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28

Oí el rumor de que su conexión se ha vuelto más fuerte e intensa, y ninguno puede controlarlo.

Cuerpos sudados, tolerando como campeones las bajas temperaturas de la madrugada. Todos estaban locos, pero de verdad. Sometían a sus músculos a fuertes entrenamientos luego de varios días y les estaba pasando factura, aunque mantuvieran sus anatomías en movimientos con sus actividades fuera de la universidad.

Yoongi estaba al mando, observando a sus compañeros trotar por la cancha, parar y tomar posición para encestar. Mientras analizaba el estado físico de cada uno, su cabeza intentó hacer una lista de ejercicios a los que Yang solía someterlos a todos en los entrenamientos. Y a medida que los fue recordando, él los implementaba con sus compañeros.

El alfa puro se había detenido un momento, claramente se aprovechaba de su posición de base y la capitanía para parar todo entrenamiento que él estuviera realizando, obligándolos a los demás a seguir. Quizás era algo arrogante y tramposo de su parte, pero así conseguía divertirse y hacer reír a sus compañeros, pues se encontraban con expresiones tan preocupadas y nerviosas en sus rostros por los resultados del partido que jugarían en un par de horas.

— ¡Aumenten la velocidad! —Ordenó firme el capitán, bebiendo su botella con agua que había comprado con anterioridad mientras iba de camino a la cancha.

— ¡Capitán, estamos haciendo sentadillas con lanzamiento al aro, aumentar la velocidad es imposible! —refunfuñó Kihyun, queriendo tirarse al suelo por el dolor causado en sus piernas.

—Nada es imposible, tonto. Vamos a conseguir ganar ese partido amistoso, estamos entrenando muy duro —Afirmó con confianza, pero varios negaron y continuaron en lo suyo hasta que el fuerte silbido del capitán los obligó a detenerse y ponerle atención a lo que fuera a decir.

— ¿Y qué tendrá de malo si perdemos? —cuestionó un jadeante Jungkook, mirándole de reojo antes de encestar el balón, tomarlo nuevamente y así dirigirse hacia sus compañeros.

— ¿Perder? Ninguno de nosotros conocemos esa palabra —Hyunjin le respondió, atrayendo a Jungkook con uno de sus brazos rodeándole el cuello. Con ello, aprovechó a desordenar esos mojados cabellos negros que poseía el alfa.

—Bien, cállense. Creo que fue suficiente. Conocemos a KiyungHee, son desorganizados, lentos y distraídos, siempre le ceden el pase a su capitán para anotar a mitad de cancha. Pero, si algo sale mal durante el partido, yo los guiaré para que podamos atacar, ¿de acuerdo?

El equipo asintió, todavía sentían un poco de inseguridad con respecto al partido, a pesar de ser un amistoso querían ganar a toda costa. Pero la confianza que les brindaba su capitán estaba siendo de ayuda para olvidarse de los malos pensamientos y concentrarse en el juego que impartían siempre.

Acabado el improvisado entrenamiento de dos horas y media, se despidieron luego de haberse quedado unos minutos más bromeando entre ellos y cada quien partió por su propio camino. Jungkook había recibido una llamada urgente de Taehyung, el pelirrojo parecía acelerado y no dudó en dejar a sus compañeros a mitad de conversación.

Tras unos minutos más charlando con sus mejores amigos, el alfa puro se despidió mientras subía a su motocicleta y acomodaba la bolsa donde había traído dos balones de su hogar, ni siquiera supo cómo nadie bajó a reprenderlo por los ligeros ruidos que causó en el garaje.

Avanzó a una velocidad considerable porque el entrenamiento había relajado sus músculos y el sueño quería adueñarse de él; quería llegar a su hogar, meterse en su habitación y dejar de pensar en los acontecimientos que ponían su mundo solitario de cabeza.

Quince minutos después, el motor dejó de oírse cuando estacionó en el garaje de su casa. Bajó de su motocicleta, intentando realizar el menor ruido posible porque tenía conocimiento de sus padres ya se encontraban allí luego de una estadía “agotadora” en Busan para cerrar negocios con diversos empresarios de restaurantes. Sí, de alguna forma u otra estaba pendiente de ese tipo de actividades aunque dijera que las odiaba.

Colocó el casco sobre el asiento y se quedó un momento allí para observar el casco protector que Jimin utilizó el día anterior, y acabó sonriéndole al objeto porque tenía las imágenes con audio incluído rondando por su mente. El menor no soportó las velocidades que Yoongi tomó con su motocicleta sólo para enojar al otro, le divertía mucho hacerlo. El sonrojo del pelirrosa hasta sus insultos eran su parte favorita de fastidiarlo con lo que se le ocurriera.

Abrió la puerta que dirigía a la cocina, se encontró con un corto pasillo y allí depositó sus zapatos causando un leve ruido que lo obligó a detenerse y cerrar sus ojos por un par de segundos. Seguramente ya había conseguido despertar a alguien, pero continuó su camino, quitándose el pequeño sudor que se formó en su frente.

Una vez logró llegar a la cocina, sonrió victorioso porque las luces estaban apagadas. Sin embargo, en cuanto intentó abrir el refrigerador para buscar algo que pudiera alimentarlo, unas fuertes pisadas crearon un escándalo que despertó todas las alarmas de Yoongi.

Giró rendido a lo que fuera y se encontró con su madre, la beta tenía una mirada de esas que le transmitió mucho miedo al menor cuando era un niño. De adulto se había acostumbrado a recibir sobre su anatomía a aquellos ojos marrones que pocas veces lo han visto con amor, y no le extrañó para nada que ella tuviera sus brazos cruzados en señal silenciosa de que estaba demasiado enfadada y no toleraría ningún comentario sarcástico de su parte.

—Mamá.

—Nada de “mamá”. Yoongi, ¿qué son estas horas de llegar? —Lo atacó enseguida, dando un paso para entrar por completo a la cocina. Había elevado la voz, por lo que Yoongi esperaba que el resto de su familia también estuviera por aparecer por allí.

—Casi logras darme el susto de mi vida entrando aquí como si fueses un fantasma. Te veías igual a La Llorona, ¿lo sabes? —comentó y le dio la espalda unos segundos para sacar unos dulces, ya que ni siquiera había un par de guarniciones para él. Seguidamente se apoyó sobre el mármol de su bajo mesada y se llevó a la boca otro dulce, mientras su madre solo mantenía una mirada rígida y poco amigable al verlo—. ¿Podrías dejar de verme de esa forma?

— ¿Y tú podrías dejar de llegar a casa a altas horas de la madrugada? —replicó—. Eres un irresponsable, Yoongi. Tienes edad suficiente para entender que tu padre y yo no toleramos este tipo de cosas —El menor blanqueó los ojos, asintiendo.

De repente vio una figura delgada bajar muy despacio por las escaleras, su expresión denotaba preocupación, curiosidad y agotamiento en cuanto se topó con su madre. Chaerin gruñía por dentro, no soportaba que nada ni nadie interrumpiera su sueño, y lo peor ¡a esas horas de la madrugada! ¿Cómo rayos podía ser posible? ¿Es que acaso sus padres no resistían un par de segundos sin discutir con su hermano menor?

—Mamá, son las cuatro treinta —señaló el reloj que había en la pared detrás de ella—, quiero irme a dormir. Si necesitas discutir, lo haremos mañana.

—Quiero que entiendas que aquí tenemos reglas para convivir, Yoongi, no puedes hacer lo que quieres mientras sigas viviendo bajo mi protección y la de tu padre.

—Entonces voy a mudarme de aquí tan pronto firme un contrato de alquiler, porque sencillamente ustedes se han vuelto intolerables para mí. Prefiero la paz antes que ser obligado a hacer y decir lo que tú o papá quieren —Estalló de pronto, desequilibrando a su madre.

— ¡Min Yoongi-...!

— ¡Mamá, ya basta! Déjalo en paz —Interrumpió Chaerin, tomando a su progenitora por los hombros mientras ambas fueron testigos de cómo Yoongi se retiraba de la situación en silencio.

—Tú deberías quitarle tu apoyo a Yoongi —murmuró, pero el susodicho aún podía oírla debido al silencio de la casa—. Desde tu llegada al país, él ha tenido comportamientos inaceptables con nuestra familia.

— ¿Por qué crees que eso ocurre, mamá? —el alfa detuvo sus pasos y volteó a verla, apretando sus puños. Estaba tenso, las feromonas liberadas hablaban por él y Chaerin temió que algo pudiera salirse de control.

— ¿Por qué tanto escándalo?

Oh, no. Su padre estaba haciendo acto de presencia, mientras acomodaba su bata al bajar por las escaleras. Llevaba los cabellos desordenados y las cejas fruncidas, el escándalo lo había despertado con demasiada facilidad y fue tarde para que el hijo menor de los Min zafara de la situación.

Jaemyung se acercaba muy despacio hacia su familia, llevaba su pijama azul de siempre y analizaba su alrededor con mucho cuidado y dedicación, intentando entender qué diablos podría estar ocurriendo a esas horas.

— ¿Por qué estás sudado, Yoongi? —le cuestionó a su hijo en cuanto lo tuvo cerca.

—Entrené hasta tarde —explicó—. Tengo un partido de baloncesto en un par de horas y no hemos podido entrenar lo suficiente con el equipo.

— ¿Y esperas que tu padre y yo te creamos? —intervino su madre, entrometiéndose en la conversación aún con su hija mayor tomándola por los hombros en silencio.

— ¿Por qué les diría mentiras? De todas maneras, no me importa si eligen creerme o no —Finalizó diciendo con la mandíbula tensa y trotó por las escaleras, ignorando la presencia de toda su familia.

Subió el último escalón y se encerró en su habitación lo más rápido que sus adoloridos pies le permitieron. Posteriormente buscó desesperado sus auriculares y cuando los localizó, se los colocó y conectó a su teléfono, dejando la música fluir por ellos.

Se cubrió con sus sábanas e ingresó a su chat vacío, realizando una mueca en lo que alguna idea de composición le llegaba a la mente, mientras tanto eligió la próxima canción para oír. Sin embargo, no tuvo tiempo de pensarlo demasiado ya que una notificación le llamó la atención, sacándole una sonrisa ladina. ¿Cómo podía ser tan feliz al leer un mensaje de Park Jimin? Ugh, estaba perdiendo la cabeza.

Wandita 🧙🏼

F4.

04:43 AM.

Min Yoongi.

Wandita.

¿Qué haces despierto a estas horas?

04:43 AM.

Wandita 🧙🏼

Acabo de despertar, creo que no tenía el sueño suficiente.

Pero eso no importa.

Yo quería hablarte para darte las gracias por ofrecerme un día muy bonito y divertido ayer, y además por llevarme a casa porque de otra manera tendría que haber esperado el bus en la soledad de la noche.

04:45 AM.

Min Yoongi.

Tampoco hubiera dejado que eso pasara. No fue un problema llevarte a tu departamento, mejor dicho fue un alivio no encontrarme con tu hermano mayor.

Jimin, ¿qué haces? Yo tampoco puedo dormir, acabo de llegar de un entrenamiento con mi equipo para el partido de mañana.

04:46 AM.

Wandita 🧙🏼

No sabía que tienes un partido mañana.

No estoy haciendo nada en especial, sólo escucho música.

Por cierto, hay una canción que me recuerda a tí, ¿puedo compartirla contigo?

04:46 AM.

Min Yoongi.

Claro, ¿cuál es?

04:47 AM.

Wandita 🧙🏼

Se llama “Lonely” y es de Noah Cyrus.

Te encantará, lo prometo.

04:47 AM.

Min Yoongi.

Es bonita, y me viene bien oírla después de haber discutido con mi familia.

Jimin, olvidé decirte ayer que ya encontré tus aretes. Te los daré cuando te vea.

Gracias por la canción, es muy buena y transmite mucha paz.

No sabía que la hermana de Miley Cyrus era artista. Me dejó impresionado.

04:50 AM.

Wandita 🧙🏼

Yo tampoco lo sabía, acabo de descubrirla.

Y gracias por buscar mis aretes, son importantes.

04:50 AM.

Min Yoongi.

¿Por qué?

04:51 AM.

Wandita 🧙🏼

Eran de mi madre, sus favoritos.

04:51 AM.

Min Yoongi.

Oh, entiendo.

04:51 AM.

Wandita 🧙🏼

Yoongi, no quiero entrometerme en tus problemas familiares, pero ¿te sientes bien?

¿Te gustaría hablar conmigo sobre lo que pasó?

04:52 AM.

Min Yoongi.

🤔

04:52 AM.

Wandita 🧙🏼

Si no tienes la suficiente confianza en mí, está bien, no me enojaré.

Yo tampoco confiaría en tí 💅🏻

04:53 AM.

Min Yoongi.

JAJAJAJAJAJAJ, me haz hecho reír.

¿Tienes tiempo para una llamada?

04:53 AM.

Wandita 🧙🏼

Claro :)

04:54 AM.

—Wandita, hola, otra vez —susurró con la voz un poco ronca. Después de oír la canción que el menor le recomendó, mientras se dedicaba a leer la letra, se derrumbó en lágrimas.

— “Eres un fastidio” —comentó Jimin, sonrojado hasta las orejas y agradecido de no ser visto por el alfa.

— ¿Por qué me insultas? Íbamos a hablar de mis problemas, ¿o no? —dijo, y cuando escuchó la imitación barata de Jimin sobre lo que había dicho, sonrió.

Se dispuso a relajarse sobre el puff de su habitación, observando detenidamente la calle vacía de enfrente.

— “¿Por qué discutiste con tu familia, F4? ¿Te has vuelto loco?

Yoongi soltó una risa corta.

—Digamos que mamá me regañó por llegar tarde y me recordó que no puedo hacer lo que yo quiera mientras viva con ellos. Acabé diciéndole que pronto conseguiré un departamento y me mudaré.

— “Vives en una enorme casa, en uno de los mejores barrios de Seúl y sin problemas financieros. ¿Cómo puedes ser tan malagradecido? ¿Es por eso que estás triste? —gruñó el omega, claramente estaba bromeando, pero otra parte de él sabía que había algo de seriedad en lo que decía.

El mayor cambió de posición su teléfono hacia la oreja derecha y sonrió.

—No exactamente, es decir, estoy enfadado, pero un poco triste también. Me han exigido cosas desde que tengo uso de razón, iniciando la universidad me animé a enfrentarlos a ambos, aunque de nada ha resultado porque ellos seguirán viéndome como el jefe de la cadena de restaurante de mi familia y no como Min Yoongi, el verdadero y al que no le gustan los malditos números sino la música y la composición. Nunca es suficiente, haga lo que haga.

— “¿Sabes? Creo que alguien nunca te enseñó a dejar de satisfacer los deseos y sueños que tus padres proyectaron en ti desde niño. Tú eres tú, deberías sentirte orgulloso de tener esa personalidad irritante” —Ambos soltaron una risa en conjunto por lo dicho, que luego se convirtió en un sollozo ahogado por parte del mayor. Jimin se preocupó demasiado y quiso salir en pijama hacia la casa del alfa y darle un fuerte abrazo, su lobo se lo pedía a gritos—. “¿Yoongi? F4... Hyungie.

El corazón le estaba martirizando por dentro, su lobo omega estaba disgustado por su falta de actuar. Pero, ¿qué podía hacer más que acompañar al alfa en el dolor que sus problemas le causaban? Mientras tanto, oírlo le contagió el llanto y pensar en cómo podría estar en su habitación y en soledad, le partió el corazón y el alma en miles de pequeños pedazos. Entonces, lloró en silencio y mordiéndose el labio para que Yoongi no lo descubriera.

— “Yoon —susurró con la voz casi rota e intentó disimularlo como pudo—, tienes un talento muy bonito. Si Chaerin te apoya, y sé que ella es de las personas que más te importan en el mundo, el resto debe irse al infierno. Ojalá algún día tus padres y tu familia abran los ojos ante el hombre tan especial que tienen en sus vidas, tengo la esperanza de que queden cautivados el día que puedan oírte y ser testigos de cómo tocas el piano, la guitarra, o cómo compones. E-eso sería genial.

—El resto debe irse al infierno —repitió cuando limpió sus lágrimas.

— “Ahora... Necesito que vayas a tu ventana y veas la luna cuando te sientas angustiado. Ella te consuela sólo con su luz. Mi madre nos enseñó eso a mi hermano y a mí.

—Hay luna llena hoy —mencionó, haciéndole caso al menor—. Tienes razón, es preciosa.

«Como tú.» mezquinó aquellas palabras y las dejó rondar por su mente.

VAMOS A TENER SUCHWITA FT JIMIN.

Sólo tuvimos teaser, pero eso bastó para que todos sentamos la TENSIÓN. Los amo, vamos a sentirnos 30/40 minutos como los malos tercios.

Qué tenga un buen comienzo de semana <3

ALEX 🧊

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