Capítulo tres | ¿Es esto un reencuentro?
❝ ¿Quien puede decir qué es real? Nadie, pero yo creo tener la respuesta al enigma. ❞
Pov. Taehyung
Mis manos temblaban del nerviosismo y temor, no podia concentrarme, estudié cómo un loco para este examen pero ahora que lo tenia en frente mi mente estaba en blanco, creó que hasta escribí mal mi jodido nombre. Mi mente nada mas repetia la escena de ayer en la noche de aquella familiar figura parada justo enfrente mío, me hacia temblar aquella imagen pero también de alguna forma extraña me hacia sentir ¿cálido? como si estuviera viendo a alguna tía que no la había visto de años, dios mío me estoy desviando del tema.
¿¡Por qué no me puedo acordar de nada!? ¡estudié y estudié para éste maldito examen pero mi mente no quiere reaccionar! ¡ni siquiera recuerdo haber tocado algunos de estos jodido temas en la escuela!
Pase mi temblorosa mano por mi cabellera soltando un suspiro pesado, llamenme exagerado pero ni se cuando un nudo se formo en mi garganta ¿en verdad era por el examen que estaba así? O ¿era el hecho de temer que se vuelva a repetir lo mismo que en mi niñez? No lo sabia; mordí mi labio inferior tratando de retener quizás un llanto, no quería que desconocidos me vieran en tal estado, no quiero llorar en medio del examen, no quiero pero cada vez esta más cerca las lágrimas rebeldes.
— Hey — Una voz algo grave pero calida se hizo presente frente mío.
Con miedo levanté la vista para ver al docente encargado del examen que ahora estaba realizando ¿y si me quita el examen? ¿o si me ayuda y por lo mismo no entro a la Universidad? solo podía escuchar en mi cabeza escenarios catastróficos por más irreales que eran algunos.
— ¿Sí? — Relamí mis labios tratando de controlarme y lucir firme.
No quería que me quitara mi examen, más que eso, mi acceso a la universidad que tanto anhelo.
— ¿No gustaría tomarse unos quince minutos? — Por su tono de voz se podía notar que lo hacía con buena intención pero aún así me sentí humillado y avergonzado.
No quería que me quitaran valiosos minutos de mi prueba pero no tenia sentido seguir en aquel estado que me hacia bloquear, quizás sí necesitaba nada más relajarme un poco para que lo que estudie me llegara a la mente casi por arte de magia.
Asentí sintiendo algunas mirada clavarse en mi, pero para ser honesto no me importaron, ahora tenia muchas cosas en mente como para prestar atención en eso. Me levanté dejando mi examen junto a mis útiles en el mesabanco, salí hacía el pasillo y apenas estuve fuera me recarge en la pared soltando un suspiró pesado.
Mi corazon latía rapidamente, tenía los labios secos y podía jurar que me encontraba pálido, era cómo si todo el peso de mundo estuviera sobre mis hombros. Tal vez el ir por agua me haría mejorar en algún sentido o mínimo no sentir seca mi garganta.
Voltee hacia un lado al sentir la mirada de alguien clavarse en mi y para mi sorpresa por escasos segundos pude jurar que miré a alguien, literal fue en un parpadeo en el cual desapareció, quería creer que tal vez por lo de ayer aún andaba algo paranoico y por ello miraba cosas que no estaban ahí, cualquier opción era válida para que no fuera señal de que mi esquizofrenia cobraba nuevamente su protagonismo en mi vida. Frote mis ojos para volver a fijar la vista en el mismo sitió vacío con la esperanza que saliera alguien y dijera que era una broma, pero no salió nadie para quitarme ese peso de encima, es que podría jurar que segundos atrás ví a un chico de cabellera negra y de piel pálida, pero no vi su rostro nada mas sus labios ya que tenia puesto una gorra que le cubría la mayoría de la cara, se que no es raro pero se vuelve si el chico en cuestión esta totalmente de negro y con sus manos llenas de un líquido rojo semenjante a la sangre. Aunque no se notará aquello había hecho que comenzará a sudar frío y los temblores que con esfuerzo desaparecí, volvieran pero si le daba importancia de algún modo confirmaba mi esquizofrenia y me negaba a ello, solo seguiría normal y esto se volvería un mal rato, espero.
Traté de ignorar lo que acababa de pasar y me dirigí a la cafeteria que por desgracia debía pasar justo donde vi a aquel peculiar chico, en el lugar donde se supone que estaba había algunas gotas de aquel líquido rojo que esperaba fuera pintura o hasta sangre falsa, la opción que hiciera menos impacto para mi era un hecho, pero como siempre, lo decidí ignorar y tan solo seguir mi caminó, total, no ganaría nada sintiéndome detective y investigando el porqué de todo.
Ya llegando a la cafeteria me dirigí al mostrador y le regale una calida sonrisa a la empleada que me atendía en mi intento de aparentar tranquilidad.
— Quiero una botella de agua, por favor — Metí mi mano a mi pantalon dispuesto a sacar el dinero correspondiente.
— ¿Se llama Kim Taehyung? — Me preguntó la chica mirandome de manera curiosa con una sonrisa.
La miré extrañado de su pregunta, ella no tenía motivos para saber mi nombre, si bien yo si la conocía pero solamente era de vista y de lejos cuando venía a visitar la Universidad, no le hablé en ningún momento, ni siquiera me había acercado a comprar algo antes de ahora mismo.
— Sí.
Ella tan solo se limitó a ir al congelador para sacar una botella de agua y entregarmela con gentileza.
— Ya vinieron a pagar tú agua.
— ¿Qué? — Pregunté mucho más confundido.
— Sí, un chico alto, cabello negro y algo pálido.
Justó cómo el sujeto que vi en el pasillo, entonces ¿sí era real? no sabía si sentirme relajado al confirmar que no fue una alucinación o sentirme asustado porque un desconocido con posible sangre en su vestir me pagó mi botella de agua que nadie sabía que iba a comprar. No no, quizás no fue la misma persona ¿cierto? debía haber una respuesta lógica, hasta una confusión quizás, no no, debía confirmar que era el mismo que ví antes de hacer conclusiones.
— De casualidad ¿tenía una gorra?
— Claro, y un cubrebocas.
¿Cubre bocas? pero cuando yo lo ví no lo traía ¿esto confirmaba que no era él? para mi si pero igual voy a confirmar un poco más antes de festejar.
— ¿Y las manos manchadas de sangre? — Pregunté con más confianza, tal vez solo era un compañero del mismo salón que quizo hacerme un agradable favor al verme mal durante el examen.
Un Dejavu se hizo presente de la nada para arruinarme mi poca chispa de esperanza, cuando era niño y recibía noticias sobre algunos niños que sufrieron algo como accidentes o sustos demasiados fuertes relacionados con el sujeto sin rostro me emocionaba el saber que alguien más sabía que existía, pero obviamente no era normal ver a un niño feliz al recibir noticias de otro niño que se accidentó o asustó a tal punto de llorar y no querer dormir solo por una semana entera.
— ¿Sangre? — La chica me vio confundida
En ese instante negué con la cabeza bajando la mirada, no tenia caso seguir hablando de él, quizás me vería raro o como un loco, me bastaba con saber que mínimo el suceso no fue tan grave y que quizás no fui el único que lo vio. Me conformaría con la idea de que quizás era solamente un compañero que me invitó un agua.
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