꒰ ⌗ Trece ! ꒱
Bangchan destacaba mucho en la cocina y Seungmin se aprovechaba de ello cuanto podía en sus embarazos, era gracioso ver a la pareja a las cuatro de la mañana cocinando para la pequeña bebé en camino, a Seungmin sacar a patadas a Bangchan para que le preparara su tarta de zanahorias y todas esas veces que Bangchan le esperaba con un desayuno de lujo.
Y la nostalgia abrazaba a Seungmin en aquellos momentos, desde la isla de la cocina le observaba atento terminar de preparar la comida entre miradas curiosas y trocitos de esto y de aquello para probar lo que tenía, también anhelaba volver a degustar esos platillos en los que destaca el azabache Alfa.
Muchas veces se preguntó cómo eran los padres del mayor cuando empezaron a salir y a lo largo del tiempo aquella duda había crecido pero nunca reunió el valor suficiente como para preguntarlo, tal vez por vergüenza.
Se lo preguntaba muchas veces puesto que sus padres fueron muy duros con su persona cuando era un adolescente que se llevaba las normas por delante sin importar el qué, le recriminaban por todo y quisieron educarle con unos valores demasiado anticuados.
"Los Omegas obedecen, Seungmin"
"Debes aprender a llevar una casa con cachorros, es tu deber"
"No me chilles, no eres un Alfa"
"Los tatuajes son de Alfas"
"Ponte algo que marque tus curvas, entre tanta tela te ves más gordo"
"Potencia tu aroma, ningún Alfa te notará si lo escondes"
Lo mejor era que nunca les hacía caso.
Es consciente de los estereotipos estrictos que Alfas y Omegas siguen a rajatabla sin perderse un solo estándar, esas duras dietas que muchos de su raza se atreven a enfrentar solo para ser un poco más atractivos y atractivas, conoce —por experiencia propia— que muchos de su raza buscan un Alfa ideal a lo largo de su vida, el típico que goza de musculatura y de un carácter fuerte y demandante, que sea rudo y con aroma territorial.
Y luego está Bangchan... con un poquito de casa pero mucho más liviano, tiene buen físico y Seungmin no lo niega, pero no es un Alfa dominante en ningún término, tampoco tiene un aroma demasiado fuerte como para atraer a todos los Omegas, sin embargo él vive enamorado del limón y la miel que desprende el mayor, Bang es más amigable, sociable, sonriente y un encantador chico, tal vez esas cualidades hicieron que sus lunas estuvieran destinadas a conocerse y entrelazarse, puede que sus personalidades estuvieran hechas para complementarse y que no parecieran demasiado extrañas a ojos de personas externas.
Porque Bangchan define al castañito de tantas maneras que no se compara a un Omega estereotipado.
Puede que el aroma a rosas sea lo que le da una etiqueta de raza, pero después, no tienes nada de lo que tirar para reconocer su raza exacta. Tatuajes, perforaciones, antipático, dominare, con un estilo de ropa diferente a los demás y un carácter que mata a cualquiera con solo verle, y el Alfa está coladito hasta los huesos por él.
Bangchan conoce a la perfección y al detalle los tatuajes que adornan la piel nívea del castaño, le encantaba jugar con los pendientes que cuelgan de sus lóbulos y toquetear los dibujos permanentes, sobre todo el dragón rojo que va desde su muslo hasta sus costillas, haciendo un efecto de movimiento por su marcada cintura. También le tiene especial cariño al de su brazo derecho, el cual es un lobo blanco con una azulada mirada penetrante y dura, así se describía él mismo y Bang lo confirmaba.
Ahora tiene una pícara curiosidad por descubrir el nuevo tatuaje en la espalda del Omega, conociéndole de años y más profundamente que nadie, deduce que será algo con mucho significado.
—¿Le falta sal? -Inquirió haciendo un mohín al castañito que relamía sus belfos cual cachorrito mimado mientras le veía divertido.
—No me gusta lo picante -Renegó blanqueando los ojos y alzándose de hombros, el mayor le juzgó un par de segundos con la mirada hasta que en un suspiro dejó ir las malas vibras.
Era de esperarse que Jisung no tuviera ni la más mínima idea sobre el nivel de paciencia que debía portar cuando salió con los niños de casa aquella mañana, tampoco esperaba que fuera algo tan complejo cuidar de ambos si solo iba a pasear al parque, es decir, la zona de terreno más conocida por las cachorras es un parque.
Desde que aprenden a andar, el césped es su manto de amortiguación, cuando empiezan a corretear pueden estar seguros porque no hay algo donde puedan dañarse y además aprenden a compartir en la zona de juegos.
Entonces, ¿Qué clase de monstruos tenían Seungmin y Bangchan?
Yeji, que era la mayor y al cual le tenía fe, estaba llena de nieve y la nieve no es más que agua en otro estado, así que la cachorra de largos cabellos negros estaba empapada desde su carita ahora roja por las bajas temperaturas del exterior mezcladas con el escozor que le causó el roce de la nieve en su delicada piel, sus ojitos cristalizados al no saber qué hacer porque estaba temblando del frío y del miedo a ser regañada.
Yuna, la cual le pegó el ojo desde que llegaron y que era más propensa a sufrir caídas, tenía su abrigo, pantalones, botas y gorrino lleno de barro espeso y oscuro, manchando algunas partes de su carita con gotitas del mismo líquido. Está tuvo la dicha de tenerle miedo a los perros grandes e imponentes y la buena suerte de toparse con uno esa mañana.
En resumen, ambas niñas eran un asco.
Viéndolas a ambas con sus desastrosas ropas con espasmos por las lágrimas, se imaginó a Yuna como Bangchan y a Yeji como Seungmin, por la similitud de sus rostros deducía aquello pero realmente ambas tienen matices que los diferencian de sus padres. No recuerda el último día que vio a Seungmin feliz, le ha visto reír por su cachorra más pequeña pero esa no es la definición de felicidad. Recuerda que años atrás llegaba a su casa y el castaño mostraba una mirada iluminada y viva, ahora está rota.
—¡Lo siento! -Escuchó la voz forzada y temerosa de alguien a unos metros de ellos, las niñas fueron más rápido en darse la vuelta y Yuna sintió su alma salirse de su cuerpo y sus piernas temblaron, un grito abandonó sus labios y aunque se rompiera la garganta debía de huir de ese animal.
꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱
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