Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12: Creo que la música une.


Aike.

Me acobardaba el ser valiente.

—Gracias por acompañarme. —Le sonreí sin apartar la vista de los charcos en las calles de Shinda.

Los edificios se reflejaban en ellos, igual que pinturas en el agua. De no ser por el ambiente pesado sería un lugar nocturno perfecto para la vista y no peligroso para los niños.

—Cuando dijiste que podían navajearme tuve un inmenso placer de correr el riesgo, bro. —Me agradeció Nath.

—Sí, eres extraño. —Pensé en voz alta, tratando de sonreírle con nerviosismo.

Habíamos ido con Carmen. Stella no nos acompañó, solo nos dejó a los pequeños. Fue una noche agradable aunque yo seguía temiéndole a andar sola por las calles, así que le pedí indirectamente a Nath que me dejara fuera del barrio.

—¿Sabes, Aike? —Se puso en modo pensativo con una cara de galán fingida—, no deberías tener miedo. De hecho, lo mejor sería que aprendieras defensa propia o algo que te ayude a ganar musculatura porque te ves como una niña. Y recuerda, un hombre no debe verse débil. No es seguro.

Una mujer tampoco debe verse débil...

—De verdad eres un pendejo... —Murmuré entre dientes para que no me escuchara.

—¿Dijiste algo?

—Para nada.

Continuamos caminando en silencio. Nathaniel de verdad era una terrible compañía. Había intentando romper el silencio en el camino con preguntas que me dejaban pensando si acaso tenía un órgano al cual llamar cerebro.

—¿Te gustaría que te amarraran? —Sus fantasias lo hacían divagar con los ojos en los cielos y la boca apunto de tragar moscas.

—Cállate, por favor. —Le sonreí dándole unas fuertes palmadas en el omóplato.

—Perdón. —Dejó caer la cabeza como perro faldero.

Me disculparía de no ser porque eso hice hace doce minutos y retomó la platica de diferentes afrodisiacos.

Los barrios bajos tendían a deprimirme. Me hacían pensar que mi condición actual no era nada en comparación a ellos y que no merecía estar triste. Pero algo sabía, y aunque no aplicara en mí por los sentimientos de culpa, era claro: Cada quien vive en sus propias condiciones y tienen su propio medidor de límites, por eso nunca podemos suponer los sentimientos de los demás o hacerlos menos.

Tienes un techo Aike, ¡sé más positiva!

Me detuve en seco, haciendo una pose de vencedora para animarme a mí misma. Me repetí que era fuerte y por alguna extraña razón lo expresé con pequeños saltos de boxeador. Estaba emocionada, era una nueva aventura y debía enfrentarla con seguridad.

¡Puedes hacer los amigos que nunca pudiste en la escuela!

—¿Por qué brincamos? —Nath me hizo girar sin detenerme, mientras él imitaba las mismas poses que yo—. ¿Nos vamos a romper la cara? Que agradable.

—Sí, ¿por qué no? —Continué dando brincos en los pequeños charcos de agua almacenada.

—En serio lo disfrutaré. —Después de su risa, lanzó el primer golpe en cámara lenta que yo esquivé.

Le voy a...

Unos chicos con palos salieron de la callejuela de a lado, observándonos con medias sonrisas amargas. Nath y yo nos miramos unos momentos, hasta que él reaccionó y me dio un empujón para que comenzáramos a correr fuera de ahí.

—¡Les vamos a romper todos sus huesos! ¡¿Quieren pelea, eh?! —Alrededor de 5 nos perseguían bramando debajo de los puentes y pateando latas.

—¡Si corres hacia a ellos ya no te voy a recibir en el restaurante, cliente! —Rogué, arrastrando sus intenciones por el suelo para hacerlo recapacitar—, ¡puede volver cuando sea pero no conmigo aquí!

—¡Ah... Puedo sentir el palo enterrado en mi pie!

¿Qué demonios?

~•~•~•~

—Aike, jeje, ¿estás bien? —Mirt pasaba su trapo húmedo por mi rostro antes de comenzar a limpiar las mesas, tratando de llevarme al inicio.

—No... Había mucha sangre y ahora tengo pesadillas con ella. —Me retorcí con la imagen de Nath disfrutando sus pies ensangrentados.

—Jeje, ¿ya escogiste cuáles son tus días libres? Ya casi ha pasado un mes, jeje, y aún no escoges. Puedes tener dos, jeje. —Me extendió la mano con amabilidad para que me levantara del suelo después de despegar los chicles.

—Lo consideraré cuando saque una cuenta más segura de mis gastos. Gracias por recordarme.

Me acobardaba pensar en dinero con esfuerzo. ¿Trabajaría por siempre?

La hora de apertura llegó. Yo me mantuve en mi sitio atendiendo a los clientes como lo hacía entre semana. A veces lo pies se me cansaban, pero tenía que ir de mesa en mesa y soportar algunas quejas.

—Disculpe, la bebida está súper concentrada. Apenas puedo tomarla. ¿Me echarían más agua? —Extendió su vaso una de las chicas, e inevitablemente observé que había tomado más de la mitad.

Esto sería como darle otra gratis...

—Por supuesto. Una disculpa de nuestra...

—Y también ponerle más azúcar.

—Sí, está bien.

Traté de no pensar en ello y hacer lo que me ordenaron. Carl tendía a regañarme por no poder ser clara con los clientes y negarme, pero también se enojaba sino atendía al cliente como debía. Él tenía razón, pero en algunas ocasiones no sabía cómo reaccionar.

—¿Qué demonios haces Aike? —Arlene me llamó la atención desde el otro extremo de la cocina.

Safe me miró de reojo mientras Aleshka apretaba los labios en mi dirección.

—No pagó por eso, ¿no? Se te descontará a ti. —Informó, tomando los platillos y llevándolos afuera.

—Sí...

¡Perdónenme meseros a los que les causé problemas sin saber!

—¿Alguien ha visto a Luna? Dijo que necesitaba dinero y trabajaría entre semana también pero no ha llegado. —Interrogó Aylin con media cabeza dentro de la cocina, observándome de arriba a bajo con una sonrisa.

—Me pareció verlo afuera porque sus piernas no soportaban su peso... —Le respondí, revolviendo el azúcar de la bebida.

—¡Aprendan esto, chicas! —Clamó Aylin en voz muy alta, asustando a la pobre mujer rubia—, ¡cuiden sus cuerpos y digan si algo no les gusta, carajo!

Volvió al trabajo, indignada por la situación del chico que sufría afuera. Eh... Realmente era difícil salir con alguien.

Corrí a la mesa 4 para entregar la bebida, disculpándome nuevamente con la clienta. Amber me pidió ayuda con el sonido de nuevo porque unos cables estorbaban y no sabía diferenciarlos; tenía que tocar un par de canciones Aylin en el piano pero ella había causado un desastre que debía arreglar antes de que lo viera.

—¡Gracias, Satán te la debe! —Me dio un beso en la mejilla, corriendo a seguir con mi trabajo.

—No hay de qué... Pero por favor no me involucres con demonios. —Rogué, deseosa de no más mala suerte en mis alrededores.

Amber Hiray, mi primera amiga en Faded Song. No quería sentirme deprimida, así que esa era mi nueva meta para distraerme: Hacerme amiga de todos aquí, incluso de Arlene aunque me costara la vida.

Paso por paso hasta ver cómo salir de esto.

—Te traje un par de ejemplos —elevé la vista agotada al escuchar la alegre voz del masoquista Nath—. Dime, ¿te acostarías con este?

Tomó de los hombros a un hombre fornido y de más de 1.80, presumiendo su abdomen trabajado y su piel bronceada. Lucía como un físicoculturista y sonreía alegre mostrando su diente de oro.

Me importó y volví a tratar de organizar los cables.

—No, no siento deseo sexual por nadie.

—¿Y este otro? —Empujó al fortachón y jaló a un chico que hablaba con otras chicas de baja estatura y esbelto.

El chico me sonrió y nos saludó preguntando por lo que necesitábamos. Nath, en su retraso no le dio una explicación y procedió a decirme los puntos buenos de su cuerpo que podía ver a simple vista.

De verdad que sabe de anatomía.

—No, no me acostaría con él. —Volví a negarme.

—No soy gay, pero yo sí me acostaría contigo. Estás muy lindo. —Expresó coqueto el chico, acariciando su cabello castaño de forma penosa.

¿Me acaba de llamar lindo? Awww.

—Cállate, y vete a buscar a tu mamá. —Le dio una nalgada Nath, devolviéndolo con las chicas que los observaban de lejos—, hay gente muy rara, ¿no, Aike?

Mirt, por ejemplo. —Me reí, sabiendo que Mirt me escuchaba desde la barra con su leve risa.

Solo debía hacer unas pruebas y todo listo, así que me puse los audífonos aunque Nath aún no partía. Me miró en silencio, aunque a veces jugaba con sus dedos y echaba lo ojos en el computador para ver que hacía.

Tras unos minutos metió mis dedos debajo de mi cabello y me quitó un audífono, esperando a que le preguntara si necesitaba algo.

—¿Entonces...?

—¿Puedes venir a mi cumpleaños el viernes? Estoy organizando una fiesta, y el dueño de un apartamento me prestó su sitio para hacerla allí. —Explicó, moviendo sus lentes modernos de arriba abajo—, quiero que seamos amigos. Eres una buena persona.

—¿Este viernes?... No lo sé, tengo mucho trabajo. —Me sentí un poco mal por rechazarlo.

Había algo extraño. Antes rechazaba salidas porque no quería ir y ahora porque no tenía tiempo. Vaya, de verdad había cambiado mucho en poco tiempo. Que desgraciada es mi vida.

—Oh —retrocedió un poco con el entrecejo fruncido, dejando el audífono colgando—. Está bien, no importa mucho. Solo ya sabes, me hubiera gustado que hayan personas buena onda y que no van solo porque tengo drogas, ja.

—¿Cómo que tienes droga?

—Tengo amor y dulzura —se encogió de hombros, formando una mueca y lanzándome un beso mientras retrocedía a la barra—. ¡Sí tienes tiempo estaremos hasta tarde!

Si tengo tiempo...

—¡AMBER, ya terminó esto! ¡También estaba debajo de la computadora la lista de canciones que debía tocar Aylin! —Grité, asomándome dentro de los camerinos en búsqueda de alguna.

Aylin se puso de pie frente al espejo, dándose unos retoques del maquillaje. Me dijo que ya iba y otras cosas, pero no pude apartar la vista de sus grandes ojos y el maquillaje que se aplicaba. Era realmente hermosa.

—Me declaro tu fan... —Susurré, embobada.

—Gracias mi cielo. Ahora, ábreme paso que voy a... ¡Salir! —Giró coló toda una diva bien lograda, coqueteando incluso con el aire—, chicos guapos con billetera llena prepárense.

—Felicidades. —Le aplaudí, extendiendo mis manos para entregarle la lista.

Observó por un momento lo que estaba escrito, haciendo radiar su rostro al detenerse en una de las piezas. Aylin era buena tocando el piano, lo hacía todo por oído e incluía sus propios arreglos. Había estudiado música desde los 18 y decidió entrar a trabajar aquí hace menos de tres años.

Quiero ser su amiga ahora que no le oculto nada, solo la paga.

—¡Oh, me sé muy bien "This is home"! Estaba planeando un arreglo versión rock para que la tocáramos un día de estos, pero parece que es ahora o nunca. —Me sonrió sin poder ocultar su fascinación.

—Ah, yo también estoy enamo...rado de esa canción. Es como lo que le quiero decir a alguien pero termino diciéndomelo a mí. —Expliqué con la misma emoción, sacudiendo mis manos.

—¡Eso, es exactamente eso! ¡Aaaaah, me hace volar la cabeza!

Parecíamos dos locas brincando hasta que Arlene se detuvo a un lado a vernos fijamente para bajarnos de las nubes. "Trabajo, trabajo... AGH, TRABAJO".

—¿Qué les emociona tanto? Me irritan. —Volteó los ojos, arrebatándole la lista a Aylin.

Fue una reacción parecida a la nuestra. Sin darnos cuenta las tres escuchábamos al mismo cantante aunque teníamos gustos diferentes.

A lo que sea que llamaban coincidencias realmente me hacían disfrutar pequeñas cosas de los demás.

—¿Tocarás "This is home" esta noche? —Cuestionó sin apartar los ojos de Aylin—. Me gusta mucho esta canción. Es una forma de relajarme y hacerme meditar sobre quien soy y los que me aprecian.

Es la primera vez que habla tanto frente a mí...

Aylin se emocionó sin responderle, al igual que yo. Nos vio doblemente confundida, echando sus cabellos azules detrás de la oreja para escucharnos mejor pero tampoco pudimos hablar. Abrió con lentitud la boca hasta decir:

—¿Comieron mierda o por qué me ven así?

—¡Cielito, no sabía que te gustaba otra cosa que no fuera Stella! —Fue una especie de burla de parte de Aylin, tratando de aguantar las risas.

Arlene se enfadó y comenzó a darle ejemplos de lo que le gustaba, aunque parecía odiar en realidad esas cosas por su forma de expresarlo. Reaccionaba muy agresiva aunque siempre estaba tranquila. Me relajó ver ese lado de ella.

Vamos Aike, no tengas miedo. Confía en ti para hacer amigos.

—¿Y si cantamos la canción ahora? —Propuse, aún sabiendo que no era fin de semana y la escasez de meseros.

—¿Ahora? ¿Estás loco? —Arlene casi me hizo tragarme mi idea.

—Seeeh, ¿por qué no? Luna está en servicio hoy y ustedes son buenas acoplándose a los arreglos de Aylin. De todas formas ya la habían practicado, ¿no? —Hablé un poco rápido por los nervios, pero también era emoción porque no solía plantear algo.

—¿Y tú puedes cantarla solo siguiéndonos? —Aylin se preocupó más.

Los recuerdos me invadieron: "Niña/Niño sigue cantando en un festival de su escuela mientras se resbala con una cáscara de banana y su calzón se enchina".

—Sí, soy perfecto para eso.

Corrí a darle el aviso a Amber, quien con una sonrisa aceptó y gritó de emoción. No llamamos al jefe que había partido una hora antes, pues supusieron que nos mandaría al carajo pues la entrada de ese día era más barata. Y es que tenía razón, sin las ganancias requeridas esto se iría a la quiebra.

Preparamos el escenario y de último minuto pausamos el ambiente ruidoso con el sonido saliendo del equipo. El público miraba confundido y murmuraba por nuestras acciones.

—Me voy a arrepentir de esto, cabrones. —Musitó Arlene, pero Amber solo se rió y dio señales de que estaba lista.

—Dame el micrófono —me pidió Aylin.

Se lo entregué sin negarme. Comenzó saludando al público y enviando besos a todo el mundo, recalcando su saludo para un tal "amigo rubio". Entonces procedió a explicar muestro plan de esa noche.

Las luces comenzaron a hacerme sudar y a dudar de si mi idea fue la adecuada.

—Así que sean afortunados, ¡y disfruten nuestra única presentación!

Fueron unos golpes monótonos por parte de la batería, tranquilos, conteniéndose. El teclado inició llegando la melodía, alargando mi entrada.

Creo que olvidé decirles lo mucho que me deprimo con esta canción.

Mi voz salió como un suspiro, tratando de continuar—: Often I am upset that I cannot fall in love but I guess this avoids the stress of falling out of It.

Habían muchas razones en particular, como le hecho de no poder enamorarme. Yo sabía claramente que no estaba enamorada de Orión de una forma correcta, era algo más parecido a una obsesión porque en mi vida las personas no mostraban interés por mí debido a mi apariencia. Si alguien me coqueteaba solo era momentáneo, pero él lo hizo por tres años.

Eso me ilusionaba, aún sabiendo que él salía constantemente con chicas y qué tal vez solo me veía como "otro plato".

Advertí los ojos de Aylin observándome de espaldas. Mi comienzo había sonado realmente triste y flojo para un arreglo más rápido como este.

Are you tired of me yet? I'm little sick right now but I swear when I'm ready, I will fly us out of here. —Aceleré sin forzarlo tanto.

Arlene dijo que la ayudaba a meditar.

Llegué a sentir por mucho tiempo que tenía cansados a todos pero no hice nada. Mis padres se cansaron, Orión se cansó de mandarme indirectas, y yo me cansé de seguir con lo mismo. No sé cuantas veces he repetido desde que me quedé sin hogar las mismas cosas por no poder darles un cierre.

Lloré para cerrar esos errores.

Pero volví a llorar por recordarlos.

Y volví a "cerrarlos".

Pero me estoy cansando de volver a abrirlos porque soy una estúpida obsesiva aunque lo niegue.

Aike, ¿por qué te sigues atando?

I'll cut my hair to make you stare —di un brinco al escuchar otra voz acompañándome, como si intentara hacer que yo no me detuviera—. I'll hide my chest and I'll figure out a way to get us out of here.

Arlene cantaba conmigo. Su voz era amarga y áspera, pero podías sentir alivio. Era una roca que te golpeaba y te decía: "Deja de llorar y corta de atajos eso que te está obsesionando".

Turn off your porcelain face. I can't really think right now in this place there's too many colors enough to drive all of us insane.

Creo que fue ese día y en ese momento cuando me percaté de que no era la única obsesiva y lastimada en Faded Song. Habían más allí que no estaba notando por mi estado mental actual. Pero si se los hubiera preguntando tal vez me dirían algo como: "Sí, tenemos problemas como tú, pero somos diferentes".

Y no había nada de malo con eso.

Are you dead? —Amber nos acompañó también con esa frase, acercándose a mi micrófono sin quitar los dedos de su bajo que tocaban un arreglo único—. Sometimes I think I'm dead cause I can't feel ghost and ghouls wrapping my head but I don't want to fall asleep just yet.

Supongo que todos teníamos razones y formas de resolver las cosas en la vida así como en la misma canción podíamos expresar cosas diferentes.

Aylin fue la única que no se unió a nuestro coro, pues incluso el público tarareaba. Nath desde abajo hacía señas que me deseaban éxito, y yo canté todo lo que pude.

Canté hasta reírme.

Deja de llorar Aike, eres la única que se terminará lastimando.

••••••••••••••

Bueno, este capítulo fue muy tranquilo como toda la historia. Realmente no espero cosas tan intensas de aquí, es más bien algo que planeo para expresar diferentes cosas sin un climas claro.

Pero sobre todas las cosas recordar: Expresamos lo que necesitamos expresar y no hay culpas en ello.

~MMIvens.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro