65
“Oí el rumor de que el problema se torna cada vez peor.”
Park Jimin.
Noona, ¿has sabido noticias sobre Yoongi?
07:06 AM.
Min Chaerin noona.
No, aún no.
Ve a dormir, yo te despertaré si mis padres se comunican conmigo.
07:07 AM.
Park Jimin.
Ya he dormido lo suficiente en el hospital.
07:07 AM.
Min Chaerin noona.
Un sedante no va a solucionar tu vida, Jimin.
Vete a dormir, ahora mismo.
07:08 AM.
Park Jimin.
Que no haré eso.
Si debes irte, puedes hacerlo.
Creo que tengo insomnio, así que, me quedaré despierto hasta sea la hora de la visita para familiares.
07:08 AM.
Min Chaerin noona.
¿Al menos te metiste a bañar? Porque creo que es una obviedad que no lo has hecho si estás hablándome.
07:09 AM.
Lo había olvidado por completo.
Jimin masculló una maldición y dio un salto de su cama, deslizó las puertas de su armario, emitiendo fuertes ruidos mientras buscaba ropa cómoda para adentrarse a la bañera lo más rápido posible.
Posteriormente, cuando estuvo listo y ligeramente calmado después de haber encontrado una sudadera que apestaba a las fragancias de café y cítricos de su alfa y que, a su vez, indujo a su omega a un estado de absoluta relajación temporal, Jimin cogió su teléfono y leyó los nuevos mensajes de la hermana de Yoongi.
Min Chaerin noona.
¿Qué fueron esos ruidos?
¿Intentas darte una ducha lo más rápido posible para evitar que no te regañe?
Fallida estrategia. Sé cuidadoso, en todo caso, porque podrías tropezar y sufrir una caída muy fea.
Sal de la habitación.
07:11 AM.
Park Jimin.
¿Para qué exactamente?
07:11 AM.
Min Chaerin noona.
No quieres dormir, ni recostarte, ni ducharte; así que será mejor que te sientes en el comedor y desayunes conmigo. El horario de visita es a las 8pm.
Debes estar hambriento, ¿no es así?
07:12 AM.
Park Jimin.
En realidad no tengo hambre, noona.
Lo último que podría tener es hambre en estas circunstancias.
07:12 AM.
No obtuvo respuesta alguna; no obstante, recibió dos golpes en su puerta que le provocaron un susto, acompañados por la pronunciación de su nombre a través de un chillido ruidoso que traspasó hacia su habitación. Pataleó sobre su cama con los labios abultados.
— ¡Park Jimin!
Podría haber ignorado aquellos llamados irritantes y simplemente acostarse sobre su cama, envuelto en las fragancias de un hombre que no le impregnaría a cítricos y café durante un tiempo indefinido. Pero hacerlo consecuentemente le traería muchos problemas con una mujer que poseía el carácter más aterrador que había conocido en su vida.
Exhaló, escondiendo sus manos bajo las mangas de la sudadera momentos antes de abrir la puerta y toparse con un par de ojos que poseían la extraña combinación de parecer tristes y, a su vez, transmitía un aura imponente. Sospechaba que esto último era una herencia genética de la familia Min, pues le recordó a la mirada de su amado, con la diferencia que su pupilas reflejaban amor puro al momento de dirigirse al omega.
—He perdido la cuenta de cuántas veces me he recordado a mí misma que no es mi obligación cuidar de un adulto que se comporta de manera infantil —La dureza de sus palabras no lo inmutó. Jimin era perfectamente consciente de eso y no se justificaría por ello—. Aún así, mi aprecio por ti alcanza niveles elevados, y no puedo tolerar esta conducta de tu parte, especialmente cuando soy consciente de tu estado —Un montón de lágrimas se acumularon sobre sus ojos, pero Chaerin sorbió su nariz y carraspeó para controlarse a sí misma—. Los chicos acaban de traer un bolso con un par de sudaderas de mi hermano para ti —levantó dicho objeto con una sonrisa leve y lo depositó sobre el suelo—. Toma una ducha, escoge, y luego desayunamos juntos.
«¿No era yo que hace un par de días estaba asustado de tener la responsabilidad de prestar mi cuerpo para proteger y cuidar a este bebé? Quizás comenzamos de la forma incorrecta. Mierda, ahora somos dos, no soy sólo yo.» Reflexionó durante su tiempo en la ducha, y más tarde en un silencio compartido con Chaerin mientras desayunaban, pensó a la par que su mano izquierda se acentuaba de forma mezquina en su vientre bajo: «Papá Yoongi es un alfa ridículamente encantador y tierno y ha insistido que tu apodo sea Poof. Te lo recordaré en un futuro para que puedas reprocharselo y yo me reiré de él. Mientras tanto, yo, tu papá Jimin, iré a susurrarle una amenaza al oído para que no nos abandone. Poof, mi cachorro, los hospitales no son mis sitios favoritos, así que no hagas vomitar a papá cuando ingresemos, ¿es un trato?»
Con pasos temblorosos, la puerta de la sala de terapia intensiva se abrió ante él como si hubiera descubierto un mundo desgarrador y desconocido que lo hizo temblar y respirar profundo con su cubrebocas puesto. El zumbido constante de máquinas y el aroma penetrante de desinfectantes saturaban el aire, tejiendo una atmósfera de solemnidad y gravedad que ponía en una posición desesperante a su lobo, pero cogió coraje y con ansias caminó por el pequeño corredor que separaba a los pacientes de una limitada habitación donde custodiaban las enfermeras y los enfermeros a cargo.
La visión que se desplegó ante sus ojos fue un golpe devastador a su cordura. Yoongi yacía en la cama, en un estado deplorable y crítico, un reflejo desfigurado de la vitalidad que solía emanar al correr velozmente durante sus partidos de baloncesto. Cables, tubos y aparatos se entrelazaban con su cuerpo herido y pálido, formando una caos de conexiones que se extendían por todas partes.
La náusea se apoderó de él, retorciéndose en su estómago como una serpiente venenosa, y estuvo al borde de maldecir a su cachorro por incumplir el trato que habían hecho antes de salir de su departamento. Tenía suficiente al sentirse ligeramente asfixiado por el cubrebocas que se vio obligado a colocarse para poder ingresar. La fragilidad de la vida se revelaba en cada monitor parpadeante y en la melancolía de los pitidos que resonaban en la sala, lo devolvió a la noche que pasó en el hospital tras el accidente y una sensación aterradora penetró en su propio cuerpo hasta colocarle los vellos de punta. Jimin cerró los ojos por un instante, luchando contra las lágrimas que amenazaban con escapar.
Su atención se desvió hacia la figura indefensa de su novio, enfrentándose a la cruda realidad que les tocaba vivir sin explicación alguna. Cuanto menos espacio cabía entre su cuerpo y la camilla más enfurecido comenzaba a sentirse con muchos sucesos y muchas cosas que pudieron evitar el accidente de su alfa.
1) Su motocicleta. Gracias a ella la mayor parte de su cuerpo sufrió traumatismos, laceraciones, contusiones, fracturas, y más cosas que dejaron abatido a Jimin entre más detalles encontraba en la anatomía contraria.
2) Si Hoseok no hubiera mentido, tal vez los cuatro no se habrían reunido a aclarar las cosas, y con ello, Yoongi no habría sufrido el accidente.
3) Su insistencia para que lo fuera a ver a su departamento y que impulsó a Yoongi a decidir abandonar a sus amigos tras la reconciliación.
No estaba pensando con claridad, su propio razonamiento le regresaba los pies a la tierra ante los episodios de culpabilidad que estuvo experimentando desde que Chaerin lo llevó personalmente hacia su departamento.
Sus pensamientos estaban siendo demasiados trágicos hasta el momento.
F4, murmuró, inspeccionando las heridas en el rostro de Yoongi y la venda en su cabeza. Ha pasado menos de un día y siento que estoy volviéndome loco.
El sonido constante de los monitores se convirtió en una sinfonía discordante que marcaba el ritmo acelerado de su propio corazón. Se acercó un poco más a la cama, sintiendo la frialdad del metal bajo sus dedos.
No existe nada más íntimo y a la vez angustiante que el lazo que compartimos. Continuó diciendo y tomó su mano fría, inmovil y atravesada por intravenosas que suministraban diversos medicamentos que, a palabras del equipo médico que se encargaba de Yoongi, lo ayudaría a una recuperación en el menor tiempo posible.
Atrapado en el torbellino de emociones, se permitió un momento de silencio. La realidad, cruda y dolorosa, lo envolvía como una tormenta implacable.
Las primeras veinticuatro horas son cruciales para tu recuperación. Le informó a la par que sorbía su nariz, experimentando un ligero ardor sobre su marca.
Mientras contemplaba el cuerpo frágil de su novio, la realidad se desdibujaba ante sus ojos, fusionando el pasado, el presente y el futuro en un enigma desconcertante. En ese instante, se aferró a la esperanza, a la posibilidad de que, en medio de la oscuridad, pudiera encontrar la fuerza para seguir adelante porque se encontraba al borde de perder la cabeza.
Yoongi, alfa, te prometo que protegeré a nuestro bebé con todas mis fuerzas, pero tienes que salir adelante. No nos abandones. No te atrevas a romper mi corazón así, por favor. Apretó los dientes, cerrando sus ojos para permitir la salida de sus lágrimas con total libertad e ímpetu, experimentando una angustia irreversible que se anudaba con fuerza en su pecho y posó su mano allí para intentar aliviar su dolor.
A los pocos minutos, estudió su alrededor para cerciorarse de que las enfermeras no estuvieran prestando atención a sus acciones en ese momento, y en cuanto estuvo seguro de ello, bajó su cubrebocas para depositar un beso sobre la punta de la nariz de Yoongi y retrocedió para marchar hacia las afueras de la sala.
Mantuvo su mentón bajo, eliminando los rastros de sus lágrimas al salir a la vez que con pasos firmes y con el cubrebocas en su lugar, ocultó sus cabellos con la capucha de la sudadera y pasaba por alto las nuevas presencias que acompañaban a Chaerin con la pretensión de escapar de allí cuanto antes. Sin embargo, ella, decidida e intolerante, atrapó su brazo y sin su consentimiento comenzó a arrastrarlo de vuelta.
—Noona...
—Tenemos un reporte médico.
«Con mayores motivos quiero irme de aquí.» Razonó casi en automático, pero la escapatoria que planeó no podría llevarse a cabo debido a la omega que lo guiaba hacia el equipo de médicos que lo observaban con ciertos ojos de lástima y, aunque hubiera querido comentar su molestia por ello, se abstuvo cuando comenzaron a relatar sobre el estado de salud de su alfa.
—Los resultados de los estudios neurológicos revelaron que el señor Min ha experimentado una contusión cerebral. No obstante, la evaluación completa de la gravedad de su lesión no será posible hasta que recupere la conciencia —Explicó, y tanto Chaerin como su madre debieron tomar asiento. Mientras tanto, Jimin quedó perplejo e intentaba procesar la información—. En situaciones de esta naturaleza, es fundamental señalar la posibilidad de que el paciente experimente amnesia retrógrada al despertar, lo cual podría afectar su capacidad para recordar los eventos que precedieron a la lesión. En términos más simples, es probable que el señor Min enfrente dificultades para recordar sucesos pasados.
—Dios mío... —exhaló alterada la madre de Yoongi, cuyo cuerpo se aferró a su esposo desesperadamente y cubría sus lamentos con ambas manos.
—Asimismo —continuó la médica a cargo sin ser consciente de que estaba clavando cuchillos invisibles sobre el pecho de un omega que mantenía frente a ella una calma preocupante—, la amnesia anterógrada también es una consideración importante, ya que podría interferir con su habilidad para formar nuevos recuerdos después del incidente. En otras palabras, es posible que tenga dificultades para recordar eventos recientes o información recién adquirida. En ambos casos, es crucial entender que estos efectos serán temporales —marcó con seguridad para que a nadie de aquella familia le quedara duda—, pero es esencial que los familiares y el paciente se preparen para este escenario. —agregó para finalizar e inclinó su cabeza en forma de despedida, desapareciendo con su equipo por esos pasillos que apestaban a químicos y desinfectantes.
Sosteniéndose de los muros con fuerza a la par que clavaba sus uñas sobre sus propias palmas, Jimin negaba en silencio y sentía como el cuerpo le pesaba lentamente. Chaerin, a quien tenía más cerca, accionó en sostener su mano y la apretó, más no consiguió respuesta alguna. El omega no estaba parado sobre su realidad, sino en algún lugar que hasta él mismo desconocía, suponía que era una manera que terapia su cerebro para cargar con tanto dolor, pero aún así, a pesar de a simple vista lucir fríos y sin vida, sus ojos demostraban lo que en palabras no se animaba a decir.
— ¿Jiminnie? —Chaerin intentó llamar su atención—. ¿Jiminnie, quieres sentarte un momento?
Jimin le echó un vistazo a través del rabillo del ojo y negó, dejando atrás a la familia de su novio sin explicación alguna y caminó con prisa hacia las afueras del hospital universitario y sacó su teléfono del bolsillo, marcando el número de Jungkook.
— “¿Te encuentras bien, Jimin-ssi? Qué alivio que te hayas comunicado, Taehyung está preocupado por ti porque aún no estás aquí en una universidad.”
— ¿Cuánta probabilidad existe para que una persona con una contusión, sea grave o no, experimente amnesia retrógrada o anterógrada luego de despertar? —preguntó.
—“Depende del caso y el estado de salud del paciente.” —contestó rápidamente.
—Necesito un maldito número, Jungkook. —demandó entre dientes, alarmando al alfa detrás del teléfono.
—“Para un paciente con una contusión grave creo que arriba de 65%, pero si se trata de una contusión que no es preocupante quizás menos de un 20%” —respondió entonces. Hubo un ligero silencio en el cual escuchó al omega sorber su nariz y exhalar profundo, y al mismo tiempo una sensación dentro de él le decía que algo estaba ocurriendo—. “Jimin, ¿todo está bien? ¿Tu cachorro y tú están bien? Estoy desocupado, dime dónde estás e iré a buscarte.”
— ¿Y cuánta probabilidad existe para que los pacientes que la padecen puedan recuperar sus recuerdos en el menor tiempo posible? —consultó con una voz inexpresiva al igual que el resto de su conducta mientras se alejaba del lugar y caminaba sin una idea en mente.
—“Eso también dependerá de cada paciente. Pero la mayoría ha recuperado el 100 % de sus memorias... —Hizo una pausa y seguidamente finalizó la oración— en un largo plazo.”
—Faltaré los próximos días a clases, pero quiero que tranquilices a Taehyung diciéndole que estamos bien y q-que... —Su voz se entrecortó y necesitó unos segundos para aclarar su garganta y poder continuar—. Y dile que viajaré fuera de la ciudad. Debo colgar, adiós, Jungkook-ssi.
—“Park Jimin, no vayas a colgar el teléfono. ¿Dónde estás?” —insistió desesperado.
—No te preocupes por mí. Voy de camino a mi departamento. Y la próxima vez no me mientas; sé a la perfección que ahora deberías de estar camino al entrenamiento de baloncesto.
Chat grupal (Hyunjin's perspective):
The F4 🃏
Eunhyuk, sexy boy.
Hey, Tarantino.
09:00 AM.
Hoseok, sunshine boy.
¿?
¿Qué Tarantino?
09:00 AM.
Eunhyuk, sexy boy.
La que te puse en el camino eeeehhhh.
09:01 AM.
Hwang Hyunjin.
JAJAJAJAAJAJAJ Esa fue buena.
09:01 AM.
—Estás listo para un show de Stand up, amigo mío. Te ganarás los corazones de los estudiantes que aún te desean, eres un genio. Déjame aplaudir a dos manos —masculló con sarcasmo para luego aplaudir, y cuando Eunhyuk intentó responder, Hoseok lo golpeó en la parte trasera de su cuello y añadió—: Con la situación crítica en la que está nuestro mejor amigo tú sueltas bromas de este tipo.
—Déjame ser yo mismo en paz. Necesito poner alegría en este lugar o perderé la cabeza pensando en Yoongi a cada minuto, ¿entiendes? —entrecerró sus ojos y depositaron sus botellas con agua sobre las bancas del gimnasio—. Mmh... Chicos, hablando de eso, quiero confesar que estoy preocupado por la salud mental de Jiminnie. Es decir, nosotros estamos muy afectados porque somos sus mejores amigos, pero él comparte un lazo con Yoongi de por vida.
Hoseok, Eunhyuk y Hyunjin caminaban por la cancha de baloncesto mientras continuaban discutiendo preocupados las especulaciones sobre la salud de Yoongi y, a su vez, proponiendo entre ellos ser más empáticos y proteger de Jimin durante el tiempo que su mejor amigo no pudiera hacerlo por cuenta propia. Los rumores y conjeturas sobre la gravedad de su lesión llenaban la atmósfera de incertidumbre desde que colocaron un pie sobre la universidad. La noticia sobre el accidente casi fatal del segundo hijo del grupo Daehyun estaba en boca de todos y, por primera vez, le dieron la razón a Yoongi sobre una cosa de la cual se quejaba la mayoría del tiempo: cuánto detestaban ser populares, al menos en esos momentos.
De repente, Jungkook, quien ya se dirigía hacia el gimnasio con ropa deportiva para su entrenamiento de baloncesto, pasó por allí y notó la tensión en la conversación. Intrigado, se detuvo y se acercó al trío de alfas que, al percatarse de su curiosidad, se alejaron e hicieron pacto de silencio.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Jungkook, frunciendo el ceño tras advertir la seriedad en los rostros de sus compañeros—. ¿Dónde está nuestro capitán?
Hoseok, Eunhyuk y Hyunjin intercambiaron miradas antes de explicarle la situación y las preocupaciones sobre la salud de su mejor amigo:
—Yoongi sufrió un grave accidente en la madrugada y está en estado crítico en el hospital.
Los ojos de Jungkook se desviaron de manera fugaz hacia un joven de cabellos llamativos que decidió estar presente en su entrenamiento ese día, quedando desconcertado por la noticia, y cerró los ojos por un instante pensando en cómo Jimin logró convencerlo durante su llamada telefónica de que se encontraba bien, pero por mucho tiempo sintió que existía algo más aún cuando prefirió no insistir.
— ¿Qué tan grave fue? ¿Atraparon al culpable? —Comenzó a hacer preguntas—. ¿Jimin está en este momento con él?
—Su equipo médico nos advirtió que debido a los múltiples traumas que padece, las primeras veinticuatro horas son cruciales para Yoongi. Sus padres están haciendo lo posible para acelerar la investigación de su caso con la policía; y respecto a Jimin, como te imaginarás, está muy afectado por lo sucedido.
—Mierda —masculló en un murmullo, revolviendo sus cabellos a la par que sus ojos observaban por microsegundos a Taehyung sentado en las gradas—. Escuchen, Jimin está en cinta y es peligroso para su bebé la mezcla de emociones que seguramente estará experimentando.
—Lo supimos ayer, Jeon. Pero ha sabido sobrellevar la situación mucho mejor que todos nosotros. Sólo lloró por un par de minutos y eso fue todo.
—Eso no es buena señal, créanme. —exhaló con un semblante de nerviosismo porque su cerebro no dejaba de reproducir cada palabra que formuló Jimin durante la llamada repentina, pero que ahora para Jungkook tenía mucho más sentido.
«Eso significa que Yoongi hyung corre el riesgo de experimentar amnesia y podría... no recordar a Jimin.» Lamió sus labios tras reflexionar aquello. «Maldición. Tú no mereces esto, ni mucho menos vivirlo sin un soporte... Sin Taehyung y yo. ¿Por qué no fuiste sincero desde el inicio?»
—Es justamente lo que conversábamos.
— ¿Tienen idea de si Jiminnie aún está en el hospital? —consultó y el trío se vio entre sí.
Antes de que pudieran responder, el resto del equipo de baloncesto llegó al lugar, alertados por la tensión en el ambiente y quisieron averiguar más sobre el accidente de su capitán, del cual conocieron debido a las habladurías de los noticieros de esa mañana. Miraron con atención al grupo que discutía y se acercaron para escuchar más detalles.
—Hola... chicos. —Eunhyuk saludó primero.
—Entonces es cierto lo que vimos Félix y yo en las noticias. ¿Yoongi está herido de gravedad? —preguntó Kihyun, expresando a través de sus feromonas la inquietud compartida por todos. Aunque JeongIn era el único que intentaba controlar su fragancia natural a jazmines para no molestar al resto de los compañeros de equipo.
Los tres amigos explicaron lo que sabían hasta ese momento, y el equipo, impactado y angustiado por su capitán, tomaron la misma postura de Jungkook sobre formular preguntas al respeto y a la par prometiendo ir juntos a visitarlo tan pronto como fuera posible.
Yang ingresó al gimnasio minutos después y la incertidumbre que se apoderó de la cancha de baloncesto acompañado de no fue complicado de percibir para el beta de mediana edad, cuyos ojos se depositaron sobre el trío que siempre solía estar Yoongi con habitualidad, y luego, mientras se acercaba aún más al tumulto de jóvenes que hostigaban de preguntas a esos alfas, notó un abrazo entre Hyunjin y JeongIn. Hyunjin rodeó suavemente la cintura de JeongIn con sus brazos, manifestando un gesto de cercanía que denotaba una conexión más allá de las palabras para el beta. Un abrazo que le generó ciertas dudas, pero que se resolvieron en el instante que su hijo JeongIn se giró entre los brazos del alfa para poder darle un beso corto en los labios, cerrar sus ojos y apoyar su mentón sobre el hombro contrario.
—Yang JeongIn —Lo llamó desde una distancia considerada y la cercanía entre ellos se rompió completamente, como si ahora mismo mantenerse en contacto les quemaba la piel—, muchacho, necesito hablar contigo.
—Profesor Yang, tenemos que...
—No lo volveré a repetir. Hwang Hyunjin, también te quiero aquí ahora mismo —bramó con la superioridad que lo caracterizaba, y en cuanto los dos se echaron un vistazo fugaz al acercarse, Yang les preguntó—. ¿Desde cuándo sucede esto?
—No entiendo a qué se refiere. —respondió JeongIn, enseñando su nerviosismo a flor de piel.
—Desde hace unas semanas, pero no le incumbe porque no afectará al equipo, profesor Yang.
—Señor Hwang, me incumbe porque al parecer estás saliendo con mi hijo.
— ¿Disculpe? —Hyunjin parpadeó, sufriendo de una ebullición en sus mejillas.
«Dios, ¿esto es porque aún me halago a mí mismo por la belleza única e inigualable que poseo en un mundo lleno de personas sin estilo ni personalidad y ahora necesitas que alguien me dé una lección con una marca de por vida?» Preguntó en su consciencia, horrorizado por descubrir el parentesco entre su novio y aquel anciano que se encargaba de hacerlos sufrir durante cada entrenamiento en la cancha.
Hwang Hyunjin hubiera preferido que su suegro fuera el mismísimo Shrek en persona antes que su entrenador Yang, y ahora suegro, quien ha conocido sus miles de facetas durante estos últimos años...
Facetas de su personalidad que eran peores en cada etapa y que no le hacían gracia alguna.
— ¿Tiene algo para decir, Hwang? —Inquirió, dirigiéndose a Hyunjin.
—Yo... —titubeó, conteniendo el impulso de ceder a escapar ante la presión que experimentaba—. Le tengo un gran respeto y afecto, y deseo que sepa que el destino ha traído a su vida al mejor yerno posible —articuló con una sonrisa nerviosa que pronto se tornó en temor, decidiendo arrodillarse frente a su entrenador, uniendo sus palmas y frotándolas. De fondo, se escuchaban risas dispersas. Hoseok y Eunhyuk negaban con un movimiento de cabeza—. Soy una persona muy buena, se lo aseguro por la Madre Luna. Por favor, bendiga nuestra relación lo antes posible, porque me he vuelto cautivo del encantador aroma a jazmines que su hijo irradia sobre mí y que me fascina, ¡pero eso no es lo relevante! ¡Permítanos ser felices juntos, querido suegrito entrenador!
—Estoy decepcionado de ti —comentó el beta, pero su mirada se dirigía a su primogénito—. Entre todos los alfas de esta universidad, ¿por qué debiste elegir al alfa más ingenuo, infantil e intolerante? Además, tú eres atractivo, él no.
— ¿Eso quiere decir que me acepta, querido suegrito entrenador? —Inquirió con esperanza, provocando risas más fuertes entre sus compañeros al escuchar el peculiar apodo.
—Solo si me promete no volver a llamarme de esa manera tan... absurda.
— ¡Es una pinky promise! —Exclamó, levantándose mientras sonreía.
—Solo por decir eso, se ha ganado veinte vueltas adicionales hoy, señor Hwang.
¡Sorpresa!
Ando inactiva no únicamente por parciales sino también por falta de inspiración, para que sepan.
¿A que no se esperaban que el profesor Yang fuera el suegro de Hyunjin? ahre
Hyunjin mood de ahora en adelante cuando JeongIn le quiera encajar un beso enfrente de Yang:
ALEX.
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