Jimin

    Escuché pisadas detrás de la pared y observe un gorro tirado en el suelo, fácilmente lo reconocí pues fue el mismo que le envié a Jungkook cuando estaba en América.

—¿Jungkook?

     Tomé mi teléfono rápidamente y marqué su número, no hubo respuesta, Yoon Gi corrió directamente hacia el balcón del piso desde donde veías todo hacia la recepción. Mierda y más mierda, no podía alterarlo, ¿que tanto habrá escuchado?

—¡Jimin! Joder corre.

     Señaló con su dedo directo a la puerta del edificio del hotel y había toda una multitud al rededor de alguien mientras gritaban por una ambulancia. Inmediatamente comencé a correr los once pisos hacia abajo por los escalones, entre tropiezos por fin logré llegar y abrirme paso entre la gente.

     Jungkook estaba tendido en el suelo, me tumbé a su lado y rápidamente tomé su rostro entre mis manos.

—Jeongguk, ¿me escuchas?

     Di unas cuantas palmadas en su rostro y opte por el tan famoso estímulo doloroso. No había respuesta, estaba inconsciente y como si fuera un milagro la sirena de la ambulancia se hizo presente. Pronto ibamos arriba de la ambulancia mientras los paramedicos se encargaban de Jungkook.

—¿Jimin? —Abrió los ojos por unos cuantos segundos, su voz sonaba débil a través de la mascarilla.

—Jungkook, ¿te encuentras bien? —Me miró fijamente con los ojos totalmente llorosos, se me partió el alma y no pude contener las lágrimas yo tampoco. —Vas a estar bien Kook.

     Con dificultad su mano se posó sobre la mía y la colocó justo arriba de sus ojos, miró fijamente mi anillo, el anillo que Yoon Gi me acaba de entregar varios minutos antes, le miró extrañado y me despojo de él, buscó con atención el grabado del interior y sus ojos se abrieron de par en par, luego de eso cerró los ojos otra vez y no los abrió hasta el hospital.

     Llamé a Namjoon para que viniera volando con Jin, así como también a Taehyung y pronto tenía en frente a Kim Seok Jin haciéndome totalmente responsable de lo que pudiese pasarle a Jungkook, no me asombraria de que en ese momento me moliera a golpes. Caminé lentamente hacia las sillas de espera y un escalofrío me recorrió de pies a cabeza. Mis rodillas pronto cayeron de lleno al piso y luego el resto de mi cuerpo.

Lo había olvidado, la depresión también puede matar a alguien.

Jungkook

     Harto. Estaba harto de abrir los ojos y estar de nuevo en el hospital, estaba arto de las intravenosas, de mascarillas, miré a un costado de la cama y Jin se encontraba revisando el suero que me habían colocado.

—Ya, ¿intentas mandarme al otro mundo hyung?

—Aish sabandija, despertaste.

—¿Acaso eso es bueno?

     Me trajeron una pequeña bandeja de comida y mi apetito se lanzó por los aires al ver que era comida que Jin había preparado y no la del hospital o la maquinita expendedora.

—Kook, los paramedicos me dieron esto —Abrí la palma de mi mano y un pequeño anillo cayó sobre ésta —, es tuyo y se te cayó en la ambulancia.

    Y los recuerdos volvieron a mi mente, sin embargo, esta ocasión no hubo dolores de cabeza.

—¿Y Jimin? —La expresión le cambió a Jin por completo. Esta vez no rodó los ojos como usualmente lo hacía sino que suspiró hondo y evadió la pregunta.

—Ya lo verás después ahora preocupate por reponerte.

     Durante la tarde me visitó Taehyung, Namjoon y uno que otro doctor del que ya me había hecho amigo, pero no había señales de Jimin por ningún lado, le llamé y no hubo respuesta. Había muchas cosas que quería saber, pero ahora no sabía ni en donde demonios estaba metido. Por la noche me era imposible dormir algo me mantenía ansioso, de noche el hospital daba un poco de miedo pero era jodidamente genial poder salir a tomar un poco de aire fresco, tomé mi suero y salí de mi habitación.

     Opté por dar un breve paseo por el jardín, el horario de visitas estaba por terminar así que asumí que no habría tanta gente deambulando por ahí, al menos que hubiera otro loco como yo. Mientras caminaba observaba con atención el anillo, me parecía conocido de alguna parte, como si en algún momento de esta vida me hubiera pertenecido.

"Jin: ¿de verdad vas a gastar todos tus ahorros por comprarle un anillo?"

   De repente la voz de Jin y la escena de él regañandome aparecieron en mi cabeza. Estaba metido en mi estado de trance hasta que una mano se posó sobre mi hombro.

—¡Kookie!

—¡Minji!

     Kang Min Ji, la había conocido hace algunos años pues era la paciente de Jin, cuando venía de la escuela secundaria a visitarlo o traerle algo de comida durante su último año de internado esa niña me llamó la atención, me preguntaba que hacía alguien tan joven viniendo periódicamente al hospital hasta que Jin me explico que padecía fallas renales y venía a hacerse diálisis, su único tratamiento definitivo era un trasplante.

     Caminamos e hicimos desastre por todo el jardín, tuvimos una cena super elegante de la máquina expendedora, un sandwich y agua. Mientras charlábamos amenamente me formulé una nueva hipótesis: podía reconocer con facilidad a la gente a mi alrededor en mis vagos recuerdos con sólo verla.

¿Por qué a Jimin no?

     ¿Qué regla era la que se rompía ahí? ¿Cómo olvidé que Hoseok ya no estaba con nosotros? Jin, Namjoon, Taehyung e incluso Mark y Minji.

—Te ves mucho mejor que aquel día en el que llegaste al hospital, casi nos matas de un susto.

—¿Estabas aquí?

—Vivo más aquí que en mi casa Kook. —Encogió sus hombros y sonrió. —Por cierto, tu amigo estuvo por todos lados preguntando a que habitación te cambiaban, bueno si es que él es sólo tu amigo.

     Me dió un ligero codazo acompañado de una carita que me decía a gritos "picarón".

—¿Qué amigo?

—Pues, no se cómo se llama pero su apellido era... ¿Park? —Mis sentidos se activaron y le miré con intriga —Se la pasaba aquí casi todos los días sentando afuera de tu habitación y persiguiendo a los médicos, cuando por fin estuviste estable vine a visitarte y lo encontré al pie de la camilla hecho un mar de lágrimas mientras acariciaba tu cabello.

—¿Jimin?

—De verdad parecía estar muy preocupado por ti, ah estoy tan celosa, incluso te decía: mi vida, ¿cuando vas a despertar?

     Los dolores regresaban gradualmente y me di cuenta de que era momento de volver y descansar, no era de mi agrado impactar en el suelo por segunda vez. Acompañé a Minji a su habitación y luego tomé el camino de regreso a la mía cuando en el elevador me encontré —por segunda vez— a ese Yoon Gi hablando a las afueras de una habitación con el médico y luego regreso adentro. Me acerqué lentamente para tratar de ver algo a través de la minúscula ventanita.

"El doctor dijo que necesitas cuidar de ti, ¿acaso quieres morir? Diez días sin comer Park, ¿me estás jodiendo?".

     ¿Jimin? Pude visualizar y escuchar su llanto detrás de la puerta, y de la nada comencé a llorar.

"Tienes que dejar de morirte por alguien que ya aprendió a vivir sin ti".