𝗖𝗮𝗽𝗶̄𝘁𝘂𝗹𝗼 𝘁𝗿𝗲𝘀: ʟᴇᴄᴄɪᴏ́ɴ ᴜɴᴏ
—¡E-espera, espera!... déjame respirar, ¡por favor! — Gulf frunció el ceño ante la aterradora y confusa mirada de su mejor amigo.
—En serio no pensé que a un desvergonzado y mujeriego como tú, le importaría tanto un pequeño favor como este, Mew. — El aludido lo incineró con la mirada.
—Si fuera cualquier otra persona quien me lo pidiera, creeme que ya estaría dándole duro contra el sofá —soltó sin más, dejando a Gulf sin palabras y con sus mejillas sonrojadas —. Pero eres mi mejor amigo, y además, el idiota de tu novio también es mi amigo. — Gulf rodó los ojos —Sí, Gulf, tengo conciencia.
—... — El menor bufó y se dejó caer de golpe en el sofá, acompañando a su amigo, quien se había dejado caer minutos antes.
—Pero está bien... —habló, luego de observar la profunda mirada de preocupación en su amigo. Gulf giró su rostro con sus ojos esperanzados —te ayudaré. — El menor soltó un chillido eufórico y se lanzó hacia él en un abrazo, haciendo reír a Mew.
—¡Gracias, gracias, gracias, gracias! ¡En verdad gracias! — Finalizó los eufóricos saltos. Mew sonrió ante aquello, la mayoría del tiempo Gulf parecía un niño pequeño, o al menos podía ser naturalmente libre solamente con él.
—Pero me deberás una muy grande, —La expresión de su rostro cambió a una completamente seria —¿de acuerdo? —Apuntó con el índice a su amigo.
—¡De acuerdo! —respondió el menor, importandole realmente poco cual pudiera ser la tarifa de aquel favor. —Pero... —Miró a Mew, haciendo que este le devolviera la mirada —primero debemos aclarar unas reglas que debes acatar — El castaño frunció el ceño.
—¿Reglas? ¿Acatar? ¡¿YO?! —Muy confundido, en serio muy confundido e indignado. Frunció su ceño y con su mirada le indicó al menor que aclarara lo que acababa de decir, cuanto antes.
—Así es...
—¿A ver? Déjame ver si entendí. —Se acomodó en el sofá —Soy yo a quien le han pedido el favor, soy yo quien hará el favor, y así mismo, ¿soy yo quien debe seguir unas reglas? — Gulf asintió repetidas veces, con una bonita sonrisa de labios plasmada en su rostro. Mew rodó los ojos y dejando caer su cabeza en el sofá, se resignó a lo que sea que fuese a pedir. —De acuerdo, habla —dijo, desde su garganta*
[(*)O sea que su voz sonó más ronca, debido a la posición de su cabeza hacia atrás.]
—Bien, primero: discreción. Si alguien nos ve de forma sospechosa, pueden malinterpretar todo y pensar en que estoy engañando a Tonn, cuando eso no es así. — Mew enarcó una de sus cejas.
—... — "¿En serio?" Sí, por si había dudas su pensamiento fue sarcástico
—B-Bueno, tal vez literalmente sí sea un engaño, pero no es así, ¡¿entendiste?! — Mew asintió rendido —Segundo: no somos amigos sexuales, esto solo es un favor. No somos amigos con derechos, no vamos a tomarnos ciertas atribuciones sobre el otro, no excederemos el límite, esto solo es un favor. — Mew simplemente guardó silencio.
"Vamos a literalmente tener sexo siendo mejores amigos, ¿cuál es el límite que no debemos exceder entonces?"
—Y tercero: Paciencia. — Ahí sí frunció el ceño.
—¿Qué? — La confusa expresión en su rostro era bastante cómica. Gulf asintió tímidamente
—Mn. — Sus mejillas poco a poco fueron añadiendo el color carmín en ellas. —Y-Ya que iremos paso a paso, debes tener mucha paciencia conmigo, ¿sí? —Formó un puchero con sus labios. —Quiero decir, debido a esto pueden haber ocasiones en las que me separe de tí, asustado, confundido o en pánico. Entonces, ahí debes de tenerme mucha paciencia. — Mew asintió. —En fin, para que todo esto no nos resulte incómodo ni a tí, ni a mí, debemos tener muy pero muy en claro la regla #2, ¿de acuerdo? — El castaño retiró su brazo izquierdo, el cual tenía extendido para rodear los hombros del pelinegro, y llevando sus codos a sus rodillas, soltó un bufido. Gulf jugaba con sus dedos nerviosamente.
—Completamente de acuerdo —dijo. Riendo internamente al escuchar el profundo, largo y aliviante suspiro, proveniente de su mejor amigo. —¿Cuándo empezamos entonces? —Aquello paralizó a Gulf.
—¿Q-Qué?... —Mordió su uña.
—Bueno, dijiste que su aniversario será en... ¿? ¿Cuándo será, Gulf?
—T-Tres semanas... nuestro aniversario es en tres semanas —balbuceó.
—Mierda —bufó Mew.
Debería cancelar todas sus citas de esas tres semanas, porque sí, ya tenía todos los días ocupados. Y con la inocencia de Gulf, debía ir lento y paso por paso. Mucho mas difícil que realizar un exorcismo y recitar casi todos los salmos de la biblia, o lo que sea que fuera que leyeran en los exorcismos.
—B-Bueno, podemos empezar hoy, ¿verdad? D-Digo, de todas formas ya estás en mi casa... —Susurró esto último.
Mew se quedó estático, con su garganta reseca y sus palabras atoradas.
"Realmente, ¿él realmente cree que sea tan fácil? Debo prepárarme emocionalmente primero."
—Claro, llevamos el tiempo contado, Gulf, y debo cuidar que tu novio no se nos adelante. ¡Pero!... déjame pedirle consejos a mi almohada para poder darte las mejores lecciones y encontrar la forma que más se adapte a tí para que aprendas esto, ¿de acuerdo? ¡De acuerdo! — Se auto respondió, y sin darle chance al menor de hacer nada más, tomó su mochila y salió prácticamente huyendo del lugar, dejando a Gulf de pie frente a la puerta.
—C-Creo que... salió... bien, ¿no? —Suspiró pesado. —Sí, salió bien. —Dejando de lado la adrenalina del momento recién pasado, se dirigió a su cuarto, tomaría un buen baño frío y luego iría a dormir.
×
×
×
Mew mordía fuertemente su uña del dedo pulgar, corría con frenesí, subiendo esas escaleras. Ni siquiera él sabía que tenía esa capacidad de saltar tres escalones a la vez. Quería ir a su cama y gritar que esto era una mala idea, que esa posiblemente era la idea más descabellada que a Gulf se le haya podido ocurrir. Algo dentro suyo le decía que aquello podía salir mal, tenía miedo, dudas, una ensalada de sentimientos amargos. Pero, tampoco quería darle la espalda a su amigo y más aún cuando este tuvo la confianza de confesarle su mayor secreto a él precisamente.
Sí, definitivamente debía consultarlo con la almohada, y por ello, justamente ahora estaba tocando con frenesí la puerta de esta.
—¡Wang Yibo, ábreme! — No supo en qué momento por fin había llegado al departamento de su mejor amigo, se sentía ansioso y aún necesitaba asimilar la situación. Nunca se imaginó que podría encontrarse con un problema así.
Luego de dos toques más la puerta de madera pintada de un color grisáceo tenue, fue abierta. El somnoliento rostro de su mejor amigo fue captado por su campo de visión, las ojeras muy marcadas y el sueño ya se reflejaba en sus orbes. Mew iba a decir algo, pero alguien lo interrumpió.
—¡MEW! AMIGO, QUE SORPRESA VERTE EN MI CASA — Su ceño se frunció y su quijada imaginariamente cayó al suelo.
—¿Z-Zhan? ¿Xiao Zhan? ¿Tu casa? —Miró a Yibo en busca de respuestas, este entendió de inmediato así que, haciéndose a un lado, abrió por completo la puerta.
—Pasa —dijo.
El mayor ingresó con lentitud al departamento, sin dejar de observar a Xiao Zhan. El chico tenía sus mejillas visiblemente _muy_ rojas, sus ojos estaban casi por ser cerrados y se tambaleaba de un lado a otro. Yibo caminada obedientemente detrás de Mew.
—¿Me puedes decir qué pasa? Está muy ebrio, ¿desde qué horas están bebiendo? —Dejó su mochila en la mesa de la pequeña sala.
—Seis pm —Volvió su mirada hacia Zhan, quien se encontraba balbuceando quien sabe qué, frente al refrigerador, en busca de otra cerveza.
—¿Que no se supone que es tolerante al alcohol y puede beberse una barra completa y estar como si nada? — Mew recitó exactamente las mismas palabras que Xiao Zhan canturreaba siempre. Yibo no respondió, Mew se echó a reír. —Ya veo, es un pequeño mentiroso. —Yibo simplemente guardó silencio.
—¡Mew, ven a beber, amigo! Brindemos por tu cita de hoy. —Llevó esa lata de cerveza a su boca, y dió otro trago. —¡Me alegra que conozcas mi casa, no sé cómo mierdas la conoces, pero que cool! —Volvió a gritar, elevando la cerveza que sostenía en su mano.
—Haha — Mew observaba con diversión y emoción, aquella escena. Zhan realmente no parecía él en ese mismo momento. —¿Lo dejarás beber más? Acaso no ves cómo está, ¿cuanto ha bebido? — Realmente tenía mucha curiosidad, el estado del chico parecía demasiado crítico y excedido del límite natural.
—Dos... —Las palabras de Yibo se vieron detenidas debido a que Zhan comenzó a bailar con Hada, una hermosa perrita de pelaje gris y blanco, con una trompa ancha y nariz negra, profundos ojos azules y orejitas puntiagudas. La mascota de Yibo era un amor.
—¿Dos docenas? ¿Dos botellas de vodka? ¿Dos de ron?... ¿de tequila?¡¿Cuanto?! — Su mirada estaba fija en Zhan bailando con Hada, justo en ese momento Alexa reprodujo una balada romántica, como si inconscientemente ayudaba al ambiente del baile entre el humano y el perro. Mew soltó una carcajada.
—... tragos —Finalizó Yibo. —Ese —señaló la lata que ahora descansaba en la mesa, con prácticamente todo el contenido aún, menos un corto trago —fue el segundo. — Mew volvió a reír.
—Pero dijiste que están bebiendo desde las seis, ¿cómo es que está así desde esa hora? —Yibo suspiró.
—Primer trago. —Miró a Zhan, compareciendo en silencio a su pobre Hadita que con tanta dificultad movía sus patitas al ritmo del ebrio que la sostenía en dos patas y la hacía bailar.
"F por Hadita" Pensó Mew.
—¿Me estás diciendo que está bailando, cantando y actuando... así, con un solo trago que bebió a las seis de la tarde? —Yibo asintió.
—Él realmente no es tolerante —Mencionó lo obvio.
—Ni que lo digas, acabo de darme cuenta de eso. —Volvió a reír. —Es por eso que aún no descubre tu pequeño secreto, ¿verdad? —El contrario asintió. —Haha, si supiera que todo es al contrario, tú toleras beber incluso dos docenas de cervezas y actuar como si nada, en cambio él con un trago y actúa... actúa así...
—No se lo digas--
—Amigo, por favor, —lo interrumpió —llevo sabiendo de tu secreto desde el principio. Tu primera vez bebiendo fue conmigo, ¿recuerdas? Así que era obvio que yo sabía que le mentías con respecto a tu "cero tolerancia al alcohol", es muy obvio que no voy a decirle nada, si quisiera ya lo hubiera hecho. —Caminó hacia la mesa y tomó la lata abierta por Zhan, llevándola a su boca para beber todo el contenido de golpe. —Lo que no entiendo... —Tomó asiento en el sofá individual, Yibo lo siguió, sentándose en el sofá doble, frente a Mew —llevan varias ocasiones saliendo a beber, ¿por qué te gusta estar con él cuando actúa así? A mí me daría vergüenza.
—Sueño... mucho sueño, ¡el dragón! —Zhan balbuceaba cualquier tontería que llegara a su cabeza. Trastabillando llegó hacia Yibo y de golpe se sentó a su costado, contemplando el rostro del menor, sonrió y llevó su palma a la blanca mejilla ajena. —Lindo —susurró, causando una ola de emociones en el corazón y cuerpo del contrario —vamos —Hizo un puchero, moviendo las piernas de Yibo —déjame dormir aquí, es acolchado y... c-cómodo. — Mew se percató de cómo las orejas de su amigo se volvían de un rojo intenso, sonrió y entendió que esa era la respuesta ante su interrogante.
Y confirmó lo que ya sabía desde hace mucho tiempo, esos dos se gustaban. Pero ahora, por fin había podido ser testigo de que Zhan correspondía al sentimiento de su amigo.
—¿Sabes dónde vive? —preguntó Yibo, acariciando con suavidad la cabellera del menor. Ese fino y lacio cabello carbón se deslizaba sobre los espacios de sus dedos, dejando la suavidad después de la fricción.
—Aquí, él dijo que está en su casa —Bromeó Mew.
—Prometió llevarme a su casa, pero olvidó la dirección, así que lo traje aquí y preguntó que cómo yo sabía su dirección... —Explicó, Mew se echó a reír nuevamente —en un bar, primero fuimos a un bar, yo bebí primero y luego él.
—Ya veo, así que tuviste que traerlo casi a rastras del bar del señor Choi, ¿no? Es el único bar que está cerca de la universidad.
—Mn. Me dió para el taxi — Mew sonrió.
—Está bien, sé dónde vive. He ido a su casa algunas veces a recoger a Gulf cuando hacen pijamada juntos. —Yibo se sintió aliviado por aquello.
Sabía que al día siguiente el mayor actuaría como si nada, fingiendo que recordaba todo lo de la noche anterior, inventando falsas acciones del menor. Y como siempre, Yibo fingirá no saber nada y simplemente "volverse tímido" por su "errado actuar" de la noche anterior.
—Cómodo —susurró Zhan, llevando sus manos a la cintura de Yibo, aunque esa posición era bastante incómoda. Mew pudo contemplar una casi invisible sonrisa asomarse en los labios de su mejor amigo.
—Llevémoslo a casa, debe dormir o su resaca será peor. — Se levantó del sofá y ayudó a Yibo a cargar al ahora inconsciente —Pero no traje mi auto —dijo, con mucho esfuerzo pues el mayor realmente pesaba un poco, aunque con su delgado cuerpo no lo aparentaba.
—Tú. Mi auto —respondió Yibo. Mew asintió, entendiendo de inmediato.
—Está bien, yo conduciré — Yibo no dijo más, ni siquiera cambió la expresión de su rostro, pero en su interior agradeció tener a un amigo como Mew que podía entenderle sin necesidad de palabras o con una específica cantidad de ellas.
Salieron del apartamento del menor, con lentitud debido a que a Zhan le llegaban arcadas cada dos minutos, haciéndolos detenerse para esperar que vomitara o que simplemente las sensaciones se fueran.
Por razones obvias Mew se despidió de la idea de consultar con su almohada las preocupaciones que tenía sobre aquel asunto, es más, incluso lo olvidó por unos segundos. Dejando de lado todo aquello, palmeó su rostro para no dormirse justo ahora y poder llevar al chico a casa. Porque no sabía si se debía al golpe en su nariz, pero el sueño ese día lo había atacado en sobremanera. Irónico, porque al parecer será la noche en que menos podrá dormir.
El siguiente día llegó de forma tan fugaz que dejó perplejos a ambos mejores amigos. Justo en este momento se encontraban saliendo de su última clase de la universidad, el día se había acabado como agua entre las manos, ni siquiera se habían dado cuenta del momento en que este estaba llegando a su final.
El maravilloso naranja con destellos violetas y un tanto marrones, ya se pintaba en el cielo, siendo el hermoso lienzo que detallaba un hermoso paisaje por encima de las cabezas de aquel peculiar grupo de amigos.
—¿Y bien? ¿Sí se apuntan para ir al cine? —preguntó Kaownah.
Por fin era viernes, y los viernes por la noche eran perfectos para asistir al cine a ver una terrorífica película y luego ir a beber para matar el susto, o quien sabe, en algún buen punto puedes incluso entrar en ambiente con el fantasma.
—¡Claro que voy! — Mild fue el primero en responder.
—Me apunto —Siguió Tonnam.
—También yo —dijo Darvid —, necesito aire y olvidar la semana tan estresante.
—En ese caso, yo también —apoyó Tee.
Fiat por supuesto que iría, desde el momento en que Tonnam confirmó su asistencia, era obvio que los chicos también contarían con la presencia del rubio. Yibo y Zhan se limitaron a asentir de la misma forma.
—Amor, tú también vas, ¿no? — Tonnam ejecutó la pregunta, aunque esta misma quedó en el aire al ser lanzada una pregunta más.
—Mew, por favor dime que no estás pensando en no asistir —dijo Perth. Mark y todos los demás, dirigieron su mirada hacia el castaño que lucía demasiado cansado. Incluso Gulf le miraba.
—No —Haciendo una mueca de cansancio y moviendo su cuello circularmente, negó —. Solamente quiero ir a descansar, mi noche fue horriblemente cansada gracias a alguien. —Miró a Xiao Zhan, este frunció el ceño en confusión.
—¡Oh, vamos! Realmente eres un aguafiestas—comentó Tonnam, Mew chasqueó la lengua.
—Bueno, lamento serlo, señor perfecto. Será para la próxima, nos vemos el lunes. — Y sin más por agregar simplemente emprendió su camino, dándole una mirada profunda a Gulf.
—¿Qué rayos le ocurre? —cuestionó Mark —Él nunca se niega a estas salidas, es más, siempre es él quien las propone pues así puede conseguir más citas. —Todos estuvieron de acuerdo.
—Bueno, entonces, ¿nos vamos? —preguntó Haoxuan.
—Yo no iré —habló Gulf, plantando en todos la incógnita del por qué no asistirá si su novio sí lo hará.
—¿QUÉ? — Obviamente Tonnam fue quien puso el grito en el cielo. —Pero... hace un momento te pregunté y tú--
—Yo no dije nada —respondió Gulf —, estoy muy cansado y la cabeza me duele, así que prefiero ir a dormir.
—En ese caso, déjame llevarte a casa y cuidar de tí — Cómo un buen novio, Tonnam se ofreció, pero con una dulce sonrisa Gulf negó.
—Está bien, cariño, solamente quiero dormir y no estaría cómodo con que tú te pierdas una buena salida al cine por estar aburrido en casa cuidándome.
—Sabes que no me importa — Tonnam llevó ambas manos a sus mejillas —, nada es más importante que tú.
Y auch, la culpa lo golpeó fuertemente. Aún así, recordó que estaba haciendo esto por el bien de su relación, envió lejos esos pensamientos y volvió a negar.
—Estoy bien, estaré bien, solo quiero dormir, ¿sí? — Con sus labios formando un puchero Gulf ganó la batalla.
—Está bien, pero debes avisarme cuando hayas llegado a casa y cuando vayas a dormir. Pasaré a verte al salir del cine, ¿de acuerdo? — Gulf asintió.
Con un tierno beso de "piquito" Tonnam se despidió de su novio y se encaminó junto a todos sus demás amigos. Gulf permaneció de pie en el mismo lugar, sintiendo su cuerpo pesado y la opresión en el pecho gracias a aquel remordimiento de conciencia. Si esto seguía así, él no podría continuar con su plan y por ende todo se vendría al carajo.
Sin esperar más tiempo comenzó a caminar hacia la estación de autobuses que se encontraba a unos pocos metros de la universidad, en realidad se caminaba muy poco para llegar a ella. Una ancha espalda forrada de blanco, apareció en su campo de visión. Sonrió, pues reconocería a su mejor amigo en dónde fuera.
—¡Boo! —Su intento de asustar a Mew fue en vano, este solamente se medio giró hacia él y lo observo medio sonriente, medio serio.
—Gulf, pensé que irías al cine.
—Mm... pues ya ves que no fuí. Tengo otras prioridades. —Encogió sus hombros. El tema murió ahí. Mew quería preguntar qué cosa podría ser más importante que ir al cine con su novio, pero mejor guardó silencio. —¿En tu casa o en la mía? — Aquella pregunta lo regresó de golpe a la Tierra.
Ladeó su cabeza para observar con su ceño fruncido, a su amigo. Gulf parecía de lo más natural y normal posible. —¿Qué? — Eso fue lo único que su cerebro proceso.
—Bueno, ayer saliste huyendo cuando te dije que iniciaramos las lecciones, dijiste que debías pensar algunas cosas, y, dado que tuviste toda una noche para pensar, es obvio que las lecciones empiezan hoy. Además, dijiste que teníamos el tiempo contado. ¡Y--!
—Oye, respira, ¿quieres? — Gulf se avergonzó solo un poco. —Sé lo que dije, y está bien. Que sea en tu casa.
•──────────♡ ℘ ♡─────────•
E
l departamento de Gulf, se encontraba por demasía, solitario. Las plantas de grandes hojas, que adornaban la entrada daban una aura minimalista a todo el lugar. Más los estantes en las paredes, repletos de libros de cualquier índole y géneros. El lugar tenía un sutil aroma a lavanda, dando señal de lo perfectamente limpio que se encontraba.
—Pasa —Empujó la puerta blanca, dando paso a que el castaño ingresara primero y luego hacerlo él. Al estar en su apartamento, ahora sí sentía la presión de lo que estaba a punto de suceder. Terminó por cerrar la puerta y observar a Mew que se encontraba de pie en el centro del apartamento. —¿Todo bien?
—Gulf, ¿estás seguro? Todavía hay tiempo para arrepentirse —Mordió su labio inferior.
—Lo estoy, Mew, en serio. — El castaño suspiró resignado, ni siquiera había tenido el tiempo de pensar bien en cómo desarrollaría todo esto. —¿Y bien? ¿Debo quitarme la ropa, o algo?
—¡¿Q-Qué?! No, no, e-espera. —Suspiró. ¡Bien! Debía mandar todo por un tubo y actuar como el maestro sexual que debía ser.
"Será como llevar una doble vida. Y si lo hago bien con Gulf, tal vez podría empezar a dedicarme a esto y ganar de dinero."
—Mhn, lo siento, es solo que y--
—Sí, si, no sabes de esto. Lo sé. Bien, primero debes relajarte, ¿de acuerdo? — Se acercó a él y le retiró la mochila de sus hombros, colocándola en el sofá. —Siéntate. — Gulf obedeció. —Primero cuéntame, ¿por qué no has tenido sexo, antes?
—Ugh... ¿e-es... realmente necesario? —Inclinó su cabeza.
—Solo quiero que te distraigas, Gulf, y dejes de ver esto como si estuvieran a punto de llevarte a la horca o algo. —Mew se sentó junto a él.
—Bien. —Suspiró, relajando un poco la tensión en sus hombros. —Bueno, nunca me ha interesado en realidad, es decir, no soy esa clase de persona que va por la vida relacionando todo con el sexo y... esas cosas.
—Ya veo. Pensé que dirías que porque querías que fuera especial, o algo así. —Gulf rió sarcástico.
—No, soy realista, Mew. Sé que los chicos que no son yo o como yo, lo hacen únicamente por su placer carnal. Lo "especial" perdura mediante el acto, todo es muy lindo hasta que se acaba la relación y el idiota comienza a presumirle a sus amigos los trucos que usó para llevarte a la cama y por último contar con lujo de detalles cómo le hizo para follarte. —Bufó exasperado. Mew lo observaba sorprendido.
—Muy bien, niño listo. Me agrada. Está bien que te cuides y desconfíes, Gulf.
—Mhm, puede ser que me cuide o que simplemente dude de todos. — Se recostó en el sofá. —Pero... —Sus ojos se clavaron en los de Mew —tú no lo harás de esa forma, y-yo... confío en tí. —Sonrió suavemente. —Tal vez suene estúpido, demasiado basado o anticuado, pero para mí dar ese gran paso no es fácil. Quiero decir, entregarle mi virginidad a alguien y mi famosa primera vez, no es algo que tome a la ligera.
—Entiendo, Gulf. Y por supuesto que puedes confiar en mí. —Sonrió. —Yo no haré algo como eso, créeme. — La sonrisa que el azabache le regaló, llevaba escondido un "lo sé, sé que no lo harás".
—Te lo agradezco — El silencio se volvió a instalar entre ambos, Gulf comenzaba a sentir una profunda y palpable tensión entre ambos, es solo que no podía darle un significado libre a eso. ¿Acaso siempre había estado entre ellos? No hasta donde él recordaba.
Por supuesto que esto no era nada fácil, a Mew jamás le habían pedido un favor como ese. Sí un follame, pero no un enséñame. Pero de tan solo imaginar la posibilidad de que Gulf le hubiese pedido esto a alguien más y ese alguien se hubiera burlado de Gulf y lo hubiera humillado, sintió como una desagradable sensación se arremolinaba en su pecho. No, no podía permitir algo como eso.
—Gulf, primero que nada, debes relajarte y tener seguro que yo no te obligaré a nada, pararé cuando pidas que lo haga, y procederé cuando quieras que lo haga. Solo quiero que estés cómodo y que no haya duda de eso, ¿de acuerdo?
—S-sí... no sé por qué, Mew, no estoy realmente seguro pero sé que me siento mucho más cómodo contigo que Tonn, no me mal entiendas. Es mi novio y lo... quiero, pero no siento esa seguridad en este ámbito.
—De acuerdo. ¿Listo? — Se incorporó en el sofá.
—L-lo estoy —Sintió su corazón golpear con frenesí.
—Bien, comencemos entonces. —Inclinó la mitad de su cuerpo hacia el frente.
—¡¿Q-qué?!
—Que comencemos, Gulf, hace un momento querías empezar, ¿no?
—Sí pero, creo que me relajé demasiado, es más, ¿p-por qué te ac-cercas dem-masiado? — Colocó ambas manos en el pecho de Mew para alejarlo.
—Porque voy a besarte —aclaró el castaño, sonriendo de lado. Gulf soltó un gritito de sorpresa ante eso.
—¿Qué? ¿Por qué? Yo c-creí que se-serí en la cama y-y... — Mew soltó una carcajada ante el comentario del menor.
—Gulf, tú quieres pasar al acto de una sola vez. Las cosas no son así. — Se puso de pie. —Bien, es aquí dónde mis vastos conocimientos entran. — Chasqueó los dedos. —Primero, nuestra primera lección en esta clase de lecciones prohibidas es, no saltar de una sola vez al acto coital.
—¿C-Coital? ¿Qué es eso? Se escucha como cóctel o algo así. — Mew rodó los ojos.
Esto va a ser largo.
—Olvídalo. Ahora sí. Lección uno: preparar el ambiente.
Tomó a Gulf de la mano y lo hizo ponerse de pie, acto seguido lo acercó a su cuerpo. Las manos del azabache temblaban levemente. Mew rodeó su cintura con una mano y la otra la llevó a la mejilla del chico, rozando su pulgar en la porcelánica piel morena del chico, haciendo que Gulf soltara un bajo, leve y entrecortado suspiro. A continuación acercó su rostro al ajeno y cerró sus ojos.
—¡¿Q-qué... qué haces?! —Gulf detuvo todo, horrorizado.
—Kana, debemos besarnos —respondió de forma sería y directa, descolocando un poco al menor.
—¡¿Ja?! Pero, pero... pero yo no... no sé cómo besarte.
—¿Qué? ¿No sabes besar? Mierda, esto será más largo entonces.
—¡N-no! No me refiero a que no sé hacerlo, sí sé cómo se hace, es solo que.... contigo.
—Ah, ya veo. Bueno, imagina que soy Tonnam entonces. Que tengo una voz chillona, me creo el deseado por todas y voy por la universidad creyéndome más que todos y supremo y bla bla bla. — Gulf rió.
—Bien... —Suspiró. Cerró sus ojos un momento, quería imaginar a su novio, pero eso no se sentía bien en realidad. Es decir, está justo a nada de besarse con otro que no es su novio, y pensar en él mientras lo hace no es como que vaya a relajarle en verdad.
Prefirió pensar en Mew y aceptar que es él quien está a punto de besarle.
—¿Funcionó? Bueno, aunque no lo haya hecho, aún debemos besarnos, Gulf.
—E-está bien, estoy listo —Cerró sus ojos, apretándolos al mismo tiempo en que presionaba sus dedos en cada uno de los hombros de Mew.
El castaño poco a poco se acercó a él y en segundos Gulf tenía los suaves labios de su mejor amigo, sobre los suyos. Al principio no se movió, permaneció estático y abrió de golpe sus ojos debido al asombro. Observando las ondeadas pestañas de Mew al tener sus ojos cerrados. El castaño hizo un movimiento pequeño, succionando el labio inferior de Gulf con los suyos y luego se separó.
—... — Mew pareció quedarse sin palabras al verlo con la boca un tanto abierta y sus mejillas coloradas levemente.
—¿E-eso fue todo? — Mew negó —¿Por qué?
—Mira, fue un buen beso, pero eso no es todo. Quiero decir, lo hiciste bien. Pero para esto, debes corresponder, Gulf y sobre todo, cerrar los ojos. Pude notar que no lo hiciste. Además, debes relajarte, te lo dije. Ese, no fue para nada un beso de esos que te llevan a la cama.
—P-Pero... ¿y entonces cuál lo hace?
—Uno largo y apasionado, uno en el que tú también partícipes.
—E-está bien, dame otra oportunidad. ¿Sí? —Lo miró suplicante. Mew sonrió y asintió.
Sin perder más tiempo Mew se acercó a él y reclamó su cintura esta vez con ambas manos, volvió a fundir sus labios con los del azabache y en esta ocasión comenzó a moverlos más, como si con eso esperaba decirle a Gulf que este beso debía ser diferente sí o sí. El azabache mantenía sus ojos abiertos y poco a poco llevó sus manos a los hombros contrarios, Mew siseó un bajo "relájate" entre sus labios, provocando que la vibración por sus palabras se sintiera en su boca. Entonces cedió.
Movió las manos de los hombros al cuello y cerró sus ojos, ladeando la cabeza en dirección contraria de donde Mew lo hacia. El castaño comenzó a moverlos hacia el sillón y tumbó a Gulf ahí, sin separarse del beso. Estaba claro que Mew no iba a sobrepasar el límite de la primera lección en, pues bueno, su primera lección. Solo debían besarse hasta que el calor se instalara en sus pechos.
Gulf estaba empezando a sentir eso, era nuevo, una sensación desconocida. Por alguna extraña razón el seguirle el beso a Mew había sido facil, el castaño besaba de una manera que era por mucho imposible no ceder a ella. Moviendo sus labios de arriba a abajo, succionando sus labios con sensualidad, incluso acariciandolos con la lengua. El oxígeno comenzaba a faltar y las manos de Gulf comenzaban a picar por algo, no entendía qué. Quería sacarlas del cuello de Mew y llevarlas a dónde sea que fuere, su cuerpo comenzaba a reaccionar extraño ante la sensación de tener a Mew sobre él, tan pegado a él.
Con una última succión a su labio inferior y una leve pero deliciosa y caliente mordida a ese mismo labio, Mew se separó de él. Ambos cayeron en cuenta de que estaban jadeando, con sus labios entreabiertos y un tanto desaliñados. Gulf aún no soltaba el cuello de Mew, por raro que parezca, incluso sentía pesado su propio cuerpo.
—¿Ese... —inhaló, necesitaba todo el oxígeno posible que pudiera llegarle ahora mismo —ese sí estuvo bien? —cuestionó curioso.
—Estuvo excelente —respondió Mew, y sin más, volvió a besarlo.
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¡¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH QUE EMOCIÓN, QUE EMOCIÓN, QUE EMOCIÓN!!! 🤭 HAHAHA pidoperdón, me emocioné. Es que esa tensión me llegó hasta aquí.😍
¿Qué dicen? ¿Les gustó el cap? 💕 Espero que sí les haya gustado, y perdón por tenerlos en espera mucho tiempo, fue por circunstancias y situaciones que me sobrepasan en realidad, pero estoy tratando de no dejar ir esto tan lindo.
Si todavía quieren seguir leyendo esta historia, se los agradezco muchísimo. Sé que poco a poco iré tomando el ritmo de todo y estabilizarme para estar incluso mucho mejor de lo que estaba antes.
Gracias a todos ustedes por su apoyo, por sus mensajes bonitos y su paciencia. Espero sus comentarios y nos leemos en una próxima.
Sin más por decir, me despido deseándoles una bonita mañana, tarde o noche hehe.💐
Besitos púrpuras, Feeniks.💜
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