Bip... Bip

El cielo hoy se ve tan azul y las nubes parecen motas de algodón que forman diversas y curiosas figuras al pasar. La yerba verde entre mis dedos se siente fresca y tierna. Las margaritas, los girasoles y crisantemos danzan movidos por la suave brisa y el trino de las aves cantoras en los árboles circundantes...

'Bip... Bip'

¡Oh no, ese molesto sonido otra vez! El zumbido del motor de el respirador artificial y el pitido de los monitores me despiertan... Una vez más.

Al menos esto no es doloroso. En realidad no siento nada en absoluto. Eso es bueno... Creo, porque al fin y al cabo el no sentir significa no sufrir. No sufrir es lo mismo que no dolor. El no sentir dolor implica no reaccionar. El no reaccionar es no recuperarme... El no recuperarme sólo significa una cosa: no vivir.

Oh... Allí están las nubes esponjosas nuevamente.

La puerta se abre y puedo oír un sollozo femenino.

—Lo siento mi amor. Te juro que hice todo lo que pude. Pero ha pasado tanto tiempo. Esperar por dos años ha sido una pequeña eternidad sin ver mejoría alguna. ¡Oh Dios mío, por qué te tuviste que ir así!

¡Espera, Belinda! ¡Irme a dónde! ¿No me ves? ¡Yo estoy aquí!

—Señora Ferguson, ¿está lista?

¿Lista para qué?

—Si Doctor Porter. Estoy lista.

—Esta bien... Enfermera, desconecte el ventilador artificial.

¡No! ¡Esperen¡ ¡No, por Dios, no! ¡Estoy vi...

—Hora del deceso: 3:15 pm.