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36

Oí el rumor de que nadie se arrepiente de ser valiente.

Los Hwang no eran una familia cualquiera. Entre ellos había ex ministros de gobierno, importantes abogados, fiscales que solían obtener beneficios grandes debido a su complicidad con los políticos. Hyunjin y su padre podrían haberse aprovechado de aquellas oportunidades, sin embargo, ambos habían crecido con valores diferentes y nunca tuvieron la intención de continuar el linaje corrupto y sucio de los demás integrantes de su familia.

Los Hwang siempre han aceptado que Hyunjin era alguien muy imperfecto, no tenía muchos escrúpulos y jamás había respetado las tradiciones familiares. Tenía un comportamiento terrible e inaceptable, pero era un estilo de vida al que Hyunjin llamaría “ser libre”. Y de lo único que podían sentirse orgullosos era por aquellos pasos que había comenzado a forjar cuando decidió comenzar a estudiar derecho, uniéndose a la lista infinita de sus ancestros y familiares antiguos estudiantes de aquella carrera.

Por otro lado existía la familia Nam, también la integraban familiares malvados, pero Hyunjin siempre los había visto como monstruos durante su crecimiento. Todos ellos se han involucrado por mucho tiempo en el mundo del modelaje, entregando la vida por ello. Y su madre nunca fue la excepción, aunque haya dado por acabada su carrera como modelo un día después de haber dado a luz a Yeji, su última y única hija.

La madre de Hyunjin solía prestarle mucha atención a su hijo, su aspecto siempre fue importante para ella, puesto que, cuando se trataba de conseguirle trabajos de modelaje, todo en su primogénito debía verse impecable y presentable para las agencias. Nadie iba a contratar a un joven que tuviera exceso de peso o alguna imperfección, por ello siempre educó a Hyunjin sobre los cuidados que era importante mantener y el susodicho creyó toda su vida que gran parte de su personalidad un tanto egocéntrica fue a causa de lo involucrada que estuvo su madre con su físico, el cuidado de su piel, aquellos estilistas que contrató durante su adolescencia para enseñarle las combinaciones perfectas de ropa y su colorimetría. Todo era su culpa, pero nunca fue tan valiente para detenerla.

No obstante, ahora comenzaba a pagar las consecuencias de su cobardía.

— ¡Hyunjin, ábreme! —Yoongi exigió, forcejeando con el picaporte de la puerta.

La preocupación, los nervios y la desesperación aumentaron aún más, las manos le temblaban y sus lastimadas manos pedían un corto descanso. Eunhyuk lo apartó al darse cuenta sobre su crítico estado. Yoongi no tenía espacio en su mente para pensar, se negaba a dejarse llevar por sus molestos demonios que adoraban alterar su pequeña paz, pero no obtener respuestas de Hyunjin y oír las alaridos de la señora Nam eran una desventaja en aquella travesía para calmarse y tomar el absoluto control otra vez.

— ¡Hyunjin! —alzó la voz Eunhyuk, ejerciendo toda la fuerza que su cuerpo tenía disponible, pero tampoco tuvo éxito—. ¡Carajo, Hwang!

—Debemos buscar algo que nos ayude a romper esa puerta —sugirió Hoseok, quien en todo ese tiempo se había encargado de apartar a la madre de su mejor amigo.

— ¡Saquen a mi hijo! —exigió desesperada.

Los tres no podían creer la manera de actuar de aquella mujer. Era tan malvada, tan jodidamente hipócrita con sus falsas lágrimas. Estaban resistiéndose para no formar una discusión innecesaria con ella, puesto que lo único que debía importar en ese momento era salvar a Hyunjin de ese lugar sombrío y lúgubre en el que se encontraba.

—Maldición, apártense —demandó el pelimenta mientras desordenaba sus cabellos, concentrando toda su energía en el golpe que se le ocurrió dar para ponerle fin al desesperante momento que estaban viviendo con aquel silencio aterrador que habitaba por el cuarto de Hyunjin.

La mujer, Hoseok y Eunhyuk se hicieron a un lado, Yoongi se impulsó hacia atrás y gruñendo pateó con fuerza la puerta de la habitación, rompiendo el seguro al instante, destrozando la madre de una forma impresionante y fue el primero en dar un paso hacia el desorden que parecía haber arraigado el lugar. Luego Hoseok y Eunhyuk se situaron en diferentes espacios para la intensa búsqueda poco exitosa, aunque ambos alfas pensaron en la mínima posibilidad de que su mejor amigo podría haber escapado de allí sin que la señora Nam lo supiera.

No hubo rastro de su mejor amigo por ninguna parte en aquellos primeros dos minutos hasta que Hoseok notó la puerta del baño cerrada, la luz encendida y tenía la ligera sospecha de que el seguro también estaba puesto allí. Estuvo agradecido con Dios por haberse equivocado en su suposición cuando giró el picaporte con cuidado, no obstante unas piernas se hicieron notar y terminó accediendo por completo al baño.

Hyunjin estaba allí efectivamente, pero no en las condiciones que todos esperaban. Estaba inconsciente. Había restos de vómito en la comisura de sus labios, su piel no tenía color alguno, escasas lágrimas secas decoraban abundantemente sus mejillas y sus antebrazos traían rasguños hechos son brutalidad. La imagen era demasiado impactante, Hoseok y Yoongi quedaron inmóviles Y la madre de Hyunjin se alertó por ello e ingresó con ellos a la habitación, quedando horrorizada con la imagen recibida. Su cuerpo se congeló y llevó sus manos a su boca para cubrir sus gritos y sollozos con los ojos llenos de lágrimas.

—Urgencias, ¡ahora! —Eunhyuk rugió, logrando con ello despertar los sentidos de sus mejores amigos.

Yoongi concordó y alzó a su mejor amigo, llevándolo a la cama en el centro de la habitación. Realmente no sabía cómo estaba aguantando el llanto, la rabia y las ganas de insultar a la madre de Hyunjin, porque en su corazón sabía que todo lo que estaba ocurriendo era obra de quien no merecía ser llamada “madre”; lo que ella llamaba cuidado y educación, para él sólo significaba un camino fácil para arruinar la salud de su mejor amigo.

—La ambulancia va a tardar una eternidad, tenemos que llevarlo por nuestra cuenta. Pero primero lo revisaré yo, chicos —informó el pelinegro, tomando una profunda respiración al acercarse a su mejor amigo.

Estaba repleto de inseguridades, tuvo que cerrar sus ojos por unos segundos para centrar sus ideas y conocimientos y para recordarse a sí mismo que ya era un interno, su matrícula y título estaban a poco más de un mes para ser puestos sobre sus manos.

—De acuerdo, Hyunjin... —soltó un suspiro y colocó dos de sus dedos en la muñeca del menor, iniciando un conteo de segundos, cerrando sus ojos para concentrarse—. Si me das signos vitales, te prometo que tú y yo nos tomaremos una cerveza luego de enviar a tu madre a una isla abandonada con serpientes y cocodrilos —murmuró y sonrió en el momento que consiguió lo que quería, entonces levantó su vista y la dirigió a las tres personas que estaban mirándole con impaciencia—. Su pulso es débil e irregular. Debemos llevarlo ahora mismo a un hospital —informó y luego encendió la linterna de su teléfono para revisar la boca de Hyunjin, observando con detenimiento su garganta—. ¿Por qué te hiciste esto, Hyunjin?

— ¿Qué es? ¿Qué ves, Eunhyuk? —Hoseok farfulló alterado.

—Hay hinchazón en sus glándulas salivales.

— ¿Qué significa? —cuestionó el alfa puro.

—Significa que no está produciendo suficiente saliva, además, está deshidratado. Su garganta se ve muy dañada, aún no estoy muy seguro, pero... Chicos, debemos ir al hospital ahora, no hay tiempo que perder.

Todos asintieron, menos la señora Nam, quien aún no podía salir de su estado de shock.

Hoseok cargó en su espalda el cuerpo de Hyunjin y corrió escaleras abajo hasta el garaje. Yoongi abrió la puerta trasera y recostaron al alfa allí, cubriéndolo con una manta traída por Eunhyuk.

—Nosotros te seguimos —Le dijo Yoongi, cerrando la puerta del auto de Eunhyuk cuando lo vio asentir.

Los tres autos estuvieron en marcha y apretaron el acelerador al toparse con la ruta principal para llegar lo más pronto posible al hospital donde Eunhyuk hacía sus servicios como interno, puesto que era uno de los mejores hospitales universitarios que existían en el país.

Tras llegar al lugar, Eunhyuk, gracias a uno de sus compañeros de clases que servía en un horario diferente al suyo, varios médicos y enfermeros estuvieron esperándolos y su mejor amigo fue trasladado de inmediato y no tuvieron noticias de él durante varias horas.

Cuando la noche cayó, Hoseok, Yoongi y Eunhyuk bajaron algunos pisos hacia la cafetería y allí se quedaron por un buen tiempo con el propósito de disminuir la angustia, la tensión y ansiedad que sentían por no haber recibido ningún informe sobre el estado de salud del más pequeño del grupo.

—Aquí tienen su pedido —Una joven mujer se acercó a ellos para traerles sus alimentos—. Por favor, disfrutenlo —Realizó una reverencia y desapareció de la vista de ambos.

Yoongi sostuvo su celular en manos y se quedó observando la pantalla unos segundos, leyendo el mensaje de su novio con una ligera sonrisa que fácilmente pasaba desapercibida por sus mejores amigos.

Wandita 🧙🏼

Tengo mucha hambre, pero debo terminar mi informe sobre un juicio simulado que tuve esta mañana.

12:47 AM.

Min Yoongi.

Cuando salga del hospital te llevaré algo de comer.

¿Qué tal banchan?

12:47 AM.

Wandita 🧙🏼

Eres el mejor, pero ¿por qué estás en el hospital?

Yoongi, ¿estás bien? ¿Tu tobillo está molestando otra vez?

12:47 AM.

Min Yoongi.

No, mi tobillo está bien.

Hyunjin no está en una buena situación y tuvieron que internarlo de urgencia.

12:48 AM.

Wandita 🧙🏼

¿Qué le ocurrió? ¿Está bien? ¿Necesitas que vaya a darte apoyo, Yoonie? Debe ser difícil...

12:48 AM.

Min Yoongi.

No hemos sabido nada por el momento, no te imaginas lo desesperado que estoy sintiéndome porque nadie ha dicho nada y lo encontramos en un estado horrible, estaba tan pálido.

Tuvo una recaída.

No tiene la mejor relación con su familia, en especial con su madre. Él es modelo y eso implica mucha exigencia, y esta mañana Hoseok nos comentó que se largó de su clase sin ninguna explicación, pero nosotros sabíamos que él estaba raro hace días.

Cuando su madre nos llamó, también nos comentó que no comía y se la pasaba encerrado en su habitación. Luego Eunhyuk se dio cuenta de que se la pasaba vomitando por horas, y eso fue realmente grave para nosotros porque ya ha pasado por eso más de una vez.

Esta es la primera vez que lo vemos tan mal en años.

12:49 AM.

Wandita 🧙🏼

Siento mucho lo que está pasando.

Déjame acompañarte, el informe puede esperar.

12:49 AM.

Min Yoongi.

Yo también lo siento, porque esto se podría haber evitado.

No vengas aquí, el ambiente de un hospital a estas horas es aterrador.

¿Por qué no me dijiste que tu hermano trabaja aquí? Acabo de verlo correr a unos cuantos pasos de mí.

12:49 AM.

Wandita 🧙🏼

No preguntaste.

Está cumpliendo su guardia, creo que comenzó hace dos horas.

Si no me dejas ir para allá, entonces quédate conmigo en el departamento y comamos juntos. Namjoon hyung no está, lo cual es bueno porque él aún no tiene ni idea de que tú y yo estamos juntos.

12:50 AM.

Min Yoongi.

Será aterrador conocerlo de cerca.

Me quedaré a oír el informe y me iré, Eunhyuk cuidará de Hyunjin esta noche.

Ahí viene el médico, te veo en unos minutos.

12:50 AM.

Wandita 🧙🏼

Cruzaré los dedos por ti, te quiero.

12:51 AM.

Su rostro se sonrojó al leer el último mensaje, pero no tuvo tiempo de pensar en lo sensacional que se sintió aquel “Te quiero”. Tan pronto el médico los enfrentó a los tres, Yoongi guardó su teléfono en su bolsillo trasero y centró su atención en el aparente hombre beta.

—Hola —Hizo una reverencia corta—. ¿Ustedes son los familiares del señor Hwang Hyunjin?

—Somos sus amigos, su madre no tiene la suficiente condición física para estar aquí así que puede hablar con nosotros, doctor —Eunhyuk le explicó y eso fue suficiente para aquel hombre.

—El señor Hwang presentó una grave deshidratación, desnutrición y presión baja. Su esófago se encontraba muy dañado debido al ácido que se producía al momento de vomitar. Creemos que padece de un trastorno alimentario, sabremos más cuando él despierte y sea atendido por otro especialista. Díganme, ¿alguien tiene conocimiento de cuál fue su última comida? —indagó severo.

—Hoy tomamos un café americano antes de entrar a clases —respondió Hoseok—. Pero apenas lo bebió. Su madre nos dijo que él llevaba días saltándose las comidas, desconozco la cantidad.

—Perfecto. Alimentaremos al paciente vía sonda nasogástrica y le suministraremos medicamentos para que su garganta mejore durante los próximos días. Quedará internado unos días y, por el momento, no puede recibir visitas debido a su estado delicado, pero él estará bien. Pueden irse a casa, los horarios de visita comienzan a partir de las ocho AM —Finalizó su informe médico, tras dar una reverencia corta se alejó, dejando a tres alfas con un nudo en la garganta.

En parte estaban sumamente aliviados de tener noticias, de saber que Hyunjin mejoraría en un par de días. Eso les dio paso a querer idear un plan para que su mejor amigo se alejara de una vez por todas del ambiente tóxico que formaba a la familia Hwang. No podían dejar pasar por alto que una vez más la señora Nam era la causante de la recaída del menor, sería el colmo si ninguno tomaba acción al respecto. Como sus mejores amigos desde la infancia, la situación era insoportable y dolorosa, y estaban agotados física y mentalmente.

—Vayan a casa, chicos. Yo puedo quedarme, mañana debo cumplir con mi servicio de interno —Liberó un suspiro y sus mejores amigos se negaron a la sugerencia.

— ¿Y en donde diablos vas a dormir? Te irás con nosotros y mañana visitaremos a Hyunjin al salir de la universidad. Todos sobramos aquí, Eunhyuk. Yo me ocuparé de llamar a su madre.

—Si lo haces, ella vendrá y hará un escándalo —Eunhyuk advirtió, llevando una de sus manos hacia su cabello para echarlo hacia atrás a causa del estrés.

— ¿Y qué se supone que haremos? Es su madre, debe saberlo todo.

—Llama al señor Hwang —sugirió el alfa puro, mientras tanto buscó en sus contactos el número de Jimin.

—Está lejos, muy lejos, Yoongi —Le recordó Hoseok.

—A nadie le interesa si está lejos —elevó la voz, tomando por sorpresa a sus amigos—. Él puede tomar un avión y volver a Seúl, y debería instalarse en esta ciudad por un tiempo si me lo preguntas. Su hijo lo necesita, él es el único que puede alejar lo suficiente a la señora Nam de Hyunjin. Chicos, ya no quiero ver sufrir a nuestro mejor amigo, es doloroso; él no se merece esto.

—Está bien, haré lo que dices, pero ¿qué puedo hacer si ella pregunta por Hyunjin?

—Miéntele. Dile que él ya fue dado de alta y que estamos en mi casa, que no se preocupe en absoluto.

—Pero no va a creerme en absoluto, ella-.

—Eres un gran mentiroso, Hoba —Lo interrumpió—. Si lo haces bien, la señora Nam va a creerte —Le sonrió apenas, dejándole un sabor amargo en la boca a su mejor amigo debido a la doble intención de sus palabras.

—Ugh, bien, vámonos de aquí.

Hoseok quedó en modo: ¿Cómo te atreves? O sea, sí soy, pero me ofende.

Espero que les guste este capítulo, le agregué algo estilo hogareño (?) con la conversación YoonMin que es algo que en el au se da a entender, pero no lo mostré. En fin, disfrútenlo.

ALEX 🧊

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