16
“Oí el rumor de que es un niño caprichoso que siempre consigue lo que quiere.”
— ¿Puedo preguntar a dónde irás, Yoongi-ssi? Estoy preocupada por tu cambiante actitud estos días y porque sólo te he visto apoyar tu trasero en tu cama dos días desde mi llegada —Cuestionó con un semblante relajado, siguiendo a su hermano a todas partes de la casa y en medio de ello, pudo coger las llaves de su auto.
—Debo visitar a Wandita —respondió distraído, buscando las llaves de su motocicleta por todas partes. Maldiciendo bajo cuando su brazo fue cruelmente maltratado por su noona, quien acabó consiguiendo que se detuviera cerca de la sala de estar—. ¿Qué?
— ¿Quién es 'Wandita'? ¿Estás saliendo con alguien, engendro? —Chaerin entrecerró sus ojos, a punto de burlarse de su hermano.
Había conseguido pareja después de años. ¡Enhorabuena!
—Es un enano de jardín que se ha robado algo que me pertenece e iré a recuperarlo —Explicó casi arrastrando las palabras por la molestia que le invadía el cuerpo. Pero advirtió cómo su hermana se preparaba para más cuestionamientos incluso regaños que solo direccionaban a su manera de comportarse, entonces decidió añadir—: En sana paz, Chaerin, él ya sabe que iré a su departamento.
Mentira. Era la segunda ese día. Y no tenía idea de qué esperar de aquel pelirrosa cuando fuera a profanar su departamento en busca de lo que le pertenecía. No podía permitir que se quedara con ella, mucho menos que lo impregnara con aquella horrible mezcla de vainilla y margaritas. ¿Cómo lo quitaría entonces? Aún le debía una explicación al tío Lee sobre el aroma que había quedado aferrado a la camisa en su traje de Cosmo, el cual no había conseguido eliminar después de varias lavadas y distintos productos para ropa.
— ¿Y por qué le dices 'Wandita'? Debe tener un nombre como todo ciudadano —dijo entre risas, cubriendo su boca con una mano para tratar de calmarse.
—Su nombre es Jimin, pero prefiero llamarle 'Wandita' porque, desde que lo conozco, me ha molestado llamándome 'F4' —explicó con impaciencia. En serio estaba apurado en irse y mientras más avanzaba por la sala, más se le dificultaba encontrar las llaves.
Chaerin asintió y colocó una expresión entre curiosa y divertida en su rostro, pero no hizo nada más que observar las acciones de su hermano. Siendo sincera con ella misma, él lucía como un caracol dando vueltas casi en círculos por toda la casa, mareándole un poco.
— ¡Yoongi, quédate quieto! Yo puedo llevarte, en serio, harás un hoyo por todas partes con tus fuertes pisadas —Se quejó, arrugando el ceño y agitando sus llaves para que el menor le prestara atención—. Andando, enano. Pero no nos quedaremos mucho tiempo, tengo una reunión.
Y con eso consiguió que Yoongi la mirara con disgusto y a punto de realizar un berrinche. La palabra clave siempre funcionaba. "Enano", ni siquiera lo era, pero le causaba diversión la reacción de enojo e indignación exagerada que recibía del menor.
—Soy dos cabezas más alto que tú, ¿cómo te atreves a decirme que soy enano?
Le discutió en su camino a la entrada de la casa y luego de salir de ella hacia el garaje. Su hermana no respondía y eso lo llenaba de cólera, porque siempre había detestado que alguien hablara sobre su estatura, lo soportó toda su vida.
—Soy alto, Chaerin —Insistió al subirse al auto en el asiento de copiloto.
—Lo eres. Pero cuando eras un niño, creíamos que tenías problemas de crecimiento.
Tenía buenos motivos para salirse de sus casillas cuando oía a alguien criticar su estatura, y uno de ellos era el anteriormente mencionado por su noona. Por ello, no soportaba ningún tipo de broma al respecto, tampoco le importaba si era dicha sin nada de maldad.
—Dejando el tema de lado. Yoongi, dime la dirección del edificio —Ordenó y colocó música para entretenerse en el camino. Lady Gaga le daba un sabor diferente a la vida.
—Acabo de colocarla en tu GPS. Gracias por este favor, aunque prácticamente me obligaste a subir al auto.
—Tú elegiste, querido —Contraatacó—. Ahora te pediré que te mantengas en silencio, la reina Lady Gaga está recitando un poema.
Yoongi reaccionó con una risa.
—Sólo es Judas.
—Sólo es Mockingbird de Eminem —Atacó al artista favorito del menor, recibiendo una sacada de lengua—. No te metas con la madre de la comunidad homosexual.
— ¿Cómo le explicaré a mis futuros sobrinos que su madre no está loca sino que su personalidad ha sido así de extraña y extravagante desde su nacimiento? —preguntó serio, pero quería estallar en risas.
— ¿Sabes una cosa? Cuando tenga a mis propios retoños, desearé y manifestaré que sus futuras parejas sean del mismo sexo. Este país subdesarrollado está hartándome con esos pensamientos machistas e hirientes, y también cerrados. Ugh, te aseguro que en otras partes, el mundo es muy diferente.
— ¿Está... bien? —Vaciló con una sonrisa y luego se concentró en el videojuego en su teléfono.
La puerta de su habitación se abrió después del permiso concedido por el omega. Un sonriente alfa notó a su hermano acurrucado y su alrededor se había vuelto extraño cuando notó el hoddie que llevaba puesto.
Decidió acercarse a la cama del omega y tomó asiento, acariciando sus desgastados cabellos pelirrosas.
— ¿Cómo estuvo tu día, Diminnie? —Lo llamó. Llevaba diciéndole de esa manera desde que el menor era apenas un bebé de unos dos años. Todo eso surgió porque su hermano no podía articular correctamente su nombre.
—Ahora estoy de maravilla, pero ayer tuve un mareo —Realizó un puchero y bloqueó su teléfono.
—Eso es un problema. Creo que te asignaré una cita con el doctor Wang.
Marcó sus hoyuelos mientras ladeaba su rostro para observar con más detenimiento aquel hoddie o sudadera, realmente le costaba saber sobre prendas. Eran todas muy parecidas.
Su lobo de pronto se puso en alerta, agudizando sus oídos y olfateando con profundidad la prenda a lo lejos por dos aromas que la rodeaban. Arrugó su nariz, Jimin se percató de las intenciones indirectas de su hermano y se cubrió con una almohada.
— ¿Tienes alfa, Jimin?
El omega negó.
—Entonces déjame ver ese hoddie. Se te ve muy bonito —Intentó arrebatarle las sábanas y falló—. Huele a café y cítricos, qué delicioso.
— ¡No lo toques! Es una sudadera, hyung. Y vuelvo a decírtelo: No. Tengo. Alfa —Remarcó cada palabra, con solo formular la última le causaba un fuerte disgusto.
— ¿Y por qué parece que estás mintiendo al respecto? Diminnie, proteges esa sudadera como un loco —señaló—. No te la arrebataré, cálmate.
—Porque es mía y sabes que protejo demasiado mis pertenencias, fin de la historia. Me la obsequió Yoon-. Es decir, un... —balbuceó, la imagen del molesto F4 invadió sus pensamientos y asintió—. Un amigo, sí, eso. Un amigo de la universidad.
Namjoon entrecerró sus ojos, colocando nervioso a Park, quién se alejó de él y se quitó la prenda para colocarla en su armario antes de recibir más cuestionamientos de su hermano que no tenía antojos de responder. En ese transcurso de tiempo, meditó si debería devolverle la sudadera a su dueño o no. Porque, vamos... ¡Jimin quería venganza y una pizca de diversión! Aunque muy en el fondo seguía agradecido por el gesto de la noche anterior.
—Un amigo... Mmh, está bien. Pero recuerda que tus pretendientes primeramente deberán hablar conmigo. Mi hermano se merece a la mejor persona a su lado. Esa es la regla, Jimin —Le señaló, entre la diversión y la seriedad.
Jimin rio e hizo un mohín, aceptando que su hyung jamás podría cambiar esa actitud protectora que nació el día que ambos se conocieron, cuando Namjoon fue adoptado por sus padres.
—Primero te amarraré a una silla, porque estoy seguro que espantarás a mi futuro o futura alfa —El mayor lo vio con incredulidad, indignado por la seguridad de Jimin al dar esa predicción.
—Te estaré vigilando, enano —Entrecerró sus ojos y una sonrisa marcó los hoyuelos que decoraban a sus mejillas.
— ¿Por qué no me vigilas aquí ab-...?
El timbre de la casa interrumpió la grosería que estuvo a punto de liberar de su sucia boca y gruñó, acto que enterneció a su hermano. Entonces ambos decidieron bajar, y Jimin se colocó nuevamente su sudadera antes de seguir al mayor.
Bajaron directo a la puerta principal. Jimin juraba por quién no creía demasiado, que sentía una enorme necesidad de correr en el jodido y preciso momento en el que notó al F4 frente a él, apoyándose en el marco de la puerta con sus brazos cruzados.
—Wandita —Le sonrió y el omega desvió la mirada aturdido, notando a una mujer muy extravagante que lo acompañaba a su lado.
«¿Y ella quién diablos es?». Su lobo omega habló con recelo, acción que le dio curiosidad porque ambos habían estado muy distanciados por años, precisamente después de la desgraciada ruptura con Seojoon.
— ¿Quién es 'Wandita'? ¿Quiénes son ustedes? —Namjoon se acercó, apoyando su mano sobre el hombro de Jimin, dándole señal a aquellos desconocidos que el omega estaba protegido por él.
— ¿Él es Wandita, Yoongi? ¡Es muy bonito! —Comentó con alegría la pelirrubia, brincando en su lugar y dándose a conocer a ambos hermanos frente a ella.
Jimin junto a su hyung quisieron descifrar su jerarquía, pero los supresores sellaban el aroma de la mujer de cabellos lacios y mirada coqueta, aunque muy profunda. Al omega le dio un corto deja vù.
— Oh, cielos. ¿Ahora a ti te comieron la lengua los ratones?
— ¿Cómo fue que...?
Las palabras no querían salir de su boca y eso le provocaba más nervios de estar frente a la imponente presencia del F4 y esa mujer, que debido al parecido físico o esas miradas que le causaban intriga, sospechaba que se trataba de la hermana de aquel idiota.
— ¿Qué haces... aquí? ¿Cómo fue que me encontraste?
Yoongi levantó su mirada, que hasta el momento había mantenido centrada en su sudadera. Su lobo controló un poco su cuerpo y en respuesta a la imagen que ese pelirrosa le ofrecía al traer puesta aquella prenda, él lamió sus labios.
— ¿Alguien quiere explicarme qué sucede? ¿Quiénes son ellos, Jimin?
—Creo que Wandita puede responder esa pregunta. En lo que respecta a los motivos de mi visita, yo vengo por lo que me pertenece —Informó y señaló la prenda que el omega llevaba puesta. De un segundo a otro, unas fuertes feromonas de vainillas y flores de margarita se esparcieron por todo el lugar, impregnándose sobre su ropa. Jimin estaba enfurecido y su aroma se volvió agrio.
—Yoongi, no seas grosero y preséntame —Reprendió su hermana, mirándole con advertencia por milésima ocasión.
—Está bien —El pelinegro blanqueó sus ojos y sonrió—. Wandita, señor que vive con Wandita —observó a Namjoon—. Ella es Min Chaerin, mi hermana mayor.
— ¡Mucho gusto! —La sonrisa de Chaerin se desvaneció un momento después de ver el rostro de repleta confusión del chico de piel caramelo, y decidió encararlo—. ¿Por qué esa expresión tan extraña? Soy agradable, lo prometo.
Jimin no tuvo más remedio que actuar como si la situación no le sorprendiera o le molestara. ¿Cómo se había atrevido a buscarlo en su departamento? ¿Realmente el capitán del equipo de la SNU estaba enloqueciendo como decían los rumores entre sus compañeros?
¿Por qué debió relacionarse con él?
—Lo siento, hyung. Olvidé avisarte que un compañero de la universidad vendría hoy. Debemos hablar sobre unas tareas que nos asignaron juntos —Mintió—. Sólo eso —cerró sus labios antes de decir algo más que pudiera comprometerlo—. Ven conmigo, por favor —Le dijo al girarse para ver a Yoongi y tiró de su camiseta sin permiso, llevándolo a su habitación.
Revisó una última vez que ninguno de los hermanos mayores tuviera intenciones de acercarse a escuchar y cerró la puerta, apoyándose con un suspiro en ella.
— ¿Qué crees que haces, F4? —Cuestionó alterado—. No puedes venir aquí como si nada. ¿Te has vuelto loco? ¿Vamos a pelear por esa sudadera esta vez? ¡El mensaje solo fue una estúpida broma!
—No haré nada malo. Vine en rescate de lo que me pertenece y tú pretendes robarme. Por cierto, esto es una residencia privada... eso es interesante —Comentó con gracia, caminando con sus brazos detrás, dedicándose a analizar cada objeto que tenía enfrente.
Jimin lo observó en silencio y se quitó la prenda, formando un puchero pronunciado.
—Toma. Necesito saber cómo demonios conseguiste mi dirección.
—Puedo conseguir lo que quiero cuando quiero, pero te lo diré: Contacté a Jungkook y por medio de él hablé con tu amigo pelirrojo-.
—Taehyung —Masculló y Yoongi se giró, dedicándole una mirada que hacía a sus orbes brillar.
Sostuvo en sus venosas manos la sudadera y la llevó a su nariz, olfateando el aroma de vainilla que claramente sabía que quedaría impregnado en la prenda.
Diablos, Yoongi se había vuelto fan de las flores de margarita en menos de 10 minutos estando en la residencia de Wanda, y eso provocó que dejara atrás su fachada de "me desagrada todo de Jimin" a una en la que comenzaba a necesitar más de aquellas feromonas rodeándole.
Pero todo era culpa de su hormonal alfa.
—B-bueno... yo me retiro —carraspeó—. No fue un gusto verte, Wandita.
—Jimin —Corrigió, dirigiéndose con él a la puerta de su habitación.
—Jimin —asintió y el omega entrecerró sus ojos, viéndose molesto porque ese alfa a veces cooperaba en no hacerle enfadar y otras veces parecía no importarle.
—Comienzo a creer que lo haces a propósito.
—No lo hago, sucede que olvido tu nombre muy rápido —Ladeó el rostro, provocándole.
—Lo haces a propósito. ¿Así te gusta ser con todo el mundo? —Jimin se acomodó el cabello y el alfa negó, parpadeando varias veces.
— ¿Ser qué?
—Tan molesto, provocador, incitando que alguien te golpee el rostro de una vez por todas —Masculló porque la sonrisa de Yoongi no hacía más que causarle disgusto y tensión. Su actitud del demonio lo sacaba de sus casillas.
—De hecho, no. Ya te advertí que no creas todo lo que ves u oyes de mis amigos y de mí.
—Demuéstralo, entonces —Musitó con buenas intenciones de desafiarlo, él sabía que Yoongi podía escucharlo a la perfección gracias el silencio de la habitación.
—De acuerdo. ¿Quieres acompañarme a un lugar? Ojalá cierres tu trasero después de esto —La mano del alfa tomó la perrilla de la puerta y la abrió, oyéndose otro silencio más del que ya habitaba en el espacioso cuarto del menor—. Espero que no te moleste la presencia de Chaerin noona.
—La única presencia que me molesta en esta vida es la tuya. ¿Por qué haces que todo se vea tan misterioso en tu vida?
—Porque es divertido ver a las personas intentando averiguar algo sobre mí. Como tú, por ejemplo.
Dejé las materias que debo rendir directamente para febrero porque estoy dedicada por completo a este fanfic. Lo amo y amo todo lo que tenga que ver con él, además me divierto demasiado narrando a los personajes.
Les recuerdo que las actualizaciones son una vez a la semana. Puede ser cualquier día, pero más que nada los lunes porque esos son los días que actualización en otro de mis trabajos acá en la plataforma.
Qué tengan un bonito día.
ALEX 🧊
PD: Qué lindo pertenecer al país que salió campeón mundial.
A continuación, la scaloneta campeona:
[SIN CORREGIR]
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