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𝗖𝗮𝗽𝗶̄𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗱𝗼𝘀: ᴇʟ ғᴀᴠᴏʀ

[Antes de empezar, una pequeñita aclaración: lo que estará en cursiva y entre estas comillas {“”} serán los pensamientos de cada uno de los personajes en su debido momento, aplica para todos los caps a partir de aquí.]

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Tonnam recostó su espalda sobre la ventana de su auto, sus pies ya dolían debido a los casi veinte minutos que llevaba esperando a Gulf. Por alguna desconocida razón Haoxuan no aparecía por ningún lado, ni siquiera entró a la clase y aunque lo buscó al terminar esta, no lo encontró en ninguna parte. Incluso les preguntó a algunos seniors, juniors y compañeros de la misma especialidad, pero nadie lo había visto.

Aunque su radar sí captó que también un senior de Ingeniería estaba desaparecido de la misma forma que su mejor amigo.

Consultó como por enésima vez la hora en su reloj, los veinte minutos se cumplían exactamente. “¿Qué le estará tomando tanto tiempo a Gulf?”
En ese mismo instante escuchó las risas escandalosas de algunos de los chicos.

—¡Es que lo hubieras visto, Tae, su nariz terminó sangrando! — Iba diciendo Tee, al son de sus risas que cortaban sus palabras. El mayor de todos no parecía divertido con la situación.

—Mew pudo haberse roto la nariz, Tee, no seas tan cruel. — Kaownah y Mild llegaron corriendo hacia ellos, el primero palmeando el hombro de Fiat, haciendo que este volteara hacia atrás.

Lo primero que captó el campo de visión de Fiat fue al hermoso chico que llevaba su usual chaqueta de lona por encima del uniforme. Al verlo ahí tan solitario y visiblemente irritado, decidió alejarse de los chicos.

—Hey, los alcanzo en un minuto. — Ni siquiera les dió tiempo de responder cuando ya se había echado a correr hacia el pelinegro. —Tonnam, ¿qué haces aquí solo? —Sujetando su mochila y su suéter que colgaba de su brazo, se acomodó a un costado del chico.

—Hey, Fiat, ¿has visto a Gulf? — El rubio inclinó fugazmente su rostro y de inmediato negó. —No sé qué le está tomando tanto tiempo. —Frunció el ceño.

—Bueno, se quedó con Zhan al terminar la clase. ¿No estará con él aún?

—Sí, podría ser... — En ese momento ambos observaron como Yibo bajaba apresuradamente las escaleras y detrás suyo iba nada más y nada menos que Xiao Zhan.

—¡Wang, hey, Wang! ¡Espérame!, yo invito, ¿sí? Solo esta noche —Hizo un puchero, haciendo que Yibo ladeara su cabeza y presionara sus puños. —Vamos, vamos, vamos, ¿sí? — El mayor comenzó a utilizar su as bajo la manga: los ojitos de cachorrito.

—No tolero el alcohol —respondió cortante.

—Solo será un trago, nada más uno, y si algo sale mal yo te llevo a mi casa, ¿sí? —Golpeó con su hombro el brazo del menor, quien por cierto era un poco más alto que Zhan.

—Mn. — Fue la única respuesta que recibió.

Tonnam y Fiat compartieron miradas confusas, era obvio que a Zhan le gustaba ese chico, aunque era demasiado denso como para darse cuenta él mismo de sus propios sentimientos. Ellos incluso ya hasta tenían una apuesta en la mesa, la cual trataba de que esos dos terminarían juntos como pareja este año sí o sí.

El otro motivo de sus extrañadas miradas era el hecho de que AMBOS eran los segundos mejores amigos de Mew y de Gulf, literalmente casi ninguno se separaba del otro, y ahora esos dos iban juntos sin Mew o Gulf.

—¡Oye, Yibo! —gritó Tonn, sin poder resistir más la desesperación por la desaparición de su novio. Debido al llamado no giró solo el aludido, sino, también Xiao Zhan, quien ya había apresado al menor con ambas manos en uno de sus largos brazos. El nombrado no respondió, simplemente lo observó dándole a entender que podía ejecutar su interrogante. —¿Mew no irá contigo a casa? — Yibo frunció su ceño, recordando hasta ahora que ni siquiera se dió cuenta del momento en que Mew se alejó de él, pero restándole importancia simplemente negó con la cabeza y girando sobre sus zapatos continuó su camino. Tonn soltó un bufido y volvió a sacar su celular para marcarle a Gulf.

—¡O-Oh! M-Me acaba de enviar un mensaje, dice que te diga que volverá a casa con Mew —dijo Fiat, sonriendo nervioso.

Dicho mensaje jamás había llegado, él simplemente quería permanecer un poco más de tiempo con Tonnam, sabía que era pareja de su amigo y por supuesto él no destruiría esa relación, pero era un humano después de todo y su torpe corazón pedía a gritos estar junto a la persona dueña de cada uno de sus latidos. Eso no era crímen, ni siquiera se le insinuaba o algo así, respetaba a Gulf y su relación, pero en ocasiones su lado egoísta salía a flote.

—¿En serio? ¿Por qué no me escribió a mí? —cuestionó el de cabello negro, revisando su celular.

—¡Oh, eso! Dice que llamó pero no entró la llamada, ¿tendrás mala recepción?

—¿Será posible? — Tonnam cayó redondito ante la mentira, levantando su celular y comenzando a comprobar la señal en el mismo. First rió enternecido por aquella acción, dejando que el mayor "comprobara" por sí mismo hasta que se cansara.

“Lo siento mucho, Tonn. Pero es la única forma en que puedo calmar a este necio y tonto corazón.” Suspiró profundamente.

—Oye, Mew lo ha llevado a casa antes, ¿no? ¿Por qué te preocupas demasiado? Esos dos son como uña y mugre, además, sabes que a pesar de lo libertino que Mew puede llegar a ser, jamás dejaría que algo malo le pase a Gulf. —Sujetó a Tonnam de la muñeca y lo hizo bajar su celular, compartieron una mirada fija, con sus rostros tan cerca.

La cual significaba mucho para uno de ellos, pero para el otro era simplemente insignificante.

—Mm. Tienes razón, Fiat. — Se soltó del agarre del rubio. —¿Y tú? ¿Vas directo a casa? — El chico asintió. —Bien, te llevo entonces.

—¡¿En serio phi?! — Tonnam sonrió, eran escasas las ocasiones en que Fiat lo llamaba así.

—¡Claro! ¡Sube, pequeño! —Removiendo el cabello del menor y más bajito que él, le señaló la otra puerta del auto para que el sonriente chico ingresara.

Antes de ingresar a su propio auto, sacó su celular y buscó el contacto de Mew, entrando al chat que tenía con este _el cual estaba más solitario que el desierto_ tecleó un pequeño mensaje.

"Conduce con cuidado, Mew. Dile que yo pasaré por él mañana por la mañana. Cuídalo y gracias por llevarlo."

Sonrió, y guardando su celular ingresó al auto, siendo recibido por la amplia sonrisa del rubio.

—¿Podemos ir por un helado primero?

—¿Quieres? —preguntó retórico.

—¡Sí! —respondió, demasiado emocionado.

—Está bien, claro que podemos ir —Correspondió, dándole una bonita sonrisa e iniciando su camino.

Fiat y Tonnam se habían conocido desde pequeños, sus padres fueron mejores amigos en la universidad. Y en la infancia de ambos chicos los padres acordaron volver a Tonnam el tutor escolar de Fiat, enviando al menor a la casa del otro para recibir tutorías y ayudas con sus estudios.

Fiat desde pequeño se sintió atraído por el mayor, llegando incluso a imaginar que en algún momento sus padres los comprometerían en matrimonio, pero no fue así. La madre de Tonnam sí arregló el matrimonio de su adorado phi, pero con alguien más. El menor incluso recuerda todas aquellas ocasiones en que Tonnam llegaba a su casa a quejarse de que sus padres no le dieran la libertad de escoger y que, aún estando a tan corta edad, ya lo hayan emparejado con alguien.

El chico ni siquiera supo en qué momento a Tonnam dejó de desagradarle la idea del matrimonio arreglado. Simplemente pestañeó y al abrir los ojos, su adorado tutor y primer amor, se había enamorado del chico que sus padres habían escogido para él. Destrozando el corazón del menor sin siquiera ser conciente de ello, arrebatando todas las esperanzas que algún día ardían como una llama inmensa e intensa.

¿Pero qué más podía hacer, sino desearle que fuese feliz mientras él lo observaría desde un rincón?

















Su celular suena en el bolsillo de sus pantalones de uniforme, siendo renuente a dejar de ver a la hermosa chica de piel blanca y cabello castaño, decide sacarlo sin siquiera mover su cabeza. Lo alza hasta la altura de su cabeza y lee fugazmente el mensaje, frunciendo su ceño y estando realmente confundido.

—No sabía que te irías conmigo, Gulf — El aludido se encontraba sentado en la silla a la esquina del consultorio.

Justo ahora se encontraban en la enfermería de la universidad, pues el sangrado nasal de Mew no se detenía con nada. Así que luego de reaccionar de su respuesta inmediata, Gulf se había preocupado demasiado y terminó por llevar al niño a la enfermería.

Sí, Mew parecía un niño de cinco años a quien debías de vigilar siempre porque sino, no sabrías con que travesura o fractura nueva saldría.

Aunque un debate mental había acabado, uno nuevo había iniciado. Ahora el menor se debatía en cómo le pediría aquel tan íntimo y especial favor, a su mejor amigo. Por ello ni siquiera había sido capaz de recordar que su novio lo estaría esperando al frente de la universidad para llevarlo a casa.

—¿Llevarme? —cuestionó confundido.

Mew asintió y le lanzó su celular, para poder continuar coqueteando tranquila y descaradamente con la estudiante de enfermería que lo atendía. La cual por supuesto no reaccionaba reacia al coqueteo, al contrario, lo correspondía.

Gulf frunció su ceño e hizo un puchero, pero al mismo tiempo agradeció al de arriba por colocar todo a su favor. Pues, realmente no se sentía listo para ver a Tonnam, y también quería hablar hoy mismo con Mew y empezar con sus lecciones cuanto antes.

—Bien, con eso el sangrado se detendrá por fin —dijo, la coqueta chica, elevando sus bustos y remojando sus labios. Sus movimientos siendo seguidos por los fijos orbes de Mew —. Pero... —Colocó su índice en el pecho de Mew —si duele, llámame. —Levantó un poco el borde de su falda. Mew tragó grueso y asintió. La chica deslizó lentamente su dedo hasta acariciar el muslo de Mew, apretando aquella gruesa pierna entre sus dedos, el castaño sonrió ladino. —Tu teléfono —susurró en su oído.

—¡Ah, sí, sí! — Sin necesidad de palabras Gulf supo lo que debía hacer, rodó sus ojos y le lanzó el celular al mayor, molesto por la precisión e impaciencia del otro.

—Mejor te espero afuera — Mew solamente asintió y volvió a lo suyo.

Gulf salió del consultorio intentando ignorar los obscenos ruidos de los besos húmedos de aquellos dos. Golpeó su frente con su mano y se recostó en la pared.

“Bueno, él ya de por sí es un completo sinvergüenza, entonces yo tampoco debería de avergonzarme de pedirle lo que estoy pensando.”

Minutos después Mew salió un tanto despeinado, con manchas de labial en su cuello y una marca de beso en su mejilla izquierda. Al observar a su amigo le dedicó una sonrisa amplia, mostrando en fila sus blancos dientes.
Gulf no dijo nada, simplemente le extendió una toallita húmeda de las que siempre solía llevar consigo, y comenzó a caminar. Mew tomó esta con rapidez y comenzó a seguirlo sin refutar.

—Lo siento, pero me detuve de inmediato porque tenía que llevarte a casa —siseó, mientras limpiaba su cuello.

—No fue tan inmediato que digamos —reprochó el menor, cruzando sus brazos y mirándolo molesto. Mew hizo un puchero e inclinó su rostro.

—Fuí lo más rápido que pude —balbuceó, haciendo reír a Gulf.

—Está bien, no te regañaré más —Golpeó el brazo de Mew, haciéndolo sonreír nuevamente. El castaño se lanzó a él, rodeando sus hombros con ambas manos y apretándolo con medida fuerza.

—Gracias, padre —bromeó. Gulf rió y simplemente continuaron caminando así —. Iremos en taxi, Gulf, no traje el auto — El menor volvió a reír.

—Bien, pero tú pagas.

—¡Claro!

Entre risas y bromas ambos continuaron su camino, uno de ellos con la mente en paz y simplemente disfrutando de la compañía de su mejor amigo, mientras que el otro estudiaba las una y un millón de formas en que podría retener más tiempo al castaño mientras encontraba la forma correcta de pedirle tal locura.


Alrededor de una hora después, ambos iban llegando al apartamento del menor, el cual por supuesto Mew conocía perfectamente.

—Bien, aquí me retiro, Gulf. Tengo que ir a dormir. — La preocupación del chico incrementó.

—Pero tenemos tarea —dijo, en voz baja.

—Mmm — Mew ni siquiera movió sus labios, incluso tenía sus ojos cerrados mientras se recostaba en el marco de la puerta —despertaré a las doce y la haré. —Bostezó. —Bien, me v--

—¡NO! — El tono de la voz de Gulf lo hizo abrir de inmediato sus ojos, incluso lo sobresaltó —Ven y... y... ¡bebe agua! Sí, bebe agua antes de marcharte. — Mew lo miró un poco aturdido, pero sabía muy bien que cuando Gulf utilizaba ese tono, ni siquiera Tonnam se atrevía a desobedecerlo.

—Está bien. — A regañadientes arrastró su cuerpo hacia adentro y se tiró en el sofá.

Gulf dejó caer su mochila en la barra de la cocina y se apoyó en la encimera junto al refri. Comenzó a dar vueltas por el mediano cuarto, de un lado a otro, luchando aún con sus pensamientos.

¿Era correcto lo que pensaba hacer? Claro está que era demasiado repentino.

En caso de que Mew llegase a decir que sí, ¿él podría verlo a los ojos después de esto?

Intentaba encontrar una forma correcta para iniciar la conversación y no quedar como un tonto sinvergüenza, urgido y necesitado.

—Mierda —bufó bajito.

—Gulf, ¿estás haciendo el agua o qué? —preguntó Mew desde la sala.

—¡Ya voy! — Con prisa tomó un vaso y lo llenó hasta la mitad, mordiendo su uña y sintiendo como si cada uno de sus pies pesara una tonelada, se dirigió hacia su amigo. —Ten... — Mew tomó el vaso y sin siquiera tener sed comenzó a beber. Gulf se sentó junto a él en el mismo sofá. Todo entre ellos se quedó en silencio.

“¡Carajo, carajo, carajo! Esto es una mala idea, ¡mala idea”

—¿Qué te tomó tanto tiempo allá, Gulf? ¿No encontrabas el agua? —Rió sarcástico.

—Sí, que gracioso —Tomando el primer cojín a su alcance lo apretó entre sus manos de forma "disimulada", y sonrió nervioso. De un solo trago Mew se acabó la poca agua que quedaba en el vaso, y girando su cuerpo fijó su vista en Gulf. Inspeccionando al chico de forma duvitativa.

—¿Ocurre algo? —preguntó. Los silencios entre ellos no eran algo común.

—Haha —Ahí va la primer risa nerviosa —¿Qué debería suceder, haha? —Rascó su cabeza.

—Gulf, guardaste silencio durante cinco minutos, además, eres pésimo aparentando que tienes todo bajo control. Estás asfixiando al pobre cojín, evitas hacer contacto visual conmigo, tu frente está sudando y estás mordiendo tu labio internamente. Haces eso únicamente cuando estás nervioso. —Encogió sus hombros.

Gulf se quedó sin palabras, con la boca abierta. Ni siquiera él se había dado cuenta de que estaba haciendo todo aquello que Mew mencionó.

—... —Continuaba agarrando señal.

—¿Qué está sucediendo, Kana? Sabes que soy tu amigo y cuentas conmigo para lo que sea, ¿de acuerdo? — Gulf fijó sus ojos sobre los de Mew, incluso el tono de su voz había cambiado. Él estaba hablando en serio.

Sonrió nervioso y apartó la mirada.
—Estoy bien. No pasa nada. —Sonrió.

—Gulf, no es por presionarte pero, te conozco demasiado bien. ¡Parece que justo ahora vas a sufrir un infarto por tanto estrés!

—PARA NADA HAHA —Evitó el contacto visual nuevamente.

—Diablos, Kanawut, eres realmente pésimo en esto. Lo preguntaré una última vez. —Colocando ambas manos en los hombros del moreno, preguntó: —¿En realidad no sucede nada y no vas a colapsar ahora mismo?

Siendo completamente incapaz de evitar aquella mirada, suspiró y tragando grueso decidió que era ahora o nunca. Y, quien tenga miedo a morir, que no nazca, ¿no?

—N-No... —respondió bajito.

—Lo sabía, te lo dije, ¿no? Ahora dime, ¿qué ocurre? —Volvió a recostar su espalda en el sofá, pero continuó observando a Gulf.

—Ugh, bueno... es que... —Abrazó más al cojín —quiero pedirte un favor...

—Sí, claro, con gusto —respondió sonriente.

—Mew, no es cualquier favor. Cuando lo escuches seguramente pensarás que necesito terapia o quizás querrás internarme en un hospital psiquiátrico.

—Haha yo no lo creo. ¿Acaso estás siendo tímido, Kan? ¿Eso cuando ha sucedido entre nosotros? — Lo golpeó en el hombro, Gulf rió nervioso.

—Mew, por favor prométeme que no estallaras cuando te diga.

—Prometido, ¡pero dime ya! Impaciencia es mi segundo nombre. —Cruzó sus brazos.

—De acuerdo, aquí voy. Bueno, tú sabes que Tonnam y yo llevamos algunos años juntos y--

—¡Mierda! ¡¿El idiota terminó contigo?! ¡Oh es un imbécil! Por eso me pidió que te trajera yo, ¿no? ¡Pero me va a escuchar ese desgraciado!--

—No, Mew, no, NO HEMOS TERMINADO... aún...

—¿Aún? Gulf, explícate por favor. No te estoy entendiendo nada y no soy adivino. —Volvió a sentarse en el sofá.

—Vale, él está planeando en nuestro quinto aniversario llevarme a cenar y luego...

—¿Luego?

—... Luego —Tragó grueso —tener sexo conmigo —susurró esto último. Mew no pudo evitar soltar una carcajada por la incomodidad de su amigo al hablar de aquello. Gulf comenzó a golpearlo con el cojín.

—¡Ya, ya, ya, detente! Entonces, ¿el problema viene aparte o qué? — Gulf rodó los ojos.

—¡N-No!... es que, y-yo...

—¿Acaso tú no quieres? ¿Es eso?

—¡NO! Quiero decir, ¡sí!, pero...

—¡¿Pero qué?! Dilo de una sola vez.

—SOY VÍRGEN, SOY UN INEXPERTO, YO NO SÉ NADA DE SEXO, ¡¡NADA!! No sé en dónde va cada cosa y... y.. y... — Frustrado se dejó caer en el sofa y estampó su rostro contra la almohada.

—Vaya... eso sí no lo ví venir. —Suspiró y guardó silencio. Se acercó a Gulf y rodeó sus hombros —Calma, no llores, apuesto a que no será tan malo... —Palmeó su brazo.

—¡No estoy llorando, idiota! Pero estoy asustado, Mew... —Hizo un puchero.

—Está bien, está bien. Mira, decirlo era la peor parte y ya la pasaste, ¿cierto? Todo estará bien mientras simplemente... ¿ya sabes?--

—¡No, yo no sé! — Mew luchaba, en serio lo hacía, para no dejarse ganar por la risa y respetar lo serio que este asunto era para su amigo. Aún así, no podía ocultar su risa.

—Pero déjame terminar. Quiero decir que mientras te dejes llevar por el momento y lo que sientes, todo saldrá bien, amigo.

—Claro que no, yo sé que no podré dejarme llevar. ¡Aishn, el punto no es ese, Mew!

—¡¿Entonces cuál es?! —preguntó frustrado.

—¡El punto es!... es... que yo... — Mew seguía cada una de sus palabras. —necesito... —suspiró. —aprender a tener sexo. — Mew abrió sus ojos de par en par, frunciendo y relajando su ceño en segundos.

—No entiendo, Kana. Explícate mejor, por favor. — Gulf asintió.

—Me refiero a que no quiero terminar humillado por mi propio novio a la hora de hacerlo. Tú sabes que soy pésimo para estas cosas, lo mismo sucedió cuando dí mi primer beso, parecíamos dos alces chocando ¡y tú lo sabes porque tú estuviste ahí viéndolo todo! — El contrario asintió mientras encogía sus hombros dándole la razón a su amigo —Mew, sé que estas no suelen ser nuestras conversaciones diarias, pero... te juro que no quiero hacer el ridículo y tampoco quedar humillado mientras pierdo mi virginidad. Por favor... —balbuceó. Mew frunció el ceño.

—Entonces... ¿qué planeas hacer? ¿Qué es lo que quieres?...

El castaño lo observaba curioso, realmente no entendía la verdadera intención de Gulf.

“¿Por qué tiene que ser tan difícil?”

¿Acaso no era más fácil que Mew entendiera rápido el rumbo de la conversación y él fuera quien dijera la frase en voz alta? Porque claro, no es tan fácil decir como si nada:

"Entonces, quiero que tú y yo juguemos a tener sexo, que tú me enseñes las posiciones, los sonidos que debo hacer, cómo debo moverme o reaccionar y luego yo iré y pondré en práctica eso con mi novio." ¿Sencillo? ¡Para nada!

—Ehm... bueno, ya que tú has tenido más sexo que una manada de gigolós... — Mew se ofendió por eso, claramente Gulf estaba exagerando —necesitó que de una u otra forma me ayudes... —siseó la última parte.

—¡¿Quieres que yo te oriente a cómo tener sexo?! — De un solo salto se levantó del sofá.

—S-Sí...

—¡JO, JO, JO, TÚ PERDISTE LA CABEZA! —Negaba frenéticamente con su mano y su cabeza —¡Estás loco! ¡¿ACASO OLVIDAS QUE TU NOVIO TAMBIÉN ES PARTE DE NUESTRO GRUPO DE AMIGOS?!

—N-No, pero...

—¡Gulf, yo no puedo hacerle eso! Además, ¡eres mi mejor amigo! ¿Cómo... cómo... yo cómo p-podría?... —Tragó grueso.

—Por favor, Mew. Tonnam no es tu amigo... o-o al menos no uno cercano, yo soy tu mejor amigo. Tienes que ayudarme.

—Gulf... ¿acaso crees que es fácil? ¿Crees que solo bastará con que te diga "toca aquí" o "besa ahí", "acaricia ahí", "lame aquí" ¡Con la cabezota que tienes lo olvidarás al momento en que ya debas hacerlo! — Gulf le dió la razón con unos asentimientos de cabeza. —La única forma y la de resultados más seguros, sería la práctica pero, pero... ¡me niego rotundamente! Yo no voy a corromper tu sagrada inocencia y tampoco traicionaré a un amigo.

—Mew...

—¡No!, es más, creo que tú me estás tomando el pelo haha! SÍ. Mira, ya sé que me caigo muy seguido, que leo las instrucciones del shampoo y que a veces choco contra los postes de luz o las paredes por prestar más atención al celular, que a ver por dónde camino, ¡pero aún así, no soy un idiota! — Gulf negaba con ambas manos.

—Mew, ¡escúchame! NO ESTOY BROMEANDO... — Lo sujetó de ambos hombros —Yo en serio, en serio... quiero me ayudes... —remojó sus labios con su lengua —por favor.

—Pero, Gulf...

—¡Mew! Eres la única persona a quien puedo acudir y el único en quien confío... por favor... acepta tener sexo conmigo...

[INSERTEN EL MISEKAKUNOI, AHRE!! 😂😂😂😂]

_____________________________________________

AAAAAAAAAAHHHHHHH

¿Soy la única que está gritando y
sufriendo un deja vu ahora mismo?

¿Qué les pareció el segundo cap?
A partir del tres se viene lo bueno y
empiezan nuestras lecciones
prohibidas. 😏😈

Estaré esperando sus comentarios
para saber si les gustó el cap, Feeniks

Espero que les haya gustado así
como a mí 🤭💜😀.

Sin más por decir, nos leemos a la
próxima.

Bye

Besitos púrpuras


•────• J. Suppasit

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