↳⋆Capitulo 5 ✺★
— Buen chico ... —
Muzan dejo de tocar el hombro del más pequeño dejando de hipnotizarlo
— Llevenselo a su recamara, hagan que se sienta como su antigua casa —
Muzan hablo, realmente quería lo mejor para el pequeño que sufre tanto por su familia
Tanjiro estaba confundido al ver cómo una mujer y un hombre pálidos tomaban su mano cálidamente
Muzan lo observaba con una sonrisa, le resultaba extraños sus ojos color sangre al pelirrojo
Podía jurar que con solo observarlos se hundía en un mar de sangre tan peligroso pero de un momento a otro tranquilo
Le daba tan malas vibras aquel hombre pelinegro, pero se sentía bien al saber que fue el único que acepto cuidarlo después de todo
Mientras Muzan aún observaba a Tanjiro felizmente, Tanjiro subía las finas escaleras blancas de la rica mansión
Todo era de estética de realeza, tan único comprado con oro llamando la atención de Tanjiro
Los dos pálidos sirvientes mantenían su cara baja aún subiendo las largas escaleras que parecían infinitas
Cuando por fin llegaron al segundo suelo, todo era tan perfecto que algunas decoraciones tenían sobre ellas materiales tan preciables
Eran inmensas las puertas sobre la mansión, son tan gigantes a lado de la persona mas alta, también hay varios tipos de salones, bares, gimnasios, demasiados baños, cuarto de juego, cocina, cine, oficina, etc.
Tanjiro observaba asombrado mientras los otros dos miraban nuevamente esto sin interés, era tan aburrido ver lo mismo por siglos
Llegaron a una puerta aún más gigante que los demás salones
La puerta de un color oscuro café, con detalles de posible oro y una alfombra roja decorando la entrada
Cuando el hombre saco de su bolso una llave extrañamente hermosa, la tomo con cuidado como si temiera que en cualquier momento se rompiera
La coloco sobre la puerta para posteriormente abrirla elaborando los pasos delicadamente cuidando de no maltratar nada
Cuando abrió por fin la puerta se observó la belleza de la gran habitación
Sus detalles, varias puertas aún dentro de ella y una linda terraza con varias plantas asombraban aún mas al pequeño
— Está es tu habitación —
Hablo fría la mujer palida sin ninguna expresión facial, ante estas palabras Tanjiro abrió aún más los ojos asombrandose al pensar que toda esa habitación era solo para el
— ¿ E-eh, mío? Pero es demasiado para mí —
— Muzan me ordenó esto, entra y acomodate como en casa —
Habló el hombre no tan frio como el comentario anterior de la mujer
— Acéptalo, Muzan ordenó —
El hombre hablo como si estuviera controlado por hilos, es como si Muzan se convirtiera en un titero de la marioneta más difícil de manejar
— Entra, te enseñaremos lo que podamos —
Habló la mujer entrando sosteniendo la mano de Tanjiro y atrás de ella el otro hombre también caminaba
La mujer se acercó a un mueble de madera de roble especialmente creada para Tanjiro, en esta habían varias decoraciones lindas pero entre ellas a Tanjiro le llamo la atención por su extraño aspecto una linda caja de música, tan diminuta pero con detalles tan bien elaborados que daba miedo destrozar aquellas finas decoraciones sobre la madera
Tanjiro no sabe que es una caja de música, solo que le llamo la atención que la manera es la que solía cortar su posible difunto padre, algo que resultaba sospechoso ya que casi nadie conocía esa madera que cortaban todos los días
La observó sin tocarla pero los sirvientes presentes se dieron cuenta de que deseaba tocarla y aprender más de ella
— ¿Quieres verla más de cerca pequeño? —
— ¿Eh? S-si espero no haya problema —
— Tranquilo, no hay problema ... —
Dijo el hombre entregando con cuidado la caja musical al pequeño Omega, después de un momento se escucho el inusual sonido de alguien llamar en el teléfono
El hombre observó temeroso a la mujer dando entender que debía atender aquella llamada desconocida, el Omega no entendía pero aún haci la mujer tomo el teléfono temblando de miedo desconocido para el más pequeño
— ¿H-hola? —
La mujer salió de la habitación con el teléfono en mano, Tanjiro olía el miedo provinente de los dos sirvientes, el hombre quería ocultarlo pero resultaba difícil al saber que el pequeño tenía una asombrosa capacidad del olfato
— Tranquilo, ella regresara ... —
Tanjiro escucho lo dicho por el contrario y obedeció no tomando tanta importancia, siguió observando la diminuta caja, la abrió con sumo cuidado para observar un bella mujer bailarina
Se dió cuenta de que le faltaba una pieza para escuchar la posible maravillosa melodía
— Es linda ... —
Tanjiro habló asombrado antes de que la mujer entrara nuevamente a la habitación con cara más pálida de lo normal y temblando de miedo como si hubiera visto un horrible moustrou
— E-es hora ... —
La mujer hablaba temerosa haciendo señas al hombre que al escuchar aquellas palabras sus piernas temblaban como si fuera a caer
— ¿L-la hora? ... Pequeño, quédate aqui ... —
Habló el hombre dirigiéndose a salir de la habitación temblando de miedo
— Vamos, no hay que hacerlo enfadar —
Salieron los dos sirvientes temiendo, dejando a Tanjiro solo en la gran habitación
Tanjiro seguía esperando a los sirvientes por un gran tiempo, ya hace tiempo que escuchaba gritos pero no sabía de dónde provenían
Salió de la habitación pero no vio a nadie, se atrevió ver al primer piso pero tampoco había algo de sospechar
Hasta que observó una puerta entreabierta más gigante que la de su propia habitación, temía si realmente ir hacia ella pero no olía ni observaba ni una presencia en ella
Cómo en las anteriores situaciones, algo le decía que debía hacer eso sin temer a esperar algo más
“ No debes temer sin conocer ”, recuerda esa frase dicha por su difunta madre, le daba algo de asco recordar el olor de la sangre y el cuerpo triturado de su familia, pero no desaparecian aún esos recuerdos en su mente
Hasta que se atrevió ...
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