❝ ¿Podré avanzar? ¿por qué esto cada vez se hace más difícil? pienso tener el control pero es lo que menos tengo, solo soy una pieza en el ajedrez. ❞

Era una noche fría y muy pesada para el joven Kim, no podía dormir aunque tratará mil veces cerrando sus ojos y contando hasta el ochenta, se removía inquieto en la cama debido al miedo que le consumía en vida de una manera inhumana, temía de que él maldito Kirai se encontrara ahí espiándolo mientras "dormía" sólo ahí... mirándolo desde la oscuridad de alguna esquina de su habitación. A las 3:54 AM el joven pudo cerrar sus ojos acabado por el sueño, pero en el plazo de 10 minutos aproximadamente tuvo un sueño rápido donde ese ser desconocido y conocido para él le miraba con esos ojos rojos como la sangre y profundos como suponía debía ser el infierno, esa pesadilla fue suficiente para que Kim se levantara sobresaltado de la cama sentándose en esta, sabiendo a la perfección que esa noche no podría dormir por más que lo intentara, solo podía esperar que no se volviera cotidiano esto.

Volteó a todos los sitios buscando a aquel ser para asegurarse que se encontraba solo, sin embargo esto fue totalmente en vano ya que la Luna solo lograba alumbrar de manera tenue, se estiro hacia el mueble de a lado para encender su lampara y así poder ver mejor, por suerte no miro a aquel tan detestable ser, eso le alegraba pero a la par se sentía algo inquieto y mal al darse cuenta que aunque él no estuviera ahí tuviera cierto poder en su ser al grado de robarle el sueño e imaginarlo en todos lados.

— Okey. . . debes dejar de ser tan paranoico, Kim — Se dijo a si mismo mirando de manera fija la puerta blanca de su cuarto soltando un ligero suspiro.

Su cabello estaba alborotado, sus ojos rojos y tenía notables ojeras, todo ese aspecto no era típico de él, desde que se había propuesto cambiar su vida trataba de cuidar su apariencia lo más posible y debe confesar que hasta se consideraba un grado de superficial en ello, pero ahora eso había quedado totalmente atrás desde que ese ser lo acosaba, ahora lo que tenía de prioridad era no enloquecer antes de la graduación que para ello aun faltaba mucho por desgracia.

Sabía que hoy no dormiría por más que tratará así que debía de enfocar su mente en otra cosa que no sea mirar a todos lados, alcanzo su laptop de un cajón del mueble y se la colocó en sus piernas, abrió el aparato rojo y comenzó a navegar en internet con el propósito de distraer su mente de todo ese asunto tan. . . horrífico. Ingresó a su cuenta de facebook con la esperanza de que su amigo pálido estuviese conectado pero para su mala suerte su amigo se había desconectado hace apenas una hora, busco entre sus demás agregados a alguien con quien hablara o mínimo le pareciera agradable, casi como una respuesta caída del cielo recordó a una chica con la que a veces solía hablar por los pasillos y cafetería.

— Nayeon... — Murmuro para si mismo buscándola entre sus amigos, por suerte era de las únicas personas que se encontraba conectada.

( ¡nayeon! )

Le mandó el mensaje con la esperanza de que le contestara, si había confianza entre ambos pero no eran íntimos y seguramente para estar despierta a esta hora debía estar haciendo cosas importantes, más importantes que contestar el mensaje de alguien a quien le hablas solamente cuando te lo cruzas, su suerte nuevamente apareció cuando le llego la notificación de que le había contestado.

( ¡Tae! ♡ )

( ¿Qué haces a estas horas
despierta? )

( es que dormí toda
la tarde :c apenas
me despierto )
( ¿y tú?  )

( bueno, tengo
insomnio )

( ¿¡no has dormido!? )

( nada de nada, bueno,
dormí cómo unos cinco o
diez min )

( ¡vete a dormir! )

( ¡tú no me mandas, boba! )

( ti ni mi mindis, bibi )
( Tae, tengo hambre )

( lastima)

( mándame algo :c )

( ¿me ves cara de millonario acaso? )

Comenzaron a hablar de temas sin importancia alguna logrando que él chico lograra por fin olvidar todo el asunto que le había logrado quitar su sueño ¿Por qué no se juntaba con ella en su receso si era tan simpática? tal vez era el hecho de que había estado tan pendiente de ese ser y su mejor amigo yoon que se había olvidado de conocer a más gente.

( hey ¿qué tal si nos juntamos
en el receso? te invito
un rico zumito de naranja )

( que sea de manzana por fas )

Esa respuesta definitivamente le había logrado alegrar su noche, hasta había sonreído sin saber como un bobo a la pantalla de su laptop, continuo charlando con la linda chica acomodándose mejor en la cama para estar más cómodo, esa charla tenía señales de durar hasta entrar a clases y honestamente no le molestaba, era muy amable y divertida, no se quedaba sin temas de conversación y eso al chico le gustaba. Tae estaba tan metido en ello que no noto la presencia de un ser escondido en una de las esquinas oscuras de su habitación, aquel ser debía hacer puños con sus manos para evitar ir hasta él y aventarle la laptop, lo que estaba mirando no le gustaba para nada.

— Tú de verdad quieres que muera esa chica — Pensó mientras se revolvía su cabellera oscura en un intento de tranquilizarse.

— ¿No te importa si Nayeon nos acompaña, YoonGi? — Preguntó Tae mirando con ojos suplicantes a su mejor amigo.

— Claro que no, bobo, yo más que encantado — Le respondió para seguir comiendo su pizza tranquilamente.

— ¡Gracias, pálido! — Mencionó la joven sentándose en el lugar correspondiente, a Yoon le conocía ya de meses y también establecía una que otra charla con él, por lo que se sentía en plena confianza.

— ¿¡Escuchaste, Kim!? ¡me dijo pálido y no frescura polar! — Rápidamente le comentó a su amigo mirándole en espera que le dijese algo a la castaña.

— Shh, escuchare el silencio — Se sentó a lado de la chica, tomó su mochila y sacó su lonche mientras trataba de evitar reírse, su amigo a veces se enojaba de una manera tan adorable y chistosa.

— ¡Escucharas como mi puño va a tu cara!

— ¡No me amenaces que hay testigos de tu posible agresión hacía mi persona! — Apuntó a la chica que solo trataba de evitar reírse al presenciar su pequeña pelea.

— ¡Me vale!

Así comenzó una pelea divertida entre los chicos mientras la castaña comía tranquila su sushi riendo a veces por los comentarios que escuchaba, sin embargo no tardó tanto en sentir una mirada intensa sobre ella que le hizo removerse por el escalofrío que le recorrió en todo su cuerpo logrando que su piel se erizara, volteó a todos lados sin encontrar a nadie que los mirara, oh bueno, no percibió nada raro.

Al menos hasta que su vista se fijo en un ser que se encontraba bajo un árbol, poseía un traje negro y en su mano una máscara de conejo, extrañamente le parecía conocido y su presencia lograba hacer que en su pecho apareciera miedo, ella puede presumir que no es alguien miedosa pero aquello había logrado lo que mil películas de terror y documentales no.

< Sus ojos... esa cicatriz > Pensó la chica antes de que le llegase como una ráfaga de recuerdos.

— ¿Jungkook?