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𖥻•ׅFᴀʟᴏғɪʟɪᴀ• - - ं 🍯

Yang Jeongin
𓍯 19 años
𓍯 Castaño

Kim Seungmin
𓍯 18 años
𓍯 Cabello grisáceo

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Falofilia: Implica una gran atracción sexual por un pene erecto de dimensiones extraordinarias.

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El capitán del equipo de fútbol.

Esa era la persona más odiada por Kim Seungmin, el chico más femenino y deseado de la secundaria.

Seung creía que alguien tan perfecto tenía puesta una inmensa careta que, como mínimo, ocultaba una o dos cosas negativas.

Yang Jeongin

El nombre del maldito Castaño que se pillaba por todas partes, simplemente no podía aguantarlo.

Esa sonrisa completa, los músculos, su cabello oscuro, la suave piel, sus notas y todo el reconocimiento de la escuela no hacia más que asquearlo.

Porque era su opuesto.

El peligris en realidad se sentía atacado por la personalidad avasalladora de Yang, ya que éste era todo lo que otros no reconocían en él.

El nombre de Kim era conocido gracias a sus sensuales atuendos y vasta experiencia en el sexo con chicos mayores.

Sus notas y su personalidad no le eran relevantes a nadie, pero si su figura y voz seductora.

Seungmin sabía, o creía saber, que Jeongin era de los típicos chicos que lo desprecian por llevar su vida de tal forma, por eso, al contrario de toda la escuela, solo sentía molestia al verlo.

Maldito engreído.

In no entendía de donde venía ese odio tan notable que tenía Seung, ya que, aunque sabía todos los rumores y lo que ha hecho el menor, nunca lo juzgó, dándole el beneficio de la duda y defendiéndolo cuando atacaban al chico sin motivo alguno.

Yang sabe que cada uno puede hacer lo que quiera con su vida y el no tenía cara alguna para decidir quien era o no digno de criticas o elogios.

Además, es maravilloso.

De lo que el castaño no pudo salvarse fue de los encantos de Kim, sin embargo, no estaba interesado en él por los chismes sobre su vida sexual, sino que adoraba que le valiera lo que el mundo pensara sobre él y viviera a su modo sin arrepentimiento alguno.

Es admirable.

De todos modos, seguía sin importar como se sintiera porque sabía del resentimiento que le guardaba el peligris, no porque se hayan enfrentado directamente, pero la mirada desdeñosa que recibía cada vez que estaban en un mismo lugar era suficiente para tomar la decisión de mantenerse lo más lejos posible.

O eso hasta el día de hoy.

Lamentablemente el motor del amado auto de Seungmin murió esta mañana, por lo que tuvo que tomar transporte, lo que fue bastante incomodo gracias a la pequeña falda color celeste que apenas cubría su trasero, por suerte traía un suéter que cubría gran parte de su cuerpo con el cual se sintió más seguro.

Llegó a clases como si nada y el día pasó de igual forma que todos los otros, las miradas lujuriosas lo perseguían y las frases obscenas nunca faltaban.

Estaba acostumbrado.

Todo el mundo creía saber cada minúsculo detalle de su vida, pero no era así, había una gran pieza que faltaba para armar el rompecabezas llamado Kim Seungmin.

Ama los penes grandes.

Y no hablamos solo de amor, hablamos de una característica determinando para que el peligris tenga sexo con alguien.

Él no aceptaba a hombres con miembros bajo los 19 centímetros, de hecho, a eso se debían sus numerosas experiencias sexuales, a su deseo por encontrar a hombres que lo llenaran por completo en la cama.

Se lo que me gusta.

Con ese poderoso pensamiento se encontraba saliendo de la escuela, se sentía bien al estar tan seguro de si mismo y sabía у que no hacía nada más que satisfacer sus necesidades naturales.

En la parada de buses había algunos estudiantes, pero ni siquiera sé fijó en ellos, no le interesaba, así que solo se dedicó a mirar sus redes sociales mientras esperaba.

Al llegar el vehículo todos los individuos se subieron como pudieron, por lo que esperó que se liberara la entrada y pasó como pudo entre las personas, quedando finalmente frente a una de las puertas que no se abría, a los segundos sintió como alguien se posaba tras él, sin embargo, tampoco prestó atención.

Hasta que sintió un bulto en su trasero.

—Es enorme— susurró para sí mismo pegándose al cuerpo tras suyo.

En su mente hacía los cálculos hasta determinar que ese miembro medía unos 15 centímetros ahora, es decir, en estado de relajo, por lo que aproximaba que llegara a unos 20 a 23 centímetros al excitarse.

El hombre a sus espaldas trató de alejarse, pero al haber tantas personas en el transporte no pudo.

–Lo siento— se disculpó al sentir que estaba invadiendo el espacio del peligris.

Salió de su ensoñamiento al reconocer la voz tras suyo.

Tienes que estar bromeando.

-¿Yang?- preguntó con miedo, pero sin alejar ni unos milímetros su cuerpo.

—De verdad lo siento Seungmin—volvió a disculparse para no causar problemas.

—¿Por qué te disculpas?— lavoz de Kim tenía ese profundo y sensual timbre.

Si, odia a Yang, sin embargo, el miembro de Yang es otra cosa.

-Estoy invadiendo tu espacio, no pienses que me quiero pasar de listo o algo por el estilo- habló calmadamente tratando de ocultar su nerviosismo.

-No me molesta, capitán—río juguetonamente.

Jeongin estaba seguro de que Minho le había echado alguna clase de alucinógeno a su agua, porque ni en sus mejores sueños pensó estar así con el chico que añoraba en secreto.

-¿Seguro?- preguntó el mayor aún desconfiado.

-Muy seguro- el castaño sintió como el pomposo trasero del menor se pegaba más asu entrepierna.— De hecho —mordió su labio evitando que el gemido de sorpresa saliera de su garganta.— Me gusta estar así— se puso de perfil mostrando su sonrisa engreída.

Yang sentía como el calor llegaba a su rostro gracias a una extraña combinación entre calentura y vergüenza.

Ya no me odia.

El capitán y la zorra.

Así los nombraban en la escuela al verlos pasar.

Después de ese día en el autobús Seung quedó fascinado con In, más bien, con su polla, pero el castaño ganó un espacio poco a poco en la vida del peligris.

Había pasado un mes desde ese encuentro, habían compartido números e iniciado conversaciones coquetas.

El mayor se encontraba maravillado por la atención de Kim, ahora almorzaba juntos, salían a diversas partes y se iban juntos, generando algo parecido a un vínculo sentimental.

Aunque Yang sabía que algo pasaba.

Seungmin en varias ocasiones le lanzó comentarios sexosos, se acercaba a él más de lo necesario solo para rozar sus cuerpos, en especial sus entrepiernas, y trató de seducirlo de diversas formas.

Pero él no quería.

El castaño no quería que menor pensara que solo sería sexo, él quería conocerlo, enamorarlo y, tal vez, hacerlo, sin embargo, el factor sexo no era el principal bajo ningún punto de vista.

Y al parecer, estaba funcionando, Kim reía y hablaba con él de cualquier cosa, sabía sobre su situación familiar, sus gustos y lo que odiaba.

Eran muy compatibles.

Ambos parecían deslumbrados por el otro.

El peligris entendió que no tenía razones para odiar al capitán del equipo de fútbol, el chico lo hacía feliz y a pesar de tener diversas oportunidades para preguntarle sobre temassexuales, nunca lo hizo argumentando que no tenía derecho alguno a saber, lo que solo hizo que el frío corazón del menor se derritiera.

Y Jeongin ya había caído totalmente por el chico, le brillaban los ojos cada vez que se encontraban y el  sentimiento de protección no hacía más que crecer día a día.

Hoy era un día perfecto para demostrarlo.

En el equipo de fútbol había toda clase de idiotas, claramente no todos lo eran, entre los responsables y apasionados por el deporte se encuentran Jeongin, Minho y Hyunjin, sin embargo, había otro seis chicos que eran unos imbéciles en todos los sentidos posibles y estaban ahí gracias al profesor, si fuera por el castaño ya los habría echadohace meses.

Lee JongSuk.

El líder negativo en el equipo y el personaje más despreciado por Yang.

Para peor, según él, había tenido una aventura con Seungmin y lo presumía cada vez que podía, además hablaba del peligris como si fuera un objeto de satisfacción sexual, lo que no provocaba más que hacer hervir la sangre del castaño.

Pero hoy no lo aguantaría.

-Repite lo que dijiste – gracias a su cuerpo desarrollado tenía a JongSuk contra una de las paredes de los cambiadores sin que se pudiera mover.

-¿Por qué te importa tanto? ¿Ya estuviste entre las piernasde la zorra? - la sonrisa arrogante hizo la colera del capitán solo aumentara.

-No-llevó su antebrazo al cuello de Lee ya harto de su actitud.—Repite la mierda que acabas de decir sobre Seungmin—prácticamente le gruñó.

-Kim no es más que una zorra necesitada— su tono fue venenoso.— Un jodido juguete sexual, una puta fácil- río arrogante.

El puño izquierdo de In golpeó directamente la mandíbula de Jong, hizo lo mismo tres veces ignorando los gritos tras de si.

Maldita basura.

El único pensamiento que ocupaba su mente mientras. se desquitaba con el chico por tener la audacia de hablar asísobre el peligris.

Yang no es una persona violenta, nunca había peleado, sin embargo, de verdad este tipo ya había sobrepasado su límite.

Con Seungmin no.

-Joder Jeongin, una mierda así no lo vale- la voz del menor hizo que soltara el cuerpo retenido.

Miró a Lee, no había sangre, solo tenía uno que otro moretón en el rostro.

-Más te vale cuidar tus palabras— amenazó.

Por suerte ya estaba cambiado después de la práctica, así que se despidió de sus amigos que se encontraban totalmente pasmados por lo que acababa de pasar y tomó la mano de Kim con algo de fuerza sacarlo de ahí lo antes posible.

-Hey Yang, mírame- llamó burlón Kim.

-¡¿Qué?!- farfulló aún fuera de sus cabales.

-Cálmate conejito- el tono era totalmente coqueto.

Se ve fantástico enojado. -¿Qué quieres?- se dio vuelta logrando quedar frente a frente.

No se habían visto en todo el día gracias a los exámenes finales, pero el castaño se quedó sin palabras al ver la pequeña falda rosa palo, en conjunto con una enorme sudadera negra y un arnés en su muslo derecho, apretando ligeramente los deliciosos muslos.

No puede ser.

—¿Te gusta?— se dio una vuelta completa mostrando como su trasero casi quedaba a la vista, gracias al sonrojo en el rostro se Jeongin sabía que no le respondería.—¿Por qué estabas peleando?- tomó el rostro del más alto para que alzará el rostro.

-Lee lo merecía, estaba hablando de ti solo porque tuvieron sex-

-¿Yo? ¡¿Sexo con JongSuk?! ¿CON SU PENE DE 10 CENTÍMETROS?— río a carcajadas alejando sus cuerpos.

—¿Qué?― el castaño estaba confundido, no entendía que estaba pasando.

-Ese chico no puede con el rechazo eh— fingió limpiarse una lágrima, se acercó al mayor como un cazador a su presa dejando toda la burla atrás.— Veras Yang- las manos volvieron al rostro ajeno, los dedos de su zurda se movieron como si tuvieran vida propia por el pecho y abdomen del deportista.— Yo solo estoy con pollas grandes— su mano llegó hasta el límite del pantalón.— Como la suya, capitán— le dio esa clásica sonrisa seductora.

¿Qué hago ahora?

Había llegado el momento que In había temido todo este tiempo en el que se acercaron.

-Seung- tomó la muñeca ajena para detener su camino.—Yo no quiero solo sexo-suspiró dejando salir su miedo más profundo con respecto al chico.—No quiero ser uno más— murmuró casi sobre los labios del peligris.

-¿Alguna vez me habías visto almorzar con alguien? ¿He estado acompañado por el mismo chico tan seguido?— la sonrisa era amable esta vez.— Admito que al principio solo quería tu polla, pero creo que siento algo más a tu lado— aprovechó que el agarre en su muñeca se suavizó para seguir bajando sus falanges hasta la entrepierna del castaño.-Y me gustaría confirmarlo, pero solo sé hacerlo de esta forma-hizo un puchero.

Todo lo dicho era verdad, Kim solo sabía relacionarse de forma sexual, sin embargo, aprendería a hacerlo distinto si In se lo pedía.

-No podemos en medio de la calle- el tono fue bajo.

Va a pasar.

-¿Quieres ir a mi casa?— ahora el menor era quien tiraba de la mano del castaño.

No esperó respuesta y lo llevóhacia la parada de buses, al subirse al vehículo la tensión sexual solo crecía.

Iban tomados de la mano y Seungmin no podía sacar la sonrisa de su rostro debido a la emoción, ninguno era virgen, pero podía que les gustara de manera muy distinta.

Por lo usual Kim dejaba que jugaran con él como quisiera, ya era bastante difícil satisfacer sus requisitos de tamaño así que estaba bie con ello, en cambio, Yang le gustaba que ambas personas disfrutaran, le gusta dar placer a su pareja y llevarlos hasta el límite.

Tan distintos.

Finalmente se encontraban en la casa del peligris, éste apenas pudo abrir y cerrar la puerta debido a los nervios, sabe que es bueno haciéndolo, pero elcastaño es distinto a los otros chicos.

Es especial.

-¿Cómo te gusta Seung?— el mayor lo abrazó por la espalda y susurró en su oído calmadamente.

-Y-yo no sé por primera vez en su vida estaba inseguro en este tipo de situaciones.— Nunca me habian preguntado – pensó en voz alta.

-Malditos brutos- gruñó In.— Solo disfruta, dime cuando se sienta bien, pide más si es necesario- el tono se volvió sensual, sonaba como un encanto.—Piensa solo en mi — lamió el lóbulo de la oreja contraria.

Estaba decidido a hacerlo disfrutar de los pequeños detalles y las palabras dulces, suponía como había sido tratado Seungmin en el pasado y estaba confiado en hacerlo sentir amado en cuerpo y alma.

Él quería dejar su marca y quedarse por siempre.

-Jeongin...- jadeó al sentir como las manos del capitán se movían hacia sus pezones por debajo de la sudadera. -Son muy suaves— susurró disfrutando del gentil tacto sobre los montículos de carne.

Movió sus caderas hacia atrás para apegar su trasero a la entrepierna de Yang, sintiendo el enorme lo cual lo volvió loco, por lo que llevó su diestra hacia el lugar para colarse en el pantalón y tocarlo por sobre el bóxer.

—Tan apresurado cariño— lamió y mordió el cuello de piel canela.

—Quiero verlo- habló el menor decidido guiándose con tranquilidad.

Sus ojos brillaban debido a la excitación, desarmando totalmente a Jeongin y dejándolo a sus pies.

-Puedes hacer lo que quieras conmigo, dulzura- por primera vez besó al chico.

Fue un beso ligero, pero que subió de tono rápidamente, aprovechando la posición el castaño metió sus manos bajo corta falda para tocar al redondo trasero del contrario y este último se encargó de bajar todas las prendas inferiores.

El choque entre las bocas era totalmente obsceno, ambos dejaban fluir la saliva por la comisura de sus labios, se alejaron por la falta de aire.

—Sácame la ropa— dijo firmemente.

El mayor hizo caso y se deshizo de la sudadera, la falda y la pequeña braga en conjunto con el arnés, dejando al desnudo al delicado cuerpo de Kim.

-Eres precioso- Seung por primera fue halagado en un juego previo.

Se sonrojó fuertemente, sin embargo, sonrió mostrando su felicidad al escuchar las dulces palabras.

Es maravilloso.

Le dio cortos besos al mayor con suavidad, pero con firmeza mientras le quitaba la sudadera y terminaba de у deshacerse del pantalón y boxer contrario.

-Es enorme - jadeó sobre los labios algo hinchados de Yang.— Perfecto-mordió el belfo inferior ajeno atrayendo ambos cuerpos.

El de piel canela se puso aún más caliente al ver perfectamente los 25 centímetros frente a él.

Todo él es irreal.

-¿Dónde está tu cuarto, cariño? - alzó el cuerpo del peligris tomándolo desde los muslos, por lo que este naturalmente pasó sus brazos por el cuello del castaño.

-Sigue derecho- In hizo caso y caminó rozando su miembro con el trasero del menor.— La primera puerta a la izquierda...- jadeó disfrutando del tacto sobre su piel.

-Recuerda decir como te sientes, Seungminnie- lo dejó suavemente sobre la cama. -¿Tienes lubricante?- besó todo el rostro de Seung y bajó con sus labios por el cuerpo hasta su entrepierna.

-N-no- llevó sus manos al cabello oscuro para tirarlo sin fuerza.-Me gusta en seco Yang— el nombrado se encontraba deslumbrado por la expresión sensual que tenía el chico.— Quiero sentir cada centímetro de ti-posó sus codos sobre la cama para medio sentarse y besar a Jeongin.

—¿Seguro, bonito?- dijo compasivo.— No quiero hacerte sufrir de ninguna manera, no me lo perdonaría—hizo un leve puchero.

-Estaré bien, capitán- río gracias a la ternura del chico. -Hazlo-atrajó al mayorhacia si, logrando que quedara sobre él entre sus piernas.— Por favor...ámame— susurró lo último dejando que sus pensamientos fluyeran en voz alta.

Él me quiere.

-Haz lo mismo dulzura, solo ámame— alineó su miembro con ayuda de su mano en la pequeña entrada y lo besó.

Ambos compartían el cariño a través del contacto físico, el menor disfrutaba el gran falo alzando la delgada piel de su estómago, posó una de sus manos en la zona para sentirlo aún más.

-S-se siente increíble— recordó lo que In le pidió.—Tan profundo...— gimió en el oído ajeno.

El castaño comenzó a moverse con más brusquedad entrando y saliendo por completo del pequeño agujero, las paredes anales lo apretaban como si estuvieran abrazando su pene.

-Joder Seung- maldijo de lo fantástico que se sentía.

Los choques de la cómoda de la cama se mezclaban con los obscenos sonidos del choque de los cuerpos y los gemidos.

Kim mordió el cuello en un intento de marcar a Yang como suyo, había encontrado al chico con el que se complementaba a la perfección.

Es mío.

-Jodidamente mío- susurró creyendo que lo dijo en su mente.

-¿Lo soy?- río quedándose al interior del peligris.-Porque se de ser así, marcame todolo que quieras y necesites - también dirigió su boca al cuello acanelado para hacer ligeras succiones sonriendo al ver las marcas violáceas.

—Ven aquí— sonrío acercando al castaño para hacer lo mismo.

Seguían los movimientos duros, pero tiernos al mismo tiempo, se marcaban sin control alguno y las palabras sobraban.

Este es mi lugar.

El mayor se encontraba mordiendo uno de los pezones con algo de fuerza, las manos del menos se colaban en las hebras oscuras disfrutando de todo lo que le hacían a su cuerpo.

Además de que el roce entre su polla y el abdomen totalmente marcado del chico que se encontraba sobre el lo tenía completamente loco.

-¡M-más Jeong!- sus falanges bajaron a la espalda para rasguñar la piel blanquecina.

-A-ah mierda...— Seung también se movía logrando que sus entrepiernas se tocarán.

El mayor tomó las piernas que se encontraban apresandolo y las posicionó en sus hombros para llegar aún más profundo.

—¡Aah a-ahí!- chilló el peligris cuando su punto dulce fue rozado en cada estocada.

Como si fuera posible sus paredes se estrecharon aún más, por lo que el castaño sintió estar al borde del orgasmo.

Guió su diestra al falo de Kim para masturbarlo y quiso salir de él para hacer lo mismo conel suyo hasta correrse, pero el chico tenía otros planes.

-No-no, no salgas- sus miradas se enfrentaron.

Esta es la mejor obra de arte que he visto en mi vida.

-Me voy a correr, cariño — besó la mejilla del chico hablando con la respiración acelerada. No quiero ensu

-Hazlo adentro-dijo rápidamente alzando sus caderas para volver a tener todo el falo en su interior.— Y-yo también estoy cerca— su voz era

—¿Seguro?— el chico asintió con la cabeza sin dejar duda alguna.

Los movimientos duros volvieron y los chillidos y jadeos llenaron el cuarto sin vergüenza alguna, se sentíanfantástico.

—¡In!— sollozó dejando salir la esencia.

Yang siguió con las penetraciones hasta llegar a su orgasmo ahogando su gemido besando al chico bajo suyo.

Bajó las piernas de sus hombros y salió lentamente de Seung y se sentó en la cama atrayendo el frágil cuerpo para sentarlo en su regazo.

Las respiraciones se calmaron entre caricias y un cómodo silencio.

Tengo curiosidad.

-¿No te molesta?- preguntó el menor.

-¿Qué cosa?- frunció el ceño.

La atmósfera era íntima y Kim aprovecharía la oportunidadpara aclarar todo.

—Estar con la zorra- habló con una sonrisa socarrona.-El capitán del equipo de fútbol es el orgullo de la escuela y yo no — dijo a regañadientes.

-¿Quién dijo eso?- preguntó molesto.-¿Alguna vez he demostrado que me importe la mierda que digan?-

-No pero-

-Pero nada, solo yo sé la realidad, nuestra realidad, así que no, no me molesta, no me importa lo que piensen o digan, todo estará bien mientras estemos juntos— besó la mejilla del menor, el cual estaba sumamente ruborizado.

Es tan tierno.

-Bien Yang- sonrió complacido. Confirme lo que siento se escondió en el cuello del castaño.

-Te quiero-acarició la espalda del peligris. No tienes porque responder ahora, esperaré todo lo que necesites por ti murmuró suavemente sobre el oído contrario.

Tal vez las cosas en su vida van a dar un giro de 360 grados después de firmar una promesa de amor casi imposible.

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Sweeties aquí les dejo el primer os de esta serie, les comento que las actualizaciones van a estar un poco lentas, ya que tengo tarea y la semana del 21 al 25 iré a clases presenciales 😢, pero trataré de actualizar, cuídense mucho los quiero <3

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