hiciera algún comentario grosero, dejándome a un lado y botándome de casa. Incluso Robin, si Robin fuera malo dolería mucho. Pero, ¿mamá? Eso me malditamente destrozaría, no hay una maldita duda de por qué él está así.

Louis se queda en un silencio aturdido a la vez que escucha lo que Harry está diciendo, obviamente en el celular con su hermana. Descansa su espalda en la pared al lado de la puerta, y se deja hundirse silenciosamente en el piso. No sabe qué significa esto, que Harry no se haya ido del departamento aún, tal vez le está hablando a Gemma sobre irse.

— Él aguantó tanta mierda en la escuela. Uno de sus mejores amigos le dio una buena paliza, y llegó a su casa solo para tener a su padrastro diciéndole que se lo merecía, y su mamá lo dejó solo en su cuarto. Nadie lo llevó al hospital hasta que Liam y Zayn fueron a ver cómo estaba al maldito día siguiente. No había ido a la escuela, porque estaba desmayado en su cama, sangrando, con una contusión y las costillas rotas —Louis puede escuchar las lágrimas en la voz de Harry, y eso solo ata un nudo en su garganta—. Las personas que se suponía que debían estar protegiéndolo, y amándolo, estaban hundiéndolo, y destrozándolo, y luego ellos solo lo botaron. ¿Cómo le haces eso a tu hijo?

Louis restriega su rostro, no quiere pensar en esta mierda de nuevo. No quiere escucharlo repetido en la hermosa voz de Harry. Sin embargo este no se ha ido, e incluso si están separados por una puerta, y Harry solamente está sintiendo pena por Louis, al menos está aquí. Su pecho duele a medida que escucha.

— Lo sé, yo también —Harry dice, a lo que sea que Gemma debe haber dicho en la otra línea—. Por dos años él tuvo que actuar como si estuviera bien, que estaba bien por su cuenta, y que no estaba dolido. ¿Y luego malditamente se entera de que su mamá dijo esas cosas? ¡Que ella quería que se fuera! Yo ni siquiera puedo, no puedo pensar en mamá alguna vez haciéndome eso, me hace sentirme mal del estómago, y él ha estado viviendo con todo eso todo este maldito tiempo.

Harry está luchando por mantener su voz baja, mientras más enojado se pone. Louis está luchando por no llorar, porque no puede manejar la tristeza en la voz del rizado. Atrae sus rodillas hacia su pecho, y descansa su frente en ellas, sus manos agarradas fuertemente a sus tobillos.

— Exactamente. Y debe ser incluso peor porque es como que... ni siquiera se trata de religión. Louis no tiene absolutamente idea por qué su propia mamá lo odia tanto por ser gay, por qué ella piensa que es tan malo ser así. Pero está jodidamente arraigado a eso ahora. Ha sido inculcado tan profundo cuán defectuoso es, cuán mal está... —La voz de Harry se quiebra—. Él se odia por eso. Hay tantas personas en el mundo que nos odiarían instantáneamente por ser gay, y Louis está ahí, odiándose, cada minuto del día.

Su voz se rompe al último, y amortigua un sollozo. Estornuda a la vez que Gemma habla. Louis puede solamente escuchar apenas el minúsculo zumbido de su voz, y se percata de que Harry debe estar sentado con su espalda contra la puerta. No hay ninguna luz filtrándose por la rendija debajo de la puerta, así que debe estar sentado ahí en la oscuridad. No puede soportarlo.

— Él siguió diciendo cuán defectuoso estaba, cómo era su culpa que ella lo odiara. Me mata como la mierda escucharlo decir eso. No puedo malditamente comprender un universo en el que Louis pudiera merecer cualquier cosa como esta. Él se merece el maldito mundo, Gems —Harry está llorando fuerte ahora, y las lágrimas están atoradas en la garganta de Louis—. Él merece ser recordado cada segundo de cada día cuán increíble es. Pero cada vez que trato de recordárselo, tratar de evadirlo, no me cree. Todo lo que puede ver es cuán horrible es, cuán defectuoso está. Por la culpa de ella.

Louis está completamente destrozado. Incluso ahora la voz en su cabeza le dice que Harry está por irse. Este se dará cuenta de que el ojiazul nunca podrá amarlo propiamente, que para él es imposible de amar, y se irá. Louis no entiende por qué Gemma no le ha dicho a Harry que reduja sus daños y que corra aún. Sin embargo lo hará pronto, está seguro.

— No lo sé, Gem. Ya no sé qué hacer. No sé cómo ayudarlo con esto. Por lo menos ahora está comiendo, pero es que, ahora sé toda la mierda que está en su cabeza todo el tiempo. Se odia tanto que se moría de hambre. Es que no lo sé. no sé cómo ayudarlo —Harry suena tan destruido, las lágrimas de Louis se deslizan más allá de sus pestañas y hacen un camino hacia abajo por sus mejillas—. Piensa que lo voy a dejar. Él probablemente se levante en la mañana, volviéndose loco, porque pensará que ahora que me ha dicho todo lo voy a dejar.

Louis frunce el ceño, y aparta lejos sus lágrimas con manos temblorosas. Su cabeza se siente de alguna manera como si estuviera bajo el agua. Está teniendo problemas para reconstruir la conversación de un lado. Sólo está esperando a que el mundo se caiga. Está esperando a que Harry diga que se irá.

— Porque él piensa que todos lo van a dejar. Mierda, toda la conversación empezó porque piensa que Liam, y Zayn, las dos personas en este mundo, a parte de mí, que lo aman con todo sus corazón, lo van a dejar también. No se da cuenta de que van a estar con él hasta el día en que muera, y yo estaré aquí hasta el día en que me aleje. E incluso en ese entonces... no sé Gemma, nunca he... nunca he amado a alguien tanto de esta forma antes. Yo solo... quiero estar con él para siempre —Harry susurra, su voz temblando.

Las palabras rebotan en la cabeza de Louis, pero no se están adhiriendo. No tiene sentido. Nunca alejaría a Harry intencionalmente; no merece ni un segundo con este, no va a acortar su tiempo con él. No puede comprender esas únicas palabras, simplemente no tiene sentido. Para siempre. Por qué mierda Harry querría un para siempre con Louis.

— Incluso si él no lo dice, Gemma, sé que no puede decirlo, pero le importa. Se preocupa por mí. No necesito que me diga que me ama. No necesito esas tres palabras. Me mira como si le importara. Como si yo significara algo. Puedo verlo en sus ojos. Se... se preocupa por mí. Ya es suficiente con que pueda tenerlo. Que esté en mi vida. Louis me hace tan feliz. E incluso si no me puede amar a cambio, yo lo amo con todo lo que tengo, así que no voy a dejarlo ir. Yo solo... desearía saber cómo podría ayudarlo para que deje de odiarse.

Louis no entiende. Harry no se va a ir. Aún no está harto. Se ha encerrado en el baño para hablar con su hermana, porque le ha dicho un cientos de veces antes, que Gemma es la persona en la que confía. No está pidiéndole consejos sobre cómo dejar al ojiazul gentilmente, no se está quejando sobre cuán jodido este está. Le está hablando a su hermana mayor sobre cuánto está sufriendo, porque su novio también lo está haciendo. Porque se preocupa por Louis, y ni siquiera está volviéndose loco o rechazándolo.

— Lo sé, sé que no puedo reparar todo ese dolor. Él no irá. Sé que no lo hará. Al principio cuando nos enteramos, le dijimos ir a un tratamiento y dijo que no. Ya no tiene que ir a rehabilitación... es que ha estado manteniendo la comida. Y ahora sé que no, no es todo sobre la comida, es sobre lo que está dañándole por dentro —Harry hace una pausa, y la boca de Louis se seca—. ¿Como un psicólogo? No creo que el vaya a... ¿el tuyo te ayudó después de rehabilitación? —murmura, y ella dice algo—. No creo que esté de acuerdo con ver a alguien. Incluso solo un psicólogo, sin ir a rehabilitación, no pienso que lo haga.

La tristeza en la voz de Harry hace que la respiración de Louis se detenga. Como si no quisiera nada más que el mayor consiga ayuda, pero este le está negando eso. Louis de repente siente como si estuviera decepcionando a Harry. Este le ha dado tantas oportunidades. Una y otra vez ha probado que no es lo suficientemente bueno para el rizado, pero aquí está, aceptándolo una y otra vez, diciéndole que lo ama de todos modos.

Harry no se va a ir, pero tiene este deseo, esta esperanza, de que Louis va a conseguir algún tipo de ayuda. Solo quiere que este busque ayuda porque quiere que sea feliz.

Louis piensa hacia atrás en ese día en el studio. El día en que Harry le pidió una oportunidad. Una oportunidad de hacerlo feliz. Las palabras del rizado rebotan en su cabeza a la vez que está sentado ahí, "sigues siendo hermoso incluso cuando no estás sonriendo", no había tenido idea de lo que quiso decir con eso en ese tiempo. Cree que tal vez lo entiende ahora. Harry se había quedado a su lado mientras le ocultaba secretos, mientras que le mentía, mientras que había sido un completo y total desastre, mientras que lo había tratado como mierda.

Harry no quería estar con Louis para tratar de repararlo e irse, porque ni siquiera piensa ser capaz de ayudarlo en este momento. Todavía sigue aquí, a pesar de que el ojiazul está totalmente jodido. Está hablando sobre tratar que Louis busque ayuda con su hermana, pero ha dicho que no se irá, incluso si este no acepta la ayuda.

— No lo sé, Gems, no lo sé. Le preguntaré yo solo.. No creo que diga que sí. Solo no puedo manejar, no puedo malditamente soportar su auto-odio —Harry dice en voz baja, antes de dar una pausa—. Escucha, siento tanto haberte llamado tan tarde. Debes estar exhausta, soy un gran gilipollas. Yo solo, he dormido toda la noche y luego de que los chicos se fueran a dormir ya no pude hacerlo. Pensando sobre todo.

No pensando en dejar a Louis, no haciendo un plan de escape. Louis puede difícilmente creer eso, puede difícilmente entender que Harry no va a terminar las cosas con él mañana. Nada de eso tiene sentido.

— Te amo. No sé qué haría sin ti —Harry murmura, antes de que ella diga algo—. En todo este lío olvidé decirte que el aceptó quedarse con nosotros por un tiempo durante las vac... lo sé, también estoy emocionado —su voz es momentáneamente alegre, a pesar de la aspereza por haber llorado.

Louis lloriquea y se limpia las mejillas. Sólo quiere ser lo suficientemente bueno para Harry. Quiere merecer la felicidad en la voz de este.

— También te amo, duerme un poco, lo siento por... está bien, también te amo gracias —dice Harry y Louis escucha el sonido del bloqueo del iPhone de este.

No sabe si debería pararse, volver a la cama, y pretender que no escuchó, o si debería golpear la puerta y decir algo. No sabe qué diría si lo hiciera:

'Lo siento, soy una mierda de novio. Lamento ser tan abrumante que tengas que encerrarte en el baño y llamar a tu hermana. Haría todo para que no te fueras. Por favor, no me dejes'.

Sin embargo sabe que no puede decir ninguna de esas cosas, así que va y se levanta del piso.
Está pensando en esperar despierto a Harry en la cama, y no decirle que escuchó la conversación. Quiere decirle al rizado cuán perfecto es. Quiere acercarse a este lo más posible que se puede, y solo esperar que esté ahí en la mañana. Está por ir al cuarto, cuando escucha un sollozo. El sonido es tan estrangulado, como si Harry estuviera tratando lo mejor posible por amortiguarlo, y por eso que es cien veces más desgarrador.
Escucha a Harry tomar una respiración temblorosa, y luego escucha otra explosión de sollozos sofocados, seguido por un lloriqueo. El corazón de Louis duele en su pecho, porque malditamente causó eso. Se obliga a levantarse y presiona su palma contra la puerta, golpeando con los nudillos suavemente.

— Bebé soy yo, abre la puerta —dice en voz baja.

La respiración de Harry se escucha más pesada, deja salir una ruidosa aspiración, y aclara su garganta.

— Está bien —dice sumisamente.

Escucha a Harry levantarse del piso y las luces se encienden, filtrándose por debajo de la rendija de la puerta. Lentamente la puerta se abre crujiendo, y Louis se encuentra con un Harry congestionado y con ojos hinchados, el camino de lágrimas todavía recorriendo su rostro.
Este mira hacia Louis con una expresión nerviosa. Louis no recuerda que había estado llorando también, hasta que Harry está acercándose y drenando las lágrimas de sus mejillas con sus pulgares. Louis muerde su labio y levanta sus brazos hacia las mejillas del rizado, limpiándolas también.

— ¿Escuchaste...? —

— Sí, un poco —responde Louis.

Louis se abalanza hacia adelante y se presiona cerca de Harry, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura y enterrando su rostro en su pecho desnudo. Está usando sus jeans, lo que explica porqué no estaba en el cesto. Recorre con sus manos arriba y abajo la espalda del ojiverde, solo tratando de calmarlo. Este está llorando de nuevo. Encorvado para presionar su rostro en el cuello de Louis, sus hombros temblando al mismo tiempo que solloza.

— ¿Porqué estás llorando, amor? —Louis dice en voz baja.

Harry ahoga algo parecido a una tos.

— Porque me enferma por lo que has estado pasando, Louis —llora—. ¡Y no sé cómo repararlo!

— Shh, no es tu trabajo hacerlo, bebé —dice en voz baja.

— Quiero que seas feliz —Harry solloza—. Mereces ser feliz.

— Lo soy. Cuando estoy contigo lo soy. Tú me haces feliz —Louis insiste.

— ¡No quiero que te odies nunca más! Porque te amo tan jodidamente tanto, ¡y me mata como la mierda que la persona que más amo se odie!

— Harry, yo... —Louis niega con la cabeza, y pasa sus dedos a través de los rizos en la nuca del cuello del menor—. No sé cómo arreglar eso, lo siento, p-pero de todos modos no es tu trabajo hacerlo.

Harry gime y acerca a Louis imposiblemente más cerca, sus rodillas se doblan para llevarlo más cerca de su nivel. Louis solo frota de arriba hacia abajo por su espalda, apretándolo fuerte.

No sabe cómo responder a Harry estando tan herido porque él está herido. Su cerebro está haciendo una excepción, la mitad diciéndole cuánto a Harry le importa, la otra mitad diciéndole que es una persona horrible por dejar que este increíble y cariñoso chico esté herido por la mierda de su vida.

— Louis, voy a pedirte algo, y por favor piénsalo antes de negar a la primera, ¿está bien? —Harry murmura, sin mover su boca del cuello del mayor.

— Está bien Haz, pídeme lo que quieras, solo deja de llorar —dice Louis, empujando a Harry un poco, solo lo suficiente como para limpiar debajo de sus ojos, antes de sostenerlo de nuevo.

— Quiero que consideres,  ¿podrías por favor pensar sobre tal vez... hablar con alguien? Alguien además de mí, o los chicos. ¿Alguien profesional? ¿Alguien que pueda ayudarte a sentirte mejor, que pueda ayudarte a que veas cuán bueno eres, cuán increíble eres? Solo... alguien que no sea nosotros necesita decirte que no es tu culpa, para que así lo creas. No quiero decir... no irás a rehabilitación porque estás comiendo bien ahora, ¿pero tal vez un psicólogo? ¿Solo alguien con quién pudieras reunirte una vez a la semana o algo así? Solo para hablar, solo para ayudarte. Por favor. Mi hermana vio a un psicólogo después de salir de rehabilitación y ella dice que ayudó mucho. Solo... antes de decir que no, por favor, piénsalo. Podrías solo ir a una sesión una vez a la semana, solo para probar, y si no parece que te está ayudando puedes dejar de ir. ¿Solo piénsalo? —Harry divaga, su rostro escondido contra la piel de Louis, sonando vacilante e inseguro.

Louis apenas tiene que procesar las palabras antes de que esté asintiendo.

— Está bien —dice.

Harry toma el suspiro más grande de alivio que alguna vez haya escuchado.

— Gracias —murmura—. Toma todo el tiempo que necesites para pensarlo, solo por favor realmente considéralo. Prometo que haré todo el trabajo, te encontraré un doctor que sea bueno, que realmente pueda ayudar.

—No Harry, estoy diciendo que está bien, veré a un psicólogo —Louis respira, su voz temblando un poco.

Siente a Harry congelarse en sus brazos, y luego lentamente este se retira. Sus mejillas están tan rojas como sus ojos, y su cabello está despeinado por estar frotándose contra Louis.
Hay una mirada de pura incredulidad en su rostro y sus ojos están muy abiertos, y tan esperanzados, como el ojiazul los ha visto un millón de veces antes.

— ¿Qué? —pregunta calmado.

— Estoy diciendo que veré a un psicólogo. Pero, por favor, no un psiquiatra, ¿esos son los que te dan medicina, cierto? No quiero tener medicación. Pero hablaré con alguien, veré a alguien —dice lentamente, tratando de no dejarse dar más vueltas.

— ¿Lo harás? —Harry casi llora—. ¿En serio?

Louis asiente, tragándose el nudo en su garganta.

— Cuando... cuando me desperté pensé que me habías dejado. Dejado por lo que te había dicho. Y,  solo no quiero que me dejes —Louis murmura, y no puede evitar que las lágrimas se deslicen sobre sus mejillas—. Yo solo... estoy cansado de hacer que te preocupes por mí. Estoy metiéndote en mi infierno, y no quiero verte llorando por mi mierda nunca más y solo... sé cuán malditamente suertudo soy por tenerte y n-no quiero arruinarlo.

Louis está lleno de llanto cuando termina, porque pensó que Harry se había ido, ahora está volviendo rápidamente a él. Lo necesita. No puede dejar a Harry irse. Y si eso significa ir a un psicólogo lo hará sin rezongar. Quiere ser mejor para él. Quiere merecerlo. Quiere ser lo suficientemente bueno. Harry suelta un gemido y recoge a Louis entre sus brazos, antes de deslizarse hacia el piso junto al lado de la puerta. Louis no protesta el estar acunado en el regazo de Harry como un bebé, porque siente que ha perdido esta batalla, y se deslizaría debajo de la piel del rizado solo para estar más cerca de este, si fuese posible.

— Escúchame Louis, por favor. Yo nunca, de ninguna manera, te dejaría. Me mata que hayas pensado eso incluso por un momento. Solo no podía dormir y necesitaba hablar con Gemma, porque estoy preocupado por ti. Nunca te dejaría por haberte abierto conmigo, nunca te dejaré, ya sea viendo a un psicólogo o no. Me preocupo por ti, me preocuparía si tuvieras una vida perfecta, y siempre me preocuparé por ti, porque te amo. Siempre quiero que seas lo más feliz que puedas ser, y nunca quiero verte herido. No estás poniendo tu infierno sobre mí. Soy tu novio, estamos en esto juntos, y sacaría cada uno de tus demonios fuera de ti si pudiera. Ya no estás solo Lou, estoy aquí para ti, porque quiero estarlo, y nada va a cambiar eso. Tú abriéndote hacia mí significa el mundo. Yo soy el afortunado, agradezco a mis estrellas de la suerte cada día que estás en mi vida, y voy a quedarme aquí siempre y cuando me dejes —dice Harry, y Louis se odia por lloriquear, pero está tratando tanto de creer en lo que el rizado le está diciendo—. Pero en serio bebé, si tú, si tú realmente lo dices en serio te encontraremos al mejor doctor, alguien que pueda ayudar. Por favor, ¿por favor dime que lo dices en serio?


Louis ahoga un sollozo y asiente.

— Lo digo en serio, Harry. Mierda, yo solo estoy tan jodidamente cansado de sentirme así todo el tiempo. Es cansado. Solo quiero sentirme bien.


Harry hace un sonido estrangulado y abraza a Louis más fuerte.

— Te amo, te amo tan jodidamente tanto, y vas a estar bien, te vas a sentir bien. Vas a ser feliz. Te vamos a conseguir ayuda. Te amo tanto, tantísimo.

Harry lo carga hasta el cuarto, y ellos van a dormir enredados más cerca que nunca. Louis cae dormido pensando qué será poder ser capaz de decirle al ojiverde que lo ama.

(***)

Cuando Louis sale del edificio, ve a Harry a primera vista. Este ha estacionado un poco desalineada en uno de los lugares de estacionamiento, con las ventanas abajo y la música sonando baja. Está leyendo un libro, desgarbado en el asiento. Louis le había dicho de ir y encontrarse con Niall para almorzar o algo, para matar el tiempo. Había insistido que el rizado no tenía que esperar, pero duda si este escuchó. A medida que se acerca a la camioneta se da cuenta de que el libro está al revés, lo que significa que Harry ha estado sentado por mucho tiempo, probablemente estresado, y pretendiendo leer para verse ocupado.
Louis camina hacia el lado del acompañante, y abre la puerta para entrar en la camioneta.

— ¿Disfrutando tu novela? —pregunta, a la vez que Harry arroja su libro sobre su hombro al asiento de atrás.

— ¿Hmm? Sí... ehm no, no estaba realmente concentrándome —admite lentamente.

— ¿Cuánto tiempo llevas esperando? —Louis pregunta.

— Desde que te dejé —Harry dice—. Estaba preocupado de que quisieras irte temprano o algo; quería estar aquí si lo necesitabas.

— Gracias, amor —Louis dice tranquilamente, llevando sus rodillas contra su pecho en el asiento, tomando un momento para respirar.

— ¿Cómo te fue, bebé? —Harry pregunta, tomando la mano de Louis en la suyas.

Louis suspira.

— No lo sé, era bastante raro. Realmente no discutimos sobre nada. Él solo me formuló una tonelada de preguntas, pero, realmente aleatorias. Como por ejemplo primero me hizo decir lo que había causado... bueno básicamente le dije la versión comprimida de lo que te dije. Y escribió todo. Luego preguntó sobre mamá, luego se salteó a algo sobre cómo me estaba yendo en la universidad. Luego cambió hacia mis hábitos alimenticios, luego de vuelta a mi pasado, luego preguntó otra cosa aleatoria. No lo sé, era raro.

— ¿Has estado llorando? —Harry pregunta suavemente, su pulgar pincelando suavemente debajo del ojo de Louis.

— Un poco —Louis frunce el ceño—. Todavía es raro decirle en voz alta.

Harry asiente.

— ¿Así que tú... le dijiste todo, y respondiste todas sus preguntas? —Harry pregunta.

Louis asiente.

— Supuse que debería también, es su trabajo, ¿cierto? Y te lo prometí y a los chicos —dice en voz baja—. Sin embargo realmente no pienso que me sienta mejor... —admite vacilante.

— No amor, por supuesto que no. No a la primera. Y apuesto que estaba haciendo preguntas tan aleatorias para conseguir las respuestas más honestas, sin darte una oportunidad para pensar la mejor manera de responder. Pero las próximas sesiones no serán así, y por supuesto que va a tomar tiempo antes de que empiece a ayuda r—Harry dice gentilmente.

— ¿Acaso te ha hablado del plan de tratamiento o algo? —Louis pregunta, jugando con los dedos de Harry distraídamente.

Harry mira hacia abajo hacia sus manos entrelazadas.

— Cuando hablé con él solo quería asegurarme que no iba a hacer algo demasiado extremo. Sabía que esto era algo así como una idea general, y si tenías una mala experiencia no ibas a querer volver. Solo me dio una breve idea de cómo trabaja —explica.

Louis había hablado con el psicólogo una vez antes de que estuviera listo para venir a su primera sesión. Dr. Chen solo se había presentado, y discutido el proceso para empezar el tratamiento. Había tenido que conseguir la confirmación del ojiazul de que sería la sesión, porque hasta ese momento solo había hablado con Harry, quien solo podía llegar a eso por confidencialidad.

A medida que el doctor explicaba la manera en la que trabajaba, Louis había estado pensando en Harry. No había tomado mucho tiempo decidir que quería que el rizado tuviera acceso completo a su archivo. El doctor había estado complacido, explicando que a los pacientes usualmente les iba mejor cuando tenían a alguien en casa para discutir el progreso, y para explicarle cómo ayudarle fuera de su oficina.

Cuando Harry había escuchado a Louis decirle al doctor que era él a quien quería poner en el archivo, sus ojos se había humedecido, como si el mayor le estuviera dando algún gran honor.
Era una opción obvia para Louis. Harry se había esforzado tanto, llamando a psicólogos, leyendo reseñas en internet; estaba tan determinado en encontrar el mejor doctor para el ojiazul. Harry se preocupa más por el buen estado de Louis de lo que a este le importa, así que el ojiazul concluye que si alguien debería saber qué está pasando, es el rizado.

Louis no sabe cómo se siente sobre las tácticas del Dr. Chen aún, luego de solo una ligera confusa sesión; pero había estado esperando determinar su primera real impresión del doctor, y había sido buena. Dr. Chen es amigable, pero no de una manera falsa, es directo, pero no abrasivo, y no es frío. Recuerda a Harry vetar dos doctores porque sonaban demasiado fríos por teléfono.

— Gracias, Harry —dice Louis.

Harry parece confundido.

— ¿Por qué, bebé?

— ¿Por preocuparte? ¿Por afrontar con todo esto? —Louis contesta, por quedarte, por tratar de amarme, piensa.

— Louis, estoy tan orgulloso de ti —Harry dice dulcemente—. Estoy tan orgulloso de ti por aceptar ayuda.

Harry se acerca, y acuna la parte de atrás del cuello de Louis. Se inclina en el asiento para presionar un beso en la frente de Louis. Este se inclina contra el toque, finalmente sintiendo su estrés disminuyendo después de la sesión. Cuando se alejan, Louis realmente puede ver el orgullo en los ojos de Harry.

— Hubiera estado orgulloso de ti si hubieras ido a la sesión, pero hubieras tenido que irte a la mitad. O si hubieras ido y te hubieras negado a decir una palabra, o contestar a alguna pregunta. Al menos estarías dando el primer paso. Pero mírate; fuiste allí dentro y pusiste todo sobre la mesa, y respondiste las preguntas. Puedo ver cuán duro estás tratando y no puedo... no puedo explicar cuánto significa eso para mí, cuán orgulloso de ti estoy.

Las mejillas de Louis están ruborizadas al tiempo en que Harry cierra su boca. Sonríe suavemente y presiona un beso en cada mejilla rosa de Louis. Este deja a sus ojos cerrarse pestañeando, y no los abre cuando siente la frente de Harry presionarse con la suya.

— Solo quiero... quiero ser reparado —Louis dice en voz baja—. Me dices que estás orgulloso de mí y en lo único en lo que puedo pensar es cómo si no fuese tan patético en primer lugar no tendría que estar haciendo esto.

Esto es una cosa nueva para ellos; Louis diciendo cómo se siente, incluso sin que Harry pregunte. Fue duro al principio, no vino fácil, pero Louis se siente más ligero solo por eso. Es bueno no tener que analizar todo lo que admite antes de que lo deje salir de su boca. Es bueno el solo compartir cómo se está sintiendo, a pesar de que usualmente son cosas malas. Harry normalmente solo sabe qué decir, y no lo trata diferente. 

Este hace un sonido triste, pero Louis no abre sus ojos.

— Louis, no necesitas ser reparado. No estás roto, no eres defectuoso, y menos patético. Estás herido. Has estado tan, tan herido, y ahora necesitas una pequeña ayuda para sanar. No hay nada de malo con eso, solo necesitas sanar, ¿está bien, amor?

Louis asiente lentamente, tratando muy fuerte de creer las palabras de Harry. Sin embargo, es duro, cuando muy dentro suyo sabe que no es verdad. Está roto, es defectuoso, y patético. Tal vez pueda sanar, pero como un hueso roto que es colocado correctamente, el dolor puede que se vaya, pero siempre estará retorcido, deformado.

— Okay —respira, solo saboreando el estar tan cerca de Harry en el momento.

— Te amo tanto, Louis —Harry dice en voz baja, su respiración tibia en las mejillas del ojiazul.

Louis se ha estado preguntando mucho últimamente cómo sería finalmente poder decirle a Harry que lo ama. Las palabras saltan a sus labios cada vez que el rizado lo dice, e incluso algunas veces cuando no lo hace. Sin embargo no puede decirlas, porque sabe que se arrepentiría al instante. La duda, y terror que sentiría luego de decirle eso a Harry, lo comerían vivo. Puede observarlo objetivamente, puede amar la manera en la que el rizado cuida de él, puede amar la manera en la que lo hace sentir, puede amar estar junto a él. Pero puede amar a Harry, en lo completo, abarcando todo, de forma incondicional en la que sabe que debería.

Se ha dicho tres millones de veces que Harry lo ama, que la mirada en sus ojos es amor, que las palabras que dice son verdad. Que actúa de la manera en que lo hace porque lo ama. Ha tratado de creerlo tres millones de veces también, pero solo no puede. Cada vez que trata su mente se inunda con todas las razones por las cuales es imposible que el rizado lo ame. Inundaciones con todas las razones por las que es un suicidio amar a Harry.

— ¿Podemos ir a casa? —pregunta en voz baja.

— Por supuesto amor, por supuesto —dice Harry, alejándose y presionando un suave beso en los labios de Louis.

Harry pone el auto en reversa, y sale del estacionamiento. Louis abre sus ojos, y busca su mano, presionándolas juntas con sus palmas alineadas. Harry entrelaza sus dedos, fácilmente superponiéndose sobre los dedos de Louis. Sigue siendo ridículo para el ojiazul cuán grandes las manos del rizado son.

— Amo tus manos —Louis dice en voz baja.

Harry sonríe con esa pequeña sonrisa especial que siempre tiene cuando Louis usa la palabra amar para describir algo sobre él. Esto es nuevo para ellos también; el ojiazul usando la palabra para algo más que para un apodo cariñoso. Puede que no sea capaz de decirle a Harry que lo ama, pero podría en-listar alrededor de un billón de cosas que ama sobre el chico de rizos. Es como si cada comentario que Louis hace, significara el mundo para Harry. Se pone todo colorado, y sonriente, y feliz. A veces es difícil para Louis decir las cosas que piensa en voz alta, pero vale la pena ver esa mirada en los ojos de Harry.

— Amo las tuyas también. Las amo especialmente cuando están en las mías —Harry dice, después de un momento de solo aguantar una sonrisa.

Louis sonríe suavemente, y observa a conducir por un momento. Si es honesto, se está sintiendo completamente agotado por la sesión con Dr. Chen. Repetir la historia se sintió como tomar un corta costuras hacia su corazón de nuevo. Fue una lucha física empujar las palabras fuera. Está cansado, y se siente como la mierda, por lo que cuenta las pecas en el lado del rostro de Harry para distraerse. No está salpicado de ellas, solo hay unas pequeñas aleatorias, esparcidas. Tiene una delgada pizca de barba incipiente, mayormente arriba de su labio, y un poco a lo largo de su mandíbula. Sin embargo la mantiene rasurada todo el tiempo, a veces diciéndole palabras dulces a Louis adulándolo para que lo haga él mismo en la ducha, porque siempre se corta cuando lo hace. Sus pestañas atrapan el sol, y Louis jura que es un ángel. Harry sonríe porque siente los ojos de Louis en él, y luego sonríe incluso más radiante cuando este se inclina para besar su mejilla.

Llegan a casa y Harry hace la cena, Louis sentado en el mostrador y observando. Comen solos, con sus tobillos enganchados debajo de la mesa. Louis ha estado tratando lo mejor que ha podido para no pensar en la comida más. Sin embargo no es tan simple, así que está agradecido de que Harry le haya encontrado un psicólogo que tiene experiencia tratando con desordenes alimenticios, y va a estar ayudando con eso también. No recuerda cuándo finalmente comenzó a llamarlo un desorden alimenticio, pero le gusta pensar que tal vez le da un poco más de poder sobre ello, si puede aceptar que lo tiene. Se siente completamente indefenso ante su trastorno alimenticio la mayoría del tiempo, así que aprovechará cualquier poder extra que pueda tener.

Los chicos llegan a casa y preguntan cómo estuvo la sesión. Louis había preguntado si Harry iba a decirles sobre esa llamada por Skype que lo afectó, si iba a decirles cómo se había estado sintiendo todo este tiempo. Harry había dicho que no, que la única razón por la que había dicho sobre su anorexia fue porque no podía ayudarlo solo. Esos secretos, esas emociones que Louis le había confiado, había prometido mantener e para sí mismo para siempre.

Louis está agradecido por eso.

Cuando les dijeron a Liam y Zayn que Louis iba a estar viendo a un psicólogo ambos lloraron, Zayn pegado él como si se estuviera muriendo, y Liam dándole vueltas alrededor del cuarto en un abrazo de oso. Louis le dice que su primera sesión estuvo bien, y suertudamente ellos no preguntan más. Aunque ellos le dicen alrededor de seis veces cuán orgullosos están.

Los cuatro de ellos miran un poco de tele, y luego Harry y Louis se dirigen a la cama. Louis ha estado ganando peso, no hay forma de negarlo ahora. Puede verlo, puede sentirlo, y está ahí. Lo lleva consigo, cada minuto del día, y se siente como si estuviera derribándole, de vuelta al agujero negro del que viene. Sin embargo es difícil concentrarse en eso, cuando Harry está adorando cada pulgada de su piel. Louis ni siquiera puede pensar claro cuando el rizado está haciéndolo temblar, abriéndolo con su lengua. Su cerebro no puede procesar nada que no sea "HarryHarryHarrrrryyy" cuando este está meciéndose dentro de él firmemente, golpeando su próstata cada vez. Louis es casi capaz de creer cuando Harry le susurra un 'Te amo' y 'eres hermoso' contra su sudorosa piel, a la vez que luego se recuestan abrazados.

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