Capítulo doce | Un pasado incierto
❝ ¿Qué tanto podemos huir de nuestros errores? ¿los errores están más cerca que nuestro pasado? ❞
Hace varios años en un pequeño pueblo vivía una familia de apellido Kim, ellos eran los más importantes del lugar por sus tierras, contactos y de belleza sublime, destacaban entre todos sin ni siquiera intentarlo y fue cuestión de tiempo para que los declararan reyes del lugar, cada cosa que ellos decían se hacia sin poner en duda, aunque sus riquezas y poder fuera mucho ellos se mantuvieron amables y humildes, no haciendo ojos ciegos a lo que pasaba en el pueblo y eso solo hacía que los del lugar los amaran.
Jeon Jungkook era muy cercano a la familia debido a que su padre era mejor amigo del señor Kim, a su edad de sus veinte años Jungkook fue declarado él protector de la familia Kim, debido a que tanto poder siempre levanta envidia y malicia, por ello la familia corría siempre peligro, él acepto con honor el puesto el mismo día en que se lo propusieron, se dice que dijo sí al instante sin un rastro de duda. Al día siguiente comenzaron a correr rumores de que fue por el hijo de Kim que aceptó el puesto, Kim Hwan, ellos desde siempre habían sido bastantes cercanos y que haya aceptado de esa forma el puesto fue como la "confirmación" de los rumores, tanto se creía en esto que algunos del pueblo le decían al señor Kim que él joven Jungkook estaba corrompiendo a Hwan y tarde que temprano ambos pagarían por ello, y por consecuencia la desgracia de toda su familia y del pueblo.
Él hacia oídos sordos ante los rumores porque conocía mucho a Jungkook y sabía que "jamas haría algo así", una noche el pueblo se vio envuelto en llamas, una señora vestida de negro que reía entre el fuego se dice que fue la causante de dicha desgracia, era una bruja se decía, Jungkook llevo a la familia Kim a esconderse en un lugar bastante seguro pero Hwan no quería dejarlo solo, sabía que iría a enfrentarla, no escucho las súplicas del chico y los dejó encerrados en el sitio. Cuando comenzó a perseguir a dicha bruja pudo notar no muy a lo lejos como Hwan escapaba del lugar mirándolo con desesperación, era obvio su intensión de ir hacía él, debido a ello su principal objetivo de atrapar a la bruja quedó en segundo plano y se concentró en el castaño, fue un error de su parte, un gran error que lo marcaría, la bruja aprovechó la distracción y atacó a Jungkook, al día de hoy no se sabe que bien lo que le hizo, si le lanzó algún objeto, si era realmente una bruja y le lanzó una maldición, hay miles de teorías pero todas acaban igual, con Jungkook en el suelo sin dar señales de vida, al día siguiente fue enterrado, Hwan estaba destrozado, se sentía culpable del todo, de su muerte, de la desgracia del pueblo porque la bruja escapó, su alma gemela ahora estaba en un ataúd bajo tierra, pasó de ser un joven lleno de vida y alegre a ser un joven muerto en vida.
Él decía que miraba a Jungkook todos los días, que caminaba por el pueblo y iba a su habitación por las noches a besarlo, abrazarlo, jugar y charlar como si nada hubiera pasado, todos decían que había perdido la cabeza y su padre estaba avergonzado de él, porque al final el pueblo estaba en lo cierto sobre su amorío con otro hombre y de paso había perdido la cabeza, nadie escuchaba al pobre joven por más que juraba que todo era cierto, hasta que un día desapareció de la nada y nadie supo que pasó con él.
— ¿Kim. . ?
— ¿Pasa algo, Tae?
— Así es mi apellido — Dijo con temor en cada una de sus palabras, sus ojos habían comenzado a derramar varias lágrimas sin darse cuenta, no sabía porque sentía que había escuchado esa historia antes.
— Tae, hay más gente con el apellido Kim que tú, no tenemos que precipitarnos, no sin antes tener pruebas, no tengas miedo ¿sí? — Trató de calmarlo acariciando su espalda pero su temblor indicaba que no le ayudaba en mucho.
— ¿No tienes más información de él? — Preguntó rápidamente mirándola
— Esa es toda, nos hemos tardado años en recaudar lo que tenemos ahora, la historia es cómo una teoría, teoría que sacamos de lo más profundo del internet, historias entrecortadas, información al menos ochenta por ciento comprobada, leyendas y algunas imágenes que respaldan la información, no podemos decir que es cien por ciento cierta pero... estamos casi un noventa por ciento seguros que es así.
— Yo les ayudare si me ayudan — Menciono de manera rápida mirándola con esperanza de que la respuesta sea un si.
— Tae, es que... — Relamió sus labios dudando de su respuesta.
— Sé que piensas que tal vez no sea sano para mí, que quizás pierda la cabeza pero es exactamente lo que ya me ha estado pasando estos últimos meses, siento que si sé más a lo que me enfrento tal vez mi locura. . . sea menos y viviré mucho mejor de lo que estoy ahora que la duda y miedo me comen en cada segundo.
La castaña aun le miraba con duda pero tenía razón su amigo, él ya estaba viviendo cada segundo como si fuese el ultimo, tal vez si sabia más sería mejor para él, saber que se enfrenta y poder usar aquello como arma.
— Esta bien, Tae, pero lo harás siempre con mi supervisión y me dirás todo lo que te pase.
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