Capítulo 4: La última canción
Las paredes son verde manzana con rayas blancas, sigue siendo pequeña como la anterior, pero al menos no hay flores por lo que mis estornudos se detienen. En la pared se encuentra un cuadro de una persona en medio del océano, hay cuatro violines colgados allí, se ven tan nuevos que es imposible no querer tocarlos, me trae viejos recuerdos de mi infancia.
—Eras muy buena con el violín—hay alguien sentado en el sofá rojo que queda de espaldas a los violines, su cabello es azabache totalmente liso, sus ojos café oscuros brillan al verme.
—TaeHyung.
—Al menos su copia—asiente levantándose. Tiene pantalones blancos con dibujos de hojas de otoño, una camisa blanca y un suéter de color café, luce como alguien que sólo pasa la tarde en su casa— ¿Tu alergia se calmó?
"Cada vez entiendo menos"
—Un poco.
— ¿Alguna vez NamJoon te escuchó tocar el violín?
—Sólo una vez.
— ¿Por qué?
—Olvidé como tocarlo—respondo un poco avergonzada. Mis padres me habían inscrito en una academia de música ya que desde pequeña demostré interés en el violín, en la escuela participé en muchas competencias ganando en algunas, con el tiempo me avergonzaba tocarlo, sentía miedo escénico, eso pasó, el miedo me controló.
—Te gustaba mucho.
— ¿Cómo es que saben esas cosas de mí? —lo miro—Nunca les dije.
—Estás en el castillo, JinRi, nada de esto es real, pero al mismo tiempo lo es—sonríe con su típica característica cuadrada—Toca una canción y te dejaré ir.
—No, ya no toco.
—Tienes diez segundos—vuelve a acomodarse en el sofá rojo.
—Ya no toco, olvidé cómo hacerlo...
—Eso te dices a ti misma, la verdad es que tienes miedo de que se burlen de tu talento, a veces el miedo debe servir como impulso para arriesgarlo todo—cruza sus piernas y sus brazos—Deja de ser tan cobarde, JinRi—TaeHyung nunca me hablaría así—Toma un violín, toca una canción y te dejaré ir.
—No sé tocarlo—insisto.
Rueda sus ojos un poco harto de lo mismo, la luz se va dejando el cuarto a oscuras. Mi respiración se hace pesada de repente, tengo la sensación de que algo me mira, retrocedo hasta quedar contra la pared, mis manos tiemblan, cuando la luz regresa TaeHyung sigue sentado como si nada en el sofá.
—Te sugiero no negarte a nuestras peticiones, si lo haces cosas malas pasarán en la oscuridad—trago con dificultad. ¿Qué fue eso? —Ahora toca. Imagina que soy NamJoon, ya no te amo, estamos a punto de divorciarnos y tenemos nuestra última cena.
Un nudo se forma en mi garganta, NamJoon quiere el divorcio, sé que ya no siente lo mismo por mí, pero...yo sigo amándolo como el primer día. Obedezco a TaeHyung situándome frente a él, hace mucho que no toco el violín, demasiado de hecho, lo apoyo en mi hombro luego de afinarlo un poco. Cierro mis ojos pasando por la primera cuerda sintiendo la vibración del instrumento y con ello el primer recuerdo de nuestra relación aparece.
— ¿Enserio quieres ser mi novio? —sonrío como tonta notando que sus hoyuelos aparecen más de lo normal, se nota nervioso, ambos llevamos el uniforme escolar.
—Bueno...yo...creo que...sí.
Me echo a reír un poco colocándome de puntitas besando su mejilla. Vuelvo a colocarme de puntitas tocando sus labios y la tercera vez es por un beso más largo.
NamJoon y yo nos habíamos enamorado durante la secundaria, estudiábamos en escuelas diferentes, lo conocí por casualidad cuando competíamos con otros estudiantes durante los campeonatos de ajedrez. Una vez competimos, era mi primera vez participando, NamJoon era conocido en esa área, me ganó en segundos y con una linda sonrisa se presentó, siempre fue alguien con quien podía hablar de mis emociones o problemas, se ganó el cariño de mis padres también, era muy maduro para su edad.
La canción termina trayéndome de regreso a la realidad, TaeHyung aplaude con una sonrisa complacido de mi presentación. Cuando abro los ojos aparto las lágrimas que no había notado de mis mejillas.
—Estabas pensando en él, ¿No es así? —guardo silencio dejando el violín en el sofá—Es triste cuando las parejas ya no sienten lo mismo por el otro.
— ¿Puedo irme ahora?
— ¿Amas a NamJoon, JinRi?
—Lo hago—no necesito pensarlo.
— ¿Y NamJoon te ama a ti?
Sé que nuestra relación no es la mejor.
—Sí, también me ama.
Chasquea la lengua encogiéndose de hombros. Señala la pared donde hay una puerta blanca, rápidamente me dirijo a ella pasando a la siguiente habitación.
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