“Oí el rumor de que nos estás alejando.”

«Algo le está ocurriendo.»

«Ve por él.»

«Nuestro omega nos necesita. Ve.»

Yoongi no podía quitarle los ojos de encima.

La noche había dejado de ser espectacular en el momento en el que la sonrisa de Jimin se desvaneció tras desbloquear su teléfono, y Yoongi necesitaba que dejara de teclear para poder acercarse e indagar sobre el asunto. Fuera lo que fuera, nada le ocasionó más rabia en ese instante que pensar que alguien estaba siendo capaz de hacer llorar a su omega.

Su lobo le insistía que fuera hacia él e hiciera algo al respecto, pero el pelirrosa no paraba de presionar las yemas de sus dedos sobre la pantalla y su nariz roja no era un buen indicio para el mayor.

Estaba desesperado e inquieto.

Sus amigos no se encontraban allí, puesto que decidieron reunirse a hacer karaoke junto a un par de personas más. Sus voces junto a la música de fondo estaban aturdiendo sus oídos; Yoongi quería salir de ese lugar tan pronto como Jimin levantara la vista de su teléfono.

Un par de minutos después, tras superar en fuerza al lobo que pretendía dominar su cuerpo y que finalmente no pudo hacerlo, Yoongi fue capaz de ver con más claridad a su omega. Este levantó la vista luego de haber exhalado con fervor para hacer desaparecer la incomodidad que nació de su pecho mientras discutía por mensajes con su hermano mayor.

Hubo una conexión del ojimiel con los orbes oscuros de su novio, y no hubo necesidad de palabras en ese momento en el que Jimin sentía un nudo en la garganta que no le permitía hablar con la claridad que tenía pensado. Yoongi sintió una ligera pesadez en el cuerpo en cuanto los ojos empapados de lágrimas, las mejillas rojas y los labios rectos fueron más claros para él. De alguna forma inentendible, el dolor de Jimin lo sintió tan propio, aunque ni siquiera tuviera noción de lo que le ocurría.

Bastaba con verlo para darse cuenta de que algo andaba mal y le hirvió la sangre, por algún motivo presentía que Namjoon era el culpable. No era instinto, más bien era lógica. Seojoon había desaparecido desde hacía meses, Taehyung lo adoraba y Yoongi siempre tuvo la impresión de que el pelirrojo era el humano más tierno y comprensivo que podía existir; tampoco podía tratarse de Jungkook, porque… Jeon era Jeon, jamás se atrevería a hacerle daño a alguna persona. Y no conocía a nadie más que aquellas personas que rodeaban el entorno de su Wandita.

Jimin se abrazó a sí mismo y Yoongi agarró las llaves de su auto, las guardó en su bolsillo delantero, se acercó a su novio y le tendió la mano. Cuando se unieron bajo aquel contacto pequeño pero satisfactorio para el menor, ambos salieron deprisa del bar para poder hablar y escucharse perfectamente sin la música interrumpiéndolos.

Ninguno abrió la boca para nada durante el corto trayecto al estacionamiento del club en el que estaban; Jimin se encontraba muy angustiado y sus feromonas, que rondaban alrededor, descolocaron al alfa puro aún más.

Todo estaba saliéndose de control, así lo pensaba el omega en aquel momento. Que Yoongi lo estuviera observando con sus ojos cargados de preocupación mientras con sus pulgares le otorgaba caricias, no estaba ayudándole porque lo único que pensaba al tenerlo cerca era en las palabras de su hermano mayor.

“Aléjate de él.” ¿Cómo se atrevió a demandar semejante estupidez? Su hermano había enloquecido y realmente le preocupaba que al llegar al departamento, sin importar lo que Jimin quisiera u opinara, Namjoon le gritaría y formaría una nueva e innecesaria discusión.

Pero no sabía qué hacer con la información dada. Su cabeza daba vueltas sobre el día del accidente, y las piezas coincidían con los fragmentos borrosos que se formaban en sus sueños respecto a aquel acontecimiento desastroso. Ahora comprendía la aparición de un segundo auto a pocos metros del auto de sus padres.

Siempre se había tratado de los señores Min. Sintió alivio por haber identificado al fin las presencias desconocidas que se mostraban en sus sueños con los rostros borrosos y los cuerpos heridos producto del fuerte impacto.

A pesar de eso, Jimin entendía que todo lo que Namjoon le había dicho sobre Yoongi era una completa mentira.

Su alfa no era un bastardo, y poco le interesaba que los señores Min se hubieran visto involucrados en el accidente donde sus padres fallecieron, ni siquiera había pensado en ello cuando decidió hacerle caso a sus sentimientos y aceptar el amor de Yoongi, tampoco lo pensó cuando accedió a ser cortejado por él, mucho menos cuando comenzaron a salir.

El pasado era pasado, y como tal dejó de existir hacia tiempo y lo único que quedaba de él eran recuerdos traumáticos y borrosos que seguirían formando parte de su historia y la de Namjoon. Jimin, cuyos ojos apenas podían ser apreciados debido al huracán de lágrimas que esperaban por recorrer sus mejillas sonrojadas, se preguntaba: ¿por qué su hermano debía revolverlo una y otra vez en lugar de concentrarse en vivir el presente? A fin de cuentas, de eso se trataba vivir; disfrutar del aquí y ahora. Pero ahora, gracias al mal rato que le hizo pasar al obligarlo a acabar con su relación y alejarse definitivamente de su Luna, el pelirrosa tenía un huracán produciéndose en su mente.

—Jimin, ¿qué te ocurre? —preguntó su alfa tan cerca de sus labios que lo tentó a besarlos, pero sentía vergüenza porque su rostro estaba empapado de lágrimas secas, otras húmedas. Era un desastre.

Oh, esos ojos lo estaban viendo otra vez. Le encantaba ser hipnotizado por la mirada tan poderosa de su alfa, mientras tanto su aroma se encargaba de rodearlo de una paz que no podía conseguir en ningún otro lugar.

Luego fueron sus brazos los que lo rodearon y protegieron de las personas, y perdió la cuenta de los sollozos e hipidos que liberó de sus labios lastimados de tanto morderlos a causa de su intranquilidad y sus nervios, siendo esa la primera vez que experimentaba el sentimiento de hogar en una persona.

Los labios de Yoongi se presionaron sobre su cabello y frente una infinidad de veces, lo hacía sentir amado de una forma en la que jamás había experimentado y quiso sonreír naturalmente, no obstante, se le fue un poco imposible y acabó realizando una mueca que no se asemejaba a nada.

— ¿Por qué te has puesto tan triste de repente, mi omega? —quiso indagar en un susurro que erizó los vellos de Jimin y este sólo reaccionó a abrazarlo y buscó refugió sobre su pecho—. ¿Estás incómodo? Podemos irnos de aquí, luego le explicaré a los chicos la situación. 

— ¡N-no!, es decir, yo no estoy incómodo. Acabo de discutir con Namjoon por teléfono —Yoongi hizo un ruido de asentimiento. El presentimiento suyo y de su lobo no había sido erróneo—. Sólo… —trató de buscar las palabras perfectas, pero su agotamiento mental era más fuerte que su esfuerzo por no verse tan afectado, por lo que, exhaló y se escondió todo lo que pudo en el pecho del mayor—. Sigue abrazándome, se siente como estar en casa cuando lo haces —confesó en un murmullo y cerró los ojos.

Se perdió entre los aromas de café y cítricos que predominaban en su alfa y en la sensación de confort que sus brazos, su pecho, sus besos, y todo su cuerpo le estaba haciendo experimentar.

A pesar de que le hubiera gustado continuar de fiesta con los mejores amigos de su alfa, el ánimo de Jimin aún se encontraba bajo y la necesidad de alejarse de allí lo atacó. Fue entonces que, mientras Yoongi conducía por la ciudad sin un rumbo en específico, el pelirrosa encendió su teléfono y contactó a su mejor amigo con la esperanza de que este lo ayudara a mantenerse alejado de Namjoon cuanto tiempo fuera posible.

Park Jimin.

Taehyung, necesito hablar contigo.

Es urgente, santo Dios, no sé qué hacer.

Siento una opresión en el pecho que no me da paz.

Tuve una discusión con Namjoon.

Me dio mucho miedo, no sé qué le ocurre. 

23:33 PM.

My soulmate TH.

¿Qué?

¿Por qué estabas discutiendo con Namjoon hyung?

23:34 PM.

Park Jimin.

Te contaré luego.

Ahora sólo necesito saber si estás en tu departamento, porque no quiero dormir bajo el mismo techo que él.

Estoy agotado y creo que voy a tener un dolor de cabeza terrible por haber llorado tanto.

Ayúdame, Taehyung.

23:34 PM.

My soulmate TH.

Jimin, estás preocupándome.

Necesito saber ahora mismo qué diablos pasó.

23:35 PM.

Park Jimin.

Te dije que lo sabrás más tarde.

Por favor, Taehyung, dime si puedo ir o no.

Por favor.

23:35 PM.

My soulmate TH.

Mis padres están aquí, decidieron visitarnos esta tarde y ahora Jin hyung está con ellos en la sala.

Supongo que tendrás que llorar un poquito bajo esta vez.

23:36 PM.

Park Jimin.

Taehyung, tus padres me vieron en peores estados.

Que me vean llorar o me escuchen ahora mismo ya no les afecta.

Ellos me quieren más a mi que a ti.

23:36 PM.

My soulmate TH.

Eso fue ofensivo.

Pero si de verdad necesitas estar lejos de Namjoon hyung, pues tienes abierta las puertas del departamento.

O mejor, ¿quieres que pase por ti? No estás en condiciones para conducir y ya es muy tarde.

23:37 PM.

Park Jimin.

No, no te preocupes.

Estaré en la puerta en unos 10 minutos.

23:38 PM.

My soulmate TH.

No, espérame, iré a buscarte.

En serio, no quiero que conduzcas por la ciudad en ese estado.

No podría soportar que algo te suceda, cariño.

23:38 PM.

Park Jimin.

Bien, pero apresúrate.

Hace mucho frío esta noche, tengo una enorme necesidad de hacer un nido.

23:39 PM.

My soulmate TH.

¿Qué? Estás diciendo locuras.

Te haré un café cuando estemos aquí.

No me gusta la idea de desordenar aún más mi habitación, pero Jungkook ha venido a verme hoy y hemos hecho un desastre terrible por jugar a las luchas, así que, hagamos un nido.

23:39 PM.

Park Jimin.

¿Eso es lo que hacen cuando se ven en lugar de tener citas normales?

Haremos un bonito nido de amigos, no te preocupes.

23:40 PM.

My Soulmate TH.

Mi enamorado y yo somos así, no nos juzgues, no puedes hacer eso.

Además, es muy divertido retar a Jungkookie a las luchas de almohadas mientras le repito que no es capaz de ganarme.

Es el hombre más competitivo que existe en la Tierra.

23:40 PM.

Park Jimin.

Ni me lo recuerdes, conozco de esos 😖

23:40 PM.

Levantó la vista y Yoongi lo percibió al instante. Aprovechando aquellos pocos segundos del semáforo en rojo, el alfa lo tomó de la mano y llamó su atención con un suave beso en ella.

Jimin parpadeó y apretó el agarre de ambas manos.

—Insúltame —le pidió después de besar los nudillos de su mano izquierda.

— ¿Por qué me pides eso? —el omega ladeó el rostro.

—Para que te sientas mejor —respondió de forma simple el mayor—. Siempre te ríes cuando insultamos al otro —dijo con una ligera sonrisa en el rostro que logró iluminar los ojos de su omega, cuyos labios regordetes le otorgaron un beso en su mejilla. Yoongi se sonrojó después de tal acción—. Así que, Wandita, insúltame.

—Acabo de hablar con Taehyung, dijo que pasará a buscarme a mi edificio —le informó mientras se apoyaba sobre su asiento—. Y no haré lo que me pides, aunque conmueva mi corazón —sonrió y lo miró de reojo, puesto que Yoongi tenía sus ojos atentos al tráfico de las calles del centro de la ciudad—. Gracias por ser tan atento y lindo conmigo. A pesar de todo, fue una buena noche contigo y con tus amigos.

—Oh. —exhaló y sus miradas se encontraron—. Los actos de amor no se agradecen, Jimin-ah.

—Me da igual lo que digas —se burló sacándole la lengua y eso hizo reír al pelimenta, quien, tras un par de minutos más, frenó hacia un costado y estacionó el auto.

Sin permitir que Jimin bajara del vehículo, se apresuró a llegar al asfalto y abrió la puerta por él, y a los pocos segundos se encontraba rodeándole la cintura con ambos brazos, sintiendo que la tensión de sus hombros y espalda comenzaba a desaparecer porque el humor de su omega parecía haber mejorado.

El pelirrosa llevó sus manos hacia las mejillas pálidas que caracterizaban al capitán y se impulsó hacia aquellos belfos, degustando su sabor, la mezcla perfecta de la menta junto a la única cerveza que Yoongi había decidido beber esa noche.

Tras haberse separado, sus dedos jugaron con los cabellos que cubrían la frente de su amado, también fueron realizando un camino de ligeros toques y disfrutó de la suave piel del rostro pálido. Yoongi tenía los ojos cerrados y fue una ventaja para Jimin al momento de abalanzarse otra vez a chupar, maltratar, mordisquear y marcar los finos labios rosáceos del más alto.

Aunque terminó siendo un contacto corto, ambos se encontraron en el paraíso que juntos habían creado desde el momento en el que hubo un primer acercamiento entre ellos en Halloween.

Jimin y Yoongi podían quedarse tardes enteras perdidos en las miradas del otro, y eso era imposible y difícil que les aburriera.

—No tienes que responderme ahora, pero… —infló sus pulmones y exhaló, contagiándose de la sonrisa ajena—. Te amo, tierno Cosmo.

—Te amo, Wandita —contestó enseguida y lo besó—. Te amo, Jimin —corrigió, cogiendo la seriedad suficiente para fijar su vista en el ojimiel sin sufrir por sus nervios—. Creo que te amo desde el primer momento en el que me faltaste el respeto.

—Eres raro —comentó entre risas, juntando su frente con la del alfa—, pero te amo tanto, Yoongi.

Durante ese tiempo en el que la tierna escena no parecía tener fin, Taehyung los observaba desde el otro lado de la calle con las mejillas doliéndole de tanto sonreír. Su auto se hallaba estacionado un poco lejos, pero no pudo perderlos de vista. Daba ligeros brincos en el vehículo a causa de la emoción que le provocaba ser nuevamente testigo del enamoramiento de su mejor amigo por el capitán del equipo de baloncesto de su universidad.

No iba a mentir, aún tenía sus dudas al respecto del “F4 líder”, como solía apodarlo muy seguido. Aún así, las acciones de Yoongi le demostraban algo contrario a la imagen que había armado en su cabeza. Incluso desde su ubicación, que era ligeramente lejos del sitio donde la pareja estaba, podía notarse con claridad el amor puro del alfa hacia el pelirrosa y eso conmovía al único espectador de las muestras de afecto del mayor hacia Jimin y viceversa.

«¡Eran unos jodidos tiernos!», pensaba Taehyung mientras celebraba aquel amor en su auto, dando brincos, aplaudiendo, haciendo bailes y movimientos extraños sobre su asiento.

Fui Taehyung reaccionando de la misma manera mientras escribía la última escena 😭

Espero que comiencen una bonita semana, y recuerden: Todo esfuerzo es válido y es enorme, no importa qué. 🫂

ALEX 🤍