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K. Nahyun

Dos semanas después;

     Jung Kook y yo íbamos tomados de las manos, la corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo por su tacto era simplemente, inexplicable, solo los dos caminando hacia el auto sin pensar en nadie más, solo en nosotros y eso que solo salíamos de clases, lo más curioso es que aún el día no se acababa y yo solo necesitaba más tiempo a su lado.

     A veces las personas debemos seguir lo que dicta nuestro corazón y hacer lo imposible por ser feliz.

     En estas dos semanas que pasaron, mi padre no me ha dirigido la palabra al igual que mi madre, no los culpo, la situación de salió de control, pero tampoco quería ocultar el sol con un solo dedo, también contribuí a lo que había pasado.

     —Kook —Lo llamé. Me miró a los ojos y besó mis labios de la manera más dulce que pueda existir en este planeta tierra.

     Esa gran corriente eléctrica recorrió mi cuerpo; los animales se querían salir del zoológico que llevaba adentro y aquellos insectos invadieron mi estómago sin previo aviso.

     Era mágico.

     —¿Qué me decías, princesa? —Pegó nuestras frentes, recuperando el aliento.

     —¿Crees que mis padres me perdonen algún día? —Mi ojos se perdían en los de él, hasta que sonrió.

     Ayúdenme, creo que me desmayo.

     —Claro, princesa. Sólo hay que darles tiempo y se les pasará —Me abrió la puerta del auto como todo un caballero y subí a él.

     Me dedicó una sonrisa antes de cerrar la puerta del auto, todo parecía sacado de un cuento de hadas.

     A lo lejos pude divisar a Im JaeBum, el hermano de Sun Hee ¿Qué hacía aquí? Lo que hacía él aquí a mí no me incumbe, pero como me daba curiosidad. Aunque pensándolo mejor, su hermana no asistía a clases desde hace unos días ¿Le habrá pasado algo malo y posiblemente culpaba a Jung Kook? Pero ¿Por qué?

     Salí de mi transe al escuchar gritos fuera del auto.

     —¡Te mataré hijo de...! —Se quedó callado y observó dentro del auto, prácticamente viéndome sin vacilar— ¡¿POR ELLA LA CAMBIASTE?! —Rió con ironía.

     No entendía nada, al igual que Jung Kook, su cara de confusión era única.

     —Tranquilo. —Dijo Jung Kook, llevando las manos a su pecho, tratando de calmar a su oponente— No sé quién eres, pero si necesitas dinero, podemos resolverlo —Sonaba tranquilo y nada mezquino.

     —¿Dinero? —Rió burlón— ¿CREES QUE TODO SE RESUELVE CON DINERO? ¡TE EQUIVOCAS! —Sin previo aviso, JaeBum golpeó a Jung Kook en la cara tomándolo totalmente desprevenido.

     No, no y no.

     No sabía que hacer, estaban golpeándo a Jeon. Me asusté bastante, no sabía que hacer debía volver a recalcar, soy una niña muy tonta e indefensa ¿Cómo puedo ayudarlo?

     Abrí la puerta del auto y me bajé rápidamente, JaeBum lo golpeaba una y otra vez en el rostro, me aterroricé al ver tanta salgre en su rostro. Dirige mi vista al suelo, ví una roca en el piso y no dudé en tomarla, como no estaba al tanto de mi salida del auto, caminé sigilosamente y lo golpeé en la cabeza con toda la fuerza que poseía.

     El chico cayó al suelo de boca justo al lado de Jung Kook. Solté aquel objeto y corrí hasta donde estaba él. Tomé su rostro entre mis manos, tenía el mismo hinchado y lleno de sangre.

     —¿Kook? —Lo llamé aterrorizada— ¿Qué debo hacer? —Algunas lágrimas salieron sin permiso de mis ojos, nublando mi vista.

     —Va-va-vamos a ca-casa —Tenía los párpados tan hinchados que no podía abrir los ojos.

     Con mis manos traviesas, me puse a registrar los bolsillos de sus pantalones, necesitaba el teléfono y llamar a Jinyoung fue una corazonada, porque podía confiar en él. Al tenerlo entre mis manos con desesperación busqué el número de Jinyoung hyung, sin pensarlo, presioné a llamar y comenzó a repicar; tenía los nervios de punta, me invadían las enormes ganas de llorar, por no ser fuerte o por no avisarle que JaeBum tiene mal carácter y más cuando se molesta.

     —No me digas, dejaste a Nahyun embarazada y no sabes que hacer, ¿Me equivoco? —Su tono firme y serio me hizo pensar con exactitud que decirle.

     —Jinyoung, necesito ayuda, Jung Kook golpeado, suelo, ayúdalo —No me salían las palabras adecuadas.

     —¿Nahyun? ¿Por qué lloras? —Preguntó en tono sorprendido— Tranquilízate, dime en dónde estás e iré por ustedes —No dejaba de temblar. Habían dos cuerpos inmóviles en el suelo.

     —Estoy en la institución, justo en la parte trasera, en el estacionamiento —Titubeé.

     —Iré por ustedes —Colgó la llamada.

     Sólo tocaba esperar.

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     —¿Familiares del señor Jeon? —Salió un doctor con su gran bata blanca.

     Jinyoung y yo nos paramos de prisa acercándonos al doctor, le calculaba unos cincuenta años de edad, estatura baja, carencia de cabello y con sus rasgos característicos.

     —Dígame doctor, ¿Cómo está él? —Preguntó Jinyoung anticipadamente.

     —El señor Jeon sufrió lesiones en su cráneo, debieron golpear su cabeza repetidamente contra el suelo. A demás de los daños fáciles de detectar, junto a una fractura de nariz... —Lo interrumpí.

     —¿Qué quiere decir con todo eso? ¿Sobrevivirá? —Tomé el brazo de Jinyoung y me aferré a él como pude.

     Nadie sabía que estábamos en la sala de emergencias de la clínica central de Seúl.

     —Sobrevivirá, pero necesita quedarse unos cuantos días en la clínica para ver su avance. Las grandes lesiones en la parte posterior de su cabeza son irreversibles, —Explicó— pero se recuperará —Nos dedicó una sonrisa amistosa.

     —¿Podemos verlo? —El doctor asintió.

     Hicimos una reverencia y el doctor fue en dirección a la dirección.

     —¿Qué pasará con JB? ¿Y si lo maté? —Pregunté sintiéndome culpable.

     —Lo resolverémos sobre la marcha. Ahora lo importante es Jung Kook.

     Acababa de matar a una persona.

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Holiiiiii mis lectores bellos♥️, mis bebus, ¿Cómo se encuentran?