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8

Oír el rumor de que ha sido un día desastroso  para el equipo de baloncesto de la SNU.”

El rechinado de varias zapatillas retumbaba por el gimnasio, varios hombres se hallaban corriendo detrás del balón que hasta ese momento continuaba en manos de Jungkook, quien comenzaba a coronarse como otro de los mejores jugadores en su universidad. Era una gran noticia para el alfa que llevaba su energía sin límites sólo para ganar.

Resultaba ser bastante competitivo en la cancha, odiaba sentirse un perdedor. Él se exigía hasta no poder más. Todo debía ser perfecto, inclusive sus movimientos en el partido. Y eso era una cosa que su entrenador Yang admiraba y tomaba como ventaja.

El equipo lo adoraba, Jungkook tenía ese poder encantador que llegaba a agradar a cualquier persona a su alrededor, menos a una.

Jungkook se sentía en la mira de Lee Eunhyuk, de hecho, era el objetivo de ese hombre que siempre lo recibía con una expresión seria y recorría sus movimientos con una mirada aterradora, parecía juzgarlo en silencio la mayoría del tiempo.

— ¡Ven aquí, Jeon! —Gritó Kihyun, posicionándose frente a él para intentar arrebatarle el balón. El joven alfa rebotó la pelota y se giró, acelerando el paso hasta acercarse lo más que pudo al aro y estiró su brazo, consiguiendo encestar.

— ¡Eso es, Jeon! —Felicitó el entrenador, un beta con cabellos canosos y sonrisa vislumbrando en su rostro.

— ¡Necesito un descanso, Yang! —Eunhyuk habló esta vez, acercándose por un trago de su botella con agua.

—Y yo necesito vacaciones, pero aún faltan meses para que eso ocurra, Eunhyuk —respondió el beta, riéndose a causa de la expresión molesta del alfa, quien pronto regresó a la cancha y fue observado por Hyunjin.

Entonces el silbato sonó y fue el turno de Yoongi en tomar el balón y llevarlo consigo por toda la cancha, el pelinegro también consideraba a Jungkook como una competencia. Los dos estaban en un mismo nivel, según Yang. Los dos eran igual de buenos y competitivos.

Yoongi se dirigió hacia el centro de la cancha e intentó lanzar el balón, probando técnicas que aprendió observando a los mejores jugadores de la NBA cuando JeongIn pensó en arrebatarle el balón. Pero en su lugar fue Jungkook quien lo hizo, dando un asombroso salto que a duras penas alcanzó para tomar la pelota y huir con ella, siendo seguido por un alfa hecho una furia.

Y llegado el momento se enfrentaron, sus miradas curiosas se toparon y Jungkook sintió su corazón acelerarse. Mierda.

— ¿Crees que eres el mejor, Jeon? —Alzó una ceja y Jungkook esbozó una sonrisa socarrona, echándole un breve vistazo al aro que tenía a unos cuantos pasos. Luego regresó su vista a los dilatados ojos del otro.

—No me creo el mejor... Yo soy el mejor —Sentenció y corrió en dirección al aro, pero falló, aterrizando al piso. El impacto preocupó hasta al mismísimo Yang, y no era para menos cuando Eunhyuk había sido el causante, sin importarle su fuerza.

El silbato sonó y Jungkook se quejó en una maldición, su brazo recibió el impacto y no sufrió grandes problemas en el resto de su cuerpo y pudo levantarse en cuanto sintió el dolor desvanecerse casi por completo.

Eunhyuk se había apartado, quizás un poco arrepentido después de la mirada desaprobatoria de Hoseok. Hyunjin estaba callado a su lado, sosteniendo sus ganas de golpear al alfa por tener una conducta tan inmadura e infantil por esos celos desmedidos, pero por otro lado estaba Yoongi, a quien le era graciosa la situación y fue por eso que una risa casta nació de lo más profundo de su pecho.

Nunca había visto a su mejor amigo teniendo un comportamiento jodido solo por unos estúpidos celos, y no los aprobaba, claro que no. Sin embargo, tampoco abriría su boca o ese hombre lo mataría con sus propias manos, con solo echarle un vistazo a sus orejas rojas, Yoongi estaba seguro de que el enojo era dueño del cuerpo ajeno. Y eso era demasiado peligroso.

—Eso fue a propósito —Acusó el menor, irguiéndose y avanzando en dirección a Eunhyuk.

—Fue un accidente, no te vi.

— ¿Accidente o celos? —Le miró con sugerencia, enfrentándolo y tensando la mandíbula.

—Chicos-... —Inútilmente Yoongi quiso intervenir.

—No, Yoongi. Quiero seguir escuchando las acusaciones del 'gran' Jeon Jungkook. ¿Crees que en serio tengo celos de ti? Eres bueno jugando, pero no tanto como yo, y eso es una realidad, sino mírate. Eres defensa y no lograste el objetivo de tu posición, ¿y aun así piensas que eres el mejor jugador de la universidad? —Dijo de manera jocosa, atrayendo la atención del entrenador. El beta no tenía idea de que existía un peligroso conflicto entre dos de sus muchachos, ¿qué diablos les sucedía a todos? ¿El último año estaba afectándoles el cerebro?

—Es tan evidente cómo te molesta que sea mucho mejor Base que tú —Jungkook ladeó su rostro, cruzando los brazos sobre su fornido pecho.

—Señores-... —Yang alzó la voz, pero Lee no estaba en sus cabales.

— ¿Mejor Base? —Eunhyuk se aproximó peligrosamente al otro alfa y lo empujó.

Jungkook reaccionó queriendo abalanzarse al mayor, pero Kihyun abrazó su cuerpo, y de repente los gritos inundaron la habitación. Los F4 no dudaron en acorralar a Eunhyuk y así impedir que cometiera una tontería que podría costarle su lugar en el equipo de baloncesto a tan solo un par de meses antes del partido más importante que tendrían en sus jodidas vidas.

— ¡Suéltenme, voy a matarlo! —Rugió el alfa, intentando zafarse de los brazos de Kihyun y JeongIn, este último uniéndose segundos después porque su compañero casi pierde la batalla de fuerzas contra Jungkook.

— ¡¿Quién diablos te crees que eres para catalogarte como el mejor?! ¡Nadie ocupará mi maldita posición! ¡Nadie! ¡Suéltenme, maldición! —Se removió, pero Hoseok fue demasiado listo para colocarse sobre su torso y así asegurar que su mejor amigo no pudiera hacer nada al respecto.

— ¡Silencio! —Yang se colocó en medio de ambos alfas, frunciendo el ceño y sintiendo un terrible dolor de cabeza por la situación y las feromonas que sus estudiantes liberaban en grandes cantidades. Todo a su alrededor anunciaba la molestia de los alfas, y era un aroma desagradable y que le causaba leves mareos—. Los dos quedan sancionados por dos semanas.

—Yang, no creo que-.

Como capitán, Yoongi no quería que cosas como esas sucedieran, e intentó intervenir para negociar un castigo un poco más corto, pero la terquedad de su entrenador era demasiada.

—Ya no son niños para comportarse de forma inmadura e irracional. Nadie le quitará el puesto a nadie —El mayor dirigió su vista a Eunhyuk y Jungkook, para luego observar al resto del equipo—. Nadie es mejor o peor que nadie. Todos ustedes son excelentes jugadores, deberían estar muy avergonzados de pensar algo así. Y Tú, Yoongi, eres el capitán, pero no estás cumpliendo tu función como tal. De otra manera, este conflicto no hubiera ocurrido.

—Integré a Jungkook, le di autonomía, hablé con Eunhyuk para tratar que esto no ocurriera —explicó, tratando de no dejar en evidencia el desgano que le provocó oír a su entrenador—. Puedo guiarlos, pero no meterme en los conflictos que hallan entre los dos, Yang. Hago lo que puedo, ¿bien? —Suspiró.

—Eso lo sé, pero el desempeño del equipo estuvo en peligro. No está bien, es inaceptable. Espero que esto no vuelva a repetirse o la sanción será mucho más severa. Retírense —Demandó y se alejó de sus muchachos, quienes a su vez parpadearon y asintieron, liberando a ambos alfas.

—Maldito loco —Musitó Eunhyuk, pretendiendo avanzar disimuladamente hacia Jungkook, y Yoongi se percató en el momento justo y decidió coger su cuerpo, levantarlo hasta posicionarlo sobre su hombro.

El berrinche de su mejor amigo no se hizo esperar, removiéndose sobre el hombro del mayor. Yoongi lo ignoró camino al vestuario, donde recogió los bolsos de ambos y salió del gimnasio con Hoseok e Hyunjin siguiéndoles en silencio.

—Min Yoongi, bájame.

No recibió respuesta.

— ¡Que me bajes!

Nada. Ni una palabra se escuchó de aquellos labios finos.

La gente rápidamente comenzó a murmurar, lo que Yoongi estaba haciéndole a Eunhyuk llamaba la atención de los estudiantes que aún permanecían en la universidad.

—Creo que ya fue suficiente, deberías bajarlo, Yoon —Sugirió Hyunjin, observando al frente que pronto ingresarían a la cafetería.

—Hazle caso, Min. Déjame en paz, carajo.

Y sus súplicas fueron oídas por su pálido mejor amigo, quien luego de haber encontrado la mesa que más les gustaba utilizar en la cafetería, a la vista atenta y curiosa de todos, Eunhyuk fue bajado de forma bruta sobre la silla por el alfa puro.

—Intenta moverte y te haré pedazos —Advirtió señalándole con su dedo índice, para luego voltear y buscar a Jungkook.

Minutos después de dar con su paradero, el alfa pelinegro no dudó en acercarse hasta la mesa donde se hallaba charlando muy ameno con un pelirrojo y aquel omega de cabellos tintados de rosa con aires extravagantes, y quien se rehusaba a decirle su nombre en todas las ocasiones donde se encontraban casualmente.

Sin esperar un segundo más, tocó su hombro. Taehyung dejó de hablar y Jimin sólo alzó su ceja, curioso de lo que sucedería en unos minutos. No sabía qué esperar del líder de los F4, a decir verdad. Aun podía recordar las pocas conversaciones que entablaron juntos, pero era un poco difícil para él no continuar juzgándolo o siendo un total prejuicioso después de enterarse sobre lo sucedido entre Jungkook y Eunhyuk.

El menor se giró para toparse con la mirada de Yoongi.

—Acompáñame.

— ¿Para qué precisamente? —No confiaba, para nada. El lobo del menor se colocó en estado de alerta.

—No cuestiones y acompáñame —Insistió, mostrándose impaciente.

Taehyung sintió mucho miedo al tener a ese alfa puro presente, demandando con una voz aterradora y grave. Sostuvo la mano de Jimin y este le miró por unos escasos segundos.

—Dile para qué lo necesitas. De otra forma, Jungkook no irá para tener nuevos problemas con todos ustedes —Jimin se adelantó a decir antes que Jeon pudiera decir algo al respecto. Fue así que se ganó la atención de Yoongi.

—Hazme el favor de cerrar tu boca y no entrometerte en este asunto —Ordenó tensando la mandíbula.

— ¡Agh, bastar-...!

— ¡No! —Jungkook lo silenció, mirándole de forma severa, causando que Jimin se controlara y callara de una vez. Taehyung también fue de ayuda al envolver la cintura del omega con todas sus fuerzas, rodeándole con su aroma ya que notó el inmenso enojo que nació de su ser de un momento a otro.

¿Por qué a su mejor amigo le molestaba tanto el líder de los F4?

—Sólo te robaré unos minutos, Jeon —Insistió una última vez, pasando por desapercibido que el omega pelirrosa casi se lanza a golpearlo. A Jungkook no le quedó otra opción que irse con su capitán.

De inmediato pudo captar el motivo por el cual Yoongi lo necesitaba, ya que a unos cuantos metros estaba el causante de la sanción impuesta por Yang.

En cuanto se tuvieron cerca, tanto Hoseok como Hyunjin accionaron velozmente en sostener ambos brazos de su mejor amigo. Podían sentir los músculos tensarse y las venas marcándose, Eunhyuk estaba auto-controlándose como podía.

—Kook, dame tu mano.

El susodicho frunció el ceño y decidió acceder al pedido. Entonces Yoongi tomó la mano de Eunhyuk con fuerza y luchó por unirla con la mano de Jungkook hasta que pudo conseguir su propósito. Lo próximo que hizo fue obligar al menor a sentarse a un lado de su disgustado mejor amigo sin que sus palmas dejaran de entrelazarse.

—Esto debe ser una broma, capitán —Eunhyuk manifestó su desagrado de forma inmediata.

—Esto es lo que haremos. Los dos hablarán y resolverán sus conflictos de superioridad, quiero que este drama se acabe ya mismo. Hasta entonces, sus manos permanecerán unidas. Ambos son adultos, maduros y creo que conscientes de sus acciones. Tienen dos horas. 

Imponga el orden, carajo.

Me di cuenta de que estos chabones (chicos) tienen mucho ego a veces, por ejemplo: Eunhyuk que se sintió tocado porque Jungkook quizás jugaba mejor en Base que él, luego está Yoongi que le tocó el ego cuando el entrenador le dijo que no estaba cumpliendo bien su rol como capitán (siendo que Yoon siempre se consideró bueno), y por último está Jungkook con su personalidad competitiva que le da por las bolas perder en lo que sea. Y aunque aprendió a aceptar la derrota algunas veces, le cuesta no autoexigirse después.

Me duelen.

ALEX 🧊

[SIN CORREGIR]

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