62
“Oí el rumor de que... hay un bebé a bordo y estás aterrado.”
—Bajaré la música para llamar a Seokjin hyung —avisó.
—Pero sólo nos quedan diez minutos para llegar a Gangnam —Jungkook informó, tomándose unos segundos fugaces para verlo.
—Es precisamente lo que le diré. No ha dejado de estar preocupado por mi durante estos días, así que, lo llamaré para decirle que tengo buen ánimo hoy.
—Está bien —El menor arrastró la última vocal y extendió su brazo para bajar el volumen en la pantalla digital y buscar entre sus contactos el número de Seokjin. Luego lo llamó, siendo recibido por una voz de tono preocupado a través de las bocinas del auto.
— “¡Por todos los cielos, dime que no le ha sucedido nada malo a mi hermano!” —Pareció rugir. Taehyung elevó una de sus cejas y un puchero se coló sobre sus belfos. Realmente se sintió conmovido e incluso culpable por preocupar hasta tales magnitudes a su hermano mayor que apenas podía lidiar con sus propios problemas.
—Hyung, estoy bien. De hecho, estamos en camino a Gangnam. Te llamé porque tengo buenas noticias —Jungkook sonrió en cuanto escuchó las palabras dichas, dándole paso a la curiosidad. Taehyung lamió sus labios y alzó su mano, apreciando el obsequio que adornaba su dedo anular—. Jungkook me propuso matrimonio.
No obtuvo respuestas de su hermano mayor por al menos unos treinta segundos, Taehyung utilizó su mano para amortiguar la carcajada que desesperadamente quería salir de su garganta. Jungkook llevó sus dedos índice y pulgar a su sien y mordió su labio, creyendo que de esa manera evitaría reír.
— ¿Hyung? ¿Estás ahí? —preguntó inquieto al oír un sonoro sollozo—. Está llorando —masculló en un susurro hacia su alfa.
— “¡Taehyung-ah, no bendigo que te cases con ese vagabundo!” —Objetó su hermano, la pareja hizo contacto visual y empezaron a reírse a sabiendas de que podían ser escuchados por el omega.
— ¿Qué? Hyung, sólo estaba bromeando. Bueno —vaciló—, en realidad si tengo un anillo, pero...
— “¡¿Qué?! —Se escandalizó todavía más y añadió—: ¡Jeon Jungkook trae tu trasero aquí ahora mismo!”
—Seré miembro de su familia en los próximos años, no podrá escapar de mí, Jin hyung —Jungkook le contestó con un tono marcado de burla, ocasionando que el mayor se encabronara aún más con él—. Tengo que estacionar, voy a colgar.
Pulsó un botón en el volante, maniobró hacia su izquierda e ingresó al estacionamiento para clientes frente al restaurante. Posteriormente, ambos desabrocharon sus cinturones y Jungkook rodeó la mitad de su auto para posicionarse a un costado de Taehyung, tomándose el tiempo de cubrir el cuello de éste con una bufanda cuadrillé que había encontrado en la parte trasera de su vehículo. Luego, buscó la mano de Taehyung y la entrelazó con la suya para caminar juntos los pocos pasos que había hasta llegar a la entrada del restaurante.
Cedió su lugar al omega para que pudiera ingresar primero, acto seguido cerró la puerta tras sí y escaneó los alrededores en búsqueda de sus amigos.
— ¡Aquí, Jungkook-ssi! —Una mano pequeña señaló una mesa que estaba a una distancia larga de ellos, Jungkook sonrió en dirección a Jimin, sintiendo a Taehyung aferrado a su brazo.
Una vez llegaron allí, Jimin y Taehyung se abalanzaron sobre el otro, Seokjin se encontraba conmovido por la escena de los dos jóvenes que crecieron a la par sin distanciarse del otro y experimentó un profundo y gran alivio que aflojó cada músculo de su anatomía porque quizás por fin su hermano menor se encontraba superando y aplastando la peor pesadilla que tuvo que experimentar; Jungkook, por otro lado, tomó asiento frente a su cuñado y también le dedicó mirada al abrazo confortante que Jimin estaba dándole a su mejor amigo. Sin embargo, no pasó por alto el ligero espacio que marcaba el pelirrosa sobre la zona de su vientre.
Intentó ignorar su atención en el nuevo secreto que relevó de manera accidental y que ahora compartía con el dúo “padrinos mágicos”, que de casualidad también le recordó a la situación familiar que vivieron meses atrás cuando Yoongi, harto de que lo hostigara con cuestionamientos sobre posibles citas con el pelirrosa, le confirmó que no las necesitaba porque Jimin y él ya habían comenzando a salir y que estaba cortejando al malhumorado omega, inclusive.
—Me hace muy feliz que estés aquí —comenta el omega sin atreverse a romper su contacto cuerpo con cuerpo, experimentando mucho consuelo y cariño a través de ese abrazo y por las dulces feromonas sueltas de Taehyung—. ¿Qué pedirán para beber?
— ¡Taehyung-ah, Jungkook-ssi, están aquí! —Otra voz más ronca se instaló en aquel ambiente bullicioso en el abarrotado restaurante de la familia Min; se trataba de Yoongi, cuyo rostro que expresaba su contentura mientras caminaba hacia ellos con su delantal puesto dio un cambio drástico al notar la presencia de Jimin—. Tú —Miró a los ojos a su pareja, entrecerrando los suyos propios con los labios rectos para darle más credibilidad a su actuación.
—Oh, tú. —Imitó la expresión, manteniendo expectante a los invitados.
—Regresa a trabajar. —Dio la orden bajo la mirada incrédula del omega.
—Deberías agradecer que me encuentres aquí brindándote ayuda porque, de lo contrario, la reapertura sería un espantoso desastre —respondió sobrante, Jin quiso reír. Esa era su primera vez presenciando cómo se comportaba la pareja desde que se enteró por bocas ajenas que Jimin estaba saliendo con ese popular alfa puro.
Tal como esperaba, superaron sus expectativas. Presintió todo el camino que era la naturaleza de los dos estar tratándose de esa manera tan tosca y poco respetuosa, como si dieran indicios de que eran el peor dolor de cabeza para el otro.
—Empleado Park, este es el quinto día consecutivo que debo decir que no lo tolero y mucho menos lo soporto trabajando aquí —continuó respondiendo, caminando un par de pasos hacia el omega, quien no lo recibió de la mejor manera porque acabó golpeando brutalmente su fatigado hombro.
— ¿Qué les sucede? —cuestionó Taehyung, jugueteando con los dedos de su alfa. Más tarde su mirada se dispuso sobre la pareja que aún seguía de pie, empujándose uno al otro con la fuerza medida pero no lo suficiente para trastabillar. Jimin encogió sus hombros y levantó la cabeza para colocar sus ojos sobre la mirada gatuna y estúpidamente traviesa y sexy de su pareja—. ¿Están peleados?
—Nunca está de más no perder la costumbre de fastidiarnos —contestó Jimin mirándose las uñas.
—Park, mueve tu trasero y ponte a trabajar. —demandó el alfa.
— ¿Disculpa? ¿Desde cuándo te has ganado el derecho a ordenarme eso si ni siquiera me pagarás por esto? —replicó el omega con la voz elevada. Seokjin no resistió y su extraña pero escandalosa risa comenzó a oírse por todo el restaurante.
—Yoongi-ah, déjalo en paz —Ordenó también el mayor entre ellos, pero el alfa no desistió.
—Te pagaré ciento cuarenta mil wons —ofertó con severidad—, pero ponte a trabajar.
Pero no le respondió. Se inclinó y notó que Jimin tenía la mirada fija en algún objeto frente a él, aunque no logró identificar de qué se trataba porque su cuerpo se tambaleó, corriendo peligro de sufrir un grave golpe en la cabeza como la vez que fueron juntos a visitar a los padres de su omega, Yoongi casi por reflejo extendió sus brazos, lo atrapó con ellos y pegó la espalda de Jimin contra su pecho hasta que ese mareo que lo agarró por sorpresa finalmente desapareció.
“Saldré un momento a la farmacia, ¿me oíste? No permitiré que pase un día más, Jimin.” Determinó firmemente a través de su lazo.
A Jimin le costó unos segundos más reponerse y que su panorama volviera a la normalidad, más se aclaró la garganta y se concentró en las emociones que su alfa transmitía por la vía del lazo. Preocupación, culpabilidad, ansiedad. Entonces, intentó mantener la serenidad y se aferró a su alfa antes de responder bajo las atentas miradas de sus amigos.
Tengo miedo. Confesó, esforzando la voz para hablar porque sentía que en cualquier momento se pondría a llorar.
“No estarás solo. Lo lograremos, pero primero necesito saber si hay un bebé creciendo dentro de ti para poder cuidarte como debería. Estos mareos son peligrosos, también me asustan.”
No se trata de eso. Es decir, yo llevaré a nuestro bebé y-y... Eso conlleva una responsabilidad aterradora. Se lamió los labios y pestañeó tantas veces que Taehyung, principal testigo del momento de silencio de la pareja, no terminó de contar y su lobo se levantó preocupado al percatarse de que Jimin parecía tener millones de miedos de los que él era indiferente.
— ¿Qué está pasando, Jiminnie? —Quiso saber, utilizando un tono cauteloso.
“Consultaremos todas tus dudas cuando tengamos la primera cita con algún obstetra. Eres el hombre más fuerte y valiente que conozco, así que sé con seguridad que nuestro bebé estará a salvo.” Luego de aquellas sinceras palabras y con los brazos aún aferrados sosteniendo el cuerpo de su pareja, Yoongi plantó un beso sobre su hombro y se tomó el atrevimiento de envolver con sus feromonas a Jimin aún estando frente a los amigos de éste. El omega no dijo nada al respecto, pero estaba muy agradecido de haber oído las palabras del alfa.
Maldición, estoy demasiado nervioso ahora mismo. Ve a la farmacia y consigue esa prueba antes de que pierda la cabeza. Casi demandó en su estado de total alteración e incertidumbre.
“Siéntate con ellos mientras regreso.”
No, no, no. Objetó de inmediato, apartándose del cuerpo ajeno. Iré a tomar los pedidos, porque, si me quedo aquí sentado sin hacer absolutamente nada, mis propios pensamientos me meterán en problemas. A propósito, ¿de verdad vas a pagarme? Yo sólo estaba bromeando.
“Por supuesto que voy a pagar tu esfuerzo de hoy. Puedes comprarte lo que quieras con ese monto de dinero.”
Cajas de banana milk. Prepárate, creo que ése será el principal antojo de nuestro bebé. Informó burlón, besando la mejilla de Yoongi mientras éste empezaba a reír, y Seokjin no toleró ni un minuto más el misterioso silencio de la pareja, por lo que intervino rápidamente.
—Cuéntenos el chiste, señor Min, así todos podremos reírnos.
—Hyung...
Jimin quiso responder, pero la voz de Yoongi lo interrumpió.
“Cuando fui a tu departamento a buscar un cambio de ropa para ti, sorprendí a él y a tu hermano teniendo sexo sobre la mesa del comedor. Úsalo cuánto te apetezca, mi amor.” La información brindada causó una expresión primeramente de asco e incredulidad, Jimin estaba sorprendido de que su hermano mayor y Jin tuvieran ese tipo de fetiches. Es más, siempre ha creído que los dos eran como una pareja de ancianos con la cadera oxidada que ya no les importaba lo sexual a esas alturas.
—Oh, hyungie. Me enteré que fuiste atrapado gimiendo el nombre de mi hermano mientras follabas con él sobre la mesa del comedor —Con un movimiento de cabeza negó, pareciendo decepcionado al decir aquello. Taehyung reaccionó en ese instante y carcajeó con ímpetu junto a su novio, ambos sosteniendo sus propios abdómenes. Jin, por otra parte, escondió entre sus manos su rostro a punto de ebullir.
—Hola —Una mujer de al menos unos cuarenta o cincuenta años lo recibió en el mostrador—. ¿En qué puedo ayudarle?
—Hola —Sonrió repleto de nervios—. Necesito una prueba de embarazo.
—Por supuesto. ¿Tira reactiva o prueba en casete? —Ofreció, pero ante la completa confusión del alfa frente a ella, que inclusive le causó ternura porque había ladeado su rostro y agrandando sus ojos intentando descifrar qué significaba cada una, con amabilidad se acercó a la estantería que tenía detrás y sacó ambos ejemplos para el pobre chico—. Ambas son pruebas de orina. Esta de aquí —arrastró un sobre pequeño— contiene una tira reactiva; y esta de aquí —le enseñó una caja de un tamaño más grande que la otra prueba y pestañeó— es una prueba en casete, eso quiere decir que mostrará los resultados y el cálculo aproximado de tiempo de estado de tu pareja.
—O-oh, comprendo. Mmh... —Sus palabras estaban estancadas, eso hacía que se sintiera patético—. Las llevaré.
Sacó su billetera, pagó y antes de correr hacia la salida, realizó una reverencia en la dirección de la mujer que ahora cubría la zona de sus labios con una mano para reírse en silencio.
—Muchas gracias por la explicación, adiós —farfulló y apresuró el paso.
Sostuvo fuerte la bolsa que contenía ambas pruebas y trotó para cruzar el camino que lo separaba del restaurante. Carcomido por los nervios, ignoró el hecho de que su hermana y los mejores amigos de Jimin también estaban expectantes de sus movimientos a su alrededor. Aunque había pasado mucho tiempo y ya no podía asegurar que Chaerin también se encontraba allí con ellos en el lugar, más no permitió que nada ocupara su mente desordenada y se escabulló hacia los baños donde encontró a su omega viéndose al espejo, manifestando con su propio rostro que se sentía igual que él.
Se acercó con cautela, Jimin lo siguió a través del reflejo del espejo y segundos más tarde giró sobre sus propios talones para recibir la bolsa.
—Lamento la tardanza, no sabía cuál era la mejor opción, pero la farmaceútica me ayudó —explicó con una ligera sonrisa, luciendo torpe y adorable frente al otro.
—Seguramente estará burlándose de ti. ¿Podrías decirle a Taehyung que lo necesito aquí? —suplicó ya en un murmullo y su alfa asintió, dándole un último beso en la frente antes de que el pelirrosa se metiera en el cubículo y él mismo saliera del baño en dirección hacia la mesa de sus invitados.
— ¡Finalmente apareces! ¿Qué ocurrió con mi mejor amigo? ¿Está bien? ¿Dónde lo abandonaste? —Taehyung lo atacó con preguntas sin permitirle acercarse por completo a la mesa—. ¡Dime qué le hiciste!
«Un bebé, para ser exactos» Quiso responder para tomarlo repentinamente por sorpresa, pero se abstuvo porque sabía que su omega se lo diría por cuenta propia, inclusive estaba en condiciones de asegurar que el mismo Taehyung se enteraría al ver las pruebas que Jimin quizás no se atrevería a revisar al sentirse invadido por el miedo.
—Jimin te necesita. Está... Está en el baño, él quiere hablar contigo —indicó y se sentó junto a los demás por unos cuantos minutos.
Taehyung condujo rápidamente hacia los baños del restaurante y durante el corto camino se sintió agradecido de notar que no había una multitud de personas esperando su turno o eso conllevaría a que su mejor amigo se alterara aún más.
Ingresó al baño, llamando desesperadamente a su mejor amigo hasta que...
Lo vio salir de un cubículo sin mirar a nadie más que a dos objetos que posaban en sus manos y que, prontamente, los apoyó uno junto al otro sobre la mesa de marmol.
Taehyung lo tocó; su piel estaba fría, pero perlada bajo las luces de aquella habitación.
—No me he atrevido a revisar los resultados. Quiero que lo hagas por mí, tal como lo prometimos —Le pidió con la garganta seca, las manos temblando y el semblante que expresaba terror mezclado con intranquilidad. Señaló al lado del lavamanos y expuso su verdad frente a su mejor amigo, quien no dudó en apoyar sus palmas sobre el mármol para leer los resultados.
Eran pruebas de embarazo.
«Min jodidas Yoongi, maldito popular desgra-...» Contuvo su propio pensamiento, casi no se atrevía a comprender, pero la curiosidad y la anticipación se apoderaron de Taehyung y fijó su mirada en las pruebas que habían desvelado una primera raya.
Clavó sus ojos en el inquieto omega a su costado derecho, quien se negaba de manera rotunda a ver ambas pruebas. Exhaló fuerte y bajó su mirada hacia los objetos sobre la mesada, observando cómo aparecía una segunda línea, una señal que le cambiaría la vida a Jimin y Yoongi, una señal que lo dejó boquiabierto e inmóvil sobre su propio lugar. La habitación pareció llenarse de un silencio expectante.
No pudo emitir sonidos por varios minutos que impacientaba a Jimin, por lo que comenzó a hablar.
— ¿Qué dice?
Al ver que Taehyung estaba quizás conmocionado, tomó cartas en el asunto y sostuvo ambas pruebas y se quedó allí experimentando la primera ola de emociones mientras que, a su vez, trataba de procesar la realidad de lo que estaba viviendo y que tanto le aterró pensar.
“Positivo. Embarazo de dos a tres semanas.”
En el momento que Taehyung fue capaz de salir de ese episodio de estupefacción, Jimin aún se encontraba allí sin saber qué decir con las manos sujetas a las pruebas positivas. Su mejor amigo inesperadamente se lanzó hacia su cuerpo y festejó, colmando ese baño con una alegría palpable, pasó a convertirse en un santuario de emociones, y se obligó a sí mismo a contener sus gritos de emoción para no llamar demasiado la atención.
Al separarse, Jimin continuaba igual, pero a diferencia de momentos atrás, lucía más atento a su realidad.
— ¡Vas a tener un bebé! ¡Voy a ser tío! —Celebró inundado de alegría.
Yoongi dio un paso silencioso tras oír las declaraciones, ninguno de los dos supo exactamente en qué momento ingresó. Sin embargo, Taehyung no preguntó nada, a sabiendas de que ahora era el turno de ese alfa para asimilar la situación, la realidad de que se convertirían en padres, y era algo íntimo que el pelirrojo se atrevió a presenciar apartado de la pareja.
Jimin prestó atención a cada movimiento de su novio, desde sus pasos hasta las evidencias que descansaban ahora sobre el mármol y luego cuando las sostuvo con cuidado, los ojos de él se iluminaron con el entendimiento de que estaban a punto de convertirse en padres, que era una realidad que les tocaría enfrentar y disfrutar, pero a su vez abrumado por la responsabilidad y la incertidumbre que le generó la noticia.
Con fuerza, incrédulos aún, se sumergieron en los ojos del otro.
— ¿Jimin? —interrumpió Taehyung—. Dios mío, esto debió ser mucho para ti.
Ninguno lo escuchó porque al mismo tiempo su lazo se inundó de emociones dulces, enviando todo su amor y gratitud hacia el otro.
— ¿Uh? —Volvió a observar las pruebas—. ¿Uh? —Por alguna razón continuaba sin poder creerlo—. ¿Uh? —Esta vez su mirada buscó a Jimin, cuyo cuerpo se movió y asintió.
Son positivas, mi alfa... Tendremos un bebé.
—Mierda —maldijo apenas y Jimin observó su estado, su palidez, más sudor esparcido en su cuerpo—, me sudan las manos —agregó, mareándose al dar un paso.
—Mierda, ¿te vas a desmayar, idiota? —preguntó con anticipación, preparado para sostenerlo.
—Sí.
Ante la confirmación, Taehyung también se acercó y ambos atraparon a tiempo al pesado alfa desmayado.
Ruido. Olfateó alcohol etílico. Sonido de máquinas que conocía muy bien.
— ¿Qué hago aquí? —murmuró un poco atontado mientras se recuperaba y se sentaba sobre la camilla.
Alguien volteó. Yoongi volvió a olfatear, reconociendo los aromas que le pertenecían.
Lee Eunhyuk.
— ¡Aleluya! ¿Cómo te sientes? —Sonó con sarcasmo.
—Estoy bien. —respondió, masajeando su cuello.
—No me han dejado largarme de aquí gracias a ti, así que, vete —Le ordenó con hostilidad, y siendo sinceros ya no le podía afectar si su mente se encontraba ocupada pensando en Jimin y su bebé, tan pequeño como una aceituna.
—No, no lo creo —Negó con terquedad, entendiendo que si no daba el primer paso en ese preciso instante, la posibilidad de una reconciliación sería imposible a esas alturas—. ¿Has sabido de Hyunjin?
—Está conmigo.
—Dile que quiero su trasero aquí en diez minutos.
La orden no cayó bien para el otro alfa.
—¿Enloqueciste? Sal de aquí o voy a golpearte —amenazó entre dientes.
—No me importa —Se mantuvo firme e hizo lucir la dureza de su voz para que Eunhyuk lo tomara en serio—. Por favor, tenemos que resolver esto.
— ¿Tienes la fantasía tonta de que existe una solución para esto? —Eunhyuk respondió, chasqueando la lengua para luego mirar hacia otra parte con sus brazos cruzados.
—Debe haberla, estoy seguro. Voy a llamar a Hoseok para reunirnos en donde sea que ustedes decidan, porque ya he tolerado esta situación lamentable durante varios días como para continuar quedándome de brazos cruzados. Necesito que lo resolvamos.
—Yo no lo creo, pero ya que insistes. Reunámonos en el parque de siempre.
Donde precisamente los cuatro se habían conocido. Yoongi estuvo de acuerdo y se levantó de la cama, ingresando a su conversación con Hoseok a la par que se alejaba hacia la salida.
Min Yoongi.
Reunión de los cuatro.
En el parque de siempre, ahora.
23:43 PM.
Hope-Hoseok.
Ok.
23:43 PM.
Hace un año exactamente estábamos celebrando por las calles el triunfo de Argentina en el mundial donde no paramos de sufrir, llorar, reír, como tanto acostumbramos.
Feliz aniversario para este hermoso país con la gloria eterna 🇦🇷
Ahora... ¡BEBÉ A BORDO!
Leí que en Corea es frecuente que a los bebés les llamen por un apodo, así que, les informo que el apodo de este bebé ya está listo pero lo conocerán en el próximo capítulo.
Espero que tengan una excelente semana, se les quiere <3
ALEX 🤍
PD: Para quienes les interese, estoy escribiendo una nueva historia sobre la monarquía, es YoonTae/Taegi.
Nombre: i promise, love.
La encuentran en mi perfil.
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