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“Oí el rumor de que los verdaderos hechos han salido a la luz.”
(Aclaración: por única vez se utilizará este formato para los chats entre los personajes.)
Cosmo F4 🐍
Jiminnie...
¿Todavía debes asistir a alguna clase?
18:22 PM.
Park Jimin.
Debería, pero me he agotado mentalmente, así que no iré.
¿Por qué preguntas?
18:23 PM.
Cosmo F4 🐍
Ven al estacionamiento y te lo explicaré.
Tengo información sobre el accidente que puede interesarte.
18:23 PM.
Park Jimin.
De acuerdo, pero recíbeme con una caja de donas.
Tengo antojo, Yoongi.
18:24 PM.
Cosmo F4 🐍
¿Antojos? ¿Vamos a ser papás?
Llamémoslo pollito.
18:24 PM.
Park Jimin.
Tú sólo dices locuras.
¿Y por qué llamaríamos a nuestro hijo de esa manera?
18:25 PM.
Cosmo F4 🐍
Porque un pollito es tierno, chiquito y bonito como tú, y tengo fe de que nuestro hijo será exactamente igual a ti.
18:25 PM.
Park Jimin.
Cállate, Yoongi.
Eso lo discutiremos más tarde.
18:26 PM.
— ¡Recuerden que deberán enviarme su lista de invitados por correo cuatro días antes del evento! —Su maestro elevó la voz para todos aquellos que ya habían comenzado a salir por la puerta del gran salón de baile.
Tras un ligero asentimiento con la cabeza, Jimin se largó y subió el cierre de su sudadera deportiva hasta que su cuello fue cubierto. No había podido conseguir mucha ropa del departamento, por lo que estaba congelándose al caminar.
Avanzó por los extensos pasillos y se mantuvo pensativo mientras caminaba con una urgencia de saber qué era lo que el alfa debía enseñarle y que tenía relación con aquel accidente que provocó un desequilibrio casi lamentable para su noviazgo. Por el momento, Jimin estaba más que agradecido por no compartir —aún— un lazo con Yoongi, o de lo contrario, tener que experimentar sus sentimientos y luchar con los del pelimenta colándose a su cuerpo cuando estaba decidido a terminar con él, habría sido una tortura que no era capaz de imaginar, y tampoco era lo suficientemente valiente para lidiar con ello.
Un lazo y todo lo que conllevaba portarlo era aterrador.
Oyó un sonido cerca, estaba cruzando la puerta que tenía enfrente para poder acceder al estacionamiento. Solía ser un lugar en el que siempre había personas, y esta vez, la situación pareció cambiar.
Cuando la abrió con lentitud tras identificarse como estudiante con el guardia que custodiaba aquellos autos y camionetas lujosas, se encontró con una imagen espectacular de Yoongi sonriéndole con el brazo extendido en su dirección mientras sostenía una pequeña flor de cerezo, pero, de manera imprevista, lo vio resbalar y en el suelo para luego contemplar su timidez momentánea al mismo tiempo que sobaba su trasero, entretanto se quejaba soltando maldiciones al aire.
La escena le provocó gracia y carcajeó con ganas por ese motivo.
Aunque...
—Que bueno es escucharte reír. ¿Puedo deleitarme con tu risa otra vez? —Por un instante pensó que estaba coqueteando con intención de molestarlo, sin embargo, el rostro de su novio parecía relajado sin perder las ligeras marcas alrededor de sus labios que anunciaba lo contento que estaba de verlo.
—Cállate —le dijo con un sonrojo en sus pómulos—. No pierdes tu gracia ni en los momentos complicados.
—No es un momento complicado —contradijo y avanzó hacia él con la flor de cerezo orgullosamente impecable entre sus dedos—. Mmh... —ronroneó mientras continuaba acortando la distancia que lo separaba de su omega—. ¿Sabes que pronto serás fiscal? Uno muy reconocido, por supuesto —le cuestionó de repente, apartándole un mechón de cabello teñido de color rosa con su mano libre para que no molestara el ojo izquierdo del menor y a su vez obtuvo una respuesta afirmativa—. Lo sabes... —Yoongi asintió y lamió sus propios labios—. ¿Y nunca se te pasó por la mente investigar sobre el accidente?
Jimin abrió y cerró sus labios, buscando una respuesta. Finalmente negó con un movimiento de cabeza.
—Te diré algo: No soy de esas personas que se quedan de brazos cruzados ante alguna situación que crea injusta. Por lo que decidí tomarme la molestia de averiguar cuánto pude del accidente de mis papás... y los tuyos —añadió con una mueca—. Quiero que me acompañes a un lugar. ¡Oh! —exclamó—. Casi olvido entregarte esto —sonrió y tomó la mano de Jimin, abrió su palma y depositó la flor de cerezo.
El menor abrió los ojos tan grande que Yoongi tuvo que esforzarse para contener su risa. Luego vino un sonrojo más fuerte que el que ya portaba; hubo una sutil mirada y un beso en la mejilla pálida del alfa que sonrió todavía más.
Jimin cogió su bolso y guardó con mucho cuidado la pequeña flor, adentrándose al auto de su novio en el asiento del copiloto cuando él le indicó que lo hiciera.
Mientras Yoongi salía del estacionamiento, Jimin conectó su teléfono al reproductor digital del auto y colocó un par de canciones que disfrutó junto a su pareja en el viaje. En un momento dado, el menor desconectó su teléfono a petición del alfa porque necesitaba enseñarle una canción.
—Somebody does love, but i'm thinking 'bout you~ —cantó con una melodiosa voz el omega y dejó a la canción finalizar tras haberle prestado atención a la letra compuesta por el pelimenta, y sonrió cuando sus miradas se encontraron—. Ellos tenían razón, es una canción genial. Me gustan tus vocales.
—Gracias —dijo entre risitas debido al bochorno—. Debo presentarla como un proyecto esta semana, le he hecho los últimos arreglos para que tú puedas escuchar una versión más limpia.
—Es increíble, quiero que luego me la envíes —Yoongi asintió y centró su atención en el camino.
Llevaba conduciendo una hora y media, sin embargo, estaba lejos de quejarse por ello. Aunque no le gustara la idea de conducir su propio auto, ya que prefería con todas sus fuerzas que el viento chocara contra su cara y que despeinara sus cabellos para que aquella sensación de libertad incrementara en su cuerpo, él estaba emocionado de viajar con su Wandita Daegu y la casa de sus abuelos, la cual siempre ha apreciado por cada uno de los recuerdos de su infancia allí.
Pasados unos treinta minutos aproximadamente, Yoongi estacionó el auto frente a la residencia de sus abuelos. Y cuando ambos bajaron, el mayor procuró tener las llaves y se posicionó a un lado del omega. Entrelazó su mano con la ajena y carraspeó para obtener su mirada y atención.
— ¿Qué te parece?
— ¿La puerta? —Jimin frunció sus cejas mientras observaba la enorme puerta de hierro pintada de un color azul marino que podía distinguirse gracias a las luces que rodeaban el lugar.
—No, el vecindario —señaló con su mano libre los alrededores y Jimin comprendió.
Era un vecindario demasiado antiguo y las casas llevaban un estilo arquitectónico tradicional que no era común en una enorme y moderna ciudad como lo era Seúl, a menos que te atrevieras a visitar los barrios más antiguos que existían y de esos quedaban muy pocos. Tampoco había ruido, por lo que supuso que eran residencias que habitaban la gente anciana. Y algo que se notaba era el estilo minimalista, la madera marrón brillante y...
—Oh —abrió su boca—. Demasiado tradicional para mi gusto —bromeó y lo miró con ojos llenos de curiosidad—. ¿Dónde estamos?
—En Daegu, esta es la casa de mis abuelos, Jimin —anunció, dejando estupefacto al susodicho.
— ¿Y qué hacemos aquí? —indagó, harto de tanto misterio—. ¿Esto qué tiene que ver con el accidente?
—Calma —rio el pelimenta—, en la oficina de mi abuelo se encuentra la respuesta que Namjoon ha estado necesitando durante años.
Después de inspeccionar el diseño en el interior del hogar de los abuelos Min como la arquitectura de madera, el suelo brillante y pulido, los cuadros familiares que incluían a su alfa con apenas cinco años de edad y una más donde apenas tenía unos meses de vida y poseía unas mejillas infladas muy tiernas para el menor. También destacó lo inmensa que era la casa por dentro; contaba con una cantidad inexacta de habitaciones y fue evidente para él identificar cuál de ellas le pertenecía a su novio.
Era tan oscura que no podía excusarse con decirle sencillamente que se trataba de un estilo minimalista. Los colores negros, grises y blancos estaban repartidos por la habitación de tamaño mediano. Jimin podía apostar que Yoongi era el nieto favorito de sus abuelos, o de lo contrario, nadie en su sano juicio le permitiría a su idiota arruinar aquel diseño tradicional.
Sin embargo, Chaerin no se quedaba atrás. Su habitación estaba colmada de muñecas y portaba un diseño muy excéntrico con discos de vinilo, un mueble sostenía dos bolas de disco que resplandecían al ser alcanzadas por la luz, y hubo un detalle que lo hizo reír y derretirse de ternura: se trataba de un cuadro de gran tamaño que poseía una fotografía de la familia Min, pero la particularidad eran los dibujos extraños que todos los adultos portaban, a excepción de los abuelos Min y de Yoongi, quien era un bebé de aproximadamente un año con piernas y mejillas igual de rechonchas y era sostenido por una Chaerin de siete u ocho años que no traía buena cara. Aún así, en esa zona de la imagen donde estaban ambos hermanos, había una nota:
“No tengo idea en lo que se convertirá, pero procuraré su vida y sus deseos.
PD, año 2011: Lo logramos, pequeña yo. Tiene 18, es hormonal, y lo odiamos (sólo en algunas ocasiones, para no perder la costumbre).”
—Ven —interrumpió su novio, arrastrándolo por un extenso pasillo que condujo a un enorme estudio igual de tradicional que el resto del hogar, pero era el único lugar que sí tenía asientos reales y no aquellas almohadas sobre el suelo.
Al ingresar, Yoongi lo liberó de su agarre y comenzó una intensa búsqueda de la carpeta que contenía la información que necesitaba que Jimin conociera. Su hermana le había indicado que era una carpeta mediana con muchas hojas, algunos sobres marrones y estaba envuelta en el polvo que se fue acumulando con el pasar de las décadas en la biblioteca de su abuelo.
—Yoongi, ¿quieres que...?
— ¡Aquí está! —anunció con una sonrisa y sacó la carpeta repleta de polvo de la biblioteca y luego la depositó en el escritorio que tenía enfrente.
Jimin observó con mucho detenimiento la carpeta y antes de que perdiera el control y quisiera husmear lo que había dentro, su alfa le llamó la atención con un carraspeo y fue recibido por una sonrisa emocionada.
—Al menos debería quitarle el polvo, aunque temo que se desintegre —le dijo—. Le hice preguntas a mi abuela respecto a lo sucedido y, según ella y lo que recuerda de todo lo que está escrito aquí es que los culpables fueron tus padres. Hubo pocos testigos y la lectura de las cámaras de seguridad se tardó mucho tiempo en revelar. Al parecer mi familia quiso contactarse con la tuya, pero su única respuesta fue que lo olvidaran.
Jimin parpadeó. No supo cómo reaccionar en ese momento. Vamos, ¿cómo podría siquiera pensar cuando Yoongi le estaba tendiendo una enorme carpeta que contenía toda la información posible sobre el accidente que tanto lo ha atormentado a él y a su hermano? ¿Finalmente podía liberarse de una carga que lo torturaba en sueños todos los días?
—Realmente no sé qué decir —exhaló con fuerza sin apartarle la mirada a pesar de notar que lentamente sus ojos se nublaban debido a las lágrimas de emoción, de nostalgia, de alivio que estaba experimentando en el cuerpo—. ¿Todo está aquí?
—Así es. ¿Estás bien? —le preguntó mientras se acercaba con cautela al omega tras observar que un par de lágrimas se deslizaron en sus mejillas.
Y lo miró a los ojos de una forma diferente al resto de ocasiones en las que lo hizo. Había amor, conmoción, curiosidad, anhelo, felicidad, agradecimiento, alivio y emoción, una combinación explosiva que decoraba los ojos de color miel con tanta intencidad.
En ese momento su único deseo era agilizar su lectura para así poder ahorrarse horas sentado en el sofá del departamento mientras leía los archivos del año que sus padres tuvieron el accidente.
Suspiró y sus manos acariciaron las mejillas del alfa, debilitándose con sus brillantes orbes negros.
—No debiste hacerlo... —sorbió su nariz.
—Pero lo hice. Te traje aquí porque esto te ha atormentado tanto que pensé que lo mejor era conocer la verdad detalle por detalle con la esperanza de que algún día las pesadillas de ese día dejen de existir y puedas dormir sin preocupaciones —murmuró cada oración que su boca formulaba y fue otorgándole caricias suaves al omega en sus caderas por debajo de la sudadera que traía puesta—. Lo que sucedió hoy fue... inaceptable.
—Yoongi...
—Habla conmigo, Jimin, no saques conclusiones a base de lo que el resto diga sobre mí y no te dejes llevar por ellos. Nos pertenecemos; te pertenezco para toda la vida, y esto —señaló el collar de cortejo que le había obsequiado días antes— ha sellado todo. Si dudas, si tienes preguntas, si te sientes inseguro, convérsalo conmigo y lo resolveremos, pero, por favor, no vuelvas a tomar decisiones tan drásticas como la de esta mañana.
Grabó sus palabras y se aseguraría de recordarlas por décadas. Asintió, porque las palabras no le salían.
Y no tuvo idea de dónde nació el impulso de decir la siguiente barbaridad cuando esa mañana había tenido un pensamiento muy contradictorio; seguramente se descuidó y permitió el dominio de su lobo omega sobre su cuerpo, pero sintió tanta vergüenza, intriga, y a su vez una inexplicable euforia cuando las pupilas de su pareja se iluminaron y dilataron, y le enseñó por primera vez un aspecto de sus orbes que únicamente aparecía frente al destinado ya sea del alfa u omega. Era tan único como poco común, y eso podría significar que Yoongi y su alfa estaban de acuerdo.
Yoongi era como un gatito, y le parecía fascinante que sus ojos igualaran el mismo aspecto de los iris de dicho animal aunque de tonalidades verdes.
—Quiero tu marca, en mi próximo calor. Deseo ser completamente tuyo, Yoonie alfa, por siempre.
Si pasé por alto algún error ortografía o de gramática, sepan disculpar, en algún momento libre de la semana podré corregirlo.
Cambiando de tema: #YoongiElNovioPerfecto
¿Qué creen que va a pasar en el siguiente capítulo?
Pista: 🕳️💦 (JAJAJAJAJAJ)
Para las personas que conocen Rojo, blanco, sangre azul:
¿Cuántas veces gritaron “UN APLAUSO PARA ESTA PAREJA QUE ESTÁ ENAMORADA” en las escenas entre Henry y Alex? (Por cierto, estoy realmente hipnotizada con los dos).
Alex en la escena de bar con su “BUENAS NOCHES, CABRÓN” antes de dejar al periodista político: MI GENTE LATINO.
Perdón, demasiada intensidad.
Espero que disfruten del capítulo ( de 2470 palabras aproximadamente)!
ALEX 🤍
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