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"Oí el rumor de que todo se salió de control."

Tres días después.

Arrastró sus pies descalzos por las escaleras mientras realizaba un ajustado nudo en su pantalón holgado gris. Se dirigió a la cocina con la intención de preparar su desayuno, aprovechando todo lo que podía de aquel silencio que gobernaba su casa. O eso había festejado apenas cuando su sonrisa se borró por completo al ver a sus mejores amigos sentados en diferentes lugares, mientras tanto su hermana mayor desayunaba en la punta de la gran mesa rectangular.

Se detuvo, preguntándose en su subconsciente qué rayos estaba ocurriendo. Ni siquiera alcanzó a abrir la boca cuando fue cruelmente interrumpido por el alboroto de sus amigos, quienes aplaudían y elevaban sus brazos al aire y le sonreían de una manera muy... particular. A Yoongi no le agradó para nada, él sospechaba que todos traían algo entre manos que, por supuesto, tampoco le agradaría.

Y su hermana estaba especial y extrañamente callada y concentrada en su desayuno.

—Quiero una explicación ahora mismo —exigió sin un gramo de paciencia tras haberse finalizado el alboroto ocasionado por sus mejores amigos.

—Tu silencio no me gustó, Min —confesó Eunhyuk y sintió su seductora mirada sobre su abdomen—. Pero ahora comprendo mejor tu repentino cambio físico. ¡Mira esos abdominales! ¡Las muchachas y los muchachos de la universidad se derretirán aún más por tí! Podríamos hacer una competencia de flexiones si gustas —sugirió burlón y Yoongi se acercó a él para propinarle un golpe certero en la nuca, logrando sacarle un quejido escandaloso pero muy satisfactorio para el alfa puro.

—Agradecería que fueras más específico sobre lo que tratas de decir —respondió sin mirarle, pero si buscando en los ojos de su hermana mayor algún tipo de explicación.

Pero ¿qué consiguió? Absolutamente nada. Su hermana no tenía ninguna intención de entrometerse en aquel asunto, pues solo encogió sus hombros y salió del comedor con su desayuno.

—Así que... Es Jimin —Hyunjin elevó ambas cejas y bebió un sorbo del batido nutritivo que Hoseok se encargó de preparar—. Hace tiempo sospechaba de él y tú. ¿Por qué nos negaste al pelirrosa por tanto tiempo? 

Casi de manera inmediata, los nudillos en las manos de Yoongi se marcaron con tanta intensidad debido a la fuerza que ejercía al cerrar sus manos en forma de puños.

—Si te lo preguntas, Eunhyuk los vio hace un par de días. Fue casual, según él.

El susodicho, mientras aún sobaba el golpe propinado por Yoongi, mantuvo su atención en lo que sucedía a su alrededor. Al oír su nombre, un sonrojo le invadió todo el rostro y tras sospechar que el pelimenta le obsequiaba una mirada que sentía como cuchillos afilados que estaban a punto de ser clavados en su cuerpo. Entonces fue en ese preciso instante en el que comenzó a arrepentirse verdaderamente por abrir su boca con solo un par de sojus encima aquel día que decidió reunirse con Hoseok.

Se vio como un hipócrita. Le había sugerido al novio de Jungkook mantener la boca cerrada hasta que alguno de sus respectivos amigos decidiera contar sobre la relación.

Era el puto momento inadecuado, él lo supo en cuanto observó a su lobo encresparse y ocultarse en un rincón por las feromonas furiosas e intensas de Yoongi que se presentaban por todo el comedor.

Estaba de malhumor. Todos estaban jodidos.

—Solo dices tonterías —habló por fin, rodeando la mesa con la intención de escabullirse en el comedor para calmarse y calmar a su lobo—. No hablaré del tema.

— ¿Qué más da? Todos lo sabemos.

—Yoongi-.

—No —cortó cualquier tipo de intención que tuviera Eunhyuk de arreglar su estupidez—. ¿Qué clase de amigo eres Eunhyuk? Me conoces hace más de quince años, tú conoces cómo manejo mi vida privada.

—De cualquier forma, tú lo ocultaste. ¿Qué clase de amigo eres tú, Yoongi? —replicó Hyunjin, levantándose de su asiento seguido de Hoseok, quien le colocó una mano en el pecho para detener cualquier acción estúpida que pudiera empeorar el ambiente—. Dime una razón aceptable para no contarnos sobre esto. Proteger tu vida privada no significa que no debas contarnos lo que sea que estés experimentando en este momento, pienso que es totalmente injusto.

—Discrepo completamente. Injusto es que ustedes crean tener el derecho de mis asuntos hasta el límite sentirse merecedores de saber o de involucrarse en todo lo que hago, por favor, los amigos no necesariamente deben contarse todo lo que sucede en sus vidas. Y eso siempre se los he dicho. Y otra cosa, ¿ocultar? Para nada. Eso es una falta de respeto hacia Jimin y mi relación con él. Sólo buscábamos el mejor momento para contarles a todos. Ahora ya lo saben, no de la manera que hubiera querido, pero ya no importa.

El pelimenta relamió sus labios, cruzando el comedor bajo la atenta mirada de los tres alfas en la mesa. De alguna manera, presintió que con la noticia ya dicha sus días se volverían una tortura. Recibiría burla tras burla, quizás no por parte de sus mejores amigos, pero sí de su equipo. Sus compañeros en poco tiempo se enterarían porque Yoongi, ya que todos eran conocedores de su relación, no veía muy necesario no mostrarse con su Wandita.

Se había quitado un peso de encima, pero eso no le alcanzaba para apaciguar su cabreo por la situación.

— ¿A dónde vas, capitán? —Eunhyuk se dirigió a él con un tono suave y hasta tímido. Sólo esperaba que Yoongi no lo mandara al demonio y cobrara venganza con ellos al momento de entrenar.

El alfa de músculos gruesos y muy bien marcados abrió los ojos y luego mordió su labio inferior.

Tenían entrenamiento por la tarde, un día que no sería favorable para los F4. Pensar en lo lastimado que acabaría tras finalizar con los ejercicios de Yang junto al plus de Yoongi enfrentándose a ellos en la cancha, le provocó un escalofrío en la espina dorsal junto a un abrumador sentimiento de terror.

—A cualquier parte, Eunhyuk —contestó en un tono sumamente brusco y Hoseok se apresuró en tomarlo del brazo para interrumpir su segundo intento de escape.

—Esa no es la manera correcta de hablar, Yoongi —Las cejas de Hoseok se fruncieron e incrementó la fuerza sobre la muñeca del mayor—. No eres un maldito alfa perfecto que nunca comete errores —dijo en un murmullo que el resto no pudo oír.

Yoongi soltó una ligera risa baja y acercó su boca al oído del ahora pelirrubio alfa.

—Y tú no eres precisamente un santo por ocultarle a ese par que tienes una hija de cinco años —atacó de regreso en otro murmullo que colocó los vellos de Hoseok de punta. Pero no tuvo la fuerza suficiente para responder, y Yoongi estaba muy cabreado para seguir con la conversación.

Les echó un vistazo a Hyunjin y Eunhyuk, quienes estaban a la expectativa del —poco dulce— encuentro entre Hoseok y él.

—No quiero que se acerquen a Jimin. Si lo hostigan con sus preguntas respecto a nuestra relación, los mataré —señaló con su dedo índice y se retiró en silencio.

Estaba muy cabreado y la vena en su frente se definió perfectamente. Yoongi corrió a su vestidor, escogiendo una camiseta de mangas cortas color blanca y completó con una sudadera gris que hacía conjunto con su holgado pantalón, y después fue al garaje, sin importar que sus amigos aún estuvieran parados en medio de su comedor intentando procesar lo sucedido.

Cogió las llaves de su auto y manejó hacia la universidad. Y durante las próximas horas se mantuvo ocupado en sus tareas atrasadas sin sentir ningún impulso de buscar a sus mejores amigos, porque lo único que buscaba era mejorar su humor antes de encontrarlos en el gimnasio.

Tenían que hablar, pero no se sentía totalmente calmado para hacerlo.

Suponía que su humor mejoraría al llegar la tarde, sin embargo, en medio de la cafetería y solo con la compañía de una buena barra nutritiva junto a sus apuntes de clases, su condición no mejoró debido a las miradas para nada sutiles de sus amigos. Eso sólo empeoró la situación. No podía ignorar aquella sensación de ser espiado en cada uno de sus movimientos.

En medio de su conflicto mental, se percató de que ni siquiera había buscado la atención de Jimin. En ningún momento de su atareado y difícil día Wandita cruzó por su mente y sintió una oleada de frustración inmediata. Joder, ¡estaba cortejando a su omega! ¿Cómo podía darse el atrevimiento de detener aquello por una simple tontería de sus amigos?

Él no lo sabía, pero Jimin se encontraba a un par de mesas junto a Taehyung. Y se preguntó tantas cosas tras verlo alejado de sus tres salvajes mejores amigos, incluso se preguntó el motivo específico por el cual estos le echaban varios vistazos a él con una sonrisa un tanto... divertida.

Por otro lado, cuando tuvieron que verse las caras unos a otros en el entrenamiento, ninguno pudo concentrarse y el resto del equipo no podían creer que estaban siendo testigos de algo inimaginable y su atención no se prestaba a atender las indicaciones que Yang se esmeraba en dar.

Había muchos murmullos y preguntas como “¿qué habrá sucedido con el grupo unido de los F4?” “¿Por qué ellos no se dirigían la palabra desde que llegaron a los vestidores?” Y aún así ninguno salía de su asombro.

JeongIn era el más curioso entre ellos, no de la mala manera sino porque sentía una necesidad enorme de acompañar a Hyunjin. Esos idiotas eran importantes para él y lo entendía a la perfección, así como también comprendía que el alfa recientemente integrado tuviera tanta frustración, tristeza, y se viera tan decaído. Se atrevió a acercarse a preguntar sobre aquel asunto, pero al instante Hyunjin hizo un gesto para indicarle que no era el momento y sospechó que tampoco lo sería en los próximos días.

Se limitó a asentir y continuó observando a los demás para imitar sus acciones con su balón entre las manos.

Hoseok, por su parte, se había puesto a pensar en las veces que sus mejores amigos resolvieron sus problemas en cuestión de horas o minutos, y sin falta antes de acabar el día.

El posible orgullo de Yoongi y del resto los estaba llevando al mismísimo demonio. Él sabía que volverían a hablar, no podían no hacerlo e ignorarse por un malentendido, más eso se llevaría a cabo cuando el alfa puro respirara profundo y tuviera la consideración de calmarse al igual que los demás.

Aún tenía mucho que procesar. De cualquier manera, y tras haber reflexionado que tampoco era un santo y que su secreto provocaría un escándalo mucho peor y fulminante que el noviazgo de Yoongi, Hoseok haría oídos sordos con respecto al omega de su mejor amigo porque prefería conservar sus partes íntimas, y tal como el pelimenta dio a entender: Ése no era su asunto y jamás lo sería. Por lo que, él prefería alegrarse por la noticia en silencio.

—Muchachos —el entrenador los analizó a todos mientras tomaban asiento en la primera fila de las gradas—. Percibo cierta tensión aquí y estoy molesto porque nadie parece estar escuchándome.

Yang inspeccionó sus rostros y el único que no había emitido palabra era el gruñón capitán del equipo que años atrás había escogido. Y decidió acercarse e inclinó levemente su cuerpo en dirección a Yoongi.

—Si existe un conflicto interno, quiero saberlo. Y no le mientas a este anciano, porque mi olfato aún distingue las emociones perfectamente.

—Hubo una discusión entre Eunhyuk, Hyunjin, Hoseok y yo, fue sólo eso. No hemos podido reunirnos a aclarar la situación, lo siento, señor Yang.

—Odio el conflicto. Tu equipo está tenso, muchacho —lo señaló y seguidamente agregó mientras se alejaba y les echaba un vistazo a los demás—: ¡Y este entrenamiento se está arruinando porque todos ustedes, mocosos, no están prestando atención! —El repentino grito los despabiló y el equipo mantuvo los ojos puestos sobre el suelo—. El chisme es asqueroso, señores. ¡Quiero que todos pongan sus traseros en la cancha y sigan mis próximas indicaciones! Habrá un par de cambios aquí si continúo observando actitudes desagradables, conflictos, y demás. ¿Me han comprendido?

—Sí, señor.

Yoongi chasqueó su lengua y arrugó el entrecejo, se apartó y tomó un balón, posicionándose en el círculo central de la cancha de baloncesto y lo lanzó en dirección a la red, encestando sin problemas. Repitió la acción una vez más, sus compañeros tragaron saliva en cuanto Yang bufó y fue en busca del rebelde capitán, atrapando su muñeca y presionando en la zona.

—No puedes hacer lo que quieras aquí. Te recuerdo que una de tus responsabilidades es dar el ejemplo como capitán de este equipo, por algo te he elegido. Es tu calma lo que los ayuda a progresar y concentrarse en ganar. Te lo advierto, lo dejaré pasar con la esperanza de que mejores tu extraña actitud de estas últimas semanas, ¿has comprendido, Yoongi? —Yang masculló, apretando sus propios dientes. El menor se soltó de su agarre y se limitó a asentir. Pero eso no era suficiente para el entrenador—. No, no. Con palabras.

—Sí, señor.

—Perfecto, muchacho —Su mirada se apartó del alfa y se dirigió al resto del equipo, y añadió—: ¿Acaso les di un descanso? ¡Levántense y vayan al centro de la cancha ahora mismo!

Comenzó a tararear una melodía que había compuesto hace unas semanas atrás; era un tipo de género que conocía, pero que jamás intentó experimentar por su propia cuenta. El género pop era entretenido y fácil a la hora de producir. De hecho, llevaba semanas metido en una canción de ese estilo musical, pero no estaba completa, incluso no podía terminar el primer estribillo de su composición.

Había notado que se quedaba sin inspiración cuando probaba cantar sus notas en la soledad de su habitación. Joder, era un tipo de desastre que no quería volver a repetir. Le avergonzaba utilizar su voz rasposa, por lo que tenía una preferencia casi obsesiva por el rap. Aún así le restaba una semana para acabar la canción y no imaginaba a nadie más que su Wandita prestando su voz para el demo.

Ah... Su Park Jiminnie tenía un talento único en el canto. Sin alardear, su omega lo hacía mucho mejor que muchos cantantes profesionales. No cualquiera podía tener esa voz; nadie llegaba a un tono perfecto como el pelirrosa, excepto Beyoncé y Whitney Houston, pero ellas eran un caso especial. Por eso decidió utilizarlo para sus proyectos finales, aunque aquello sólo era una idea que rondaba en su cabeza y todavía no había hablado con el menor al respecto.

Tras ver a sus compañeros desaparecer por la puerta bañados y vestidos, Yoongi se tomó diez minutos para asearse luego del pesado entrenamiento, Se colocó el mismo conjunto de aquella mañana y se acercó a su bolso para buscar su teléfono y enviarle un par de mensajes a su novio.

Frunció el ceño ligeramente cuando, al desactivar el modo avión, se encontró con una lluvia de mensajes muy recientes de Jimin.

Park Wandita Jiminnie 🧙🏻

Uh.

Problemas.

Es urgente que me contestes.

Yoongi, ayuda.

Me han estado siguiendo toda la mañana.

¿Por qué te peleas con ellos, gatito idiota?

Creo que tus amigotes quieren hablar conmigo. Estoy en la facultad de artes.

Ay,Yoonie. VEN AHORA MISMO.

Lo digo en serio, no me gusta. Sus presencias están poniéndome nervioso.

18:26 PM.

Min Yoongi.

Afortunadamente estoy muy cerca de la facultad de artes.


No respondas nada, ya estoy yendo para allá. 

18:26 PM.

Colocó su bolso sobre su hombro y decidió correr de los vestidores del equipo a la facultad de artes. Si algo podía agradecer era lo cercanas que eran sus ubicaciones. Le tomó cinco minutos ir de un campus al otro. Por el viento, se vio expuesto a un frío mucho peor sobre su cuerpo y apostó en su mente que eso le provocaría algún tipo de resfriado. Era tan vulnerable en aquellos climas.

Se detuvo un momento, sudando, temblando por sobreesforzar sus músculos cansados y mantuvo la mandíbula tensa.

Park Wandita Jiminnie 🧙🏻

A la sala abandonada. AHORA.

18:32 PM.

—Ah... Los voy a acabar uno por uno —susurró tras haber leído el último mensaje del omega y condujo al lugar indicado con toda prisa.

Cuando finalmente estuvo allí, su bienvenida fueron miradas burlonas de tres alfas estúpidos y poco conscientes de lo que Yoongi era capaz de hacerles. Ellos estaban allí con cejas alzadas o sonrisas ladeadas, con una debida distancia de su omega. Jimin no expresaba nada en su rostro, parecía... tranquilo.

—Jiminnie —lo llamó con calma, recuperando el aliento de su intensa corrida.

—Yoongi —Le sonrió y corrió emocionado a su encuentro con el alfa puro, aferrándose a su torso tal cual un koala.

— ¿Estás bien? —preguntó y sostuvo el delicado rostro entre sus huesudas manos bajo la atenta mirada enternecida de los tres alfas, a quienes observó tras verificar que su omega no se sintiera agobiado—. Se los advertí. ¿Me pueden explicar todo esto? ¿Qué les dije esta mañana?

Carajo, la voz de mando. Sus amigos retrocedieron y las expresiones burlonas desaparecieron de sus rostros. Yoongi ni siquiera tuvo tiempo de controlar su voz y a su furioso lobo. No quería aprovecharse de su rango y ser testigo de cómo funcionaban las jerarquías de alfas puros sobre los alfas comunes. Yoongi se sintió un poco avergonzado en el momento que sus mejores amigos se vieron en la obligación de bajar sus cabezas en símbolo de respeto, mientras tanto Jimin no reaccionó y solo ocultó sobre su pecho una risita de travesura.

—Dijiste que no nos acercáramos a Jimin —Hyunjin respondió bajo.

—No pensábamos hostigarlo, solo... necesitábamos que nos hiciera un favor —agregó Eunhyuk, seguidamente Hoseok asintió.

—Yoongi, antes de que me hagas presenciar una cacería de cabezas de alfas —colocó una mano sobre su pecho y la deslizó hasta llegar a su mejilla y acariciarla con su dedo pulgar e índice para luego depositar un beso en ella—, por favor, escúchalos. Supe de lo sucedido y creo que es estúpido que se hayan distanciado por una discusión. Si ya lo saben, ¿qué más da? Pienso que ellos quieren que tú entiendas que estaban dolidos contigo porque les hubiera gustado saberlo con anterioridad para acompañarte y felicitarte.

—Lo que sucede es que yo prefiero mantener en silencio mi vida privada, no me gusta alardear al aire como ellos siempre tienden a hacer siempre porque adoran la atención.

—Habló el hombre más narcisista que conozco. Por favor, somos tus mejores amigos, si hubiéramos sabido de esto jamás haríamos algo que te perjudique —Eunhyuk fue el segundo en tomar valentía para enfrentar al alfa puro—. Sospecho que nos ves como unos chismosos que podrían haberle comentado a toda la universidad.

—Ustedes tienden a ser muy molestos. Siempre lo han sido, y he respetado y aceptado eso, pero cuando se trata de mi relación con Jimin, eso es... irritante.

—Pero ni siquiera hemos dicho nada —Hoseok se frustró.

—Pero lo harán.

—A la mierda, claro que sí lo haremos con gusto porque estamos tan felices de verte feliz y con una relación aparentemente estable. Maldita sea —La voz de mando de Eunhyuk también se activó—, deja de comportarte como un cabrón y ponte contento de tener a tres par de hombres como nosotros en tu vida. Existe gente envidiosa e interesada, siempre lo he dicho, y nosotros jamás seremos ese tipo de persona contigo —sonrió y le importó muy poco el gruñido con el que Yoongi lo recibió tras apartar a Jimin y abrazarlo con fuerza.

—¿Qué más da, no? Taehyung ya lo sabe y Jungkook igual. Si es entre nuestro círculo de amigos más cercanos, estará bien —dijo el pelirrosa, regresando a su lugar favorito en el mundo, es decir, el pecho de su alfa mientras era rodeado por sus brazos.

— ¿Cómo que Taehyung lo sabe? ¿Tú se lo dijiste, Wandita? —negó—. No entiendo.

—Digamos que yo sé que él sabe que yo sé que él ya lo sabe. A diferencia de estos patanes —Los miró acusatoriamente y ellos rieron—, mi Taehyung, a pesar de saberlo, esperará a que yo sé lo cuente cuando esté listo para hacerlo.

—Bien, comprendo.

— ¡No puedo creer que finalmente he conocido al famoso “Wandita”! —exclamó Hyunjin.

Somebody does love, but im thinking 'bout you~ —Canturrearon a la vez y bailaron sobre sus lugares, avergonzando completamente al pelimenta.

— ¿Qué canción es esa? —Jimin arrugó el entrecejo mientras hacía contacto visual con su alfa.

—Yoongi la compuso y nos la enseñó hace poco. ¡Oh, entonces se trata de tí! ¡No puedo creerlo! —Eunhyuk festejó con una sonrisa y Yoongi tuvo el impulso de abalanzarse sobre él—. Quiero que escribas una para nosotros también, capitán.

El pelimenta viró los ojos, pero terminó asintiendo en su dirección.

— ¿Habla en serio? —Jimin se apartó para mirarlo con ternura. Yoongi se sonrojó aún más pero asintió—. Qué hermoso detalle. ¿Cuándo podré escucharla?

—No es de amor, precisamente —aclaró—. Pero podrás hacerlo después de que descuartice a estos tres inútiles.

—Si esa es tu manera de pedir disculpas, e-estás perdonado. ¡Corran!

Que lo sepan me hace muy feliz.
Yoongi les quiere pegar porque su paciencia con ellos llega a un límite, pero los ama también; para mí así funciona una verdadera y duradera amistad.

Ya me quedan dos parciales para terminar el mes más estresante para cualquier estudiante universitario, así que es un alivio. ¿Pueden creer que estoy hace dos semanas esperando una nota de un parcial? O sea, ¿es tan difícil corregir 40 parciales multiplechoice? 😭

En fin, tengan una bonita semana. Yo la comienzo con un parcial y con ESPERANZA de que me vaya bien.

Estoy a sus servicios siempre que quieran hablar 😚🤍

ALEX 🧊

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