Jimin

Hacía mucho que había olvidado el olor característico de Seúl, las calles húmedas, las hojas de los árboles cayendo por la época en la que se encontraba, el olor de la comida...

Me dispuse a buscar la dirección que múltiples veces escribí en las cartas y paquetes que solía enviar, lo que me faltaba es que también se haya mudado.

Era inútil intentar siquiera con el número de teléfono pues probablemente ya no le pertenecía. Llegué hasta el vecindario de la dirección y caminé con lentitud mientras mis ojos rogaban encontrar la casa #19.

¿Y qué iba a hacer una vez estuviera afuera?
Ya me estaba preparando mentalmente para ser rechazado, golpeado y todos aquellos fatídicos escenarios posibles.

Un auto se estacionó cerca de la acera y lo que más me llamó la atención fue la persona que salió de éste.

— ¡Namjoon!— Enfocó su mirada en mí y su expresión quizá fue de sorpresa, venía acompañado del que si no me fallaba la memoria era el hermano mayor de Jungkook.

El rubio no se veía nada bien a juzgar por las ojeras en sus hinchados ojos y su fatigado semblante.

— ¿Jimin?

— ¡¿Tú?! — Gritó acercándose a paso veloz cuando Namjoon lo detuvo por la cintura — ¿Tan descascarado eres para venir aquí? Tú tienes las culpa...

No entendía una sola palabra a lo que el rubio quería referirse. Namjoon le tomó por la cintura y lo ayudó a caminar dentro de la casa, de veía cansado, enfermo quizá.

— Espera aquí Jimin, yo te explicaré todo.

[...]

— Está muy delicado ahora, bueno, realmente él no a despertado aún, todo depende de que pase los próximos días. — Está era la segunda vez que lo veía tan de cerca, con múltiples mangueras por el cuerpo, vendas, máquinas, golpes y hematomas... Terminé desmoronado frente la camilla — Él podría despertar en unas horas, días, meses... O nunca.

Tomé su mano con delicadeza para no hacerle daño con las agujas, estaba fría, inerte.

— Lamento decirte esto pero Jin no te quiere cerca. — Colocó su mano sobre mi hombro y formó una mueca — ¿No estabas ya con alguien más?

— No habría tomado el primer vuelo hasta aquí entonces.— Suspiré hondo mirando a Namjoon —Hablaré con Jin.

— No creo que sea buena idea...

— No voy a abandonarlo otra vez Namjoon.

— Y si despierta, ¿Crees que te va a perdonar? — Tenía razón, estaba en una cuerda floja en la que mi futuro era incierto y de alguna manera fatídico — ¿Qué harás si dice que no te quiere a su lado?

—No es por eso Namjoon. —hablé bajo y el hombre me miró confundido. —Sí me quiere a su lado o no, no es el punto. Sólo quiero verlo bien.

[...]

Llegué al hotel que había reservado y no dude en tirarme a llorar, quizá Jin tenía razón con lo que hablamos en el hospital.

"No te involucres más, es lo mejor para los dos. Vete y haz como si nunca hubieses regresado".

     Joder, no quería irme y dejarlo de esa manera, no cuando más necesita. Si es que aún me necesita.

Tomé el primer vuelo hasta Busan por la madrugada para visitar a mi familia y pensar bien las cosas.
De verdad creí que encontraría un poco de paz estando allí, pero mis pensamientos eran incesantes.

— ¿Cuánto tiempo vas a quedarte hijo?

—Dos días, —trague grueso mientras hablaba con mi madre en la pequeña sala, no quería preocuparla por lo que trataba de sonreír constantemente — tengo que regresar a Nueva York madre, me está yendo excelente así que no puedo estar fuera mucho tiempo.

— ¿Qué pasa Jimin? — Sin embargo es cierto que ella tenía su instinto de madre muy latente, como si pudiese ver a través de mí, me molestaba ese simple detalle, siempre notaba cuando estaba mal — Podrás cambiar muchísimo físicamente, pero por dentro sigues siendo el mismo niño que lloraba después de hacer una travesura porque se sentía culpable.

Mordí mi labio inferior con fuerza al momento que dejaba escapar las lágrimas de mis ojos aferrándome al delgado cuerpo de mi madre.

— Todo es culpa mía mamá, ¿qué voy a hacer si él no despierta? —Mi madre me abrazo más fuerte tratando de calmarme — ¿Cómo voy a vivir sin él?

Yoon Gi

—Entonces te irás. — El castaño asintió metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón. —Vaya, últimamente los hombres que conozco están corriendo tras Jungkook.

—Me necesita. — No importaba que fuera efímera nuestra "convivencia", ahora ahí de pie en el aeropuerto una parte de mí no quería que subiera a ese avión y no sabia como reaccionar ante tal sensación — Ya, algún día nos volveremos a ver cabeza de moco.

     Alboroto mi cabello y luego retrocedió creyendo que lo golpearía, en cambio, sólo asentí y él camino en dirección para abordar.

—Hasta pronto Yoon Gi.

     Hice un rápido ademán con mi mano dando la vuelta para salir de ahí cuando de repente tuve unos brazos estrujándome fuertemente. Un escalofrío me recorrió, mi cuerpo se petrificó y mi alma ardía en unas llamas extrañas tan dolorosas como el mismo infierno pero a la vez tan cálidas que no hacían daño.

—Promete que vas a extrañarme.

Bufé.

—No lo haré, tenlo por hecho.

Sonrío y nuevamente se alejó corriendo perdiéndose entre la multitud.

— Ahh, menudo cliché...

Jimin

— Tienes que despertar pronto, iremos a ese lago al que tanto quieres ir, tendremos nuestra primera cita en el lugar que planeaste, nos mudaremos juntos, — Me arrodillé frente la camilla y tomé su mano — o puedes odiarme para siempre y ser feliz con alguien más, no importa —las lagrimas no habían cesado ni un minuto —pero por favor, no te vayas.

—¿Hola? —una voz resonó detrás de mí causando que me levantara del suelo con rapidez. Había un chico de cabello negro alborotado, alto, se notaba la rebeldía en su persona, traía consigo un enorme ramo de flores.

—Hola. —Respondí sin tanto ánimo.

—¿Amigo de Jungkook? —Cuestionó mientras extendía su mano para saludarme. —Soy Mark.

—Algo así... creo. —Le salude de vuelta. —Me llamó Jimin.

     Y su semblante cambió al momento que retiraba su mano, retrocedió un par de pasos y me miró con desprecio.

—Tú no deberías estar aquí.

—¿Perdón?

[...]

Los días transcurrían lentamente, las hojas de los árboles poseían diversas tonalidades y algunas otras permanecían regadas sobre el suelo, se avecinaba el invierno y Jungkook no había despertado.

Diariamente iba al hospital o me quedaba por las noches con la esperanza de recibir mejores noticias, Taehyung había regresado y de igual manera venía constantemente por lo que tuvimos oportunidad de conocernos un poco más, anteriormente ninguno tenía una buena perspectiva del otro.

     Respecto al otro chico, Mark, siempre que nos cruzábamos sentía cómo si quisiera soltarme un golpe o algo por el estilo. Taehyung me había contado que era un chico rebelde de la clase de Jungkook, con el que estaba saliendo últimamente.

— Joder que odio este lugar. — Soltó Taehyung mientras caminábamos por los pasillos, hoy tendríamos más tiempo de visita.

— Lo noté, a veces hiperventilas.

— No tengo un buen recuerdo de este sitio — Nos sentamos afuera de la habitación esperando a que terminara el tiempo de visita de alguien más — Eres afortunado Park.

— ¿Por qué lo dices?

— Hace dos años me encontraba pasando por la misma situación que tú, — Bajo la cabeza revolviendo su cabello — pero yo no llegué a tiempo y él no tuvo tanta suerte. Gracias al cielo, la persona que tú amas aún respira.

— Tae yo...

— ¡Jungkook! — Gritaron detrás de la puerta y por una pequeña fracción de tiempo mi corazón se detuvo.

t;w

  Y bueno! Llegamos al mismo punto que en el 2016, aclaro para las personas que recién leen esto, esta historia ya estaba terminada, sin embargo el descontento por el final fue tan Grande que me hizo pensar a mi también, fue muy trágico e incluso me sentí mal por el personaje que juega Jungkook aquí así que decidí hacer el final alternativo el original.
  Por qué? Yo tampoco quería a Jungkook muerto.