Rapunzel y Mérida discutían entre susurros mientras que caminaban por los pasillos del colegio, la rubia quería convencer a su amiga para que hablara en persona con Hiccup Haddock.

- ¡Mérida, ya basta! - Exclamó en susurros Rapunzel - Si no lo haces tú, lo haré yo.

Mérida quedó prácticamente petrificada, su amiga podría llegar a ser muy impulsiva y directa en muchas ocasiones. La pelirroja suspiró con cansancio.

- Vale, lo haré. - Dijo mientras acomodaba sus rizos descontrolados.

- Ve ahora. - Ordenó Rapunzel, ya que Hiccup y sus dos buenos amigos aparecieron en el pasillo.

Mérida miró a Hiccup, el sonreía mientras oía a su amigo Eugene. La pelirroja no pudo evitar que una sensación de calor se hiciera presente en su cuerpo, y notó que sus mejillas estaban rojas, ya que le ardían.

- ¡Ve! - Exclamó Rapunzel para luego empujar a su amiga.

Mérida fulminó con la mirada a la rubia de ojos verdes, miró a Hiccup y cerró los ojos para luego suspirar. Mérida abrió nuevamente los ojos y camino con decisión hacia el castaño que la volvía loca, cuando estuvo frente a él y sus amigos, los tres la miraron.

- Hola - saludó ella y sonrió, por fuera se veía normal, pero por dentro parecía que dragones escupiendo fuego estaban en su estómago -. Soy Mérida DunBroch.

Hiccup sonrió, él obviamente ya la conocía, pero nunca habían hablado personalmente.

- Ellos son Jackson Frost - comenzó a hablar Hiccup - y Eugene Fitzherbert, yo soy Hiccup Haddock. Es un placer conocer a la única chica que no me parece tonta cuando me envía mensajes en facebook.

Mérida sonrió, ella sentía que se derretiría en cualquier momento a causa del calor que recorría su piel.

- Es un placer hablar con el único chico que no coquetea con mujeres.

Ambos se miraron a los ojos, grandes sonrisas decoraban sus rostros.

- Continuamos aquí. - Interrumpió Eugene luego de unos largos segundos en silencio, Hiccup lo fulminó con la mirada - Eh... Jack y yo debemos irnos a... Limpiar flores.

Eugene sujetó el brazo derecho del peliblanco y ambos se marcharon, dejando a Mérida y Hiccup solos.

- ¿Sabes? El primer mensaje que me enviaste fue muy gracioso. - Dijo Hiccup con una bonita sonrisa en su rostro.

- Fue mi amiga, pero debo admitir que me dio un poco de gracia.

Ambos rieron y se miraron a los ojos nuevamente.

- Me gusta tu cabello. - Dijo de pronto Hiccup.

- Y yo envidio el tuyo. - Hiccup rió por lo que la pelirrija acababa de decir.