Capítulo 21: odio.
Harry se despierta cuando el sol comienza a deslizarse a través de las persianas, y brillar en su rostro. El sentido habitual de calma en él, es la sensación que siempre siente cuando Louis despierta a su lado. Sólo dura unos pocos segundos antes de que se acuerda que todo se ha ido a la mierda, en el lapso de veinticuatro horas. Louis todavía está escondido debajo de la barbilla de Harry, su mano hecha puño alrededor del algodón de la camiseta de este. Niall ronca suavemente en el otro lado de la habitación. Harry aleja con cuidado las manos de Louis, y se desliza fuera de la cama.
Louis estornuda un poco y gira levemente mientras Harry lo envuelve con las mantas. Harry golpea suavemente el lado de Niall, para que su ronquido no despierte a Louis, y luego estira su espalda, su columna vertebral haciendo 'crack' un par de veces. Va al espejo y cepilla su cabello, antes de caer en el diadema si mantener sus rizos por el borde de sus ojos o no. Tira de sus pantalones de correr y una sudadera, antes de atar sus zapatillas. Coge su cepillo de dientes y va a lavarse al baño comunal, y luego vuelve de nuevo a la habitación para coger su iPhone, con su banda de brazo para correr, sus auriculares, y un poco de dinero en efectivo.
Harry va a correr casi todas las mañanas, Louis ya se acostumbró a ello por ahora, así que no tiene que dejar una nota. De todos modos probablemente va a estar de vuelta antes de que Louis o Niall despierten. Al segundo en que está fuera del edificio y el aire fresco choca contra sus mejillas, Harry comienza a correr. Sus pies chocan contra el pavimento y prende la música; 'Bleeding Out', comienza a sonar.
La quemadura familiar en sus pulmones y el dolor en sus piernas es bienvenida, al igual que su cuerpo finalmente expresa el dolor que siente en el interior. Corre con más fuerza, persiguiendo el sol pálido apenas saliendo en el horizonte. Normalmente correr es su escape, pero no hace mucho para distraer su mente hoy. Hay un hermoso, aunque roto muchacho esperando por Harry en su cama, y ni siquiera sabe si todas las piezas están ahí para ponerlas nuevamente juntas.
En el momento en que vuelve a la residencia de estudiantes está sudoroso y caliente, con las piernas y los pulmones ardiendo. Sin embargo, Harry se deleita con ello, porque se siente bien tomar algo de su frustración y sacarla de su cuerpo. Se detiene en el quiosco en la planta principal. La comida allí es simple, para las personas que no tienen tiempo de ir todo el camino hacia el comedor del campus. Quiere pedir un sándwich de desayuno para Louis, pero sabe que este no lo va a comer. Pide yogurt de vainilla, una taza de bayas y un panecillo; esperando que Louis vaya a comer por lo menos un poco de cada uno. Agarra un pan para su desayuno y el de Niall, y le da a la anciana su dinero en efectivo.
Cuando regresa al dormitorio, Niall está vestido, con el cabello mojado debido a la ducha. Harry se da cuenta que el edredón de la cama de Niall está sobre Louis, en su cama. Louis frunce el ceño un poco en su sueño, su cabello desparramado sobre la almohada.
― Me desperté por el castañeo de dientes ―Niall suspira.
― Sí, hace mucho frío ―Harry frunce el ceño, manteniendo la voz baja.
― Tiene que ganar un poco de carne en sus huesos ―Niall añade en voz baja.
Harry asiente, tragando el nudo en su garganta.
― Aquí, tienes salchicha.
― Gracias compañero ―Niall dice, cuando Harry le entrega el sándwich―. ¿Así que es lo que está pasando?
― Él me odia básicamente, está furioso conmigo y los chicos le dieron de comer un poco la noche anterior, no lo sé. No hemos hablado mucho...
― Él no te odia, Haz. Él va a ver lo mucho que lo amas y que estás haciendo esto por su propio bien ―dice Niall, dándole a Harry una suave palmada en la espalda.
― Él... ni siquiera puede creer que lo amo... y tal vez estaba a punto de hacerlo, pero ahora lo he jodido todo. Ni siquiera va a admitir que tiene un problema.
Niall deja escapar un largo suspiro con su boca llena de sándwich, y mantiene sus brazos abiertos mientras mastica. Harry está sudoroso y asqueroso pero a Niall no le importa, ya que de alguna manera lo recibe en sus brazos. Harry deja escapar un suspiro ahogado, y las lágrimas de las que trataba de huir finalmente se ponen al día e inundan sus ojos. Niall simplemente frota la espalda de Harry y este puede sentir cómo da otro mordisco a su pan, pero no derrocha el efecto reconfortante del abrazo.
― Ya sabes, estaba pensando anoche. Louis es un poco como mi tío Bruce. Él negaba que era un alcohólico hasta que su cara se volvía azul, incluso cuando los doctores le dijeron que su hígado se había agravado, todavía bebía hasta que se desmayaba, todas las noches de la semana. Es como..., está bien beber un poco, pero si bebes demasiado eres un alcohólico y está bien que hagas una dieta, pero si dejas de comer eres anoréxico. Es como el hecho de que un vicio con moderación está bien, pero para ellos es más fácil decirse a sí mismos que no tienen un problema. 'No soy un alcohólico, yo sólo voy a tomar un par de cervezas', o 'No soy anoréxico, sólo estoy viendo lo que como'.
》Al igual que un adicto al crack no puede decir; 'bueno, sólo estoy dando una probada', porque el crack es el crack; no importa lo poco que lo consumas, es malo. Pero con cosas como el alcohol y los alimentos, es más fácil para ellos negar que tienen un problema ―Niall dice en voz baja―. Y sé que estoy siendo incoherente, pero estaba pensando, ¿sabes? Ellos no quieren admitir que tienen un problema, y eso significa tener que solucionarlo, y ellos no quieren hacer eso.
Harry estornuda y analiza las palabras de Niall en su cabeza, antes de asentir.
― ¿Y qué hago?
― No sé compañero, pero no creo que Louis estaría aquí en esta cama si te odiara, y estoy pensando que tal vez la razón por la que fue capaz de comer algo anoche fue porque una pequeña parte de él no quiere decepcionarte. Al igual que mi tío siempre intentaba disculparse cuando mi abuela le hablaba, porque la ama. Quiero decir, es obvio que no va a ser fácil o el tío Bruce nunca hubiese bebido más, pero si Louis está dispuesto a escucharte, aunque sea un poco, podrás ayudarlo.
Harry asiente de nuevo.
― Voy a tratar de hacerle comer algo en el desayuno. No iremos a clase hoy ―dice en voz baja.
― Sí, bueno. Tengo que irme o llegaré tarde, pero llámame si necesitas algo, Haz ―Niall dice antes que Harry se libere del abrazo.
Niall baja la vista y mira su camiseta, un poco embarrada por el sudor de Harry, y sólo se ríe. Harry murmura un "lo siento", pero Niall sólo sonríe y sacude su camiseta. El rubio tira de su camiseta sobre su cabeza y lo arroja en el cesto, saca una nueva y toma su mochila.
Niall se va y Harry se siente un poco mejor, antes de tomar su champú y una toalla para tomar una ducha. Harry se obliga a permanecer bajo el agua caliente hirviendo durante un tiempo, sin hacer nada para quitar la tensión a lo largo de su columna vertebral.
Cuando regresa a la sala, Louis sigue durmiendo. Saca una camiseta de botones azul pálido con unos jeans negros y se viste. Se sienta en la cama de Niall y extiende sus libros de texto para avanzar un poco su trabajo mientras que Louis duerme. Liam y Zayn le mandan un mensaje de texto, preguntando cómo van las cosas. Harry les contesta que Louis sigue durmiendo, pero les dice que comió un poco ayer; y que va a tratar de conseguir que coma un poco más hoy. Harry termina el trabajo de uno de los laboratorios de su clase de química por escrito antes de que Louis finalmente despierte.
Louis deja escapar un pequeño gemido entrecortado mientras duerme y luego.
― ¿Harry? ―lloriquea en silencio.
― Estoy aquí, bebé ―dice Harry, empujando sus libros a un lado y acercándose.
Se sitúa en el borde de la cama y tira de la montaña formada por los dos edredones, para revelar la cabeza de Louis. Louis lo mira adormilado, sacando ligeramente su mano fuera de las mantas envolviéndola alrededor de su muñeca. Louis se mueve ligeramente y ni siquiera tiene que pedir en voz alta, porque Harry sabe lo que quiere. Harry se desliza bajo las sábanas junto a Louis, y este se acurruca en sus brazos, con la mano sosteniendo su camiseta.
Harry sabe que Louis está todavía medio dormido, y probablemente ni siquiera se acuerde de lo furioso que está con él. Harry sostiene a Louis cerca y este presiona un beso en su cuello. Por un tiempo todo se siente bien. Tiene a Louis en sus brazos, y tiene todo el día libre, y Harry puede fingir que es sólo otro día en los que se quedan en casa y se abrazan todo el tiempo.
― Sigo enojado contigo ―dice Louis finalmente, recordándole a Harry simplemente cómo las cosas son en realidad.
― Me lo merezco ―dice Harry con cansancio.
Eso no debe haber sido lo que esperaba Louis, porque frunce el ceño y acaricia levemente la barbilla del rizado. Harry se acerca y toca la mejilla de Louis, acariciando con el pulgar sus pómulos hundidos. Louis no dice nada más. Él no protesta ni se aparta cuando Harry se inclina y besa sus labios suavemente. Están así durante un tiempo antes de que Louis finalmente se levanta por lo que está sentado y pasa sus manos por su rostro.
― Te traje un poco de fruta, yogurt y un bollo ―dice Harry, tratando de no mantener la vacilación de su voz.
Louis frunce el ceño.
― Carajo, Harry ―suspira―. No puedo comer todo eso.
― ¿Inténtalo? ―Harry le pregunta en voz baja―. ¿Por favor?
Louis mira a Harry durante mucho tiempo antes de finalmente dar una breve inclinación de cabeza. Sale de la cama y va a sentarse en el escritorio de Harry con la comida, de espaldas a él. Pela la cubierta del yogurt, hunde la parte posterior de las bayas y comienza a comer sin decir una palabra. Harry se sorprende, porque Louis no come sin empezar una pelea. Louis empieza a comer su sándwich, y el espeso silencio que inunda la habitación sólo se rompe por la propia masticación de los dos, y la cuchara de plástico del ojiazul, presionando la fruta en su plato mientras come.
Louis está apenas a medio comer de las bayas y yogurt al momento en que Harry termina de comer. Harry no se pronuncia; sólo se dirige hacia la cama de Niall y trata de tomar las notas de su libro de texto, para dejar de mirar fijamente la parte posterior de la cabeza de Louis. Observa los movimientos de este desde atrás, sin embargo, no puede ayudarlo. Louis arranca la parte superior de la magdalena y la deja a un lado, antes de comenzar a comer lentamente la parte inferior desmenuzada.
Cuando Louis ha casi terminado el bollo, Harry se levanta y agarra una botella de agua de la nevera pequeña que Niall y él habían obtenido su primera semana juntos en la residencia de estudiantes. Louis acepta el agua con un murmurado 'gracias', y resopla en ella más de una vez. Louis no se aleja cuando Harry pasa las manos por sus hombros, o cuando se inclina para darle un suave beso detrás de la oreja.
― Gracias ―Harry dice en voz baja.
Louis se encoge de hombros cuando Harry recoge la parte del panecillo que sabe que no tiene ninguna intención de comer. Lo bota junto a la taza de fruta casi vacío; un poco de yogurt y un par de arándanos que sobran. Harry no sabe cuánto Louis suele comer en el desayuno, pero sabe que este comiendo tanto sin argumento o alguna discusión es algo.
― Yo no tengo un desorden alimenticio Harry; yo estaba en una dieta. No es gran cosa ―dice Louis fríamente.
Harry entiende entonces. Louis está tratando de mostrarle que está bien. No es un problema para Louis comer, no es anoréxico. Harry sopesa sus opciones. Sabe que no es verdad, sabe que no es sencillo para Louis comer tanto en una sola sesión. Harry puede decir porqué Louis ya está empezando a aclararse la garganta. Sin embargo, no sabe si tiene fuerzas para discutir en este momento, por lo menos Louis está comiendo.
― Está bien, gracias por no discutir conmigo. Sólo quiero que estés sano ―Harry dice en voz baja.
― Sí ―la respuesta de Louis es corta, mientras se pone de pie en el mostrador.
― Los chicos se han ido a clases, ¿quieres volver a tu dormitorio? ―Harry sugiere.
― Sí ―Louis dice―. Sólo tengo que usar el retrete, voy a estar de vuelta.
Harry frunce el ceño.
― Ehm..., sí. Yo también tengo que orinar, iré contigo ―dice intentando y fallando al sonar casual.
― Jesucristo Harry, ¿de verdad crees que voy a ir a vomitar al baño comunal de los dormitorios? ―Louis protesta.
Louis afirma que el miedo de Harry es completamente absurdo, pero el rizado sabe que no habrá nadie a su alrededor porque hay clases y sabe que el estómago de Louis está picando por vaciarse. Se pregunta si se ha vuelto más que una compulsión, una necesidad ahora. Si tal vez Louis siente que necesita vomitar incluso si no se ha visto obligado a comer demasiado. Se pregunta si a Louis le gusta la quemadura del vómito en su garganta, de la misma manera en la que a Gemma le gustaba el arrastre de una navaja a través de su piel.
― No Lou, sólo tengo realmente que orinar ―Harry dice con cuidado.
Louis simplemente frunce el ceño, y la mirada de sus ojos le dice a Harry que su preocupación no era infundada, "puto idiota", Louis murmura mientras camina pasando a Harry y saliendo por la puerta.
Harry simplemente suspira y lo sigue a una distancia segura al baño. Se dice a sí mismo que no está siendo ruido. Pero Louis es como un animal asustado; encogido en el fondo de su jaula, pero atacando cada vez que alguien se acerca demasiado. Como un perro que ha sido golpeado demasiadas veces para olvidar lo que se siente tener a alguien que lo acaricie suavemente; que lo mejor que intentará es atacar al veterinario, no importa lo mal que esté herido. Harry sabe que Louis se siente atrapado, acorralado y odiaría empujarlo pero alguien tiene que arreglar las partes rotas. No importa cuán aterrador es para Louis tener a alguien tan cerca.
Después de entrar al baño no dicen mucho, mientras Harry prepara su ordenador portátil y sus libros de texto para hacer la tarea. Louis calza en sus pantalones y un jumper, tirando de su chaqueta de mezclilla sobre su espalda. Louis usa el cepillo de Harry para peinar su flequillo y luego cuelga su bolsa de lona en su hombro. Sin embargo, Harry toma la bolsa de lona de Louis, y lo cuelga por encima de su hombro, junto con su propia mochila.
Louis no dice nada mientras van a la camioneta de Harry, y sólo mira por la ventana en todo el camino hacia su dormitorio. Harry sólo puede oír el claro carraspeo de la garganta de Louis, por encima de la canción de Lana Del Rey reproduciéndose a través de los altavoces. Harry se pregunta si es porque Louis está con ganas de purgar, o simplemente es un síntoma de vomitar todo el tiempo.
La tensión entre Louis y Harry hace que el corazón del rizado duela. Al igual que sus corazones están unidos por una banda de goma y Louis continúa alejándose cada vez más, tirando de la estrecha banda de goma. Duele.
Louis se mantiene en silencio a lo largo del camino hacia su dormitorio dándole la espalda a Harry y, a continuación, abre la puerta sin decir palabra. Harry apenas tiene tiempo de dejar los bolsos, antes de que Louis esté sacándose sus zapatos yéndose por el pasillo hacia su habitación. Harry lo sigue, pero Louis lo mira por encima del hombro.
― ¿Podría, tener un poco de privacidad, o algo? ―protesta.
Todo lo que Harry puede pensar es en el cubo de basura en la habitación de Louis en el que podría vomitar.
― ¿Por qué, bebé? ―le pregunta con tristeza.
― Por el amor de Dios, mierda Harry, sólo quiero estar solo ―Louis gruñe.
― Yo esperaba... si no querías hacer nada podríamos estar abrazados en la cama o algo así. No tenemos que hablar, no te molestaré ―Harry dice en voz baja.
Harry se acerca a Louis, acariciando suavemente el hombro de este hasta lograr sujetar su mano. Los ojos de Louis siguen la mano de Harry lentamente hasta encontrarse con sus ojos. Harry casi espera que Louis se aleje de su agarre, pero no lo hace. Sus ojos buscan el rostro de Harry por un pequeño momento, antes de dar una pequeña mueca.
― Odio cuando haces eso ―murmura, negando con la cabeza.
― ¿Hacer qué? ―Harry frunce el ceño.
― Mirarme de esa manera. Con esos malditos ojos ―dice refunfuñando, pero la mano de Harry da un pequeño apretón.
― Yo solo necesito que dejes de alejarme ―Harry casi susurra, porque no puede hacer que su voz saliese más fuerte.
Louis está tranquilo por un tiempo, tal y como estaba en el pasillo. El cuerpo de Louis se enfrenta a su habitación, listo para darse la vuelta, pero sigue sosteniendo la mano de Harry. Deja escapar un pequeño suspiro y baja la cabeza. Deja caer la mano de Harry, pero se vuelve hacia este, cruzando los brazos sobre su pecho y encrespándose un poco. La mano de Harry se siente vacía por lo que la alza y Louis no se inmuta cuando el menor cepilla con cuidado el flequillo de sus ojos.
― Haz... ―comienza, pellizcando el puente de la nariz con cansancio―. Bebé, yo solo me siento culpable, lo siento. Sólo..., mierda. Todo se siente jodido. Yo no quiero hacer esto contigo: tener que luchar con lo que como, y... yo no sé cómo hacer para que entiendas que estoy bien.
Harry traga el nudo en su garganta.
― No quiero pelear contigo acerca de esta mierda, Louis. Joder, no me gusta esto. Pero tú no estás bien, y necesito que comas, necesito asegurarme que estás bien.
― Comí el desayuno, Harry ―Louis gime, mirando hacia el suelo―. Y no estoy pensando en vomitar en mi cajón de calcetines.
Las mejillas de Harry se tornan de color, y niega con la cabeza.
― No se trata de eso, Lou, yo sé que estás enojado conmigo y tienes el derecho de estarlo, pero por favor no me odies porque te quiero de verdad, y sé que estás enojado pero sólo por favor no me odies.
El aliento de Louis queda atrapado en su garganta, y mira a Harry con los ojos muy abiertos.
― Mierda, Harry yo no... no podría odiarte ―niega con la cabeza.
― Lou, sólo yo no quiero que te encierres en la habitación solo.
― No lo voy a hacer Haz, simplemente dame cinco minutos, ¿sí? Luego, podemos ver una película o estudiar o hacer lo que quieras, ¿de acuerdo? ―Louis pide cuidadosamente.
― ¿Por qué? ―Harry protesta―. ¿Qué es lo que tienes que hacer durante cinco minutos que no puedo estar en la habitación?
Louis abre la boca como si estuviera a punto de decir algo, y luego mira hacia abajo en el piso.
― A la mierda. No importa. Vamos a ver una película o algo.
Louis intenta pasar por delante de Harry para llegar a la sala de estar, pero este agarra suavemente su brazo.
― Lou, tú prometiste que serías sincero conmigo.... por favor, ¿sólo puedes decirme lo que querías hacer?
Louis se sacude del agarre de Harry, pero no lo mira a los ojo.
― Nada, es estúpido.
― Mierda, no. ¿Podrías decirme por favor? Honestamente. Prometo no enojarme ―Harry le pregunta en voz baja.
Louis levanta lentamente para encontrarse con los ojos de Harry, y frunce el ceño, un tinte de color rosa adornando sus mejillas.
― Yo solo... mierda, Harry ―da un suspiro, y niega con la cabeza―. Sólo tenía que pesarme, yo realmente prefiero hacerlo en privado.
El estómago de Harry se agita, mientras trata de pensar en la mejor manera de procesar esas palabras juntas.
― Lou... bebé, a partir de ahora, creo ehm... no vas a tener que pesarte, ¿de acuerdo? Debido a que tenemos que conseguir que mejores y no vamos a ser capaces de hacerlo si tú entras en pánico por la balanza ―dice Harry cuidadosamente.
Louis roda los ojos.
― Oh, ¿por lo que ahora me estás diciendo que no puedo putamente pesarme? ¡Eso es perfecto!
―¿Louis cuántas veces al día te pesas? Honestamente.
― ¿Qué? ―Louis se burla―. ¿Qué coño importa eso?
Harry suspira.
― ¿Cuántas veces?.
Louis no lo mira a los ojos.
― Unas pocas.
― ¿Tres? ¿o más que eso?
― Más ―Louis murmura.
― ¿Más de cinco?.
Louis se limita a asentir. Harry suspira y ni siquiera piensa si quiere saber el número real. Leyó sobre esto. Sabe que cada vez que Louis se pesa en la balanza probablemente tema. Harry sabe que no importa qué tan bajo el número sea nunca se siente lo suficientemente bueno para Louis. Sabe que si Louis se pesa en la balanza y el número va en aumento entrará en pánico.
Harry sabe que cualquier peso extra que Louis vea hoy, sólo será el peso del agua; su cuerpo es fluctuante, está tratando de adaptarse a la comida que consumió ayer. Sabe que el cuerpo de Louis ni siquiera realmente sería capaz de mantenerse en su peso, por lo menos durante un par de ciclos digestivos. También sabe que la digestión de Louis se ha desacelerado drásticamente debido a su desnutrición; y donde a la persona promedio le toma un poco más de una hora de digerir, el cuerpo de Louis tendrá que hacerlo en el doble de tiempo.
Conoce todos estos hechos, porque conservó todo lo que leyó cuando estaba investigando, pero los hechos no hacen nada para que Harry se sienta mejor mirando tan roto a Louis de pie delante de él.
― Lou ―Harry dice, levantando suavemente la barbilla del ojiazul por lo que sus ojos se encuentran―. No puedes obsesionarte con tu peso, ¿de acuerdo? Se trata de estar sano, no lo que dice alguna balanza ―Louis abre la boca para protestar, pero Harry sigue hablando―. Me voy a llevar la balanza, no tiene por qué estar en este lugar.
― Harry no seas ridículo. No estoy obsesionado. Yo... sólo no. No. No te llevarás mi balanza ―afirma Louis―. Voy a dejar de pesarme mucho, yo no... ―Louis tartamudea, negando con la cabeza más o menos.
Harry sabe donde está la balanza, la ha visto antes en el fondo del armario de Louis. En ese momento no pensó en ello, por supuesto, porque era un idiota y no podía ni siquiera sumar dos y dos juntos. Harry pasa al costado de Louis, y este se extiende y se aferra a su brazo. Harry mira hacia abajo con tristeza y niega con la cabeza. Los ojos de Louis son una mezcla de enojo, frustración, y pánico, y eso logra que las lágrimas de Harry caigan.
― Lou... ―suspira.
Él se odia por ello, pero sigue caminando, incluso con Louis tirando débilmente de su brazo. Louis probablemente habría sido capaz de detener a Harry si fuera treinta libras más pesado y tuviera abundante energía, porque es muy pequeño en comparación con Harry. Sin embargo, como está ahora, Louis apenas puede subir las escaleras hasta el dormitorio. A pesar de que Louis trata de usar toda su fuerza para sostener el brazo de Harry, este casi no lo siente. Harry es cuidadoso; no quiere que Louis salga herido tratando de detenerlo, pero camina hacia la habitación de este sin ningún problema.
― ¡Harry, deja de ser un puto gilipollas! ¡No puedes ir a mi habitación y robar mi balanza! ¡Es absolutamente una mierda! ―Louis grita airadamente, sus diminutos dedos clavándose en el bíceps de Harry.
― Lo siento ―es todo lo que Harry dice.
― ¡Harry! ―Louis grita, cuando el rizado abre su armario.
Harry se detiene cuando ve la balanza, situada bajo uno de los bastidores de ropa de Louis. Hay un diario de cuero marrón que se sienta en la parte superior de la misma, que Harry nunca ha visto antes. Se agacha y recoge tanto la balanza como el diario. Louis jadea cuando ve el diario en la mano de Harry y se lanza por él, pero este lo aleja del alcance del mayor. Harry se odia por el aspecto de traición que destellan los ojos de Louis.
― ¿Qué es esto? ―Harry le pregunta lentamente, la balanza bajo su brazo, y el diario por encima de la cabeza de Louis.
Louis trata de alcanzarlo, su mano agarrando el brazo de Harry, mientras trata de tirar de él hacia abajo para agarrar el diario. Los datos que Harry leyó en el Internet destellan a través de su mente. Sabe mucho de los anoréxicos que también tienen pensamientos suicidas, pero se ha dicho un millón de veces que Louis no los tiene. Ni siquiera puede permitirse creer que Louis piense así. Ahora sin embargo, está mirando el diario poco visible, y la reacción de Louis con él, lo único que siente es miedo.
― Te odio por hacerme esto, Harry ―Louis susurra―. ¿Cómo mierda puedes hacerme esto?
Harry se tambalea y se siente enfermo, las lágrimas cosquilleando la parte posterior de sus ojos. Louis le odia, y Harry se odia por ello. En silencio, Harry le entrega a Louis el diario, y este se lo arrebata y lo sostiene contra su pecho como un salvavidas. Harry nunca habría leído el diario de Louis sin su permiso, nunca lo abriría, pero el terror en los orbes del ojiazul cuando pensó que lo haría, lo sacude hasta la médula.
― Yo no iba a leerlo Louis. Yo... yo nunca rompería tu confianza así ―susurra Harry, con la voz temblorosa― Lo siento, no debí hacerlo: lo siento.
Louis lo mira con el ceño fruncido, y niega con la cabeza.
― Esto es tan jodido, Harry. Devuélveme mi balanza.
― No, Louis. Porque necesitas aumentar de peso, y si lo ves en la balanza, vas a enloquecer ―Harry suspira por el dolor encajado en su garganta―. ¿Liam o Zayn tienen una balanza? ―pregunta, sabiendo que tendría que tomar los mismos.
Louis niega con la cabeza sin disminuir su mirada.
― No puedes tomarlos.
― Tengo que hacerlo. Lo siento.
― No puedes hacerlo, ¡Harry! Ni mierda, ¡no tienes que hacer nada de esto!
― ¡Sí, Louis! ¡Tienes un trastorno alimenticio! Tus pensamientos no son correctos! ¡Te estás desvaneciendo! ―Harry llora, las lágrimas finalmente ganan su batalla y se deslizan por sus pestañas― ¡Prefiero que me odies y estés vivo a que me ames y estés muerto!"
Louis se congela, mirándolo como si hubiera recibido una bofetada. Sus ojos siguen las huellas de las lágrimas que corren por las mejillas de Harry. Harry ve los dedos de Louis contraerse, como si quisiera golpearlo, pero luego sólo las hace puños. Su pecho se agita, y hay una vena a lo largo de su cuello, sobresaliendo por su enojo. Incluso cuando Louis se está poniendo loco, todavía se ve tan hermoso. Sus enormes ojos azules parpadean con ira, pero siguen siendo tan impresionantes. Sus lindos labios se convierten en una mueca, pero Harry aún quiere besarlos. Su postura está enojada y a la defensiva, pero Harry aún sólo quiere abrazarlo.
― Harry, ¡deja de ser tan dramático! ―Louis grita.
Harry solo gime y mira hacia abajo al suelo, porque no puede manejar lo mal que le ha hecho sentir a Louis. No sabe si debe quedarse y tratar de calmarlo, o salir de la habitación, y darle un respiro. Harry friega inútilmente los ojos con su puño.
― No estoy siendo melodramático Louis, he hecho investigaciones, no se puede vivir así ―dice Harry, en lugar de decir 'si continúas de esta manera te vas a morir' pero no quiere discutir.
Harry levanta sus manos en señal de rendición y se aleja, la balanza continuando bajo su brazo. Louis observa mientras Harry sale de la habitación. Harry oye el portazo detrás de él, y avanza con dificultad por el pasillo hacia la sala de estar. Mete la balanza en su mochila, y saca sus libros de texto con la intención de tratar de estudiar un poco. Termina simplemente dejando sus libros sobre la mesa y se sienta sobre el sofá, acurrucándose tan pequeño como puede o desea.
(***)
Harry no está seguro cuando se quedó dormido, pero se despierta en el sofá y debajo de él hay una rodilla huesuda contra su cadera. Abre los ojos lagañosos, y observa en silencio mientras ve a Louis en el respaldo del sofá. Sin decir palabra Louis mete su pequeño cuerpo en él, con la espalda apoyada en su pecho, eso sólo muestra lo pequeño que es, ajustándose tan fácilmente en el espacio entre el rizado y el respaldo del sofá.
Harry simplemente respira un suspiro de alivio, y envuelve su brazo alrededor de la cintura de Louis, acercándolo más y llevando sus rodillas detrás de él. Louis desliza sus dedos meñiques entre Harry y deja escapar un largo suspiro, propio de él.
― Pensé que habías dejado el dormitorio ―murmura Louis―. Dejándome.
Harry suspira, y sostiene a Louis un poco más fuerte.
― Estoy empezando a preguntarme si eso es lo que quieres ―dice, hablando en voz baja.
Louis tensa sus dedos apretando un poco más a Harry, pero no dice nada durante un rato. Harry se pregunta si tal vez está pensando en si eso es lo que realmente quiere Louis, o no. Frunce el ceño y apoya su mejilla contra el cabello de Louis. Harry no iría a ninguna parte sin tener en cuenta lo que dice Louis, pero no se siente bien estar en un lugar en el que no te quieren.
― Yo no. Joder Harry, no quiero eso ―Louis respira por último―. Sólo necesito que te apartes. Por favor. Al igual que mi dieta y esas cosas.
Harry niega con la cabeza.
― No puedo hacerte eso, Louis. Yo no voy a hacer eso. Sé lo que dije bebé, no puedes vivir así. Tu presión arterial es tan baja; estás en riesgo de insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, osteoporosis, convulsiones. Tu cuerpo no puede funcionar con lo que te has estado alimentando.
― Harry, eso es para las personas que no comen ―Louis protesta―. Yo como.
― No Lou, eso es para las personas que consumen significativamente menos calorías de las que queman. ¿Conoces a alguien de nuestra edad que ha consumido un mínimo de veinticinco calorías? Y esas calorías que no estás consumiendo crean un déficit que logran que tu cuerpo se consuma.
― Sé todo eso ―Louis protesta, de forma automática―. No eres la única persona que puede utilizar Google.
― Así que lo sabes y estás tratando de utilizar ese conocimiento para bajar de peso, eso significa que estás muriendo de hambre a propósito ―Louis abre la boca para discutir―. Sí, muriendo de hambre, porque estás a propósito consumiendo menos calorías de las que tu cuerpo necesita. Es un trastorno alimenticio, Louis.
― Tal vez mi dieta no es la más saludable, pero yo... No soy anoréxico, Harry. Las personas que tienen anorexia son muy delgadas y yo estoy...
― Jesucristo Louis, ¿qué es lo que ves cuando te miras en el espejo? No hay un gramo de grasa en tu cuerpo ―Harry suspira, su mano extendiéndose fácilmente hacia uno de los huesos hundidos de la cadera de Louis―. Te pesas cien veces al día, sin embargo debes saber que el número de tu peso no es sano.
Louis da una respiración temblorosa.
― No importa lo que el maldito número en la balanza diga. Tengo malditos ojos, puedo ver la celulitis en mis muslos, puedo ver la grasa en mis caderas.
― ¿Sabes que un síntoma de la anorexia es distorsionar la imagen corporal? Han hecho estudios que compararon los cerebros de las personas anoréxicas y las personas con el trastorno dismórfico corporal diagnosticada, y hay tantas similitudes que dan miedo. No estás viéndote correctamente, bebé. No tienes nada de grasa que perder. Nada.
Louis simplemente niega con la cabeza.
― No quiero hablar más de esto ―dice bruscamente.
Harry da un suspiro, pero finalmente asiente.
― Bien, Louis. Pero yo no voy a ninguna parte, y tienes que comer. Puedes gritarme y estar furioso conmigo todo lo que quieras, pero necesitas ayuda quieras o no.
Louis no dice nada. Simplemente se da la vuelta en los brazos de Harry, hasta que su nariz está escondido bajo la barbilla de este. Harry lo tiene más cerca y engancha sus tobillos, su mano sube lentamente, acariciando el cabello del ojiazul.
― No me dijiste que me amabas antes de salir de mi habitación. Siempre me dices que me amas, incluso cuando estamos discutiendo.
La voz de Louis es tan suave y tan rota que Harry siente físicamente que aprietan su corazón en el pecho. Siente una clase de sensación enferma de placer al saber que si deja de decirle a Louis te amo este lo extrañaría, aunque tal vez no lo crea, e incluso si no lo puede decir a cambio. Sin embargo, el placer no dura mucho tiempo, porque se odia por darle a Louis incluso ese momento de duda.
― Te quiero, Louis. Te amo. Te quiero tanto que duele ―susurra Harry, presionando un beso detrás de la oreja de Louis después de cada pausa―. Nada va a cambiar eso, ¿sí? Te amo.
Louis no responde, excepto que lloriquea un poco y desliza sus manos bajo el dobladillo de la camisa de Harry. Harry lo sostiene más cerca y presiona un suave beso en su mejilla. Están así por un largo rato, y Louis se queda dormido, pero la mente de Harry está a cien por hora.
(***)
Louis se despierta un poco más tarde, y decide hacer un trabajo de la escuela. Harry se distrae viendo los bocetos de Louis por un tiempo. Su pequeña mano revolotea a través de la página de su cuaderno de dibujo, las líneas de conexión y añadiendo detalles que Harry no entiende, hasta que la imagen comienza a reunirse. Louis tiene mucho talento, tanto ingenio creativo, él debe estar muy orgulloso de quién es. A Harry lo mata lo poco que Louis piensa de sí mismo, porque cuando mira a Louis ve todo el mundo en él.
Finalmente Harry tiene hambre y se pregunta cuándo empezará a discutir con Louis. Es cualquier cosa menos fácil, pero Harry finalmente convence a Louis de comer un poco de ensalada con atún y queso cheddar. Harry se hace un sándwich de atún, y comen sentados en la mesa de la cocina juntos. Louis lo llamó un imbécil durante la discusión sobre el almuerzo, pero no se apartó cuando el menor enganchó sus tobillos con los suyos, por debajo de la mesa de la cocina.
― Te amo ―Harry le recuerda, después de que Louis se come el último bocado de atún desde el fondo de su plato.
― ¿Por qué? ¿por qué me comí toda mi comida como un niño bueno? ―Louis escupe sarcásticamente.
― No, Louis. Te amo incluso cuando me dices que soy un idiota, y te amo, incluso cuando me alejas, y te amo, incluso cuando estás enojado. Pero gracias por comer.
Louis frunce el ceño, y envuelve sus brazos alrededor de su estómago.
― Realmente me gustaría ir a mi habitación y estar solo en este momento ―dice con frialdad.
Harry suspira.
― Voy a trabajar en mi escrito de biología aquí Lou, puedes ir a ver una película a la sala, o dibujar un boceto, o lo que sea ―Harry ofrece en cambio―. No quiero que te quedes en tu habitación.
Louis frunce el ceño, pero se encoge de hombros, y se levanta de la mesa yendo a la sala de estar. Enciende el televisor y se sienta en la esquina del sofá, cuando Harry toma su cuaderno y libro de texto para llevarlos de vuelta a la cocina. Harry se sienta en la mesa de la cocina con los sonidos de la TV y el suave carraspeo de la garganta de Louis como ruido de fondo mientras estudia. No sabe cómo hacer esto más fácil; no sabe cómo hacer esto bien.
(***)
― ¿Qué haces sentado aquí? ―Liam le pregunta, cuando él y Zayn entran por la puerta principal hacia la cocina por la noche.
Harry suspira y cierra su libro de texto.
― Louis está enojado conmigo, y yo no quería que estuviera encerrado en su habitación, así que le dije que haría mi trabajo aquí para darle espacio.
― ¿Por qué está enojado contigo? ―Zayn le pregunta en voz baja, dándole a Harry un apretón tranquilizador en el hombro.
― Porque le hice comer el desayuno y el almuerzo. Y me llevé su balanza ―Harry explica―. No puede ser que él se pese todo el tiempo. ¿Alguno de ustedes tiene una balanza aquí?
Liam asiente.
― Sí, tengo una para cuando estoy tratando de bajar de peso para el fútbol ―dice―. Voy a quitarla. ¿Tomaste la balanza de su dormitorio?
Harry asiente con la cabeza.
― Sí ―dice―. ¿Sabías que Louis tenía una balanza?
Liam asiente.
― Sí, solía mantenerlo en el retrete, pero Zayn seguía golpeándose el tobillo con ella todas las noches.
Harry suspira y baja la cabeza.
― Lou me mintió entonces, cuando le pregunté si alguno de ustedes tuvo una. Probablemente Louis estaba usando la suya, supongo.
Zayn y Liam se miran el uno al otro, y Liam deja escapar un profundo suspiro.
― Él no es un mentiroso Harry, en verdad ―Zayn dice suavemente―. Él sólo...
― Está tratando de ocultar un trastorno alimenticio ―responde Liam, sonando frustrado―. Joder, ¿cómo no lo sabía?
Ni Harry ni Zayn dicen nada, porque saben exactamente cómo Liam se siente, y saben que nada les quitará esa culpa. Es la misma culpa que empuja dura e incesantemente contra el diafragma de Harry, por lo que le duele respirar. Harry se pregunta si Liam conseguirá librarse de la culpa, porque Zayn nunca lo hará. Harry aún siente la culpa de tomar tanto tiempo en averiguar lo que sucedía verdaderamente con Gemma, todos los días de su vida. Él calcula que será lo mismo, pero mucho peor con Louis.
― Voy a empezar a hacer la cena, mientras ustedes vayan a hablar con él ―Harry dice en voz baja―. Él estaba haciendo su trabajo del curso la última vez que fui a verlo.
Zayn asiente y aprieta el hombro de Harry una última vez, antes de sostener el brazo de Liam, a medida que avanzan hacia la sala de estar juntos. Harry pone fin a sus libros y saca las pechugas de pollo de la nevera, junto con un poco de brócoli. Comienza a preparar el pollo con pimienta inglesa básica, y coge una olla de agua para hervir el arroz integral.
Sus voces son suaves al principio, sobre todo Zayn hablando; las respuestas de Louis son apenas murmullos. Poco a poco la voz de Louis se intensifica, discutiendo, pero la voz de Zayn continúa suave. La voz de Liam corta todo entonces, más fuerte y firme. Cuando Louis oye la palabra 'rehabilitación', le responde a Liam, diciéndole que se vaya a la mierda.
― Si no me quieren aquí, si no quieren tratar conmigo, díganlo; voy a salir de su camino. ¡Pero no voy a ir a una rehabilitación de mierda! ―grita.
― Louis ni siquiera dijimos eso ―dice Zayn, su voz suave y tranquilizadora―. Nosotros nunca, nunca querríamos que te vayas a ninguna parte, estamos contigo en esto. Pero tienes que aceptar nuestra ayuda, o te juro por dios, Li y yo te ataremos y te arrastraremos hacia el hospital.
― No pueden obligarme a entrar al hospital ―Louis escupe.
― Vamos a decirles que estás amenazando con matarte, y te mantendrán allí con guardia psiquiátrica. Y van a poner un tubo por tu nariz y por ahí llegará tu comida ―dice Liam bruscamente―. Y si piensas que es una puta broma, no me conoces tan bien como crees.
El silencio en el otro cuarto es tan espeso, que Harry se pregunta cómo cualquiera de ellos tres están respirando el aire. Trata de centrarse en hervir el brócoli a vapor, pero su corazón duele porque puede oír el dolor en la voz de Louis. No entiende plenamente la dinámica de ellos. Zayn está siempre calmado, su voz suave y tranquilizadora. Liam es el firme, ferozmente protector, con un poco de mal genio. Al mismo tiempo, sin embargo, de alguna manera Liam es aún más tierno con Louis que Zayn.
― No me harían eso ―dice Louis, en voz tan baja que Harry tiene que esforzarse para oír―. Te conozco, y sé que nunca nunca me harías eso.
― Si te derrumbas Louis, haríamos de todo para mantenerte vivo ―Zayn dice en voz baja.
― Sólo necesitamos que te mejores, Lou. Por favor ―Liam dice entonces, y Harry se da cuenta que su voz está ahogada por las lágrimas.
― Tienes que comer, bebé ―Zayn suplica, sollozando un poco―. Por favor, permítenos ayudarte.
― Comí el desayuno y el almuerzo ―Louis protesta, su voz es temblorosa, y Harry sabe que los tres están llorando.
― Y Harry está haciendo la cena, y vas a comer eso también, ¿no? ―Liam le pregunta, a pesar de que no la formula como una.
Harry oye a Louis suspirar y decir algo en voz baja, pero no puede entender las palabras. Apenas presta atención a las pechugas de pollo que está dando vueltas en el horno. Ahora se escucha poco desde la otra habitación, las voces de Louis y Zayn convertidas juntas en susurros.
― Él no te odia Louis, el chico te ama jodidamente mucho ―dice Liam, y está tratando de susurrarle también, pero su voz se extiende.
No es algo que suena como una protesta por parte de Louis, antes de que Zayn hable.
― No vamos a dejar que lo rechaces Louis, él es exactamente lo que necesitas. Y no vamos a dejar que nos alejes tampoco, porque te necesitamos, tanto como nos necesitas ―dice en voz baja.
― Te queremos mucho ―Liam suspira―. Y estamos tan jodidamente mal por no darnos cuenta de que necesitabas ayuda antes. Me he dado cuenta, y te he defraudado, y lo siento mucho.
―Para Liam, no digas eso ―Louis protesta débilmente.
― Lo estamos, Lou ―dice Zayn―. Deberíamos habernos dado cuenta, deberíamos haber visto las señales. Y me mata pensar que tal vez pensabas que no nos importabas lo suficiente como para darnos cuenta.
― No ―murmura Louis―. Sólo detente. Ni siquiera sé donde estaría sin ustedes.
Hay más que un suave murmullo, y Harry respira un suspiro de alivio. No quiere discutir con ellos; va contra su naturaleza. Él nunca ha sido tan cercano a las personas como lo ha sido con los tres de ellos, y está muy contento de tener a Louis, pero no quiere que ellos discutan. Deja el pollo en el horno para que se termine de cocinar, y agrega el arroz en el agua hirviendo, mientras que los chicos siguen hablando en voz baja en la sala de estar. Harry escucha su nombre un par de veces, pero no puede oír nada más. Ni siquiera cree que quiera saber lo que están diciendo.
Harry se sienta en la mesa mientras espera la comida cocinarse, porque no quiere interrumpirlos. Siente la banda de goma apretando su corazón cuando piensa en el hecho de que Louis todavía piensa que él va a odiarlo. Incluso después de todo esto, después de todas las veces que Harry le ha rogado creer en su amor. Louis todavía piensa que Harry podría odiarlo. Profundo en el pensamiento, mastica distraídamente la parte posterior de su nudillo, cuando unos brazos se envuelven alrededor de sus hombros.
― Eres demasiado bueno para mí ―una vocecita dice; antes de enterrar su rostro en el hueco del cuello del rizado.
No es como si Louis estuviera tratando de darle las gracias a Harry por ser bueno con él, la manera radica si la mayoría de personas lo diría. Harry sabe que Louis realmente lo cree, realmente cree que no merece la forma en que lo trata. Ni siquiera mencionar el hecho de que Harry fue muy malo con Louis, hizo que este se sintiera mal, y discutió con él por su balanza y su diario.
― No, no lo soy ―dice Harry.
― Lo eres. He sido un gran idiota. Tienes todo el derecho y razón para mandarme al infierno.
― Yo nunca haría eso.
― No sé por qué no lo harías ―Louis suspira―. Pero lo siento.
― No, yo lo siento ―Harry protesta.
― No tienes nada que lamentar.
― Sostuve tu diario sobre tu cabeza como un matón en la escuela primaria ―Harry dice, la culpa corriendo por la parte posterior de su garganta como agua helada.
Louis no dice nada, pero sus brazos dejan los hombros de Harry. Harry lo ve salir de la cocina y desaparecer por el pasillo sin decir una palabra. Suspira y se frota las manos por el rostro, porque sabe que ha dicho otra cosa mal ahora.
Sin embargo, antes de que tenga tiempo para culparse por ello, Louis regresa. El diario de cuero marrón se mantiene firmemente en sus brazos. Se sienta junto a Harry, y sus nudillos son blancos donde agarra los bordes del libro. Se aclara la garganta un poco y Harry busca sus ojos. Finalmente Louis suspira, y empuja el diario sobre la mesa hacia Harry.
― No es un diario o un libro o algo. Sólo... anoto mis números. Me pesé cuando fui al motel anoche, y olvidé botarlo a la basura supongo. Es sólo...
Louis ve a Harry dudando de tocarlo, y se extiende para abrir el diario por él. Los ojos de Harry caen en la página. Los números se escriben en líneas rectas y el ojiverde se da cuenta de que el primer número es un peso, seguido de tres mediciones. Es meticuloso y ordenado, y cada página se ha fijado después de un conjunto de números y medidas, escrito en líneas perfectamente rectas.
Los pesos no están anticuados, pero disminuyen lentamente al principio, y luego rápidamente se hacen más pequeños y más pequeños. Harry siente las lágrimas picar en la parte posterior de sus ojos, pero las retiene, porque sabe lo grande que es, que Louis le esté mostrando eso. Louis está mirando a Harry con nerviosismo, tratando de mantener una expresión neutra. Harry pierde de vista los pesos en la página de la deriva inferior, hacia los dos dígitos. Ni siquiera quiere dar vuelta a la página y ver la disminución de números. Se traga el nudo en la garganta y asiente con la cabeza, extendiéndose a cerrar el libro, antes de temblar. (En este caso dos dígitos son menos de cien libras que son cuarenta y cinco kilos. Imaginen cuánto ha de pesar Louis y en cuánto quería disminuir)
― Es sólo... no quería hacer otra cosa que quedarme contigo ―murmura Louis, con los ojos fijos en el libro―. Tal vez esté un poco mal, y tal vez no sea saludable, pero yo, yo estoy... jodido y todavía no te has ido, así que me imagino que tal vez deba dejarte ver todo, así tomarás una decisión.
― ¿Una decisión sobre qué? ―Harry le pregunta, con voz ronca por las lágrimas contenidas.
― De dejarme.
Harry suspira y extiende su mano pidiendo la de Louis.
― No te dejaré ―dice con seriedad―. Pero gracias por enseñarme.
Harry sabe que Louis no se lo cree, pero este asiente y le da la mano al rizado en un pequeño apretón, antes de soltarlo. Louis se ve casi vacilante cuando se inclina y choca sus labios suavemente contra los de Harry en un beso. Desaparece nuevamente hacia su habitación, con el diario aferrado a su pecho. Harry se pregunta qué va a hacer con él, y si es sano dejar que se lo quede.
El horno emite un pitido y Harry se levanta con sus pensamientos confusos, y se pone a preparar los platos. Louis regresa a la cocina después de guardar su diario, y Harry casi no alcanza a ver la mueca que cruza en el rostro del ojiazul cuando ve la comida. Harry sirve primero la comida en su plato al igual que en el de Zayn y Liam; grandes porciones como al que están acostumbrados a comer. Louis se sienta a su lado, sus dedos cerrándose ligeramente en la parte posterior de la camisa de Harry. Este se da cuenta que Louis está nervioso.
Harry sabe que es porque esta es la primera cena de verdad que Louis va a comer con ellos sin vomitar. Harry se pregunta cuando fue la última vez que Louis tuvo una cena adecuada, sin tener que vomitar. Harry acaricia su barbilla y planta un beso suave en el cabello de Louis. Louis da un pequeño suspiro y apoya la mejilla en el brazo del rizado. Harry sabe que tiene que empezar poco a poco, no sólo para evitar que Louis se sienta incómodo, sino también porque el cuerpo de este no puede manejar tanta comida. Hoy será la primera vez en la que Louis ha comido tres comidas en un largo tiempo.
Harry selecciona la pechuga de pollo más pequeña, pero duda si Louis será capaz de comer todo. Coloca dos cucharadas de brócoli en el plato, y sólo una cucharada de arroz integral, porque sabe que los carbohidratos son los más difíciles de digerir para el estómago de Louis. El ojiazul suspira frustrado pero acepta el plato cuando Harry se lo da con un suave "gracias". Harry llama a los otros dos a la cocina cuando sus platos están sobre la mesa. Ellos toman sus asientos cuando Harry les vierte toda la leche en sus vasos y una botella de agua para Louis.
― ¿Eso es todo lo que vas a comer? ―Liam le pregunta con incredulidad, mientras Harry se sienta junto a Louis.
Louis se pone rígido mientras está mirando con desesperación la comida delante de él, y Harry lo odia. Él ya está luchando tanto sólo para tomar su primer bocado. Ya tuvo que obligarse a comer su almuerzo, y luego pasó horas después, resistiendo las ganas de vomitar. Está sentado en la mesa con la intención de comer la cena, y no vomitar, y Harry realmente no cree que sea justo preguntar cualquier otra cosa acerca de su plato. Louis sabe que Liam no está tratando de ser grosero, pero claramente no lo entiende.
― Estamos tomando las cosas con calma, Li ―Harry explica―. No va a vomitar nada de eso, ¿no bebé?
Louis niega con la cabeza, pero mantiene sus ojos fijos en el plato.
― No ―murmura―. No lo haré.
― Sí, pero... ¿cómo vas a ganar peso si estás comiendo tan poco? Debes comer dos pechugas de pollo y más arroz ―Liam argumenta.
― Liam, es mejor para él comer menos, y limitarlo, a que llenarlo y que vomite ―Zayn trata de explicar con calma.
Sin embargo, Louis se estremece ante las palabras, y Harry sabe que Zayn está siendo sigiloso. Zayn entiende que no pueden apresurarse con Louis, pero eso sólo hizo que el mayor se sintiera como una mierda, cuando ya estaba tan ansioso por comer. Harry no sabe cómo proteger a Louis de esto, a parte que son sus mejores amigos, que en realidad sólo tienen sus mejores intereses en el corazón. Harry simplemente no quiere que la primera experiencia de la cena de Louis sea tan estresante.
― Bueno, él dijo que no va a vomitar, por lo que debería comer más ―responde Liam a Zayn.
― Liam, apenas comía nada antes que ahora ―dice Zayn―. Yo sé que no es mucho...
― En realidad, Louis lo ha hecho muy bien hoy ―Harry corta, porque no puede ver a Louis alejándose aún más―. Tuvo un muy buen desayuno y un buen almuerzo, y está comiendo la cena. Él ha comido tres comidas completas sin vomitar, y eso es muy bueno. Lo está haciendo bien.
Harry no se le escapa la mirada casi imperceptible de gratitud que Louis le envía, ante que los demás se dirijan a su plato. Harry empieza a comer luego, y por suerte Zayn y Liam igualmente, sin más protestas. Harry mira como Louis comienza lentamente a cortar a su pollo. Él todavía corta cada pieza habitualmente, en forma pequeña, sino que ahora también pone cada pieza en su boca. Es lento, pero al menos no esconde su comida en el borde de su plato. Él pica un brócoli, y luego mastica un bocado de arroz por un largo tiempo. Harry sabe que es un ritmo lento, pero está contento de que Louis esté comiendo.
La tensión en torno a la mesa es gruesa. Normalmente hablan y ríen. Harry se da cuenta ahora de que una gran parte de ello fue porque Louis mantenía a todos hablando, para que no se diera cuenta de que no comía, pero aún así. Los únicos sonidos son el roce de cuchillos en los platos, y la masticación. Louis se siente totalmente incómodo al estar comiendo, y mucho más en una mesa con tres personas viendo todos sus movimientos. Harry quiere que Liam y Zayn dejen de mirar, y frunce el ceño como si fueran del otro lado de la mesa a darle de comer al ojiazul.
― Louis, ¿por qué estás cortando los pedazos tan pequeños? Sólo come con normalidad ―dice Liam.
Harry puede decir que el tono de Liam está destinado a ser suave, y sabe que este sólo se encuentra estresado y preocupado, pero Louis se congela, el tenedor medio elevado a su boca. Harry quiere estrangular a Liam, porque simplemente no entiende que lo está haciendo esto mucho más difícil. La mano de Louis se sacude mientras baja su tenedor hacia el plato estrepitosamente. Sin decir palabra, se retira de la mesa y se pone de pie.
― Lou, ¿a dónde vas? ―Zayn pregunta rápidamente.
― No quiero que tu comida se enfríe compañero ―Liam trata de decir―. Siéntate, necesitas comer.
Los ojos de Louis brillan, sus nudillos blancos en el borde de la mesa.
― Estaba malditamente comiendo. Pero no soy lo suficientemente bueno haciéndolo ―dice, y hay enojo en su voz, pero Harry oye el dolor también.
Louis gira sobre sus talones y sale de la cocina, dando un portazo a la puerta de su dormitorio cerrándola detrás de él. Liam deja escapar algo parecido a un gruñido, y golpea su puño sobre la mesa, silbando una maldición. Zayn aprieta su brazo y murmura que se detenga. Harry suspira y mira su plato. Al igual que el de Liam y Zayn, está medio vacío, pero el de Louis apenas ha sido tocado. Harry está enojado con Liam por ser tan frío, tan falto de tacto. La mirada Zayn está mostrándole a Liam lo mismo que siente Harry.
― Sabes, que es muy, muy difícil para Louis comer, cuando sabe que no va a ser capaz de vomitar después. Yo, yo sé que es difícil, porque lo único que deseas es llenarlo de alimentos para ayudarle a ganar peso, pero no podemos hacer eso. Está en su cabeza Liam, él ha odiado la comida durante mucho tiempo, y ha evitado comer tanto como sea posible. Es difícil para él el hecho de probar un bocado ―dice Harry, tratando de mantener su voz calmada―. Él realmente está tratando.
― Lo siento, yo solo... ―Liam gime frustrado, pasando su mano por su rostro―. Estoy tan jodidamente enfadado porque está tan mal y sólo quiero arreglarlo ahora.
― He sido amigo de estos dos por años, Harry, van a luchar y van a gritar, porque ambos son cabezas calientes y obstinados, pero siempre lo saben ―dice Zayn, mirando fijamente a Liam ―. Pero él te escucha, y tú eres el que sabe más estas cosas. Así que por favor, dinos cómo ayudarlo, porque claramente el amor no es el camino correcto a seguir ―Liam baja la cabeza ante la mirada significativa de Zayn.
Harry suspira y asiente con la cabeza, poniéndose de pie y agarrando su plato y el de Louis con la botella de agua.
― Sólo tenemos que ser pacientes con él. Si lo presionamos demasiado, dejará de intentarlo ―dice lentamente―. Iré a tratar que coma.
Liam y Zayn dan una inclinación de cabeza, Liam mirándolo tan culpable como Harry piensa que debe sentirse. Él sabe que Liam no quiso decir eso, pero también sabe que Louis está tratando, y no necesita más contratiempos. Antes de que está a la mitad del pasillo puede escuchar la voz de Zayn, baja y frustrada, diciéndole a Liam que se aparte. Este ni siquiera protesta. Harry se detiene frente a la puerta de Louis, y no puede golpear porque sus manos están llenas.
― Bebé, soy yo, ¿puedes venir a abrir la puerta, por favor? ―llama en voz baja.
Él escucha un par de sollozos y el crujido del colchón, seguido por el sonido de pequeños pies, antes de girar la perilla. Cuando Louis abre la puerta sus ojos están hinchados y húmedos, su flequillo un lío debido a que enterró su cara en la almohada. Louis mira a Harry con tristeza, pero se hace a un lado para dejarlo pasar, y luego cierra la puerta detrás de ellos. Harry pone los platos en la mesa de Louis, y extiende la mano para sostener sus pequeños hombros que están temblando.
― Estoy tratando, mierda ―Louis escupe, tan pronto como está en los brazos de Harry.
― Lo sé cariño, lo sé ―Harry responde, mientras lo lleva suavemente a la cama.
Louis se acurruca en el regazo de Harry.
― Como si fuera tan jodidamente fácil para mí llenarme de comida. Debido a que Zayn podría comer tres hamburguesas con queso al día y aún así ser delgado, ¡y Liam tiene proteína extra para crecer! ¡Pero si me siento y como, todo se irá derecho mis caderas, mi culo, y mis muslos!
― Amor, ellos no quieren lastimarte.
― ¡Me he sentido tan jodidamente lleno, todo el maldito día! En el momento en que deje de sentirme así después de desayunar tuve que comer el almuerzo, y después de que me sentí vacío después del almuerzo, ¡voy a comer otra vez! Pero seguro, sólo hazme comer dos pechugas de pollo y más arroz, Harry, ¡necesito más arroz! ―dice con enojo, burlándose de las palabras de Liam.
― Sólo están preocupados por ti, cariño, no lo entiendes todavía ―Harry intenta.
― ¡Esto es una mierda, Harry! ¡Yo no los necesito sobre mí, diciéndome qué comer y cuándo comer, y mirándome hacerlo!
― Pero tienes que comer ―Harry interviene tranquilamente.
Louis deja escapar un resoplido enfadado, y oculta su rostro en el cuello del ojiverde.
― Estoy tratando, por la mierda.
― Lo sé cariño, lo sé.
Louis suelta un suspiro, largo y tembloroso, y se queda en los brazos de Harry por un largo rato, sin decir nada más.
Finalmente Harry le alienta a comer su cena, y Louis termina casi toda su pechuga de pollo, la mayor parte de su brócoli, y la mitad de su arroz. Le toma mucho tiempo, pero Harry espera pacientemente, pretendiendo ver la tele mientras se sienta junto a Louis en la cama. Harry terminó su cena hace mucho tiempo, por lo que mantiene una mano ocupada, trazando patrones sin sentido en la espalda de Louis mientras este come.
Después de que Louis ha terminado, Harry deja los platos a un lado y el ojiazul se acurruca sobre su pecho. Las yemas de los dedos de Harry siguen un camino sin sentido alrededor de la espalda de Louis, con la televisión sonando de fondo. El carraspeo de la garganta de Louis es el único signo que todavía lo mantiene despierto mientras se encuentra perfectamente inmóvil, sus diminutos dedos curvados libremente alrededor de la clavícula de Harry. Harry finge ver la televisión y Louis finge que no se muere por ir a vomitar.
― Gracias, por comer tan bien hoy ―Harry dice más tarde, después de que han llegado a la cama, acurrucándose, y están a punto de dormir.
― Deja de darme las gracias como si fuera un niño que logró comportarse ―Louis murmura, pero su voz no es fuerte esta vez.
Harry frunce el ceño.
― Te amo, ¿de acuerdo? ―dice en su lugar.
Louis simplemente dice:
― Mhm ―pero no es incrédulo o sarcástico, es frío, cansado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro