NamJoon, Hoseok, Jimin, TaeHyung, Jin y YoonGi eran amigos de ambos. Amigos que aceptaron pasar una noche en el castillo Esmeraldo para comprobar que los rumores eran sólo eso, rumores, decían que los que entraban al castillo perdían la cordura, nadie salía con vida. Dicen que los jóvenes son imprudentes y tontos en sus acciones, pues aquí estamos. En el castillo Esmeraldo, JungKook cada vez está peor, no deja de sangrar, yo no dejo de sentirme miserable, no sé donde están los demás, sólo sé que aquellos que vi no eran ellos.

No sé en qué momento me he quedado dormida, cuando abro los ojos JungKook ya no está. Me levanto mirando alrededor, tampoco tengo el encendedor, ni el inhalador y mucho menos la navaja. Frente a mí hay una gran puerta grande en la cascada, la oscuridad es tan densa allí que no puedo ver, luce como un portal. Avanzo dirigiéndome allí, cuando la oscuridad me consume extiendo mis manos por si choco con algo, incluso avanzo con cuidado temiendo caerme en algo.

—Respira, JoRin—me digo a mí misma.

Mi mano toca algo, es un pomo de una puerta, lo giro entrando sin problema por ella. Es la habitación donde desperté, hay siete percheros y una figura negra con máscara blanca que me causa escalofríos. Trago con dificultad avanzando hasta que la puerta se cierra, mi corazón late fuerte, ¿Volví al inicio?

— ¿Quién eres?—exijo saber.

Dicha persona se quita la máscara, no puedo ver su rostro hasta que descubre su cabeza quitándose la capucha de la capa negra. Una sonrisa divertida se dibuja en sus labios delgados, su cabello azabache va suelto por sus hombros, sus ojos son rasgados en los bordes de color café, es de mi altura, en resumen, esa chica soy yo.

"La falsa yo"

—Felicitaciones, JoRin—dice sin borrar su sonrisa—Pasaste todas las pruebas.

"Uno de los rumores decía que el castillo Esmeraldo era un espejismos de nuestros temores"

— ¿Dónde está JungKook? ¿Dónde están los demás?

—Dormidos, por decirlo así.

—No entiendo.

—De los ocho fuiste tú quien más vive con tormentos para ser tan joven—indica—Vives arrepintiéndote de cada día, vives sintiéndote culpable de lo que hiciste, te odias a ti misma, JoRin.

—No es cierto.

—Lo es, no me engañes, te conozco perfectamente—avanza a mí—Amaste al chico equivocado, asesinaste a tu propio hijo, trajiste a esos chicos al castillo y ahora morirán por ti.

Yo no los traje aquí, uno de los chicos dio la idea de visitar el castillo y yo lo apoyé porque me pareció interesante. Recuerdo sentirme incómoda con la presencia de JungKook, habían pasado algunos años de no verlo y encontrarme con él siendo adultos me provocó un nudo en la garganta.

—He tomado malas decisiones en mi vida.

—Terribles decisiones.

—Y es por eso que he sobrevivido a cada maldita habitación, quiero salir de aquí.

—Saldrás cuando decidas que hacer, ¿Te odiarás a ti misma por lo que hiciste o será un impulso para hacer lo correcto esta vez?—sonríe con malicia—Son siete vidas las que salvarás. ¿Qué tendré a cambio?

—No tengo nada para ofrecerte.

—Tienes una cosa que importa para los humanos—sus ojos se vuelven oscuros, casi negros—Una cosa que les permite poder vivir, tengo entendido que ni siquiera eso te funciona bien.

—No sé de que hablas.

— ¿Quieres salvar a los siete? Dame tu corazón.

Retrocedo llevando mi mano a mi pecho.

—No.

—Bien—borra su sonrisa rodando los ojos—Entonces escoge a quien salvarás. Sé la respuesta pero dejaré que lo digas en voz alta.

"JungKook"

No puedo abandonar a los demás, ellos no deben morir así, se metieron en esto por mi culpa, los rumores son cierto, el castillo te muestra tus temores y juega con tu cordura. No puedo salvar sólo a JungKook, tampoco puedo sacrificarme, pero ella tiene razón, cada día vivo arrepintiéndome de las decisiones que tomo. Desde el principio he tomado malas decisiones.

—Tienes diez segundos, JoRin.

—Dame más tiempo.

— ¿Ya tienes tu respuesta?

—No puedo dejar que los siete mueran, si me dieras otras opciones...

— ¿Pensaste en las demás opciones cuando ibas a abortar? ¿Por qué te arrepientes de eso si estabas muy decidida al hacerlo?

—Teníamos dieciocho años, no podíamos...

—Y no podían tener sexo pero lo tuvieron—se ríe—No coloques excusas, eres un desastre, JoRin, no puedes salvar a nadie porque ni siquiera puedes salvarte a ti misma.

Me quedo callada porque no soy capaz de negárselo.

—Tengo mi decisión—me mira con atención—Te daré mi corazón, pero debes mostrarme que los dejarás libres.

—Sólo confórmate con mi palabra—ladea su cabeza—Lo haré rápido para ti, no tendrás tiempo de sentir nada.

Mis nervios ya aparecen, ella se acerca a mí, se detiene a centímetros colocando su mano en mi pecho, la detengo sintiendo mis manos temblorosas. La falsa JoRin se mantiene mirándome fijamente, esto puede parecer raro pero de repente no dudo de mi elección, estoy entregándole mi vida a un...¿Demonio? Trago con dificultad, que esté segura no significa que no tenga miedo.

— ¿Por qué te rindes tan fácil?—pregunta alejando su mano—Quieres ser la héroe pero no sabes serlo, sigues siendo una hipócrita, JoRin—niega con la cabeza. La luz se va y regresa, ahora los siete chicos están atados a una silla detrás de ella, detrás de esos chicos están siete sombras— ¿Tal vez si tienes público cambiarías de idea?—sonríe emocionada.

Los chicos me miran asustados, tienen diferentes heridas, no puedan hablar porque sus bocas están cubiertas, JungKook luce peor que antes. Si no decido rápido terminará muriendo de una u otra manera, no quiero que muera.

Ninguno de ellos.

La falsa JoRin me mira con una sonrisa divertida.

— ¿Vas a salvarlos o te salvarás a ti misma, JoRin?

—Hay algo que no entiendo—la miro— ¿Me condenas por haber elegido mi vida antes que la de un bebé? ¿Me condenas por haber amado al hombre incorrecto? ¿Me condenas por ser humana?

—Un ser humano en sus cinco sentidos no se enamora de su propio hermano.

Algunos chicos miran a JungKook quien sólo se mantiene observándome muy quieto.

—Un ser humano comete muchos errores en la vida, ¿Acaso no estoy demostrando ser humana también? Me equivoqué, sí...

—Y vives con arrepentimiento. No excuses lo que hiciste, digas lo que digas no saldrás de esta situación. Ahora dime, ¿Qué harás ahora?

Llevo mi mano a mi pecho, mi corazón late fuerte como lleva haciendo desde hace rato. NamJoon niega con la cabeza con desespero, se mueve inquieto, quiere soltarse. No voy a entregarle mi corazón.

—Si te doy mi corazón no te servirá de mucho, dijiste que no funciona bien—aclaro mi garganta enderezándome— ¿Y si te entrego mi alma? Será eterna.

— ¡No!—alcanzo a escuchar de Nam. La chica voltea a verlo, el resto se mueve queriendo soltarse. Ella regresa su atención a mí con una pequeña sonrisa.

JungKook tiene sus ojos llorosos mientras niega con la cabeza.

— ¿Serás fiel a mí? ¿Quieres vivir condenada?

—Nadie quiere vivir así, pero ellos son inocentes de mis elecciones—tomo una bocanada de aire—Yo, Jeon JoRin te entrego mi alma y prometo vivir eternamente...en este castillo.