En mis veintisiete años he sido cobarde en muchas situaciones, tener miedo es algo natural en mí pero he de admitir que ese miedo al mismo tiempo me impulsa, algo loco, lo sé. Un ejemplo es este momento, estoy frente al castillo Esmeraldo sabiendo que es de locos, saco mi teléfono viendo la hora, justo en el momento distingo a JiSoo acercarse, el cielo está gris.

—Pensé que no vendrías.

—Casi no vengo, fue algo difícil sacarme de encima a SeokJin—recoge su cabello negro en una coleta alta— ¿Estás segura de entrar? La última vez alguien desapareció.

—La última vez alguien desapareció porque se quedaron muchas horas, sólo quiero echar un vistazo, NamJoon me esconde algo y no dejo de pensar en este castillo.

—JinRi, ¿Esto no tiene nada que ver con su petición de divorcio?—JiSoo busca mi mirada. Hace dos semanas que NamJoon lo mencionó por primera vez, seguía actuando igual pero ya no dormíamos juntos.

—JiSoo—volteo a verla— ¿Jin te ha dicho lo que pasó realmente en este lugar hace un año?

—Sólo dijo que algo lo arrastró a un salón de ventanas...

—Y debe ser lo mismo que arrastró a NamJoon, ¿Vas a decirme que no sientes curiosidad?

—Lo hago, pero...entrar allí...me da algo de miedo.

—A mí también.

La puerta de la reja está abierta, camino con ella siguiéndome, todo está muy silencioso, a lo lejos se puede ver la ciudad. Subimos los escalones de la entrada escuchando el crujir de nuestros pasos, la puerta se abre con un leve empujón de mi parte, lo que vemos adentro es muy diferente a lo que esperábamos.

— ¡JinRi!

Ambas volteamos al escuchar mi nombre. NamJoon no viene solo.

— ¿Jin?—JiSoo se sorprende— ¿Qué haces aquí?

—Eso mismo te pregunto—se cruza de brazos—No pensé que ibas a venir aquí.

— ¿Qué haces aquí?—pregunto a NamJoon.

—Lo mismo que ustedes al parecer—suspira. Se acerca lo suficiente sorprendiéndose por lo que ve—Jin—llama y el otro va. Ambos abren sus ojos como platos. El castillo por dentro está totalmente reluciente además de lujoso, como si estuviera recién construído.

—Deduzco que no estaba así cuando vinieron—JiSoo también los mira.

—Todo estaba...sucio y abandonado—SeokJin avanza un paso para luego retroceder—No, no vuelvo a entrar allí. No después de lo que pasó a JoRin.

—Sí, será mejor irnos.

NamJoon pretende tomar mi muñeca, avanzo ignorándolos colocando un pie dentro del castillo. Hay un hermoso candelabro colgando del techo, también hay puertas por todos lados y unas escaleras que dan hacia arriba, todo es tan...lujoso.

— ¿Hola?—mi voz hace eco. Alguien toma mi muñeca jalando suavemente.

—Es mejor irnos, JinRi.

— ¿Te das cuenta de la mentira que ha dicho la policía? Dijeron que el lugar estaba cayéndose...

—Estaba cayéndose—afirma—No entiendo como ahora todo está tan limpio y nuevo, no quiero que entres, es peligroso, créeme.

Apenas dice eso se escucha una puerta abrirse, Jin entra al castillo porque su esposa ha entrado. En un instante estamos bajo el candelabro...y cuando las luces se apagan la puerta de la entrada se cierra con fuerza causándome escalofríos.

—Oh, no—Jin golpea la puerta. JiSoo enciende la linterna de su teléfono al igual que yo, NamJoon intenta ayudarlo maldiciendo en voz baja.

— ¿Estás feliz ahora?—me mira molesto—Te dije que debíamos salir antes de que fuera tarde.

—Debe haber otra puerta que sea la salida...

— ¡No la hay!—era primera vez que lo veía alterado—La única puerta está cerrada y gracias a ti.

Bufo rodando los ojos. Algo sujeta mi tobillo derribándome al suelo, mi teléfono se cae, los chicos se apresuran a ayudarme pero algo invisible me jala a la oscuridad.

— ¡NamJoon!

— ¡JinRi!