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Capítulo 14: una oportunidad.

Louis despierta demasiado temprano, pero sabe que no hay manera de que vaya a ser capaz de volver a dormir. Se queja, tratando en vano de desaparecer los dolores que afectan cada centímetro de su cuerpo cansado. Se pasa la mano por el cabello y suspira, casi no durmió la noche anterior y las pequeñas interrupciones entre sueños hizo que no fuese reparador en lo absoluto.

Se sienta y se pone un par de zapatillas antes de caminar por el pasillo hasta la cocina. Se ocupa en preparar el desayuno para los chicos, tratando de ignorar la cadena con el nombre 'HarryHarryHarryHarry' corriendo a través de su mente. Su estómago se retuerce ante el olor del tocino en la sartén pero se calma con algunas secciones de naranja y dos vasos de agua mientras cocina.

Cuando el desayuno está listo pone los huevos y tocino en dos platos y sirve dos tazas de café antes de tirar el resto de la naranja en el bote de basura. Pone la comida sobre la mesa y se va por el pasillo hasta la habitación de Zayn. Es de tono negro en el interior debido a las cortinas oscuras y huele un poco a pintura de óleo y a Zayn. 

Louis apenas puede distinguir la forma de dormir de Zayn en la oscuridad, vistiendo sólo calzoncillos y tendido sobre sus mantas. Zayn duerme como un muerto así que Louis va hacia la derecha de su cama y mueve ligeramente su hombro.

— Zayn despierta, el desayuno está en la mesa, se está enfriando —dice suavemente.

Zayn lentamente abre los ojos y sonríe hacia Louis con los ojos lagañosos.

 — Gracias bebé, en un segundo —murmura.

Louis deja la puerta abierta al salir y cruza el pasillo hasta la habitación de Liam. Este está descansando en la cama, con su rostro en la almohada y vestido con una andrajosa camiseta vieja.

— Li... —Louis llama suavemente desde la puerta; sabe que Liam es de sueño ligero.

Liam gime y se estira antes de levantar la cabeza.

— Buenos días, bebé —bosteza , volteándose de espaldas y estirándose nuevamente.

— Tu desayuno está en la mesa, asegúrate de arrastrar a Zayn contigo cuando te levantes para que no se enfríe. Voy a bajar a recoger el correo —dice.

— ¿No vas a comer? —Liam le pregunta, sentándose y frotándose los ojos.

— Ya lo he hecho mientras estaba cocinando. Unas tostadas, un poco de tocino y un poco de una naranja, tenía demasiada hambre para esperar a que ustedes se despertaran, lo siento —la mentira cae suavemente de su lengua.

— Oh bien. No te olvides de ver la ranura del paquete grande, estoy esperando el envío de polvo de proteínas —dice Liam saliendo de la cama—; gracias por hacer el desayuno —añade acercándose a Louis y plantando un beso en la parte superior de su cabeza.

— No te preocupes —dice Louis, va a su cuarto a ponerse unos pantalones mientras Liam despierta a Zayn.

Louis cambia el pantalón del pijama por un par de pantalones deportivos en caso de que se encuentre con alguien en su camino hacia el vestíbulo del edificio. Puede oír a Liam empujando a Zayn mientras se dirige hacia la puerta principal y se pone un par de sandalias. Louis hace su camino por las escaleras y distingue la pared llena de pequeños buzones enumerados. Abre el buzón con su número y encuentra la revista de arte mensual de Zayn, sus facturas, una carta dirigida hacia él que es probablemente otra notificación de aceptación de una de las pasantías a las que ha aplicado, y la llave que el cartero puso en su ranura para que pudiera abrir el buzón de correo de gran tamaño. Louis usa la llave y coge la caja de cartón que contiene el polvo de proteínas de Liam antes de dejar la llave en el buzón para que el cartero la recupere.

Hace su camino lentamente por las escaleras, con el corazón agitando en su pecho y las rodillas adoloridas. Casi llega a la cima, pero su cabeza comienza a girar un poco. No es nada que no pase a menudo pero se sienta por un segundo; de todos modos porque no puede permitirse el lujo de caer por las escaleras y tener que explicarle a los chicos. Cuando se siente un poco más estable se levanta y continúa subiendo el resto de peldaños. Cuando regresa al departamento puede oír a Liam y Zayn en la cocina. Louis pone el polvo de proteínas de Liam en el mostrador y le entrega a Zayn su revista, Liam tiene las facturas porque administra el dinero, y Louis toma asiento con su carta.

— El desayuno estuvo genial, gracias bebé —dice Zayn.

— ¿Otra carta de una pasantía? —Liam le pregunta apuntando la carta en las manos de Louis.

— No hay problema, Zayn. Y sí, creo que sí —responde Louis.

Dirige su dedo a lo largo de la costura de la carta y dice que se trata de una aceptación. Está aplicando con una gran cantidad de diseñadores y todos fácilmente lo han aceptado, a pesar de que acaba de aplicar con imágenes de sus conjuntos y ni siquiera han visto sus modelos todavía. Cuando Louis les dice que sí, que es una aceptación, reaccionan de la misma manera, cuando el castaño ha recibido una aceptación anteriormente. Se ven entre ellos, lo animan y le dan leves golpes en la espalda. Louis se pregunta cómo ha llegado a ser tan afortunado de tenerlos a su lado. Para contar con su apoyo.

Louis sonríe y da las gracias y pone la carta en el cajón con los demás. No sabe lo que va a hacer. Va a tomar ya sea una pasantía o va a hacer un curso de negocios más corto con la esperanza de algún día crear su propio sello. Tiene que esperar y ver lo que los chicos van a hacer, a lo mejor lo van a dejar, irse a vivir su propia vida sin toda su carga. Nunca los culparía por eso, sabe que se merecen algo mucho mejor que él. Su plan original era tomar el curso de negocios y permanecer aquí con los chicos mientras hacen sus cosas; las pasantías son planes de respaldo. Si los chicos lo dejan, Louis se irá, tomará una pasantía en Francia, Estados Unidos, o en Italia. En algún lugar donde se pueda perder.

— Lou —Zayn dice—. Vamos al hockey hoy.

— Sí, Lou, por favor, es el último fin de semana donde la pista estará abierta antes de la primavera —Liam dice emocionado.

Louis realmente no quiere jugar al hockey, está cansado y adolorido, excepto por Liam que ha estado preguntando si podían ir a patinar por semanas. Louis supone que no debería ser tan malo, al menos está un poco tibio afuera así que no se congelará. Sólo han ido a la pista de la escuela un par de veces durante todo el invierno y Louis se siente culpable por ello. Es el último fin de semana también, así que tiene que ir.

— Sí, claro, ¡suena bien! —dice a juego con la emoción de Liam.

Se emocionan y se separan para ir a cambiarse. Louis sabe que no va a ser capaz de estar en el juego de hockey sobre hielo, casi no puede subir las escaleras sin casi perder el conocimiento. Lo que significa que una rodaja de naranja no será suficiente hoy. Su estómago se retuerce ante la idea de ello, pero como los chicos desaparecen para buscar sus patines, abre la despensa y agarra el pan de Liam de grano entero. Louis está agradecido de que Liam sea un monstruo de la salud porque Zayn sólo come pan blanco, que es el peor tipo de carbohidratos, el cuerpo lo absorbe demasiado rápido y eleva su energía rápidamente, pero sólo por un corto tiempo. Liam tiene este pan marrón abundante que es un carbohidrato de liberación lenta y Louis sabe que será absorbida lentamente y mantendrá su energía hasta más tiempo.

Quita una rebanada de pan, con la garganta ya picando con sólo pensarlo. Inclina la espalda contra el mostrador y muerde el pan lentamente, tratando de concentrarse en la deglución. Él odia, no puede soportar el sentimiento de la masa pegajosa caminando hacia su estómago. Louis siempre está tratando de evitar los carbohidratos, incluso cuando come con los chicos, y ahora sabe que no puede purgar esto. Llena un vaso de agua, mientras todavía está masticando, con la esperanza que le ayude a pasar la comida. Cuando termina, resopla y toma otro vaso de agua y se precipita hacia el baño para cepillarse y evitar el impulso de vomitar, fuera de su boca. Se pone un par de calzoncillos largos debajo de sus pantalones de chándal porque sabe que va a estar helado. Bajo su jersey tiene otro cardigan delgado, y debajo una camiseta sobre un Henley.

Se pone dos pares de medias y saca sus patines de hockey fuera del armario antes de ponerse su chaqueta de mezclilla. Lleva sus patines al baño y trata de ignorar las ganas de gritar que tiene de arrodillarse sobre el inodoro y sacar la bola pesada repugnante de carbohidratos fuera de sus entrañas. Peina su flequillo y tira de su gorrita favorita con pom pom.


Cuando va a la cocina, los chicos están listos y esperando. Liam está usando una sudadera con capucha bajo la camiseta de hockey que Zayn y Louis le consiguieron la Navidad pasada, azul oscuro y blanco con su nombre cosido en la espalda, con unos pantalones de chándal. Zayn está usando una sudadera con capucha debajo de su chaqueta de cuero y un par de pantalones de yoga holgados porque realmente no le importa lo que piensen los demás y son muy cómodas. Todos ellos tiran de sus patines sobre sus hombros y Liam rebusca en el armario del vestíbulo por sus palos de hockey y un par de discos, porque Zayn tiene una inclinación de dispararlos hacia los tableros para nunca ser encontrados de nuevo en la nieve.


Ellos toman el auto de Liam y Louis se sienta en la parte de atrás tratando de olvidar el pan pesado sobre su estómago haciendo picor en su garganta. Se siente un asco. Se ríe junto con los chicos, sin embargo puede decir que están tan entusiasmados. La pista está ubicada en la parte posterior del campus universitario y los chicos jugarán una partida de tres jugadores en un extremo de la pista o se unirán a un juego improvisado con otros en el hielo. 

Hay otra pista de hielo del mismo tamaño que la pista de al lado, donde hay un estanque artificial con un clima más cálido, pero a los chicos no les gusta tanto porque el hielo no es tan uniforme y no hay ningún tipo de red. El estanque está generalmente ocupado por niños y personas teniendo citas.


Cuando ellos se detienen en la escuela, los tres abren sus puertas y se sientan con las piernas fuera del coche para que puedan colocarse sus patines. Tienen protecciones de skate sobre sus hojas para que puedan caminar por la pista porque a Liam no le gusta dejar sus zapatos en los bancos, es raro en ese tipo de cosas y Zayn y Louis sólo tiene que ir junto a él. Hay algunas personas que ya están en el hielo jugando, en un extremo de la pista van probablemente sólo los que juegan a recoger.


Mientras los chicos hacen su camino hasta la pista, los oídos de Louis capturan un familiar acento irlandés. El dueño de la voz pertenece a uno de los otros jugadores. Normalmente Louis estaría feliz de ver a Niall, le agrada el chico, sólo que ahora está escaneando a los otros cuatro jugadores buscando un larguirucho y desgarbado cuerpo, porque sabe que si Niall está aquí, Harry también. Louis tiene un breve segundo de alivio porque ninguno de los jugadores son Harry, hasta que sus ojos se posan sobre una mata de rizos cuando la cabeza del ojiverde se ve desde el banquillo al otro lado de las tablas.

— ¿Sabían que ellos estarían aquí? —Louis dice mientras camina por la pista.

Liam y Zayn miran a su alrededor y observan a Niall por primera vez y luego sus ojos se posan sobre Harry y se ven tan sorprendidos al igual que Louis. Aunque duda de que sientan la misma tensión en su estómago como la que está sintiendo él ahora.

— No, no, por supuesto —Zayn dice rápidamente.

— Sabes que no te emboscaríamos de esa forma —dice Liam—. Lo siento amigo, po-podemos irnos si tú quieres.

Louis sabe que no le harían esto, aún si ellos le dijeron que le enviara un mensaje de texto a Harry, no le han fastidiado con ello cuando les dijo esta mañana que después de todo no lo había hecho. Ellos nunca lo obligarían a ver a Harry o engañarlo para encontrarse con él, sin embargo Louis sigue estando frustrado.

— Muchachos —Niall exclama de repente, después de haberlos visto.

Louis siente invadir el calor en sus mejillas cuando los ojos de Harry parpadean y caen en ellos mientras se acerca, pero está demasiado lejos para leer la expresión facial del rizado. Niall patina con entusiasmo hacia las tablas y Louis trata de formar algo parecido a una sonrisa cuando Liam y Zayn le miran con preocupación.

— Está bien —Louis dice en voz baja—. Tenía que hablar con él en algún momento, ¿de acuerdo?

Ellos asienten y Liam le da un suave apretón en su hombro mientras andan hacia las tablas alrededor de la pista. Las mejillas de Niall están coloradas y tiene una sonrisa en su rostro, aunque Louis se da cuenta de la preocupación que parpadea en sus ojos azules cuando sus ojos se encuentran.

— Hola chicos, hola Louis, ¿todo bien? —dice y Louis sabe que el todo bien se dirige a él.

— Sí compañero, me alegro de verte —responde.

— ¿Podemos jugar pickup con ustedes? —Liam pregunta, saludando con su mano sobre el hombro de Niall a uno de sus amigos del equipo de fútbol.

— Sí, sería asombroso —Niall exclama con entusiasmo.

— Eh, chicos ustedes sigan adelante, creo que iré a saludar a Harry —dice Louis, tratando de no dejar que su renuencia se filtre en su voz.

Harry no ha hecho nada malo, no merece ser ignorado. Louis sabe que tienen que hablar, sólo esperaba que hubiera sido más tarde, después de haber tenido la oportunidad de procesar sus pensamientos. Prácticamente puede sentir los ojos de Harry sobre él, sin embargo el alivio que parpadea en el rostro de Niall le dice que sabe sobre el beso.

Recibe otro apretón en el hombro de parte de Liam y una palmada en la espalda de Zayn antes de que empiece a patinar alrededor de la pista hacia los bancos en el otro lado. Liam y Zayn sólo saltan sobre el escalón y dejan sus protecciones de skate a un lado antes de que patinen al centro a dividir los equipos. Los ojos de Harry lo siguen todo el tiempo, pero Louis decididamente mantiene sus ojos en sus pies, tratando de prepararse para la incómoda conversación.

Sólo cuando está casi en el banco levanta la mirada y sus ojos conocen los de Harry al instante. Harry se ve tan nervioso como se siente Louis, pero se ve un poco aliviado cuando este le da un poco de una débil sonrisa.

— Hey —Louis dice vacilante.

— Hola, Lou —Harry contesta, sus ojos siguen buscando el rostro del ojiazul.

— ¿Por qué estás sentado aquí solo? —Louis pregunta, viendo los patines atados en los grandes pies de Harry.

— Porque soy una mierda absoluta en el patinaje y sólo he estado aquí una hora y me he caído tantas veces que no puedo sentir mi trasero. Creo que sigo en estado de shock o algo así —Harry dice con una risa débil, mirándolo avergonzado y tímido.

Louis se ríe, aunque sólo vea el pliegue adorable entre las cejas de Harry mientras hace una mueca.

— ¿Tienes patines, pero no sabes patinar?

Harry niega con la cabeza.

 — Nah, estos son de Charlie el amigo de Niall; vive al otro lado del pasillo o algo así, tiene la misma talla de zapato y le dejo a Ni tomarlos prestados para mí —dice encogiéndose de hombros—. Soy un desastre, sin embargo. Casi no puedo caminar sin tropezar con mis pies, no sé por qué. Ni yo pensaba que sería capaz de patinar.

Louis siente una pequeña punzada en su pecho ante la auto-despreciación de Harry y antes de que realmente lo piense está hablando.

 — Vamos al estanque, te voy a enseñar.

Hubiera sido tan fácil simplemente decirle hola a Harry e ir al hielo para jugar con los chicos, podría haberle dicho "sin resentimientos" sobre el beso y tal vez lo podría haber dejado pasar. Le pudo haber dicho a Harry que hablarían de ello más tarde y dejarlo sentado en la banca. Excepto que Louis no sería él si haría eso, y tal vez se aferró un poco más al viejo Louis de lo que había realmente creído.

Harry todavía se ve indeciso pero continúa con esperanza familiar en sus ojos. Louis no entiende por qué siempre está dirigida hacia él y no entiende por qué Harry tiene condenadamente esperanza, pero eso lo hace sentir como si, al menos, debería intentarlo por él, tratar de que toda su esperanza no desaparezca. Cuando Harry sigue sin moverse, Louis le tiende la mano, enfundada en un guante, y entonces rompe en una pequeña sonrisa.

Harry toma la mano de Louis y arrastra su pie, tambaleándose un poco en sus protecciones de skate. Louis está por dejarlo, pero Harry toma su primer paso y se ve como un venado bebé recién salido del vientre tratando de caminar. Es tan patéticamente adorable que Louis sólo se encuentra poniendo una mano en el codo de Harry para que lo guíe, mientras dan los primeros pasos hacia el estanque.

Está vacío porque el hielo es una mierda, pero Louis se alegra, no tiene que preocuparse por la gente escuchando la conversación incómoda que de seguro está por venir. Hay un banco junto al estanque y Louis sienta a Harry allí. En silencio Louis se inclina para recoger las protecciones del skate de Harry, uno por uno. Él atribuye el ligero rubor en las mejillas del rizado debido al frío. Se quita sus propias protecciones y luego se acerca a la orilla del estanque y se sienta fácilmente sobre el hielo.

— Pues, vamos entonces —le dice suavemente a Harry.

Harry asiente y suspira profundamente antes de levantarse y tomar su primer paso vacilante. El corazón de Louis salta en su garganta por lo menos tres veces porque Harry no deja de perder el equilibrio y casi se cae, incluso en el viaje por la alfombra de goma para ir al hielo. Finalmente, cuando el rizado está en el borde de la pista, Louis le extiende su mano.

— Soy muy.., muy mierda —Harry murmura como una advertencia antes de tomar las manos de Louis envueltas por los guantes.

—bEstá bien, solo concéntrate en permanecer arriba, conseguiremos a que estés acostumbrado a estar en el hielo antes de enseñarte algunos trucos, ¿de acuerdo? —Louis se burla gentilmente.

Harry sonríe tímidamente y se centra en mantener los tobillos firmes mientras su patines tintinean contra la superficie del estanque. Cuidadosamente Louis hace unos cuantos empujones con sus piernas en movimiento hacia atrás y tirando de Harry junto a él. Harry se retuerce un poco, tratando de conseguir equilibrio, mientras Louis continúa dando zancadas, tirándolo a su lado.

— Cristo, Louis, ¿qué tienes que hacer para que parezca tan fácil? —dice Harry exasperado

— Lo siento, sólo céntrate en mantener los tobillos rectos. Deja de girar en la punta de tus pies —dice Louis, viendo como las rodillas de Harry empiezan a desviarse demasiado juntas.

— Lo siento, estoy intentando, ellas solo acaban de hacer eso —murmura, tambaleándose un poco en su intento de enderezar sus pies.

— Está bien, simplemente dobla las rodillas un poco, sí de esa manera, ahora sólo trata de mantener los pies rectos, sí bien —Louis entrena a Harry hasta que el rizado se encuentra en una posición adecuada y siente que es lo suficientemente estable para no caerse—. Bueno, ves que estás haciéndolo bien.

Harry sonríe un poco, pero hay un aspecto de pura concentración en su rostro, como si estuviera tomando todo su poder mental para dominar su cuerpo a permanecer en posición vertical. Es extraño, Louis piensa, que a pesar de que las cosas deben ser ridículamente torpes todo lo que puede sentir es la calidez que emana Harry. No es el calor de las manos del rizado en la suyas, es sólo algo que transmite a su alrededor. Louis se encuentra memorizando las facciones de Harry mientras este trabaja en sus piernas, desplazándolas alrededor de la pista. Harry está mirando hacia abajo a sus pies, con las cejas dibujadas por la concentración, su labio entre sus dientes mientras se desplaza alrededor.

— Louis, lo siento —Harry exclama de repente, casi yéndose fuera de equilibrio cuando levanta sus ojos hacia Louis—. No debería haberte forzado de esa manera, no era mi intención molestarte. Entiendo si no sientes lo mismo, yo solo... lo siento mucho y estoy tan preocupado si te he asustado.

Louis no puede encontrarse con los ojos de Harry observándolo por sobre su hombro.

— Harry, no es eso, ¿vale? Tú no lo hiciste, no me forzaste, ni me asusté. Siento que te haya dejado, eso fue muy grosero de mi parte —dice en voz baja, sintiendo sus mejillas calientes—: pero no fue porque yo no sintiera lo mismo. 

Hay una rápida inspiración y Louis mira a Harry al ver que sus ojos están brillando de esperanza.

— ¿T-te gusto? —pregunta como si fuera la cosa más descabellada que jamás haya escuchado.

— Sí, Harry. Creo que tiene un tiempo —dice Louis, armándose de valor para la siguiente parte—. Pero eso no cambia nada —añade en voz baja.

La confusión parpadea en el rostro de Harry. 

— ¿Qué? —pregunta en voz baja.

— Eso no cambia nada. Esto... —dice Louis lentamente, haciendo un gesto entre ellos con sus manos unidas—; no funcionaría, Harry. Quiero decir, eres increíble, y esto solo no funcionará.

Harry frunce el ceño y niega con la cabeza.

— Yo no lo entiendo, si me gustas y yo a ti, ¿por qué no iba a funcionar? —se pregunta, sonando completamente desconcertado.

— Creo que tienes la suspensión de estar en el hielo ahora. Puedes utilizarme para mantener el equilibrio, pero no voy a mover los pies y empujarte a seguir, ¿de acuerdo? —dice Louis.

— Lou —dice Harry, pero hace lo que Louis le indica.

Se sostiene firmemente de las manos de Louis mientras empieza a empujar con sus piernas, empujando al ojiazul atrás un poco tembloroso al principio y luego poco a poco dando una zancada más uniforme. Las rodillas de Louis duelen pero se centra en las cálidas manos de Harry en la suyas mientras lo guía en un lento serpenteo alrededor del estanque.

— No es así de simple —dice Louis—. Porque crees que te gusto, pero s-soy, soy un desastre. Simplemente n-no te darás cuenta, tú mereces... yo no soy lo que estás buscando Harry, y te darás cuenta de que no soy yo, y no funcionará... esto solo no funcionará.

Los ojos de Harry se entristecen cuando Louis mira hacia arriba y niega con la cabeza.

— No sabes lo que estoy buscando Louis. Si no te caigo bien no hay mucho que pueda hacer sobre eso, pero no puedo simplemente decir "muy bien, está bien". Si la razón por la que crees lo que estás diciendo es porque piensas que no eres lo que estoy buscando. Louis, tú eres... tú eres todo lo que deseaba encontrar.

Las mejillas de Louis están calientes y sacude la cabeza antes de que incluso Harry termine su frase.

— Harry, lo siento...

— Lou, lo que más me pone triste es que puedo ver en tus ojos que quieres, pero tienes miedo de algo y no sé por qué. Yo solo... realmente espero que no tengas miedo de que vaya a hacerte daño porque no lo haría —Harry dice y está usando esa suave voz de nuevo, como si tuviera miedo de asustar a Louis.

Eso hace que la garganta de Louis se apriete, mira hacia abajo, al hielo moviéndose debajo de sus pies mientras Harry le empuja.

— No creo que me harías daño intencionadamente Harry, pero cosas como esta, personas como tú, no funcionan para mí —él no puede conocer los ojos de Harry por lo que ve sus pies tomar pasos tambaleantes.

— Lou, funcionará para ti. Sólo dame una oportunidad. Quiero decir, fuimos a la misma universidad pero nunca tuve las bolas suficientes de hablar contigo, cambiaste mi vida mucho y ni siquiera lo sabía. Nunca pensé que te vería de nuevo. Y ahora estamos aquí.

— Harry, no es exactamente una extraña coincidencia que ambos llegáramos a esta universidad, un montón de gente de Doncaster está aquí —Louis interrumpe.

— Bien bien, pero piensa sobre esto; pasaste todo el comienzo del año sin verme o darte cuenta, y probablemente nunca lo habrías hecho. Salvo que necesitabas un modelo. Necesitabas un modelo y sólo casualmente me viste. De todas las personas altas en nuestra escuela me viste. Tú podrías haber encontrado a alguien más tarde o yo podría haber estado encorvado o podría haber estado usando pantalones de chándal y una musculosa y tú nunca me hubieras mirado dos veces, pero no lo hice y por alguna razón me elegist...

— Harry, en serio no sé qué tipo de romances de cuento de hadas has experimentado en tu vida, pero este tipo de cosas, cosas como el destino, la fe, no existe. Todo es coincidencia —dice Louis, intentando no sonar amargo.

— No lo he hecho —dice Harry, tambaleándose un poco cuando su patín pasa por un bache en el hielo.

— ¿Tú no has hecho qué? —Louis pregunta, mirando hacia arriba para ver a Harry con una expresión tranquila en su rostro.

— No he experimentado el romance de esa manera, realmente ni lo he visto —dice encogiéndose de hombros.

— Entonces realmente no entiendo por qué eres un romántico empedernido —Louis se burla—. Háblame de tus relaciones.

— Bueno —comienza pero rueda los ojos— Sé que este es uno de esos trucos en los que voy a llegar a decirte todo y luego, cuando te haga la misma pregunta me darás alguna respuesta vaga como siempre haces.

Hay un tono de broma en la voz de Harry ahora, y Louis cree que sin duda puede manejar esto mejor que la conversación que estaba pensando demasiado en casa.

— Tú háblame de tus relaciones y yo te hablaré de las mías —dice encogiéndose de hombros.

Harry parece satisfecho con eso y asiente con la cabeza, mientras patina por los alrededores de la pista.

— Está bien, primero fue Jamie. Empezamos el verano después de que salí del clóset entre el segundo y tercer año. Fue genial, él era genial, pero creo que debería haberme dado cuenta de que nos pasamos todo nuestro verano, básicamente, escondiéndonos; me sorprendí aún más de lo que debería estar cuando él me dejó justo antes del tercer año y me rogó que no le diga a nadie que era gay.

Harry da una risa ligera entonces, y Louis había esperado que fuese una pantalla para lo mucho que le dolía, pero no hay un solo indicio de amargura, ira o tristeza en la risa o en los ojos de Harry. Es la misma risa que usaría si estuviera diciéndole a un amigo una historia estúpida, como sí tal vez no resultó, pero fue divertido mientras duró.

— Luego, después de eso fue Meeka. Yo estaba en tercer año, pero él era un año mayor y tomaba un año sabático para trabajar antes de la Universidad. Construcción. Solía ir en coche a su lugar de construcción durante el período del almuerzo y solía llevarle un sándwich. Él me besaba justo en frente de todo el mundo y tomaba mi mano cuando caminábamos por las calles y pensé que eso significaba algo, porque yo no era su secreto. Resulta que sabía un poco más del tema de lo que debería, porque estuve un poco sorprendido el día que entré y lo encontré metiendo profundamente las bolas en algún otro tío. Al parecer, yo pensé que lo nuestro era un poco más serio de lo que en realidad parecía —Harry se encoge de hombros, no se ríe en ese momento, pero todavía no hay dolor en sus ojos—. ¡Ah! Y mi padre dejó a mi madre cuando yo era pequeño así que eso es todo.

Louis frunce el ceño y excava las cuchillas de sus patines en el hielo para detenerse.

— Deja ir una de mis manos —dice suavemente—. Lo estás haciendo muy bien —añade cuando Harry parece vacilante.

Louis todavía se aferra a una de las manos de Harry, tirando de él un poco a lo largo hasta que el mayor da su zancada. Ellos van más lento de lo que Louis lo haría porque Harry todavía está un poco tambaleante de pie pero patinan uno al lado del otro. De vez en cuando Harry pone mal su piel en el suelo y se tambalea un poco, pero Louis sólo lo sostiene fuerte hasta que se equilibra.

— Ahora cuéntame de las tuyas —dice Harry.

— Yo estaba con Max en primer año, Liam pensó que era pretencioso, supongo que sí lo era. Nos íbamos a fiestas juntos y cosas por el estilo. Rompimos porque él decidió ir a Estados Unidos para su segundo año de la universidad y no quería una relación a larga distancia. Luego estuvo Hunter, que era una especie de idiota supongo, no lo sé. Realmente no me importó, era una especie de sujeto que me mantuvo ocupado —Louis no dice que el uso principal de Hunter era mantener su mente alejada de otras cosas—. Liam y Zayn no podían soportarlo, me hicieron terminar con él. Lo que estuvo bien porque no le importaba. Luego siguió Mitchell después de eso... no lo sé, no nos veíamos muy a menudo, entonces me cansé de pensar que funcionaría.

Harry está en silencio durante un rato y luego mira a Louis.

— ¿Esas relaciones son el por qué de que seas tan cínico en el amor? —pregunta con cuidado.

Louis se ríe, pero a diferencia de Harry, su risa está llena de amargura.

— No Harry, era cínico antes de que llegara a tener citas —dice, sacudiéndose por el dolor que siente en su pecho—: lo que no entiendo es por qué después de dos novios que te han tratado como una mierda absoluta y un divorcio, todavía crees que hay algún felices para siempre —dice a la ligera, a pesar de que su corazón se siente como un peso de plomo en el pecho.

Harry intenta detenerse y sus pies casi vuelan hacia la derecha por debajo de él, pero por instinto Louis lo alcanza y agarra la parte delantera de su chaqueta, sujetándolo hasta que consigue que sus pies estén alineados. Harry se sonroja y Louis se ríe un poco, porque es realmente ridículamente des-coordinado. Están detenidos ahora, uno frente al otro, y por alguna razón Louis no deja ir la mano de Harry o la solapa de su abrigo.

— Dijiste antes que ser un romántico empedernido era un lujo, Lou —Harry dice en voz baja, sus ojos suaves en el rostro de Louis—. No es un lujo, es una elección. Elijo creer que mi padrastro no romperá el corazón de mi mamá y elijo creer que las cosas no funcionaron para mí antes porque alguien más tiene la intención de llegar.

Louis posa su mirada en la suave sonrisa formada en los labios de Harry y recuerda la sensación de aquellos presionando en los suyos.

 — Alguien más tiene la intención de llegar a ti, Harry.

— Tal vez eres tú —dice Harry lentamente—: nunca lo sabremos si no me das una oportunidad.

— No es eso, Harry. Yo no creo en el amor y no creo en el destino y te darás cuenta de que no soy lo que estás buscando —dice Louis en forma pareja, a pesar de que su corazón se acelera en su pecho.

— Vamos, Lou —dice Harry sosteniendo la mano de Louis que todavía no ha dejado de lado su abrigo— ¿Qué tienes que perder?

Louis levanta la mirada hacia los grandes ojos verdes, tan llenos de sinceridad, y eso aleja la mierda absoluta fuera de él. Louis tiene todas las de perder. Difícilmente está aferrándose a unas hebras de hilo hecha jirones, puntos que Harry podría sacar de un tirón. Con una sola palabra. Y lo hará. Louis sabe que lo hará. Personas como Harry no se quedan con él. No es una cuestión de que el rizado se vaya, es cuándo. Con la última pizca de instinto de conservación que le queda a Louis, puede unirse a sí mismo, repararse.

Louis ni siquiera tiene que decir una palabra, Harry debe ver en sus ojos, porque entonces esa esperanza que ha llegado a amar, no está más en los ojos verdes del rizado. Harry se muerde el labio y sus ojos buscan el rostro de Louis por un momento antes de que deje escapar un suspiro. Louis se odia por el daño que crece en los ojos de Harry, se odia por la forma en que los labios de Harry se fruncen, por la forma en que sus cejas se juntan. Pero Harry asiente, y no dice una palabra.

La mano de Harry cae de donde estaba cubriendo la solapa de Louis y lentamente su otra mano también. Louis siente un nudo en el corazón cuando su mano se cae de la chaqueta de Harry y cuando este se aleja siente como si estuviera llevándose su respiración con él. Harry lo mira por última vez y hay un último destello de esperanza, pero Louis mira hacia abajo, a sus pies antes de que pueda verlo desaparecer. Louis escucha el roce de los patines sobre el hielo mientras Harry retrocede y se las arregla para dar la vuelta. Levanta la mirada y ve a Harry partir, lenta y tambaleantemente hacia la banca en el otro lado del estanque.

Louis no se merece a Harry, lo sabe. La picazón en la parte posterior de su garganta le recuerda eso, el dolor en las rodillas, el constante retorcimiento de su estómago le recuerda. Él es una mierda y Harry se dará cuenta de aquello muy pronto. Excepto que el rizado no lo sabe que aún, y todo lo que siente en este momento es el rechazo. Después de que Louis se estableció dos veces al borde de la línea, abriendo su corazón, ha sido derribado y Harry no se da cuenta que él no lo está haciendo para evitarle hacerle daño. El corazón de Louis está haciendo algo doloroso en su pecho mientras observa al ojiverde tambalearse a través del hielo, tomando dolorosamente largo tiempo y luciendo absolutamente lamentable con sus hombros encorvados.

Louis nunca se ha permitido estar con alguien que realmente le importara, porque los que más te importan son los que se llevan pequeñas partes de ti con ellos cuando se van. Louis sabe que la sonrisa de Harry, sus manos, sus ojos y sus palabras tienen la capacidad de acabar con él. Louis también tiene cero duda en su mente que con el tiempo Harry lo lastimará, es inevitable. Sólo espera que cuando llegue ese momento sea lo suficientemente fuerte como para mantener la compostura, porque Louis no merece a Harry, porque no es lo suficientemente bueno, pero la última cosa que Harry no se merece, es sentir que no es lo suficientemente bueno para Louis.

— Harry —Louis dice en voz alta antes de que tenga la oportunidad de cambiar de opinión.

Louis da pasos hacia adelante, de repente desesperado por llegar al ojiverde. Harry mira hacia atrás al oír su voz y el roce de sus patines sobre el hielo hace que se deslize rápidamente hacia delante. Harry va a detenerse o algo pero luego sus pies están volando por debajo de él y sería casi cómica la manera en que azota el hielo excepto que el corazón de Louis salta en su garganta. El trasero de Harry golpea el hielo con un ruido sordo y Louis escucha el viento noqueando fuera de sus pulmones.

— Mierda, mierda, mierda —Louis gime mientras se acelera para alcanzar a Harry.

Cava las cuchillas de sus patines y envía una lluvia de hielo triturado en el aire cuando se para. Se pone de rodillas al lado de Harry y sus ojos se presionan cerrados en una mueca. Louis arroja sus guantes y se extiende, con la mano helada atrapando la cálida mejilla de Harry. Lentamente Harry abre los ojos y Louis no puede estar seguro de si el rubor de sus mejillas es por el frío o por la vergüenza, pero cree que es por la última, debido a la forma en que Harry mueve la cabeza.

— ¿Estás bien? —Louis le pregunta suavemente.

— Estoy bien —murmura Harry, sacando su labio entre los dientes mientras se empuja en una posición adecuada para sentarse.

Louis suspira y su pulgar traza una línea en la mejilla de Harry, buscando el hoyuelo que sabe que está oculto bajo aquel ceño fruncido. Harry se ve tan vulnerable en ese momento y Louis sabe que no es debido a la caída, es por lo que le ha hecho y se odia por ello. Los ojos de Harry finalmente parpadean para conocer los de Louis, pero este no puede encontrar las palabras adecuadas. ¿Cómo le dice a Harry lo jodidamente aterrorizado que está, sin decirle lo débil que es, lo despreciable y lamentable? Louis no puede encontrar las palabras, por lo que no dice nada.

Louis se inclina, lento y vacilante, y escucha la inhalación de sorpresa de Harry. Cuando sus labios se encuentran con los del rizado es suave y tímido, pero es lo mejor que puede manejar. No se había dado cuenta de lo mucho que extrañaba los afelpados labios del menor hasta que se están moviendo contra los de él, con suavidad y ternura al igual que la primera vez que se besaron. Cuando la mano de Harry se desliza hasta la mandíbula de Louis no es para mantenerlo en su lugar o para atraerlo más cerca, está sólo apenas allí, como si sólo necesitara sentir la piel de este debajo de su palma.

Cuando Louis se aparta y abre los ojos, los de Harry todavía están cerrados, las cejas dibujadas juntas. El muchacho deja escapar un suspiro lento y tembloroso y es cálido en las mejillas de Louis porque no se ha separado muy lejos después de todo. Louis todavía puede sentir el dolor en el estómago y la quemadura en su garganta diciéndole que está entregándole a Harry una pistola cargada y pintando una diana en su frente, pero la calidez en los labios del rizado sigue demorándose en los suyos y se dice que va a ser lo suficientemente fuerte para coser todo las partes destruidas nuevamente juntas cuando Harry lo haga desaparecer.

— Abre los ojos, Harry —Louis dice en voz baja.

— No —dice Harry y su voz es apenas un susurro—. No quiero ver la lástima en tus ojos.

Louis traga todo el nudo en su garganta.

 — Bebé —murmura.

Los ojos de Harry parpadean abiertos ante el nombre y la pequeña luz de esperanza en ellos es suficiente para calmar momentáneamente la picazón en la parte posterior de la garganta de Louis. Harry se inclina hacia adelante de nuevo y vuelve a besar a Louis, tan tiernamente como dos veces antes. Cuando ellos se separan, Harry abre los ojos y busca el rostro del mayor. Louis se siente completamente transparente y no sabe la última vez que se sintió tan asustado, pero luego el rostro del ojiverde se ilumina porque la respuesta de Louis es clara en sus ojos.

— Voy a cuidar de ti, Louis —Harry respira, tiernamente acariciando el pómulo del ojiazul con su pulgar.

Louis sonríe y besa a Harry nuevamente, pero sabe que esto no es un romance de cuento de hadas, esto es un sueño líquido, insustancial e imposible de retener. Louis está tan solo a la espera de la realidad para poder despertarse.

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