Disappear
Jungkook
Seguía corriendo a toda prisa entre autos, personas y todo tipo de materia que se cruzara en mi camino, para ser sinceros corría también porque temía por mí vida, no estaba respirando bien y sentía que mi corazón no llegaría a dar más, probablemente estaba exagerando, o probablemente algo andaba mal. Corrí y corrí hasta el departamento de Jimin con todas las fuerzas que logré sacar de mi interior.
¿Qué vas a decirle Jeongguk?
No es odio lo que sientes por él, pero no es cercano al amor tampoco.
A mitad del camino sentía que estaba desfalleciendo, pero pronto llegue al tan ansiado edificio.
—¡Jungkook! —Estaba a punto de cruzar la entrada cuando alguien me grito desde un auto.
Taehyung, bajo rápido de este y ya sabía lo venía después de eso así que reinicie mi maraton hacia el elevador y luego hacia la puerta del joven.
—¡Jimin! —Pero no podía percibir si quiera un ruido desde el interior del departamento. Llame y llame a la puerta tanto que la persona que vivía en el departamento de enfrente tuvo que salir a aclarar mis dudas.
"El muchacho ya no vive aquí, se mudo hace una semana".
Y en ese momento toda la energía que tenía reservada en alguna parte del cuerpo se esfumó. Di media vuelta y seguí el camino hasta el elevador otra vez, las puertas se abrieron y mostraron a un Taehyung con la intención de salir corriendo de prisa hasta que reparo en mi presencia.
—Jungkook, Jungkook, ¿estas bien?
Me maree tanto que ya sabía lo que se avecinaba así que metí ese trozo de papel que había escrito antes de perder la cabeza en mis jeans y como de costumbre mi patético ser se fue directo a los brazos de Taehyung.
Hospital otra vez, preocupación otra vez, sólo... No otra vez.
°°°
—¿Jungkook me oyes? —Abrí los ojos con lentitud encontrándome a los doctores y a Namjoon al lado mío, tenía ganas de llorar y no sabía el por qué así que nuevamente cerré los ojos. —¿Cuándo dejará de sufrir esos colapsos? ¿Esto es normal?
—No, no es normal. Quizá tengamos que descartar que este padeciendo de Narcolepsia.
¿Narcolepsia yo? Señor médico, sólo me han partido el corazón como se rompe una ventana, un joven con la sonrisa más bonita que yo haya visto en esta vida, un joven que ahora no tenía ni la menor idea de donde estaba o si le volvería a ver. O tal vez, sólo tal vez ya sea momento de dejarle ir, porque ni siquiera sabía que te perdía Jimin, prefiero que te me escapes de una vez como arena entre los dedos a seguir conservando trozos de piedras tuyas en mis manos.
—Hyung... —Me senté en la camilla y me retire la mascarilla con el fastidioso oxígeno. Me gané la mirada de mi Hyung así como del médico. —¿Qué me pasó?
—¿Sabes que día es hoy? ¿Hablaste con Jimin? —En ese preciso momento Jin irrumpió en la habitación aún con su bata quirúrgica y gorrito.
No van a decirme nada de todas formas, no se van a molestar en darme explicaciones ni en disculparse, tampoco quería seguir dándoles tantas preocupaciones y sustos cada que una emoción fuerte llegaba a mí.
—¿Jimin? ¿Quién es Jimin? —Como era de esperarse los tres hombres se miraron fijamente, quién sabe ahora que labia me dirían.
—Park Jimin...
—No me suena.
°°°
Los meses habían pasado de lo más normal desde aquel día, había vuelto a tener mi estrecha relación con Taehyung, aunque el había cambiado demasiado desde el último incidente. Me gradué por fin y había logrado recuperar un poco de mi vida y los desmayos súbitos desaparecieron, todos a mi alrededor parecían estar felices, como si el Jungkook que conocieron hubiese regresado del más allá.
Y esta bien.
Empecé a dejar pasar que me habían mentido otra vez, que no volverían a mencionar el tema y que no tenían intenciones de confesar.
Aprovechaba la oportunidad de ya no tener sus ojos sobre mí y así empezar a buscar a Jimin, creí que iba a poder dejarle fácil pero era como si tuviera una maldita cadena en el cuello que me ataba a él. Que quería explicaciones, quería saber su versión de todo esto y entender el por qué el último recuerdo que tengo suyo era el que más me comía el sueño por las noches, quería respuestas pero no sabía dónde buscarlas.
Pensé que podía dejarte como lo hice tiempo atrás.
Pero sólo me estaba engañando a mí mismo.
Al paso de dos años no volví a ver o saber algo de Jimin, quizá había vuelto a América a continuar con su exitosa vida, quizá ya había encontrado a alguien más o volvería con Min Yoon Gi el cual también se esfumó de nuestra vista.
Iba de camino a Busan en la espera de poder ver a mis padres después de tanto tiempo, mi vida era monótona y yo necesitaba razones para no darme por vencido, así que ahí estaba, arriba del tren, pensando y pensando.
¿Por qué no puedo dejarte ir?
Jimin
Cada vez me costaba más trabajo levantarme por las mañanas para seguir con mi rutina, ese día me despertó el agradable sonido de mi teléfono timbrando un montón de veces con el nombre de mi jefe en la pantalla. Estaba cansando de ser explotado laboralmente pero no había encontrado mejor que paga que ese desolado lugar.
Me duché, tomé unas cuantas galletas y las puse en mi boca, salí del departamento con un montón de papeles en el brazo, mi móvil, y la basura de hace un mes, estaba mentalizadome para otro día ajetreado y que me pisotearan en el tren.
—La vida es más fácil cuando eres un niño.
Pagué mi boleto y esperé sentado en la estación, el montón de papeleo me estaba dando dolores de cabeza para poder cargarlos sin que arrugaran o doblarán. Subí entonces al tren y busque un espacio vacío para poner mis papeles y mi mente en orden.
Hoy es cumpleaños de Jungkook.
No le he vuelto a ver desde entonces, su último recuerdo fue de su rostro bañado en lágrimas pidiéndome una explicación, joder que a pesar del tiempo nunca pude disculparme, nunca fui capaz de mirarle directo a los ojos y decirle toda la verdad. Jungkook era un recuerdo clavado en lo más profundo de mi corazón, me preguntaba si hoy en día es feliz... Si alguien lo está haciendo feliz después de toda la mierda que pudo haber pasado conmigo.
Suspiré hondo y mire por la ventana esperando ver pronto mi edificio y quizá sólo en el trabajo lograría concentrar mis pensamientos en algo más. Pronto el tren se detuvo en mi tan ansiada parada, baje con rapidez y sentí que todo mi mundo en ese momento se partió en dos.
—¿Jungkook? —El chico estaba dentro del tren frente al mío, yo iba al sur, él iba al norte. Su mirada se dirigió a mí al escuchar su nombre y se quedó fija por varios segundos. Traté de correr directo al otro tren pero sus compuertas se cerraron antes de que pudiese acercarme siquiera.
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