🫂▪︎Let me Help You▪︎🫂
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꧁༺ 𝓒𝓪𝓸í𝓽𝓾𝓵𝓸 10 ༻꧂
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Ellie:
A veces creo que la vida me odia en exceso.
Desde que tengo memoria, he vivido en la miseria por culpa de mis progenitores. Aunque no es como que personas ausentes en mi vida puedan tener si quiera la culpa de la miseria que me invade ¿O si?
Tal vez si mi madre no me hubiera abandonado con mis tíos o mi padre no hubiera perecido en aquel accidente automovilístico cuando tenía 3 años, mi vida habría sido radicalmente distinta.
Por eso empecé a trabajar a mis 10 años cuando escapé de la casa de mis tíos, porque no aguantaba más aquel ambiente horrible y de todas formas, solo seguía con vida gracias a mi misma. Pues nunca nadie velo por mi bien.
Recuerdo haber estado en un callejón. Estaba debajo de una caja de cartón que estaba empapadísima a más no poder a causa de la lluvia. Yo estaba aguantando hambre desde hacía tres días y lo único que había entrado a mi estómago era el agua de aquella llovizna.
Estaba con la vista perdida, abrazándome a mi misma y preguntándome cuál era el sentido de todo eso. Hasta que de pronto, sentí que la lluvia dejaba de caer sobre mi, por lo que me extrañe. Al levantar la mirada, había alguien. Me veía con sus ojos turqueses bastante preoupado.
-¿Por qué estás aquí? -lo oi preguntar. Su rostro no encajaba con su voz. Pero no es que me importara demasiado.
-Porque no tengo a dónde ir. -respondi, con voz áspera.
-Ahora si lo tienes. -extendio su mano a mi y me fijé con curiosidad en lo pequeña que era está a comparación de la mía. -Ven conmigo.
-¿Por qué iría con un extraño?
-Me llamo Aiden. Listo, ya no soy un extraño. De todas formas me conoces, vamos juntos en la escuela.
Esa ayuda recibida fue lo mejor que pudo haberme pasado en ese entonces.
___
-No me importa cualquier maldita amenaza que tengas, Riya. Me da igual. No voy a seguir formando parte de esta mierda, me rehúso a seguir mintiendo le a Gabby.
-Esas son fuertes declaraciones. ¿No lo crees, Gabby?
Sus palabras me hicieron helar la sangre, y cuando me voltee para comprobar, sentí que el aire se me escapaba de los pulmones. Gabby estaba de pie detrás de mi, y por su expresión, supe que lo había escuchado todo.
-¡Gabby! Espera, déjame explicarte.
-¿Que le vas a explicar? ¿Que la presunta "amistad" entre ustedes solo significaba la victoria de una apuesta entre tu y yo? ¿Que la usaste todo este tiempo?
-Ellie... ¿Como pudiste...? -El corazón de me hacía trizas viendo cómo sus ojos de inundaban de lágrimas.
-Gabby...-
-¡TE ODIO! ¡Realmente te odio!
No pude hacer nada más que ver cómo salía de ese lugar tras arrojarme un vaso con agua encima. Todos me miraban y cuchicheaban entre si, y tuve que irme por patas para evitar asesinar a Riya ahí mismo.
___
Decidi no responderle más a partir de eso, apague mi teléfono para evitar llamadas y continúe corriendo si rumbo bajo la lluvia.
Me dolía todo, el cuerpo, las extremidades, ya hasta respirar resultaba tedioso, sin embargo lo que más me dolía era el alma al saber que había herido a la única persona a quien realmente he amado.
Claro, tengo a Jake y Aiden, pero no es lo mismo. Ellos son mis mejores amigos, fueron quienes me salvaron de un vacío emocional del que sola no habría conseguido salir jamás. En cambio Gabby me enseñó lo que es amar y como es sentirse amado. Nada podía reemplazar eso.
Con dificultad llegué a mi apartamento, estaba oscura y fría la noche y no dejaba de llover sin parar. Cuando entre a mi "hogar" me tope con la mala suerte de que este estuviera lleno de goteras y el suelo estaba empapado. Fue la gota que derramó el vaso, no pude aguantarlo
más.
Volví a tomar las llaves de mi apartamento y salí nuevamente, dirigiéndome hacia una vacía plaza donde empecé a desquitarme con todo. Probablemente de haber habido una persona por esos lares la habría matado. En esos momentos yo tiraba y golpeaba hasta sentir que me ardían las manos. Simplemente no podía aguantar la frustración que me invadía. Era una sensación tan horrible.
Tuve que pasar un largo rato debajo de la lluvia para poder tranquilizarme. Estaba mojada de pies a cabeza, consecuencia de la lluvia, y la cabeza me daba vueltas y dolía muchísimo, consecuencia del alcohol consumido esa noche.
Caminaba tambaleándome tratando de recordar el camino a mi apartamento mientras trataba de mantenerme consciente pensando. Estaba al menos agradecida de que Riya no hubiera expuesto a Aiden y a Jake, o las cosas se habrian puesto realmente feas. No sé dónde habrán estado en el momento que discutí con Riya Aiden y Jake. Pero lo que puedo decir con certeza es que Tom me matará en cuanto tenga la oportunidad.
Soy una persona horrible, de eso no cabe duda.
No se como lo logre, pero conseguí llegar hasta mi apartamento. Aunque casi me caí de cabeza tratando de subir por las gradas. Solo quería acostarme en ese sofá de mala calidad y con los resortes salidos y descansar. Ya había tenido suficiente por esa noche.
Pero, maldición... ¿por qué Riya tuvo que hacer eso? ¿Por qué exponer la apuesta frente a todos? ¿Por qué herir a Gabby así?
Siempre he sabido que Riya no es una buena persona, pero decidí callar para no hacer sentir mal a Aiden y Jake, pues en su momento, ellos también la quisieron bastante. Ahora los tres estamos amenazados por la que creímos nuestra mejor amiga. Pero no es cosa de dejarlos botados, menos a Aiden. Estuve con él cuando salió del closet conmigo y Jake y se declaró trans, no podía abandonarlo en medio de una situación así de crítica.
Me culpo rotundamente por haberme metido en esa ridícula apuesta con Riya. Ahora entiendo que realmente el primero que se enamora sí pierde. Lo pierde todo.
Me dejé caer en el sofá, sintiendo lo húmedo y asqueroso que estaba, pero no tenía de otra. Solté un suspiro y me dedique a apreciar el techo mohoso. Debía de tener el maquillaje corrido por culpa de la lluvia y mis propias lágrimas, pero ya no me importaba.
Había perdido lo que más amaba.
___
-¿Donde esta Ellie?
Jake miró al de cabello bicolor y frunció el ceño, visiblemente preocupado.
-No lo sé, pero se ha sentido muy mal. La otra vez la encontré llorando y dijo que Riya había dicho a Gabby lo de la apuesta.
-Ay no...
-Bueno, oficialmente los tres estamos amenazados. -el de cabello azulado suspiró. -No hay mucho más que podamos hacer.
Habían pasado dos días desde lo sucedido con Gabby y Ellie y al rededor de 4 meses desde que inició todo el asunto de la apuesta. Al par de muchachos les sorprendía y aterraba lo rápido que se habían jodido las cosas, pero lo que no sabían es que aquello no era ni la mitad del karma que iban a recibir.
Ambos estaban sentados en las gradas de la cancha. Por insistencia del más alto a que lo acompañara a ver a su """amigo""" entrenar, Aiden se encontraba allí. O de lo contrario, estaría en cualquier otro lugar durmiendo. Pero de todas formas no es como si quisiera arriesgarse a toparse con James en medio pasillo: desde lo que pasó en la fiesta, se sentía realmente extraño con el de origen brasileño. Y como no quería hacer frente a sus verdaderos sentimientos decidió evitar el problema en cuestión: James.
Aiden contempló a su mejor amigo, quien dedicaba una sonrisa y mirada bobas a uno de los jugadores en la cancha. Pensó que, ya que estaban ellos dos, podía sincerarse y pedirle un consejo.
-Jake, ¿podemos hablar?
-Ahm, claro. ¿Qué pasa? -el de cabello azul miró al más bajito. Aiden reparó en sus ojeras, dos sacos negros bajo sus ojos y nuevamente su piel más pálida de lo usual.
-Eh... ¿Estás bien?
-Estoy perfecto, ¿por qué preguntas?
-Te ves muy pálido.
-Estoy bien. -repitió el mayor.
-Bueno... yo quería preguntarte algo.
-¿Si?
-Tal vez tiene que ver con cierta persona a la que no soporto, pero no quiero que te burles de mi. ¿Lo prometes?
-Prometo burlarme de ti. No te preocupes.
Aiden miró hacia otro lado, visiblemente incómodo, antes de comenzar a hablar.
-Verás... No sé cómo manejar lo que siento por James. Siempre he creído que era un tipo superficial, interesado solo en su popularidad. Pero después de lo que pasó en la fiesta, cuando me ayudó con mi ataque de pánico, todo cambió. Me demostró una parte de él que no conocía, una faceta más profunda y comprensiva, y eso me desconcierta.
Jake escuchaba atentamente, asintiendo con empatía. -Entiendo lo que quieres decir. A veces, las personas pueden mostrarnos aspectos inesperados que desafían nuestras percepciones iniciales.
-Ahora estoy confundido, Jake. No sé si debo seguir ignorando lo que siento o si debería intentar comprenderlo mejor. -confesó Aiden, frustrado por el torbellino de emociones.
Jake colocó una mano en el hombro de su amigo.
-Quizás sea hora de darle una oportunidad a esos sentimientos, ¿no crees? No puedes juzgar a alguien solo por la superficie. Si hay algo más allá de esa imagen que tienes de James, tal vez valga la pena explorarlo.
Aiden suspiró, reflexionando sobre las palabras de Jake. -Supongo que tienes razón. Es solo que... me siento tan confundido y vulnerable.
-Es normal sentirse así cuando se trata de emociones. -respondió Jake. -Pero, ¿por qué no intentas hablar con James sobre lo que sientes? Podría ser un primer paso para entender mejor esta situación.
Aiden asintió, agradeciendo el consejo de su amigo.
-Gracias, Jake. Creo que haré eso. Solo espero no terminar sintiéndome más confundido de lo que estoy ahora.
-Sea lo que sea, cuenta conmigo para apoyarte. -aseguró Jake, sonriendo reconfortantemente.
La conversación entre Aiden y Jake terminó dejando a Aiden con una mezcla de emociones, pero también con una determinación renovada para afrontar lo que sentía por James y resolver sus dudas.
No mucho rato después, los del equipo de fútbol terminaron de entrenar y Tom, a quien esperaba Jake con una gran sonrisa, se acercó hacia donde estaban los dos.
-Hey, ¿qué haces aquí?
-¿no puedo venir a animar a mi jugador favorito? -ante su respuesta, Tom rio levemente.
-No es por eso, gracias. Pero debiste esperar mucho tiempo.
-Da igual, no tuvimos clase de Español.
-Hola Tom, ¿me recuerdas? -saludó esta vez el de cabellos bicolor.
-¿Cómo olvidarlo? Ahora todos te conocen como el novio de James desde lo de la fiesta en casa de Duncan. -Jake y Tom se rieron ante el recuerdo y Aiden se sonrojó, sumamente avergonzado.
-No lo decía por eso, pero al menos me recuerdas. -el chico también se rio, aún con algo de pena. -Jake me hizo esperarte como media hora así que ahora me deben un helado los dos.
-Esa es una deuda que puedo pagar ahora, ¿o no, Jake? -cuando el azabache dirigió su vista al de cabello azulado, su expresión cambia rápidamente a una de preocupación.
Jake estaba de pie, si, pero pálido como el papel. Sus piernas flaqueaban y tenía la mirada perdida. Además se notaba que respiraba de forma no muy regular.
-¿Jake?
-¿Ah? -el nombrado pareció reaccionar ane la voz de Aiden, al elevar la cabeza sintió una gran punzada, como si un cuchillo se la atravesara. Dolía de tal forma que Jake sentía que la cabeza le explotaría por la forma en que le palpitaba.
-¿estás bien? -pregunto esta vez Tom, desde abajo (pues Jake estaba como tres gradas más arriba de los otros dos chicos).
-¿por qué todos me preguntan eso hoy? Estoy perfectamente...
No pudo terminar su oración, pues la vista se le nubló y de repente, estaba inconsciente.
-¡Jake!
Habría caído de cara al suelo completamente desmayado de no ser porque Tom y sus reflejos fueron más rápidos y lo atajó en el aire, evitando una horrible caída. La expresión de Aiden denotaba miedo y terror ante el estado de su mejor amigo y le dedicó una mirada al pelinegro.
-¡Tom! ¿Qué le pasa?
-No lo sé, debemos llevarlo a la enfermería rápido. -Tom se veía igual de alterado que Aiden.
Tom, con la ayuda de Aiden, rápidamente levantó a Jake y lo llevó en brazos hacia la enfermería. Aiden estaba nervioso, mirando a su amigo con preocupación mientras seguía a Tom. Juntos, llegaron a la enfermería y pidieron ayuda al personal médico que estaba allí. La enfermera de turno se apresuró a atender a Jake. Revisaron sus signos vitales, intentaron despertarlo y le hizo algunas preguntas a Tom y Aiden sobre lo que habían observado antes de que Jake perdiera el conocimiento.Aiden se sentía culpable y ansioso, pensando en lo que pudo haber pasado con Jake.
-¿Qué si es algo grave? ¿Y si tiene un problema de salud que ni yo conocía? -preguntaba para sí mismo.
Tom, igualmente preocupado, intentaba mantener la calma para tranquilizar a Aiden.
-Esperemos a que la enfermera revise a Jake. Seguro que estara bien. -dijo, tratando de infundir confianza.
Pasaron unos largos minutos antes de que la enfermera pudiera dar alguna indicación sobre el estado de Jake.
-Parece haber sufrido un desmayo repentino. Vamos a realizarle algunos exámenes para determinar la causa exacta. Por favor, esperen aquí. -nformó la mujer, dejando a Tom y Aiden con un nudo en el estómago.
-Muchas gracias, enfermera Ashley...
Tras retirarse la enfermera, Tom, visiblemente preocupado, se acercó a Aiden mientras esperaban noticias sobre Jake.
-Oye, ¿tienes alguna idea de lo que pudo haber causado que Jake colapsara de repente? -preguntó Tom, buscando pistas o indicios que pudieran ayudar a entender lo sucedido.
Aiden frunció el ceño, pensativo.
-No estoy seguro, pero he notado que Jake se salta comidas constantemente. A veces parece que no come adecuadamente y puede que eso esté relacionado. Además, él... bueno, su relación familiar no es la mejor, quizás eso también esté afectando su salud mental y física. Lo sabría si él me lo dijera, pero insiste en que no es tan malo. Como si esas cicatrices se le hubieran hecho solas... -dijo Aiden, sintiéndose incómodo al hablar de la situación personal de Jake.
-Pero no puedo estar seguro, es solo una suposición. -añadió Aiden, sintiéndose inseguro sobre lo que acababa de decir. No quería asumir cosas sobre la vida privada de Jake sin estar completamente seguro de ello.
Tom asintió, comprendiendo la preocupación de Aiden.
-Entiendo. Esperemos a ver qué dicen la enfermera. Tal vez debamos hablarlo con Jake en cuanto despierte.
-Suerte con eso, no hablara tan fácilmente.
Ambos continuaron esperando ansiosamente, manteniendo la esperanza de que Jake estuviera bien y que los médicos pudieran brindar respuestas claras sobre lo que le sucedió.
-¡Oye tú!
Pero los pensamientos de Aiden se vieron interrumpidos cuando una voz femenina resonó en el pasillo. Primero miró a Tom, pero este se mostró igual de confundido que él.
Pero solo se trataba de Gabby, quien corría en su dirección con la preocupación pasmada en su rostro.
-¿Yo? -Aiden se señaló así mismo, confuso. Era la primera vez que Gabby se dirigía hacia él.
-¿Dónde está Ellie? -le espetó la morena, a lo que nervioso, Aiden retrocedió en su asiento.
-¿Que...?
-¡Que dónde está Ellie!
-¡N-no lo sé! No la veo desde hace dos días. Y la última persona que la vio fue Jake, y dijo que estaba llorando.
-¿¡Dónde la puedo encontrar!?
-¡Gabby, cálmate! -Tom tuvo que tomar del brazo a su amiga cuando está comenzó a agitar de un lado al otro al pobre chico.
-¿Quieres su ubicación?
-¡SI! ¡Por algo te vine a buscar!
-¡Ok, ok! Pero no me golpees. Ella vive en...
Tras darle la ubicación de la de cabello naranjo, Gabby agradeció la información y se despidió de Tom con un abrazo antes de volver a irse corriendo. Entre los dos compartieron miradas.
-No pensará en ir a buscarla ahora que estamos en horario lectivo, ¿Verdad?
-Claro que lo hará, es Gabby.
___
Gabby:
Admito que quizás me enamoré de Ellie demasiado pronto, pero no pude evitarlo. Fue la primera persona, aparte de Tom, que me trató como si fuera alguien normal, no como un paria. Esa pequeña dosis de afecto me hizo aferrarme a Ellie con todas mis fuerzas, intensificando así el dolor de la situación.
Aunque las palabras de Riya son cuestionables, no puedo ignorarlas por completo. Si es verdad y Ellie solo jugaba conmigo, estoy dispuesta a aceptarlo, pero necesito que ella me lo diga cara a cara.
Desesperada por respuestas y sin encontrar a Jake, recurrí a Aiden. Al obtener la información que necesitaba, me retiré rápidamente.
Evitar al guardia en la entrada fue sencillo; escapar no era algo nuevo para mí. Afortunadamente, estaba dormido, facilitando mi salida. Corrí hacia un rincón de la calle, exhausta y con los pies doloridos, pero eso no importaba. Mi necesidad de ver a Ellie superaba cualquier molestia física.
Mi llegada a la dirección que Aiden proporcionó fue recibida por el murmullo preocupante de una conversación. Sigilosamente me acerqué y descubrí a Ellie sumida en una charla con una mujer anciana, presumiblemente la casera. Ellie, apoyada en el marco de la puerta, llevaba consigo una expresión triste que no me pasó desapercibida.
Escuché con atención mientras la casera expresaba con firmeza la necesidad de recibir el pago del alquiler. La preocupación se apoderó de mí al enterarme de que Ellie estaba en riesgo de ser desalojada si no saldaba su deuda pronto.
Mi mente se aceleró y, con cuidado de no interrumpir, esperé el momento adecuado para abordar a Ellie sobre la situación financiera que desconocía por completo. La incertidumbre y la necesidad de apoyar a mi amiga se mezclaron en mi interior mientras ideaba la mejor manera de abordar este nuevo desafío.
-¿Ellie? -cuando mencioné su nombre, las dos volvieron a verme con una expresión de sorpresa en su rostros, especialmente por Ellie. -Lo- Lo siento, pero de verdad tengo que hablar contigo.
Sentí su mirada sobre mi, lo que me puso incluso más nerviosa. La mujer anciana nos miró a las dos.
-Vendre después, pero no olvides lo que te dije, Miller.
Fue lo que dijo antes de irse. Ellie asintió con nerviosismo, y cuando la casera se alejó, ambas quedamos en silencio por un momento incómodo. Mi desesperación por aclarar las cosas se entrelazaba con la vergüenza que Ellie reflejaba en su rostro.
-Gabby, yo...
-No, espera. Necesito explicarte algo también. -Mi voz temblaba mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas.
-¿Vamos a caminar?
La invitación de Ellie a caminar afuera se convirtió en una oportunidad para aclarar las emociones enredadas. Mientras nos alejábamos del edificio, el peso de la verdad pendía sobre nosotros. Aproveché la oportunidad para llevarla a un rincón tranquilo fuera del edificio, lejos de oídos curiosos. Encontramos una banca y las dos tomamos asiento.
La ansiedad me consumía mientras caminábamos, mi deseo de entender lo que estaba sucediendo se mezclaba con la preocupación por Ellie y su situación financiera.
Finalmente, después de unos momentos incómodos, Ellie rompió el silencio con voz temblorosa.
-Gabby, lo siento mucho. No deberías estar involucrada en esto. No debería haber permitido que llegaras a este punto.
Su confesión solo intensificó mi preocupación y, aunque quería comprender, las palabras apenas salían de su boca.
-¿Me... Puedes explicar desde el principio?
La ví limpiarse el rostro, estaba llorando mucho y temblaba levemente. Tenía unas grandes ojeras debajo de sus ojos, su pelo se veía enmarañado y tenia la ropa manchada.
-Hace unos meses inicie está apuesta con Riya. Las dos sorteamos distintos nombres y a mi me tocaste tu. La apuesta consistía en que... Debíamos enamorar a la persona que nos tocara sin enamorarnos. Pero cuando te conocí, me di cuenta de que no quería lastimarte ni hacerte daño. Aún así fui cobarde... No le hice frente desde un principio.
-Pero, ¿Por qué habrías hecho eso?
-Necesitaba el dinero que Riya prometió si ganaba... -La escuché sollozar mientras se hacía bolita. -Gabby, yo no tengo familia como tú. He estado sola desde que tengo uso de la razón. ¿Cuántos niños de 10 años tienen que trabajar para poder sobrevivir? Menos de la mitad. Pero yo fui una de esos niños... -Yo frunci el ceño.
-Pero ¿Por qué no me dijiste nada? Sabes que puedes confiar en mí, Ellie.
-Y por esto mismo es que no deberías... Soy una persona horrible, ¿Que no lo ves? -Ellie me miró con los ojos vidriosos, y verla así me rompía el corazón. Mucho más de lo que me rompieron sus palabras en la fiesta.
-Dime una cosa, ¿yo significo algo para ti?
-Tu eres mi mundo, Gabby. -yo limpie su rastro de lagrimas en sus mejillas y la mire con detenimiento. -Hubo un momento en el que todo se volvió real. Y te juro que... mi único motivo para haber accedido a estar en la apuesta fue la promesa del dinero. Jamás habría estado de acuerdo en hacerte daño.
-Ellie... -no pude soportarlo más y la abracé, dejando que ella llorara en mi hombro. -Gracias por sincerarte conmigo.
-¿No me... odias?
-No se puede odiar a alguien a quien se ama con el alma. -respondí.
Después de la confesión de Ellie, nos quedamos en la banca, abrazadas mientras ella se calmaba poco a poco. La preocupación persistía en mi interior, pero también crecía la determinación de apoyar a mi amiga en todo lo posible.
Entre sollozos, Ellie comenzó a explicar más detalles, revelando el porqué de su participación en la apuesta y por qué nunca me había contado sobre su difícil situación. Mi corazón se apretó al escuchar sobre la falta de familia y la lucha por sobrevivir desde una edad tan temprana.
-Dios, Ellie, no sabía... No deberías haber tenido que pasar por todo eso sola. -le dije, sintiendo una mezcla de compasión y enojo hacia las circunstancias que la llevaron a este punto.
Ellie levantó la mirada hacia mí, sus ojos aún nublados por las lágrimas.
-Me daba vergüenza. No quería que supieras lo patética que soy. Y después, cuando todo empezó a sentirse real, simplemente no supe cómo decirte la verdad sin lastimarte.
No pude evitar abrazarla más fuerte, tratando de transmitirle mi apoyo y comprensión.
-No eres patética. Eres fuerte por haber pasado por todo esto y aún así mantenerte de pie. Pero ya no tienes que hacerlo sola. Te ayudaré, lo prometo.
-No tienes que hacerlo, de verdad...
-Si tengo. Es más, te vienes a vivir conmigo. Y no es pregunta, es una orden.
-¿¡Qué!? Gabby, no puedo aceptar eso. Tu familia ya es lo suficientemente grande, no quiero causarles problemas. -dijo Ellie, mostrando preocupación.
-No es un problema en absoluto. Mi casa es tu casa. Necesitas un lugar donde sentirte segura y apoyada, y mi familia estará encantada de ayudarte. No tienes que enfrentar todo esto sola, Ellie. Juntas superaremos esto. -le aseguré con determinación.
Ellie, finalmente, asintió con gratitud y un atisbo de esperanza en sus ojos. -Gracias, Gabby. Eres la mejor. No te merezco...
-Tonterías. -debí tomarla por sorpresa cuando, en un impulso, acerqué su rostro al mío y le di un pequeño beso en la frente. Se veía muy tierna, estaba rojita. -Vamos, ponte de pie. Empacaremos tus cosas.
Le ofrecí mi mano para que se pusiera de pie junto a mi, al principio se mostró dudosa. Pero después me devolvió la sonrisa y tomó mi mano, poniéndose de pie.
-Ya no estas en esa apuesta ¿verdad?
-Nop, de todas formas la he perdido. Pero no importa, me gané algo mucho mejor.
Yo le sonreí. Estaba feliz de haberla ido a buscar ese día y aclarar las cosas.
___
Se que dije en la tabla de anuncios que lo subiría el 12, pero me emocioné JAJSGDKDHID sobre todo porque después de este capítulo es turno del Jaiden de ser protagonistas de una buena vez.
Así que ni modo, acá tienen su Gabellie restaurado.
¿Sabían que el grupo de los chicos la descripción es la misma de mi grupo de amigas? JAJAJSHSKSH
¿Qué les gustaría ver en el siguiente capítulo con Aiden y James? Los estaré leyendo 🫶🏻 (en serio, no tengo ideas para el siguiente capítulo)
Nos vemos pronto, no se olviden de Votar, comentar y recomendar la historia ¡adiós!
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