🍓¬Sweet As A Strawberry¬🍓
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꧁༺ 𝓒𝓪𝓸í𝓽𝓾𝓵𝓸 16 ༻꧂
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Días atrás, Fiesta de Disfraces. Narrador Omnisciente.
Aiden sabía que a James le pasaba algo, lo que no sabía era qué, y no saberlo lo alteraba demasiado. El E-Boy era alguien que siempre cuidaba de sus amigos, y aunque le costara admitirlo, James era su amigo. Y tal vez algo más.
Sin embargo, la incertidumbre sobre la naturaleza del problema le afectaba profundamente. James, por su parte, dejó su sombrero de copa en la mesa, revelando su cabello rizado que Aiden siempre había admirado en silencio. Se preguntaba, en secreto, si sería tan suave al tacto como se veía. El moreno, distraído y ansioso, no dejaba de checar cada cuanto su teléfono celular, como si esperara por un mensaje.
Aiden no estaba muy seguro, pero su instinto le decía que algo marchaba mal. Y él estaba decidido a saber de qué se trataba.
-James...
-¿Mh? -responde el brasileño, indicando que lo escuchaba.
-Revisas mucho tu celular... -El mayor se quedó callado, con la mirada clavada en su pantalla apagada. Aiden frunció el ceño. -Te sucede algo, créeme que lo sé. ¿Por qué no quieres decirme? ¿Tan malo es?
James bufó sarcásticamente, su sonrisa burlona desvaneciéndose antes de responder.
-No es la gran cosa. -Suspiró. -Mamá tuvo un "accidente"... -James hizo las comillas con sus manos, de repente se veía frustrado. -Y la internaron en el hospital. No he recibido noticias.
-La respuesta del de tez parda dejó aturdido al más bajo. -¿Qué... qué le pasó?
-¿Tú que crees que pasó teniendo un padre alcohólico y agresivo en mi familia?
El tono de voz del moreno fue severo, su sonrisa ya no estaba y su mirada se había ensombrecido. El de ojos turqueses arrugó el ceño, con visible angustia.
-James... lo siento mucho.
-Da igual. No te preocupes. -Le aseguró. -De todas formas, el mismo día que hirió a mamá, yo mismo lo eché de casa. No iba a tolerar más esos abusos innecesarios.
Silencio. El de tez parda se quedó callado, viendo sus zapatos como si fueran la cosa más divertida del mundo. Sintió de repente un suave tacto en su mano. Al mirar a su lado, vio a Aiden acariciando el dorso de su mano, con comprensión reflejada en sus ojos turquesas.
-Estoy aquí si necesitas algo, no tienes que estar solo en esto, idiota. -aseguró Aiden con una sonrisa reconfortante.
La sorpresa se reflejó en el rostro de James al ver esa sonrisa dirigida a él por primera vez. Se sentía... bien. James tomó la iniciativa de entrelazar sus dedos con los de Aiden, quien mostraba un leve rubor en sus mejillas. Cabe destacar que Aiden se había quitado el antifaz de su disfraz (le incomodaba un poco), revelando su expresión avergonzada. Ambos compartieron un momento de conexión, encontrando consuelo en la presencia mutua.
-¡James! ¡Al fin te encuen... tro!
Los dos se separaron del agarre a la velocidad de un rayo, sonrojados a más no poder.
El de tez parda, molesto por haber sido interrumpidos justo en ese momento, levantó la vista (sin borrar el rubor de su rostro). Frente a él, había una chica de cabello castaño bicolor (castaña y rubia) que estaba disfrazada como Satoru Gojo. La muchacha de orbes celestes se quedó boquiabierta al ver a aquel par juntos. Con ojos abiertos de par en par, no pudo contener su sorpresa.
-¿A poco si eran novios? ¡Yo sabía! Emma me debe 10 dólares (En Costa Rica, por decir un ejemplo, 10 dólares son 5 135 colones).
-Sabes que no es así. -respondió James, sin demostrar su vergüenza. La pobre soltó un "Oww" Lleno de decepción mientras Aiden se convertía lentamente en un tomate. -¿Qué haces aquí, Sophie?
-Kai y Yul me mandaron a buscarte, van a jugar a la botella. ¿Jalas o miedo? -La chica, con las manos en la cintura, dedicó una sonrisa desafiante al moreno.
-Solo si Aiden viene conmigo. -contestó James, provocando una expresión de incredulidad en el más bajo.
-¿¡Q-qué!?
-Waos. Y así dices que no es novio tuyo. -bromeó la chica, con la intención de aumentar la tensión.
-Anda, Aidenecia. ¿En serio me dejarás solo? -James puso su mejor cara de cachorro triste para provocar lástima en el chico, mientras Sophie aguardaba por ellos, de pie, sin saber qué decir o qué hacer.
-Y-Yo no puedo jugar eso, James. No me gusta.
Sophie soltó una risa traviesa. -Oh, vamos, será divertido. Además, no te preocupes, no lo tomaremos en serio.
James, con una expresión pícara, se unió a la persuasión. -Vamos, Aiden, será solo un juego. Y si tienes vergüenza, te puedes negar. A menos que sea yo, obvio. -El de tez morena le guiñó el ojo con coquetería, a lo que el chico resopló, sintiendo que su incomodidad aumentaba. Sin embargo, la insistencia de aquel par lo llevó a ceder.
-Está bien, jugaré. Pero solo porque ustedes dos son muy persistentes.
Sophie celebró la victoria con un "¡Sí!" emocionado, y los tres se dirigieron hacia donde estaban una gran cantidad de estudiantes en una ronda, con la botella en el centro.
Yul, el coreano con fama y vibras de gay homofóbico, explicó malhumorado las reglas del juego, mientras Kai, más que relajado (seguramente por la mota que estuvo fumando un rato atrás), sonreía y alentaba a jugar a todos. Aiden, con Sophie sentada a su izquierda y James a su derecha, sentía que se moría de nervios.
El ambiente estaba lleno de risas, sobre todo cuando a Heather le tocó besar a Courtney, pero Aiden aún se sentía un poco nervioso por la situación inesperada. Preguntándose si realmente había hecho lo correcto en aceptar.
El juego continuaba, y la botella giraba en círculos mientras todos esperaban con anticipación para ver quién sería el afortunado o desafortunado en recibir el desafío. Aiden trató de relajarse un poco, pero eso le resultaba tedioso.
Sobre todo, con lo que pasaría a continuación.
La botella giraba, y Aiden podía sentir cómo su corazón latía con fuerza en su pecho. Observó con ansias el giro del objeto, preguntándose quién sería el próximo destinatario del desafío.
Finalmente, la botella se detuvo, apuntando directamente hacia Aiden y Hunter. Una mezcla de nerviosismo y sorpresa se apoderó de él, mientras los demás estallaban en risas y expresiones animadas.
Sophie, con una sonrisa traviesa, exclamó: -¡Te llegó el turno! Trata de hacerlo lo menos doloroso posible para James, ¿sí?
Aiden, sintiéndose en el centro de atención, trató de mantener la compostura. -Sabía que el mundo me odiaba, pero no sabía a qué grado. -murmuró para sí mismo.
James, a su lado, soltó un bufido mientras se cruzaba de brazos. "Relájate, Aiden, es solo un juego..." se repetía mentalmente, tratando de consolarse.
La mirada de Aiden se dirigió hacia Hunter, el amigo de Jake y su compañero de álgebra con el que apenas había interactuado. Hunter, un tanto sorprendido, aceptó el desafío con una sonrisa juguetona.
Sophie, disfrutando del momento, miró con picardía como James parecía que se moría de los celos.
-Cuidado que te bajan el novio.
-Ya cállate.
Aiden, sintiéndose un poco incómodo, dice con una risa nerviosa: -Lo siento, apenas nos conocemos y tenemos que hacer esto. Es vergonzoso...
-Está bien, aunque te advierto que no soy muy bueno besando. -Sonríe Hunter, riendo nervioso.
El juego continuó, Hunter y Aiden cumplieron con el desafío, recibiendo algunos vítores y risas de los presentes. Aunque se sentía aliviado de que el momento pasara rápido, la tensión no desapareció por completo. Sobre todo, porque Aiden no dejaba de ser observado con recelo, sin embargo, no por James.
Si no... otra persona.
Después de un par de turnos más, la botella giró de nuevo, apuntando esta vez hacia Sophie. Aiden observó con curiosidad cómo Sophie se negó rotundamente a hacerlo, gritándole al coreano hasta de lo que se iba a morir entre maldiciones en español mientras le sacaba el dedo del medio. Nadie le había entendido a la chica, pero estaban seguros de que era mejor quedarse con la duda.
-¿Qué le dijo?
-No quieres saber. -Respondió James, con una sonrisa burlona en el rostro viendo como Sophie y Yul se agarraban de los pelos como gatos rabiosos. Aiden lo miró con una ceja levantada, pero no dijo nada más al respecto.
Después de unos cuantos giros más de la botella y de situaciones cómicas entre los demás participantes, finalmente llegó el turno de James. La botella apuntó hacia Priya, una de las chicas más extrovertidas y amigables del grupo. James, aunque mostrando un atisbo de nerviosismo, aceptó el desafío con una sonrisa decidida.
-¡Vamos, James! ¡Demuéstranos tus habilidades de besador! - bromeó Duncan desde la distancia.
Priya, por su parte, rió ante la situación y aceptó el desafío con gracia. Se acercaron uno al otro mientras los demás observaban con expectación.
Aiden, quien se encontraba en medio de la multitud, no podía apartar la mirada de la escena. Su corazón latía con fuerza, y una extraña sensación de incomodidad se apoderó de él. Miró a James, quien estaba a punto de sellar el desafío con un beso, y sintió una punzada de celos.
Sin poder soportar ver la escena, Aiden aprovechó el tumulto y, con sigilo, se retiró de la ronda sin que nadie notara su ausencia. Se alejó hacia un rincón más tranquilo, tratando de procesar sus emociones.
La verdad es que no entendía por qué se sentía así. Era consciente de que estaban jugando y que todo era parte de un juego inocente, pero la idea de ver a James besando a otra persona le resultaba incómoda. Mientras se alejaba discretamente, intentó calmar sus pensamientos y entender la razón detrás de sus sentimientos.
-Esperen. -James tomó de los hombros a Priya y sonrió, era una sonrisa forzada por la incomodidad del asunto. De reojo, vio que Aiden se había alejado, e instintivamente sintió una punzada en el pecho. Sin más, el de tez morena se limitó a besar la mejilla de la chica. -Listo.
-¿Qué? ¡Eso no fue un beso! -Exclamó Yul.
-Viejo, cálmate. Tus estridentes vibraciones arruinan el alma de la fiesta. -Dijo Kai, como no.
-¡Cállate, marihuano!
-¡Tu cállate, peinado de Minion!
-¡¿Cómo me llamaste, maldita perra?!
-Parece que las cosas se complicaron... -dice Priya, viendo como la discusión entre Sophie y Yul se calentaba nuevamente y pasaban a los golpes, eso sumado a la intervención de Kai para defender a la chica. -Pero gracias por no besarme.
-Gracias a ti por comprender. -Suspiró James, tratando de buscar a Aiden con la mirada. Priya lo miró con curiosidad, para después dirigir sus ojos hacia la dirección donde James veía.
-Ve por él. -Le dijo con confianza. James la volvió a mirar, Priya le sonreía. -Aiden. Ve con él.
El de tez parda sonrió.
-Gracias, Priya.
[...]
-No, Tom. Quédate aquí. Debo volver a casa de cualquier forma y mis padres no pueden verme llegar con alguien. De todas formas, gracias.
-Ve con cuidado.
-Lo haré, no te preocupes. Nos vemos...
Aiden apenas estaba acercándose a la mesa cuando Jake se alejaba hacia la entrada del gimnasio. Frunció el entrecejo ¿se había perdido de algo?
-Hey, Tom. -saludó al azabache, sentándose a su lado en una silla desocupada. -El de cabello negro se volteó, se veía algo decaído.
-Hey...
-¿Le pasó algo a Jake?
-No se qué le dijo Riya, pero dijo que se iba a ir. -suspiró. Con más razón, la preocupación de Aiden aumentó. -Creo que yo también me iré... estoy cansado, ya es bastante tarde y la fiesta está por terminar.
-Yo también debería irme pronto... -suspiró.
Un rato después, Tom se retiró y se llevó con él a Gabby (la tuvo que sujetar firmemente porque no podía ni caminar) y también tuvo que llevarse a Ellie con él.
Después de que Tom y las chicas se retiraran, James, visiblemente preocupado, buscaba con la mirada a Aiden entre la multitud.
Mientras exploraba el gimnasio, James recordó la expresión en el rostro de Aiden durante el juego. Notó su incomodidad y la forma en que se retiró discretamente cuando le tocó a James besar a Priya. Se preguntaba qué había sucedido para que Aiden se sintiera así, y la preocupación por su amigo lo motivó a buscarlo.
Finalmente, divisó a Aiden en una mesa en un rincón más tranquilo del gimnasio. Estaba solo, sumido en sus pensamientos. James se acercó con cautela, consciente de que algo lo estaba afectando.
-Al fin te encuentro, Enano, ¿estás bien? -preguntó James con tono preocupado mientras se sentaba a su lado.
Aiden levantó la mirada, revelando una mezcla de emociones en sus ojos turquesas. Parecía sorprendido de ver a James buscándolo.
-Hey, James. Sí, estoy bien. Solo necesitaba un momento para alejarme de la multitud, ya sabes, tomar un poco de aire.
James no estaba convencido, conocía a Aiden lo suficiente como para saber cuándo algo no estaba bien. Tomó la mano de Aiden suavemente.
-Enano, sé que algo te molestó durante el juego. ¿Puedes contármelo? Estoy aquí para ti, amigo.
El chico de tez aperlada suspiró. -No fue nada. Solo me sentí incómodo en ese ambiente.
-Aiden...
-No me pasa nada. -repitió, pese a que su expresiín demostraba lo contrario.
Aun así, James no quiso presionarlo a hablar y asintió comprensivamente.
-Entiendo. Si te hizo sentir incómodo, lamento eso. No fue mi intención.
Aiden sonrió débilmente, apreciando la comprensión de James.
-No es tu culpa. Supongo que estoy procesando algunas cosas en mi cabeza. Pero, de verdad, gracias por preocuparte.
James entrelazó sus dedos con los de Aiden, transmitiendo apoyo.
En ese momento, la voz de Duncan se hizo presente en todo el gimnasio con la ayuda del micrófono. El chico de cabello negro y mechón verde mantenía una sonrisa pícara sobre su rostro.
-¡Hey, hey, hey, estudiantes de Tipiskaw! Espero que estén disfrutando de su noche porque está a punto de volverse mucho mejor. Quedan 30 para las 11 p.m, y sin adultos, ¡saben lo que significa!
El grito eufórico de Duncan fue acompañado por un coro de gritos de estudiantes hormonales, "Still don't know my name" empezó a escucharse por los parlantes y con cada segundo que pasaba, parecía que todo el mundo iba a enloquecer.
-¡Andando, James, casi es la hora! -le animó Kai, quien pasó animadamente al lado de la mesa donde estaban el brasileño acompañado del de ojos turqueses. James no pudo ni siquiera responder, pues el de cabello verde se alejó corriendo mientras gritaba el nombre de su novia, Maggy.
-¿Qué pasa a las 11? -Quiso saber Aiden.
-Se apagan las luces, Todos buscan pareja y se besan. -El rostro de Aiden fue teñido por un rubor carmín ante la respuesta del brasileño.
-Oh...
-¡10, 9, 8...! -coreaban todos.
-No es tu estilo ¿no? -James le ofreció una media sonrisa. -No te preocupes, solo lo hacen quienes quieren.
-Ya... si tan solo hubiera besado alguna vez...
-¿Nunca has besado a nadie?
-¡5, 4...!
-N-No...
-¡3, 2, 1...!
-...Así que probablemente me arrepienta de esto cuando recupere mi sentido de la razón.
En un momento, un fugaz segundo. Un segundo en el que James olvidó como se respiraba.
La voz de Duncan anunciando el "¡Fuera Luces!" quedó en segundo plano cuando el de tez parda sintió los suaves y tibios labios de Aiden sobre los suyos. El chico estaba ligeramente inclinado sobre él, con los ojos fuertemente cerrados.
La suave melodía de la canción, las risas y susurros de los demás estudiantes, todo parecía difuminarse en el fondo mientras James y Aiden compartían ese fugaz pero significativo beso. Un cálido cosquilleo recorrió la espina dorsal de ambos, sumergiéndolos en un momento único y especial.
Cuando finalmente se separaron, James abrió los ojos y se encontró con la mirada de Aiden, que brillaba con una mezcla de sorpresa y nerviosismo. El silencio entre ellos era revelador, lleno de una nueva comprensión.
-Aiden... -murmuró James, apenas audiblemente, mientras una sonrisa se formaba en sus labios.
-Ah... no me odies por esto, James. Fue solo un impulso. -Aiden trató de romper la tensión con una risa nerviosa, pero su expresión delataba una mezcla de emociones. -Lo siento, soy un idiota.
-No podría odiarte por eso. -James le dedicó una mirada sincera, llevando su mano para acariciar la mejilla de Aiden con ternura. -Y no eres un idiota. -El de tez parda se relamió los labios, sin quitar su vista del más bajo. -Tus labios... saben a fresa.
-¡N-no digas esas cosas vergonzosas, idiota! -exclamó Aiden, completamente ruborizado, le dio un suave empujón con sus manos a su pecho y el de tez oscura se rio.
-Shh, baja la voz, o nos van a regañar. -Aiden rodó los ojos.
-¿No te... molesta lo que hice?
-No veo por qué me molestaría con la persona que me gusta.
El de cabello bicolor apretó ligeramente los labios, puso sus manos sobre los anchos hombros de James y lo fulminó con la mirada.
-¿Yo te gusto?
-Me encantas. -Murmuró en respuesta el de tez parda.
No hicieron falta más palabras cuando los dos volvieron a unir sus labios en un beso, esta vez uno más desesperado y apasionado.
[...]
-¿Qué es eso?
Aiden se fijó con curiosidad en el pedazo de papel que Jake sostenía en sus manos.
-No lo sé, estaba en mi casillero. -respondió su roomie, algo ruborizado.
Tras haber tenido una larga charla con Jake sobre su posible admirador secreto, ambos chicos decidieron dejar de lado el tema y empezaron a caminar a través del pasillo vacío. Como era temprano, apenas y había estudiantes.
Un rato después, faltando 15 minutos antes del incio de clases, Aiden y Jake se separaron en los pasillos, dirigiéndose cada uno hacia sus respectivas clases. El bicolor no podía dejar de darle vueltas a la misteriosa carta que había recibido su amigo y se preguntó de quién se trataría (aunque francamente sospechaba muchísimo de Hunter, por alguna razón). Pero intentó no darle demasiada importancia al asunto mientras caminaba por los pasillos vacíos.
Sin embargo, su atención se desvió cuando escuchó murmullos provenientes de una de las aulas cercanas. Aiden, siempre curioso, se acercó sigilosamente para intentar escuchar lo que se decía. Al asomarse por la puerta entreabierta, vio a Hunter y Ally discutiendo acaloradamente.
-¿Por qué te metes en mi vida, Ally? No tienes derecho a decirme con quién puedo o no estar.
La voz de Hunter sonaba firme, pero Ally no parecía dispuesta a dar marcha atrás.
-¡No puedes hacerme esto! ¡No voy a dejar que me cambies por el idiota de Jake!
Aiden se quedó allí, atónito, sin poder evitar escuchar más de la conversación. Ally continuó con una frialdad que envolvía sus palabras.
-No sé quién te crees que eres, pero si te atreves a hacerle algo a Jake, tendremos problemas. -Aiden alcanzó a escuchar un bufido por parte de Ally. -Si me gusta o no, no es asunto tuyo.
Hunter apretó los puños, evidentemente molesto por las amenazas de Ally. Aiden sintió un nudo en el estómago, sin poder creer lo que estaba escuchando. Se preguntó cuál era la relación entre Hunter y James y por qué Ally estaba tan preocupada.
-Te advierto, Ally. No juegues con fuego.
Con esas palabras, Ally se dio la vuelta y salió de la habitación, pasando junto a Aiden sin notar su presencia. Aiden, por otro lado, se quedó allí, paralizado por la revelación inesperada. Las amenazas de Ally resonaban en su mente, y no sabía qué hacer con la información que acababa de obtener.
¿Por qué aquello le daba mala espina?
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Se va a joder todo muy pronto *risas malévolas*
Datos de mi OC, Sophie:
-Se tiñó una facción de su pelo rubio, inspirado en el peinado de uno de sus personajes favoritos de Tokyo Revengers (Kazutora).
-Es asexual y pansexual.
Le cae mal Yul (y a quien no)
-Es cantautora y tiene una banda.
-Le gusta Emma y el sentimiento es mutuo (Jiji en sus caras)
Datos extra: Sophie es una chica de 18 años que tiene una banda, ha tenido alrededor de 7 exnovios y ninguna novia, pero varios de sus intereses amorosos han sido chicas. Es pansexual/asexual y mide 1.62, conoció a Emma 4 años atrás cuando estaba siendo agredida por un grupo de adolescentes y esta llegó a su rescate. Sophie la empezó a admirar y le rogó para que le enseñara a pelear bajo la amenaza de que no la dejaría en paz hasta que la entrenara, así que Ella a regañadientes acepto, y con el tiempo se encariño con Sophie.
Para los que quedaron curiosos con lo que pasó con Gabby y Ellie, nada más llegar a la casa de la primera, estaban tan adormiladas por el efecto del alcohol que sin darse cuenta acabaron durmiendo juntitas en la cama de Gabby. A su madre le dio un paro cardíaco donde las vio, pero aclararon que solamente habían dormido (Dirty Mind)
Disfruten de esta paz... es cuestión de tiempo :)
¿Qué les gustaría ver en el siguiente capitulo? Los estaré leyendo, ¡Bay bay!
Estilo Total Drama pero con sus outfits escolares jsjsjs el de Hunter y Jake fueron mis favoritos
Mi estilo vs el de Total Drama.
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