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54

Cuando estamos en una multitud riendo a carcajadas y nadie sabe por qué.

Cuando estamos perdidos en un club, emborrachándonos, y me das esa sonrisa.

Porque todas las pequeñas cosas que haces, son lo que me recuerda por qué me enamoré de ti.

—Those eyes - New West.

Oí el rumor de que Min Jihyun es una bruja insensible, pero lo intenta y eso es jodidamente válido.”

Lo lamento.” Le repitió una vez más con pena.

Yacían en lugares diferentes de la habitación de Yoongi, mientras esperaban que el señor Min les avisara que la omega había despertado del desmayo repentino que la atacó por tanta información importante y repentina que le fue otorgada por su hijo.

Jimin llevaba sentado con los brazos cruzados en el puff frente a la amplia vista que la ventana le ofrecía, estando de espaldas a su pareja y disfrutando de contar las estrellas una por una.

No volteó a verlo, pero exhaló.

Yoongi, ya me has dicho eso unas veinte veces.

Pero, lo lamento. No tenía en mente que mi madre acabara en el suelo como en las telenovelas.”

Bastó para hacerlo reír y que apartara la vista de la noche despejada para depositar su atención en el cuerpo de su alfa que se había desparramado por toda la cama, y quien también se reía a la par que su omega porque... ¿Qué más podía hacer si se encontraba incluso más nervioso que el propio Jimin? Su madre era un dolor de cabeza, siempre lo había sido, y no tenía paz pensando en el desastre que podría generarse una vez que ella despertara y tuviera tiempo para procesar todo lo que absurdamente le comentó.

¿Qué reacción natural esperabas después de todo lo que les comentaste sobre nosotros? Rechistó. El pelimenta se levantó de su cama para buscar al omega y sentarse sobre el suelo, con las piernas cruzadas y las manos sobre su regazo, y Jimin tuvo un impulso casi inmediato de querer tomarle fotografías a esa adorable imagen. Mi estado no es verídico aún, ¿por qué carajo se lo dijiste? Dios mío, ahora creerá que estoy aprovechándome de toda tu familia.

Comenzaba a sobrepensar y no le escondía su miedo a Yoongi sobre no ser aceptado en la familia Min; quería que estuviera al tanto por los dichos de su boca y por medio del lazo.

—Todo se salió de control —le dijo esta vez, sabiendo lo inutil que sería ofrecer unas palabras de aliento cuando se encontraban igual de aterrados en la incertidumbre que significaba no poder obtener una respuesta de la omega por el momento.

—Lo sé. ¿Qué piensas que dirá cuando despierte? —preguntó para que el aura extraña entre los dos se esfumara de una vez por todas.

—No se me ocurre nada —Sus ojos se encontraron con los marrón claro del omega, cuyos pómulos se marcaron en una sonrisa tímida—. ¿Qué?

—Tú y tu madre duermen en la misma posición, de costado y con las manos entre sus muslos —expresó sorprendido, recordando lo que fue ver al señor Min cargar en brazos a su esposa para dejarla descansar sobre el sofá de la sala—. Noté que físicamente te pareces mucho a ella, pero con los ojos del señor Min —destacó sonriendo, apartando la mirada hacia la ventana otra vez. Yoongi imitó su posición.

—Supongo que gracias por el halago, Wandita.

Dos golpes dados en la puerta de madera se escucharon segundos después, Yoongi y Jimin se dedicaron una mirada y este último tragó saliva mientras se levantaba junto a su pareja.

—Pasa —indicó, entrelazando de sopetón sus manos para brindarse seguridad.

El señor Min abrió la puerta lentamente y sólo dijo:

—Tu madre acaba de despertar y Chaerin llegó hace un momento. ¿Podríamos reunirnos en el estudio? Queremos hablar seriamente con ambos —espetó con firmeza, y tanta seriedad atemorizó a Jimin.

«Esto no es una buena señal.» Pensó instantáneamente el menor, siguiendo a su novio sin romper su contacto e ingresó primero al estudio.

Dentro los esperaban los papás de Yoongi; la señora Min sentada detrás del escritorio portando la elegancia y autoridad que la ha caracterizado desde siempre, como si no se hubiera desmayado tiempo atrás; el señor Min, por otro lado, se encontraba de pie levemente detrás de su esposa con la mano izquierda descansando sobre el respaldo de la silla.

Jimin no había visto jamás una pareja tan... vigorosa y sólida como ellos. Estaba claro que la última palabra la tenía la madre del alfa, quien no le quitaba los ojos de encima mientras Yoongi y él se acercaban.

Chaerin no estaba con ellos, pero la notó de reojo rondando por la sala de estar y le devolvió un poco la calma porque, si las cosas se fueran a acalorar, ella con esa naturaleza particular que le conocía no dudaría en entrometerse para ayudarlos y defenderlos.

—Iremos al grano, pero primeramente voy a disculparme por lo ocurrido. Fue muy... sorpresivo —apartó los ojos de la pareja, realizó una pausa y Jimin sintió un fuerte apretón en la mano por parte del alfa puro—. Bueno... no sé qué pensar sobre esta relación tan repentina, Yoongi.

Ante el llamado, el lobo del alfa encrespó su lomo y comenzó a adueñarse de las acciones del cuerpo de Yoongi. Se mantuvo expectante, a la defensiva de cualquier acción o palabra que pudiera hacerle daño a Jimin, a su omega que lucía indefenso a su lado gracias a la intimidación de su madre.

— ¿Qué tratas de decir?

— ¿Cómo es posible que hayas comenzado una relación, que ya lo has marcado, y algo mucho peor, no te hayas cuidado mientras lo hacías? —reprochó frustrada—. Eres un irresponsable. Son unos irresponsables —se corrigió segundos más tarde, Jimin la observó y su mano libre cubrió una parte de su vientre—. Debieron pensar seriamente todo esto antes, no han acabado la universidad y no sé qué tan estables serán sus futuros como profesionales teniendo un bebé ahora.

— ¿Eso es lo que te preocupa? —cuestionó alzando la voz por acto de su lobo y la señora Min se colocó de pie y formó un puño con su mano para dar un golpe sobre el escritorio, haciendo que un bolígrafo rebotara y Jimin se exaltara.

— ¡No me importa con quien te acuestes, lo que me importa es la decisión inconsciente que has tomado, Yoongi! —elevó la voz.

Jimin experimentó otro fuerte apretón en su mano acompañado de una oleada de sentimientos muy negativos que claramente eran de su alfa. Él estaba incómodo, asustado por lo mal que ambos eran tratados, y con un lobo arrinconado pero observando al frente.

—Lo hice consciente, aunque ni siquiera eso estaba previsto; lo hice porque yo lo amo y él a mí. Cualquiera diría que es un acto de amor que entenderías porque papá y tú lo comparten, pero por supuesto que no es así. Y no voy a consentir que catalogues a mi pareja como alguien más con quien me acuesto, porque le faltas el respeto y él no está aquí para tolerar tu irremediable carácter denigrando su persona.

—Esto no está funcionando —lamentó el señor Min—. Jihyun, dijiste que tomarías la situación con calma.

—No es mi culpa que tu hijo no sea capaz de tomar decisiones sensatas con veintitrés años —farfulló la mujer, imitando las respiraciones pausadas de su esposo para poder relajarse.

—Estoy aburrido de esto. Jimin, vámonos —indicó el pelimenta, arrastrando consigo al omega.

Sin embargo, sólo logró avanzar un par de pasos debido a la fuerza que impuso Jimin para detenerlo.

“¿Qué estás haciendo?”, le cuestionó a través del lazo, regresando hacia él.

Créeme que esta conversación no ha terminado, y lo único que necesito de ti es que seas paciente y que no abras la boca porque es mi turno. No quiero que me defiendas, yo puedo con ella.

—Señora Min, señor Min, me gustaría escuchar qué opinan de que su hijo y yo estemos saliendo formalmente.

——Pienso que está bien, eres un joven agradable —halagó el padre del pelimenta con una sonrisa ligera.

—Es un escándalo —masculló la omega.

— ¿Por qué dice eso? —quiso saber. Lo único que le quedaba era fingir una voz dulce que jamás utilizaría a menos que estuviera en una cita con Yoongi y quisiera que él le cumpliera algún antojo cuando la comida se le cruzaba por el camino.

—Seré franca y te lo diré: No estás a la altura de mi hijo.

—En eso está en lo cierto —concordó y abrazó al alfa, Jihyun alzó ambas cejas—, Yoongi hyung es más alto que yo por ser basquetbolista; yo soy un simple bailarín contemporáneo.

—Oh. No me has entendido mi punto.

— ¿Cómo podría alguien entender el punto de vista de una madre que prefiere que su hijo sea infeliz? —ladeó el rostro—. Veo que le gusta ir al grano y ser franca con sus palabras, a mi igual, así que déjeme decirle algo: Yo no voy a separarme de su hijo sólo porque usted no está de acuerdo con nuestra relación —tragó saliva, rogando que la valentía no se le fuera de las manos mientras esta vez él se ocupaba de defender su relación con el alfa puro—. Amo a Yoongi con cada partícula de mi ser, y aunque le cueste creerlo, eso fue difícil de aceptar al principio porque no nos simpatizábamos, y debido a algunos acontecimientos tuvimos problemas a lo largo de esta relación que llevamos, pero intentamos ser mejores cada día.

»Por lo tanto, le voy a pedir que respete las decisiones sensatas de su hijo —replicó con una sonrisa pequeña que nació de un costado en la comisura de su labio—, y ojalá algún día pueda ceder su orgullo para conocerme y conocer la relación de su hijo para que compruebe que nunca se lo ha tomado a la ligera. Él ha sido un alfa muy a la antigua todo este tiempo, su tiempo de cortejo fue muy bonito y tan divertido porque incluso me obsequió esto —señaló con orgullo la zona de su pecho donde el dije de ambos búhos descansaba.

—E-eso... —se quedó sin habla, reconociendo tal joyería que el omega presumía feliz, y sus ojos cayeron sobre los de Yoongi sin tener idea de cómo sentirse—. Lo tenía en mi caja fuerte, ¿cómo lograste descifrar el código?

—Por Chaerin.

Al obtener su respuesta, su largo cabello negro cayó hacia adelante junto con su frente. Luego sus manos desplazaron hacia atrás su melena y cerró los ojos, comenzando a sentir jaqueca por diversas circunstancias que habían surgido además de repentino enlazo de su hijo menor.

—Necesito estar a solas con mi hijo —espetó firme y condujo ella misma hacia Yoongi para tomarlo de la muñeca y llevárselo.

Yoongi la siguió en silencio, dejándose guiar por su madre a donde fuera, pero con el fin de poder darle un final a esa conversación que se había extendido más de lo que imaginó.

Salieron hacia afuera sin premeditar las bajas temperaturas de la noche otoñal, aún así, continuaron caminando hacia los vehículos de la familia y se encerraron en el auto de Jihyun; ella en el piloto, él en el copiloto, y no supieron cómo iniciar la conversación por varios minutos, en los cuales le prestaron atención a diferentes cosas.

—Ese collar de cortejo ha estado en nuestra familia por décadas.

—Ya lo sé. Y como conozco su historia, pensé que era el momento perfecto para que Jimin lo tuviera con él —explicó cautelosamente, esperando una nueva reprimenda que jamás salió de la boca de su madre.

— ¿Cómo fue que... se enamoraron? —indagó con las emociones explotadas, recibiendo apoyo de su esposo a través de su lazo. Definitivamente, algo dio un giro para ella tras saber que Yoongi le entregó a Jimin esa reliquia familiar que significaba tanto y que era tan importante—. No puedo creerlo. Llevo muchos años esforzándome para que las jovencitas que escogía para las citas a ciegas cumplieran con tu tipo ideal, y luego... traes a alguien que es completamente diferente a ti.

—Fue una señal tras otra. No comenzamos de manera apropiada, no teníamos ni una chispa por el otro porque había derramado todo su desayuno y él me detestaba por eso, aunque no suene para nada racional —contó entre risas castas—. Debido a muchos eventos y coincidencias, fuimos conociéndonos y nuestras perspectivas sobre el otro comenzaron a cambiar. Desde entonces ha querido estar cerca de Jimin, yo provocaba nuestras peleas porque él pierde los estribos muy rápido —soltó una nueva risa que Jihyun respondió con una sonrisa conmovida—, y eso es algo que aún me gusta hacer porque, al final del día, nos reímos mucho.

»Un día decidimos ir a la playa, pasaron demasiadas cosas que me sirvieron para darme cuenta de que mis sentimientos habían cambiado, incluso los suyos. Pasamos mucho tiempo juntos después de eso. Decidí cortejarlo y... Tenías que verlo, mamá. Jimin daba saltos de felicidad muy tiernos mientras veía detenidamente el dije. Como era muy antiguo, pensé que no sería de su agrado, pero siempre me demuestra lo agradecido que está de tenerlo consigo.

No había lugar para seguir escondiendo y pasando por alto las cosas que le sucedían a su hijo menor, la manera en la que se expresaba del pelirrosa; y cómo le vislumbraban las pupilas cada vez que parecía recordar cada etapa que tuvo junto a él antes de oficializar su relación; cómo también nombraba pequeños detalles, cosas, momentos, que hicieron que lentamente fuera enamorándose y cayendo a los pies del omega.

Jihyun no podía batallar contra eso, ni separarlos ni buscar la manera de acabar con lo que ella denominaba “el peor de los desastres cometidos por Min Yoongi”. Tampoco podía juzgar una vida, ni una relación que iba realmente por un buen camino y que le hacía bien a su hijo.

Siempre fue consciente de sus equivocaciones como madre y esposa, pero vivió ciegamente creyendo que la educación y una buena crianza era lo mejor para Chaerin y Yoongi, quienes hasta ese momento, le hicieron saber que el amor de sus padres faltó durante todas sus vidas, así como el verdadero interés, el apoyo y el entendimiento fueron fundamentales y nunca pudieron tenerlo. Todas esas eran verdades que ya conocía y que pasaba por alto para sentirse menos culpable.

Con el pasar del tiempo, ella no tuvo ningún cambio físico o mental, en cambio, su esposo comenzó a acercarse a su familia, a preguntar sobre sus hijos a pesar de recibir miradas extrañas por su cambio de comportamiento y repentina atención a las actividades de ambos. Por lo que, tras abrir los ojos y seguir el consejo de su alfa sobre comenzar a desacelerar el ritmo que acostumbraba a tener debido a los negocios familiares, Jihyun tomó una decisión difícil e importante.

Y quizás ya era tarde, el tiempo seguiría su curso manteniendo las heridas emocionales que tanto ella como su esposo les habían provocado a sus hijos. Sin embargo, nunca sería tarde para intentar mejorar por ellos, por ella, por la relación basada en confianza, afecto y bondad que anhelaba tener con Chaerin y Yoongi.

—Está bien —le dijo, girando un poco su cuerpo para poder ver al pelimenta.

— ¿Qué? —este la miró de reojo.

Nunca se caracterizó por sus palabras sentimentales, jamás ha sabido esforzarse por disculparse o admitir lo que fuera. Y le costó tanto mantener la mirada sobre Yoongi.

—Hablo de tu relación con él —aclaró, recibiendo de inmediato la atención de su hijo menor—. Después de escucharlos, he tenido muchos recuerdos de mi juventud con tu padre. Yoongi, hijo, quiero hacer el intento de mejorar. Voy a ser una mejor madre para ustedes, aunque ya me parezca muy tarde, pero lo haré porque no necesito que Chaerin vuelva a decirme “bruja insensible”, y también porque... —exhaló, lamiéndose los labios antes de poder continuar—. Quiero experimentar cómo se siente volver del trabajo y ser recibida con tanto cariño por mis hijos. Sé que no será fácil lograrlo, pero estoy dispuesta a ceder y cambiar. ¿Qué dices, Yoongi-ah?

—Tengo el contacto de un excelente terapeuta.

—Eso suena bien —expresó y sus manos se entrelazaron.

Se dedicaron sonrisas como no ocurría desde que Yoongi era un niño.

Dentro de la casa, observando desde el gran ventanal de la sala de estar, fueron los únicos testigos de un acto impresionante que los dejó boquiabiertos...

Jihyun y Yoongi salieron juntos del auto y se dieron un fuerte abrazo, poniendo en evidencia lo alto que era el alfa puro y lo pequeña que quedaba su madre mientras le abrazaba el torso.

—Papá, tengo veintiocho años y nunca he visto a mi madre de esa manera —le dijo Chaerin con la boca abierta y totalmente perpleja.

—Lo sé, pero lo está intentando. Le dije que lo hiciera, que teníamos que mejorar para poder recuperar a nuestros hijos.

—Qué conmovedor, lo digo en serio —expresó la pelirrubia, acercándose a su padre y abalanzándose hacia sus brazos como cuando era niña. Tras eso, Jimin y ella se vieron a los ojos—. Ah... Bienvenido a esta extraña familia, Jiminnie.

Lo hiciste bien.

Lo hicimos, Wandita.”

Siento que todos acaban de dar un paso muy importante. Un poco de paz mental!

Espero que disfruten del capítulo ❤️‍🩹

Ella es Jihyun.

ALEX 🤍

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