Capítulo 23: la foto.
[les recomiendo que escuchen la canción mientras leen el capítulo, los tkm. ♥️]
Harry sabe que Louis no quiere su ayuda. Sabe que Louis no cree tener un problema. Sabe que Louis no se da cuenta de que la 'cosa' empezó a tomar control de su vida, ha hecho girar todo fuera de control, Louis no puede detenerlo por su cuenta, incluso si está dispuesto a intentarlo. Sí, Harry puede ver que Louis no quiere su ayuda. Louis simplemente no quiere conseguir una solución.
— Bueno, eso es una mierda —Harry suspira—. Es una mierda que no quieras mi ayuda. Realmente es una mierda ya que claramente no me quieres aquí. Y también es una mierda que no quieras ser honesto conmigo. Pero es demasiado malo, Louis. Porque yo estoy aquí, y no voy a ninguna parte y recibirás mi ayuda quieras o no.
— ¡Harry! No me gusta mentirte, ¡no te quiero aquí! —Louis argumenta, sonando exasperado.
— Sí, lo haré, siempre y cuando no me preocupe por tu bienestar, seguiría permitiendo que te mueras de hambre, y dejaré que vomites todo lo que comas —Harry argumenta.
— Sólo déjalo. La cagué. Lo entiendo, ¿de acuerdo? ¡Lo siento por mentirte! ¡Yo sólo sabía que reaccionarías así! —Louis grita.
— ¿Reaccionar de esta manera? ¿Debido a mi reacción al enterarme que mi novio pasó toda su clase en el baño vomitando es tan normal? ¿Cómo debo de haber reaccionado Louis?
— ¡Por el amor de Dios, Harry es sólo mi segundo día! Ayer me mantuve sin vomitar, y lo intenté de nuevo hoy. Pero lo he jodido —la voz de Louis todavía está enojada, pero sus ojos no más.
Harry ve un destello de remordimiento en los ojos de Louis y hace que su respuesta se desvanezca en su boca. Louis sostiene su mirada con la mandíbula apretada, pero Harry odia la tristeza tirando abajo de las comisuras de los labios de este, estableciéndose al igual entre el pliegue de sus cejas. Harry suspira, y se frota las manos por el rostro, tomando una respiración profunda.
— Yo... lo habría entendido, si me hubieses dicho que habías vomitado. Sé que es sólo el segundo día, y sé que va a ser difícil, y no estoy esperando que seas perfecto. Estoy tan jodidamente feliz que lo hayas intentado ayer, y estaba tan feliz cuando intentaste comer el desayuno y el almuerzo. Hubiera entendido que la urgencia de vomitar no paraba. Sé que es incómodo para ti tener comida en el estómago. Lo entiendo —Harry dice en voz baja—. Yo solo... me gustaría que hubieses confiado en mí lo suficiente como para mandarme un mensaje. Me gustaría que hubieses confiado en mí lo suficiente para darme la oportunidad de ayudarte—Harry se frota la parte posterior de su cuello, tratando de mantener la ira en su voz—: pero no lo hiciste. Y entonces, en lugar de simplemente ser honesto conmigo, me mentiste.
Louis baja la cabeza.
— Lo siento —dice—. Te lo dije, lo siento.
Harry suspira.
— No lo sientes por haber mentido, o vomitado. Lo sientes porque te atraparon.
Los ojos de Louis brilla.
— No. No lo siento por haber vomitado. Me sentía jodidamente asqueroso, y es mi cuerpo.
Harry se burla.
— Bien.
—Pero... —Louis lo interrumpe, mirando hacia sus ojos—. Lo siento por mentirte.
Harry cierra su boca, y suspira por la nariz.
— Te lo agradezco —dice lentamente—. Pero eso no cambia el hecho de que simplemente no confías en mí.
Louis frunce el ceño.
— ¡Yo confío en ti!
— Louis, seamos sinceros, no confías en mí lo suficiente, me alejas. Estás contando los días hasta que te deje. No confías que te amo, no confías que estoy aquí contigo. No me confías ninguna parte de ti —Harry dice tristemente, pasando junto a Louis para poner el agua a hervir.
Louis está en silencio detrás de Harry, mientras este mete la mano en en la gaveta de las tazas. El silencio se cierne en el aire, mientras Harry trata de mantener sus manos sin temblar mientras hace el té. El corazón de Harry se siente pesado ya que Louis ni siquiera puede negar nada de lo que ha dicho. Incluso si lo intentara, Harry sabría que no es cierto.
Su novio, al que le ha entregado su corazón sin pensarlo dos veces, realmente no confía en él. Ni siquiera pensar que Harry le ha hecho algo, porque no ha hecho nada para romper la confianza de Louis. Louis no confía en Harry debido a algún trauma en su pasado, que ni siquiera se le permitió conocer, porque Louis no confía en él.
Se da la vuelta y Louis no se ha movido. Sus brazos todavía están doblados sobre su pecho, y sigue mirando al suelo delante de él como si el rizado lo hubiese tratado injustamente. Harry suspira, porque pensó que tal vez Louis tendría algo que decir al respecto, pero su silencio sólo reafirma cuán cierto era la declaración. Harry pone el té de Louis al lado del sándwich de pollo.
— Por favor, come el bocadillo —Harry le dice en voz baja, ya que está cansado de todo esto.
Louis desplaza su mirada hacia el plato.
— No. Yo no voy a hacerlo. Voy a comer la cena, pero no voy a comer esto ahora mismo.
— Louis, no es suficiente. Por favor, come el bocadillo, la cena no estará lista hasta un par de horas, haré guiso —dice Harry.
Louis niega con la cabeza.
— Para, Harry. No voy a malditamente comerlo. ¡Lo intentaré de nuevo mañana!
Harry frunce el ceño.
— ¿Por qué no lo intentas en este momento? Sí, es una mierda, vomitaste. Pero puedes empezar nuevamente en este momento, sólo come el bocadillo, para compensar las calorías que perdiste.
Louis mira a Harry.
— Me senté en el salón de clases tratando tan jodidamente difícil de no ceder, Harry. Por ti. Traté de no vomitar, por ti. Y sí, he fallado, porque siempre fallo en todo, pero yo traté, mierda.
— Así que debes seguir intentándolo, Lou —Harry suplica—. Lo has intentado por mí, ahora come el bocadillo por mí. ¡Por favor!
Sin embargo, Louis niega con la cabeza, y da un paso defensivo.
— No. No comeré eso. Voy a comer más en la cena.
— ¿Por qué? —Harry gime—. ¿Por qué? ¿por qué simplemente no lo comes?
— ¡Tal vez porque no quiero sentirme como un cerdo relleno las veinticuatro horas, los siete días de la semana! —Louis protesta.
El estómago de Harry se hunde.
— ¿Eso es de lo que se trata? ¿vomitaste tu almuerzo para que tu estómago se sienta vacío? ¿Estás disfrutando la sensación de hambre, no es así?
— Yo no estoy muriendo de hambre —dice Louis.
— Estás disfrutando la sensación de vacío —Harry dice lentamente.
La mejillas de Louis se tiñen de color y la respuesta es más que suficiente. Harry arrastra sus manos por su cabello, y suspira. Harry sabe que Louis no puede evitar que los dolores de hambre se sientan bien para él; no puede evitar que estar lleno significa para Louis es odiarse. Está enfermo, tiene un trastorno alimenticio, y es adicto a la sensación de estar vacío.
— Bebé —dice suavemente, porque siempre tiene miedo de que Louis se aleje—. Queriendo estar vacío es parte de tu anorexia. No vas a mejorar si te dejas disfrutar de esa sensación. Sólo vas a hacerlo más difícil cuando quieras mantener tu comida y no vomitarla la próxima vez.
— Sólo déjalo, no comeré — Louis se queja, jugueteando con el borde de su jumper.
— Por favor, Louis — Harry le pide poco a poco—. Por favor, sólo come el bocadillo. Si no lo haces por ti, hazlo por mí.
Louis simplemente niega con la cabeza.
— No, Harry. Detente.
Harry suspira, y frota sus manos por su rostro. Está tan cansado de esto. No puede soportar la discusión con Louis. Todos los instintos que tiene sobre el castaño le dice que debe mimarlo, darle comodidad, y preocuparse por él. Todo lo que quiere hacer es darle a Louis cada onza de amor en su corazón. Harry no quiere pelear con Louis, no quiere que lo mire como si deseara quitárselo de encima.
— Louis, si no comes el sándwich voy a llamar a Liam y Zayn —Harry dice en voz baja.
Los ojos de Louis parpadean sorprendido, asiente.
Harry se encoge de hombros.
— Si no lo haces por mí, tal vez ellos te puedan hacer comer.
— ¡Harry, no lo hagas! Sólo... ¡por favor, no lo hagas! ¡Volveremos al punto de partida nuevamente!
— Sí, estabas en el camino hacia comer, y ahora estás rechazando la comida nuevamente —Harry responde.
— ¡Estoy diciendo que voy a comer más en la cena!
— Y yo digo que no es suficiente, tu estómago no puede estar vacío durante las tres horas hasta que la cena está lista. Come el sándwich, o los llamo.
Harry se siente estúpido por haber amenazado a Louis, como cuando un niño se porta mal con una niñera. Como si Louis no hace lo que dice Harry, este llamará a sus padres. No está lejos de la verdad. Sin decir una palabra, Louis se adelanta y se sienta en la silla de la mesa. Harry se siente aún más estúpido cuando Louis comienza con furia a rasgar el bocadillo, y luego toma un pequeño bocado.
Louis no dice nada, y no mira a Harry, mientras mastica lentamente. Harry se siente estúpido porque, literalmente, sólo le rogó a su novio a comer por él y este se negó. Pero Louis va a comer el sándwich que rechazó, sólo para que sus amigos no tengan que preocuparse, para que no se enojen. Harry no cree que nunca se haya sentido más insignificante.
Harry le ha dicho a Louis, el primer chico que le ha importado, el primer chico al que besó, el primer chico con el que tuvo relaciones sexuales, no fue mas que un experimento. Que era sólo una fase. Que no le importó imaginarse en la vida de un chico. Eso dolió, pero no se sentía como esto.
Harry había fallado con el segundo chico en el que había confiado, el segundo chico al que le dio una oportunidad cuando folló con alguien más. Le dijo a ese chico que era bueno, pero no lo suficiente. Que había muchos más aparte de él; mucho más por ahí para que ese chico esté sólo con Harry. Eso le dolió demasiado, tal vez un poco más que la primera vez, pero no fue como esto. (aquí se habla de Meeka)
Harry mira hacia abajo, al primer chico que alguna vez ha amado. El primer chico con el que ha hecho el amor. El primer chico al que le ha entregado su corazón latiendo. Harry mira a Louis, y ve que a este no le importa que su corazón se esté rompiendo al ver como se aleja, no le importa que el rizado se arrancaría su propio brazo antes de hacerle daño. Harry ve que Louis se preocupa más por lo que Liam y Zayn piensen, que la forma en cómo se está sintiendo ahora.
Harry está donde está, en el medio de la cocina, y observa como Louis lenta y tediosamente come el sándwich. Las manos de Louis tiemblan ligeramente, mientras alza su té hacia sus labios, y toma un largo trago. Harry piensa que debería ser un pecado que Louis pueda parecer tan dolorosamente hermoso estando tan enojado. Sus mejillas delgadas se inflan con el emparedado, sus pestañas haciendo sombras través de sus pómulos afilados cuando mira hacia abajo al plato.
Harry no sabe cuánto tiempo estuvo allí, antes de que Louis finalmente termine. Cuando Louis se se encuentra empujando su silla hacia atrás más o menos, todavía no mira a Harry. Bota sus sobras en el tacho, y deja sus platos en el fregadero, antes de agarrar una botella de agua de la nevera, y dirigirse a la sala. Harry cruza sus brazos sobre su pecho, porque se siente extrañamente vacío su corazón al ver a Louis caminar lejos de él hacia la habitación de al lado sin decir palabra.
No pasa mucho tiempo antes de que Louis vuelve, mirando alrededor de la pared y la cocina; teniendo en cuenta que Harry está en medio inútilmente. Harry se siente estúpido, mientras traga grueso, más allá del sentimiento obstruyendo sus cuerdas vocales. Louis se le queda mirando por un tiempo, su mandíbula apretada, pero sus ojos cuestionando.
— ¿Cuál es tu problema? —le pregunta fríamente—. ¿Por qué estás ahí parado?
— ¿Sabes cuánto te amo? —Harry le pregunta, a pesar de que sabe que Louis no tiene ni puta idea—. ¿Sabes lo mucho que me duele, verte pasar por esto? ¿verte haciéndote esto?
— Harry, para.
— Pero no te importa. No te importa que me mate verte haciendo daño, ¿verdad?
— ¡Me comí el sándwich de mierda, Harry!
— Te comiste el bocadillo por Liam y Zayn. Estoy tan malditamente agradecido de que lo comiste. Pero no lo hiciste por mí, Louis. Aunque te rogué. Puesto que no te interesa lo que a mí me importa. No te preocupas por mí —la voz de Harry se sacude, apenas saliendo lo suficientemente alto para que Louis escuche siquiera.
Louis parece que ha sido abofeteado por un momento, antes de que su rostro se endurezca.
— Si piensas que no me preocupo por ti, ¿por qué no te vas? ¡Sólo vete, Harry! ¡Nadie te va a culpar!
El rostro de Harry se arruga.
— ¿Por qué? ¿Así puedo demostrar que que todo el mundo se va, tan pronto como las cosas se ponen difíciles? ¡El amor no funciona así, Louis! ¡Yo no quiero irme! ¡Te amo! ¿Sabes lo que eso significa? ¡Significa que no me iré a ninguna parte! ¡No importa lo poco que me quieras aquí, no importa lo poco que te importe! ¡Joder, te amo!
— ¡Yo me preocupo por ti Harry! Pero estoy seguro que no te quiero aquí, ¡tratando de probarme algún punto sobre el amor! ¡No eres un maldito caballero en un libro de cuentos, no es tu responsabilidad salvarme! ¡No te quedes conmigo sólo porque no quieres darme la razón de que la gente se va!
Harry palidece ante las palabras de Louis.
— ¡Sabes que eso no era lo que quise decir! —protesta.
— ¡Toma tu Síndrome de la Madre Teresa de mierda a otro lugar!
— ¿Qué es una Madre Ter...?
— ¡Su necesidad insaciable de mierda por ayudar a los oprimidos y los condenados! ¡Yo no soy un caso de caridad, mierda!
— No, Louis, ¡eres mi novio! Mi novio, al que amo con todo mi corazón, ¡al que quiero mantener vivo!, ¡entonces demándame!
Louis simplemente se queda mirando a Harry durante mucho tiempo, con los labios fruncidos muy juntos, y sus cejas arrugadas. Harry muerde el interior de su mejilla hasta que prueba la sangre, porque si no mantiene la boca cerrada, no va a ser capaz de mantener la compostura. Las lágrimas pinchan la parte trasera de sus ojos, pero los ojos de Louis están secos, por lo que Harry los mantiene también.
Eventualmente, Louis brama pasando de largo sobre Harry hacia la puerta principal, donde el rizado ha dejado su mochila y el del ojiazul con su libro. Louis le arrebata su bolso y entra a la sala de estar. Harry observa en silencio, como Louis se envuelve en una manta, y saca su cuaderno de bocetos. Harry mira los bocetos de Louis por un momento, cada segundo de silencio pesando en sus pulmones.
Por último, Harry se da cuenta que Louis no tiene nada más que decir. Sus manos tiemblan mientras coge sus libros de texto de su mochila, y sus hombros caen mientras se sienta junto a la mesa de la cocina. Abre su libro de texto, pero las palabras en la página desenfocan bajo el brillo de las lágrimas en sus ojos. No puede pensar en este momento, por lo que se pone sus auriculares y prende la música, con la esperanza de que la quemadura en la parte posterior de sus ojos, cese. The Lumineers se reproduce suavemente en sus oídos, y entierra su rostro en el hueco de su codo.
(***)
Liam y Zayn llegan a casa poco tiempo después de que Harry se ha recompuesto. Sabía que estudiar era inútil así que alejó sus libros de texto y preparó la cena. Está cocinando el lomo de ternera para el guiso cuando entran al departamento; Liam todavía sigue en su camiseta después de la práctica, y Zayn con su patineta bajo el brazo.
— Hey, amigo —dice Zayn, viniendo y robando un trozo de zanahoria fuera de la tabla de cortar.
— Hey chicos, ¿cómo estuvo la escuela? —Harry le pregunta, una sonrisa formándose en su rostro.
— Una mierda —Liam se ríe—. Me di cuenta que me olvidé una pregunta en mi examen de práctica, entonces toda mi hoja de opción múltiple estaba en desorden y mis respuestas se fueron a la mierda.
Harry gime, y niega con la cabeza.
— Eso apesta, ¿cuánto valía?
— Sólo contaba como una asignación, por lo que no es mucho, pero ahora no tengo ni idea de lo que en realidad había hecho. Voy a pedirle al profesor que me deje reescribirlas —responde.
Harry asiente con la cabeza.
— ¿Y tú? —pregunta a Zayn.
— Estuvo bien para mí, no soy un idiota, sé cómo llenar correctamente los círculos en una hoja —Zayn dice casualmente, pero Liam se jacta con indignación, y rápidamente le hace una llave en la cabeza.
Harry se ríe junto con ellos, mientras se pelean, pero la sonrisa no se detiene en su rostro mientras vuelve a cortar. Liam suelta a Zayn para ir a saludar a Louis, pero el moreno se queda en la cocina. Se pone de pie al lado de Harry, y este puede sentir su mirada, pero no mira hacia arriba, porque nunca ha sido bueno en mantener las emociones cara a cara.
— ¿Que pasó? —Zayn pregunta.
Harry suspira y se encoge de hombros.
— Louis está enojado conmigo por hacerle comer, pero ¿qué más hay de nuevo? —dice en voz baja.
— ¿Has estado llorando? —Zayn pregunta, sus dedos curvándose suavemente alrededor de la mandíbula de Harry para mover su rostro y observarlo.
Harry se encoge de hombros otra vez, pero su barbilla tiembla.
— Dime cómo hacerle creer que yo no voy a dejarlo.
Zayn suspira.
— Oh, Haz —dice en voz baja.
Él agarra la parte posterior del cuello de Harry y lo arrastra hacia abajo en un abrazo, frotando arriba y abajo de su columna vertebral. Harry se deja hundir en ello por un momento. Piensa que tal vez esté siendo demasiado emocional, pero... ¿cuando no lo está? Todo se malinterpreta y él se odia por ser tan débil. Amar a alguien tan completamente, y ni siquiera saber dónde están parados, apesta. Harry trata de recordar a Louis diciéndole lo mucho que significa para él, trata de recordar a Liam diciéndole a Louis cuánto le importa, pero los recuerdos son amortiguados por el ojiazul diciéndole que se vaya.
— ¿Sabes cuántas veces Louis ha dicho que Liam y yo vamos a dejarlo? Cada vez que discutimos, su reflejo instantáneo es decirnos que nos vayamos, que lo dejemos. Y después, cuando deja de estar enojado y está muy triste, llora y nos pregunta por qué estamos todavía aquí. Él no nos dice que nos vayamos porque nos quiere aquí. Louis dice que nos vayamos porque piensa que será más fácil para nosotros alejarnos, que ver como nos vamos por nuestra cuenta.
— Louis nos dice que nos vayamos porque está aterrorizado de que lo haremos —la voz de Zayn es suave y calmante, lo bastante alto para que Harry oiga—. Harry, Liam ha estado con Louis desde el primer día, y he estado aquí durante años, y todavía piensa que vamos a dejarlo. No sólo cree que todo el mundo lo dejará sin razón, se ha demostrado a si mismo que es verdad. Louis no cree que merezca el amor, es por eso que no puede simplemente aceptar que estás completamente loco por él —Zayn se aleja ligeramente para mirar a Harry directamente—. La única manera en la que puedes hacerle creer que no te vas a ir, es quedándote.
Harry asiente con la cabeza, frotando la palma de su mano contra su ojo.
— No me iré a ninguna parte.
— Lo sé —Zayn sonríe tristemente—. Maldita sea Harry, yo desearía... me hubiese gustado que pudieras haber conocido a Louis cuando era como el sol. Él solía brillar tan jodidamente, iluminando todo el mundo a su alrededor como una fuerza que se requiere en la vida. Él habría sido capaz de amarte tan malditamente bien... en ese entonces.
Las lágrimas pican en la parte posterior de los ojos de Harry otra vez, pero no va a llorar.
— ¿Crees que tal vez algún día él será capaz de amarme de vuelta? —pregunta en voz baja.
Zayn toma una respiración lenta.
— Joder, realmente espero que sí, Harry —dice—. Pero tienes que saber que él está haciendo lo mejor que puede en este momento, sé que tal vez no parece suficiente, pero está dando todo lo que tiene.
Son interrumpidos por Louis llamando a Zayn desde la sala de estar. Zayn le da a Harry otro abrazo antes de que vaya a ver Louis. Harry decide en ese momento que es suficiente. Él va a aceptar lo que sea que Louis le pueda dar, y no va a pedir más. No es demasiado ciego para ver que tal vez algunas piezas de Louis han sido robadas, que el ojiazul no está completamente entero. La última cosa que quiere hacer es tomar más de él.
Harry consigue preparar el guiso a una cocción lenta, antes de hacer su camino a la sala de estar. Louis está escondido entre Liam y Zayn en el sofá, así que Harry se sienta en el asiento de al lado. Louis ni siquiera se da cuenta cuando Harry entra en la habitación. Harry ve a Zayn dándole un codazo a Louis, pero este simplemente se hunde más cerca de Liam. Liam y Zayn intercambian una mirada sobre la cabeza de Louis, Liam le da una mirada de disculpa al rizado. Harry se dice que merece esto, nunca debió haberle pedido a Louis más de lo que puede dar.
Harry se levanta periódicamente para comprobar el guiso, mientras que The Factor X está en la televisión. Se olvida de que Niall viene a cenar hasta que hay un golpe estrepitoso en la puerta. Se levanta para abrir y lo saluda dándole una palmada en la espalda. Empieza a hablar sobre su día antes de que Harry si quiera pueda decir un 'bueno', pero este necesita la energía que Niall trae con él en estos momentos.
— ¿Todo bien, amigo? —Niall le pregunta finalmente.
— Sí, sólo fue una especie de discusión —dice encogiéndose de hombros—. Estoy contento de que estés aquí.
Niall sonríe suavemente, y mueve los rizos del ojiverde con cariño.
— Todo estará bien —dice, y Harry asiente con la cabeza.
Niall sigue a Harry hacia la sala de estar, y saluda con un 'hola' antes de ir directamente hacia Louis y abrazarlo poniendo su brazo alrededor del cuello de este. Harry ve a Louis sonriendo un poco, en el hombro de Niall. Louis le da una palmadita en la espalda y ríe un poco mientras el rubio se endereza.
— ¿Estás bien? —Niall pregunta simplemente, sonriéndole a Louis.
Harry siente el alivio fluyendo a través de él cuando ve que la sonrisa de Louis es real.
— Estoy bien, sí —responde.
Niall sonríe y se dejar caer en el asiento al lado de Harry, al instante, empieza a ponerse al día con Liam y Zayn. Harry está tan contento que Niall haya encajado a la perfección con los chicos. El rubio sólo ilumina por completo la habitación con su sonrisa de dientes chuecos. Harry mira a Louis mientras habla con Niall. Están hablando de la clase de este, y Harry está agradecido que Niall no haya mencionado nada del desorden alimenticio de Louis. Harry sabe que Louis se lo agradece también. Niall sólo sabe cómo actuar alrededor de la gente, él nunca haría cualquier cosa para hacer sentir a una persona incómoda.
Louis está sonriendo con las particulares arrugas en sus ojos, asintiendo con la cabeza a lo largo de la historia de Niall. Su flequillo cae en su rostro y Harry observa como su delicada mano llega hasta acomodar su cabello. Los ojos de Louis parpadean hacia Harry en ese momento, y los cierra. La sonrisa de Louis tambalea por una fracción de segundo, antes de que mire nuevamente hacia Niall. Harry se levanta para comprobar el guiso.
(***)
Cuando la cena finalmente está lista, Harry llama a los chicos hacia la cocina. Louis se reúne con los ojos de Harry, y le da un gracias cuando este le entrega su plato, y un bollo. Louis todavía se sienta al lado de Harry, pero la tensión es gruesa entre ellos. Zayn y Liam siguen intercambiando miradas de preocupación, y Niall le da a Harry una mirada comprensiva. Louis está justo al lado de Harry, pero se siente tan lejos de él. Los otros tres mantienen la conversación durante la cena; Louis está en silencio mientras come, y Harry intenta no quedar atrapado mirándolo.
Cuando todos han terminando, y Louis todavía tiene la mitad de su plato de guiso lleno y un pan desmenuzado, Harry puede sentir que comenzará a ser incómodo. Él dirige su mano sutilmente debajo de la mesa, poniéndola sobre la rodilla de Louis como lo haría normalmente, pero el ojiazul se estremece y sacude la rodilla, alejándola. Le da a Harry una mirada que es a la vez enojado y herido, y este no sabe qué hacer con él. Aleja su mano, y trata de retener un suspiro.
Cuando Louis finalmente termina de comer todos van nuevamente a la sala de estar. La noche se alarga para Harry. Niall se deja caer en el sofá entre Liam y Zayn mientras juegan videojuegos, por lo que Louis se ha quedado atascado sentado al lado suyo. Se acomoda en en la esquina derecha del sofá de dos plazas, poniendo sus rodillas en su barbilla, envolviéndose en una pequeña bola. Louis no va a mirar a Harry, no quiere hablar con él, y eso está matando al rizado.
Harry está ansioso por acercar a Louis en sus brazos, pero está claramente que el ojiazul no quiere nada. Harry puede decir que Louis está completamente al borde del sofá por un largo tiempo, sentado, rígido y tieso. Espera hasta que ve al ojiazul relajarse un poco antes de acercarse. Harry sólo extiende una mano, con la esperanza de que Louis vaya a tomarla, y dejar que se acerque. Louis no lo hace. Se aleja y mira hacia abajo a la mano de Harry, ni siquiera mirándolo a los ojos, mientras se retira más, y se encuentra tieso nuevamente.
Harry está terminando su juicio antes de que los chicos estén listos para terminar la noche. Ha estado atrapado en su propios pensamientos, tan asustado que Louis piense que él lo va a dejar. Harry no sabe qué hacer. Le preguntó a Louis tranquilamente si podían hablar, y este a cambio había dado una sacudida contundente de cabeza, y siguió ignorándolo. Harry no sabe qué hacer, no puede soportar estar tan lejos de Louis.
— Bien chicos, tengo que ir a casa, mañana temprano debo estudiar —dice Niall de pie y estirándose.
— Espérame, podemos irnos juntos —Harry dice en voz baja, levantándose del sofá.
Una pequeña mano se envuelve alrededor de la muñeca de Harry, mientras que Liam y Zayn se despiden de Niall.
— ¿A dónde vas? —Louis le pregunta, con los ojos muy abiertos.
— Voy a dormir esta noche en mi dormitorio —Harry responde vacilante.
Louis se levanta del sofá, y sigue a Harry hacia la puerta. Liam y Zayn llevan a Niall hacia la cocina, para empaquetarle las sobras del guiso. Harry y Louis están solos en la puerta principal, y el ojiverde se agacha para ponerse sus zapatos, antes de pararse y mirar hacia los ojos del mayor.
— ¿Te vas? —Louis pregunta, y Harry piensa que tal vez ha visto un destello de pánico en sus ojos azules.
Harry niega con la cabeza.
— No voy a dejar tu vida. Y no voy a dejar esta relación —dice en voz baja—. Pero puedo decirte que no quieres nada conmigo en este momento, y la última cosa que quiero lograr es hacerte sentir incómodo en la cama.
— Harry, yo... —Louis tartamudea.
— Voy a venir mañana, más temprano después de la escuela —dice Harry suavemente, mirando desde la puerta la entrada de la cocina, para ver si Niall está listo para irse.
— No —dice Louis de repente, y Harry le devuelve la mirada—. No te vayas.
Harry frunce el ceño.
— Me has estado ignorando toda la noche; pensé que querías un poco de espacio.
Louis niega con la cabeza rápidamente.
—. No. No, no te vayas. Te estoy diciendo que quiero que te quedes —dice en voz baja—. Yo necesito que te quedes. Incluso si estamos discutiendo —Louis mira hacia Harry, con ojos suplicantes—. No puedo dormir sin ti nunca más.
Harry ve en los ojos de Louis, el mismo dolor que siente en su propio pecho. Le duele físicamente pensar en dormir sin Louis esta noche, y la mirada en el rostro de este muestra que siente lo mismo. Hay una sinceridad en su voz, y un poco de tristeza y frustración, filtrándose en sus palabras. Harry piensa que tal vez hay esperanza después de todo, que a pesar de que las cosas apesten en este momento, Louis no quiere que se vaya.
— Está bien —Harry asiente con la cabeza, cuando ve a Niall venir con un recipiente de estofado—. Tú sigue compañero, me voy a quedar aquí esta noche —le añade a Niall.
Louis respira un suspiro de alivio, y Harry piensa que tal vez Zayn y Liam también lo hacen, donde están de pie detrás de Niall. El rubio da una enorme sonrisa y asiente con la cabeza. Harry le da Niall un abrazo, y este acerca a Louis en sus brazos para hacerlo igualmente antes de irse. Cuando se ha ido Liam y Zayn se dirigen de nuevo a la sala de estar.
Louis y Harry se quedan en la puerta, y es incómodo, pero el ojiazul está bloqueando el camino, así que el ojiverde espera. Harry quiere llegar, y acercar a Louis en sus brazos; besarlo sin vacilación, y que el estrés desaparezca de las hermosas facciones de Louis. Sin embargo, no lo hace, porque están atrapados en este territorio en el que ninguno de ellos se entienden. Harry no puede simplemente retroceder, no puede dejar que Louis siga dañándose, pero continuarán discutiendo en cada paso del camino.
— Lo siento —dice Louis.
Harry suspira.
— Yo también lo siento.
Harry tiene los brazos abiertos, y Louis entra en ellos, sus brazos serpenteantes alrededor de la cintura del rizado. Harry tiene a Louis cerca, descansando su mejilla contra su cabello. Louis entierra su rostro en el pecho de Harry, y suspira. Harry no piensa cuántas veces 'lo siento', sea suficiente para todas las cosas que quiere arreglar, y ni siquiera sabe por qué Louis está diciendo lo mismo, pero el ojiazul está en sus brazos, y puede respirar correctamente de nuevo.
— Quiero ir a la cama —Louis murmura suavemente contra el pecho de Harry.
— Bien —Harry respira, presionando un beso en el cabello del mayor.
Dan las buenas noches a Liam y Zayn, y el alivio se dibuja a través de sus dos rostros. Se cepillan los dientes al lado del otro, y Harry odia la forma en que Louis mira su propio reflejo en el espejo. Tan pronto como Louis enjuaga su boca, Harry lo aleja suavemente lejos del baño y lo lleva al dormitorio. Louis se esconde cuando se cambia el pijama, y Harry lo odia, pero no comenta porque está tan agradecido de que el ojiazul le deje quedarse. Harry se desnuda y queda finalmente en sus bóxer, y sigue a Louis en la cama.
Harry no está seguro de si se le permite tocar o sostener a Louis a estas alturas; por lo que se queda en su lado de la cama que se ha convertido permanentemente suya. Louis está también fuera de su alcance, sin embargo, sus pequeños dedos se cierran alrededor de su cintura, tirando de él para demostrarle que lo quiere más cerca, ya que Louis no podría mover a Harry si lo intentara. Harry suspira y abre sus brazos. Louis se apoya en ellos para que su espalda esté al nivel del pecho del rizado y se acurruca. Harry mete sus piernas por detrás de Louis, acunándolo y sosteniéndolo cerca. Su nariz encuentra su lugar favorito en el cabello detrás de la oreja del ojiazul, y respira un suspiro de alivio.
— Te amo, Louis —susurra.
Louis suspira, pero entrelaza sus dedos entre los de Harry.
— Te mereces algo mucho mejor, Harry. No debí haberte pedido que te quedaras.
— Louis, no vuelvas a decir eso. Eres mucho más de lo que merezco, y tú eres todo lo que quiero. Yo no quería irme, me puse muy aliviado cuando me preguntaste para quedarme. Tú solo me alejaste toda la noche, no quería hacerte sentir incómodo —Harry dice en voz baja, dudando—. ¿Por qué, bebé? ¿Por qué me alejas?
Louis no dice nada, y Harry se cuestiona si no debería haber preguntado. Harry desliza su mano por debajo del jumper de lana de dormir de Louis, sus dedos fácilmente abarcando el estrecho pecho del ojiazul, su palma sobre su corazón. Puede sentir cada latido revoloteando, suave y firme. Puede sentir las costillas de Louis ampliándose con cada pequeño respiro. Harry acaricia suavemente detrás de la oreja de Louis, y presiona un beso allí. Louis suspira.
— No puedo darte lo que necesitas, Harry —Louis dice en voz baja—. No puedo ser lo que mereces.
— Louis, no es cierto —Harry protesta.
— Te mereces a alguien que te pueda amar bien —murmura Louis—. ¿Crees que no me preocupo por ti? He roto tu confianza, y te he hecho daño. Deberías haberte ido —suelta un suspiro tembloroso—. Pero entonces yo no sé... yo sólo te necesito aquí.
— Oh, bebé —Harry suspira.
Con las manos suaves envuelve a Louis nuevamente en sus brazos. Louis al instante se mete bajo la barbilla de Harry, y envuelve sus brazos alrededor de la cintura de este. Harry entrelaza sus piernas y levanta la barbilla de Louis; así este le está mirando a los ojos.
— No debería haber dicho las cosas que dije, no debería haber reaccionado así. Entiendo por qué vomitaste, nadie espera que seas perfecto en tu segundo día de recuperación. Sólo espero que la próxima vez, confíes en mí lo suficiente como para decírmelo, o incluso mejor, pedírmelo para que vaya a ayudarte. Porque yo..., yo siempre te ayudaré, Lou —Harry dice suavemente—. Y lo que dije de ti, que no te importaba no estuvo bien tampoco. Estaba poniendo mi mierda sobre ti, y no era justo.
Louis frunce el ceño.
— ¿Qué quieres decir? ¿qué mierda?
Harry suspira.
— Yo siempre me he culpado por haber sido tan ingenuo con Jamie y Meeka, por suponer que les importaba cuando no lo hicieron. Yo sólo estaba preocupado de que tal vez estaba haciendo lo mismo contigo. Pero estaba siendo estúpido porque sé que te importo. Solo sé que es difícil para ti confiar en la gente, y tenemos que tomar las cosas con calma, y eso está bien, te lo juro, está bien. Mientras sepas cuánto te amo —Harry dice, tratando de explicar sin hacer que Louis se sienta culpable por algo que no puede cambiar—. Yo no voy a ninguna parte, bebé. Eres mucho más de lo que merezco, y eres todo lo que quiero.
Louis está en silencio por un momento. Extiende la mano, y acaricia la parte frontal del cabello de Harry distraídamente. Harry traza patrones contra la parte baja de la espalda de Louis, las yemas de sus dedos pasando a través de los picos de la columna vertebral de este. Los ojos de Louis son amplios y están buscando, mientras apresa su labio inferior entre sus dientes.
— Esto no es como Meeka o Jamie, Harry. Yo nunca te lastimaría así —dice Louis en voz baja, después de un tiempo—. Realmente los odio por hacerte daño.
Harry hace tiempo ha dejado atrás el dolor que sentía por los dos, pero al oír decir eso de Louis, estando a la defensiva, significa mucho. Significa lo suficiente como para tener un nudo en la garganta, que no tiene nada que ver con los pendejos que ha estado antes. Él no puede detenerse cuando su mandíbula tiembla, y junta sus labios suavemente contra los de Louis. Los ojos de Louis revolotean cerrados, y corresponde el beso suavemente.
— Ellos no importan, bebé —Harry respira, sus labios contra la mejilla de Louis—. No eran más que cosas de las que tenía que aprender antes de encontrarte.
El pulgar de Louis se arrastra a lo largo de la mandíbula de Harry, y tararea.
— Un día voy a acostumbrarme a la forma cursi que eres.
Harry se ríe en voz baja.
— Bebé, la mierda cursi que digo en voz alta es aproximadamente una octava parte de toda la mierda cursi que creo que en mi cabeza sobre ti.
La risa de Louis es tranquila, pero presiona sus labios contra los de Harry, y luego mete su cabeza bajo la barbilla de este. Harry acaricia el cabello del mayor. Louis respira y lo sostiene más cerca. Harry tiene mucho que quiere decir, pero sabe que no puede hacerlo. Quiere decirle a Louis que le bajaría la luna del cielo, y se la daría si pudiera. Quiere decirle que más adelante, cuando este se recupere, se arrodillará y le pedirá ser suyo. Pero sabe que no debería siquiera estar pensando en cosas como esas, cuando Louis aún no está listo para decir esas dos palabras. (te amo)
— No me gusta que las personas te hagan daño —Harry murmura contra el cabello de Louis, y ni siquiera es seguro si quería decir eso en voz alta.
Louis sigue en los brazos de Harry.
— Bebé, los otros chicos, no importaban lo suficiente como para hacerme daño —dice en voz baja.
Harry toma una respiración profunda.
— Yo no estoy hablando de ellos —dice, con su voz apenas en un susurro—. Estoy hablando de quien hizo que te odiaras, quien te hizo imposible ver lo perfecto que eres.
Louis se pone rígido en los brazos de Harry, y este sabe que ha cruzado la línea. Sus brazos se tensan instintivamente alrededor de Louis, porque está aterrorizado que vaya a alejarse. Harry se da cuenta que Louis está temblando, su mano temblorosa metido bajo su brazo. Harry pasa sus dedos por el cabello de Louis, en silencio pidiendo que no se quiebre.
— Por favor —la voz de Louis es tan pequeña.
— Está bien —Harry respira—. Bien.
Harry no debería haber dicho nada. Es un largo tiempo antes de que Louis se relaje en sus brazos, mucho tiempo antes de que su respiración se estabilice. Justo antes de que Louis se quede dormido Harry susurra un "Te amo", contra el filo de su pómulo. Harry se queda despierto durante mucho tiempo después de eso.
(***)
La alarma se enciende por la mañana, Louis se sienta con su cabello revuelto, y el sueño notorio en sus orbes. Harry lo mira, y el sol está ardiendo a través de las cortinas transparentes detrás de él, encendiéndolo como el ángel que Harry cree que es. Harry todavía se queda atónito a veces, ante lo bonito es Louis, que tiene que centrarse en no dejar su mandíbula colgando.
— No quiero ir a la escuela —Louis suspira, su cuello crujiendo mientras mueve su cabeza de lado a lado.
— Entonces no vayas —Harry dice—. Vamos, volvamos a dormir.
— Harry, no quiero que faltes —protesta.
— Todo lo que estamos haciendo es un repaso, te prometo que no estoy perdiendo nada. Sólo tengo que ir a las cinco, para ese grupo de estudio en el que me inscribí. ¿Y tú? ¿no vas a perder nada importante?
Louis niega con la cabeza.
— No, nada —dice, sonriendo suavemente—. Déjame ir a decirle a los chicos.
Louis se desliza fuera de la cama, y camina suavemente por la habitación hacia la puerta. Vuelve un rato más tarde, y se acomoda nuevamente al lado de Harry. Harry lo abraza, y presiona húmedos besos por toda su cara, disfrutando de las pocas risitas que Louis emite. Ellos caen dormidos por unas horas, hasta que el sol es caliente en la espalda desnuda de Harry.
Harry lleva a Louis a la ducha, las delgadas piernas de este envueltas firmemente alrededor de sus caderas, el rostro del ojiazul enterrado en su cuello para amortiguar sus protestas por haber sido cargado.
Después, Harry hace el desayuno. Louis come dos salchichas y dos huevos. Harry sabe que la comida debe estar fría por el tiempo en que Louis termina, pero espera pacientemente.
Ellos pasan el día haciendo la tarea, Harry logra que Louis coma tres de las patatas a la inglesa que está comiendo mientras estudian; lo cuenta como una victoria. Tienen sándwiches para el almuerzo, y Louis come todo menos sus cortezas. Todo va bien hasta que Louis dice que va a coger un jersey, y no vuelve por un tiempo. Harry se levanta y se va por el pasillo hacia la habitación de Louis.
Harry no ve a Louis al principio, pero luego se escucha algo de ruido en el armario, que suena dolorosamente como un resfriado. Harry va hacia el armario, y siente que su corazón se hunde. Louis está de pie delante del espejo de cuerpo completo en el fondo del armario, vestido sólo con sus calzoncillos demasiado sueltos. Él no se da cuenta de Harry.
Harry observa mientras Louis agarra desesperadamente la piel que se aferra a sus caderas. Sus manos se mueven hacia su estómago, y Harry puede ver en el reflejo, que Louis rasguña tan fuerte, que su piel se pone blanca. Arrastra los dedos por su cintura, dejando la piel roja debajo de sus uñas. Louis rasguña en el punto debajo de su ombligo, pellizcando, a pesar de que no hay nada más que piel de la cual agarrar.
— Louis —Harry suspira.
Louis hace una mueca como si le hubiesen disparado, con los brazos al instante dirigiéndose alrededor de sí mismo hasta envolverse protectoramente. El corazón de Harry se rompe cuando se da cuenta que los ojos de Louis están brillando con lágrimas. Harry da un paso adelante, y envuelve sus brazos alrededor del mayor desde atrás. Desliza sus manos por debajo de los dedos de Louis, deteniéndolo. Louis lloriquea cuando Harry aleja sus manos sobre la piel en carne viva de la que ha estado arañando. Harry dirige sus manos suavemente a través de cada parte torturada de la piel de Louis.
— Estoy tan repugnante —dice Louis repente, sus ojos presionándose fuertemente cerrados—. No me mires —solloza.
Harry se pregunta si Louis puede oír su corazón rompiéndose.
— No, bebé —declara.
Harry gira a Louis apartándolo del espejo y lo acerca en sus brazos. Louis no lo detiene, pero oculta su rostro contra su pecho. Sus hombros se sacuden mientras solloza; pequeños gemidos trágicos que apuñalan el corazón de Harry. De vez en cuando Harry alcanza a oír palabras ahogadas en Louis y oye la palabra grasa tantas veces que lo mata.
— Louis, necesito que confíes en mí, ¿por favor? —Harry suplica—. ¿Puedes hacer eso? Sólo por un minuto.
Louis no responde, pero Harry tiene que hacer esto, sólo ora porque ayude. Saca a Louis suavemente fuera del armario, y lo guía hacia la cama. Sienta a Louis, mientras este se queja al instante, arrastrando sus rodillas hasta su barbilla, y envolviendo sus brazos alrededor de ellos. Se da apenas cuenta cuando Harry sale corriendo de la habitación, mientras oculta su rostro en sus rodillas.
Harry vuelve con el teléfono de Louis en mano. Los dedos de Louis se cierran alrededor de su delgado bíceps, clavando sus uñas. Harry se acerca y mueve cuidadosamente los pies del ojiazul. Louis lo mira con sus ojos rojos demostrando confusión. Se muerde el labio, con los brazos apretados alrededor de su cuerpo. Harry pasa las manos suavemente por los brazos de Louis, llevándolos a sus costados. Deja un beso a cada clavícula de Louis y limpia con sus pulgares las lágrimas de este. Louis baja la cabeza, mirando hacia abajo a sus pies descalzos.
Harry da un paso atrás, y abre la cámara en el teléfono de Louis con manos temblorosas. Louis no levanta la vista, hasta que oye el sonido del obturador artificial. La confusión parpadea en su rostro, pero cambia rápidamente a traición. Él corre de Harry pasando por el armario, y va a cerrar la puerta. Sin embargo Harry llega allí antes de que pueda, poniendo el hombro para bloquearlo.
— Espera Louis, déjame explicarte — Harry suplica—. Leí en este artículo que la madre de este chico, le tomó una foto. Era anoréxico, y él pensaba que estaba gordo. Pero en la imagen el chico pudo ver lo que realmente parecía. Tomé la foto de tu teléfono para que no tengas que preocuparte de que vaya a tener una imagen así tuya. Yo solo necesito que nos fijemos en la imagen. Necesito que veas lo delgado que realmente eres, porque yo no puedo soportar el hecho de que pienses que estás gordo.
Es un largo tiempo antes de que Louis finalmente se aleje de la puerta, y Harry sea capaz de intervenir. Louis se hunde en el piso, y Harry cae, justo al lado de él. Cruza las piernas, y tira de Louis en su regazo, acunando su pequeño cuerpo. Louis entierra su rostro en el hombro de Harry, su puño apretando la camisa de este.
— Yo no quiero verlo —Louis lloriquea.
— Por favor, Louis —Harry le pide—. Con tan sólo mirar.
Coge el teléfono, la brillante imagen a través de la pantalla. La cámara se supone que añade diez libras, pero Louis se ve tan demacrado. Louis gime, y mira a Harry, pero sus ojos son tan tristes. Toma el teléfono con manos temblorosas, manteniéndolo en frente de su rostro sin decir una palabra. Harry observa la mirada de Louis viendo la foto, pero el rostro de este es completamente ilegible. Se queda mirando por mucho tiempo en silencio, y luego presiona el botón de bloqueo, haciendo que la pantalla se ponga en negro.
Louis se levanta poco a poco, con las rodillas crujiendo ante el movimiento. Él busca en uno de sus cajones un par de pantalones de chándal y una de las sudaderas con capucha que Harry le dio. Louis literal nada en la sudadera con capucha y Harry se encuentra enrollando sus mangas un par de veces, para que sus manos puedan salir. Louis no lo mira los ojos de Harry, mientras este acomoda la parte posterior de su cuello.
— Lou...
— No lo hagas —Louis dice con firmeza—. Por favor, no lo hagas.
Louis bloquea con sus dedos los de Harry y se va de la habitación, yendo a la sala de estar. Se sienta en el sofá, y recoge su libro de texto de merchandising. Harry espera mucho tiempo, con la esperanza de que Louis vaya a decir algo, pero no lo hace. Harry no sabe lo que Louis veía cuando miraba a la imagen; tal vez no funcionó como lo hizo con el hombre del artículo, tal vez todo lo que veía el ojiazul, era grasa. Quizá está tan conmocionado por la imagen que no puede hablar de ello. Harry no tiene idea de lo que está pensando Louis, y eso lo vuelve loco.
— Louis, ¿podrías hablar conmigo? ¿decirme lo que sientes? —Harry le pregunta suavemente.
Louis lo mira con los ojos tristes, pero da una pequeña sonrisa.
— En este momento siento como si debería estudiar. ¿Bien?
La voz de Louis es fría y rígida.
— Bebé —Harry suspira.
— ¿Bien? —sin embargo, Louis repite, dándole a Harry esa mirada que le ruega que lo deje.
Así que Harry se detiene. Se deja caer, y sólo espera que tal vez Louis vea lo delgado que es en realidad. Él odia tanto cuando Louis hace esto, simplemente se cierra, pero sabe que es más difícil presionarlo, porque retrocederá. Harry no dice nada más, pero acerca a Louis, estrechándolo con su libro de texto, y poniendo su brazo alrededor de los hombros de este. Louis deja escapar un pequeño suspiro, y se entierra profundamente en su lado. Harry agarra uno de sus propios libros de texto de la mesa de café, y abre a la página en la que dejó. No tiene ni idea de lo que Louis está pensando o sintiendo, y no sabe si debería haber tomado la imagen o no. No lo sabe.
Estudian casi en silencio, hasta que Liam llega a casa. Zayn fue al skatepark después de la universidad, y ahora está estudiando con Caitlyn, por lo que no está con Liam. Liam se sienta en el asiento de al lado , y les cuenta acerca de su día. Después de eso Harry y Liam juegan un par de rondas de Fifa, mientras Louis juega con el cabello del ojiverde.
— Bebé, ¿no tienes que ir a ese grupo de estudio? —Louis le pregunta finalmente.
— Mierda, sí, casi se me olvida —Harry gime mirando su reloj—.¿Vas a estar bien? —pregunta mientras empaca lo que necesitará para el grupo.
— Voy a estar bien —Louis rueda los ojos.
— Voy a hacer la cena, y dejar algo para ti y Zayn, para cuando lleguen a casa —dice Liam.
— Tendré que omitirlo, ya que el profesor es organizado y fijará nuestra llegada porque él va a ser el que nos de las guías de estudio especiales —Harry responde.
Louis se aleja, y frota con su pulgar sobre el escondite del hoyuelo de Harry.
— Amor, voy a estar bien —dice—. Puedo sobrevivir sin ti por unas horas.
Harry se muerde el labio, y frunce las cejas.
— Por lo menos podrías fingir que me echarás de menos —pone mala cara.
Louis se ríe, porque sabe que Harry está bromeando.
— Sabes que lo haré —dice en voz baja, presionando sus labios con los del rizado—. Ahora ve a buscar una educación.
Harry se ríe, y le da otro beso. Liam le da una palmada en la espalda, mientras se dirige a ponerse los zapatos. Coge su mochila, y agarra sus llaves y billetera. Louis ya tiene sus pies en el regazo de Liam, ya que están jugando un nuevo videojuego de Fifa. Harry no le gusta dejar a Louis, sobre todo cuando todavía no sabe cómo este se está sintiendo. Harry encontró a Louis llorando en el armario, pero ahora la actuación del ojiazul es como si nada estuviese mal.
— Adiós, te amo —dice Harry.
— Adiós, bebé —dice Louis.
— Chauuuu, yo también te amooo —Liam dice odiosamente.
Harry se ríe, y abandona el departamento con el sonido de Louis golpeando la parte posterior de la cabeza de Liam. El viaje hasta el campus es lento debido al tráfico después del trabajo, pero llega a la biblioteca a tiempo. Harry entra y saluda a sus amigos de clase, antes de registrarse con el profesor. Sus pensamientos nunca dejan a Louis.
Louis le manda un texto, diciéndole 'estudia mucho, sweet cheeks' y sus amigos de clase se burlan de él por sonreír como un idiota hacia su teléfono.
(***)
Harry está sentado en la biblioteca discutiendo con Jeff sobre patrones genealógicos, cuando su teléfono vibra. Lo saca de su bolsillo para checar, sin pausar su oración; pero cuando lee las palabras en la pantalla se congela, frunciendo el ceño. Jeff detiene la oportunidad de exponer su punto, ya que Harry no le está escuchando.
'Harry, por favor, llámame' dice el mensaje de texto de Liam.
Inmediatamente el corazón de Harry se acelera mientras sale fuera de la mesa sin dar una explicación a nadie. Camina un poco lejos de el grupo de estudio, y pulsa el botón de llamada. Sólo suena una vez antes de que sea contestado, oyendo un leve crujido antes de que Liam hable.
— Harry ¿puedes venir a casa por favor? —Liam le pregunta en voz baja—. Es Louis.
Harry está de nuevo en su mesa, metiendo sus cosas en su mochila, antes de que incluso tome una respiración.
— ¿Qué pasa? —pregunta, pidiendo disculpas rápidamente al profesor, antes de que salga fuera de la biblioteca.
— No lo sé —Liam gime—. Lo hizo tan bien en la cena, comió mucho, y ni siquiera lo hizo a la fuerza. Pero luego se puso muy tranquilo y ahora está molesto. Está como enfermo o algo, casi cercano a las lágrimas. No sé qué hacer.
— ¿Qué comió? —Harry le pregunta, mientras trota hacia su camioneta.
— Hice espaguetis y albóndigas —explica Liam, su voz todavía silenciosa—. Comía mucho Harry, pero te prometo que no lo obligué, se lo comió por su cuenta.
— Mierda. Son los carbohidratos, su cuerpo no puede manejar muchos carbohidratos. Dile que estoy en camino.
— Él va a estar molesto si se entera que te llamé —dice Liam.
— Está bien —Harry dice—. Sólo... no lo sé, estaré allí.
Cuelga, y sube a la camioneta, poniendo la llave encendiéndola, y bajando la palanca de cambios para manejar. Su iPhone se sincroniza automáticamente con su Bluetooth, conectándose a los altavoces. Sin embargo, Harry desea que la canción que se reproduce no sea Black Flies, porque es todo menos que relajante en estos momentos.
Harry llega al departamento en un tiempo récord, y corre rápidamente por las escaleras. La TV en la sala está prendida, pero nadie está ahí. Harry deja caer su mochila, y se apresura por el pasillo hasta el dormitorio de Louis. Este se encuentra apenas visible, acurrucado bajo el edredón. Liam está sentado en el borde de la cama, frotando su espalda. Este mira hacia arriba, con el alivio de parpadear y ver el rostro de Harry.
Harry se sienta en el otro lado de la cama, al frente de Louis. El mayor lo mira con el ceño fruncido y los ojos legañosos. Harry llega y acaricia la franja del cabello de este, acomodándolo hacia atrás. Louis deja escapar un gemido, y de alguna manera se acurruca aún más pequeño.
— Llámame si necesitas algo, Lou —dice Liam, y Louis asiente mientras su amigo sale de la habitación.
— Bebé, ¿qué está pasando? —Harry le pregunta, cuando están solos—. Dime lo que estás sintiendo.
Louis gime suavemente.
— Me siento como si fuese a explotar.
— ¿Por qué comiste tanto, Lou? —Harry suspira.
Louis lloriquea, y aprieta sus ojos cerrados.
— Me duele, Harry.
Harry sabe que el cuerpo de Louis no está equipado para digerir tantos carbohidratos, tan de repente. Harry sabe que pesan demasiado en su estómago. El cuerpo del ojiazul dejó de producir los elementos que necesitaba para digerir las comidas, porque estaba tratando de evitar que la carne y el músculo se deterioraran, mientras se moría de hambre.
Cuando el cuerpo de Louis empezó a usar las reservas corporales de energía, esencialmente se olvidó de cómo digerir adecuadamente la energía de los alimentos. El cuerpo de Louis está aprendiendo poco a poco a digerir la comida que está comiendo ahora, pero él sólo lo ha estado haciendo durante tres días. Una gran porción de pasta y albóndigas es demasiado, demasiado apresurado. El estómago y los intestinos de Louis están haciendo su mejor esfuerzo por digerir la comida, pero el esfuerzo extra está haciendo que todo su cuerpo se desiquilibre.
Harry presiona sus dedos bajo la mandíbula Louis en el punto de su pulso, sintiendo el débil aleteo e irregular de los latidos de su corazón. Harry no sabe qué hacer, busca en su cerebro todo lo que aprendió sobre el síndrome de realimentación. Es raro, y Harry sabe que probablemente Louis no lo esté experimentando, pero no está dispuesto a correr riesgos con su salud. Si se equivoca, y Louis en realidad tiene RFS su cuerpo podría entrar en shock.
Incluso si Louis no está teniendo complicaciones con la realimentación, se puede ver la cantidad de dolor que siente; está escrito en cada centímetro de su rostro. El estómago de Louis se ha reducido por la falta de comida, es el por qué se siente tan incómodo cada vez que come. Comer una comida de tamaño promedio para Louis es como si Harry se sentara y comiese tres hamburguesas con queso y papas fritas. Él no sabe si está tomando la decisión correcta, pero la última cosa que quiere es que el ojiazul sienta dolor.
— ¿Sientes como si vomitar ayudaría? —Harry le pregunta vacilante.
Louis abre los ojos, y frunce el ceño.
— Harry...
— ¿Ayudaría, bebé?
Louis se muerde el labio, pero asiente con la cabeza.
— Claro, pero... mierda Harry, estoy tan harto de decepcionarte —murmura, sus ojos tristes.
— ¿Es por eso que hiciste esto? —Harry le pregunta lentamente.
Louis restriega la mano que no se aprieta alrededor de su estómago, por su rostro.
— Yo solo quiero ser lo suficientemente bueno para ti Harry. Yo quería que estuvieras orgulloso de mí. Saber que estoy intentándolo por ti. Y esa maldita imagen... yo no podía dejar de mirarla y no sé cómo coño se supone que debería sentime al respecto. No lo sé. Yo solo... mierda.
— Shh, bebé —Harry dice en voz baja, dándole un beso en la sien a Louis—. Eres perfecto para mí, si incluso si pesas noventa libras, o trescientas. Significa mucho para mí que lo hayas intentado.
— Estoy tan jodido —Louis murmura.
— No lo estás, no digas eso.
— Lo estoy —Louis gime—. Y siento que mi maldito estómago va a desgarrarse.
— No, vamos, amor —Harry dice suavemente.
Louis le mira confuso, mientras toma su mano. Harry incorpora a Louis mientras este encoge, y envuelve sus brazos alrededor de su estómago. Harry le tira suavemente de sus pies, pero el mayor se queda medio encorvado, sus dedos cavando a cada lado de su ombligo. Harry le guía por el pasillo hasta el cuarto de baño, y el ojiazul frunce el ceño.
— ¿Por qué dejas que haga esto? —Louis tartamudea, su cuerpo rígido por el dolor en el estómago.
— Te estás lastimando, Louis —dice Harry—. Vamos a tratar de nuevo mañana, ¿bien?
Louis lo mira con los ojos húmedos.
— Lo siento —dice—. Lo siento mucho.
— Para, no digas eso —Harry suspira—. Sól haz lo que tengas que hacer, estarás bien.
Louis frunce el ceño.
—No puedo hacerlo contigo aquí.
— Vas a tener que, no hay manera de que te deje aquí, encerrado solo. No estarás solo en esto nunca más, Louis.
— Harry, es repugnante, no quiero que me veas así —Louis se queja.
— Louis, ¿quién crees que se encarga de Niall cuando se deja llevar en el pub? Es sólo vómito —Harry dice fácilmente, a pesar de que sabe que no va a ser nada fácil.
Harry sabe que Louis está aterrorizado. Louis ha estado escondiendo esta parte de él durante tanto tiempo, que nunca ha dejado que nadie vea este lado suyo. Harry no puede dejar que Louis se haga esto, ya que, realmente volverían como al principio. Harry está dejando a Louis vomitar porque este se está dañado psicológicamente, ya que en el momento en que sale de la habitación solo se castiga nuevamente. Harry piensa que tal vez esta es la cosa más estúpida que podría estar haciendo, permitiendo a Louis que vomite, porque no puede soportar la mueca debido al dolor en el rostro de este.
— Harry... —Louis lloriquea.
— Vamos cariño —Harry responde en voz baja, sentándose al borde de la bañera, justo al lado del inodoro.
Louis parece que quiere discutir, pero sólo termina cavando sus dedos profundamente en su garganta. Harry ve como Louis cierra la puerta, y se va a lavar las manos. Louis le echa una última mirada, antes de que se quite la sudadera con capucha y lo doble cuidadosamente en el mostrador. Cuando está sólo en pantalones de chándal y una camiseta gris, se arrodilla en frente del inodoro.
Harry ha frotado la espalda de Niall mientras él vomitaba unas cuantas veces ya que han compartido dormitorio. Con Niall siempre es ruidoso, las gárgaras ahogados y maldiciones, mientras sus contenidos estomacales se obligan a salir de su boca. Niall puede beber cualquier cosa en la mesa cuando se trata de fiestas, porque soporta el licor fuerte. El rubio, como la mayoría de la gente, odia vomitar, y siempre lucha para mantener el vómito, hasta que no pueda más. Luego exhala en el inodoro, maldiciendo entre rondas mientras desecha el contenido de su estómago. Harry le frota la espalda, y luego lo lleva hacia su habitación, y le da unas pastillas de paracetamol y agua.
Es tan diferente con Louis. Los dedos delgados de este llegan a su boca y acarician la parte posterior de su garganta, casi con delicadeza. Con una soltura que hace a Harry encogerse. Apenas amordaza sus dedos, antes de que se incline hacia adelante, y el vómito corra fuera de su boca, en el inodoro. Sus nudillos están blancos, donde se agarra de la porcelana de la taza. Su mano tiembla, cuando lleva sus dedos de nuevo a su boca. La mano de Harry frota lentamente hacia arriba y abajo de su espalda y murmura palabras de consuelo que sabe que no sirven para nada.
Las lágrimas pinchan en la parte posterior de los ojos de Harry, porque no puede soportar ver a Louis así. Lastimado y roto en el piso del baño, vomitando, con lágrimas corriendo por su rostro. Duele aún más porque Louis es tan jodidamente bueno en eso. Tiene tanto control que apenas tiene que tocar su garganta antes de que pueda expulsar todo lo que hay dentro de él. Todo el cuerpo de Louis está temblando por la cuarta vez que mete sus dedos en la garganta. Harry llega y coge su delgada muñeca.
— Basta ya —dice—. Ya es suficiente.
Las mejillas de Louis está tan rojas como sus ojos, cuando mira a Harry.
—No estoy vacío todavía —protesta, sonando ahogado.
Harry hace una mueca.
— Bueno. No estás haciendo esto para lograr que estés vacío, Louis. Estabas demasiado lleno, así que tuvimos que conseguir eliminar algo. No estás destinado a estar vacío. Tienes que parar.
Harry se levanta y moja una toalla. Saca a Louis suavemente del piso del baño, antes de que se enjuague. Limpia la saliva y vómito de entre los dedos de Louis. Usa la mitad limpia del paño para limpiar la boca del ojiazul. Louis está temblando, mirando fijamente a un punto justo encima del hombro de Harry.
Antes de que Harry vaya a secar las lágrimas en las mejillas de Louis con un poco de papel higiénico, este se rompe. Su cara se arruga y entierra sus ojos contra las palmas de sus manos. Él grita, todo su cuerpo temblando debido a sus sollozos. Sus rodillas se doblan, pero Harry lo atrapa, recogiéndolo en sus brazos, y se hunde en el suelo con la espalda apoyada en la pared. El puño de Louis aprieta la camisa de Harry, mientras trata de ahogar su llanto en el hombro de este.
— Bebé, está bien, vas a estar bien. Tuviste suficiente, te sentirás bien en un minuto —Harry dice suavemente, meciéndo suavemente a Louis de ida y vuelta.
— No es suficiente —Louis lloriquea, su voz temblorosa e irregular y crudo—. Nunca es suficiente.
(***)
Esa noche, después de que Harry abrigue a Louis y lo acomode en la cama, después de que haya dejado de llorar, y su respiración se haya ralentizado, después de que finalmente se haya quedado dormido, se echa en la cama con él mientras lo estrecha en sus brazos, y nada más que las palabras del ojiazul jueguen como un circuito en su cabeza. Nunca es suficiente.
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