Capítulo 20: Escuché que el príncipe piensa volver a Faded Song.
Aike.
Me sentí poderosa, en la cima un par de noches, pero mi mundo estaba acostumbrado a ver las cosas desde el suelo. Así que ahora... mi estomago debía escupir lo que no le pertenecía: Un lugar.
A menudo, cuando probaba un poco las cosas buenas sentía que no las merecía. Era una persona inteligente en el área académica, era una buena hija, nunca me excedía con el dinero de mis padres y no solía oponerme a lo que me pidieran. Muchas veces para encajar mentía sobre mí, lo que causó que en realidad fuera apartada ya que nadie quería a una hipócrita.
Ahora solo quería decirle mis sentimientos a Nath, pero olvidaba por momentos que debía ser un chico y que nadie quería salir con una chica de género indefinido. Conmigo era incómodo salir ya que no podían tratarme de la misma forma.
Yo era igual a cualquier chica, no me sentía diferente solo por mi apariencia, pero para el resto no era así. En el mundo había discriminación, desigualdad de género y poca empatía.
Yo lucía como un joven lindo, así llevara vestido me preguntaban si era travesti. E incluso si ya me conocían sólo lo cuestionaban para sacar unas risas. ¿Has visto a una mujer plana, musculosa, de cabello corto y con vestido? Quizás sí, tal vez te gusten, pero yo he vivido rodeada de familiares que lo veían grotesco.
Orión había quedado en mi pasado desde hace semanas. Pero siempre he sido una obsesiva de mierda.
—Para ya. —Me lancé una cachetada para detener mi llanto.
Me sentía culpable por auto-despreciarme cuando nadie lo estaba haciendo conmigo. La obsesión me atrapaba y me encogía para gritarme que no merecía estar de esa forma.
La semana en que me sentí feliz fue asombrosa, pero el miedo de ser apartada seguía presente.
—Aike tonto, viniste a Faded Song en tu día libre. —Choqué mi cabeza contra la puerta de servicio, dudando si entrar.
Tenía trabajo en realidad, solo un día en que me pagarían bien siendo mujer. El mensaje del hombre que me contactó llegó a mi teléfono, informándome el punto de reunión y que la hora estaba cerca.
Debería irme ya.
—It's just the same every day... I'm writing this songs that will never get played.
Una voz del interior, acompañada de una guitarra y un leve sonido de la batería de Arlene continuaban cantando la canción en Faded Song. Aunque no fuera yo, aunque no hubieran clientes a esa hora, la música sonaba abrumadora.
Por supuesto que reconocí esa voz. Una voz capaz de abrirse paso en cualquier parte con su distintivo tono. Era fuerte, amarga, la voz de un hombre que cantaba agudo pero podías sentir sus vibraciones.
—Lo he escuchado más veces... ¿Pero, dónde? —Retrocedí en los escalones, sin poder abrir la puerta.
—Oh, please someone help me. I don't care anyone, anything. 'Cause I'm sick of being so lonely.
—¿Cómo por qué está aquí? —Traté de reírme en mis adentros, la inseguridad estaba allí.
Aún con mi personalidad obsesiva yo carecía de envidia hacia otros, pero tal vez ya habían enterrado al príncipe de Faded Song en mi conciencia que ahora escucharlo en vivo y dentro de un lugar donde no estoy presente fue demasiado. Mi estómago comenzó a revolverse, llevé la mano a mi boca para contener las arcadas.
Quería comenzar a llorar porque temía que perdiera el trabajo, los amigos que hice, el lugar donde duermo. Perder todo otra vez y estar sola.
Estoy harta de estar sola.
¿Por qué eres tan insegura?
Detestaba el complejo que me amargaba tanto cuando hace un año esto no me hubiera portado. Me imaginaba escenarios catastróficos cuando no estaba sucediendo nada más que una canción.
Me dejé caer en el suelo de la callejuela. Debía levantarme e ir al nuevo trabajo, dormir temprano al volver y entonces mañana volver a Faded Song para seguir con mi rutina. Solo me quedaba esperar que no me despidieran.
—Mi niño bonito. Apostaba que vendrías en tu día de descanso así que mírame, enterito y presente. —Las piernas de Nath se cruzaron en mi vista.
Esos últimos días no había momento en que él no estuviera. Me seguía como una pulga y eso me hacía feliz, aunque para él solo fuera un amigo yo quería creer que había un poco de interés en mi persona.
Pero no quiero verlo ahora...
—Hey, ¿estás llorando? —Se puso de cuclillas para destapar mi rostro.
—Disculpe cliente, debo comenzar a trabajar. Seguimos en contacto. —Le di una sonrisa en cuanto me vio de frente, aparté sus manos y me puse de pie.
Miré alrededor un par de veces, ignorando su voz. Quería escaparme. Llegar al apartamento y dormir, necesitaba recuperar fuerzas pero no tenía tiempo para hacerlo. La vida como adulta era cansada y deprimente en ocasiones.
—Espera, ¿por qué lloras? —Me tomó de los hombros.
—Es que se me metió basura a los ojos y... —Mi excusa no tuvo el tiempo para finalizar.
—Oye, ¿quién está cantando? —Él se impactó al igual que yo con la voz del interior.
Me solté de su agarre, tomé mi mochila y con esfuerzo me arrastré hacia la avenida. Tenía prisa y lo que menos quería escuchar de Nath era "el de adentro canta bien". Quería golpearme por ser tan envidiosa.
Género confuso no sabe cómo crecer.
~•~•~•~
Tras una búsqueda de trabajos en internet me topé con el proyecto de un video musical que requería chicas con apariencia peculiar pues transmitía un mensaje de igualdad en las relaciones. Supuse que era algo romántico así que investigué mas a fondo. Unas chicas de la ciudad, entre ellas dos de una pequeña agencia de modelaje para principiantes estaban involucradas. Era una grabación de medio día para la escena y la paga no era mala así que quise participar.
Las encargadas de maquillaje me hicieron ver más linda de lo que era. Me metieron en una especie de pijama sexy de colores pasteles y me montaron una peluca rubio cenizo. Yo sonreía sin oponerme, nerviosa.
—Cuando llegaste creí que eras un niño muy lindo. —Dijo la chica sentada a mi lado, cargando un peluche rosa—, ¡aún así eres muy linda!
—Graciaaas. —Sonreí tontamente sin apartar la vista del espejo.
Me sentí linda en esos momentos. Me recordaba la apariencia de la preciosa Ruby Rose.
—¡Estoy emocionada! —Una de las presentes daba brincos pequeños detrás de mí con su pequeña falda de tul azul.
No nos dieron un guion pero nos iban a dirigir en el momento. Aunque el ambiente me olía a tabaco y vi alcohol en el set quise creer que sería una fiesta al estilo "Last Friday Night".
—¿Cuál es tu edad, cariño? —La maquillista apareció por detrás con su interrogatoria.
—Cumpliré 20 dentro de poco. —Me costó soltar aquello.
Carajo, ya casi llego a los 20, ¿por qué? AAAAH.
—¡Oh, eres la mayor de aquí! Yo tengo 16. —La chica del tul se señaló confundida—, luces más joven.
—Me parece que luzco de mi edad. —Negué sutilmente.
Por favor, 20 años es súper joven.
Nos llamaron para que saliéramos de la habitación y nos reuniéramos en la habitación principal de la casa donde se grabaría. Era enorme el sitio, un lugar perfecto para fiestas masivas, aunque solo estaban los chicos que iban a grabar, el equipo que nos guiaba y el cantante.
El tipo del video llevaba el cabello corto, casi pelón y decolorado. Usaba una sudadera amarilla y accesorios dorados. Llevaba unos shorts súper cortos que dejaban al descubierto sus piernas peludas y unos calcetines horribles.
Mira que lindo... A mí me ordenaron que me depilara anoche.
Nos explicaron las escenas y las seguimos un poco confundidas. Primero estuvimos grabando en la entrada como cocinábamos unos brownies, lo cual no fue tan divertido pues ya estaban hechos. Procedimos a grabar por casi dos horas en la piscina aún con el frío de la ciudad, por suerte la luz del sol seguía presente.
—¿Alguien ha escuchado la canción? —Cuestionó una chica con orejas de gatito y cabello rojizo.
—Creo que no... —Fue sospechoso para la que no soltaba el peluche.
También era sospechoso para mí, pero iban a pagarme y les gustaba mi apariencia así que en realidad no estaba preocupada.
Sin embargo, no fueron agradables las últimas escenas.
—¿Cómo por qué si estamos vestidas así debemos arrimarnos tanto a él? —Solté la pregunta un tanto irritada.
Las demás chicas lucían incómodas pero nadie se atrevía a hablar, así que yo fui la primera en hacerlo. Estábamos en la cama enorme de la habitación principal, algunas con las manos sobre las piernas del cantante con cara de culo. Veía sus expresiones inseguras sobre lo que hacían el acostarse a su alrededor.
Salí de la cama con los brazos cruzados, frente al camarógrafo. El resto del equipo que nos asistía se pusieron nerviosos de inmediato.
—¿Puedo escuchar la canción? —Espeté.
Eres la mayor Aike, esto puede ser problemático.
La canción era un ritmo latino, pero no del bueno que ponía en las tardes para animarme a limpiar las mesas de Faded Song. Lo describiría más bien como basura denigrante amontonada con un ritmo estúpido que formaba una especie de canción que sexualizaba todo lo mencionado.
—Las chicas ya accedieron y grabaron tomas. Sería grosero dejarlo hasta allí. Perderíamos el tiempo. —Uno de los chicos cercano a mi edad trató de hablar hipotéticamente para calmarnos.
Lo único que has hecho ha sido grabar historias para tus redes...
Todas lo miramos aún confundidas. Ya habíamos tomado mantas para cubrirnos mientras volvían a aclararnos la situación en la sala de maquillaje. Nos mostraron algunas escenas y aunque lucían bien otras insinuaban demasiado.
—Pero no me gustaría salir en algo así... —La del tul azul comenzó a morder sus uñas.
—¡Es una oportunidad única! Y por favor, te están pagando. —El joven siguió insistiendo con un tono más fuerte, orillando a las demás al nerviosismo.
—No, no nos han pagado... —Balbuceé, dándoles las espaldas para buscar mi sudadera.
Cállate Aike...
—¿Qué? —Me miró incrédulo el chico, haciendo evidente su ceja mocha.
—No hemos firmado nada tampoco. No nos dieron aviso sobre la canción y están sexualizando menores. Solo dos de aquí somos mayores de edad, las otras cuatro no. La portada que piensan usar para su disco es asquerosa y pueden recibir demandas de los padres por esto. Y dudo también que la pequeña casa de modelos que tiene a sus dos chicas aquí dejen pasar un video musical como este, si lo podemos llamar "música". Así que por favor, ya deja de amenazarlas de esa forma sutil porque das asco. —Eso último se lo dije de frente, quitándome la peluca rubia.
Teníamos la misma altura y una complexión parecida, así que no me sentí ni un poco asustada. El chico trastabilló de reversa pero no pudo formular palabra. Quizás nunca tuvo en cuenta mi apariencia desde un inicio pues querían probar que no importaba como se viera una chica, seguía siendo "cogible".
Soy asexual, idiotaaaa.
—No me paguen, yo ya me voy. Ustedes deberían irse también. —Advertí a las pequeñas, rogando a mis adentros porque me siguieran.
Me pidieron que las esperara y se cambiaron. Trataron de detenerlas las maquillistas y hacerlas razonar pero mi mirada les negaba todo así que ellas también se opusieron. Les expliqué que se podían meter en un serio problema legal si sus padres se enteraban de lo qué pasó.
—Tenemos escenas de... —El cantante trató de lanzar una sutil amenaza pero el camarógrafo lo silenció al verme caminar hacia ellos.
—Y yo tengo los números de todas ellas para enterrarte en denuncias, pedófilo de mierda. —Mordí mi lengua después de eso.
Ay, que malota me siento.
Salí con las chicas y las vi partir en sus respectivos trenes. Todas estaban agradecidas aunque yo era la única realmente afectada pues había sido una pérdida de energía, dinero y tiempo.
Me sentí bien de estar presente pues sin mí ellas no habrían dicho nada, pero de por sí no era mi día y me hicieron sentir más usada que en un inicio. Con ese poco ánimo tomé mi mochila y volví a mi apartamento pero no tuve la capacidad para entrar cuando vi las luces de Faded Song Justo en frente. A veces odiaba que el edificio estuviera tan cerca.
No escucho voz, solo el bajo de Amber.
—No se te ocurra... —Me regañé a mí misma al ver que no podía parar mis pies.
Iba a adentrarme sigilosamente y pedirle una limonada a Mirt mientras me aseguraba de que el príncipe no estuviera cantando de nuevo.
Algunos clientes hacían fila así que me escabullí para que no me reconocieran. Aún tenía un poco de maquillaje así que me sentí como un travesti. Curioso, pues era una mujer.
Solo echarás el ojo y te irás... Rápido.
Mi sonrisa al cruzar la entrada se esfumó al chocar contra la espalda de un adicto al alcohol y masoquista que prefería perder el tiempo en Faded Song en lugar de ir a la universidad.
—Cuidado, bro... —Me miró por el espacio de varios segundos, tratando de conectar sus cables.
Jódete Aike. Maldita sea.
—¿Estás...? —Movió sus manos alrededor de mi rostro—. Queeeee.
Arlene servía en las mesas más cercanas. El susto me obligó a tomar a Nath de las manos y sacarlo por completo del restaurante. Me encaminé a la banca de la avenida y lo senté para rogarle que no dijera nada. La acababa de cagar en grande.
—Mira, yo solo...
—Estás maquillado —su impacto era evidente, al punto de llevar con escalofríos sus manos a la boca—. O sea, maquillaje. Ay, te ves bien bonito.
La sonrisa que me mostró al decirlo me dio otro flechazo. Aunque parte era decepción pues aún con maquillaje yo parecía un chico. En serio, ni de lejos cruzó por su mente que yo fuera una chica.
—Perdona, estaba sorprendido. No sabía que te maquillabas, aaaaah. —Sacudió sus hombros y estiró sus piernas.
—No lo hago. Tenía un trabajo pero lo dejé antes de terminar. —Me sinceré, tomando asiento a un lado.
El bajo del interior tocaba la canción que el príncipe cantó por la mañana, pero esta noche no había nadie que cantara. No sabía las razones por las que estaba allí o el porqué se había marchado, tampoco quería hacer muchas preguntas porque tenía que no quisieran decirme o me recordaran que no habría nadie como él.
—¿Por qué llorabas hace horas? —Nath lucía demasiado interesado.
Me voy a acostumbrar a que sea tan metiche pronto.
—Escuché al príncipe cantar y pensé que volvería a Faded Song. Puedes tomarlo a mal, pero es cierto que me molesté y terminé chillando. —Bufé entre risas, chocando mi frente contra la palma de mis manos.
—La verdad canta súper bien. Su técnica es casi perfecta y eso que solo lo escuché un momento.
—Auch. —Expresé.
—Pero niño bonito, me gusta como cantas tú. Es cierto que cuando te vi en el escenario por primera vez fue un desastre, pero me recordaste a alguien y por eso fui duro contigo por la noche, cuando te dije que eras cobarde. Lo siento por eso —rascó su nuca y se maldijo por lo malo que era hablando—. Pero eres grandioso. Tu voz es diferente a muchas y me gusta lo que transmites. De ese pequeño cuerpo que tienes sale una voz dulce pero grave.
Lo miré sonriente. Aunque no se lo dije estaba agradecida de amarlo en secreto, con solo la mirada.
—Aparte estás bellísimo, mucho más que el príncipe ese. Tú eres un verdadero príncipe. —Sus palabras cambiaron de intención.
Me miró feliz por un segundo pero abrió la boca al pensar dos veces lo que acababa de decir.
—Gra... —Ni siquiera yo sabía que decir.
—No homo. —Soltó asustado, alejándose de mí sin levantarse de la banca.
—Yo sí soy homo. —Aclaré, arrepentida de mi forma de "apaciguar las aguas".
—Mira estás muy lindo pero... —rogué porque no dejara ir un comentario hiriente—, ay, es que bro, no hay "peros". Estás tan bonito que me asustas. Yo ya me voy al interior,si necesitas algo solo llámame. Nos vemos pronto.
—¡Nath! —Lo detuve antes de que entrara a Faded Song—. Sí te necesito.
Arrugó el entrecejo y se encaminó hacia mí con las manos dentro de su pantalón. La luz artificial se reflejaba en sus lentes redondos.
—Quiero saber quién es el príncipe. Por favor, vamos a averiguarlo.
—Oh, eso me gusta. ¿Vamos a hacer una incrustación súper loca y ser encarcelados? —Dio un brinco de la emoción, tomándome del brazo para que hoy entráramos a tomar algo.
—Espera. Me refiero ahora. Ahora mismo.
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El príncipe de Faded Song... ¿Ya tienen sus teorías? Wuju.
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¡Ya tenemos la playlist! <3
~MMIvens.
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