Mérida y Rapunzel bajaron del auto negro del padre de la rubia y caminaron hacia la puerta de la casa de sus amigas. Por fuera todo estaba decorado con arañas, fantasmas y calabazas. La música podía oírse desde afuera y también las risas.

- Punz, ¿acaso no ibas a venir con Jack? - Preguntó Mérida mientras miraba a su amiga, quien estaba utilizando un hermoso vestido rosado, también tenía una larga peluca con una trenza y flores.

- Si, pero... - la rubia suspiró - Pero discutimos y desde ayer no hablamos, me vio abrazando a Tadashi y se puso celoso.

- Oh, entiendo - Mérida llevó su mano derecha al hombro de su amiga -. Tranquila, en todas las parejas hay celos y discusiones.

Rapunzel asintió con la cabeza e intentó sonreír, pero no lo logró. La puerta de la casa se abrió y allí estaban GoGo y Tadashi. Ella estaba utilizando unos pantalones blancos con gotas de pintura roja y una camisa negra con un corte debajo de las costillas izquierdas, también estaba maquillada increíblemente bien, parecía que su mejilla derecha hubiera sufrido algún corte. Mientras tanto, Tadashi estaba vestido como Freddy Krueger, solo que la parte derecha de su rostro se veía normal y la otra parte estaba maquillada como si se hubiera quemado.

- ¡Al fin llegan! - GoGo abrazó a Mérida y Rapunzel para luego soltarlas rápidamente -. Pensé que no vendrían.

- Solo nos demoramos un poco. - Explicó la rubia.

- Íbamos a comprar algunas sodas, ¿necesitan algo? - Preguntó Tadshi mientras sonreía.

- No, estamos bien. - Respondió Mérida.

GoGo y Tadashi asintieron con la cabeza y se dirigieron a la calle para luego dirigirse a algún comercio. Mérida ingresó a la casa junto a Rapunzel, ya que sus amigos habían dejado la puerta abierta.

La música se oía fuerte dentro de la casa y había muchísimas personas, probablemente del anterior colegio al que iban Anna y Elsa.

- ¡Amigas! - Una voz femenina se oyó cerca de ellas, era Anna, quien se acercó corriendo a sus amigas.

- Wow, cuidado Anna. - Dijo Mérida cuando la pelirroja se arrojó sobre ellas para abrazarlas.

- Lo lamento - se disculpó la chica y se separó de ellas -. Es solo que me alegra mucho que estén aquí.

Anna estaba utilizando un hermoso vestido con colores negros y verdes, su cabello estaba sujetado elegantemente dejando su flequillo en su frente.

- Pareces una princesa. - Dijo Rapunzel al ver el atuendo de la pelirroja.

- ¡Gracias! - Anna no dejaba de sonreír -. Me encanta tu cabello, parece real.

- Si, Mérida hizo un gran trabajo.

- ¡Preciosas! - Eugene apareció detrás de Anna, estaba vestido como algún personaje salido de algún cuento.

- ¡Eugene! - Rapunzel abrazó a su amigo y luego se separó de él -. ¿De quién te haz disfrazado?

- Soy Flynnigan Rider, en la historia original fue el ladrón que rescató a la bella Rapunzel de cabellos dorados. - El castaño elevó dos veces las cejas y las tres chicas rieron.

- Yo estoy vestida de Rapunzel, mi madre dice que fue pura coincidencia mi nombre con el de la princesa de aquella historia.

- Bella Rapunzel, ¿le gustaría beber algo con Flynn Rider? - Eugene extendió su mano hacia la rubia.

- Sería un honor, amigo Rider. - Rapunzel sujetó la mano de él y ambos se perdieron entre la gente que bailaba.

- Hay muchas personas de tu antiguo colegio, ¿verdad? - Preguntó Mérida a Anna.

- Si, si quieres puedo presentarte a alguien. - La pelirroja elevó ambas cejas dos veces.

- Oh, no es necesario. - Mérida acomodó sus rizos detrás de sus hombros.

- ¡Vamos, MeriMer!

Ella no pudo responder, ya que su amiga sujetó su mano izquierda con fuerza y na jaló entre la multitud. Debido al sorpresivo movimiento de Anna, a Mérida se le cayó el arco que llevaba de las manos. Empujaban a las personas que bailaban y ambas pedían disculpas, pero a Anna no parecía importarle.

Dejaron de caminar frente a un pequeño grupo de chicos que reían, entre ellos estaban Kristoff y Hans.

- Amigos, les presento a Mérida DunBroch. - Anna tomó la palabra -. Va a mi nuevo colegio.

La chica de rizos rojos se sorprendió por lo increíblemente disfrazados que estaban todos. Dos de ellos estaban disfrazados de súper héroes y uno como un villano, uno de ellos era Batman, otro El Guasón y Kristoff era Superman, Hans estaba vestido como un príncipe.

- Hola, yo soy Batman - saludó uno de los muchachos -. O también puedes llamarme Jonathan Smith.

Mérida rió y asintió con la cabeza.

- Yo soy Once-Ler Trainer. - Saludó En Guasón.

- Es un placer. - Respondió al saludo Mérida.

- Yo soy Superman, y bailaré con la princesa Anna. - Kristoff se acercó a su novia, quien reía por su comentario y ambos se dirigieron hacia las personas que bailaban.

- Hola, yo soy el príncipe Hans de las Islas del Sur. - El pelirrojo hizo una reverencia.

- Yo soy la princesa Mérida, de... el reino DunBroch. - Improvisó ella.

- ¡Hans! - Elsa se acercó a ellos, pero no pareció notar la presencia de nadie además del pelirrojo.

Estaba vestida como una de Las Tortugas Ninja.

- ¿Qué sucede? - Preguntó con preocupación el "príncipe".

- ¿Acaso eres idiota? - La platinada parecía enfadada -. Le ofreciste un poco de alcohol a Jack Frost, se pasó de copas y ahora está ebrio y vomitando en el baño. Ven a ayudarme, irresponsable.

- ¡Oye, no fue mi culpa! - Se quejó Hans y ambos comenzaron a caminar en dirección a las escaleras mientras que discutían.

Once-Ler y Mérida quedaron sumidos en un incómodo silencio (ya que Jonathan había comenzado a bailar con una chica de cabello corto y negro) hasta que él decidió romperlo.

- ¿Te gustaría bailar?

...

Hiccup, Rapunzel y Eugene estaban en la pista, bailando con pasos alocados y disfrutando de aquella fiesta. El traje de vikingo que Hiccup estaba utilizando le resultaba increíblemente cómodo, como si hubiera sido creado para él.

De un momento a otro, Haddock hizo un extraño paso de baile y logró ver a Mérida, pero ella no estaba sola. La pelirroja reía y bailaba con un chico disfrazado de El Guasón, y los celos fueron inevitables para Hiccup.

- ¿Con quién está bailando Mérida? - Preguntó el castaño a sus dos amigos, quienes miraron a la chica.

- No lo sé, pero parece que se está divirtiendo ¿verdad? - Eugene se encogió de hombros mientras que hacía que Rapunzel diera una vuelta en sus brazos al ritmo de la música.

- No te molestes Hipo, disfruta de la fiesta. - Dijo Rapunzel mientras que sujetaba las manos de Eugene mientras bailaban.

Hoccup intentó seguir bailando y disfrutando, pero no lo logró, ya que su mirada no se podía apartar de Mérida y de aquel muchacho. "El Guasón" dejó a la pelirroja en la pista y se acercó a un chico que llevaba algunos tragos, mientras que ella no dejaba de sonreír.

Mérida vio que sus dos amigos estaban bailando y riendo, y junto a ellos estaba Hiccup. Pero ella no quería que la noche se le arruinara por su enemistad con el castaño, por lo que decidió ignorar aquella situación y acercarse a ellos.

- Hola - Saludó con alegría.

- Hola, Meri. - Respondió al saludo Eugene sin dejar de bailar con Rapunzel, una canción de rock se oía en esos momentos, y ambos bailaban realmente bien aquel género de música.

- ¿Bailas? - Preguntó Hiccup a la pelirroja.

Ella realmente no quería hacerlo, y no sabía como negarse a aquel ofrecimiento sin sonar cruel o cortante. Pero en ese mismo instante llegó alguien quien la salvó de negarse a la propuesta de su ex-amigo.

- ¡Mérida! - Once-Ler se acercó a ella con dos vasos de cerveza en sus manos -. Creí que ibas a dejar de bailar conmigo, de mí no te salvarás, amo el rock. - El chico de cabello negro le entregó uno de los dos vasos.

- Tranquilo, claro que seguiré bailando contigo - Mérida bebió un poco de cerveza.

Hiccup no pudo contener sus celos y preguntó:

- ¿Quién eres tú?

- Once-Ler Trainer - respondió y extendió su mano en forma de saludo -. ¿Y tu eres...?

- Hiccup Haddock, amigo de Mérida. - Aceptó el saludo fulminándolo con la mirada.

- Si, es un muy, muy, muy... Lejano amigo. - Mérida miró a Hiccup pero luego regresó su mirada a Once-Ler - ¿Bailamos?

- ¡Claro! - El chico sonrió con alegría y ambos se alejaron del castaño de ojos verdes.

- ¡Hiccup, baila! - Rapunzel sujetó las manos de su amigo y comenzó a bailar con él -. Disfruta de la fiesta.

Hiccup sonrió y comenzó a bailar junto a la rubia mientras que Eugene bebía un poco de cerveza. Le molestaba mucho que Mérida intentara evadirlo todo el tiempo, y también le molestaba que bailara con Once-Ler, pero disfrutaría de aquella fiesta para demostrar que nada de aquello le molestaba, aunque fuera mentira.

(FIN DEL MARATÓN)

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