El olor a pescado entraba por mis fosas nasales, eran solo las 7:00 AM, realmente no tenía deseos de ir a la escuela, por lo que había decidido no ir hoy. Celine estaba sentada en la computadora de mesa viendo videos de misterio de su youtuber favorita, Dinosaurs Vlogs, era un chica que realizaba casos de misterios ocurridos en la vida real, Celine y yo amábamos ese canal junto al de Paulette. Habíamos sido compañeras de curso desde pequeñas, pero somos mejores amigas desde hace un año y medio que llegó a la preparatoria, se sentó junto a mí y desde aquel instante sabía que seríamos las mejores amigas del mundo. Estaba vestida con un camisón mío, se volteó y me sonrió.

-Anda, que ya has despertado-resopló, siempre era ella que la que más tarde se levantaba

-Sí, no ves que tengo los ojos abiertos-le respondí su sarcasmo

-Bueno, la señora encargada de tu casa, la empleada que dejaron tus tíos, me ha levantado con el asqueroso olor de pescado frito, son las siete de la mañana, dios santo. ¿No piensas ir a la escuela?-interrogó como si supiera lo que pensaba.

-No, no quiero ir , hoy pienso averiguar un par de cosas, sobre mi vida y tú me acompañaras.

-¿Estás de coña? no me moveré de aquí, pueden darse de cuenta-su miedo a que la descubrieran volvía a adueñarse de ella.

-Joder Celine ¿te pasarás la maldita vida en un cuarto de cuatro paredes, junto a una computadora?-pregunté recogiendo la cama.

-Jajaja, obviamente sí, si es para protegerme y protegerte a ti, claro que lo haré. No entiendes nada Annie-dijo levantándose de la silla

-¿Cómo voy a entender sino me explicas?-bufé-.Mis tíos podrían ayudarnos si cuentas que ocurre.

-¿Tus tíos? en serio, no jodas, tu tía me odia, tu tío me ayudaría encantado, pero Helena es una puta amargada de la mierda, si por ella fuese me echaría a la calle.

-Tampoco te expreses así, es mi familia, además, ¿por qué mi tía haría eso?-contesté tratando que me explicase que estaba pasando.

-Annie la conoces, sabes cuantas veces ha intentado separarnos.

-Tienes razón, pero hay que buscar ayuda de alguna forma, no puedes vivir encerrada aquí, algún día mis tíos se darán cuenta de que vives aquí.

-Mejor cuéntame de tu salida ayer a Barcelona con ese chico lindo-dijo cambiando el tema y girándose a la computadora

-Es hermoso Celine, es perfecto y bueno, pero con una vida de mierda, se llama Miguel-mi cara al mencionar su nombre cambio, pero la de Celine hizo un gesto dudoso

-¿Miguel?-preguntó rápidamente.

-Sí, es hijo del director de la escuela y hermano de la novia de Blake, el vecino.

-Oh, qué bonito, todo está entrelazado, jaja, tu colada por tu vecino buenorro, mientras que él es pareja de la hermana del chico con el que sales, que enredo, jaja-carcajeamos las dos juntas, nos encantaba reírnos de la vida, por dura que fuese, eso si no había cambiado.

-No sé si me gusta Blake, él no me ve de la forma que yo quisiera-abrí la puerta del baño para tomar la ducha

-Annie, llevas pocos días aquí, él tiene a su novia, que es una diva influencer con la cual lleva tiempo. Tu llegas hace pocos días, no llevas ni un mes, es difícil, pero no te das cuenta que te presta demasiada atención-escuchaba su voz de lejos

-Dijo que no soy su estereotipo de chica-le alcé la voz para que me escuchara

-Pues entonces lo serás, pero siendo la misma de siempre, no necesitas cambiar por nadie, lo más lindo que existe es ser uno mismo, con sus sentimientos, con sus miedos y sus dudas, no cambiarás por un chico lleno de tatuajes y piercings que te regalo un perro que el mismo atropello.

-No me des discursos de terapia, ya he tenido suficientes. Quiero cambiar Celine, no quiero seguir siendo igual, necesito un cambio de ropa, de personalidad, es la primera vez que siento que si encajo sería completamente feliz-manifesté cepillando mis dientes.

-¿Te estás oyendo?

-Para ti es muy fácil decirlo, siempre has sido la popular, la chica que todos desean, la bonita, la única.

-Y mírame, donde estoy Annie, todo está en tu mente, ser popular es la real mierda, ser la que todos los chicos quieran, pero que tu no sepas que necesitas. Que te importe una mierda lo que los demás piensen de ti Annie; lo único que realmente importa es que tú seas consciente de lo que eres y quieres.

-Ayúdame a descubrir que pasó con mi familia, conmigo, ayúdame también a cambiar, lo quiero, lo necesito. No quiero que aquí también me digan rarita y ese tipo de cosas-saqué la cabeza por la puerta guiñando el ojo.

-Está bien, si quieres eso, quién soy yo para negarme, pero recuerda que si te vas a preocupar por cada pendejada que digan de ti, nunca vas a ser feliz hermana, porque hablar es gratis y ser idiota también -expresó haciendo una mueca y volviéndose a sentar en la silla.

-Bueno, voy a entretener a la empleada, mientras que tú saldrás por la parte trasera, y nos encontraremos a unas dos cuadras de aquí, yo tendré que salir por delante-indiqué

-Annie, no saldré de aquí, no expondré mi vida ni la tuya, no me parece justo. Yo puedo ayudar desde aquí, prefiero buscar por internet, revisar el cuarto de tus tíos o algo, pero por esa puerta no salgo.

-¿Si están buscándote porqué no vas a la policía?, ellos te ponen bajo protección, pero no, prefieres ocultarte en mi casa, si tu llegaste sola hasta aquí, ellos también, así que ya estoy en peligro gracias a ti, no me jodas -dije tirando la puerta del baño de una maldita vez, estaba saturada de la situación, estaba cansada.

Tomé una ducha, descendí por las escaleras con mochila en el hombro, desayune huevos con Bacon mientras Addi tomaba leche .Mis tíos no estaban pero la empleada Sarah era mi vigilante desde que ellos viajaron.

Era temprano, monté en mi tabla de skate y cuando seguía en línea recta vi varios carros de policías con sus sirenas correteando por la carretera, decidí seguirlos, a fin de cuenta me hacía camino, se detuvieron a la entrada del túnel, estaba repleto de oficiales y dos ambulancias, entre todo el personal se encontraba el padre Miguel llorando, mi corazón se detuvo, ¿habrían descubierto que la mujer que estaba ahí, era la madre de Miguel?

Me acerqué un poco más, necesitaba ver, soy muy curiosa y chismosa la verdad, pero la multitud no me dejaba visualizar bien, hasta que le pregunté a un oficial.

-Perdone ¿qué ha pasado?

-Bi gorpu aurkitu dira-me informó en su idioma.

-Perdón, no sé euskera, ¿me puede hablar en español?-le pregunté

-¿Francesa verdad?-asentí cuando me preguntó -me di cuenta por el acento, lo que quise decirte es que se hallaron dos cuerpos sin vida en el túnel.

-¿Dos cuerpos? ¿Cómo que dos cuerpos? ¿De quién?-en mi mente no podía creérmelo, quizás no era la madre de Miguel, no tenía por qué ser ella.

-Lo siento, no puedo dar más información-dijo.

De un momento a otro llegó la prensa y el lugar se inundó de miles de personas. Me quedé aislada de todos a esperar para ver los cuerpos, lo cual fue totalmente imposible. Así que decidí seguir mi rutina, en las calles se rumoreaba sobre el hallazgo de los cuerpos del túnel, era el tema de conversación en Bilbao. Al pasar vi un centro informático, por un momento se me pasó por la cabeza entrar, quizás había algún hacker que podría ayudarme de una forma u otra a descubrir de qué lugar me enviaban los mensajes con la línea vieja de Miguel.

El lugar era bastante pequeño y en el habían cuatro personas adentro con gafas, los tipos nerd, los informáticos. Estaba lleno y había una pequeña colilla, me senté fuera a esperar y se acercó un chico con espejuelos cuadrados , me miró y me habló.

-Hola, buenos días ¿en qué desea que le ayude?-habló en un tono amable.

-Hola ¿usted trabaja aquí dentro?-cortesía ante todo

-Si , acabo de llegar todavía no entro-habló ubicando su mano en la puerta.

-Es que gustaría que me ayudase a descubrir desde dónde se me realizan unas llamadas un poco raras-explique de forma un poco rara.

-¿Me presta su teléfono-dijo sentándose en las mesitas de espera del lugar.

-No tiene que entrar-pregunté

-No, es algo rápido, además si entro debo respetar la cola que hay, lo que significa que estarías hasta el mediodía aquí por una tontería -parecía algo real, pero por un momento dude en prestarle mi móvil, no quería que nadie viese que había dentro de mi celular, pero no quedaba más remedio, en aquel momento salto el recordatorio de que tenía que tomarme las pastillas, pero realmente no las tomaría, por un día no ocurriría nada. Me acerque a él, para verlo trabajar con el celular.

Fue muy rápido el tiempo, aproximadamente seis minutos, se volteó para mí con sus gafas empañadas.

-¿Y bien?-dije sorprendida

-Amiga, los mensajes vienen de un condominio cerca de la Playa Victoria.

-¿Está seguro?-pregunté alarmada, no sabía dónde quedaba esa playa.

-Sí, según el rastreador claro-sus ojos me intimidaban.

-¿Cuánto le debo?

-No te lo cobrare, eres nueva en España, lo noto por tu acento, es más si te lo cobrare-miraba desesperadamente su reloj,

-¡Qué bien! -exclamé

-Te lo cobraré si me dejas invitarte una pizza-era algo súper raro, un extraño totalmente invitándome a salir, pero pensé que era algo cordial, no hay porque verle la maldad a todo.

-Es que...lo siento, no salgo con extraños.

-Jaja, pero le diste tu móvil a rastrear a un extraño, que podía haberte engañado, dale vamos, se nota que acabas de llegar, yo también soy nuevo aquí en Bilbao, soy de Madrid, pero me mudé hace unos días para aquí, me llamo Marcos-estiró su mano para saludarlo.

-Bueno... vale, pero tendrá que ser a las 4:00 de la tarde, cuando realice algunas cosas.

-A tu orden, fille-guiño su ojo derecho, pero estaba muy pendiente de su reloj

-Jajaja ¿sabes francés?

-Viví un tiempo en Francia, tenemos cosas en común Annie-lo miré lentamente ¿cómo rayos sabía mi nombre?

-¿En qué momento te dije mi nombre?-comenté guardando el móvil en mi bolsa

-Jaja, está en tu móvil, dice tu nombre, que chica más rara

En aquel momento mi tensión bajo rápidamente, claro, él había tenido mí móvil por seis putos minutos de mierda. Así que mientras el entraba al lugar le dije-nos vemos a las 4:00 aquí.

-Si-me respondió.

La gente era muy extraña en Bilbao, o quizás era mi ilusión, a cada cinco minutos seguía sonando el recordatorio de la pastilla, deslice mi dedo sobre la pantalla y lo desactivé. No iba a tomar mi pastilla, no estaba loca, para que necesitarla.

Subí a un autobús que se dirigía a la Victoria, lo supe porque una mujer lo comentó. Siempre he sido la chica que se siente en el último asiento del bus mirando por la ventanilla, observando a las personas de la calle, como actúan, como se mueven, como hablan, algunos como pelean, como roban. Cuando te sientas en el último lugar ves a las personas, las analizas, incluso puedes llegara a notar sus más temibles defectos, no soy alguien perfeccionista pero si observadora y eso me encantaba. Cuando el ómnibus se detuvo, bajé y monté en mi patineta, mientras abría Google Maps en mi teléfono para dirigirme a la playa, unos cuantos metros de distancia pude verla, la playa, tenía deseos de darme un chapuzón completo, había una parte solitaria, como con una mini cueva, era también la desembocadura de un río, hacía tanto no me bañaba, así que baje la loma para donde no había nadie, me desnude completamente, mis pezones estaban alertas, por el aire que hacía, mi perfecto cuerpo curvilíneo al descubierto y me lancé al agua.

Me quedé horas mirando al mar, no tenía ningún recuerdo de mi infancia ni de mis padres , ni un solo recuerdo de estar en una playa, mis tíos nunca tuvieron el tiempo para que yo me divirtiera, siempre me escondían de todos, según ellos por mi pasado, ya que las personas podían herirme, me recosté en la arena de cara sol, quien miraba mi cuerpo despojado totalmente, cerré mis ojos por diez minutos y al abrirlos un niño de unos once o doce años apareció frente a mí con sus ojos abiertos, lo primero que hice fue cubrirme completa, había sido una estúpida al dejarme descubrir así por una criatura, pero él estaba muy asustado y no era por mí.

-Disculpa pequeño, ha sido mi culpa, date la vuelta para cambiarme

Él me miró con miedo y pavor, no le importaba mi desnudez, temía de algo o alguien. Cuando me puse mi ropa, me excusé de nuevo con él, pediría perdón las veces que fuesen necesarias, pero habló y me quedé atónita

-Ayúdame, por favor, ayuda

-¿Qué sucede, que pasa? ¿Y tus padres?- pregunté zarandeándolo suavemente.

-Están muertos, me están persiguiendo, mataron a mi hermana, necesito huir-decía asustado, tratando de huir.

-¿Quién te persigue?-preguntaba yo, ¿y si me estaba diciendo mentira y estaba huyendo de casa?

El chico señaló a su derecha, venían dos hombres con armas de fuego, no nos habían visto, pero no podía perder tiempo, ni dejarlo solo, así que lo agarré y me dispuse a correr lo más que podía. Yo tengo problemas, miles de ellos, pero no podía dejar a un pequeño solo con dos criminales siguiéndolo. Tengo un buen dominio con el skate, así que traté de cargarlo un poco y montarme en la tabla, aunque su tamaño me hiciera mucho peso, corriendo no llegaría a ningún lado, cuando estuvimos un poco más lejos, pude ver su cara y sus ojos, mi corazón pedía que lo llevase conmigo, pero mis tíos no lo permitirían. Pensé y analice cuando caminaba con él, no sabía qué hacer en este caso, para que su miedo pasara le hablé.

-¿Sabes dónde queda el condominio La Victoria?

-Sí, son aquellos edificios-señaló.

-Bueno, iremos ahí un momento y más tarde te llevare a mi casa, donde te quedarás un par de días, vale.

-Gracias-bajó su cabeza.

Lo tomé de la mano y caminé con él. Que lujoso este lugar, pero ya lo conocía, aquí vivía Jess y fue donde vi a Axel por primera vez, de este lugar habían salido esos mensajes con la línea de Miguel, lo primero y más acorde que llego a mi mente, fue Noah, él estaba cuando el móvil de Miguel desapareció y vivía en el lugar exacto. Volví a ver a Axel, estaba vendiendo algunos objetos a turistas, decidí acercarme a él.

-¿Axel?...ehmm... ¿te acuerdas de mi?

-Claro, eres la amiga de Miguel-dijo cariñosamente.

-Sí, jaja ¿sabes dónde está tu hermano?

-En la universidad ¿para qué lo buscas?

-Hacerle algunas preguntas sobre un trabajo de la universidad-inventé

-Mientes, si es sobre la escuela, porque no estás en ella-era un niño extremadamente inteligente.

-No pude ir hoy, pero regresaré cuando el esté.

-Es lo mejor, cuídate mucho-se fue corriendo tras un turista.

Axel me daba miedo, era un niño bastante atrevido, pero era el hermano de Noah, sentía que tenía que tener respeto con él. Toda la mañana gastada en tonterías, miré al chico que venía conmigo, estaba hambriento, nos detuvimos a comer hamburguesas en un Burger King.

-¿Cómo es eso que tus padres están muertos?-era una pregunta atrevida, quizás él no quería hablar, pero necesitaba saber.

-Sí, los mataron hace tanto tiempo, no recuerdo-dijo con indiferencia

-¿Y tu hermana?

-Se la llevaron hace años, no sé si está muerta, pero me dijeron eso. Me tenían como esclavo de un mafioso, tenía que limpiar sus botas, servir su comida, lavarle los pies, fue horrendo-su mirada era algo inusual, no era la de un niño de su edad, todo el tiempo miraba hacia abajo, estaba asustado, como un conejillo.

-Bueno, me dices ¿Cómo te llamas?

-David-contestó.

-Bueno, termina de comerte la hamburguesa-le ordené. No podía ir con él a la supuesta cita con el hacker, debía dejarlo en casa, tenía que regresar.

Hice señal a un taxi y pedí que me llevaran a casa, no podía dejar que fuese solo. El chofer tomó la ruta corta por la cual nadie debe coger de noche según Blake, eso sí, era más rápida, nadie podía ver al chico, ni siquiera Celine, no me confiaba de ella tampoco a decir verdad. Al llegar, nos bajamos y nos ocultamos entre los árboles a esperar que Sarah terminara de limpiar la parte delantera de la casa, Blake limpiaba su auto, y en el vi mi ayuda, como siempre, le silbé suavemente hasta que se giró hacia mi dibujando en su rostro una señal de asco.

-¿Y este niño?-fue su primera pregunta y con razón.

-Ayúdame, si-rogué

-No, no te pienso ayudar hasta que me expliques-su negación no me ayudaba en nada.

-No hay nada que explicar-bufé.

-Perfecto, jaja, no tengo porque ayudarte cariño-expresó con risa macabra alejándose de mi

-Está bien, cuando regrese te explico, es que voy tarde. Solo cuídalo en tu casa hasta que retorne, estoy muy apurada, te lo suplico.

-Entiendo-murmuró- ¿ya sabes la noticia?

-¿Qué paso?-lo observé curiosa.

-Encontraron a la madre de Miguel y Jess, muerta en el túnel.

Mi corazón se detuvo, yo escuché a esa señora ayer hablar, no podía ser, ¡dios Miguel! por eso su padre estaba esta mañana llorando, y la policía y la prensa, todo tenía lógica, pero ella no estaba ahí, ella era quizás la última persona a la cual esa mujer había visto. Intenté llamar a Miguel, pero su número estaba fuera de cobertura, Blake me dijo que de seguro estaba en comisaría junto a su padre. Hice prometer a Johnson de que no pondría al descubierto al niño, al instante me largué de ahí, tenía que comerme esa pizza rápido con el informático y luego correr a buscar a Miguel, él de seguro necesitaba mi ayuda, sé que no tenía empatía con su madre, pero sé lo que se siente ser huérfano, y él no merecía ese dolor.

Eran las 3:55 PM y el centro CDIB (CENTRO DE INFORMÁTICOS DE BILBAO) estaba cerrado faltaban cinco minutos para que llegara Marcos, el ambiente estaba completamente raro, no que el centro cerraba a las cuatro de la tarde, mi paciencia se agotaba, cada minuto contaba, mi mente solo pensaba en Miguel, él llevaba un mes buscando a su madre, no merecía esta respuesta final, no así.

-Annie Moreau-dijo una voz fuerte y ronca, no era la misma que la de Marcos.

Me volteé para ver la cara de la persona que había mencionado mi nombre, eran oficiales de la policía, lo primero que pensé fue en mis tíos, en qué algo les había ocurrido, o a Celine, al niño, no lo sé...mi corazón se aflojo al verlos.

-Sí, soy yo, dígame oficial-tragué saliva, todos los que iban pasando por el lugar se me quedaron mirando fijamente, otra vez sería el centro de atención de todos.

-Necesito que me acompañe a la delegación-dijo uno de ellos.

-Perdón, debe ser una equivocación, ¿Por qué debo acompañarlos?-pregunté con cara de espanto.

-Usted es nuestra principal sospechosa del asesinato Julio Alcántara y María de los Ángeles Rodríguez....

-¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeee?-dije.

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¿Por qué culpan a Annie de los asesinatos de la madre de Miguel y el otro señor?

¿Quien es ese niño? ¿Estará mintiendo?

¿Quien será la persona que charlaba con la madre de Miguel la noche anterior?

¿Y por qué el hacker no llegó a la supuesta cita?

Jamás terminaré de agradecer el apoyo que me han dado

300 Vistas....y vamos por más...
Los quiero incomprendidos
Erika_zzz gracias a ti también

FILLE ANONYME