Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mᴇ ᴀʀʀᴇʙᴀᴛᴀsᴛᴇ ᴛᴏᴅᴏ

»»————- ⚜️   ————-««

El día en el que te conocí permanece fresco en mi memoria, como la pintura de colores sobre un lienzo recién pintado, con un olor característico; recuerdo perfectamente ese día.

Siempre has sido una persona extraña, TaeHyung. Con demasiados secretos detrás de tu expresión seria, difíciles de descifrar debido a tu actitud impasible.

Pero aquel día fuiste lindo conmigo. Recuerdo que te me fuiste presentado por un amigo mutuo, Park JiMin. En aquella fiesta de graduación.

Todo de ti me llamó la atención, pero en especial tus ojos azules brillantes, que contrastaban a la perfección con tu piel canela. Tienes unos ojos preciosos TaeHyung, intrigantes y capaces de ponerme nervioso cada que los veo.

Recuerdo la manera en la que me sonreíste, caí ante ti al segundo. Adoro tu sonrisa cuadrada, cuando es genuina. Eres muy bueno fingiéndola también, pero no tiene el mismo efecto.

Siempre te interesó saber de mí; de mis gustos, mi pasado, mi entorno y mis pensamientos, pero tú nunca compartiste nada conmigo. Y yo tampoco te preguntaba, porque sabía que me dirías "Kookie..." y yo cambiaría de tema al instante.

Prefería no preguntar acerca de tu vida y descifrarla por mí mismo. Eres una persona alegre en el interior, pero muy intrigante en la superficie. Tu mirada siempre me confunde; no sé si me miras con odio o con amor.

Muchas veces te he dicho que yo, Jeon JungKook, no soy ningún adivino pero, sin duda, vale la pena tratar de adivinar si se trata de ti.

Te has vuelto una persona importante para mí, TaeHyung. Tanto, que no me importa si tengo que pasar horas en silencio, sólo observando las esponjosas nubes o las lúcidas estrellas, si es contigo.

No hablamos mucho en realidad, pero puedo sentirte. No sé cómo es esto posible o qué efectos tengas en mí, sólo sé que puedo percibir tus emociones, tus sentimientos y tus acciones —por más mínimas e insignificantes que sean—.

Es increíble como, con sólo estar cerca de ti, me comunicas tantas cosas. Casi como si usaras palabras; miles de veces me he preguntado seriamente cuál es la razón por la que no me hablas, pero respeto que no quieras.

Sólo me escuchas, durante horas y horas, platicándote lo que, con el uso mínimo e indispensable de palabras, me preguntas o cuestionas. Escondes tantos secretos, Tae.

No tienes muchos amigos, pero tú y yo lo hemos sido desde hace cuatro años. Park JiMin también te considera su amigo, a pesar de que no platiques mucho con él.

Muchas veces, cuando una persona no habla, sus ojos dicen lo que su boca no. Pero en tu caso, no es así. Tus ojos gritan miles de cosas todo el tiempo, y a la vez nada. Me hacen creer que hay una posibilidad de estar contigo el resto de mi vida, y a la vez, me aclaran que nada es seguro.

Sé que no eres mudo por las veces en las que me preguntas cosas; sé que tienes sentimientos desde aquella vez, en el puente iluminado del parque, en la que me dijiste que me amabas. No supe qué responder, en cambio, callaste mis mudas palabras con un beso.

Fue mi primer beso, Tae. No sé si fue el tuyo también, pero fue tan precioso ese momento, que ni siquiera me lo pregunté.

Adoro tu cabello castaño, tus ojos azules, cada lunar en tu precioso rostro, tu sonrisa y la manera en la que tus manos acunan mi rostro cada vez que me besas.

Estoy enamorado de ti, TaeHyung. Y lo sabes a la perfección.

Sólo que jamás pensé que esto pasaría. Jamás imaginé que conocería tu más oscuro secreto, mucho menos de esa manera.

Esa tarde en la que descubrí por qué tus ojos brillaban de esa manera incandescente; por qué casi no hablabas y sólo abrías la boca para besarme; por qué llorabas a escondidas en tu habitación, en la cual yo te observaba desde el patio frontal de tu casa.

Con la extraordinaria combinación de luces en tonos rojizos y amarillos en el cielo, miré hacia la calle a través de la ventana de mi casa. Recuerdo haber estado tomando té mientras escuchaba una relajante pero triste canción de Lauv.

Ahí estabas tú, mirándome. No sé por qué mis ojos se llenaron de lágrimas, sólo sé que te veías precioso con los últimos rayos de sol acariciando delicadamente tu cuerpo.

¿Ganaste músculo en los últimos días? Te veías muchísimo más grande lo que recordaba, más corpulento. Respirabas con fuerza, inflando mucho tu fornido pecho, como si te costara.

Me apresuré a salir de mi casa para ir a tu encuentro. Estabas usando una bandana de color negro en la cabeza, siempre te dije que ese tipo de accesorios te hacían lucir increíble.

Tu torso estaba descubierto, dejándome observar tus grandes pectorales y tu marcado abdomen. Ambas secciones repletas de hematomas de colores rojos, morados y negros. Tus pantalones de mezclilla estaban rasgados en varias partes.

Tus ojos brillaban aun más, y eran mucho más intrigantes de lo que alguna vez fueron. Me alarmé cuando noté un zarpazo en tu rostro, que iba desde tu ceja hasta tu boca, pasando por tu ojo derecho y tu nariz.

—¡TaeHyung! —Corrí hacia ti y me contuve para no llevar mis manos a tu rostro—. ¿Te atacaron? ¿Qué ocurrió? —Me dolía verte de esa forma, pero tú sólo me mirabas impasible.

No dijiste nada, al contrario, me callaste con un beso desenfrenado, que si bien fue delicioso, me confundió aún más acerca de tu estado. Tomaste mi estrecha cintura con tus brazos y pegaste mi cuerpo al tuyo.

Yo sólo correspondí a tu beso, con una que otra lágrima recorriendo mis cachetes y combinándose con la saliva de nuestro beso. En un punto de esa unión, sentí que me arrebataste todo.

No podía moverme con certeza de lo que hacía; mis ojos sólo te veían a ti y a nada más; te podía sentir sólo a ti, a tu corazón palpitando, con rapidez descomunal, contra el mío; podía escuchar tus pensamientos junto con el latido de mi corazón; olías tan bien, tu olor era algo sumamente embriagante para mí; tu saliva sabía exquisita.

Nublaste y acaparaste por completo mis sentidos. Me arrebataste todo lo demás y permaneciste sólo tú; sólo tú en mí. Eras lo único que pasaba por mi mente. Todo era tan vívido y surreal.

Tus manos comenzaron a levantar mi playera negra, acariciando mi blanca piel y adueñándote de ella. Me estabas tocando más allá de lo que alguien puede tocar a otra persona. Kim, te adueñaste de mí.

Podía escuchar que me decías—: Perdóname, JungKookie. Perdóname para siempre. Nunca quise hacerte esto a ti, nunca debí de haberte hecho esto. Pero no puedo pensar en nadie más que no seas tú. Perdóname.

Me alarmé al instante, ¿de qué te estabas disculpando? ¿Qué es lo que habías hecho o ibas a hacer?

Rompiste el beso, dejándome con el deseo insaciable y desenfrenado de continuar con nuestra indecorosa unión. Pasaste tu lengua por mi cuello unas cuentas veces, humedeciéndome mientras tomabas mi brazo con fuerza. Yo temía.

No sabía lo que estabas a punto de hacer, y tampoco podía moverme. Me habías inmovilizado y te apropiaste de mi cuerpo. Yo sólo podía pensar en el miedo que sentía en ese momento.

Me miraste a los ojos cuando dejaste de pasar tu lengua por mi cuello. Juraría que vi cómo tus ojos cambiaron de color más de diez veces, pasando del azul al rojo, después al verde, seguido del rosa y el morado, deteniéndose en amarillo y llegando al esmeralda.

Comencé a llorar. ¿Quién eres, TaeHyung? ¿Qué eres? No podía decir nada, sólo preguntarme y esperar.

Entonces, sentí un dolor indescriptible en mi cuello, que recorrió mi cuerpo en cuestión de segundos. Me habías mordido; habías clavado tus colmillos en mi piel. Me sentí morir en ese momento, pero aún no podía alejarme de ti; tu cuerpo, tu olor, tu presencia, todo era tan embriagante.

Sólo me limité a llorar, a llorar desesperadamente mientras que sollozaba para mis adentros. ¿Qué mierda eres, TaeHyung?

Sacaste tus dientes y mi cuerpo se sensibilizó. Pude sentir como dos pequeñas gotas de sangre emanaban de la mordida, tú las lamiste mientras sostenías mi cintura con fuerza.

—¿Qué eres, TaeHyung? —Finalmente pude hablar, mirándote con odio por lo que me habías hecho. Sintiéndome vulnerable y débil, sin fuerzas para alejarme de tu cuerpo, que se hacía cada vez más cálido y grande.

—Un monstruo, Kookie —jadeé en sorpresa, cerrando los ojos con fuerza y deshaciéndome de todas las lágrimas que retenía en estos—. Un monstruo que te ama pero que no puede estar contigo.

Me volviste a besar, y traté, de verdad traté de no corresponderte. Pero me fue tan difícil; te correspondí al instante, porque había algo dentro de mí que me decía que era tuyo. Que me decía que estábamos conectados y que no necesitaba que me hablaras con palabras, porque podía escuchar tu corazón.

Entre el beso, recuerdo haber pedido la razón. Tal vez me desmayé o me dormiste. Sólo sé que desperté en mi cama, de golpe y lleno de sudor por todo mi cuerpo.

¿Querías que yo pensara que todo había sido un sueño? Entonces no debiste de haberme mordido TaeHyung; la marca aún estaba roja y palpitaba en mi cuello, es así como descarté la idea de que todo fue falso.

Justo ahora, estoy llorando mientras observo las estrellas en el cielo. No sé qué eres, pero dejaste una huella en el marco de la ventana. ¿Un lobo? ¿Eso es lo que eres?

La huella es del tamaño de mis dos manos juntas, TaeHyung. Nunca me lo dijiste, y ahora no puedo dejar de pensar en ti.

Pienso en tu rostro preocupado, en el zarpazo en él y en la manera tan deliciosa en la que te apropiaste de mi cuerpo.

Ahora me pregunto si esta era la razón por la cual nunca me dijiste nada de ti. ¿Tu vida ha sido muy diferente? ¿Cómo eres en realidad? ¿Siquiera te conozco o sólo estoy enamorado de una actuación tuya?

Sólo espero que estés bien, Kim TaeHyung. Porque desde hoy, yo, Jeon JungKook, haré lo posible por volverte a ver; no veo cómo sobreviviré si no te encuentro.

»»————- ⚜️   ————-««

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro