Me he ido por un tiempo... Han pasado ya dos semanas desde mi último encuentro con Jeongin y desde ésa noche no lo he vuelto ver, al menos no como quisiera.

Lo he llegado a ver, pero sólo por segundos y siempre desaparece antes de que pueda ir con él.

Y aunque no desapareciera, los chicos no me dejan separarme mucho de ellos, menos de noche, y eso no me ayuda para nada porque casi todas las veces que lo visualizo es de noche.

A veces se aparece cerca de la división entre los árboles normales y con nieve, es lo más lejos que he podido llegar.

Otras pocas lo he visto por un par de segundos en el sendero mientras recojo leña.

Y varias veces más está cerca del campamento pero sin llegar a las tiendas.

Les conté ya a mis amigos sobre lo que pasó la última noche que salí, y como ya debieron adivinar, ninguno me creyó.

Ahora me tiran más de a loco y menos me permiten alejarme, dicen que probablemente me golpeé la cabeza o que estoy enfermo de algo o que el estar apartado de la civilización ya me afectó.

Pero ya he llegado a mi límite, no tengo porque obedecerlos ¿cierto?, ni que fueran mis padres. Sólo me tratan así porque no comprenden lo que pasa ni han visto algo parecido a lo que vi, así que estoy decidido a volver a romper sus reglas una noche más.

Hoy volveré a ver a Jeongin.

¿Saben algo? Es extraño, sólo he hablado con él un par de ocasiones, y lo echo mucho de menos. Es como si hubiera tenido una magia o efecto raro sobre mi, algo que hace que simplemente no logre sacarlo de mi cabeza... Ni su rostro, ni su tacto, ni su voz.

Nunca me había sentido así de atado a una persona, ésa necesidad de querer romper hasta la última regla con tal de verlo al menos unos minutos. No sé, es realmente extraño.

En fin, regresando a mi plan de hoy, ya son casi las 8:30 pm y están empezando a calentar la cena.

Me comienza a aburrir comer sopa, café, y guisados sencillos todos los días.

- Comienzo a pensar que un mes fue mucho tiempo para acampar. - rio.

- Conejo dramático. - Chan rodó los ojos sonriendo - Ya casi se completa el tiempo relájate.

- Sólo un par de semanas más y habremos librado todo diciembre. - comentó Changbin, los dos asintieron en acuerdo.

Últimamente no me inmiscuyo mucho en sus pláticas sobre querer irse, porque bueno, no quiero irme tan pronto.

Sí aburre siendo sinceros, pero eso no me quita las ganas de quedarme más tiempo... Básicamente porque Jeongin está aquí.

- Bueno dramáticos, ¿Qué cenaremos? - nos sentamos en el tronco.

- Lo que comimos en la tarde, sopa de verdura. - sonrió y yo hice una mueca - Mira el lado positivo, estaremos súper esbeltos cuando regresemos a casa.

- Claro... - sonreí normal mientras ellos reían.

Sirvieron los tazones y un poco de agua natural -es lo único que trajimos para beber además de café y té- y cenamos.

Hoy se durmieron más temprano, apenas habían dado las 10 cuando Changbin ya estaba roncando y Chan estaba en proceso de imitarlo.

- Ya duérmete. - me quedé como compañero fijo de él, Bangchan dijo que era mejor que alguien "nocturno" me vigilara.

- Hazlo tú primero. - respondí sin verlo - Si tú estás despierto yo no puedo dormir y lo sabes. - mentí.

- Ash, vale. - me dio la espalda - Hasta mañana.

- Descansa. - me quedé mirando el techo de la tienda esperando que se durmiera.

Planeaba irme esta noche, y poco me importaba si al regresar me regañaban o confinaban al encierro lo que resta del viaje, habría valido la pena.

Eran cerca de las 2:45 am cuando al fin Minho se quedó profundamente dormido, agradecí por eso ya que el sueño casi me vencía.

De nuevo, no tomé mi chaqueta porque siempre queda de su lado, supongo que para evitar que me vaya, lo que no sabe es que no la necesito ya, me acostumbré al clima helado. Me coloqué los zapatos y salí de la tienda con mi máximo nivel de silencio.

Una vez que estuve afuera di un par de pasos pequeños y luego eché a correr con todas mis fuerzas en dirección al lago, escuchando como Minho me gritaba a la distancia.

Se despertó en el momento en que comencé a correr, pero ya no me alcanzó.

- ¡HYUNJIN VUELVE! - no paraba de gritarme, hasta que dejé de escucharlo por estar ya muy lejos de él.

Estaba tan ocupado pidiendo disculpas internas que no me di cuenta cuando ya había llegado al lago, más rápido que las veces pasadas. Y ahí estaba el causante de mis desvelos, riñas y mi sensación de vacío que sólo se llena con su presencia.

- ¡Jeongin! - grité feliz y corrí a abrazarlo.

- ¡Volviste! - me correspondió sonriendo - Creí que ya nunca lo harías.

- Perdona por tardar tanto... - me miró con ternura.

Era la primera vez que lo abrazaba, y era demasiado cálido a pesar de tener la piel totalmente fría.

- Oye ¿quieres patinar? - sonrió cuando nos separamos.

- Me encantaría... Pero no tengo patines. - señalé mis pies con una mueca nerviosa.

- Te hago unos. - se agachó frente a mi y movió sus manos delicadamente sobre mis zapatos - Equilíbrate vale. - asentí.

Unos segundos después sentí como si me alzaran y rápidamente me equilibré para no caer encima suyo, me hizo unas cuchillas de hielo en las suelas de mis zapatos para que pudiera patinar.

- Ven vamos. - me tomó de la mano y caminamos hasta el lago, yo con pasos bastante torpes. El agua parecía una pista de hielo de tan congelado que seguía - No me sueltes ¿okey?

- Me caeré. - reí levemente y entramos al hielo - ¡Jeongin me moriré!

- Vamos no seas tan dramático. - rio y empezamos a movernos - Es sencillo, observa... Deslizas dos veces y te equilibras.

Él se deslizaba tan ligeramente y yo me veía demasiado torpe intentando siquiera mantener el equilibrio, pero nos estábamos divirtiendo de igual manera, supongo que el simple hecho de estar juntos era suficiente, Jeongin no me exigía perfección, me sostenía a pesar de no saber nada acerca de lo que pretendía hacer.

Luego de muchas caídas mías preferí sentarme a observarlo, parecía que hubiera estudiando durante años patinaje artístico porque lo hacía excelente, sin un sólo error.

- Tienes talento nato para el hielo. - sonreí cuando se acercó a mi.

- Es parte de mi naturaleza... - se sonrojó - Pero te agradezco el cumplido.

Me quedé hablando con él mucho más tiempo que la última vez, no supe a que hora terminé por irme pues no me preocupé en ver el reloj.

Me platicó sobre los amigos que tiene aquí, los que lo ayudaron a quedarse, dijo que eran una dríada, un tritón y una ninfa y me prometió que algún día los conocería.

Yo le hablé de Chan, Changbin y Minho, y también le prometí conocerlos pronto. Su compañía era bastante agradable, tanto que no quería despegarme de él, pero ya debía regresar...

- Tengo que irme... - suspiramos - Intentaré venir lo antes posible ¿de acuerdo? - sonreí sosteniendo sus manos.

- ¿Lo prometes? - asentí y él sonrió - Vale... Te estaré esperando.

Lo volví a abrazar y desapareció como ya es su costumbre al separarnos.

Corrí a mi campamento pensando en todos los regaños y gritos que de seguro me recibirían, y pensando también en una buena excusa y/o disculpa.

Cuando llegué, estaban los tres esperándome con unas expresiones para nada amigables.

- ¿¡PORQUE NO REGRESASTE CUANDO TE GRITÉ!? - fue el primero que me regañó.

- ¡Y encima mira que maldita hora es! - vi mi reloj, habían dado casi las 5 a.m.

- Hyunjin... ¿Por qué estás haciendo esto? - Changbin se veía más preocupado que molesto.

- Es por Jeongin. - quitaron sus caras enojadas para mirarme con sorpresa y confusión - Me voy para verlo.

- A ver, a ver ¿Quién es Jimin? - preguntó Chan - No hay nadie más en éste lugar más que nosotros.

- Te equivocas, hay muchos seres aquí y yo los he visto. - me basaría sólo en lo que Jeongin me dijo para intentar convencerlos de una vez por todas que no estaba loco.

- ¿Dijiste seres? - ahora se veían asustado - ¿No humanos?...

- No hay personas reales aquí, Jeongin es un elemental. - no parecían comprender que era eso - Un ser mágico.

- Está confirmado, haz perdido la cabeza. - Minho negó con desaprobación - Creo que no fue una buena idea venir aquí después de todo.

- Tal vez sea mejor que regresemos antes. - suspiró - No puedes seguir diciendo incoherencias Hyunjin.

- ¡Deben creerme! - se cruzaron de brazos - Escuchen... Vengan mañana conmigo, les juro que lo verán ustedes mismos. - era mi última oportunidad.

- Bien, lo haremos. - Changbin suspiró - Pero si mientes... Nos iremos pasado mañana de aquí. - los otros dos asintieron en acuerdo.

- Okey... - suspiré y cada uno regresamos a las tiendas.

Debía lograr que ellos lo vieran, eso si no quería irme del bosque al día siguiente.

꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱