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23

Oí el rumor de que Cosmo finalmente se ha consagrado.

— ¡Fue suficiente! —Demandó sin paciencia la pobre omega que había grabado un minuto de aquella pelea absurda y bastaron unos minutos más para que sus nervios se alteraran.

Ambos chicos le hicieron caso. El alfa, por su parte, conocía a su hermana enfadada y jamás se arriesgaría a agotar su paciencia. A Jimin, por otro lado, el grito lo descolocó y decidió detenerse y portarse educadamente por su propio bien, puesto que las miradas que la omega les dedicaba a los dos eran muy aterradoras y ninguno se atrevería a desobedecer.

En algún punto, la actitud y posición de Chaerin frente a ellos les había provocado mucho miedo.

—Mandón —Yoongi lo insultó en un murmullo cerca de su oído.

—Llorón —le contestó en otro susurro y el alfa volteó con sus ojos entrecerrados mientras soportaba como un campeón sus ganas de lanzarse hacia ese pelirrosa.

—Las tinturas para el cabello están sobre la mesa —indicó y señaló después, Jimin le prestó atención y asintió, sabiendo que no tenía muchas opciones. Sin embargo, temía arruinar la sedosa y brillante melena que cargaba el capitán, no porque luego fuera a sentirse culpable sino por las admiradoras locas de aquel alfa que podrían perseguir al omega de por vida si cometía algún error.

—Acabemos con esto, F4.

Comenzó a preparar y mezclar con cuidado, y cuando inició con la decoloración, le rezó a todos los dioses que conocía para que su trabajo saliera de maravillas.

Ninguno abría su boca para hablar, preferían permanecer en ese silencio extrañamente cómodo entre los dos después de que dejaron de perseguirse en medio de la sala y Chaerin haya decidido marcharse del lugar para ordenar unos papeles y diseños en su bolso. No se oía nada más que sus respiraciones pesadas y algunos estornudos debido al fuerte producto que Jimin estaba utilizando sobre el cabello del mayor.

Al acabar, el cabello de Yoongi había entrado en ese proceso de decoloración perfectamente hecho. Era visible el rubio en ciertas partes de su melena, eso mantuvo satisfecho al menor hasta que por fin podían proseguir con el color... ¿verde menta? ¿O es que acaso leyó mal las letras de aquellos sobres?

Sin poder evitarlo, una sonrisa se adueñó durante un buen tiempo. Sus ojos a duras penas podían ver lo que tenían enfrente debido a las risitas que trataban de liberarse de su garganta por la ocurrencia del cerebro de mosquito, y se refería —claramente— a Yoongi.

Era Cosmo.

Jimin accidentalmente se había ganado el apodo de “Wanda”. Con su cabello rosado pastel, él era Wanda.

«Odio a “Los padrinos mágicos”» fue el primer pensamiento que se le vino a la mente.

Sus mejillas estaban ardiendo como jamás había experimentado en su vida y frente a él había un pequeño espejo que, al acercarse, delataba sus mofletes rojos hasta la punta de su nariz. La imagen le recordaba a todas esas veces que ha llorado, sin embargo, tenía que apresurarse y quitar su sonrojo antes de que el alfa lo notara y comenzara a idear mil formas diferentes de fastidiarlo por ello.

Casi logra desaparecer hacia la cocina, pero un carraspeo lo espantó e hizo detenerse. No quiso girar porque, debido a los deliciosos —y endemoniados— aromas que se estaban esparciendo por el lugar, entendía que se trataba del alfa y ya no podría liberarse de sus burlas. Sin más, giró sobre sus talones, pero Yoongi en cuanto lo observó no emitió sonido.

Parpadeó y quiso buscar explicaciones de aquel silencio. Por Dios santo, Jimin estaba impaciente esperando que se burlara de él como en cada accidental y terrible encuentro que tenían en la universidad. Pero no lo hacía. Ni una sola palabra.

— ¿Por qué me miras así? Continuemos, Wandita —El mayor le apuntó en dirección a la mesa del comedor aquella pintura verde menta a medio preparar—. Date prisa.

—Enseguida voy —dijo entre suspiros, mordiéndose el labio inferior segundos más tarde—, Cosmo —musitó tan bajo y con una delatadora sonrisa queriendo asomarse sobre sus labios.

Así pasaron otra hora y media juntos. En ese poco tiempo, Jimin había descubierto que a Yoongi le encantaba silbar para entretenerse y lo único que provocaba en el omega era una fuerte irritación en los oídos. Por supuesto que intentó restarle la menor importancia posible para que su boca no le escupiera insultos muy feos al alfa. ¿Lo había conseguido? Sí, y con ello su nivel de paciencia hacia cualquier ser humano había aumentado a otro escalón con orgullo.

Mientras Jimin se dedicaba a dejar organizado el comedor y limpiar todo en la cocina, Yoongi aprovechó para darse un baño de agua fría porque lavarse el rostro un millón de veces no le sirvió para deshacerse de lo rojo en sus pómulos y orejas, lugar que podría delatarlo muy fácil frente al omega.

Él era un alfa puro, el nivel mayor de aquella jerarquía, y eso significaba que sus sentidos se desarrollaban rápidamente en mayor grado que un alfa común. Nada impedía que Yoongi pudiera escuchar conversaciones a menos que estas fueran hechas a más de un metro y medio de distancia, y no podía negarle a nadie lo que una estupidez como "Cosmo", que había salido de los gruesos labios del pelirrosa minutos antes junto a una sonrisa demasiado disimulada, logró que su lobo se emocionara y el joven tuvo que reprimir una sonrisa por las miles de sensaciones tan hermosas que tuvo en su cuerpo.

Tras una extensa espera, el menor se hundió en el mundo de sus redes sociales y en el momento que sus ojos abandonaron la pantalla de su teléfono, su expresión se relajó y sus ojos se iluminaron como las luces de la gran ciudad de Seúl.

Ya había preparado muchos tipos de insultos y burlas para el capitán de cabellos color verde menta, pero en cuanto sus ojos se vieron y él analizó todo en Yoongi, perdió las ganas de hablar. Era muy extraño.

— ¿Qué tal? Hiciste un buen trabajo —felicitó el mayor con una minúscula sonrisa ladeada que descontroló todo el sistema nervioso del omega, peor aún cuando notó el pequeño rastro de un sonrojo en las mejillas pálidas de Yoongi.

«Oh, por favor, esto no puede ser posible.» comenzó a pensar desesperadamente y golpeó su cabeza con suavidad y parpadeó un par de veces antes de levantarse de su silla e ir hacia la entrada.

—No me halagues. Llévame a casa, pronto —demandó sin rodeos, tomando una actitud que a Yoongi le pareció muy chocante.

—Pensé que-.

—Quiero ir a casa —su voz tembló de repente. No podía estar ni un solo segundo más allí, su cabeza le exigía un lugar seguro que solo encontraría en su hogar o en el departamento de su mejor amigo.

— ¿Te encuentras bien, Jimin? —preguntó delicadamente, puesto que el omega no parecía estar en sus cabales por alguna razón—. ¿Hice o dije algo malo? Quiero saberlo.

No se atrevió a avanzar.

Jimin apretó sus labios con fuerza, sintiéndose desesperado al no saber qué hacer ante su repentino cambio de humor. En ocasiones, el aire amenazaba con irse y eso lo estaba poniendo nervioso, pero trataba de actuar lo más calmado que podía en ese momento.

Estaba teniendo serios problemas con esos sentimientos irreconocibles que se acentuaban sobre su pecho en cuanto Yoongi y él cruzaban alguna mirada o palabra, o se besaban sin ninguna razón.

—No, nunca haces nada malo. Siempre haces las cosas bien, y ese es el verdadero problema —sinceró de repente y la habitación quedó en un profundo silencio.

No se contactó con nadie el resto de su fin de semana. Namjoon tampoco había querido molestarlo demasiado con preguntas, más prefirió darle un buen consuelo a base de abrazos y mimos a su estómago, como habitualmente hacía en cada ocasión que notaba un par de lágrimas en el rostro de su hermano. Pero sabía que, en definitiva, algo interesante y hasta quizás triste estaba ocurriendo en la vida íntima del menor y ansiaba enterarse el motivo de tantos cambios de humor.

El lunes por la mañana, Taehyung contactó al pelirrosa y trató de hacerlo de manera suave y divertida, puesto que Namjoon le había informado de lo alejado que se encontraba Jimin del resto del mundo, de sus redes sociales y de él.

El menor aún estaba en su cama, sin demasiados ánimos de levantarse. Estaba decaído, sin energías principalmente por su mala y poca alimentación en aquel fin de semana. Sus ánimos estaban por los suelos, la habitación era un jodido desastre que no se molestaría en corregir hasta que tuviera las fuerzas para hacerlo.

Estaba solo en el departamento, puesto que su hyung había ingresado a su guardia por la madrugada y no volvería sino hasta el día siguiente y eso le daría el tiempo suficiente para pensar en las cosas ocurridas en ese corto fin de semana. Comenzando desde el día que él y Yoongi se conocieron por primera vez hasta lo último que le dijo en su casa, cosa que alteró sus nervios y se sintió mucha vergüenza por su estúpida y para nada medida boca.

Por más que quiso ponerse a pensar en los últimos hechos, la vibración incesante de su teléfono lo distrajo por completo y optó por atender la urgencia antes de que Taehyung siguiera enviándole una infinidad de mensajes más.

My soulmate TH.

Exijo saber quién es ese hombre.

09:11 AM.

Park Jimin.

Que me mira y me desnuda~

09:11 AM.

My soulmate TH.

Jimin, hablo en serio.

09:11 AM.

Park Jimin.

Una fiera inquieta que me da mil vueltas.

09:12 AM.

My soulmate TH.

PERO JIMINAJKLBVLHJAB

PERVERTIDO.

09:12 AM.

Park Jimin.

Y que me hace sentir mujer~

09:12 AM.

El menor se rio a carcajadas y casi suelta su teléfono por ello, por lo que procuró sostenerlo con fuerza y tener más cuidado.

My soulmate TH.

Eres hombre, que no se te olvide.

09:14 AM.

Park Jimin.

No me importa.

09:14 AM.

My soulmate TH.

🙂

Ahora, hablando en serio, ¿quién es ese hombre pelirrubio?

09:14 AM.

—Cosmo en proceso —respondió en un murmullo tímido.

Sin siquiera dignarse a darle una respuesta sincera a su mejor amigo y con un hambre terrible, Jimin decidió levantarse de su cama, darse una ducha y salir en dirección a la universidad. Allí comería con más calma y acompañado de sus detestables e inseparables amigos, lo cual jamás le vendría mal para mejorar sus días de malhumor.

Tras haber estacionado, enseñó su identificación hacia el guardia de seguridad e ingresó sin mayores problemas. Atravesó el campus de economía y le rogó a los dioses no encontrarse con Yoongi, y para su buena suerte, logró llegar con latidos normales hacia la cafetería y antes de ir hacia la mesa donde sus amigos siempre colocaban su trasero, se vio obligado a revisar su chat con Taehyung debido a todos los mensajes que le estaba enviando tan rápido que le causaba terror al omega.

My soulmate TH.

¿Estás saliendo con alguien o por qué le sonríes tanto a tu teléfono? Qué raro estás estos días, Park Jimin.

La cafetería no es un buen lugar para que te comportes como un hormonal.

Concéntrate, cabrón.

10:02 AM.

Park Jimin.

Basta ya.

Es el chico que conocí por la aplicación de citas y el que dije que cubrieras.

Por cierto, ¿cómo te fue con eso?

Me imagino que Namjoon no se enteró, ¿CIERTO, INSECTO?

10:02 AM.

My soulmate TH.

Nah, soy un buen amigo y mentiroso.

10:03 AM.

Park Jimin.

No sabes mentir, eres un hada, eso me preocupa.

10:03 AM.

My soulmate TH.

Ah ok.

No vuelvo a cubrir tus fechorías nunca más en mi vida.

Los cuestionamientos de tu hermano son un millón de veces peores que los exámenes de admisión de esta universidad.

Me atormentó, Jimin.

10:04 AM.

Park Jimin.

Tú tenías una buena compañía por lo que vi.

¿Qué se traen Jungkook y tú?

10:04 AM.

My soulmate TH.

Ay.

Solo es una simple amistad, muy bonita y unida amistad.

10:05 AM.

Park Jimin.

Tienes sexo, ese es el sinónimo.

10:05 AM.

My soulmate TH.

Claro que no. No me interesan esas cosas por el momento.

10:05 AM.

Park Jimin.

Taehyung, tenemos una promesa.

10:06 AM.

My soulmate TH.

¿Y vas a enfadarte conmigo si rompo nuestra promesa? Tú sabes lo que siento por Jungkook.

¿No quieres ver a tu mejor amigo muy feliz con la persona que le gusta?

10:06 AM.

Park Jimin.

De hecho, podría enfadarme, pero no creo estar en posición de juzgarte.

Y por supuesto que deseo con todas mis fuerzas que encuentres al alfa correcto.

10:07 AM.

Y con una sonrisa imborrable en el rostro, se colocó para hacer fila en la cafetería. Sabía todo lo que pediría y sería en grandes cantidades porque realmente estaba hambriento, incluso esa mañana notó ojeras bajo sus ojos y le trajo un disgusto enorme.

Parecía que todo iría lento en el día, la fila avanzaba cada veinte minutos o simples cuatro minutos que a Jimin se le terminaban haciendo eternos.

Mientras se dedicaba a esperar por su turno, el omega desbloqueó su teléfono nuevamente y agendó el número telefónico de Yoongi, sintiéndose orgulloso por haberlo conseguido por su propia cuenta. Aunque bueno, Chaerin se lo había enviado por simple “placer”, según ella, o por si algún día ocurría una urgencia y nadie en el mundo, a excepción del alfa, estuviera disponible para él; podía considerar aquello como una excusa ridícula, pero no intentó averigüar sobre eso.

Más bien, necesitaba con mucha urgencia saber el paradero de unas joyas demasiado especiales para él, las cuales había perdido en algún sitio que no recordaba con exactitud.

Park Jimin.

F4, soy Jimin.

Si encuentras mis aros en tu "humilde hogar", por favor, devuélvemelos.

10:21 AM.

Cosmo F4 🐍

Hola, Wandita.

¿Cómo rayos conseguiste mi número?

10:22 AM.

Park Jimin.

Chaerin noona me lo envió.

10:22 AM.

Cosmo F4 🐍

Está bien, pero lo haré si me devuelves mi sudadera.

10:22 AM.

Park Jimin.

No, prácticamente me la obsequiaste.

10:23 AM.

Cosmo F4 🐍

Yo nunca haría eso con mis prendas.

Devuélveme mi sudadera y yo haré lo mismo con tus aros.

10:23 AM.

Park Jimin.

Dije que no.

10:23 AM.

Cosmo F4 🐍

Entonces diviértete buscándola en mi "humilde hogar".

10:24 AM.

Park Jimin.

AYÚDAME, POR DIOS, SON AROS IMPORTANTES.

10:24 AM.

Cosmo F4 🐍

Dos palabras: No, jódete.

10:25 AM.

Park Jimin.

PERO YOONGI >:(

10:25 AM

Jimin en medio de su habitación meditando si le gusta o no Yoongi:


Realmente deseo que les haya gustado y que me lo hagan saber porque estoy de malhumor y ustedes siempre mejoranbmis días. Les quiero <3

ALEX 🧊

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