꒰ ⌗ Octavo ! ꒱
El aroma a limón era el que Yeji había asociado desde muy pequeñita con el olor que identificaba a su papá Alfa de todos los demás, creció con un único lazo paterno y no tenía problema alguno con su loba interior, la cual era una cachorrita aún, pequeñita y mimada que no movía ni la cola al estar contenta. Ella no era consciente de esa parte, la cual le pertenecía y le hablaba, muchas veces la ignoró.
sentadita en el sillón, con su cabeza tambaleante y sin estabilidad, Yeji mantenía sus luceritos oscuros semi abiertos por la inquietud del nuevo aroma que percibió al conocer a Yuna, misma cachorra que dormía a su lado en posición fetal y tapadita con una gruesa manta gris para protegerla del cortante frío exterior.
Yeji no distinguía los aromas de los Alfas ni de los Omegas, a excepción de los que lograba captar de algunos cachorros de su clase y este aroma no era muy preciso y sufría cambios al notarlo, sin embargo fue una clave para su loba percibir esa esencia a leche materna característico de los Omegas al tener hijos.
Pero si bien, este ahora solo puede ser captado por sus parejas e hijos, era imposible que ella lograra olerlo con tanta claridad.
No era tonta, el aroma desconcertó a su loba, activó la búsqueda del portador y estaba segura de que Seungmin no era un simple amigo del pasado de su padre, puesto que verlos llorar a ambos era extraño, sentir su pechito comprimirse ante la mirada de aquel castaño no era normal y querer ser mimada por ese Omega tampoco era algo común.
Seungmin era... muy parecido a ella, la forma de quejarse a Jisung, la de hablar con Yuna, sus muecas al jugar. Yeji podía tener cinco años —rozando los seis— pero era bastante lista con la ayuda de su loba, quería hablarle pero estaba tan cansada que cuando vio a Yuna dormir, también quiso dormir un ratito.
Hasta que sus oscuras hebras tocaron la superficie de la tela beige, su sistema entero entró en fase de sueño profundo, fue cargada junto a Yuna hasta la habitación que la última nombrada usaría estas navidades, instintivamente la más pequeña buscó algo a lo que aferrarse para mantenerse quieta en el colchón, Yeji fue su víctima.
El ambiente tranquilo y lleno de suspiros infantiles era corrompido bruscamente por la charla de los mayores en el salón principal, los tres sentados en el gran comedor, allí se respiraba un aire diferente y pesado, donde las emociones de la expareja eran reflejadas como un espejo, caras tristonas y molestas
Jisung fue quien decidió iniciar aquella conversación tan difícil para los otros, conocía su historia y desde el punto de vista de un espectador que participó mucho en demasiadas ocasiones, afirmaba que su relación tenía salvación pero reconoce que Seungmin fue duramente afectado en el postparto del último cachorro ya que Jisung no conocía a Seungmin tan insensible y terco.
—No es propio de mí, ni mi deber meterme en estos temas pero siento que me voy a arrepentir si no les ayudo a salir de esta... -Crispó sus belfos rechonchos echando un último vistazo a los padres- Según sé y tengo claro, los únicos lazos rotos aquí son el vuestro y el de Seungmin con Yeji, tengo entendido que no van a reparar su relación formalmente para unirse una vez más, por lo que reducimos todo a arreglar el de padre e hija...
—¿S-Solo el de ellos? -Inquirió vacilante, más forzado de lo que quería sonar, el castaño se sintió culpable y dolido.
—Les recomiendo empezar por el lazo de Yeji, noto que ella sospecha mucho de Seungmin porque aún puede percibir el aroma a leche y quiero creer que eso es bueno porque no está el lazo roto del todo, ella conserva tu aroma y lo reconoce también...
—Yeji siempre dice que le gusta mucho el olor de las flores porque le trae felicidad... -Murmuró el Alfa- Así que conoce muy bien el aroma de Seungmin... -El nombrado mordió su labio inferior al sentir una bala ardiente atravesar su alma, era extraño que los Omegas de la generación de Seungmin tuvieran esos aromas de la naturaleza como el de las flores silvestres y el de Seungmin era precisamente agua de rosas, solo que Chan también podía captar el de las cerezas también, así como Seungmin podía sentir la miel además del limón en el Alfa.
Jisung volteó a ambos, algo incómodo.
—Bien... mi casa es grande, hay habitaciones de sobra y espacio para que se sientan cómodos en todos lados, las niñas están bastante inseparables y cariñosas así que quiero que ambos se queden aquí estas vacaciones -Seungmin abrió sus ojitos de más y Bangchan alzó una ceja algo confuso- Ludovico y Hades no son un pinche juguete, Kim Seungmin y Bang Christopher, veo a sus trastos cerca de ellos y sus niñas estarán fuera de esta casa.
꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱
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